El documento aborda la importancia de la participación estudiantil en la educación secundaria, enfatizando el rol de los adolescentes como agentes de cambio y la necesidad de romper con el paradigma adulto-céntrico. Se presentan estrategias para fomentar la participación protagónica, alineadas con políticas educativas que promueven una educación inclusiva y una ciudadanía activa. Finalmente, se detallan acciones concretas para implementar espacios participativos y proyectos que aborden temáticas de interés estudiantil, contribuyendo así al desarrollo personal y social de los estudiantes.