La leche materna es el alimento óptimo para los bebés durante los primeros meses, proporcionando todos los nutrientes necesarios y adaptándose a sus necesidades. La lactancia materna ofrece numerosos beneficios tanto para el bebé, como un mejor desarrollo y protección contra enfermedades, como para la madre, ayudando en su recuperación postparto y reduciendo riesgos de salud a largo plazo. La técnica de amamantamiento y la posición del bebé son cruciales para evitar problemas como congestión o mastitis.