El documento discute el discurso colonizador y descolonizador. El discurso colonizador promueve la cultura occidental como única y homogénea, mientras que considera otras culturas inferiores. El discurso descolonizador surge en oposición a esta visión, proponiendo ver el arte de diferentes culturas como experiencias paralelas y valorando la diversidad cultural. Exposiciones como Parallel History en Exit Art en Nueva York en 1994 ilustran este enfoque al presentar el trabajo de artistas marginados de regiones no occidentales.