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DIRECTORIO

DR. JOSÉ ENRIQUE VILLA RIVERA
Drco Gnrl
ietr eea
DR. EFRÉN PARADA ARIAS
Sceai Gnrl
ertro eea
DR. JOSÉ MADRID FLORES
Sceai Aaéio
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DR. VÍCTOR MANUEL LÓPEZ LÓPEZ
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Secretario de Apoyo Académico
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Sceai Tcio
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Secretario Ejecutivo de la Comisión de Operación
y Fomento de Actividades Académicas
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d O r seI s a a i n s
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Coordinador General de Comunicación Social y Divulgación
LIC. ARTURO SALCIDO BELTRÁN
Drco d Pbiains
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LEOPOLDO AYALA

I s i u oP l t c i oN c o a
nttt oiénc ainl
—México—
T l e d l c u ayr d c i n
alr e etr eacó
L b od c n u t
ir e osla
Primera edición: 1975
Segunda edición: 1977
T r e ae i i n 1 7
ecr dcó: 99
Cuarta edición: 1981
Quinta edición: 1982
Sexta edición: 1983
Séptima edición: 2005
D.R. © 2005 INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
Dirección de Publicaciones
Tresguerras 27, C. P. 06040, México, DF
ISBN: 970-36-0247-9
Impreso en México / Printed in Mexico
PRESENTACIÓN

El conocimiento y la aplicación de la lengua como
la educación misma, no puede ser objeto de utilización o supeditación de sistemas o individuos.
Sólo la educación popular es revolucionaria y debe
estar al servicio de la superación, la realización y
la libertad de los hombres.
Dedico este trabajo a los jóvenes estudiantes y
trabajadores de las futuras generaciones. A mis
compañeros, maestros urbanos y maestros rurales, y a todos los que empuñan sus ideas por los
pueblos y son consecuentes con ellas.
Agradezco la colaboración de mis compañeros
académicos y coordinadores de materia, así como
la de la maestra Irma Molina, sin cuya solidaridad
no hubiera podido realizar esta tarea.
EL

7

AUTOR
Blanca
1. EL LENGUAJE
Ulises atado oye el canto de las sirenas

Oie
dsa

Homero
FUNCIÓN

DEL

LENGUAJE

El lenguaje es el arma inimitable que nos permite formar nuestro pensamiento.
A la disposición de pensar corresponde una manera de hablar. Pensamos como
hablamos.
El origen del lenguaje es histórico, siempre está en continuo renacer. Las
palabras quieren imitar la naturaleza de las cosas, porque la esencia de ellas no
es conocida por las propias palabras. La voz es una facultad natural y la palabra
interviene convencionalmente.
El hombre nace sin ideas, las va adquiriendo, las organiza y crea el lenguaje,
que es el medio necesario para desenvolverse, habla para convertir su potencia
en acto. Por ello, cuando el hombre forma su pensamiento individual, se sirve
d ll n u j p r c n r t z r o p e i a l ,f j r o S m l f c m sn e t am n e
e egae aa oceial, rcsro ial. ipiiao usr et,
la sintetizamos en palabras que nos pemiten deducirla. Precisamos nuestro pensamiento para analizarlo y conseguir finalmente su expresión exacta. El pensamiento es una actividad vital, fluye siempre.
El lenguaje lo aprendemos cuando niños, después en la convivencia familiar,
el aula, la vida; es nuestro idioma, nos llega al emular a las personas que nos
rodean, más tarde, a los que reconocemos como modelos. Y nos construye en
su totalidad de vocablos. Como hecho biológico el lenguaje es el resultado de la
actividad propia y del hecho social. La significación deberá ser también, junto
c nl sd m s p rt d s e e e e c c od l l b r a .
o o eá, o oo, n l jrii e a ietd
11
12

TALLER

EL

LENGUAJE

COMO

FENÓMENO

DE LECTURA Y REDACCIÓN

SOCIAL

El sentido del lenguaje es eminentemente social. Describe las realidades sociales de los pueblos. Vence todos los obstáculos, a pesar de los esfuerzos inútiles
que dificultan que se lleve a efecto. En todas las épocas de la historia han
existido siempre minoritarios grupos opositores que no logran detener el esf e z d p r i i a i nyc m n c c ó .E t a a o l b l e ayl r s o s b l uro e atcpcó ouiain l rbj, a elz a epnaii
dad de la palabra escrita constituyen la literatura. El lenguaje tiene un
compromiso social, puesto que se ha originado del trabajo social. Por lo mismo
es necesario apuntar que el lenguaje está para servir a los hombres y no para
deshumanizarlos.
A propósito de la alienación del hombre que comienza cuando éste se separa
de la naturaleza con el trabajo y la producción, Marx nos dice: “El hombre
a q i r u ad b ee e c a n s l i t l c u l z n e e e p a od l c n i n
duee n ol sni, o óo neetaiat, n l ln e a ocecia, sino realmente, a través del trabajo, y por ello se contempla a sí mismo en
un mundo hecho por él.” El lenguaje, la palabra, la literatura, no sólo deben
contemplar al hombre sino expresarlo en toda su amplitud.

EL

LENGUAJE COMO INSTRUMENTO DE LA CIENCIA

“El lenguaje es afín al instrumento. Pertenece asimismo a los utensilios de la
v d ,e u ó g n ,c m e u e s l or a ,l c s i t r e i a e aa c e p ;e
ia s n rao oo l tnii el a oa nemda jn l uro l
lenguaje es como el instrumento de un intermediario forjado. No son únicam n el sc s sm t r a e l sq er a c o a a i t r e i r ol n ü s i o s n
et a oa aeils a u ecinn l nemdai igítc, io
los seres vivos con quienes tratamos”, dice Karl Buhler. Primordialmente, el
lenguaje es un sistema auditivo de símbolos; cuando es articulado es motor del
habla. Para hablar primero es necesario oír. Oír y poner en actividad los motores que gobiernan los órganos del habla. Pero esto es tan sólo un instrumento;
la palanca que provoca el oír. La comunicación se produce hasta que tanto el
que oye como el que habla acuerdan adecuada o intencionalmente series de
imágenes o pensamientos. El orden de estas imágenes es la garantía social
de que se ha realizado debidamente el proceso de la comunicación. Las palabras reaccionan dentro de nosotros mismos y son la llave capaz de abrir la
puerta de la libertad y la lucha por nuestros ideales. Quien no es consciente de
esto no realiza el proceso del lenguaje y encontrará una traba que jamás le
p r i i áa r re t p e t .
emtr bi sa ura
LIBRO

13

DE CONSULTA

Las ciencias exactas como las matemáticas, la física o la química que emplean símbolos y signos particulares, siempre están precedidos por la palabra.
En concreto diremos que todos los conocimientos científicos y los descubrimientos y aportaciones de la ciencia se transmiten por medio del lenguaje.

EL

LENGUAJE

COMO

MANIFESTACIÓN DEL

ARTE

E m sa t g a od ll n u j e e a t ,l l t r t r .L sc e d r sl t r r o
l á lo rd e egae s l re a ieaua o raoe ieais
son aquellos que han logrado adaptar o ajustar la palabra escrita al profundo
a e t d lh m r .L c e c ó l t r r ae u as n e i c m l t d la t g s a o
cno e obe a rain ieai s n ítss opea e re etd,
unido y manifiesto de los pueblos. El material literario toma forma en la expres ó d la t c l c i o r c p r t n ol sf c o e e t t c s( o é i o ,r t i
in e re oetv; euea at o atrs séio fntcs ímcos, simbólicos, morfológicos), como la propia realidad vivencial de los
integrantes del grupo social. Quien escapa estética o realísticamente se
desvinculará de los demás; hará una literatura individualista y menor, frágil
para subsistir largo tiempo, porque ha nacido del alejamiento de un espíritu
e o s ayn d le p r t d lp e l .L l t r t r s a o ae l c l c i i a ;e
gít o e síiu e ubo a ieaua e py n a oetvdd n
s sl c a ye s r z nd s r “ i e a t ,s nl p e í ,l sh m r ss h s i u uhs n u aó e e. Sn l re i a osa o obe e ata
rían de la monotonía de la naturaleza. La idea que ellos tienen del universo se
desplomaría rápidamente. El orden natural no es sino un efecto del arte. Se desataría el caos. No habría civilizaciones ni pensamiento ni humanidad ni libertad, tampoco vida. La oscuridad (la negación) reinaría para siempre”, nos dice
Aolnie
pliar.
Por eso, la literatura y el arte deben ser consecuentes con la época, aunque
desgraciadamente en algunas civilizaciones no haya existido relación entre el
f o e i i n oa t s i oye d s r o l s c a .S e d s r o l s c a d c e e
lrcmet rítc l earlo oil i l earlo oil erc,
el arte debe convertirse en un arma crítica, concientizante y propiciadora del
desarrollo. Debe ser el esqueleto de la organización.
Es evidente que en un sistema capitalista no puede haber renacimiento del
a t ,y q ee a t s r d c au s s i u i op a e t r ou ae o a i nm g c d
re a u l re e eue n utttv lcneo n vccó áia e
la realidad por hombres y para hombres que no pueden controlarla. Ese arte es
pasivo, toma el ensueño por acción y la negación por existencia. En el futuro,
otro sistema deberá constituirse en la fuerza productiva de un arte diferente,
efectivamente al servicio de los hombres. Un arte real con una actitud clara que
i p i a ác n t n e e t l c í i ad l r a i a s c a c r u d n e L so j mlcr osatmne a rtc e a eldd oil icnat. o be
t v sd la t s ayd le c i o s r nf n a e t l e t l so j t v sp p l r s
io e rit e srtr eá udmnamne o beio ouae.
14

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Entonces, la literatura tendrá su verdadera dimensión, y con las demás artes, la
p n u a l m s c ,l d n a e t a r ,l c n m t g a í ,s v r a e ar a i a
itr, a úia a az, l eto a ieaorfa u eddr elzción. No tendrá su origen en una imposición ni será adorno o privilegio; estará
vinculada y será esencialmente humanista. Esto se logra en un sistema socialista. En un mundo alienado sólo tienen valor las cosas. El hombre es un objeto
más entre los objetos. A veces es el más impotente y despreciable de los objetos. En un mundo liberado el hombre está presente, podrá convertirse, como
dijo Cézanne, en la más perfecta mancha de color y no desaparecerá en paisajes
solitarios o calles desiertas. No será un fetiche, una máscara o un espectro. No
tendrá “el carácter fetichista de la mercancía”. Será un mundo en el que tendrá
valor el hombre, su creación y sus ideas.

IMPORTANCIA

DEL ESTUDIO DE LA LENGUA Y LA LITERATURA

EN

LA

INTEGRACIÓN

DEL

EDUCANDO

Nunca se debe aprender automáticamente lo relacionado con la lengua y la
literatura, puesto que su estudio no es abstracto. El empleo de la lengua oral y
escrita debe aparecer como consecuencia natural y fundamentada del correcto
conocimiento. Enseñar al estudiante a que memorice manuales, gramáticas,
estructuraciones, códigos lingüísticos, etc., sin haberlo relacionado directamente con la lectura de las grandes obras de la literatura, además de ser inhumano, provoca un memorismo y un verbalismo insanos. La memoria es una
de las más grandes facultades desarrolladas en el adolescente, y su ejercicio debe destinarse desde los primeros años a constituir un almacén de cultura,
en este caso literaria, que le proporcione el material adecuado para analizar y
emplear en forma oral o escrita la palabra y la idea.
El hombre quiere ser un hombre total, parte del carácter fragmentario de su
v d i d v d a ys e e ah c as r a i a i n P e s ,s e t ye i e S l v n a
ia niiul e lv ai u elzcó. ina ine xg. e eat
por sobre las limitaciones de su individualidad hacia un mundo más justo. Se
rebela porque no quiere consumirse dentro de los límites de su persona y de su
vida. Quiere observar el mundo que lo circunda, incorporarlo a su personalidad
ym d a t e a t ye t a a oc n e t r ee s rs c a .S rh m r n e ú i a
eine l re l rbj ovris n e oil e obe o s ncmente ser un individuo, sino complementarse con todo lo que es capaz de ser.
P r e t e n c s r oo i n a l e e e t d oyp r i i a l l se p r e c a d l s
aa so s eeai retro n l sui atcpre a xeinis e o
demás. El arte es el mejor medio porque comparte su infinita capacidad de
asociarse a los demás, de compartir sus esperanzas y sus ideas y representarlos.
LIBRO

DE CONSULTA

15

El adolescente insatisfecho de hoy que se identifique tristemente con soñados príncipes, implacables gangsters o irresistibles amantes, no será el hombre
libre y consciente que necesita la sociedad futura. No abrazará los ideales producidos por las masas, su vida no tendrá contenido y por eso no tenderá a
asegurarse un contenido mayor. El hombre que se hace trabajando por los demás se separa del reino animal transformándose en el hombre creador de la
realidad social. Es un hombre nuevo.
Blanca
2. LA COMUNICACIÓN HUMANA
D d ,i f l z m e e
io nei, ur

Eneida

Vrii
iglo
EL

LENGUAJE

COMO

MEDIO

DE

COMUNICACIÓN

Las especies humana y animal se diferencian por el tipo de lenguaje que emplean. En este capítulo abordaremos el lenguaje humano.
Las abejas, las hormigas y todas las especies animales tienen un lenguaje.
Mediante él se comunican. Por eso es un lenguaje-comunicación. El lenguaje del hombre es infinitamente superior, cuenta con progresos como la electrón c ,l c b r é i a l p i o o í ,e c ,q el p r i e d s i r rl sm c n s
ia a ientc, a sclga t. u e emtn ecfa o eaimos más profundos del lenguaje. El lenguaje articulado y organizado constituye
la lengua. Cuando la lengua es reconocida por los pueblos del mundo se llama
idioma. Hoy el idioma cuenta con amplios medios de conocimiento, traducción, información y comunicación.
P r h yo r c a ed l n u j ,e l n u j - x r s ó .P ré s m n f e t e
eo a ta ls e egae l egaeepein o l e aiisa l
espíritu humano. Por él se conecta con otro espíritu humano y con los demás,
de esta forma se enriquecen todos. Este lenguaje se caracteriza por su gratuidad
y su riqueza de conciencia

DIVERSAS

FORMAS

DE

COMUNICACIÓN

En un principio el hombre se comunicó con lenguajes primitivos, pero poco a
poco, trabajosamente, fue superando su lenguaje al organizarlo mejor. Comenzó a producir ideas, a diferencia de los animales que no cuentan con esa capacidad. De esta forma su lenguaje evolucionó. Los tres tipos más importantes del
l n u j s n a) m m c , b) c n b s e s ñ l s y c) f n t c .
egae o: íio
o ae n eae,
oéio
19
20

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Lnuj mmc
egae íio
Un simple gesto o un grito no le bastaron al hombre, pues tenía que disponer de
g a c n i a d g i o yg s o p r e p e a a g d f n d ,d s i t yc m l c rn atdd e rts ets aa xrsr lo eiio itno opia
do. Los propios animales ayudaron al hombre y le proporcionaron maneras que
éste imitó. El lenguaje mímico se estructuró con base en ademanes y señas.
Actualmente utilizan este lenguaje los hombres que a consecuencia de carecer
del sentido del oído, del habla o de ambos, han ideado hasta un alfabeto basado
en las formas de los dedos y la cara. Cuando el lenguaje mímico asciende a la
categoría de arte, y se participa en un escenario en comedia o drama, se llama a
esta disciplina pantomima.

L n u j c nb s e s ñ l s
egae o ae n eae
La utilización de elementos externos le proporciona al hombre otra forma de
lenguaje. Estos elementos son señales. En Grecia las llamas de Troya incendiada anunciaron más rápidamente a la reina Clitemnestra la derrota troyana, que
los veloces barcos aqueos. El fuego, el humo, son señales del lenguaje. En tiempo de Roma, a través de la muralla edificada para detener a los pictos del norte
de Inglaterra, éstos enviaban señales de humo para comunicar las noticias. Mientras los romanos intentaban descifrarlas los pictos descargaban su furia contra
els
lo.
En Norteamérica los indios también se comunicaron con señales de humo
intermitentes que anunciaron la invasión del hombre blanco. Actualmente hay
comunicación con base en señales de luz solar por medio de espejos entre los
montes, o luz artificial en los faros. Hay señales con banderas para las maniobras de los aviones en los aeropuertos, y para los buques en los puertos. El
sonido también proporciona un lenguaje con señales. Los nativos de África y
los isleños del Pacífico resuenan sus tambores de aldea a aldea y la noticia se
reproduce de tambor a tambor.
En Inglaterra se encontraron piedras huecas de tiempos prehistóricos que
sirvieron para producir sonido y comunicarse a lo lejos. Los cuernos vikingos
de Escandinavia también eran comunicación. De igual manera, los caracoles
prehispánicos a los que los indígenas les arrancaban majestuosos y prolongados sonidos. Hoy, lenguajes con base en señales son el telégrafo y otros descubrimientos que el hombre ha puesto a su servicio, llegando al teléfono, la radio,
l p e s ,l t l v s ó .
a rna a eeiin
LIBRO

21

DE CONSULTA

Lnuj fntc
egae oéio
La evolución del lenguaje del hombre llega hasta encontrar la combinación de
sonidos internos mediante el uso de las cuerdas vocales, la lengua y la concavidad resonante de la garganta, que articuladamente producen sonidos. Los sonidos combinados forman sílabas, y las sílabas combinadas las palabras.
Al encontrar la palabra, el hombre llega a la comunicación i
deal por excelencia. La palabra (del latín parábola) es el sonido o conjunto de sonidos articulados que expresan una idea. La palabra es el instrumento de la lengua. Hablar y
e c i i u i i a d l p l b ao i i al f a e l o a i n l sc á s l s l sp r o
srbr tlzno a aar rgn a rs, a rcó, a luua, o eidos, los párrafos y, finalmente, los libros completos en los que el hombre puede
comunicar abiertamente todas las ideas que produce, los sentimientos que mult p i ayt d l q el e p s b ec n c r
ilc oo o u e s oil ooe.
L p l b at e ed f r n e v l r s e f n l g c ,s m n i o e m r o ó i o
a aar in ieets aoe: l ooóio eátc, l oflgcg á i oye i o ó i oye s n á t c .
rfc tmlgc l itcio

V l rf n l g c
ao ooóio
F n l g c v e e d l g i g p o é, q e q i r d c r s n d . E s g o l n ü s i
ooóio in e reo hn u uee ei oio l in igítco está compuesto de fonemas, lo que simplemente llamamos sonidos. Los órganos encargados de producir sonidos son capaces de elaborarlos en gran número;
sin embargo, cada lengua elige un número determinado. Las letras son símbolos
gáio d snds
rfcs e oio.
En la lengua española existe semejanza entre su escritura y su pronunciación. Por regla general, en nuestro alfabeto cada letra corresponde a un fonema;
sin embargo, esto no es siempre, entre otras razones, porque la pronunciación
de los fonemas es diferente en México, en España, en Argentina, etc. Los fonemas
tienen su representación gráfica con algunas variantes en diferentes lugares. Los fonemas que representan a las distintas grafías de nuestro idioma son
los que aparecen en el cuadro de la siguiente página. La letra h tiene sólo un
valor ortográfico y no representa sonido alguno. La w, aunque no pertenece a
nuestro idioma, se utiliza en palabras prestadas de otros idiomas.
El valor fonológico puede cambiar también con el transcurso del tiempo. La
f inicial se transformó en h, por ejemplo: farina = harina; En vez de fermosa =
hermosa; fundu = hondo. La u en algunos casos se cambió por o, por ejemplo en
manu = mano, etcétera.
22

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Afbt gáio
laeo rfc

F n m sd le p ñ le M x c
oea e sao n éio

adeflmnñop
,,,,,,,,,,

adeflmnñop
,,,,,,,,,,

tuc
,,h

t u c.
,,h

bvw
,,

b

s c (uv) z x (ohmlo
, sae, , Xciic)

s

g( u v )
sae

g

g( u r e ,j x( é i o
fet) , Mxc)

j

i y (e)
, ry

i

c( u r e ,k q
fet) ,

k

r( u v )
sae

r

r( u r e ,r
fet) r

r

yl
,l

y

x (examen)
x( o a
Xl)

V l rs m n i o
ao eátc
S m n i o v e e d semaino: s g i i a . E v l r s m n i o e l s g i i a i n
eátc in e
infcr l ao eátc s a infccó
y sentido que la palabra encierra, está en relación directa con los seres y los
objetos que nos rodean. Si algunos objetos desaparecen, entra en desuso la
palabra que los denomina. Por ejemplo, al desaparecer los carruajes antiguos
dejaron de emplearse las palabras landó, berlina, etc. El valor semántico puede
sufrir también una transformación; almirante significaba caballerango; hoy, es
el grado más alto de la Marina. Para los griegos tirano significaba rey; hoy,
es quien abusa del poder oprimiendo a un pueblo. Si el ingenio del hombre
descubre nuevos logros en objetos, inventa también nuevas palabras. Al descubrimiento del nuevo continente nació la palabra América. Continuamente nac no r sp l b a :r b t c ,c o a i n e m g r t v r s e t é ,e c F n l e t ,
e ta aars oóia lncó, so, oaiu, srs t. iamne
los sentimientos humanos cambian el significado de las palabras. Hay palabras
cuyo significado es ofensivo. Por ejemplo: tonto, condenado, horroroso, etc.;
pero este significado se altera cuando estas palabras son pronunciadas en tono
LIBRO

DE CONSULTA

23

amoroso por una madre que acaricia a su hijo. El transcurso del tiempo influye
d c s v m n ee e s g i i a od l sp l b a .A i i m ,l si f u n i sp i o
eiiaet n l infcd e a aars smso a nleca sclógicas, las transformaciones sociales, económicas y políticas, también camba et sgiiao
in se infcd.

V l rm r o ó i o
ao oflgc
Morfológico viene del griego morphé: forma. La palabra o signo lingüístico
tiene un valor morfológico, ya que está construida por morfemas gramemas y
morfemas lexemas. Cada uno desempeña una función en la estructura de la
palabra. El lexema es un morfema común a una familia de palabras. Los gramemas
determinan al lexema. Por ejemplo:
Desligar tiene tres morfemas: des (gramema), lig (lexema), ar (gramema). Cada
u o d e l s p s e u s g i i a o d s ( u t r ,l g( t r o v n u a ) a ( c i n .
n e lo oe n infcd: e qia) i aa iclr, r acó)
Esto indica que la palabra desligar es la acción de separar lo que se encuentra
uio
nd.
La morfología estudia la forma en que está construida la palabra, tanto en su
evolución gráfica como en sus orígenes.

Gáio
rfc
G á i ov e ed lg i g g a h sys g i i ae c i u a L e c i u ae u f n rfc in e reo rpo infc srtr. a srtr s n eó
meno relativamente reciente en la evolución de la cultura. Las escrituras más
antiguas que se han logrado descifrar son cuando más de hace seis mil años.
Esto quiere decir que en todo el periodo paleolítico el hombre no conoció la
eciua
srtr.
La primera forma de escritura recibe el nombre de pictograma. En un pictograma, si se quería hablar de un hombre se pintaba un hombre. Si se quería
decir que el hombre corría, se le pintaba corriendo. Los mejores ejemplos de
escritura pictórica son los de los indios de América del Norte. Los pictogramas evolucionaron a ideogramas. Ideograma es la representación de las ideas.
Los egipcios nos han dejado ejemplo de ello en las pinturas y esculturas que
adornaban sus templos y palacios. Con una línea ondulada representaban
el agua. Con una avispa representaban al faraón. Cuando surgió la idea de relacionar la escritura con la lengua hablada apareció el fonograma, utilizado por
24

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

los aztecas, nahuas y mayas. El fonograma requería figuras cuyo sonido combinado produjera el nombre. En un fonograma que representaba la ciudad de
C a e e ,l sa t c sd b j r nu as r i n e( ó t )s b eu ac l n ( e e )
otpc o zea iuao n epet cal or n oia tpc.
C a d l sb b l n o t m r nl ss g o s m r o s l e óa f n ld lp o e o
uno o aiois oao o ins ueis e lg l ia e rcs
evolutivo, o sea, a la escritura alfabética. El primer alfabeto de 22 letras es
creado por el pueblo fenicio. El alfabeto fenicio fue llevado a Grecia por los
etruscos. Los griegos lo adaptaron agregándole las vocales. Al ser conquistados los griegos por los romanos, éstos tomaron el alfabeto e incluyeron las mayúsculas, formando así su propio abecedario. El imperio romano se encargó de
difundir el alfabeto a través de todos los pueblos conquistados, incluyendo los
ingleses, los franceses y España. De España pasó a nuestro continente.
En sus orígenes, la escritura servía solamente a castas sacerdotales y gobernantes, sin beneficiar al pueblo. En la actualidad, gran parte de la población no
e t a f b t z d .E l sp í e a r c n s p i c p l e t e l S d f i ad l s
sá laeiaa n o ass fiao, rniamne n a uárc e o
años ochenta, existía un 90% de analfabetas. En la India, en la época anterior a
Mandela, vergonzosamente había un 73%. En México de igual manera hay aproximadamente 30%. El analfabetismo señala el atraso de los pueblos.

