La sanguina es una técnica pictórica basada en óxido férrico que produce dibujos en tonos de rojo. Se usa en forma de barras o lápices para dibujar sobre papel. Fue usada históricamente para bocetos de frescos y se popularizó en el siglo XIV para retratos y desnudos. Artistas destacados que usaron esta técnica fueron Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y los impresionistas franceses.