La historia de la salud pública ha evolucionado desde prácticas rudimentarias de higiene hasta un enfoque integral que promueve el bienestar físico, mental y social. La salud pública abarca prevención de enfermedades, promoción de la salud y acceso a servicios médicos, con énfasis en la equidad y justicia social. Su importancia radica en mejorar la calidad de vida de la población mediante la colaboración de varios actores en la comunidad.