V l re i o ó i o
ao tmlgc
Ethimos quiere decir verdadero. La etimología estudia las palabras tomando
en cuenta tanto su origen como las transformaciones que han sufrido. La etimología está íntimamente ligada a la morfología, porque ambas estudian el sign l n ü s i oe s e t u t r .
o igítc n u srcua
El castellano tuvo su origen en el latín vulgar, llevado a España cuando ésta
fue conquistada por Roma en el siglo III a.C. En la península había pueblos
celtas e iberos, que aunque desaparecieron por efecto de la romanización, dejaron algunas palabras como testimonio de su presencia, como Navia (nombre de
u r o p r q ea t sd s g óad o e d t d sl sc r i n e a u s s .E l t n
n í, eo u ne ein iss e oa a orets coa) l aí
sufrió la influencia del griego y nos transmitió muchas palabras de dicho idioma. Además, en el sur de la Península Ibérica había colonias griegas cuya influencia fue directa. Así se formó el castellano, al igual que las demás lenguas
noaia.
eltns
Cuando los godos (germanos) se establecieron en España (siglo V), dejaron
palabras bélicas como bandera, blasón, botín y otras de diferentes materias. Los
árabes dominaron parte de España durante ocho siglos, del VIII al XV. Incluye-
LIBRO

DE CONSULTA

25

r n2 m lp l b a e e c s e l n ,c m a r z a a r n a a a ,t b c ,b r e u ,
o 0 i aars n l atlao oo ro, zfá, zhr aao ocgí
ectr.
téea
Al ser descubierta y conquistada América, las lenguas indígenas aportaron
nuevas palabras al idioma. Del Caribe: canoa, maní. Del quechua: alpaca, papa,
l a t .D lg a a í l a a c n o .D lm y ,n h a lyt r s o c o o a e c a o o e
lna e urn: lm, ódr e aa áut aac: hclt, hppt,
t a g i ,t m l c m l
inus aa, oa.
Las perniciosas influencias siguientes son del invasor periodo napoleónico:
r s a r n e h t l c o e ,e c ,yd i f u n i e t d n d n e c e a ,l n h m n g r
etuat, oe, hfr t. e nleca sauies: hcr oc, aae,
j n o ,e c t r .
uir téea
Además, existen voces llamadas históricas, como nicotina (de Juan Nicot, su
descubridor), o palabras onomatopéyicas, como bisbisear (hablar entre dientes).
Si ignoramos la etimología de una palabra no es posible que conozcamos su
significado auténtico, menos aún el significado del enorme conjunto de denominaciones técnicas o tecnicismos puestos a objetos que, a pesar de que la
civilización helénica nunca los tuvo, sus elementos han sido tomados de la lengua griega para denominarlos. Por ejemplo: El electrómetro es un aparato que
sirve para medir la cantidad de electricidad de un cuerpo. Esta palabra se comp n d d sg i g s e e t ó ,n m r g i g d lá b r u ar s n f s le e t i a
oe e o rea: lcrn obe reo e ma, n eia ói lcrzble por frotación, y metron medida metro.
,
Otro ejemplo: pulso, nombre con que se denomina al latido intermitente de
las arterias. Esta palabra viene del verbo latino péllere (
pulsum) que significa
b t r a r j r E i o ó i a e t ,e p l oe l s n r q ee c r z na r j al s
ai, roa. tmlgcmne l us s a age u l oaó roa a
atra.
reis

V l rs n á t c
ao itcio
S n a i v e ed lg i g ys g i i a c no d n E t p r ed l g a á i ae t itxs in e reo infc o re. sa at e a rmtc su
dia la construcción ordenada de las palabras y la función que desempeñan en
un pensamiento, es decir, la palabra como parte integrante de un enunciado.
Cuando un vocablo tiene una función lógica dentro de un enunciado, adquiere entonces un valor sintáctico. Ejemplo:
“La técnica se puede usar para domesticar a los pueblos, o poner al servicio
de los pueblos para liberarlos”, Che Guevara.
Según el oficio que desempeñan las palabras en un enunciado, están integradas en elementos: sujeto y predicado. Dentro del sujeto: el núcleo y sus modificadores. Dentro del predicado: el núcleo y sus modificadores. Como ejemplo
26

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

p d m s a a i a s n á t c m n e l s g i n e o a i n El teatro experimental ha
oeo nlzr itciaet a iuet rcó:
j g d u p p lc n i n i a t e l e u a i nt a r l
uao n ae ocetzne n a dccó eta.

E tar eprmna:
l eto xeietl
tar:
eto
e ,e p r m n a :
l xeietl
h j g d u p p lc n i n i
a uao n ae ocetz n ee l e u a i nt a r l
at n a dccó eta:
ha jugado:
un papel concientizante:
e l e u a i nt a r l
n a dccó eta:

sjt
ueo
n c e d ls j t
úlo e ueo
modificadores
peiao
rdcd
núcleo del predicado (siempre será
un verbo)
ojt drco
beo iet
crusaca
icntnil

Aunque la sintaxis obliga a un orden regular en la formación de los enunciad s p r m y re e g ad l se p e i n s p r i ec e t sl c n i sc n r r a ,
o, aa ao nrí e a xrsoe, emt ira ieca otais
alterando el orden de la colocación de las palabras, omitiendo unas, añadiendo
otras y quebrantando las reglas de la concordancia, siempre y cuando se conserv l caia d l epein
e a lrdd e a xrsó.

CONEXIÓN

ENTRE LA PALABRA Y LA IDEA

Si percibimos en forma sensible, emotiva, no es indispensable la palabra. La
palabra es necesaria para pensar. Necesitamos las palabras cuando nuestra imaginación no puede representar indistintamente los objetos; entonces necesitamos combinar varias ideas. Es indispensable que el concepto o idea y la palabra
estén conectados. De acuerdo como pensamos es nuestra manera de hablar.
Hablando se refleja el que habla. No es igual la lengua de un niño que el de la
mujer o el hombre, el de un oriental, un europeo o un americano. El de los
pueblos y razas diferentes. En la lengua se quedaron las huellas del proceso y la
c l u ad l st e p sp s d s L l n u s r ep r s m l f c r p e i a yf j r
utr e o imo aao. a ega iv aa ipiia, rcsr ia
nuestro pensamiento. La palabra analiza y perfecciona las ideas y consigue finalmente que la expresión, o lo que queremos decir, sea exactamente lo que
pensamos. El pensamiento es una actividad viva; aunque recordemos imágenes
o hechos pasados, tenemos que servirnos de la palabra como punto de enlace.
La inteligencia es capaz de percibir lo que nos rodea, basta que encontremos las
LIBRO

27

DE CONSULTA

palabras adecuadas y bien conectadas con nuestras ideas para poder expresarlas.
La falta de conexión entre la palabra y la idea demuestra anormalidad.

EL

SIGNO LINGÜÍSTICO

Saussure establece que el signo lingüístico es una entidad psíquica compuesta
p rd se e e t s e s g i i a t ye s g i i a o
o o lmno: l infcne l infcd.
El significante o imagen acústica es la huella psíquica que nuestro cerebro
produce, por ejemplo, cuando oímos la palabra árbol. Inmediatamente unimos
la palabra con el concepto, el significado que todos tenemos de lo que es un
árbol. Los dos elementos están íntimamente ligados, como las dos caras de una
hoja. Ambos están dominados por las siguientes leyes:

a E c r c e a b t a i d s sr l c o e .P e i m n es h e t b e i op rc n e
) l aátr rirro e u eains rvaet e a salcd o ovniencia de los hablantes de un idioma un acuerdo en la expresión que se va a
dar a cada contenido.
b E c r c e l n a d l s g i i a t .C m p i c p on p e e a a e e e u m s
) l aátr iel e infcne oo rnii o udn prcr n n imo mensaje dos significantes. Necesariamente uno tiene que seguir al otro.
Ejemplo: árbol + verde. Este principio del signo lingüístico se amplía en la
misma teoría, al concebir la lengua como un conjunto de signos mutuamente
relacionados y recíprocamente unidos.
) El signo lingüístico es articulado. Se compone de partes más pequeñas y puede
c
descomponerse. También se puede unir a otros para formar signos lingüísticos
más complejos. Ejemplo:
fo
lr
fo aail
lr mrla
u af o a a i l
n lr mrla
tenemos una flor amarilla
tenemos para adornar una flor amarilla
d L d b ea t c l c ó d ls g ol n ü s i o E s g ol n ü s i oe a t c l d ;s
) a ol riuain e in igítc. l in igítc s riuao u
a t c l c ó e d b e S d s o p n e d sn v l s s p r o ei f r o .
riuain s ol. e ecmoe n o iee: ueir neir
• El nivel superior o primera articulación es cuando el signo lingüístico se
descompone en otros hasta llegar al mínimo. A este signo lingüístico mínimo se le llama morfema. Tiene significado y contenido.
28

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

• El nivel inferior o segunda articulación es cuando el signo lingüístico se
descompone en unidades mínimas de expresión que se llaman fonemas. Tiene expresión pero no tiene contenido.
El signo lingüístico es el más importante y accesible medio de comunicación
humana. Nosotros hablamos y nos comunicamos con nuestros semejantes combinando signos lingüísticos, encadenándolos unos tras otros. De esta manera
creamos signos lingüísticos cada vez más complejos; a esto se le ha denominado cadena del habla.
A NTÓNIMOS

Y

SINÓNIMOS

El uso que hacemos de las palabras en forma aislada, o bien, relacionadas con
otras dentro de un enunciado, aumenta la extensión de su significado, lo limita
y lo modifica. En nuestro vocabulario existen voces cuya relación es muy precisa, el conocerlas y utilizarlas facilita la expresión y enriquece el vocabulario
tanto oral como escrito. Estas voces que caen dentro del campo de la semántica
son los sinónimos y los antónimos.
Son sinónimos las palabras que se escriben y pronuncian distinto, pero que
tienen semejanza de significado. Aunque los sinónimos perfectos no existen,
estas voces se emplean como si fueran iguales, sin establecer diferencias de
s g i i a oe t ee l s
infcd nr la.
Los sinónimos se utilizan en una relación o una conversación, para no repetir
la misma palabra o expresar la misma idea con otra serie de vocablos. Un sustantivo se sustituye por otro sustantivo, un verbo por otro verbo semejante, un
a j t v p ro r a j t v ,e c A s s i u rl p l b ae i d s e s b eq en s
deio o to deio t. l utti a aar s nipnal u o e
p e d e s n i od l q es q i r d c r E e e e p od l s g i n ep g n ,
ira l etd e o u e uee ei. n l jml e a iuet áia
el primer párrafo está totalmente sustituido por sinónimos, en el segundo ejemplo páginas adelante sólo las palabras en cursivas han sido cambiadas.
Son voces antónimas aquellas que tienen significado opuesto, además de que
se escriben de diferente manera. Al emplearlas damos una idea contraria. En el
siguiente ejemplo las palabras subrayadas están sustituidas por antónimos, así
como en el ejemplo anterior se hizo por sinónimos. Podemos notar cómo cambia por completo la idea del autor.
Primera Epístola de San Pablo a los corintios, en la que recrimina a éstos por
haber llegado a una sociedad depravada hasta la homosexualidad. En ella habla
de la caridad como camino a la libertad.
LIBRO

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DE CONSULTA

ENCÍCLICA “MATER

ET

MAGISTRA”

T x oo i i a
et rgnl

DE

JUAN XXIII

Texto modificado

L sd b r sd l j s i i h nd r s e
o eee e a utca a e eptarse no solamente en la distribución
de los bienes que el trabajo produce,
s n t m i ne c a t a e t al sc n
io abé n uno fca a od c o e g n r l se q es d s n u l e
iins eeae n u e eevev
l a t v d dl b r l P r u e l n t a ciia aoa. oqe n a au
r l z h m n e t a r i a al e i e aea uaa sá ragd a xgn
c ad q e e e e e c c od l a t v d d
i e u, n l jrii e a ciia
e o ó i a l s ap s b ea h m r a u
cnmc, e e oil l obe smir la responsabilidad de lo que hace y
p r e c o a s as m s o
efcinre í im.

Las obligaciones del derecho deben
considerarse no únicamente en el
reparto de la riqueza que toda labor
genera, sino además en lo que atañe al
c r c e t t le q es d s r o l nl s
aátr oa n u e earla o
trabajos ocupacionales. Ya que en la
humanidad se encuentra la necesidad
de que, en la praxis del desenvolvimiento económico, puedan los homb e t n rc n i n i d l q er a i a
rs ee oceca e o u elzn
yl g a s s p r c ó .
orr u ueain

De donde se desprende que si el funcion m e t yl se t u t r se o ó i a d
aino a srcua cnmcs e
un sistema productivo ponen en peligro
la dignidad humana del trabajador, o
d b l t ns s n i od r s o s b l d d
eiia u etd e epnaiia,
ol i p d n l l b ee p e i nd s i i
e mie a ir xrsó e u nc a i ap o i ,h yq e a i m rq ee t
itv rpa a u fra u se
o d ne o ó i oe i j s o a ne e c s
re cnmc s nut, u n l ao
d q e p rh p t s s l r q e ap o u i
e u, o ióei, a iuz rdcd e é a c n eu a t n v lys d s r a n l lac n lo ie e iti
b y s g nc i e i sd j s i i ye u d d
ua eú rtro e utca qia.

P rl q es e t e d q es e f n i o o u e nine u i l uco
n m e t yl o g n z c ó e o ó i ad
aino a raiain cnmc e
un sistema ponen en riesgo la dignidad
humana del trabajador, o exprimen su
s n i od r s o s b l d d oc a t n l
etd e epnaiia, ora a
l b ee p e i nd s i i i t v p o i ,
ir xrsó e u ncaia rpa
hay que declarar que este orden económ c n e j s o a ns p n e d q e e
io o s ut, u uoino u, n
t o í ,l r q e ap o u i ae é ,a c n
era a iuz rdcd n l lac u a t g a o ys r p r as g nc i
e n lo rd e eat eú rt r o d j s i i ye u d d
eis e utca qia.

LENGUA

ORAL

Hay dos formas de expresión de la lengua del hombre. La lengua oral y la lengua
escrita. La primera es la lengua hablada, verbal. Social y genéticamente la lengua es antes hablada que escrita. Los niños y todo ser social aprenden a hablar
primero que a escribir. En muchas ocasiones la injusticia de los gobiernos provoca que los hombres hablen sin enseñarlos a escribir. Cuando los pueblos escriben, son capaces de producir las grandes obras de la literatura. Es de gran
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Texto modificado

T x oo i i a
et rgnl
Aunque hablara las lenguas de los homb e yd l sá g l s s n t n ol b r
rs e o nee, i o eg ietad, soy como bronce que suena o
címbalo que retiñe. Aunque tuviera el
don de profecía, y conociera todos los
m s e i syt d l c e c a a n u t itro oa a ini; uqe u
v e ap e i u d f c m p r t a l d r
ir lntd e e oo aa rsaa
montañas, si no tengo libertad, nada
soy. Aunque repartiera todos mis bien s ye t e a am c e p al sl a a ,
e, nrgr i uro a lms
s n t n ol b r a ,n d m a r v c a
i o eg ietd aa e poeh.
L l b r a e p c e t ,e s r i i l
a ietd s aine s evca;
l l b r a no es envidiosa n e jaca ietd
, o s
t n i s n s e g í e d c r s ;n b s a
acoa o e nre s eooa o uc
su interés; no se irrita; no toma en
cet e ml n s aer d l ijsi
una l a; o e lga e a nutc a s a e r c nl v r a .T d l e i, e lga o a edd oo o x
c s .T d l c e .T d l e p r .T d
ua oo o re oo o sea oo
l spra
o oot.

Aunque hablara las lenguas de los homb e yd l sá g l s s n t n ol b r
rs e o nee, i o eg ietad, soy como bronce que suena o
címbalo que retiñe. Aunque tuviera el
don de profecía, y conociera todos los
m s e i syt d l c e c a a n u t itro oa a ini; uqe u
v e ap e i u d f c m p r t a l d r
ir lntd e e oo aa rsaa
montañas, si no tengo libertad, nada
soy. Aunque repartiera todos mis bien s ye t e a am c e p al sl a a ,
e, nrgr i uro a lms
s n t n ol b r a ,n d m a r v c a
i o eg ietd aa e poeh.
L l b r a e i p c e t ,e d s o a ietd s maine s ecr
t s l l b r a e e v d o an e h m l e
é; a ietd s niis o s uid
n s m r i i ae s b r i ; b s as i o e otfc s oeba uc u n
;
terés; no se contenta no toma en cuent e b e ;n s a e r d l j s i i ,s
a l in o e lga e a utca e
entristece con la verdad. Nada excusa.
De todo desconfía. Todo lo abandona. T d l a a a
oo o tc.

i p r a c ad s r o l rp i e oe t a a oo a ,u i oal e p e i n e r t o l
motni earla rmr l rbj rl nd a xrsó, l im, a
mímica y la dramatización. Ser pasivo, no hablar, ocasiona graves problemas
para la adaptación en la sociedad. Psicológicamente la posibilidad de expresión
oral es mayor que la escrita. La lengua oral se compone principalmente de sonidos articulados. También la entonación y el acento tienen un papel importantísimo. En nuestra sociedad actual el desarrollo de la expresión oral es
fundamental, ya que la necesidad de superación de los pueblos exige cada día
más que los hombres hablen y unifiquen sus ideales. Su finalidad es la comunicación inmediata.
LENGUA

ESCRITA

La lengua escrita es la expresión representada gráficamente por signos (palabras). El que escribe necesita conocer la herramienta de su trabajo, o sea el
LIBRO

31

DE CONSULTA

lenguaje y las palabras, en la misma forma en que un pintor necesita conocer los
colores, los volúmenes y las formas. Se ha llegado a considerar tema de discusión si fue el lenguaje el que nació de la sociedad o fue la sociedad la que nació
del lenguaje. Lograrán mejor comunicación todos aquellos que sean más precisos en hacerse entender mejor. Se abrirán mejor paso quienes tengan mayores
recursos de lenguaje porque lograrán mejor trato con sus semejantes. Hablar y
escribir es convencer. Las ideas y los sentimientos pueden ser vagos, inconc e o s n s t a u e e l sp l b a c r e t s E l a t a i a ,l sp i ó o
rts i o e rdcn n a aars orca. n a culdd o sclgos consideran el lenguaje como el índice más seguro para determinar la
capacidad del desarrollo mental del individuo. Hablar y escribir correctamente
no es fácil. Hay que rechazar todo lo que perjudique la comunicación y la expresión y aceptar todo lo que las beneficie. Hay que romper la barrera que
i p d p d rd c rl q eq e e o .H yq ea q i i l sj s a a m sl n ü s i a
mie oe ei o u urms a u durr a uts ra igítcs
p r u i i a l s S f n l d de m d a ayg r n i al c n e v c ó yl t a s i
aa tlzra. u iaia s eit aatz a osrain a rnmsión del pensamiento.
FORMAS

Y MODOS DE LA LENGUA

El empleo de la lengua está no sólo de acuerdo con lo que queremos decir sino
también con la forma y el modo de decirlo. Aun las personas que hablan un
mismo idioma, no lo hablan de la misma manera. Podemos decir que hablan
“diferentes lenguas”. De acuerdo con la actividad o el trabajo que se realice,
con el grado de cultura, con el lugar o la situación, empleamos una determinada
lengua. Las más importantes formas que adquiere la lengua son: coloquial o
f m l a ,t c i aoc e t f c ,l t r r a
aiir énc iníia ieai.

Lnu clqil
ega ooua
Es la lengua usual, corriente, de la que nos valemos de una manera cotidiana
para expresarnos en el hogar, en la escuela, en el trabajo, con nuestros padres y
amigos. Es la lengua diaria que empleamos continua y sencillamente, es clara
y generalmente afectuosa.
El propósito de la lengua coloquial o familiar es siempre lograr una
comunicacion inmediata. Hay que tomar siempre en cuenta que es predominante este propósito en la lengua hablada.
Ejemplo: Carta de la celadora de una prisión de EU a Ángela Davis.
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

M q e i aÁ g l ,
i urd nea
Mis pensamientos y mi corazón han estado contigo desde aquella triste noche.
Te echamos de menos, la melancolía se ha abatido sobre la cárcel, porque tu luz
yt i s i a i ns h ni o
u nprcó e a d.
Si te parecíamos hermosas, es porque tú nos hiciste así. Simpatizamos contigo y
con tu lucha de tantas maneras.
Lo poco que pude hacer por darte un poquitín de comodidad y consuelo, nada
fue comparado con lo que nos diste a nosotras.
Te echo de menos, y echo de menos mis preocupaciones por las cositas que por
t p d ah c r
i oí ae.
Oigo y leo todo lo que me llega acerca de ti y de tu lucha. Conocerte a ti es uno
de los mayores placeres que una persona puede experimentar. Eres hermosa. Conmoviste muchos de nuestros corazones y vidas.
Cuando me siento enojada o impaciente con mis hermanos y mis hermanas, me
acuerdo de todo lo que me enseñaste y mis ojos se llenan de lágrimas por las luchas
e q et d b t s
n u e eae.
Lleva la frente levantada y recuerda que te llevo siempre en mis pensamientos y
mi corazón. Todo el poder para ti, Ángela...
Siempre te querré.
26 de diciembre de 1970.

