El arte bizantino se caracteriza por ser conceptual y subjetivo, anulando el espacio y el tiempo. La iconografía es muy precisa para evitar herejías. Los iconos son representaciones sagradas que se veneran como imágenes sagradas con valor místico y profiláctico, dando lugar a luchas iconoclastas para fijar modelos auténticos. El icono bizantino es una pintura sacra portátil con sencillez, ritmo y colorido.