El documento analiza el arte prehistórico y de las culturas originarias. Explica que este arte surge como expresión de un comportamiento simbólico en un contexto sagrado, donde el artista materializa el mito a través de rituales. La obra participa en rituales que actualizan el mito y tiene una única interpretación impuesta por este. El artista actúa como intermediario entre el conocimiento sagrado del grupo y su habilidad técnica para plasmar los símbolos en imágenes.