Lnu tcia
ega énc
Es la lengua que se emplea en cualquier disciplina de la técnica o de la ciencia,
y la utilizan personas de la misma profesión, técnicos o artistas. Esta lengua especializada es difícilmente comprensible fuera de los círculos de los que
la emplean. Las palabras peculiares de esta lengua se llaman tecnicismos. Ejemplo: lengua contable, legal, médica, matemática, automotriz, etcétera.
Para ejemplificar la lengua técnica elegiremos la utilizada en derecho y la
empleada en la psicología.
Lengua legal, fracción XVIII del Art. 123 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
X I I L sh e g ss r nl c t sc a d t n a p ro j t c n e u re e u l b i e t e
VI. a u l a e á í i a u n o e g n o b e o o s g i l q i i r o n r

los diversos factores de la producción, armonizando los derechos del trabajo con los
d lc p t l E l ss r i i sp b i o s r o l g t r op r l st a a a o e d ra i o
e aia. n o evco úlcs eá biaoi aa o rbjdrs a vs,
con diez días de anticipación, a la Junta de Conciliación y Arbitraje, de la fecha
LIBRO

DE CONSULTA

33

s ñ l d p r l s s e s ó d lt a a o L sh e g ss r nc n i e a a c m i í i a
eaaa aa a upnin e rbj. a ula eá osdrds oo lcts
únicamente cuando la mayoría de los huelguistas ejerciere actos violentos contra las
personas o las propiedades, o en caso de guerra, cuando aquéllos pertenezcan a los
establecimientos y servicios que dependan del gobierno. Los obreros de los establecimientos fabriles militares del Gobierno de la República, no estarán comprendidos
e l sd s o i i n sd e t f a c ó ,p rs ra i i a o a E é c t N c o a .
n a ipscoe e sa rcin o e smlds l jrio ainl

L n u c e t f c ,f a m n od lM n f e t “ e p l ,i c u d e e l b oS x a
ega iníia rget e aiiso Sxo” nlio n l ir eulidad: libertad o represión, del psicoanalista ucraniano Wilhelm Reich. (Converg nt r i o c e t f c s s c o ó i o yp l t c s )
e émns iníio, oilgcs oíio.
La reacción política se desgañita afirmando unánimemente, en los distintos terrenos,
q el c l u ae l q i t e e c ad l s c e a yq e p re l ,d b s rp o e i a
u a utr s a una sni e a oidd u, o lo ee e rtgd.
Sin embargo, eso mismo que defiende tan a gritos y con tanto misticismo, lo nieg e l p á t c .P re c n r r o l r v l c ó s c a p e e d a i m rp á t c m n
a n a rcia o l otai, a eouin oil rtne fra rciaet l v d yc e rt d sl sp e i a e o ó i a n c s r a p r e l .
e a ia ra oa a rmss cnmcs eeais aa lo
En el capitalismo, las necesidades de los hombres están al servicio de la caótica
e o o í d li t r sc p t l s a E s c a i m r v l c o a i i t r a i n ls e f e cnma e neé aiait. l oilso eouinro nencoa e sur
z e i v r i l r l c ó :l e o o í d b e t rp a i i a aa s r i i d l s t s a a n netr a eain a cnma ee sa lnfcd l evco e a aifc
ción humana de las necesidades.
En el capitalismo, la mayoría de la población vive en una miseria real y en una
satisfacción ilusoria. El socialismo busca la realización de una economía que reemp a el s t s a c ó i u o i yl m s r ar a p rl s t s a c ó u i e s ld l v d
lc a aifcin lsra a iei el o a aifcin nvra e a ia
r a ;s c n i n e :g r n í d f l c d dv t ls b el T e r .
el u osga s aata e eiia ia or a ira
En el capitalismo, las masas son juguete de procesos económicos incontrolados y
de diplomáticos intrigantes que se sirven de esa economía y que provocan guerras
cuando han llegado al límite de su arte diplomático. Sin embargo, ¿por qué la idea de
la economía planificada y de vida racional penetra tan difícilmente, e incluso no
penetra, en la masa de la población mundial? ¿Por qué la reacción política ha alcanzado un progreso tan considerable después de esa prolongada crisis económica
mundial?
Las masas no comprenden nada de lo que sucede a su entorno, ni se interesan por
e l .S l c n c ns sm s r a f s c syp í u c s n l sc u a o j t v sd é t s
lo óo ooe u ieis íia sqia, o a ass beia e sa.
Parece como si la opresión material y cultural de la vida hubiera arraigado en estas masas de oprimidos, ya sea bajo la forma de la pasividad o bajo actitudes polít c sq ec n r d c ns si t r s sr a e .P r c c m s l e t u t r h m n e t ia u otaie u neee els aee oo i a srcua uaa su
v e at t l e t s j z a aac a q i ra t r d dyt m e al v d q eq e r ar a i a .
ir oamne ougd ulue uoia eir a ia u urí elzr
Y, por otra parte, el movimiento revolucionario aún no ha explicado a las masas
–por lo menos hasta el presente– lo que significa concretamente la libertad. La conf s ó e i t n er s e t al sr l c o e e t eN t r l z yC l u a I s i t yM r l
uin xset epco a eains nr auaea utr, ntno oa,
34

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Sexualidad y Trabajo, todavía contribuye más a la negación catastrófica de la vida
entre las masas de la población mundial. El miedo al “caos moral”, en el caso de que
s p o u e au as b e s ó s c a d l sr l c o e e t b e i a ,y n d m n s l e rdjr n uvrin oil e a eains salcds a o oia oa
m n eal r a c ó p l t c ys d r c i n s n t m i naa p i ss c o e d l d r c
et a ecin oíia u iecó, io abé mlo etrs e a iec ó s c a i t ,a íc m al sm s si f c a a p rl m r ln g d r d l v d .
in oilsa s oo a aa netds o a oa eaoa e a ia
Nuestra intención sólo puede consistir, por el momento, en contribuir a la explicación de una contradicción aparentemente insoluble, pero que en realidad tiene una
s l c ó .L o o i i ne t ei s i t yc l u a v d s x a yt a a o t d v as b i t .
ouin a pscó nr ntno utr, ia eul rbj, oaí usse
En efecto, la represión moral y autoritaria de la vida ha provisto al hombre de
instintos asociales peligrosos. El hambre ha engendrado el robo, la ascesis moderna
ha engendrado la violencia sexual. Por consiguiente, existen razones que explican la
angustia del caos; pero no debe olvidarse el hecho de que la corrupción y la destrucción de la sexualidad humana natural ha tenido un origen y ha engendrado el caos
desde hace no poco tiempo. La mayoría de la gente considera lo que los hombres
actuales practican en la vida familiar y en la guerra, el vandalismo y el crimen, como
sus “disposiciones” naturales, hereditarias, concluyendo que la necesidad de la regulación y del freno sexual existen naturalmente en el interés de la cohesión social,
que la cultura humana se hundiría si fuera abolido el orden moral autoritario.
A pesar que la vida lo demuestra a cada momento, permanece inédito que el
núcleo del proceso cultural es el proceso sexual de los hombres, del mismo modo
que la base de esos dos procesos es la producción económica. Una reflexión revolucionaria sobre la cultura no puede aceptar y defender la actual cultura, como tamp c p e ea e t rn l m r la t r t r ad m n n en l r p e i ni s i t v :d b
oo ud cpa i a oa uoiai oiat i a ersó ntnia ee
r s l e l c n r d c i ne t en t r l z yc l u a i s i t ym r l yr a i a l
eovr a otaicó nr auaea utr, ntno oa, elzr a
unificación de ambos dominios. Para ello será necesario que previamente alcance a d s i g i a u l oq ee r i i d c c ó v t ln t r ld l q ee i p l oh s i a
itnur qel u s evniain ia aua e o u s mus otl
la sociedad, instinto asocial engendrado por la moral. La cuestión cultural no puede
ser resuelta si no se concibe su esencia –el modo de vida sexual de los hombres– de
un modo racional y afirmando su principio: el placer.

Lnu ltrra
ega ieai
La lengua literaria siempre tiene un propósito común. La lengua literaria es la
e p e i nd m sa t s g i i a i n E l q eu i i a l se c i o e a c e ru
xrsó e á la infccó. s a u tlzn o srtrs l ra n
libro. No es sustancialmente diferente a la lengua común; su calidad extraordinaria radica en que aspira a llegar más allá de la comunicación inmediata y
p á t c ,p r u q i r r p e e t ryp r u a .L l n u l t r r as d s í d l
rcia oqe uee ersna edrr a ega ieai e eva e a
lengua diaria, omite las normas cotidianas y el uso acostumbrado de la lengua.
LIBRO

DE CONSULTA

35

Cada autor va configurando su propia lengua literaria que, más tarde, puede ser
reconocida. Todas las obras que constituyen la literatura, como es lógico supon r e t ne c i a e u al n u l t r r a
e, sá srts n n ega ieai.
Ejemplo: fragmento del relato secuencia por secuencia de la película El Acorazado Potiomkin de Sergéi M. Eisenstein, escrito por Georges Sadoul.
—¡Ahora, muchachos: es el momento!
Vakulenchuk se había separado un poco de sus camaradas y les hacía frente. Se
volteó y señaló los cañones con amplio gesto.
—¡Todos a la torre!
Casi todos los marineros empezaron a correr hacia la torre blindada. Otros se
d r g e o e s n i oc n r r o h c al p p .A g n sc m i r nd i e yc r i i iiirn n etd otai, ai a oa luo abao e da orge
ron, tratando de alcanzar a Vakulechuk y a sus camaradas que se agrupaban cerca de
l t r e b j l sg u s sc ñ n s
a or, ao o reo aoe.
L sú t m sm r n r s a s a o ap p ,q i i r na c n a a g u s d le u p j ,
o lio aieo, ilds oa useo lazr l reo e qiae
pero el segundo oficial había tomado el mando de los fusileros y gritó:
—¡Alto, ni un paso más!
Una veintena de hombres quedaron aislados, en un estrecho espacio triangular,
cnr e epleao
ota l maltd.
En el centro de la cubierta de popa había una escotilla cuadrada, que era la entrada a la escalera que conducía a la cabina del comandante. Algunos marineros intentaron dirigirse hacia aquella escalera, la única salvación. El comandante Golikov
observó el movimiento y les gritó:
—¡Quietos! ¡Dónde están, canallas! Los marineros no tienen derecho a utilizar la
escalera del comandante.
G i i r v k c r i h c aa e a t yl sc r óe p s .E aa t yf e t .U m r ulaosi oró ai dlne e er l ao r lo ure n ai
nero al que empujó cayó de espaldas sobre el puente.
—¡Voy a fusilarlos como a perros!
La amenaza había sido proferida por la fuerte voz del comandante Golikov, en el
paroxismo de la ira.
—Tráiganme una lona.
La orden había sido dada por Guiliarovski. El segundo oficial quería evitar que la
s n r d l sf s l d sm n i l r e p e t .
age e o uiao aclaa l une
—A sus órdenes.
Un contramaestre le saludó militarmente. Acompañado por otros varios contram e t e ,s a e óc r i n op re p e t .
asrs e lj ored o l une
Atrás, en el estrecho triángulo que les mantenía prisioneros, los condenados
se apretujaban unos contra otros, enloquecidos por el temor del fusilamiento inmnne
iet.
36

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Los contramaestres volvieron rápidamente con un rollo de lona, el que cargaban
como si fuera la mortaja de un cadáver.
Los fusileros estaban alineados frente a los condenados. Algunos desviaban la
mirada para no ver los ojos de sus camaradas, próximos a morir.
En el suelo, frente al pequeño grupo de prisioneros, los suboficiales depositaron
l ln.
a oa
—Cubrirlos con la lona —ordenó Guiliarovski.
Los suboficiales desenrollaron la lona. Aterrados, los condenados se apretaban
unos contra otros, apretujados contra el empalletado. La lona fue arrojada contra el
grupo. Parecía un grupo de fantasmas, no se les veía más que las piernas.
L ss b f c a e s r t r r n F e t a d s i h d g u o l sf s l r sd l g a o uoiils e eiao. rne l edcao rp, o uieo e a ur
d a i b i o e s sb u a a u m r n ,p r a e í ne e t s e a m a p e Ya r s
i, muds n u lss zl aio emnca rco, l ra l i. tá,
agrupado sobre la torrecilla, bajo los cañones, el grueso del equipaje observaba.
L so i i l ss h b a f r a oal i q i r ad l g a d a yf e t ae l ss
o fcae e aín omd a zued e a uri, rne lo e
formó el grupo de los contramaestres.
—¡Firmes!
L sf s l r sr c i i a o l p s c ó ys o óe c o a d l st c n s
o uieo etfcrn a oiin e y l hcr e o aoe.
—Dos pasos al frente —ordenó el comandante Golikov.
Los hombres, en perfecto orden, como en los desfiles, dieron dos pasos al
fet.
rne
Los oficiales miraban la escena; lo mismo hacían los hombres agrupados alrededor de Vakulenchuk. El silencio fue roto por una voz que salmodiaba:
—Oh, Señor Todopoderoso, apacigua el corazón de los rebeldes y dirige otra
vez a los pecadores hacia el camino recto.
El pope del Potiomkin había aparecido en lo alto de la escalera que dominaba la
cubierta de popa. El capellán era un hombre viejo, de talla mediana y de largos
cabellos blancos. Su barba, abundante y rizada, enmarcaba una cara arrugada. Blandía una cruz de bronce y murmuraba padrenuestros.
—Dispararéis sobre la lona —ordenó el teniente Guiliarovski, dirigiéndose a los
fslrs
uieo.
—¡La lona! Van a disparar sobre la lona —gritó Vakulenchuk a los marineros que
l rdaa.
e oebn
El pope había cesado de salmodiar sus rezos. Se golpeaba rítmicamente la palma
de la mano izquierda con su crucifijo de bronce dorado.
Atrás, la lona cubría el grupo de condenados, como una gran mortaja colectiva.
—¡Apunten! —gritó el segundo oficial Guiliarovski.
L sf s l r sa u t r nas sc m r d s B j l l n ,l sp e n sd l sm r n r s
o uieo pnao u aaaa. ao a oa a ira e o aieo
temblaban. Dos marineros doblaron las rodillas y cayeron.
El pope se golpeaba la mano con su crucifijo. Los oficiales permanecían en posición de firmes. Los dos cañones dominaban la tragedia. Sobre la lona se leían las
LIBRO

37

DE CONSULTA

palabras Acorazado Potiomkin, Príncipe de Táuride, y frente a ella, un escudo de
b o c ,c ne á u l z r s a l c al m s ai s r p i n
rne o l gia ait, uí a im ncicó.
En medio de sus camaradas, Vakulenchuk levantó el brazo. Iba a hablar. Pero
a t sq el h c e ae s g n oo i i lG i i r v k g i ó
ne u o iir l eud fca ulaosi rt:
—¡Fuego!
La voz de Vakulenchuk se elevó, gritando con todas sus fuerzas:
—¡Hermanos! ¿Sobre quiénes vais a disparar? ¿Sobre vuestros hermanos?
Los fusiles temblaron, pero no se oyó ningún disparo.
—¡Fuego, les digo! ¡Disparen!
L i ai v d al c r d G i i r v k yl h c af u c rl sl b o ,e s ñ n os s
a r naí a aa e ulaosi e aí rni o ais nead u
dientes blancos bajo su negro mostacho.
—¡Disparen! ¡Pero van a disparar, canallas!
L sf s l ss h m l a o yl sf s l r sd l g a d av l i r ne a m at e r .
o uie e uilrn o uieo e a uri oveo l ra ira
E s g n oo i i lG i i r v k s p e i i óh c al sf s l r s
l eud fca ulaosi e rcpt ai o uieo.
Les gritaba en sus mismas caras:
—Vuelvan a tomar el arma. Les ordeno que vuelvan a apuntar y hagan fuego.
A p ed l t r e i l ,V k l n h kl n óo r o d nal sm r n r sq el r d a
l i e a orcla auecu az ta re o aieo u e oebn
a:
—¡Hermanos, a las armas! ¡Tomemos las armas!
Para hacerse oír mejor, subió algunos escalones y repitió:
—A las armas, ¡hermanos! ¡A las armas contra estas bestias feroces!
Librándose de la lona que los cubría, los marineros salvados corrieron hacia sus
c m r d s L j sd c r a l se p s ,l sf s l r sd l g a d as l su i r n d n o
aaaa. eo e erre l ao o uieo e a uri e e neo, ad
e p l o e al so i i l syal ss b f c a e .
melns o fcae
o uoiils
En este momento toda la tripulación accionaba como un solo hombre. En señal
de victoria, uno de los marineros blandió su boina de largos listones.

S ENTIDO

RECTO

La lengua puede emplearse en dos sentidos: recto y figurado. Nos centraremos
en el primero. La lengua en sentido recto es en su expresión cierta, posible,
lógica y plena de realidad. La lengua recta es directa y verdadera. Consigna las
i e s l ss n i i n o ,l ss r syl sc s ss nr d o ,s ni t r u p rl v r i
da, o etmets o ee a oa i oes i nermi a etcalidad de su orientación. Como ejemplo de la lengua en sentido recto
transcribimos la inmortal carta del comandante Che Guevara, cuyo texto breve
reúne la pureza de su verdad.
38

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

As sh j s
u io:
Q e i o H l i a A e d t ,C m l ,C l ayE n s o
urds idt, liia aio ei ret:
Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre Uds.
Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada.
Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus
cnicoe.
ovcins
Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la
técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada.
Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia
cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda
d u rvlcoai.
e n eouinro
Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un abrazo de
PAPÁ

S ENTIDO

FIGURADO

Como su nombre lo indica, la lengua en sentido figurado se manifiesta con base
en figuras y metáforas. Se llama metáfora a la expresión que establece una semejanza. Es la comparación que se hace de lo que se está hablando con algo
que aparentemente no tiene relación, pero que da mayor fuerza y firmeza. Si
n sb s m se l l g c ,e t l n u e i r a ,i c e t ei p s b e p r e e t o aao n a óia sa ega s rel nira moil, eo fci
va porque todo cuanto trata lo exalta. El siguiente ejemplo seleccionado por la
maestra Irma Molina Segura, en uno de sus estudios nos ilustra: fragmento de
Ariel de J. Enrique Rodó (1872-1917).
La humanidad, renovando de generación en generación su activa esperanza y su
ansiosa fe en un ideal, a través de la dura experiencia de los siglos, hacía pensar a
Guyau en la obsesión de aquella pobre enajenada cuya extraña y conmovedora locura consistía en creer llegado, constantemente, el día de sus bodas. Juguete de su
ensueño, ella ceñía cada mañana a su frente pálida la corona de desposada y suspendía de su cabeza el velo nupcial. Con una dulce sonrisa, disponíase luego a recibir al
p o e i oi u o i ,h s aq el ss m r sd l t r e t a e v n e p r r t a a l
rmtd lsro at u a oba e a ad, rs l ao sea, rín a
decepción a su alma. Entonces tomaba un melancólico tinte su locura. Pero su ingenua confianza reaparecía con la aurora siguiente, y ya sin el recuerdo del desencanto
LIBRO

39

DE CONSULTA

pasado, murmurando: “Es hoy cuando vendrá”, volvía a ceñirse la corona y el velo
y a sonreír en espera del prometido.
Es así como, no bien la eficacia de un ideal ha muerto, la humanidad viste otra vez
sus galas nupciales para esperar la realidad del ideal soñada con nueva fe, con tenaz
y conmovedora locura. Provocar esa renovación, inalterable como un ritmo de la
naturaleza, es como en todos los tiempos la función y obra de la juventud. De las
almas de cada primavera humana está tejido aquel tocado de novia. Cuando se trata
de sofocar esta sublime terquedad de la esperanza, que brote alada del seno de
la decepción, todos los pesimismos son vanos. Lo mismo los que se fundan en la
r z n q el sq eb o a d l e p r e c a h nd r c n c r ei ú i e p r c n r s
aó, u o u rtn e a xeini, a e eooes ntls aa otatar el altanero, “no importa”, que surge del fondo de la vida. Hay veces en que, por
una aparente alteración del ritmo triunfal, cruzan la historia humana generaciones
d s i a a ap r o i i a d s el c n ,l v c l c ó ye d s l e t .P r e l sp s n
etnds esnfcr ed a ua a aiain l eaino eo la aa
—no sin haber tenido quizás su ideal como las otras en forma negativa y con amor
inconsciente—, y de nuevo se ilumina en el espíritu de la humanidad, la esperanza en
el esposo anhelado, cuya imagen, dulce y radiosa como en los versos de marfil de los
místicos, basta para mantener la animación y el contento de la vida, aun cuando
nunca hayan de encarnarse en la realidad.
La juventud que así significa en el alma de los individuos y la de las generaciones
l z a o ,e e g a e i t yl s g i i at m i ne e p o e oe o u i od l ss c e
u, mr nrí, xse o infc abé n l rcs vltv e a oidades. De los pueblos que sienten y consideran la vida como vosotros, serán siempre la fecundidad, la fuerza, el dominio del porvenir.

VARIANTES

DE LA LENGUA

E h b ae l f r ai d v d a d l l n u .E h b ae s s e t b ed d f r
l al s a om niiul e a ega l al s ucpil e eomarse a través del tiempo y de las circunstancias sociales por el mal empleo que
s l d .L sm sc n i e a l sv r a i n sd l l n u s nl j r a e c l yl s
e e é a á osdrbe aicoe e a ega o a eg, l aó o
modismos.

Jra
eg
Se llama jerga a la lengua especial que usan familiarmente los individuos de
c e t so i i sya t v d d s I c u ep l b a n e a oc m u s a .E t eo r s
iro fco ciiae. nly aars uvs opets nr ta:
l j r ad l st r r s d l sm c n c s d l sa b ñ l s d l sc r i t r s d
a eg e o oeo, e o eáio, e o laie, e o apneo, e
l sc r i e o ,e c E e p o d j r ad p r i a
o ancrs t. jmls e eg eotv:
B i b l A o t b a q e a T b s o2 0 E t c d rm ss g r d l l n af l óe
éso: csa lnuó l aac -. l oao á euo e a íe al n
s c i i i e e a od f u a c t h rR s s
arfco lvd e ol l ace oa.
40

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

F t o :T e e d g l z d l sc i a al sá u l sd lA é i a5 1 E g l a o
ubl rmna oia e a hvs a gia e mrc -. l oedr
i v d óc n h yc l u c ñ n z .
nai aca oó n aoao
T r s D s e l e e q i t ,p r e a t d s v l i m sq e a o s l óc nu r m oo: etló n l uno eo l sao e ovó á udd, ai o n eo
q e eye p t n .
ut mioó

Cl
aó
Caló es un conjunto de términos de origen impreciso y de significación dudosa.
El caló lo emplean en determinados sectores sociales.
Hay un caló empleado por estudiantes, por delincuentes, por gente de determinados barrios, etc. Ejemplos: nel, en lugar de no. Luz, en vez de dinero.
Simón, en vez de sí. El caló es apocopado. En vez de compañero: compa, ñero,
compita, ñeris, ñis y hasta is, que también se emplea como sí.
Las necesidades de los que emplean el caló determinan el uso específico de
su lengua. Este uso se convierte en la norma del gremio que lo utiliza.

Modismos
Se llaman modismo a la “manera de decir tan propia de una lengua, que suele
traspasar las leyes comunes de la gramática o de la diaria construcción”. Formas análogas del modismo son el refrán, el adagio y el proverbio.
Los modismos son términos peculiares que son empleados en una determinada región. Los regionalismos son modismos. Ejemplos:
E e b n a í d l f m l a p r e e m n rd l sh j s T n os i c i p y t s p r
s l ejmn e a aii, o: s l eo e o io. eg es hlaae, o:
tnosi hjs
eg es io .
E e n r e d l p í s n e e p o : e e b t y n v n ,o e e h e c y n v n , p r
n l ot e as o jmls s ao a o io s uro a o io o:
e em c a h oe en ñ y n v n e o .
s uhco s io a o iirn
Otros ejemplos:
• Aquí hay gato encerrado.
• At n a yal c s
ots
oa.
• Ap ej n i l s
i utla.
• A ojo de buen cubero.
• C r a ap e r yl d .
err ida oo
La diferencia entre modismo y caló es que mientras que el modismo es usado, comprendido y prácticamente aceptado en toda una región, el caló es her-
LIBRO

41

DE CONSULTA

mético, de doble sentido, empleado y entendido únicamente por un pequeño
grupo social o barrio. El modismo es abierto y se usa francamente. El caló es
una defensa para que los extraños no comprendan lo que se dice. En el barrio
d T p t ,e c l s u i i ac n r l sc e p sr p e i o c a d “ e n n a b e eio l aó e tlz ota o uro ersvs uno pia” ri
t a i m n el z n .
rraet a oa
DIALECTO
D ll t nd a e t s h b a . S l a ad a e t ac d u ad l sv r e a e d u
e aí ilcu: alr e lm ilco aa n e a aidds e n
idioma, que tiene cierto número de accidentes propios, y frecuentemente se
usan en determinados territorios de una nación, a diferencia de la lengua gener lyl t r r a
a ieai.
El dialecto es un habla integrante de un idioma común, ya que de acuerdo
c nc e t sd f n c o e g o r f c s e o ó i a yp l t c ss d t r i ae u o
o ira eiiins egáia, cnmcs oíia e eemn l s
de una norma. Esto quiere decir que todo hombre habla al mismo tiempo un
idioma y un dialecto.
Ejemplo: el dialecto madrileño, el burgalés o el bonaerense se diferencian
entre sí, pero son parte del mismo español.
Blanca
3. LECTURA
D n eyV r i i e e I f e n
at iglo n l niro

Divina Comedia

Dante Alighieri
LECTURA

EN VOZ ALTA

En la expresión escrita participa el mundo del que escribe. La expresión es
participación, comunicación, y con mayor razón aún la expresión escrita de la
l n u l t r r a E n r a o ,e p e a u i i a c m p e t p r l c m n c c ó
ega ieai. l ardr l ot, tlzn oo une aa a ouiain
su arte escrito, y lo hacen manifestándose a los demás con la responsabilidad y
el auténtico sentido humano, que les permite el tratar de comprender a los otros
y haberse comprendido a sí mismos. Para apreciar y valorar todo el conocimient a e t d e l sl b o ,e p c a m n ee l l t r t r ,e n c s r or s o d r
o snao n o irs seilet n a ieaua s eeai epne
a esa forma de comunicación. El medio es la lectura. Hay obras que pueden
leerse en forma particular, personal, silenciosamente. Otras obras es indispensable que sean leídas en voz alta. Leer en voz alta significa interpretar con
toda la cooperación posible lo que otros han dicho. La lectura en voz alta es
rvvr rcer rpoui l or ltrra
eii, era, erdcr a ba ieai.
Es importante saber leer, puesto que todo lo que nace de nuestro pensamiento y de nuestras emociones ha sido escrito por todas las generaciones que nos
han precedido. No podemos partir de cero. Otros han aportado y aclarado la
historia, los ideales y la lucha de los pueblos. Nos toca abrazar lo auténtico y
p s t v yr c a a l i n b eyo o t n s a P r i t r r t r c m r n e ,a a
oiio ehzr o nol pruit. aa nepea, opedr nl z r e i d s e s b es b rl e .
ia, s nipnal ae er

