El proceso de enfermería es una práctica sistemática que incluye cinco etapas: valoración, diagnóstico, planificación, ejecución y evaluación, centrándose en el cuidado integral del paciente. La valoración implica la recopilación y análisis de datos del estado de salud, mientras que el diagnóstico establece problemas de salud basados en estos datos. La planificación, ejecución y evaluación son cruciales para implementar intervenciones efectivas y medir los resultados del cuidado brindado.