El documento describe la evolución de la escultura gótica en Europa desde sus orígenes en el período románico hasta el siglo XV. La escultura gótica se independiza más de la arquitectura y se aleja del hieratismo románico para adoptar un mayor naturalismo y realismo en los gestos, movimientos y expresiones de los personajes. Algunos ejemplos notables son el Ángel de la sonrisa de Reims y las esculturas funerarias de Felipe el Atrevido.