APTITUDES

DE LA LECTURA

Para leer bien deben adquirirse y hacer uso de algunas aptitudes. Las más importantes son: dicción, modulación y puntuación.
45
46

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Dcin
icó
Dicción es pronunciación; esto es, articular como es debido. Serena, firme y
c a a e t d b np o u c a s l sl t a ,l ss l b s l sp l b a yl sp s j s
lrmne ee rnnire a ers a íaa, a aars o aae.
Para corregir nuestra dicción es importante vocalizar, acentuar y emitir debidamente los sonidos. Es recomendable autoescucharse para descubrir los errores, y tratar de corregirlos. El método tradicional de pronunciar las palabras
abriendo la boca y exagerando las posiciones de cada letra, corrige muchas fallas. Es frecuente, si escuchamos atentamente la pronunciación o dicción de
otras personas con quienes hablamos, darnos cuenta de que tienen muchos
defectos. Entre los más frecuentes está el no pronunciar o pronunciar mal las
vocales: a la a se le da un sonido parecido al de la e, oscuramente, o se pronuncia la e confundiéndola con la i y hasta con la u. Las vocales son como notas
musicales de las palabras. Las consonantes son como ruidos. Basta que pronunciemos varias vocales juntas y las comparemos con varias consonantes juntas
para comprobarlo. Las vocales dan musicalidad a las palabras enlazando las
consonantes. Son también las vocales las que nos permiten cambiar el acento
grave, dulce o fuerte. Hay palabras difíciles de pronunciar. En vez de decirlas
rápidamente debemos decirlas con mayor lentitud, con mucha atención y firmemente.
La fonación es de acuerdo con el organismo de cada uno. El órgano de la voz
e l l r n e s t a ae l p r ea t r o d lc e l ys c m n c c nl t á u a
s a aig, iud n a at neir e ulo e ouia o a rqe
y con la cavidad bucal. La forma de la laringe semeja a la de una herradura,
consta de nueve cartílagos que se relacionan por un sistema de ligamentos, de
músculos y de unos repliegues interiores que conocemos como cuerdas vocales.
Las cuerdas vocales contribuyen a la emisión de la voz, que se produce cuando
vibran a consecuencia de la columna de aire que envían los pulmones a través
d l t á u a E i t r s n eo s r a q ee t m ñ d l e i l t s c r í a od
e a rqe. s neeat bevr u l aao e a pgoi, atlg e
la laringe, es mayor en el hombre que en la mujer. Esto origina que la voz
masculina sea más grave y la voz femenina más aguda. El cerebro controla
nuestro lenguaje. Son los nervios cerebrales los que ponen en movimiento los
músculos de nuestra cara para que participen fonéticamente. Y son nuestros
pulmones, la tráquea y la laringe, los que permiten el sonido. Respirar profund m n e a p r rr t i a e t e a r s nr g d z e i a áq es o s r y oa e aet, sia ímcmne l ie i iie, vtr u e btua fc
t e a i n oa e i i l ss n d s I p s a l v z os a a o a c ne a d m n
e l let l mtr o oio. motr a o, e, pyr o l boe
en vez de la propia garganta, hacer ejercicios de respiración, proporciona buen
timbre, buen nivel de voz y mayor sonoridad sin lastimar las cuerdas vocales.
LIBRO

47

DE CONSULTA

Modulación
Una vez que hemos logrado una buena dicción, necesitamos dominar nuestra
voz, moldearla, timbrarla, hacer que responda efectivamente al estado de ánimo o al sentido de las ideas que estamos expresando. Algunos han llamado
a esto, cultivar la voz. Debemos semejar el tono de la voz a los conceptos que
e p e a o :d l r t i t z ,i a a e r a s t l z ,o i ,v o e c a s n e i a ,b r a
xrsms oo, rsea r, lgí, uiea do ilni, icrdd ul,
etcétera. Es importante pronunciar las mismas palabras en el tono de diferentes estados de ánimo hasta dominarlos. Ejemplo:
• Espérame (tono de súplica) Ven
• Espérame (tono amoroso) Ven
• ¡Espérame! (tono de orden) ¡Ven!
La intensidad de la voz es también parte de la modulación. Debemos reconocer y emitir varios volúmenes y velocidades: bajo, medio, alto o fuerte, grave,
agudo, lento, apresurado. La respiración no únicamente es indispensable para
nuestro funcionamiento orgánico, sino para realizar las posibilidades de la modulación. Hay personas cuya precisa modulación de voz puede emocionarnos
hondamente al transmitirnos un pasaje literario, un mensaje o un comunicado.

Pnucó
utain
L p n u c ó s g i i ar s e a l ss g o g a a i a e d u t x o E t r s e
a utain infc eptr o ins rmtcls e n et. se epto obligará en forma inconsciente que cuando hablemos, nosotros mismos respetemos la “imaginaria” puntuación que se requiere. La mayoría de los signos
de puntuación: coma, punto y coma, dos puntos, punto y seguido, punto y aparte, puntos suspensivos, comillas, interrogación, admiración, deben sentirse en
l l c u a T d se l se t ni t r a a o e l sp r a o l t r r o .L p n u a etr. oo lo sá neclds n o árfs ieais a uta
ción varia de acuerdo con cada escritor, con su época, con su sensibilidad, con
su manera de sentir, con su manera de expresarse. En términos generales, la
puntuación es pausa. Entre otros anotaremos la coma: pausa breve terminando
agudo. Punto: pausa mayor terminando grave. Punto y coma: pausa intermedia.
Tres puntos: dejando el tono de la voz en suspenso. Comillas: dando otro tono
de voz. Signos de interrogación: formulando la pregunta. Signos de admiración:
haciendo la exclamación. Guión: cambio de entonación.
48

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Ejemplo: Juan entra (afirmación). Juan, entra (orden).
Una buena dicción, modulación y puntuación permitirá tanto al que lee como
al que escucha, comprender el texto.

DEFECTOS

DE

LA

LECTURA

Así como debemos observar las cualidades de la lectura, debemos evitar los
defectos de la misma, pues la perjudican seriamente. Los defectos más frecuent ss n l i i t l g b l d d m n t n a l n i u ya r s r m e t .
e o: a nneiiiia, oooí, ettd peuaino

Iitlgbldd
nneiiiia
La falta de dicción, la falta de claridad, la falta de puntuación y sobre todo la
e c s v r p d z o a i n nl i i t l g b l d d L i i t l g b ee l q en s
xeia aie, csoa a nneiiiia. o nneiil s o u o e
comprende fácilmente. La lectura se hace ininteligible cuando los oyentes no la
captan. La causa que ocasiona primordialmente este error es el no comprender
lo que se está leyendo. Para evitar esta falta grave hay que comprender la lectur p i e o j m sa r p l a s ,n n ai r p d m n e s n p rl c n r r o d t a rmr, aá toelre uc r áiaet, io o o otai, ee
nida, pausadamente

Monotonía
Monos quiere decir uno. Monotonía es por tanto un solo tono. No tener modulación es lo que vulgarmente se denomina “sonsonete”. Lo monótono cansa,
aburre, hace que se pierda el interés. Leer en forma monótona es leer parejo, sin
altibajos, impropia e inadecuadamente. Los oyentes de un lector con este defecto se distraen, olvidan la lectura y acaban por quedar al margen de ella.

L n i u ya r s r m e t
ettd peuaino
Leer lentamente es tan grave defecto como leer apresuradamente. Leer bien no
s g i i al e r p d n l e d s a i .L e b e e a o t ru av l c d dn r a
infc er áio i er epco er in s dpa n eoia oml
que puede aumentarse o disminuirse de acuerdo con las emociones, tanto del
autor de la obra como del lector de la misma. La lentitud excesiva es conse-
LIBRO

49

DE CONSULTA

c e c ad l f l ad e e c c oe l l c u a e o r sp l b a ,p rn s b rl e .
uni e a at e jrii n a etr, n ta aars o o ae er
El apresuramiento es nerviosismo del lector por encontrarse en un estado de
ánimo incontrolable. Ninguno de los dos, ni la lentitud ni el apresuramiento
deben manifestarse, pues perjudican la comprensión de lo leído.

R AZONAMIENTO

DE

LA

LECTURA

Cuando se lee es para que el que oye entienda lo que se ha escrito. Y para
entenderlo es necesario haber captado las ideas y haberlas comprendido. Quien
ha percibido la lectura habrá podido distinguir lo más importante o principal de
ésta, y lo que pasa a segundo término o accesorio. También cuando se habla es
indispensable proyectar en la exposición de los propios pensamientos lo fundamental y lo transitorio. La buena forma de expresar la lectura permite la comp e s ó yl i t r r t c ó .
rnin a nepeain
Interpretar un texto después de haberlo leído o escuchado es explicarlo en
forma personal, lo que podríamos decir en otras palabras, entender lo que nos
quiso decir el autor, lo que nos transmite, lo que nos comunica. La interpretación siempre se realiza de acuerdo con las ideas y la forma de expresarse de
cada uno.
Como ejemplo transcribimos el cuento de Franz Kafka, Ante la Ley, y un
poema del poeta negro Langston Hughes, El negro, así como la interpretación de
els
lo.
ANTE

LA

LEY

Franz Kafka
Ante la Ley hay un guardián. Un campesino se presenta frente a este guardián y
solicita que le permita entrar en la Ley. Pero el guardián contesta que por ahora no
p e ed j r oe t a .E h m r r f e i n ,yp e u t s m st r el d j r ne t a .
ud eal nrr l obe elxoa rgna i á ad o eaá nrr
—Es posible —dice el portero—, pero no ahora.
La puerta que da a la Ley está abierta, como de costumbre; cuando el guardián
s h c au l d ,e h m r s i c i ap r e p a .E g a d á l v ,s r eyl d c :
e ae n ao l obe e nln aa sir l urin o e e í e ie
—Si tanto es tu deseo, haz la prueba de entrar a pesar de mi prohibición. Pero
recuerda que soy poderoso. Y sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y
salón también hay guardianes, cada uno más poderoso que el otro. Ya el tercer
guardián es tan terrible que no puedo soportar su aspecto.
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

El campesino no había previsto estas dificultades; la Ley debería ser siempre
a c s b ep r t d s p e s é ,p r a f j r ee e g a d á ,c ns a r g d p e e ,
ceil aa oo, ina l eo l ias n l urin o u bio e ils
su nariz grande y aguileña, su barba larga de tártaro, rala y negra, decide que le
conviene más esperar. El guardián le da un banquito, y le permite sentarse a un
c s a od l p e t .A l e p r d a ya o .I t n ai f n t sv c se t a ,yf t g a
otd e a ura lí sea ís ñs net niia ee nrr aia l
guardián con sus súplicas. Con frecuencia el guardián mantiene con él breves conversaciones, le hace preguntas sobre su país y sobre muchas otros cosas; pero son
preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y para terminar siempre le
repite que todavía no puede dejarlo entrar. El hombre, que se ha provisto de muchas
cosas para el viaje, sacrifica todo, por valioso que sea, para sobornar al guardián.
É t a e t t d ,e e e t ,p r l d c :
se cpa oo n fco eo e ie
—Lo acepto para que no creas que has omitido algún esfuerzo.
Durante esos largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se
o v d d l s o r s y l p r c q e é t e e ú i o o s á u o q e l s p r d l Le .
lia e o to, e aee u se s l nc btcl u o eaa e a y
Maldice su mala suerte, durante los primeros años temerariamente y en voz alta; más
tarde, a medida que envejece sólo murmura para sí. Retorna a la infancia, y como en
su larga contemplación del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su
cuello de piel, también suplica a las pulgas que lo ayuden y convenzan al guardián.
F n l e t ,s v s as d b l t ,yy n s b s r a m n eh ym n sl z os s l l
iamne u it e eiia a o ae i elet a eo u, i óo o
engañan sus ojos. Pero en medio de la oscuridad distingue un resplandor, que surge
i e t n u b ed l p e t d l L y
nxigil e a ura e a e.
Ya le queda poco tiempo de vida. Antes de morir, todas las experiencias de esos
largos años se confunden en su mente en una sola pregunta, que hasta ahora no ha
formulado. Hace señas al guardián para que se acerque, ya que el rigor de la muerte
endurece su cuerpo. El guardián se ve obligado a agacharse mucho para hablar con
él, porque la disparidad de estaturas entre ambos ha aumentado bastante con el
tiempo, para desmedro del campesino.
—¿Qué quieres saber ahora? —pregunta el guardián— Eres insaciable.
—Todos se esfuerzan por llegar a la Ley —dice el hombre—: ¿cómo es posible
entonces que durante tantos años nadie más que yo pretendiera entrar?
El guardián comprende que el hombre está por morir, y para que sus desfallecientes
sentidos perciban sus palabras, le dice junto al oído con voz atronadora:
—Nadie podría pretenderlo, porque esta entrada era solamente para ti. Ahora
v yc r a l .
o erra

Itrrtcó
nepeain
Todos tenemos derecho a la libertad, porque la libertad es para todos. Para
obtener la libertad debemos atrevernos a luchar por ella. Hay tiranos que no
permiten que nos acerquemos a la ley. Para ello utilizan las amenazas y la vio-
LIBRO

51

DE CONSULTA

lencia. Hay ambiciosos que son capaces de engañarnos, quitarnos lo que nos
pertenece y humillarnos con tal de no permitir que seamos libres. Se nos plantean dos caminos: el esperar a que gratuitamente nos ofrezcan la ley y la libert dyp s r o t d u av d s ng z rd e l s p r m r rv e o ye c a i a o ;
a aans oa n ia i oa e la, aa oi ijs slvzds
ot n re c r j s f c e t d p l a p r l g a l .L p s b l d de i t .E r a .
ee l oae uiine e eer aa orro a oiiia xse s el
Podemos lograrlo. Somos nosotros quienes debemos decidir.

EL

NEGRO

Langston Hughes

Yo soy un negro:
Negro como la noche negra,
negro como las profundidades de mi África.
Yo he sido un esclavo:
César me ordenó tener limpia la escalinata de su casa.
Yo limpié las botas de Washington.
Yo he sido un obrero:
De mi mano surgieron las pirámides.
Yo hice mezcla para el edificio Woolworth.
Yo he sido un cantante:
Desde el África hasta Georgia
l e ém sc n i n sd t i t z .
lv i acoe e rsea
Y hc e rg
o ie l a.
Yo he sido una víctima:
Los belgas me cortaron las manos en el Congo.
Ahora me linchan en Texas.
Yo soy un negro:
Negro como la noche negra,
negro como las profundidades de mi África.

Itrrtcó
nepeain
Todos los hombres son iguales. Todos los hombres deben ser libres y tener los
mismos derechos. No hay diferencia entre ellos. Pero hay hombres cuya defor-
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

mación y crueldad obliga a otros hombres a establecer diferencias por el color,
la raza, las clases sociales. Los negros de todo el mundo sufren el desprecio de
l sr c s a .At a é d l h s o i l sn g o h ns d t d :e c a o ,o r r s
o aits rvs e a itra o ers a io oo slvs beo,
cantantes, víctimas. En los Estados Unidos nunca han sido respetados, ni siquiera considerados iguales. Sin embargo, estos negros ofendidos, perseguidos,
asesinados, han ayudado a construir el arte y los más altos edificios de EU. El
negro estadunidense, como el de África y como todos los hombres tienen el
mismo valor.
4. EXPRESIÓN ORAL
Llámame sólo “amor mío”

Romeo y Julieta

Saepae
hkser
CONDICIONES

DE LA

EXPRESIÓN ORAL

El leer bien nos permite interpretar a los demás por medio de su lengua escrita.
Es tiempo ahora de intepretarnos a nosotros mismos, de decir las ideas y sentimientos que producimos. Hablar a los demás, públicamente, se llama expresión
oral. Para expresarnos en forma oral son necesarias algunas condiciones que
dividiremos en dos grupos: subjetivas y objetivas.

SUBJETIVAS
Lo subjetivo es lo que pertenece o se refiere al sujeto, a nuestro modo de pensar
yd s n i .E l r l t v an s t o ,an e t oi t r o ,an e t ae e c ah m e etr s o eaio oors usr neir usr sni ua
na. Las condiciones subjetivas más importantes son: el autodominio, la organización de las ideas y la proyección de las emociones.

Autodominio
Autodominio es dominarse a sí mismo. Es valor y voluntad. El enfrentarnos a
un auditorio nos impone, nos provoca un estado de nervios que puede ser incontrolable. El control del temor, del nerviosismo, es autodominio. Es posible
que el propio auditorio pueda desatendernos, hablar, vociferar, hacernos motivo de burla impidiendo que podamos expresamos oralmente. La principal y
primera condición para poder hablar es estar perfectamente controlado,
autodominado. Sin autodominio las ideas no acudirán a nuestra mente, o serán
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56

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

emitidas desordenada y deformadamente. No podremos pensar; la voz reflejará
el nerviosismo con un inadecuado tono, un mal nivel o simplemente podemos
enmudecer. Nuestro cuerpo presentará una rigidez y una torpeza ridiculizante.
Para obtener el autodominio necesitamos echar mano de nuestro coraje y enfrentarnos, podríamos decir heroicamente las primeras veces a los demás reunidos. Es importante hacer este ejercicio, oír las críticas de los otros y salvar
todos los obstáculos hasta dominarnos. Todos los grandes oradores sienten temor antes de hablar en público, pero en el momento de la acción ese temor es
vencido. La timidez imposibilita actuar y pensar. La postura correcta nos da
seguridad y confianza. Nuestros familiares, nuestros compañeros de clase o de
trabajo pueden ayudarnos para ir logrando el autodominio. Pero el verdadero
autodominio sólo lo dará la voluntad y la práctica.

C n c m e t yo g n z c ó d l si e s
ooiino raiain e a da
Antes de dirigirnos a una reunión o a un público, antes de hablar, es imperativo
saber lo que se va a decir. Primero debemos estar conscientes de lo que queremos comunicar, para comunicarlo exactamente, no más ni menos. Pericles oraba a los dioses antes de subir a la tribuna para que no le permitieran decir más
de lo que debía decir. Es un ejemplo. El orador debe pensar bien, esto es, organizar sus ideas. Cada una de sus palabras debe servir para expresar esas ideas.
Hay que desconfiar de los que hablan muy poco y de los que hablan demasiado.
Los primeros pueden ser tímidos o resentidos. Los segundos son necios. Organizar las ideas significa anotar todos y cada uno de los puntos que vamos a
tratar de acuerdo con el orden conveniente.
La buena organización de nuestras ideas nos permitirá seguir adelante en una
forma ordenada y consecuente. Hay que comenzar con las ideas que pueden
servir de introducción a la idea central que origina nuestra plática. Como en las
formas musicales, debemos ir en aumento hasta lograr el momento del clímax
en que nuestra atención debe concentrarse a fin de proyectar de una manera
efectiva lo más importante que queríamos decir. Debemos ir preparando hábilmente el desarrollo de las ideas hasta llegar al momento de mayor tensión. Nunca debemos exagerar esos momentos de tensión. Todo abuso ocasiona daños.
Desarrollar ordenadamente las ideas nos garantiza la coherencia y la efectividad. Recomendamos ejercicios de memorización en el orden de diferentes ideas,
af nd a q i i l e p r e c an c s r a
i e durr a xeini eeai.
LIBRO

57

DE CONSULTA

P o e c ó d l se o i n s
rycin e a mcoe
Lo que causa interés facilita las emociones. Quien se expresa oralmente en público nunca debe olvidar que por el hecho de participar con su presencia los
reunidos están dispuestos a captar y recibir las emociones que les ofrezcan.
Participar, proyectar las emociones significa compartir un determinado estado
de ánimo con los demás. Es cierto que hay muchas personas con disposición
natural para impresionar, convencer, sugestionar y emocionar, pero también es
cierto que el conocimiento y buen empleo de estas condiciones de la expresión
oral permitirán al orador, que sus palabras causen efecto en quienes escuchan.
La práctica puede desarrollar las cualidades oratorias en mayor o menor grado.
La expresión oral, llamada elocuencia, tiene el poder de hacernos sentir lo que
quiere el hablante. Es capaz de provocar en nosotros el dejar de hacer algo o el
realizar determinada acción. Los antiguos galos representaban a la elocuencia
con la figura de Hércules, de cuyas manos colgaban cadenas de oro que llegaban hasta los oídos de los demás; pero las cadenas no eran tirantes, sino flojas,
señalando la suavidad del dominio de la elocuencia. Los auténticos líderes de la
humanidad han sabido hacer uso de la palabra para transformar la propia histor ad l sp e l s
i e o ubo.
O BJETIVAS
Lo objetivo es lo perteneciente o relacionado al objeto, es decir, todo lo que
puede ser materia de conocimiento o de sensibilidad por parte del sujeto. Las
condiciones objetivas de la expresión oral son el conocimiento del auditorio y
el empleo del lenguaje adecuado.

C n c m e t d la d t r o
ooiino e uioi
El orador que sabe proyectar sus emociones, que sabe controlarlas dentro de él
mismo y que evita cualquier situación personal emotiva que le ocasione omisiones o tropiezos, nunca debe olvidar que le es fundamental tomar en cuenta
e t p d p b i oa q es v ad r g r e t e ,c n c ra a d t r o E o a o
l io e úlc l u e a iii, so s ooe l uioi. l rdr
responsable nunca podrá dirigirse –si quiere ser certero– en igual forma a todos
los grupos, porque no todos los grupos piensan, sienten y asimilan en forma
directa de idéntica manera. No es posible hablar igual a un grupo de médicos,
de amas de casa, de campesinos, de estudiantes, de sacerdotes, etc. Sus propias
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

d s i l n sr q i r nl i t n i nd u l n u j c n c e t yd r g d .A t sd
icpia euee a necó e n egae osine iiio ne e
hablar el orador debe conocer a su público, cambiar impresiones con él, atender
a su actividad, sus intereses, su manera de pensar, sus costumbres, en una palabra, su forma de vivir y su forma de ser. El ambiente en que conviven, sus
necesidades, sus aspiraciones, sus problemas, sus luchas, no sólo deben tomarse en cuenta sino ser la razón y la materia en que se fundamentarán las palabras
del orador. Muchas de las intervenciones oratorias de los politiqueros y
embaucadores van a dar al vacío porque no se han puesto a pensar en el público
al que se dirigen. El pueblo quiere oír lo que necesita oír. Y el pueblo posee una
gran inteligencia que le permite saber quiénes le hablan con la verdad y quiénes
l u i i a yl e g ñ n
o tlzn o naa.
Si encontramos grupos homogéneos (integrados por elementos semejantes)
no ofrecerán mayor problema, después de haber observado lo que hemos dicho
anteriormente. Es posible asimismo, que encontremos grupos heterogéneos (integrados por elementos diferentes); en estos casos debemos considerar todos
los elementos que los configuran y fijar nuestra atención en el efecto que produzcan nuestras palabras en ellos. Sus rostros, sus actitudes, sus movimientos,
nos dirán si están recibiendo nuestros conceptos o si los están rechazando. En
e t sc s ss l l h b l d dn sh r a a z ror t o e e ,h s al g a e o j so ao óo a aiia o aá vna ercdr at orr l be
tivo propuesto. No hay que olvidar que el individuo reacciona en forma diferente cuando está en grupo; por ello, el orador nunca debe mirar al vacío como
el actor, que sólo representa un papel. El orador está viviendo un nuevo papel.
Siempre deberá dirigirse a alguno o algunos del auditorio. Entablar mínimos y
r p d sd á o o s e n c s r o e p e rc e t sr c r o s h yi d c o d d s
áio ilgs i s eeai, mla iro euss i a niis e itracción, como silencios, voces más altas o golpes sobre un mueble. También
puede hacer preguntas que provocarán un sí o un no generales. De esta forma
los hará participar y unificarse más hacia su voluntad.
Las multitudes de los diversos pueblos ocasionan al orador un problema más
serio, porque necesitará primero unificarlas, lograr la consigna “todos somos
uno”; habiéndose hecho a un lado las diferencias de temperamento y reacciones. El carácter latino es eminentemente emotivo, a diferencia de los pueblos
sajones que son reflexivos. La emotividad es el mejor detonante de la gran eloceca
uni.

