El Romanticismo surgió a finales del siglo XVIII como reacción al racionalismo de la Ilustración y al Neoclasicismo, dando prioridad a los sentimientos. Se caracterizó por la exaltación del yo, la naturaleza, la libertad y el nacionalismo. Sus expresiones incluyeron la literatura, la pintura y la música programática, inspirándose en lo medieval, exótico y salvaje. Alcanzó su apogeo entre 1800 y 1850 antes de derivar en corrientes como el posromanticismo.