La educación colonial en México del siglo XV al siglo XIX estuvo caracterizada por tres elementos: 1) La difusión de la cultura y la evangelización occidental a cargo de las órdenes religiosas, 2) La enseñanza de la doctrina cristiana, lectura, escritura y oficios junto con nociones filosóficas, y 3) La transición hacia modelos educativos más seculares y liberales en los siglos XVIII y XIX que propusieron quitarle a la iglesia el control de la educación.