Empleo de la lengua adecuada
Es necesario seleccionar las palabras con mucho cuidado. De la elección de
ellas depende la efectividad de la elocuencia. En términos generales las pala-
LIBRO

59

DE CONSULTA

b a d b ns ra t n i a ,p o i s p e i a ,c n i a ,c a a ,a m n o a ye é rs ee e uétcs rpa, rcss ocss lrs roiss nr
gicas. Jamás deben utilizarse palabras que han caído en desuso, menos aún pal b a i c r e t s L f l ad c a i a p o u ec n u i n yl f l ad n t r l d d
ars norca. a at e lrdd rdc ofsó, a at e auaia
oain rs.
csoa ia
Si conocemos lo que vamos a decir (puesto que hablar de lo que no se conoce es hacer el ridículo) de igual forma debemos emplear las palabras usadas y
c n c d sp rt d s Q i n si t n a u i i a p l b a d f c l sp r u l sp ooia o oo. uee netn tlzr aars iíie oqe e a
rezcan “elegantes”, harán difícil tanto el usarlas como el que las entiendan. La
falta de armonía hará de nuestra lengua una amalgama de ásperos sonidos, lo
que se llama cacofonía y que distorsiona al oído. Finalmente, es indispensable
d rv g ral se p e i n s d l n a l s p e e t r a c nd t r i a i nye e a io a xrsoe, eiera, rsnals o eemncó nr
gía. La energía y la seguridad son los mejores aliados de la elocuencia.

FORMAS

DE

EXPRESIÓN

ORAL

La expresión oral tiene como objetivo exponer todo lo que somos capaces de
percibir, desde los más íntimos sentimientos y pensamientos hasta nuestra explicación y forma de contemplar el universo. La expresión oral, además de esto,
nos permite corregir, pulir y acrecentar nuestra lengua, nos relaciona con los
principales aspectos de la comunicación, nos sociabiliza al darnos a conocer e
identificarnos con los demás, enriquece nuestras imágenes, nos obliga a aprender de los otros, vincularnos con todos, en una palabra: tener un claro conocimiento de los hombres y del mundo que nos rodea.
Hay muchas formas de expresión oral, las que sobresalen son: la conversac ó ,l e t e i t ,l d s r a i nye d s u s .
in a nrvsa a ietcó l icro

Cnescó
ovrain
Dentro del terreno de la psicología se delimitan dos campos: lo que hacemos y
lo que sabemos que hacemos. Es cierto que conversamos diariamente, pero es
importante saber qué estamos conversando y cómo debemos conversar. En
todas las actividades de la expresión oral, como en el propio aprendizaje del
individuo, se debe comenzar por lo más inmediato y primordial. Los temas de
nuestra conversación deberán ser primero los que se relacionen con nosotros
mismos, con nuestras cosas, con nuestra familia, con nuestras costumbres, con
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

nuestro pueblo. Al ejercitar este proceso lo sistematizamos. Entonces estamos
en condiciones de estudiar, reflexionar y enjuiciar. Todo empieza con un diálogo, con el intercambio sencillo de contenidos emotivos y experiencias. El campo de comprensión se amplía y se traspasa el entendimiento común. La buena
conversación no puede hacer a un lado los siguientes puntos:
1. Desarrollar un diálogo amable.
2. Un intercambio de ideas claro y entusiasta.
3. Exponer las ideas en forma clara sin perder el tema central.
4. Tratar un tema interesante.
5. Hacer que todos participen.
6. Emplear un lenguaje adecuado al tema.
Como principio es conveniente ejercitar la conversación entre dos, tres, cuatro personas y así sucesivamente hasta llegar a grupos más o menos numerosos.
Ejemplo: plática de dos estudiantes que se presentan a un examen de admsó:
iin
—Hola, ¿tienes la ficha núm. 90?
—Sí.
—Entonces me toca después de ti. ¿Cómo te llamas?
—Manuel, ¿y tú?
—Ángela. ¿Vas a estudiar aquí?
—Sí, si me aceptan. Son muchos los que quieren entrar.
—Yo creo que deberían aceptarnos a todos. Todos tenemos derecho, ¿no crees?
—Sí.
—¿Por qué vienes a estudiar aquí? Eres de fuera, ¿no?
—Soy de Tlaxcala. Necesito estudiar para terminar pronto.
—¿Para qué?
—En mi pueblo tenemos muchos problemas; somos muchos, comemos mal.
Mi padre debe mucho y las cosechas no se dan bien. Yo tengo que ayudarlo. Voy a
e t d a u a oyat a a a .
suir n ñ
rbjr
—¿Vas a dejar luego la escuela?
—No, voy a hacer las dos cosas.
—Arrímate para adelante, no se vaya a meter otro. ¿Y no te sientes solo en la
cua?
idd
—Sí.
—Pero vas a encontrar compañeros. Si me toca el mismo grupo que tú te ayudo
a estudiar. Mis papás sí pueden comprarme libros; lo importante es que aquí de
veras nos enseñen. ¿Te gusta tener amigos?
LIBRO

61

DE CONSULTA

—Sí.
—A mí también. Verás, luego que nos juntemos con otros haremos muchas cosas, ¿estás preocupado?
—Sí.
—¿Por qué?
—No conozco a nadie; si no me aceptan nos lleva el diablo a todos.
—No te preocupes, te van a aceptar.
—¿Tú crees?
—Estoy segura. De mi secundaria se van a inscribir muchos, y juntos no nos
vamos a dejar. Me canso, ya verás. ¿Eres dejado?
—¿Qué es eso?
—Miedoso, que le saques a las cosas.
—¿A las cosas?
—A los problemas.
—No, a mí nada me da miedo. El que me friegue no lo hace dos veces. Soy
dcdd.
eiio
—Así se habla; entonces verás cómo vamos a lograr todo lo que queremos hacer.
Vente, nos toca en aquel salón.
—Vamos.

Eteit
nrvsa
La entrevista es un diálogo en el que una persona (entrevistador) formula una
serie de preguntas a otro (entrevistado), sobre diversos aspectos relativos a su
actividad o a su criterio. Es utilizada en la actualidad con mucha frecuencia en
l sa u t sp r o í t c s p r p rs sc r c e í t c sp o i se t d n r d l
o sno eidsio, eo o u aatrsia rpa sá eto e a
e p e i no a .E l e t e i t p r i i a e ol se t e i t d r sye ol se xrsó rl n a nrvsa atcpn l o nrvsaoe l o n
t e i t d s L e t e i t t e ed so j t v s d c rq i ne yc m e e e t e
rvsao. a nrvsa in o beio: ei ué s óo s l nrvistado o bien, decir cómo piensa, qué hace y cuál es su posición respecto a un
problema o hecho concreto que interese a la comunidad.
A t sd q ee e t e i t d rr a i el e t e i t ,d b r c n c rye t d a
ne e u l nrvsao elc a nrvsa eeá ooe suir
a la persona entrevistada para prever cómo va a reaccionar, ya que existen personas que adoptan una actitud de supuesta importancia, falsa, o bien, se dejan
llevar por el temor. Otros, por el contrario, hablan con aplomo y seguridad.
También es conveniente que el entrevistador conozca además toda la informac ó r l t v a e t e i t d ,af nd q en l s ae t a o
in eaia l nrvsao i e u o e e xrñ.
El entrevistador deberá siempre saber describir el lugar y los hechos, su visión será aguda para proyectar la personalidad del entrevistado y, sobre todo,
dominar el diálogo. La entrevista puede realizarse de “forma instantánea” o con
62

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

un sentido profundo. La primera comunicará los detalles en conjunto, lo vistoso
y llamativo. La segunda deberá ofrecer una imagen completa, clara, fiel reflejo
de la personalidad y los puntos de vista del entrevistado. El hombre es un carácter, se refleja en todo lo que le rodea: sus cosas, su casa, sus ademanes, su
rostro, su mirada, sus manos, etc. Lo más importante son los rasgos de su carácter y éstos se traslucirán en sus palabras y su pensamiento. En ocasiones es más
difícil no lo que se dice, sino cómo se dice. El entrevistador debe tener habilidad para el arte de preguntar y dialogar, cuidará siempre no sólo lo que pregunta
sino cómo lo pregunta. La entrevista sucesiva con base en la pregunta-respuesta, nunca será profunda.
El entrevistado deberá ser lo suficientemente auténtico y sincero para reflejar en sus respuestas su pensamiento y su carácter. Debe considerar que él es el
centro de la entrevista. También deberá dialogar y jamás responder monosilábicamente “sí” o “no”. Sin su participación notoria, carecerá de vida la entrevista. Sus respuestas deberán ser fundamentadas y debidamente aclaradas.
Debemos “ver” al entrevistado por lo que él mismo está diciendo. El entrevist d n d b l c rs h b l d dp r e c b l i l sp e u t s s n r p n e l se
ao o ee ui u aiia aa saulr a rgna, io eodra
i t n a p o e t rs p r o a i a .
netr ryca u esnldd
La entrevista puede realizarse confiando en la memoria cuando se tiene la
suficiente experiencia, pero aun así es preferible tomar notas o valerse de una
grabadora, pues interpretar las declaraciones del entrevistado altera la información. Los valores del entrevistado podrían no reproducirse originalmente,
t a c o a s ,yp r e s a t n i i a .
riinre edr u uetcdd
Ejemplo: entrevistas realizadas por la periodista uruguaya Ma. Esther Gilio,
c n e i a e s l b oL g e r l at p m r ,e r l c ó c nl h e g d lF i o
otnds n u ir a uril uaaa n eain o a ula e rgrífico Artigas, 1970. Comienza la autora con una pequeña explicación y a continuación procede a entrevistar a dos obreros y un niño.
…Sí, la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados
y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su
historia. Una huelga como Dios manda… Una ojeada aun rápida sobre la larga huelga que los obreros de la carne llevaron a cabo, parece mostrar aspectos,
m t c sn e o q el d f r n i nd o r s S b ee t e p r e c af e o p e u t d s
aie uvs u a ieeca e ta. or sa xeini urn rgnao
a a a ,s ne e i ,o r r s m j r sd o r r s h j sd o r r s
l zr i lgr beo, uee e beo, io e beo.

B C ,3 a o ,o r r .
. . 8 ñs beo
—¿Le parece que esta huelga ha tenido características que pueden diferenciarla de
ors
ta?
LIBRO

DE CONSULTA

63

—Para nosotros, los del Frigorífico Artigas, no hubo nunca huelgas, así que no
había de qué diferenciarla. Teníamos un sindicato que era para la risa. Nunca solidarizábamos con nadie. Los dirigentes que ni sé cómo se elegían, siempre defendían al
p t ó .I a í e eq ee s n i a oe t b d n r d le t b e i i n o H c ad e a o
arn mgns u l idct saa eto e salcmet. aí iz ñs
que no entrábamos en una huelga.
— Para hacer diez años les tocó una buena…
— Sí, de primera.
— ¿Cuál es para usted la enseñanza que dejó esta huelga, si es que dejó alguna?
— En primer término una idea clara de lo que vale la unidad.
— ¿La de todos los obreros que participaban en la huelga?
— No, de esa unidad ni se habla. Si no existe no hay huelga.
— No lo entiendo bien.
—Yo le estoy hablando de la unidad de la gente del cerro, y de la gente del centro
que nunca le vio la cara a uno. Cuántas veces, en otras huelgas, uno salía a vender
bonos y se daba cuenta de que la gente pensaba: ¿por qué no vas a trabajar en lugar
de andar mangueando? Ahora, todos los que salíamos por ahí a vender bonos o a
cualquier otra tarea, sentíamos que la gente estaba con nosotros.
— ¿A eso le llama usted la unidad?
— Sí, esa unidad fue lo más grande que tuvo esta huelga, cuando un gremio
consigue que todo el pueblo entienda, consiguió lo más grande.

B C ,4 a o ,o r r .
. . 0 ñs bea
—¿Qué le pareció esta huelga?
—Una huelga como Dios manda.
—¿Será que Dios manda en esto de las huelgas?
—En algunas manda el diablo, pero en ésta no se metió.
—¿En qué se notó que no se metía?
—En la forma como se organizó todo, como funcionaron los campamentos.
Los que tenían problemas para comer sabían que allí había para ellos y para sus hijos.
—¿Cómo se llegó a esta solución?
—Por la colaboración de la población en general y especialmente de los estudats
ine.
—¿La colaboración económica de los estudiantes?
—No solamente económica, intervinieron en nuestras reuniones, discutieron con
nosotros nuestros problemas.
—Aquello de unidad obrero-estudiantil dejó entonces de ser una frase para los
primeros de mayo…
—Tal vez no sea ésta la primera vez que se dio, pero es la primera vez que se dio
de esa manera. Eran como otros de los nuestros y cuando había que enfrentar a la
p l c aoh c rb r i a a ,f e o l sp i e o .
oií ae arcds urn o rmrs
64

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

—¿En ese sentido no considera que hubo una diferencia importante con huelgas
atroe?
neirs
—¿En qué sentido?
—En el de la violencia.
—Es posible; hubo otras huelgas muy violentas; sin embargo, hay algo en que
p d í e t rl d f r n i .
ora sa a ieeca
—Sí…
—Yo creo que esta vez uno no sabía a dónde podía llegar.
—¿En qué sentido?
—En el sentido de que… No sé, hubo momentos en que se tenía la sensación de
que el cerro entero iba a arder. La gente no tenía miedo, nada de miedo… no sabe
cuántos mocosos de 12, 14 años hubo que sacar de entre las patas de los caballos.

R Z 1 a o ,h j d u o r r d lF i o a .V n í b n sal s l d d lp e t d lr o
. . 0 ñs io e n beo e rgnl eda oo a aia e une e í
pnaoo
atns.
—Contame todo lo que sepas de la huelga.
—Yo no sé nada. Yo vendo bonos.
—¿Te divierte vender bonos?
—Sí.
—¿Entonces vendés bonos para divertirte?
—No… vendo bonos porque todos tienen que colaborar.
—¿Por qué todos tienen que colaborar?
—Porque si no la huelga se pierde.
—¿Y si todos colaboran?
—Si todos colaboran se gana.
—¿Siempre es así?
—Sí.
—¿Además de vender bonos qué otras cosas se pueden hacer para colaborar?
—¿Usted quiere colaborar?
—¿Yo? Bueno.
—Puede comprar bonos.

Dsrain
ietcó
Disertar es discurrir, razonar detenida y metódicamente sobre un determinado
tema o materia para exponerlo lo mejor posible. La disertación puede destinars ap r i i a u at s soar f t rh p t s suo i i n sa e a .
e atcpr n ei
eua ióei pnoe jns
Las conferencias son disertaciones, exposiciones de un tema, explicaciones,
análisis, detalles y comprobaciones del mismo. La conferencia tiene casi siem-
LIBRO

DE CONSULTA

65

pre una sola idea como núcleo de la disertación. La conferencia la lleva a cabo
e c n e e c s aod s r a t a t e p b i ooa d t r or u i o Q i nd s u r
l ofrnit ietne ne l úlc uioi end. ue icra
no deberá olvidar nunca las condiciones de la expresión oral.
La conferencia o disertación puede sostenerse con la sola palabra, o bien,
con la ayuda de imágenes cinematográficas, diapositivas, discos, pasajes de libros, testimonios, participación presencial de otras personas, etc. Todo esto
recibe el nombre de “ilustración de la conferencia”.
El disertante debe considerar que no puede ser breve ni tampoco extenderse
demasiado. No será repetitivo, sino todo lo contrario, conciso y directo. La duración de una conferencia puede variar de una a dos horas.
La reunión de varias personalidades con el fin de discutir sobre alguna materia, tema o suceso, se llama mesa redonda. En ella se discuten y se manifiestan
los diferentes puntos de vista, coincidentes u opuestos de los participantes. La
disertación también se lleva a cabo en el congreso y el simposium.
Ejemplo: José Martí diserta acerca de la pregunta ¿a quién tememos?
¿A qué es, pues, a lo que habremos de temer?
¿Al que más ha sufrido en Cuba por la privación de la libertad le tendremos
miedo, en el país donde la sangre que derramó por ella se la ha hecho amar demasiado para amenazarla? ¿Le tendremos miedo al negro, al negro generoso, al hermano
negro, que en los cubanos que murieron por él ha perdonado para siempre a los
cubanos que todavía lo maltratan? Pues yo sé de manos de negro que están más
dentro de la virtud que las de blanco alguno que conozco: yo sé del amor negro a la
libertad sensata, que sólo en la intensidad mayor y natural y útil se diferencia del
amor a la libertad del cubano blanco: yo sé que el negro ha erguido el cuerpo noble,
y está poniéndose de columna firme de las libertades patrias. Otros le teman: yo lo
amo: a quien diga mal de él, me lo desconozca, le digo a boca llena: “Mienten”.
¿Al español en Cuba habremos de temer? ¿Al español armado, que no nos pudo
vencer por su valor, sino por nuestras envidias, nada más que por nuestras envidias?
¿Al español que tiene en el Sardinero o en la Rambla su caudal y se irá con su caudal,
q ee s ú i ap t i ;oa q el t e ee C b ,p ra e oal t e r op rl r í d
u s u nc ara l u o in n ua o pg a ira o a az e
los hijos, y por miedo al castigo opondrá poca resistencia, y por sus hijos? ¿Al
español llano, que ama la libertad como la amamos nosotros, y busca con nosotros
u ap t i e l j s i i ,s p r o a a e oau ap t i i c p zei j s a a e p ñ lq e
n ara n a utca ueir l pg n ara naa nut, l sao u
padece, junto a su mujer cubana, del desamparo irremediable y el mísero porvenir de los hijos que le nacieron con el estigma de hambre y persecución, con el
decreto de destierro en su propio país, con la sentencia de muerte en vida con que
vienen al mundo los cubanos? ¿Temer al español liberal y bueno, a mi padre valenciano, a mi fiador montañés, al gaditano que me velaba el sueño febril, al catalán que
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

juraba y votaba porque no quería el criollo huir con sus vestidos, al malagueño que
saca en sus espaldas del hospital al cubano impotente, al gallego que muere en la
nieve extranjera, al volver de dejar el pan del mes en la casa del general en jefe de
la guerra cubana? ¡Por la libertad del hombre se pelea en Cuba, y hay muchos españoles que aman la libertad! ¡A estos españoles los atacarán otros: yo los ampararé
toda mi vida! A los que no saben que esos españoles son otros tantos cubanos, les
decimos: “¡Mienten!”
¿Y temeremos a la nieve extranjera? Los que no saben bregar con sus manos en la
vida, o miden el corazón de los demás por su corazón espantadizo, o creen que los
pueblos son meros tableros de ajedrez, o están tan criados en la esclavitud que
necesitan quién les sujete el estribo para salir de ella, ésos buscarán en un pueblo
de componentes extraños y hostiles la república que sólo asegura el bienestar cuando
se le administra en acuerdo con el carácter propio, y de modo que se acendre y
r a c .Aq i nc e q ef l aal sc b n sc r j yc p c d dp r v v rp rs e l
ele ue ra u at o uao oae aaia aa ii o í n a
tierra creada por su valor, le decimos: “Mienten”.
Y a los lindoros que desdeñan hoy esta revolución santa, cuyos guías y mártires
primero fueron hombres nacidos en el mármol y seda de la fortuna, esta santa
revolución que en el espacio más breve hermanó, por la virtud redentora de las
guerras justas, al primogénito heroico y al campesino sin heredad, al dueño de hombres y a sus esclavos; a los olimpos de pisapapel, que bajan de la trípode calumniosa
para preguntar aterrados, y ya con ánimos de sumisión, si ha puesto el pie en tierra
este peleador o el otro, a fin de poner en paz el alma con quien puede mañana
distribuir el poder; a los alzacolas que fomentan, a sabiendas, el engaño de los que
creen que este magnífico movimiento de almas, esta idea encendida de la redención
decorosa, este deseo triste y firme de la guerra inevitable, no es más que el tesón de
un rezagado indómito, a la correría de un general sin empleo o la algazara de los que
no gozan de una riqueza que sólo se puede mantener por la complicidad con el
deshonor o la amenaza de una turba obrera, con odio por corazón y papeluchos
por sesos, que irá, como del cabestro, por donde la quiera llevar el primer ambicioso
que la adule o el primer déspota encubierto que le pase por los ojos la bandera –a
lindoros o a olimpos, y a alzacolas–, les diremos:
—M e t n ¡ s ae l t r ao r r ,e a c d n e t aa i n a e t h l ,b r a o
ine. Et s a ub bea l ra e usr laz, l aaí odd
de mano de mujer, donde se ha guardado la espada de Cuba, el arenal redentor
donde se edifica y se perdona, y se prevé y se ama!
¡ a t ,b s ad m r sp l b a !
Bsa at e ea aars

Dsus
icro
El discurso es la facultad intelectual que nos permite dirigirnos a los demás
para comunicarles algo de primerísima importancia. La materia noble del dis-
LIBRO

DE CONSULTA

67

curso es la emoción. La práctica del discurso ha dado como resultado todo un
g n r :l o a o i .
éeo a rtra
La oratoria es el arte de expresarse con belleza y realidad por medio de la
palabra hablada ante un público, su intención es dirigir un mensaje.
Los griegos fueron los primeros que consideraron a la oratoria como un arte.
A los primeros oradores griegos se les llamó logógrafos, porque escribían discursos para que fueran pronunciados por personajes destacados públicamente.
Los dos más grandes oradores griegos fueron Demóstenes y Esquines, rivales
no sólo en los torneos de oratoria sino en sus ideas políticas. Demóstenes, con
un concepto cercano a la democracia, y Esquines conservador y reaccionario.
Demóstenes siempre defendió la hegemonía de Atenas enfrentándose a Filipo
de Macedonia, imperialista. Contra él pronunció sus “Filípicas”.
Entre los latinos, el más importante orador es Cicerón, quien da nombre a su
época. Al descubrir la conspiración de un aristócrata romano de nombre Catilina,
pronuncia sus patrióticos y vibrantes discursos ante el pueblo y el Senado, conocidos como “catilinarias”.
Los grandes oradores de la época de la Revolución Francesa, como Robesp e r ,e r v l c o a i ,d f n i r nl l b r a q et a d r sc m N p l ó I
ire l eouinro eedeo a ietd u rioe oo aoen
yl b r u s al a r b t r na p e l .
a ugeí e reaao l ubo
Célebres son ya en nuestro siglo los extraordinarios discursos de Vladimir
I i hL n n c n t u t rd l l b r a d lp e l s v é i o
lc ei, osrco e a ietd e ubo oitc.
En nuestra América, conciencia libertadora contuvieron los discursos de revolucionarios como Hidalgo, Simón Bolívar, José Martí, José de San Martín,
etc. Los precursores de la revolución de 1910, Enrique y Ricardo Flores Magón,
expusieron valientemente sus ideas patrióticas en enérgicos discursos. Así lo
hizo también Belisario Domínguez, a quien le costó la vida el haber desenmascarado la dictadura de Victoriano Huerta.
También fueron grandes oradores el libertador de China, Mao Tse Tung, y
los libertadores de Cuba Ernesto Guevara y Fidel Castro. Es importante subrayar que la palabra discurso ha sido ligada históricamente a la realidad y a la
liberación. El discurso debe ser sinónimo de liberación.
En uno de sus estudios, la maestra Elsa Margarita Camacho resume los siguientes conceptos de Marco Tulio Cicerón:
Nada hay en mi juicio más excelente —nos cuenta Cicerón que dijo Craso— que
poder, con la palabra, gobernar las sociedades humanas, atraer los entendimientos,
mover las voluntades y traerlas o llevarlas a donde se debe.
68

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

No hay materia ajena del orador, siempre que éste sepa tratarla con gravedad y
responsabilidad. A él pertenece el dar la prudente sugerencia a los problemas, a él,
levantar al pueblo de su apatía o refrenar sus ímpetus mal encauzados. La elocuencia
s r eal v zp r c s i a e f a d ys l a a i o e t .
iv a e aa atgr l rue avr l ncne
Así como el orador en ocasiones puede hablar con acierto de todas las materias
aunque superficialmente las conozca, así los cultivadores de otras artes pueden hablar con elegancia si han aprendido algo de retórica, pero no porque el labrador use
un estilo elegante en las cosas rústicas, o el médico al tratar las enfermedades, o el
pintor de pinturas, hemos de creer que la elocuencia entra en sus respectivos conocimientos, porque es tal la fuerza del ingenio humano, que muchos sin especial cultur ,c n i u na i i a a g d t d sl sa t syc e c a .
a osge dvnr lo e oa a re inis

Si algo ha cambiado radicalmente en su finalidad, es el discurso. Habitualmente el discurso ha sido deformado y reducido al acto de hablar desde un
estrado a un grupo numeroso de personas que a priori deberían presenciar y
aceptar lo que les comunicase el orador. Hoy el discurso es la más alta forma
directa de comunicación humana. El discurso ha orientado, modelado y construido la historia del siglo XX. El discurso ha servido como eje para modificar
el curso de la humanidad, para transformar la civilización, la evolución de la
vida cultural y política de los pueblos. Por medio del discurso han sido posibles
los cambios radicales y violentos de los pueblos y sus revoluciones. Si algún
t s i o i q e a ac m c r c e í t c d ls g op s d ,s r a l sd s u s sd
etmno udr oo aatrsio e il aao eín o icro e
sus grandes libertadores, de sus grandes revolucionarios que se levantaron por
encima de la estatura humana y le dieron a la palabra su verdadera dimensión.
El discurso es participación directa entre quien acepta la responsabilidad de
hablar por los demás y su comunidad. Es la identificación colectiva de mayor
envergadura y la forma de habla masiva más directa. El discurso es la necesidad
imperiosa del hombre por satisfacer lo más noble de su conciencia. Por ello, el
orador que toma la palabra para decir un discurso a los detnás, tiene la grave
responsabilidad histórica de emplear esa palabra con verdad y ponerla al servic od q i n sv ad r g r a
i e uee a iiil.
E i i i d l m y rd l st a c o e e d r g r eal sp e l se u d s u s
l nco e a ao e a riins s iiis o ubo n n icro
tendencioso, hipócrita y demagógico. Porque los pueblos cuando se reúnen esp r nv s u b a e c m n d l l g t m d d l j s i i yl l b r a ,s ñ l d
ea ilmrr l aio e a eiiia, a utca a ietd eaao
por todas y cada una de las palabras que forman el discurso. Nada más innoble
y más indigno que utilizar el discurso para engañar, corromper y sojuzgar a los
pueblos. Nada más inhumano y servil que emplearlo domesticadamente para
servir a intereses mezquinos ajenos a la comunidad. Quien pronuncia un dis-
LIBRO

DE CONSULTA

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curso debe saber que la fuerza emotiva de sus palabras y sus ideas pueden
romper o forjar cadenas.
Para el discurso hay que utilizar todos los conocimientos que hemos estudiado anteriormente en la expresión oral. Con mayor afirmación el conocer el auditorio y saber con precisión lo que se va a decir, cómo se va a decir, por qué se
va a decir y qué acción deberá resultar. En su forma, el discurso tiene tres
p r e :i t o u c ó ,c e p ,c n l s o e .
ats nrdcin uro ocuins

Itoucó
nrdcin
La introducción del discurso se inicia siempre con un saludo. En él deberá
identificarse el orador con su público. En primer lugar, el orador deberá entrar
e t r e o d s a i ,p r c ns g r d d p r c p a e i t r syl a e c ó d l
n ern, epco eo o euia, aa atr l neé a tnin e
público que no deberá dejar escapar en todo el trayecto. Pero lo más importante
es que sus palabras deberán ir orientadas a ganar la aceptación del auditorio, su
confianza, su credulidad, su certeza de que no sólo hablará sinceramente, sino
q ed r l q ee p e i od c r l q es n c s t v t l e t o r
u iá o u s rcs ei, o u e eeia iamne í.
En la introducción no es conveniente abordar la idea fundamental del discurso. La introducción deberá ser breve, hasta donde sea necesario, siempre y
cuando se logren los objetivos anteriores. Una mala introducción provocará
desconfianza, incredulidad y rechazo inmediato del auditorio. Los elementos
fundamentales para la introducción son: autodominio, firmeza, seguridad, dicción y sobre todo, cuidar los ademanes del cuerpo y la expresión del rostro.

