Los desgarros perineales son la lesión más frecuente ocasionada por el parto, que compromete la vagina, vulva y periné en grado variable. Se clasifican en cuatro grados según la profundidad de los tejidos afectados, desde solo la piel y mucosa (grado I) hasta la pared rectal (grado IV). Es importante realizar la sutura quirúrgica de manera adecuada para evitar complicaciones como hemorragias o infecciones.