El documento proporciona directrices sobre la selección de instrumentos para evaluar aprendizajes estudiantiles, destacando la importancia de alinear la elección del instrumento con los objetivos de evaluación. Se enfatiza la necesidad de considerar la validez, confiabilidad y aplicabilidad de los instrumentos, así como las implicaciones éticas y prácticas de su uso. Finalmente, se abordan las diferencias entre crear nuevos instrumentos y usar existentes en función de las necesidades específicas de evaluación.