Cep
uro
El cuerpo está formado por tres partes principales: el desarrollo, la arenga y
el clímax. En el cuerpo del discurso se dirá todo lo que se había propuesto
yd b d c r e
ee eis.
Desarrollo. Es abordar el tema o la tesis de manera creciente y con inteligencia. En esta parte, la profundidad y certeza de lo que se dice es fundamental.
No hay que olvidar, como hemos dicho, que nuestro carácter latino es esencialmente emotivo, y que lo que nos llega al espíritu pasa primero por nuestra emoción. Ir cuidando, guiando y fortaleciendo esa emoción es la actividad básica
d ld s r o l d ld s u s .
e earlo e icro
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Arenga. Al terminar el desarrollo efectivo y certero, y antes de empezar la
a e g ,e o a o d b c r i r r ed q ee p b i oe t d f n t v m n ec né .
rna l rdr ee ecoas e u l úlc sá eiiiaet o l
Que una palabra, un silencio, un ademán, un gesto, son seguidos por el auditorio. Con esta certitud comienza la arenga. Antes no. La arenga es llevar la emoción al máximo. En el momento de la arenga hay que decir las palabras claves
que en unas cuantas líneas resuman toda la intención del discurso, el meollo del
asunto. La arenga es el sacudimiento emocional, es el eje que producirá los
efectos previstos. Arengar significa comprometer la voluntad y provocar
las emociones y actos consecuentes. Arenga es poner en pie el vigor y la fuerza
del espíritu. En la arenga, el auditorio se condicionará y aclarará su posición y
participación personal ante el acontecimiento o los hechos que motivaron el
discurso. Se sentirán “ella” o “él” frente a la realidad. Más aún, el orador se
comprometerá conscientemente, ya que no tendrá más que una sola alternativ :p r i i a on g r e
a atcpr eas.
Clímax. En este momento se ha producido ya la unificación entre el orador y
las masas. Podríamos decir que el orador ha dejado de tener rostro para convertirse en el rostro innumerable de todos (buena prueba es que el orador se mirara
interiormente, y en caso de que siguiera siendo él, debería darse cuenta de que
es falso). Este es el momento máximo, el climático. Aquí deberán seleccionarse
las palabras exactas cuyo peso significará movilización, acción y consecuencias. En el momento clímax de un discurso el orador sabe que podría llevar a la
construcción (Lenin) o a la destrucción (Hitler), no sólo a un pueblo sino a
todos los hombres de la Tierra. Lo diremos aceptando el profundo lenguaje
popular: “ el momento de la verdad”. En el clímax, el orador dirigirá todo ese
es
potencial humano, del cual ya forma parte, a lograr la radical reivindicación de
los demás. Ese momento no es ni de interpretación ni de “vivencia”, es el centro en el que converge la existencia humana.

Cnlsoe
ocuins
El momento colectivo se ha dado. Y cualquier momento colectivo es histórico. Es tiempo de que se vuelva hecho lo hablado. El orador deberá tener la
fortaleza suficiente para sobreponerse al vértigo al que él mismo se ha dejado
llevar, y en tono razonado, y en calma, pero con la seguridad de todo lo anterior
deberá precisar lo que aportaron finalmente todas sus palabras. Dirá para todos
y para cada quien por ello mismo, lo que se deberá hacer. Lanzará las consignas
LIBRO

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DE CONSULTA

necesarias; esto es, aclarará lo que cada uno debe hacer. Finalmente, y como
segundo y último punto de las conclusiones, se marcará la acción a seguir.
Acción a seguir. Si un discurso solamente emocionó o “enardeció”, no es efectivo. Todo discurso debe producir una acción. Los discursos que producen pasividad o indiferencia, más aún, desprecio, no han sido discursos sino comedias
en las que solamente creen los invertebrados oradores que los han dicho. Después del discurso se cree, se aclara, se sabe, se tiene conciencia, se vive y se
acciona. Las palabras son hechos, somos por nuestros hechos. En ese momento
se marca la trayectoria general. El conocimiento del que ha hablado, su vigor,
su análisis, sus palabras comprometedoras, dejan de ser subjetivos porque ya
son de todos, porque realmente fueron impulsados por todos y consecuentemente ha llegado el momento de convertirlos en hechos, quien no es consecuente con sus ideas no debía siquiera haber concebido ideas. Todos sabrán,
porque así deberá hacérselo sentir el orador, lo que deben hacer.
El discurso cumple sólo con esta forma su verdadera función. Su función
masiva, su función de liberación.
Consideramos que para ejemplificar debidamente el discurso es necesario
t a s r b rl ss g i n e p s j sd d s u s d t e g í sp p l r s
rncii o iuets aae e icro e rs ua ouae.
Nuestro primer ejemplo es el discurso de Ricardo Flores Magón “La patria
burguesa y la patria de los trabajadores”, pronunciado el 19 de septiembre de
1915.
I NTRODUCCIÓN
Camaradas: La humanidad se encuentra en uno de los momentos más solemnes de
su historia. En el universo nada es estable: todo cambia, y nos encontramos en el
momento en que un cambio está por efectuarse en lo que se refiere al modo de
agruparse de los seres humanos y al conjunto de instituciones económicas, políticas,
s c a e ,m r l syr l g o a q ec n t t y nl q es l a as s e ac p t l s a os a
oils oae eiiss u osiue o u e lm itm aiait, e,
el sistema de la propiedad privada o individual.
CUERPO
El sistema capitalista muere herido por sí mismo, y la humanidad, asombrada, presencia el formidable suicidio. No son los trabajadores los que han arrastrado a las
naciones a echarse unas sobre las otras; es la burguesía misma la que ha provocado
el conflicto, en su afán por dominar los mercados. No se litiga en los campos de
Europa el honor de un pueblo, de una raza o de una patria, sino que se disputa, en
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

esa lucha de fieras (Primera Guerra Mundial), el bolsillo de cada quien; son lobos
hambrientos que tratan de arrebatarse una presa. No se trata del honor nacional
herido ni de la bandera ultrajada, sino de una lucha por la posesión del dinero, del
dinero que primero hizo sudar al pueblo en los campos, en las fábricas, en las minas,
en todos los lugares de explotación y que ahora se quiere que ese mismo pueblo
explotado lo guarde con su vida en los bolsillos de los que lo robaron.
¡Qué sarcasmo! ¡Qué ironía sangrienta! Se hace trabajar al pueblo por un mendrugo, quedándose los amos con la ganancia, y después se hace que los pueblos se
destrocen unos a otros para que esa ganancia no sea arrancada de las uñas de sus
verdugos. Protegernos los pobres, está bien; ése es nuestro deber, ésa es la obligación que nos impone la solidaridad. Protegernos los unos a los otros, ayudarnos,
defendernos mutuamente, es una necesidad que debemos satisfacer si no queremos ser aniquilados por nuestros señores; pero armarnos y echarnos unos sobre
otros para defender el bolsillo de nuestros amos, es un crimen de esa clase; es una
felonía que debemos rechazar indignados. A las armas, está bien; pero contra los
enemigos de nuestra clase, contra los burgueses, y si nuestro brazo ha de tronchar
alguna cabeza, que sea la del rico; si nuestro puñal ha de alcanzar algún corazón, que
sea el del burgués. Pero no nos destrocemos los pobres unos a los otros.
En los campos de Europa los pobres se destrozan unos a los otros en beneficio
d l sr c s q i n sl sh c nc e rq el c a e b n f c od l p t i .Yb e ,¿ u
e o io, uee o ae re u uhn n eeii e a ara in qé
patria tiene el pobre? Él no cuenta más que con sus brazos para ganarse el sustento,
sustento del que carece si al amo maldito no se le antoja explotarlo. ¿Qué patria
tiene? Porque la patria debe ser algo así como una buena madre que ampara por
igual a todos sus hijos. ¿Qué amparo tienen los pobres en sus respectivas patrias?
¡Ninguno! El pobre es un esclavo en todos los países, es desgraciado en todas las
patrias, es un mártir bajo todos los gobiernos. Las patrias no dan pan al hambriento,
no consuelan al triste, no enjugan el sudor de la frente del trabajador rendido de
f t g ,n s i t r o e e t ee d b lye f e t p r q eé t n a u ed lp i e o
aia o e nepnn nr l éi l ure aa u se o bs e rmr,
pero cuando los intereses del rico están en peligro, entonces se llama al pobre para
que exponga su vida por la patria, por la patria de los ricos, por una patria que no es
nuestra, sino de nuestros verdugos.
ARENGA
Abramos los ojos, hermanos de cadena y de explotación; abramos los ojos a la luz
de la razón. La patria es de los que poseen, y los pobres nada poseen. La patria es la
madre cariñosa del rico y la madrastra del pobre. La patria es el polizonte armado
de un garrote que nos arroja a puntapiés al fondo de un calabozo o nos pone el
cordel en el pescuezo cuando no queremos obedecer las leyes escritas por los ricos
e b n f c od l sm s o r c s L p t i ( i t m c p t l s a n e n e t am d e ¡ s
n eeii e o ims io. a ara ssea aiait) o s usr ar, e
nuestro verdugo!
LIBRO

73

DE CONSULTA

Y por defender a ese verdugo, nuestros hermanos los proletarios de Europa se
arrancan la existencia los unos a los otros. Imaginaos el espacio que ocuparán más de
6 millones de cadáveres; una montaña de cadáveres, ríos de sangre y de lágrimas, eso
es lo que ha producido hasta este momento la guerra europea. Y esos muertos son
nuestros hermanos de clase, son carne de nuestra carne y sangre de nuestra sangre.
Son trabajadores que desde niños fueron enseñados a amar a la patria burguesa,
para que, llegado el caso, se dejasen matar por ella. ¿Qué poseían de sus patrias esos
héroes? ¡Nada! No poseían otra cosa que un par de brazos robustos para procurarse
e s s e t p o i ye d s sf m l a .A o al sv u a ,l sd l e t sd e o t a a
l utno rpo l e u aiis hr a ids o oine e ss rbjadores tendrán que morirse de hambre. Las mujeres se prostituirán para llevar a la
boca un pedazo de pan, los niños robarán para llevar algo de comer a sus ancianos
p d e ,l se f r o i á a h s i a yal t m a B r e ,p e i i ,h s i a ,m e t
ars o nems rn l optl
a ub. udl rsdo optl ure
miserable: he ahí el premio que recibirán los deudos de los héroes que mueren por
su patria, mientras los ricos y los gobernantes derrochan en francachelas el oro que
h h c os d ra p e l e l f b i a e e t l e ,e l m n .¡ u c n r s e S c i
a eh ua l ubo n a árc, n l alr n a ia Qé otat! arficio, dolor, lágrimas para los que todo lo producen, para los creadores abnegados
de la riqueza. Placeres y dichas para los holgazanes que están sobre nuestros hombros. Sacudámonos, agitémonos, obremos para que caigan a nuestros pies los parásitos que acaban con nuestra existencia. Pongamos resueltamente nuestros puños en
el cuello del enemigo. Somos más fuertes que él. Un revolucionario dijo esta inmensa v r a : L s t r n s n s p r c n g a d s p r u e t m s d r d l a , ¡ e a t m n s
edd o iao o aee rne oqe sao e oils lvnéoo!
C LÍMAX
Yb e ,h r i l c m e l c r i e í i s n a aq ec n i r ee m t d r e t r i o
in orbe oo s a ancra nest u ovet n aaeo l ertrio del viejo mundo, ella tiene que producir inmensos bienes a la humanidad, y en
l g rd e t e a n sat i t sr f e i n sc n i e a d t ns l e d l r l sl g i a
ua e nrgro rse elxoe osdrno a oo l oo, a árms
y la sangre, alegrémonos, regocijémonos de que tal hecatombe haya tenido lugar. La
catástrofe mundial que contemplamos es un mal necesario. Los pueblos, envilecidos
por la civilización burguesa ya no se acordaban de que tenían derechos, y se hacía
indispensable una sacudida formidable para despertarlos a la realidad de las cosas.
Hay muchos que necesitan del dolor para abrir sus cerebros a la razón. El maltrato
envilece al apocado y al tímido, pero en el pecho del hombre de vergüenza despierta
sentimientos de dignidad y de noble orgullo que lo hacen rebelarse. El hambre
doblega al cobarde y lo entrega de rodillas al burgués; pero es al mismo tiempo un
a i a eq eh c e c b i a al sp e l s E s f i i n op e ec n u i al r s g a
cct u ae nartr o ubo. l urmet ud odcr a einción y a la paciencia; pero también puede poner en las manos del hombre valiente el
puñal, la bomba y el revólver. Y esto será lo que suceda cuando termine esta guerra
infame, o lo que hará terminar. Las grandes batallas campales terminarán con la
barricada y el motín de los pueblos rebelados, y las banderas nacionales se desvanecerán en el espacio, para dar lugar a la bandera roja de los desheredados del mundo.
74

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Entonces la revolución que nació en México, y que vive aún como azote y un
castigo para los que explotan, los que embaucan y los que oprimen a la humanidad,
extenderá sus flamas bienhechoras por toda la Tierra y en lugar de cabezas de proletarios rodarán por el suelo las cabezas de los ricos, de los gobernantes y de los
s c r o e ,yu s l g i os b r a e p c o e c p d d lp c od m l o e ym l o
aedts n oo rt uiá l sai, saao e eh e ilns ilnes de seres humanos: ¡Viva Tierra y Libertad!
Y por primera vez el sol no se avergonzará de enviar sus rayos gloriosos a esta
mustia tierra, dignificada por la rebelión, y una humanidad nueva, más justa, más
sabia, convertirá a todas las patrias en una sola patria, grande, hermosa, buena: la
patria de los seres humanos; la patria del hombre y de la mujer, con una sola bander ,l d l f a e n d du i e s l
a a e a rtria nvra.
Saludemos, compañeros de fatigas y de ideales, a la Revolución Mexicana. Saludemos esa epopeya sublime del peón convertido en hombre libre por la rebeldía, y
pongamos todo lo que esté de nuestra parte, nuestro dinero, nuestro talento, nuestra
energía, nuestra buena voluntad, y si es necesario sacrifiquemos nuestro bienestar,
nuestra libertad y aun nuestra vida para que esa Revolución no termine con el encumbramiento de ningún hombre al poder, sino que, siguiendo su curso reivindicador,
termine con la abolición del derecho de propiedad privada y la muerte del principio
de autoridad; porque mientras haya hombres que poseen y hombres que nada tienen, el bienestar y la libertad serán un sueño, continuarán existiendo tan solo como
u ab l ai u i nj m sr a i a a
n el lsó aá elzd.
La Revolución no debe ser el medio de que se valgan los malvados para encumbrarse, sino el movimiento justiciero que dé muerte a la miseria y a la tiranía, cosas
que no mueren eligiendo gobernador sino acabando con el llamado derecho de
propiedad privada. Este derecho es la causa de todos los males que sufre la humanidad. No hay que buscar el origen de nuestros males en otra cosa, pues por el
derecho de propiedad hay gobierno y hay sacerdotes. El gobierno es el encargado
de ver que los ricos no sean despojados por los pobres, los sacerdotes no tienen otra
misión que infundir en los pechos proletarios la paciencia, la resignación y el temor
de Dios, para que no piensen jamás en rebelarse contra sus tiranos y explotadores.
El Partido Liberal Mexicano –unión obrera revolucionaria– comprende que la
libertad y el bienestar son imposibles mientras existan el capital, la autoridad y el
clero, y a la muerte de estos tres monstruos o de ese monstruo de tres cabezas
tienden todos sus esfuerzos, y a la propaganda y a la acción de los miembros de este
partido se debe el hecho que no hay un gobierno estable en México, esto es, que no
se fortalezca una nueva tiranía. No queremos ricos, no queremos gobernantes ni
sacerdotes, no queremos bribones que exploten las fuerzas de los trabajadores; no
queremos bandidos que sostengan con la ley a esos bribones, ni malvados que en
nombre de cualquier religión hagan del pobre un cordero que se deje devorar de los
l b ss nr s s e c ays np o e t .
oo i eitni i rtsa
LIBRO

75

DE CONSULTA

Aquellos de vosotros que queráis conocer a fondo por qué lucha el Partido Liberal Mexicano, no tenéis que hacer otra cosa que leer el manifiesto de 23 de septiembre de 1911, promulgado por la junta organizadora del partido.
Así como la guerra europea es un mal necesario, la Revolución Mexicana es un
b e .H ys n r ,h yl g i a ,h ys c i i i s e c e t ;p r ¿ u g a d c n u s a
in a age a árms a arfco, s iro eo qé rne oqit
ha sido obtenida entre fiestas y placeres? La libertad es la conquista más grande que
puede apetecer un pecho digno, y la libertad sólo se obtiene arrostrando la muerte,
l m s r aye c l b z .
a iei l aaoo
Pensar que de otra manera se puede conquistar la libertad, es equivocarse lamentbeet.
almne
Nuestra libertad está en las manos de nuestros opresores; de ahí que no podemos
a q i i l s nl c ays ns c i i i .
durra i uh i arfco
¡ d l n e S e E r p s c m a et d v ap rl p t i ,e t e ,p rl sr c s e
Aeat! i n uoa e obt oaí o a ara so s o o io, n
México se lucha por: ¡Tierra y Libertad! ¡Adelante! El momento es solemne. En
México el sistema capitalista se derrumba a los golpes de la plebe dignificada, y los
clamores de los ricos y los clérigos llegan a Washington a trastornar el seso de ese
pobre juguete de la burguesía que se llama Woodrow Wilson, el presidente enano, el
funcionario de sainete que, por ironía del destino, le ha tocado ser actor en una
tragedia en la que solamente deberían tomar parte personajes de hierro.
¡ d l n e E r m d oe t an e t oa c n e P r a a a c ne s s e ac p t l s a
Aeat! l eei sá usr lac. aa cbr o l itm aiait
no tenemos otra cosa que hacer que poner nuestras manos sobre los bienes que se
encuentran en las garras de los ricos y declararlos propiedad de todos, hombres y
mujeres. El hombre arriesga su vida por encumbrar a un gobernante, que por más
amigo del pobre que se diga ser, nunca lo será más que lo es del rico, ya que su
misión es velar porque la ley sea respetada, y la ley ordena que se respete el derecho
de propiedad privada o individual.
C ONCLUSIONES
La expropiación, éste es el remedio; pero debe ser la expropiación para beneficio de
todos y no de unos cuantos. La expropiación es la llave de oro que abre las puertas
de la libertad, porque la posesión de la riqueza da la independencia económica. El
q en n c s t a q i a s sb a o p r v v r e ee l b e
u o eeia lulr u rzs aa ii, s s ir.
¡Adelante! No es posible detenerse y ser simples espectadores del drama formidable. Que cada cual se una a los de su clase: el pobre con el pobre, el rico con el
r c ,p r q ec d q i ns e c e t ec nl ss y sye s p e t e l b t l af n l
io aa u aa ue e nunr o o uo n u uso n a aal ia,
la de los pobres contra los ricos; la de los oprimidos contra los opresores; la de los
hambrientos contra los hartos, y cuando el humo del último disparo se haya disipado y del edificio burgués no quede piedra sobre piedra, que el sol alumbre nuestras
frentes ennoblecidas y a la Tierra le quepa el orgullo de sentirse pisada por hombres
y no por rebaños.
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Con mano robusta se han hecho pedazos las rejas de los presidios y con los
b r o e h nh n i oe c á e d j e e yc g t n a .A b r u sl h na a i i d e
arts a udd l rno e ucs aaits l ugé e a crcao l
pescuezo con la cuerda de los ahorcados, y con gesto heroico, jamás presenciado
por los siglos, han puesto la mano sobre la tierra que palpita emocionada al sentirse
poseída por hombres libres...
¡Adelante! Que en este momento solemne cada quien cumpla con su deber.
¡Viva el Partido Liberal Mexicano! ¡Viva Tierra y Libertad!

