Los problemas más comunes de los senos que ponen en riesgo la lactancia son los pezones planos, invertidos o umbilicados, los pezones adoloridos o agrietados, y la congestión mamaria. Estos problemas generalmente se pueden tratar mediante modificaciones en la técnica de lactancia, aplicación de calor o frío, extracción de leche, y en algunos casos medicamentos tópicos. La mayoría de los problemas de los senos tienen soluciones relativamente fáciles si se interviene oportunamente.