Los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos inherentes a toda persona, que garantizan la libertad de vivir la sexualidad y la reproducción sin discriminación ni violencia. Incluyen la autonomía en decisiones sexuales y reproductivas, acceso a información y servicios de salud, y protección contra infecciones y embarazos no deseados. La equidad de género es fundamental para asegurar que hombres y mujeres ejerzan estos derechos en igualdad de condiciones.