Pasemos ahora a otro discurso, el del libertador de China, Mao Tse Tung, al
que tituló “El viejo tonto que removió las montañas”, pronunciado el 11 de
junio de 1945 ante el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China.
Camaradas:
Hemos celebrado un Congreso muy fructífero. Hemos hecho tres cosas. Primera,
determinamos la línea de nuestro Partido, que consiste en movilizar audazmente a
las m s s y r b s e e l s f e z s p p l r s a f n d q e b j l d r c i n d l P r i
aa outcr a ura ouae i e u, ao a iecó e atdo, derroten a los agresores japoneses, consigan la liberación de todo el pueblo y
construyan una China de nueva democracia. Segunda, aprobamos los nuevos Estatutos del Partido. Tercera, elegimos el organismo dirigente del Partido: el Comité
Central. De ahora en adelante nuestra tarea es dirigir a todo el Partido en la aplicación de su línea. El nuestro ha sido un congreso de victoria, un congreso de unidad.
Los delegados han formulado excelentes observaciones sobre los tres informes.
Muchos camaradas se han hecho autocrítica; partiendo del afán de unidad, se ha
logrado la unidad mediante la autocrítica. Este Congreso ha sido un modelo de
unidad, de autocrítica y de democracia interna del Partido.
Clausurado el Congreso, muchos camaradas regresarán a sus puestos de trabajo
op r i á p r l sd v r o f e t sd b t l a
atrn aa o iess rne e aal.
Adonde quiera que vayan, camaradas, deben divulgar la línea del Congreso y, por
i t r e i d l sm l t n e d lP r i o e p i a l al sg a d sm s sp p l r s
nemdo e o iiats e atd, xlcra a rne aa ouae.
Al divulgar la línea del Congreso, nos proponemos infundir a todo el Partido y a
todo el pueblo la convicción que la revolución triunfará. Ante todo, debemos elevar
la conciencia política de la vanguardia, de modo que sea resuelta, no tema ningún
sacrificio y supere todas las dificultades para conquistar la victoria. Pero esto no
basta; también debemos despertar la conciencia política de las grandes masas populares de todo el país para que, voluntariamente y de buen grado, luchen junto con
nosotros por la victoria. Debemos inflamar a todo el pueblo con la convicción de
que China pertenece al pueblo chino y no a los reaccionarios. Hay una antigua fábula
china llamada “El viejo tonto que removió las montañas”. Cuenta que hace mucho
tiempo vivía en el norte de China un anciano conocido como el Viejo Tonto de las
LIBRO

DE CONSULTA

77

Montañas del Norte. Su casa miraba al sur, y frente a ella, obstruyendo el paso, se
alzaban dos grandes montañas: Taijang y Wangwu. El Viejo Tonto decidió llevar a
sus hijos a remover con azadones las dos montañas. Otro anciano, conocido como
el Viejo Sabio, los vio y, riéndose, les dijo: “¡Que tontería! Es absolutamente imposible que vosotros, siendo tan pocos, logréis remover montañas tan grandes.” El
Viejo Tonto respondió: “Después que yo muera, seguirán mis hijos; cuando ellos
m e a ,q e a á m sn e o ,yl e os sh j syl sh j sd s sh j s ya íi d f n urn udrn i its ug u io o io e u io, s neii
damente. Aunque son muy altas, estas montañas no crecen y con cada pedazo
que les sacamos se hacen más pequeñas. ¿Por qué no vamos a poder removerlas?”
Después de refutar la errónea idea del Viejo Sabio, siguió cavando día tras día, sin
cejar en su decisión. Dios, conmovido ante esto, envió a la Tierra dos ángeles que se
llevaron a cuestas ambas montañas. Hoy, sobre el pueblo chino pesan también dos
grandes montañas, una se llama imperialismo y, la otra feudalismo. El Partido Comunista de China hace tiempo que decidió eliminarlas. Debemos perseverar en nuestra
decisión y trabajar sin cesar; también conmoveremos a Dios. Nuestro Dios no es
otro que las masas populares de China. Si ellas se alzan y cavan junto con nosotros,
¿por qué no vamos a poder eliminar esas montañas?
Ayer, durante una conversación con dos norteamericanos que regresaban a su
país, dije que el gobierno de los Estados Unidos trata de socavar nuestra causa y que
eso no lo toleraremos. Nos oponemos a la política de ese gobierno de apoyar a
Chiang Kai-shek contra los comunistas. Pero debemos establecer una distinción,
primero, entre el pueblo y el gobierno de los Estados Unidos y, segundo, dentro de
ese gobierno, entre los que deciden la política y los funcionarios en general. Dije a
estos dos norteamericanos: “Comuniquen a los fabricantes de la política de su gobierno que nosotros les prohibimos entrar en las regiones liberadas, porque su política es apoyar a Chiang Kai-shek contra los comunistas, y no les tenemos confianza.
P e e v n ral sr g o e l b r d ss s p o ó i oe c m a i a J p n p r a t s
udn ei a eins ieaa i u rpst s obtr l aó, eo ne
hay que llegar a un acuerdo. No les permitiremos andar husmeando por donde se
les antoje. Dado que Patrick J. Hurley declaró públicamente que no habría cooperación con el Partido Comunista de China, ¿para qué desean ustedes venir a merodear
e neta rgoe lbrds”
n usrs eins ieaa?
La política del gobierno yanqui de apoyar a Chiang Kai-shek contra los comunistas revela lo desenfrenada que es la reacción norteamericana. Pero está condenado al
f a a ot d i t n od l sr a c o a i s c i o oe t a j r s p r i p d rl v c
rcs oo net e o ecinro, hns xrneo, aa mei a itoria de nuestro pueblo. La democracia constituye la corriente principal en el mundo
actual, mientras que la reacción antidemocrática es sólo una contracorriente. Esta
c n r c r i n er a c o a i i t n ap e o i a s b el c r i n ep i c p ld i d otaoret ecinra net rdmnr or a oret rnia e ne
pendencia nacional y democracia popular, pero jamás pasará a ser corriente principal. Actualmente existen aún en el viejo mundo tres grandes contradicciones, que
hace ya tiempo señaló Stalin: la primera, entre el proletariado y la burguesía dentro
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

d l sp í e i p r a i t s l s g n a e t el sd v r a p t n i si p r a i t s yl
e o ass meilsa; a eud, nr a iess oeca meilsa, a
t r e a e t el sp í e c l n a e ys m c l n a e yl sm t ó o i i p r a i t s
ecr, nr o ass ooils eiooils a erpls meilsa.
Estas contradicciones no sólo siguen existiendo, sino que se desarrollan tornándose
m sa u a ya p i s Yac n e u n i d s e i t n i yd s r o l ,l e a áe d ae
á gds mla.
osceca e u xseca earlo lgr l í n
que sea barrida la contracorriente reaccionaria antisoviética, anticomunista y
a t d m c á i a q eh yt d v ae i t .
nieortc, u o oaí xse
En estos momentos se celebran dos congresos en China, el VI Congreso del
Kuomintang y el VII Congreso del Partido Comunista. Tienen objetivos diametralmente opuestos: uno pretende aniquilar al Partido Comunista y demás fuerzas
democráticas de China y así sumergir a nuestro país en las tinieblas; el otro aspira
a d r o a a i p r a i m j p n sys sl c y s l sf e z sf u a e c i a ,c n t u r
ercr l meilso aoé u aao, a ura edls hns osri
una China de nueva democracia y, de esta manera, conducir a nuestro país hacia la
luz. Estas dos líneas luchan entre sí. Tenemos la firme convicción de que, dirigido
por el Partido Comunista de China y guiado por la línea de su VII Congreso, el
p e l c i oa c n a ál v c o i t t l m e t a q el l n ac n r r e o u i n r a
ubo hn lazr a itra oa, inrs u a íe otarvlcoai
del Kuomintang fracasará.

Del Comandante Fidel Castro, fragmentos de su discurso pronunciado en la
Velada Solemne en Memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, en la Plaza de la Revolución, el 18 de octubre de 1967.
Compañeras y compañeros revolucionarios:
Fue un día, después de julio, de agosto de 1955, cuando conocimos al Che. Y en
una noche, como él cuenta en sus narraciones, se convirtió en un futuro expedicionario del Granma. Pero en aquel entonces, aquella expedición no tenía ni barcos ni
armas ni tropa.
Y fue así como, junto con Raúl, el Che integró un grupo de los tres primeros de
la lista. Han pasado desde entonces 12 años. Han sido 12 años cargados de lucha, a lo
l r od l sc a e l m e t s g m c a v d sv l o a ei r p r b e .P r al v z
ag e o uls a ure eó uhs ia aiss reaals eo a e,
además de esto, surgieron personas extraordinarias en estos años de nuestra Revolución, y se forjaron entre los hombres de la Revolución, y entre los hombres y el
pueblo, lazos de afecto y lazos de amistad quedaron más allá de toda expresión
psbe
oil.
En esta noche nos reunimos, ustedes y nosotros, para tratar de expresar de algún
modo ese sentimiento en relación con quien fue uno de los más familiares, uno de
los más admirados, uno de los más queridos y, sin duda alguna, el más extraordinario de nuestros compañeros de Revolución. Expresar esos sentimientos a él, y a los
otros que con él han combatido, y a los otros que con él han caído, de ese, su ejército
internacionalista que ha estado escribiendo una página gloriosa e imborrable de la
LIBRO

DE CONSULTA

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h s o i …E ae au ad s sc r c e í t c se e c a e :l d s o i i ni m d a a i s
itra s r n e u aatrsia snils a ipscó neit, nt n á e ,ao r c r ep r r a i a l m s ó m sp l g o a Ya u l o n t r l e t ,
atna fees aa elzr a iin á eirs. qel, auamne
suscitaba la admiración y la doble admiración hacia aquel compañero que luchaba
junto a nosotros, que no había nacido en esta tierra, que era un hombre de ideas
profundas, que era un hombre en cuya mente bullían sueños de luchas en otra parte
d lc n i e t .Ys ne b r o a u la t u s o a u ld s n e é ,a u l ad s o i i na
e otnne i mag, qe lrim, qe eitrs qel ipscó
hacer siempre lo más difícil, a arriesgar su vida constantemente. Fue así como se
ganó los grados de Comandante y de Jefe de la Segunda Columna que se organizaba en la Sierra Maestra. Fue así como comenzó a crecer en su prestigio, como
comenzó a adquirir su fama de magnífico combatiente que hubo de llevar a los
grados más altos en el transcurso de la guerra. Che, era un insuperable soldado. Che,
era un insuperable jefe. Che, era, desde el punto militar, un hombre extraordinariamente capaz, extraordinariamente valeroso, extraordinariamente agresivo. Si como
g e r l e ot n au “ a ó d A u l s ,e t t l nd A u l se as e c s v a r s v urilr eí n tln e qie” se aó e qie r u xeia geii
dad, era su absoluto desprecio al peligro. Los enemigos pretenden sacar conclusiones de su muerte. Che, era un maestro de la guerra. Che, era un artista de la lucha
guerrillera. Y lo demostró infinidad de veces…
Lo demostró sobre todo en su audaz ataque a la ciudad de Santa Clara, penetrando con una columna de apenas 300 hombres en una ciudad defendida por tanques,
artillería, y varios miles de soldados de infantería. Por haberse influido profundamente en su conducta la idea de que los hombres tienen un valor relativo en la
historia, la idea de que las causas no son derrotadas cuando los hombres caen. Y
la i c n e i l m r h d l h s o i n s d t e e n s d t n r a t l c í a d l s
notnbe aca e a itra o e ein i e eedá ne a ad e o
pbe.
ors
Nuevos jefes surgirán. Y los hombres, los oídos receptivos, y las manos que se
e t e d n n c s t r nj f sq es r i á d l sf l sd lp e l ,c m h ns r i ol s
xina, eeiaá ee u ugrn e a ia e ubo oo a ugd o
jefes en todas las revoluciones. Y es en ese campo, en el campo de las ideas, en el
campo de los sentimientos, en el campo de las juventudes revolucionarias, en el camp d l i t l g n i ,e ,a a t d s sv r u e m l t r s e q en s t o s n i o l
o e a neieca s pre e u itds iiae, n u oors etms a
tremenda pérdida que para el movimiento revolucionario ha significado su muerte.
Porque Che unía en su extraordinaria personalidad virtudes que rara vez aparecen
juntas. Él descolló como hombre de acción insuperable, pero Che no fue sólo un
hombre de acción insuperable. Che era un hombre de pensamiento profundo e
inteligencia visionaria; un hombre de profunda cultura: es decir, que reunía en su
persona al hombre de ideas y al hombre de acción.
P re ol h l g d al sg n r c o e f t r sn s l s e p r e c a s sc n c o s e a eao a eeains uua o óo u xeini, u ooi
mientos como soldado del pasado, sino, y a la vez, las obras de su inteligencia. Sus
escritos, no dudamos de que pasarán a la posteridad como monumentos clásicos
del pensamiento revolucionario… Los días reglamentarios de descanso, los dedicaba al trabajo voluntario… Como revolucionario comunista, verdaderamente comu-
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

n s a t n au ai f n t f e l sv l r sm r l s T n au ai f n t f e l c n i n i
it, eí n niia e n o aoe oae. eí n niia e n a oceca
de los hombres…
¿Cómo debemos mirar nosotros el ejemplo del Che? Acaso pensamos que lo
hemos perdido. Cierto es que no volveremos a ver nuevos escritos. Cierto es que no
volveremos a escuchar de nuevo su voz. Pero el Che le ha dejado al mundo un
patrimonio, un gran patrimonio. Y de este patrimonio, nosotros que lo conocimos
tan de cerca, seremos, debemos ser, en grados considerables, herederos suyos. Y
éste fue: su pensamiento revolucionario. Y éste fue: sus virtudes revolucionarias.
Y éste fue: su carácter, su voluntad, su tenacidad, su espíritu de trabajo. En una
palabra, nos dejó su ejemplo. Y el ejemplo del Che debe ser un modelo para nuestro pueblo. El ejemplo del Che debe ser modelo ideal para nuestro pueblo. Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios,
nuestros militantes, nuestros hombres; debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡Que sean como el Che! Si queremos expresar cómo queremos que sean los
hombres de las futuras generaciones, debemos decir: ¡Que sean como el Che! Si
queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestros niños, debemos decir sin
vacilación: ¡Queremos que se eduquen en el espíritu del Che! Si queremos un modelo
de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de
hombre que pertenece a los tiempos futuros, de corazón digo que ese modelo, sin
una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola
mancha en su actuación: ¡Ese modelo es el Che! Si queremos saber cómo deseamos
que sean nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón de vehementes revolucionarios: ¡Queremos que sean como el Che!
Che se ha convertido en un modelo de hombre no sólo para nuestro pueblo, sino
p r c a q i rp e l d A é i aL t n .C el e óas m sa t e p e i ne e t i i t
aa ulue ubo e mrc aia h lv u á la xrsó l socsa
r v l c o a i ,e e p r t d s c i i i r v l c o a i ,l c m a i i a d lr v l eouinro l síiu e arfco eouinro a obtvdd e eou
c o a i ,e e p r t d t a a od lr v l c o a i .YC el e ól si e sd lm r i inro l síiu e rbj e eouinro h lv a da e axs
mo-leninismo a su expresión más fresca, más pura, más revolucionaria. Ningún
hombre como él en estos tiempos ha llevado a su nivel más alto el espíritu internac o a i t p o e a i .Yc a d s h b ed i t r a i n l s ap o e a i ,yc a d s
inlsa rltro uno e al e nencoait rltro uno e
busque un ejemplo de internacionalista proletario, ese ejemplo, por encima de cualquier otro ejemplo, es el ejemplo del Che. En su mente y en su corazón habían
d s p r c d l sb n e a ,l sp e u c o ,l sc o i i m s l se o s o .Ys s n r
eaaeio a adrs o rjiis o hvnso, o gíms u age
g n r s e t b d s u s oav r i l p rl s e t d c a q i rp e l ,p rl c u ad
eeoa saa ipet etra o a ure e ulue ubo o a as e
c a q i rp e l ,yd s u s oav r i l e p n á e m n e yd s u s oav r i l i s
ulue ubo ipet etra sotnaet, ipet etra ntantáneamente. Y así, sangre suya fue vertida en esta tierra cuando lo hirieron en
diversos combates. Sangre suya por la redención de los explotados y los oprimidos,
de los humildes y los pobres, se derramó en Bolivia.
Esa sangre se derramó por todos los explotados, por todos los oprimidos. Esa
sangre se derramó por todos los pueblos de América y se derramó por Vietnam.
LIBRO

DE CONSULTA

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Porque él, allá, combatiendo contra las oligarquías, combatiendo contra el imperialismo, sabía que brindaba a Vietnam la más alta expresión de su solidaridad.
Es por eso, compañeros y compañeras de la Revolución, que nosotros debemos
mirar con firmeza el porvenir, y con decisión. Es por eso que debemos mirar con
optimismo el porvenir, y buscaremos siempre en el ejemplo del Che la inspiración.
L i s i a i ne l l z l i s i a i ne l t n c d d l i s i a i ne l i t a s g n
a nprcó n a u, a nprcó n a eaia, a nprcó n a nrniec af e t a e e i oyl i s i a i ne e s n i i n oi t r a i n l s a E p re o
i rne l nmg a nprcó n l etmet nencoait. s o s
que nosotros en la noche de hoy, después de este impresionante acto, después de
esta increíble –por su magnitud, por su disciplina y por su devoción– muestra
multitudinaria de reconocimiento que demuestra cómo éste es un pueblo sensible,
que demuestra cómo éste es un pueblo agradecido, que demuestra cómo este pueblo sabe honrar la memoria de los valientes que caen en el combate, que demuestra
cómo este pueblo sabe reconocer a los que le sirven, que demuestra cómo este
pueblo se solidariza con la lucha revolucionaria, cómo este pueblo levanta y tendrá
siempre en alto y cada vez más en alto las banderas revolucionarias y los principios
rvlcoais
eouinro.
Hoy, en estos instantes de recuerdo debemos elevar nuestro pensamiento y con
optimismo del futuro, con optimismo absoluto en la victoria definitiva de los pueblos, le digamos al Che, y con él a los héroes que combatieron y cayeron junto a él:
¡ a t l v c o i ,s e p e ¡ a r aom e t :V n e e o !
Hsa a itra imr! Pti ure ecrms
Blanca
5. EXPRESIÓN ESCRITA
Esta Calavera tenía lengua y podía hablar

Hamlet

Shakespeare
FORMAS

LITERARIAS

La manifestación que hacemos de nosotros, de nuestros pensamientos y sentim e t sp rm d od l l n u e c i as l a ae p e i ne c i a E c i i s g i
ino o ei e a ega srt e lm xrsó srt. srbr infica comunicarnos mediante el ordenamiento de la lengua redactada. Porque
escribir es redactar. Para expresarnos oralmente sólo es necesario dejar fluir
nuestras ideas y hacerlas que concuerden con las palabras que pronunciamos.
El hecho de pensar y hablar se va dando paralelamente. Para la expresión escrita hay dos condiciones que debemos tomar en cuenta: primero, que las ideas
fluyen más rápidamente que la habilidad de escribir.
Segundo, que las ideas deben transcribirse para ser asentadas por la lengua
escrita. Conocer bien la concordancia y la sintaxis, usar adecuadamente los
signos de puntuación, poseer un vocabulario considerable originado por la lect r ,d s r o l re s n i od a t c í i ayl p á t c c n t n e n sp r i i á
ua earla l etd e uortc a rcia osat, o emtrn
comunicarnos correctamente en forma escrita.
Hay varias formas y géneros de expresión escrita de la lengua literaria. Las
formas literarias fundamentales son la descripción, la narración, el diálogo y
la exposición. La disciplina literaria que utiliza estas cuatro formas es el peroim.
idso

L dsrpin
a ecicó
Describir es detallar todo lo que puede percibirse de determinados personajes,
lugares, hechos y circunstancias. La descripción ha de ser tan fiel y precisa que
debe conseguir, mediante la sucesión de imágenes, que se logre ver el objeto descrito. En la descripción, el adjetivo es esencial, ya que caracteriza a los
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

p r o a e ,l sl g r s l sh c o ,e c ,q es d s r b n S np e i a e t l s
esnjs o uae, o ehs t. u e ecie. o rcsmne o
adjetivos los que dan el detalle de lo descrito. La descripción es el fondo de la
ltrtr.
ieaua
Siempre debe evitarse la vulgaridad o la exageración, ya que dañan seriamente una buena descripción.
Hay dos tipos de descripción: la objetiva y la subjetiva. La descripción es
objetiva cuando el que escribe es simplemente espectador y muestra lo que ve,
s ni c u re l d s r p i na r c a i n sp r o a e .
i nli n a ecicó peicoe esnls
La descripción es subjetiva cuando el que escribe incluye en la descripción,
sentimientos que experimenta al estar frente a la persona, lugar u objeto que
dsrb.
ecie
P r l d s r p i ne i d s e s b ed s r o l rv r o s n i o :
aa a ecicó s nipnal earla ais etds
S n i od o s r a i n U av ze e i oe o j t ad s r b r yp r l g a q e
etd e bevcó. n e lgd l beo ecii, aa orr u
el lector “vea” lo que se quiere describir, es necesario primero que hayamos
visto profundamente y observado con detenimiento y precisión las personas,
lugares o hechos que queremos describir. Si una descripción es mala, puede ser
porque el que la escribió no supo observar suficientemente. El sentido de observación se logra fijando toda la atención, concentrándose y poniendo los cinc s n i o ,l v s a e o d ,e g s o e o f t ye t c o e l q ev ad s r b r e
o etds a it, l ío l ut, l lao l at, n o u a eciis.
Cualquier distracción perjudica. Entre mayor profundidad de observación se
tenga, más fielmente se reflejará la condición de lo que se describe.
S n i od r f e i n N e s f c e t o s r a .F s c m n ee n c s r ol e a
etd e elxó. o s uiine bevr íiaet s eeai lgr
siempre hasta el fondo de las cosas. Reflexionar es analizar, valorar. Nunca
debemos quedarnos en la superficie, siempre hay que intentar llegar al fondo,
bien sea de una persona, un lugar o un hecho. Hay que penetrar en toda su
autenticidad y toda su belleza. Un personaje puede interesar a varios pintores
de manera diferente. A los más superficiales podrá interesarles su porte, su
forma de vestir, su manera de posar. A los más profundos no les bastará con
e t ,s n i v s i a á yp o u d z r ns e p e i n l q es i t r o p o e t ,
so io netgrn rfniaá u xrsó, o u u neir ryca
la finalidad que tiene dentro de la sociedad, lo que representa, lo que vive. En
una palabra, lo que es. El primer retrato será un retrato fiel como lo puede ser
una fotografía. El segundo retrato será realmente una obra maestra.
Entre más sentido de reflexión desarrollemos, mayor calidad literaria adquir r n e t ad s r p i n
iá usr ecicó.
S n i o c í i o. D s u s d o s r a y r f e i n r s a r r p s n e t o p n o
etd rtc epé e bevr elxoa e biá ao usr ut
de vista. El punto de vista es cómo nosotros –quien escribe–, apreciamos y
valoramos el objetivo a describir. Nuestro sentido crítico es lo más importante
LIBRO

DE CONSULTA

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para los demás, ya que es posible que un mismo hecho pueda ser descrito de
maneras muy distintas, de acuerdo con la agudeza del sentido crítico y puntos
de vista. Nuestro modo de ver las cosas, nuestra forma de percibirlas, de acuerdo con la educación, trabajo, sensibilidad y emotividad de que somos capaces
será lo que dé el tono humano a la descripción.
Es condición fundamental ser verdaderamente sinceros con nosotros mismos y con los demás al desarrollar el sentido crítico. Él mismo nos dirá lo que
debemos destacar y lo que debemos abandonar. Pero lo fundamental será nuest op n od v s as n u a yp r o a .
r ut e it iglr esnl
Sentido de organización. Habiendo desarrollado los sentidos anteriores tenemos ya la esencia para comenzar la descripción. El paso siguiente será llevarla
a cabo, realizarla. Como toda iniciativa humana será preciso primero organizar
un plan de trabajo, ordenando todo el material de datos, testimonios y sobre
todo ver cuáles son nuestras ideas más importantes y cuáles las que pueden
pasar a segundo término, esto es, seguir el orden lógico que creamos conveniente. No debemos perder de vista en este momento realzar los datos que
provoquen mayor interés para que desde la primera línea de nuestra descripción
captemos la atención del lector. También es fundamental tener muy en cuenta la intención que estamos persiguiendo: decir la realidad, la vida oral de lo
dsrt.
ecio
Una vez que se ha observado y organizado la descripción, conviene advertir
que debemos seleccionar las palabras precisas de acuerdo con el vocabulario
que responda a lo que hemos decidido describir. En muchas ocasiones no es
preciso decir todo lo que vemos, pero sí todos los detalles característicos que
definen lo que escribimos. La lengua que utilizamos debe ser:
Viva E t e u a l n u á i , r p d , c a a p l i a t y p á t c . L s p r a
. so s n ega gl áia lr, aptne lsia o árfos deben ser cortos, bien estructurados, para mantener latente la descripción.
L sp r a o l r o ,l n o yr p t t v sc n a ya a a p ra u r ra l c o .
o árfs ags ets eeiio asn cbn o bri l etr
Actual. Nuestro estilo debe corresponder definitivamente a la época que estamos viviendo. Más aún, debe contener una gran carga de realidad. Debe estar
plenamente al servicio de nuestros contemporáneos. Debe ser entendido por
todos sin desvirtuar el hecho y llegar a lo tendencioso. Escribir como lo hacían
en el pasado es anacrónico. La lengua, como la realidad y los hombres, vive su
éoa
pc.
Directa. El estilo debe ser conciso. Las palabras deben tener una función prec s ,e p c f c .N e n c s r o– a v i t n i ne p e a ,q es r p t l q e
ia seíia o s eeai slo necó xrs– u e eia o u
ya se ha dicho. Cada palabra debe aportar; si no es así, debe quedar fuera. Pala-
88

