La malaria es una enfermedad parasitaria causada por varios tipos de plasmodium, siendo Plasmodium falciparum el más agresivo y mortal. Transmitida por mosquitos Anopheles, la enfermedad afecta principalmente a niños y mujeres embarazadas, generando cientos de miles de muertes anualmente, especialmente en África subsahariana. Las medidas de prevención incluyen el uso de mosquiteras y tratamientos específicos, aunque la resistencia a medicamentos y la falta de recursos siguen complicando la lucha contra esta enfermedad.