El documento explora el arte hispánico desde los siglos VII al X, destacando sus variedades visigoda, asturiana y mozárabe, y cómo estas influencias fusionan elementos clásicos, cristianos y orientales. Se detalla la arquitectura, escultura y orfebrería de cada estilo, mencionando ejemplos específicos como San Pedro de la Nave y Santa María del Naranco. También se aborda la pintura, especialmente los manuscritos de los beatos, que reflejan la creatividad y el contexto histórico de la época.