El sistema de salud de Bolivia se divide en sector público y privado, con el objetivo de garantizar acceso universal y gratuito a servicios de salud. Se estructuran tres niveles de atención hospitalaria: primario, secundario y terciario, cada uno con funciones específicas y servicios adaptados a la complejidad de las patologías. La atención incluye prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación, y hay un énfasis en la capacitación del personal y el sistema de referencia y contrarreferencia entre niveles.