El documento describe la arquitectura prerrománica asturiana entre los siglos IX y X, dividida en tres periodos. El primero, prerramirense, se caracteriza por edificios como San Julián de los Prados con planta basilical de tres naves. El segundo, ramirense, es el de mayor esplendor con obras como Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. El tercero, posramirense, incluye San Salvador de Valdediós con planta basilical de tres naves y ábside recto. Se usan técnicas como el s