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

bra que no agrega, quita. Los párrafos deben tener limpidez; nada de pérdidas,
vueltas y rodeos inútiles que no conducen sino al tedio. Cada párrafo debe ser
consecuente al anterior y cada palabra descendiente de la que la precede.
Atrayente. Si desde el principio hemos captado la atención del lector y si cuidamos, alimentamos y hacemos que esa atención se mantenga, de ninguna manera convendrá cometer errores que provoquen que se pierda. Debemos renovar
continuamente el interés del lector. Favorecer y estimular sus emociones en un
juego leal y respetuoso. Llevarlo de una situación a otra sin brusquedades, sino
cautivada, sugestivamente.
Además de la descripción literaria existen las descripciones de las demás
artes: descripción pictórica, cinematográfica, musical, de danza o coreografía,
tarl ectr.
eta, téea
Ejemplo: Relato que Baltasar Dromundo hace del asesinato oficial del general Emiliano Zapata en la hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de
1919.
Cuando Emiliano regresó a Chinameca, preguntó inmediatamente por Palacios, a
q i nh b ae v a op r r c g rc n om lc r u h sq el st n ao r c d sG a a d .
ue aí nid aa eoe ic i atco u e eí feio ujro
Con este motivo se presentó el capitán Ignacio Castillo, acompañado de un sargent ,yan m r d G a a d i v t a c u i l p r q ep s r a i t r o d l h c e o
obe e ujro nió l adlo aa u aaa l neir e a ain
da, “donde Guajardo estaba con Palacios arreglando la cosa del parque”.
Todavía departieron con Castillo cerca de treinta minutos. Entretanto, Guajardo
simulaba beber mezcal en la hacienda para tratar de emborrachar a Palacios, con
quien conversaba, manifestándole su “camaradería” en el uso de palabras soeces.
Después de nuevas y reiteradas invitaciones de Castillo, el héroe cedió: “Vamos a
ver al coronel –dijo–; que vengan nada más diez hombres conmigo”. Montó el
c b l oa a á q el r g l r p c a t sG a a d y s g i od s sl a e ,s d r g ó
aal lzn u e eaaa oo ne ujro , eud e u els e iii
a la hacienda. “Los demás quedaron sombreándose bajo las hojas de los árboles y
con las carabinas enfundadas.”
En la hacienda estaba impecablemente formada la guardia que iba a hacerle los
honores al caudillo a su paso. El clarín tocó por tres veces “llamada de honor”. Se
apagaban las últimas notas; el héroe pasaba el umbral, cuando esa misma guardia,
obedeciendo la consigna recibida, volvió sus armas contra él y le disparó a
quemarropa.
Disparaban sobre Zapata desde las puertas, apostados en la azotea, desde el
patio, desde todos los lugares donde podían hacer presa en él. Aún tuvo aliento
el a ó t l p r l e a s l m n a l p s o a p r l m e t p r l z s g s o h c é pso aa lvre a ao a itl, eo a ure aaió u et, ain
dl ce isatnaet.
oe ar ntnáemne
LIBRO

89

DE CONSULTA

Había muerto el caudillo, el apóstol, el líder de los campesinos, de los peones
indios y mestizos, el verdadero hombre puro de la Revolución, la única bandera de
l c ap rl i e l g aa r r s ad l sd s e e a o .
uh o a dooí gait e o ehrdds
Su traje de charro iba llenándose rápidamente de sangre, que salía de su cuerpo
por muchas heridas y que sobre las piedras y a la luz derecha del sol semejaba la
última protesta del héroe. Junto a él, atravesado también por las balas y sin haber
p d d d f n e s ,e t b s f e a i t n eA u t nC r é .
oio eedre saa u il sset gsí ots
Feliciano Palacios moría a manos de Guajardo cuando, al oír la primera descarga
cerrada, inquirió sobre la causa de todo aquello: “Por esto”, dijo Guajardo al desenfundar su pistola, y la vació sobre el jefe zapatista. Cerca de mil hombres parapetad se b r a c s a t r yl a o s g í nd s a a d s b el sz p t s a c n t r a o ,
o n arna, lua ln, eua iprno or o aaits osends
que en unos cuantos minutos cayeron muertos o tuvieron que batirse precipitadam n ee r t r d .
et n eiaa
Así murió Emiliano Zapata.

Narración
Tradicionalmente narrar es “escribir para contar los hechos en que intervienen
las personas”. La narración es un conjunto de descripciones de hechos y acontecimientos en el tiempo y en el espacio. Narrar es contar una o varias acciones
mediante un encadenamiento de escenas e imágenes. La diferencia entre desc i c ó yn r a i ne q el d s r p i nt e ev d e t r o yl n r a i nt e e
rpin arcó s u a ecicó in ia xeir a arcó in
vida interior. La descripción se contenta con el aspecto externo de las cosas o
hechos percibidos por nuestros sentidos; en cambio, la narración va mas allá,
hasta averiguar o conocer. Se une a las acciones, los sentimientos, el carácter y
todo lo que puede impulsar a la creación del hombre. En la narración el verbo
es fundamental, ya que a través de él se señalan y precisan las acciones que se
rltn
eaa.
C H n e ,e s l b oL t c i ad le t l ,e t b e ed sl y sf n a e t l s
. alt n u ir a énc e sio salc o ee udmnae
para la narración: la unidad y el movimiento.
Unidad. La unidad se logra con el punto de vista, o sea la idea que el narrador
tiene de los hechos; el punto de vista del acoplamiento de las descripciones,
donde las ideas útiles son conservadas y las inútiles rechazadas.
M v m e t .L n r a i nn e f j ,d b m v r e d s r o l r e t a s o m r e
oiino a arcó o s ia ee oes, earlas, rnfras.
Al movimiento lo regula el interés que se logre del lector. Narrar es relatar
hábilmente manteniendo continuamente la atención del lector. El interés se
logra con base a tres principios: un buen comienzo, evitar explicaciones inform t v s e i a u f n lr t n o
aia, vtr n ia oud.
90

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

• Un buen comienzo. Es esencial en toda narración comenzar bien. Un mal
comienzo, débil, blando, explicativo, no permitirá llegar a ninguna parte.
Hay que buscar un buen principio que puede ser una línea impactante, un
h c oi p r a t ou ai e s g i i a i a E t a r e áyf j r l a e c ó
eh motne n da infctv. so tar iaá a tnin
d l sl c o e .
e o etrs
• E i a e p i a i n si f r a i a .E p i a n e i f r a n n t f c r m n s
vtr xlccoe nomtvs xlcr o s nomr i oiia, eo
aún ser obvio y mostrar desde el principio lo más esencial que debe quedar
en sustancia. El secreto es descubrir siempre a medias. No descubrir del
t d p r u e t t r i ac nl c r o i a .N r a e s g r r d c r e p i
oo oqe so emn o a uisdd arr s uei, ei, xlc ram d a ,e e t f r as o l g a l c o ac l b r rc ne a t re l
a eis n sa om e bia l etr oaoa o l uo n a
comprensión de lo que quiere decirle el relato.
• Evitar un final rotundo. Nunca hay que terminar rotunda, completamente. El
final no debe ser definitivo, aplastante, seco. La mayoría de las veces el
f n ld b s rr a ,b l o a t s i oym sb e i d t r i a o i p e i o E
ia ee e el el, rítc á in neemnd, mrcs. n
nuestra vida nada acaba de golpe, sólo la muerte, y a pesar de ello no tiene
un final definitivo. En la vida todo acaba y no. Porque donde algo acaba
a g p i c p a s c e ,s r g n r .
lo rnii, e ra e eeea
La narración debe ser esencialmente humana y por ello vigorosa, sincera,
o i i a .L sa g m n o d l n r a i np e e s rl m t d s p r l v s ó d l
rgnl o ruets e a arcó udn e iiao, eo a iin e
hombre es ilimitada.
Ejemplo: pasaje de El apando del escritor mexicano José Revueltas (191417)
96.
Polonio ya no pudo soportar por más tiempo con la cabeza incrustada en el postigo,
y decidió ceder el puesto de vigía para que Albino lo ocupara, pero al mirar de
soslayo muy forzadamente hacia el interior de la celda, le pareció advertir movimientos extraños, a la vez que se daba cuenta de que El Carajo había cesado de
gemir después de haberlo hecho sin parar desde que recibiera el puñetazo en el
estómago. Con gran cuidado y lentitud, atento, precavido, se dobló la oreja que
sobresalía del marco, para retirar hacia atrás la cabeza, con la preocupación de si,
entretanto, Albino no habría terminado ya de estrangular al tullido. En realidad
–pensó– no le faltaban razones para hacerlo, pero que esperara un poco, lo matarían
entre los dos en circunstancias más propicias y cuando la droga ya estuviera segura
e s sm n s n a t sn a u d n r d l c l a p e e p a p d í v n r eat e r
n u ao, o ne i qí eto e a ed, us l ln ora eis ira
y, lo quisieran o no, la madre de El Carajo contaba de modo principal en todo
aquello. Era cuestión de pensar bien dónde y cuándo matarlo después (o despuesito si así lo quería Albino), pero todas las cosas en su punto. En efecto, se había
LIBRO

91

DE CONSULTA

puesto a gemir sin detenerse, desde que Polonio le propinara el puñetazo y el puntap é e u af r ai r t n e r p t d ,m n t n ,a t f c o a c nl q ee p e a as n
i, n n om riat, eeia oóoa riiis, o a u xrsb i
embozo alguno, en todos los detalles, la monstruosa condición de su alma perversa,
ruin, infame, abyecta. Los golpes no habían sido para tanto y a más y mayores y más
brutales estaba acostumbrado su cuerpo miserable, así que esta impostura del dolor,
hecha tan solo para apiadar y para rebajarse, obtenía los resultados opuestos, una
especie de asco y de odio crecientes, una cólera ciega, que desataba desde el fondo
d lc r z nl sm sv v sd s o d q es f i r ae t e o i c e b e ys l i f i i e oaó o á io ees e u urea xrms nríls e e nlge
ra algún dolor más real, más auténtico, capaz de hacerlo pedazos (y aquí un recuerdo
de su infancia), igual a una tarántula maligna, con la misma sensación que invade los
sentidos cuando la araña, bajo el efecto de un ácido, se encrespa, se encoge sobre sí
misma –produce, por otra parte, un ruido furioso e impotente–, se enreda entre sus
propias patas, enloquecida, y sin embargo no muere, no muere, y uno quisiera aplast r ap r t m o ot e ef e z sp r e l ,n s a r v ,l r s l ai p s b eh s ac s
al eo apc in ura aa lo o e tee e eut moil at ai
s l a s al o a .
otre lrr

Dáoo
ilg
La maestra María Elena Peniche Léger dice que cuando en la obra literaria una
o varias personas exponen sus puntos de vista en forma de conversación, el
procedimiento empleado es el diálogo. El autor desaparece entonces y queda
tras los personajes que expresan sus ideas y afectos por sí mismos.
El diálogo se construye anteponiendo un guión (—) a la palabra inicial de lo
que dice cada uno los personajes.
E d á o os u i i ae t d sl so r sl t r r a ,p r e l so r sd t a r
l ilg e tlz n oa a ba ieais eo n a ba e eto
se emplea mayormente.
En el diálogo, tanto los verbos como los adjetivos y los sustantivos abstractos pueden jugar un papel fundamental de acuerdo con el sentido del diálogo
mismo, puesto que el personaje que habla puede narrar, describir o exponer.
Aquí lo fundamental es que lo haga por sí mismo y no a partir del autor.
Ejemplo:
EL

DON QUIJOTE
( FRAGMENTO )

INGENIOSO HIDALGO

DE LA

MANCHA

Mge d Crats
iul e evne
—La aventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear;
porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco más des-
92

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

aforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con
cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que ésta es buena guerra y es gran
servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la Tierra.
—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.
—Aquellos que allí ves —respondió su amo— de los brazos largos, que los
s e e t n ra g n sd c s d sl g a .
uln ee luo e ai o eus
—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen
no son gigantes, sino molinos de viento, hacen andar la piedra del molino.
—Bien parece —respondió Don Quijote— que no estás cursado en esto de las
a e t r s e l ss ng g n e ,ys t e e m e o q í a ed a íyp n ee o a i ne e
vnua; lo o iats i ins id, utt e h ot n rcó n l
e p c oq ey v yae t a c ne l se f e ayd s g a b t l a ”
sai u o o nrr o lo n ir eiul aal.

Epscó
xoiin
En la exposición se manifiesta el pensamiento del redactor, de tal manera que
al exponer un tema científico, literario, político o filosófico, se conocen sus
puntos de vista, así como los datos necesarios para comprender el concepto
q es e p i a
u e xlc.
Como medios expresivos en la exposición se utilizan especialmente los verbos y sustantivos abstractos, que son las categorías que permiten la manifestac ó d l si e sd la t r
in e a da e uo.
El procedimiento expositivo está más relacionado con la inteligencia que los
sentimientos o emociones. La cualidad más importante en la exposición es la
claridad. Como ejemplo presentamos el fragmento de una narración de Menéndez y Pelayo.
Los medios que empleó Cervantes para realizar esta obra maestra del ingenio
humano fueron de admirable y sublime sencillez. El motivo ocasional, el punto de
partida de la concepción primaria, pudo ser una anécdota corriente. La afición a los
libros de caballerías se había manifestado en algunos lectores con verdaderos rasgos
de alucinación y aun de locura.
El desarrollo de la fábula primitiva estaba en algún modo determinado por la
parodia continua y directa de los libros de caballerías, de la cual poco a poco se fue
emancipando Cervantes, a medida que penetraba más y más en su espíritu la esencia
p é i ai d s r c i l q ee o l b o c n e í n yq el g a aa b r a s ,p rf n e
otc netutbe u ss irs otna, u orb legre o i, n
un templo digno de ella.
LIBRO

93

DE CONSULTA

UTILIZACIÓN

Y DEFORMACIONES DE LA EXPRESIÓN ESCRITA

“Toda obra maestra, literaria o pictórica, provocará en ínfimo nivel ridículas
caricaturas”, dijo el pintor mexicano José Hernández Delgadillo a sus gratuitos
atacantes. Las caricaturas son exageraciones de quien no alcanza a comprender
algo o se queda lastimosamente en la superficie. Las grandes obras de la literatura, así como los artículos periodísticos más notables, tendrán a su vez abs r a c p a yf l i i a i n s E l d s r p i n e l n r a i nye l n v l ,
uds ois asfccoe. n a ecicó, n a arcó n a oea
no es simplemente la historia lo que importa; ésta puede ser de segunda importancia. Lo fundamental es lo que el autor piensa, siente y proyecta cuando se
c m n c c nn s t o .Q e a s e l e t r l d dd u at a ac a q i r e c n
ouia o oors udre n a seiia e n rm uluea s oformarse con las sobras literarias. Las telenovelas, las radionovelas, las
f t n v l s l sr v s a yt d e as r ed p i i i a e p e i n s n t e e y
oooea, a eits oa s ei e rmtvs xrsoe, o inn a
n d q ev rc nl l t r t r oc ne a t .E i u lf r ae t nl sh s o i t s
aa u e o a ieaua o l re n ga om sá a itrea
y revistas seudocómicas.
No merecería mayor espacio el hablar de estas deformidades, si no tuvieran
tan exagerada y multiplicada difusión. Y no es simplemente por la avidez irrefrenable de especuladores sin escrúpulos. El peligro radica esencialmente en
que son el más cobarde y velado vehículo de enajenación y embrutecimiento
c l c i o C e e e t d o ad le p r t e i p s b l t r e m sa n c s r r e
oetv. ar n sa rg e síiu s moiiias, á ú, atas
para llegar a comprender, analizar y enfrentar la propia realidad humana y social. Nada crea un concepto más falso de la realidad que estas deformidades.
En los países con mayor grado de opresión, incultura y enajenación, estas deformaciones no solamente son permitidas sino hasta auspiciadas por las autoridds
ae.

Proim
eidso
Periodismo es la disciplina literaria que informa los hechos. Todo hecho que
ataña a la colectividad es importante. Todo hecho importante es noticia. El
periodismo se basa en la noticia, que es todo cuanto el lector debe y necesita
saber. Es aquello de lo que el público quiere hablar. La mejor noticia es la que
provoca mayores comentarios y polémicas, la que interesa a mayor cantidad de
personas. El periodismo va dirigido a toda la colectividad, y quien haga periodismo debe tomar en cuenta su compromiso auténtico y real con la comunidad.
Informar un hecho dentro de la más estricta verdad es el trabajo del periodista.
El periodista debe ser consciente de que su opinión influirá en el pensamiento
94

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

d ll c o yp re l d b s rl a yd g oa i f r a l yo i n a l .L n t c a
e etr o lo ee e el in l nomre retro a oii
debe ser actual, puesto que informa de los hechos que acontecen momentos
antes de que se redacte el artículo. La noticia debe tener dos condiciones fundamentales: debe ser breve y completa.
Breve. La redacción de la noticia requiere brevedad, por economía de tiempo,
de papel y por redundar en la mayor atención del lector. Una noticia, un artículo
árido y extenso se hace cansado. No se lee. Toda noticia debe ir precedida de un
resumen inicial que deberá contener lo esencial de la información. Después, el
desarrollo en detalle de dicha información. Los titulares y los encabezados son
precisamente resúmenes de la noticia en una línea.
Completa. La noticia, aunque breve, debe contener toda la información que
permita el conocimiento del suceso para formarse un criterio. Es importante
señalar que todos los principios de expresión escrita y del estilo deberán aplicarse a fin de lograr una redacción correcta, ágil y directa. El único contacto
entre el hecho y el lector es la información que proporciona el periodista. Es
importante plantearse varias cuestiones antes de redactar una información, bien
sea en materia periodística o simplemente informativa de cualquier otra actividad. Martín Vivaldi plantea las siguientes preguntas a las que debe responder la
información:
• ¿Quién? – Sujeto de la información.
• ¿Qué? – El hecho, lo que ha sucedido.
• ¿Cómo? – El método, la manera de producirse el hecho.
• ¿Dónde? – El sitio, el lugar o donde se produjo el acontecimiento.
• ¿Cuándo? – Factor tiempo. Año, día, hora, minuto. La precisión de la fecha
depende del hecho.
• ¿Por qué? – La causa fundamental que nos da razón de lo que ha pasado.
Y más adelante ejemplifica estos elementos:
• E s j t ( u é ) “ lf m s t r r M r n t d H e v .
l ueo qin. E aoo oeo oeio e ula”
• E h c o ( u ) “ terremoto de escasa duración f e a v r i o e l t r e d
l e h q é . Un
u detd n a or e
cnrl”
oto.
• El modo (cómo). “Vestido de chino, pretendió entrar en el palacio.”
• El lugar (dónde). “En un taxi, dio a luz un niño”. (Se refiere a la madre.)
• El tiempo (cuándo). “A las 11 de la noche, tras seis horas de deliberación,
terminó el Consejo de Guerra.”
• L c u a ( o q é . “ cigarrillo encendido a r j d a u c b d g s l n .
a a s p r u ) Un
roao n uo e aoia”
LIBRO

DE CONSULTA

95

C n i i n sd l n t c a
odcoe e a oii
Una noticia bien redactada debe reunir las siguientes condiciones:
Ser veraz. Quien la redacte debe participarnos de su verdad y auténtica sincer d d t lc m é l v yl c n i e
ia, a oo l a e a ocb.
Ser exacta. Debe responder a la realidad lo más fielmente posible. Después de
haber observado, seleccionado y estimado los hechos.
S ri t r s n e D b b s a s s e p el e e c a l s s a c a l f n a e t l
e neeat. ee ucre imr a sni, a utni, o udmna
q ec n t t y l n t c ayh c ré t á i ys g s i a
u osiue a oii ae sa gl uetv.
Ser completa. En otras palabras, responder a los seis puntos planteados anteromne
iret.
S r c a a. E t e , l l n u q e s u i i e d b e t r a a c n e y l c m r n
e lr so s a ega u e tlc ee sa l lac a opesión de todos. Exponer los conceptos expuestos limpia y directamente. La redacción correcta y nunca un vocabulario demasiado técnico o científico.

P r e p i c p l sd u p r ó i o
ats rniae e n eidc
Las principales secciones de un periódico son:
•Eioil
dtra
• Información política y económica internacional
• Información política y económica nacional
• A t c l sd f n o( u t r l s
ríuo e od cluae)
• Sección deportiva
• Sección de espectáculos
• S c i np l c a a
ecó oiic
• Sección de sociales
• Sección de avisos
• Sección humorística
Cada una de estas secciones tiene una finalidad determinada y específica.
Por lo que se refiere a las personas que intervienen en la elaboración de un
próio picplet sn
eidc, rniamne o:
• Cuerpo directivo
• Cuerpo de redacción
96

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

• Reporteros y corresponsales
• C í i o yc m n a i t s
rtcs oetrsa
•F t g a o
oórfs
• Otros colaboradores
Todos ellos permiten que el periódico sea un medio de información escrita
dirigido al público, y pretenden formar un criterio general al que llaman “opinó pbia.
in úlc”
Ejemplo: Copiamos el breve y fogoso artículo de Beatriz Münch publicado
en 1974.
LUCHAR

NO ES PRIVILEGIO DE LOS HOMBRES

Como todo el pueblo de México sabe, un grupo de obreras que ha sostenido un
largo y duro movimiento lo constituyen las obreras de Medalla de Oro de Monterrey.
Represiones de todo tipo, desde el despido injustificado y masivo hasta haber sido
golpeadas por granaderos en pleno Paseo de la Reforma el 18 de noviembre de
1972, cuando realizaban una marcha para exigir sus derechos. Las 200 trabajadoras
han exhibido a las autoridades laborales. Despedidas desde octubre de 1972, han
sido engañadas y enfrascadas en contiendas legalistas, ordenadas por los ricos emp e a i saj e e yd l g d s
rsro ucs eeao.
En todo ese tiempo se les ha respondido con simples declaraciones en papel,
destinándolas a la muerte por hambre. Como si esto fuera poco, la CTM, obede,
ciendo al patrón de Medalla de Oro cerró la fábrica sin importar las familias de las
t a a a o a ,d j n o a e l c l es ns s e t n f e t d t a a o
rbjdrs eádls n a al i utno i une e rbj.
No hay día que pase sin que en el país haya nuevos estallamientos de huelga. Si
bien es cierto que esto obedece a la única respuesta de los trabajadores a su negación
y el alto costo de la vida, también obedece a que han adquirido la más elemental
toma de conciencia. Obreros, maestros, campesinos, trabajadores de la Universidad, colonos y estudiantes progresistas se ven diariamente vinculados en contiendas
c n r l si t r s sd e p e a i s i d s r a e yb n u r s C e m sq e h l e a
ota o neee e mrsro, nutils aqeo. reo u a lgdo el momento de que estos problemas que atentan a la supervivencia, sean resueltos. Hoy más que nunca es necesaria la unidad entre todos los sectores desposeídos,
estos que numéricamente son mucho mayores que los que constituyen los ricos en el
país. Hoy más que nunca es importante la interacción de dichos sectores y su organización popular para hacer frente a los ataques despiadados de los que diariamente
hacen imposible vivir. La verdadera solidaridad consiste en actividad, en acción, en
m l t n i ,e t a a oc n r t ye u i i a i n
iiaca n rbj oceo n nfccó.
LIBRO

DE CONSULTA

97

El llamamiento lo han hecho las trabajadoras de Medalla de Oro, S.A. de Monterrey,
el primer grupo numeroso de mujeres que dio aliento a la lucha de los trabajadores
y al movimiento obrero de hoy. Compañeras que se han dado cuenta de que exigir
los derechos laborales de ninguna manera es privilegio de los hombres; que la trabajadora, la maestra, la campesina, la estudiante y la madre deben ser participantes
activas y propiciar el cambio de sistema de nuestro país.

D f r a i nd lp r o i m
eomcó e eidso
Hemos señalado que para tener derecho a redactar un artículo periodístico,
debe reunirse verdad, autenticidad, nobleza, dignidad, responsabilidad y sentido de trabajo para la comunidad. En nuestros días, la mayoría de los que se
dedican al periodismo carecen de algunos o de todos estos atributos; utilizan el
periodismo como un negocio que vende palabras, a cambio de beneficios económicos. El periodismo nunca debe ponerse al servicio de las clases poderosas,
de los explotadores, de los demagogos o de los tiranos. El periodista que vende
su expresión, trafica con la verdad, falsea los hechos y comercia con las ideas
desorientando, confundiendo y corrompiendo la opinión pública, es un traidor
no sólo a los principios literarios sino a él mismo, y lo más grave aún, traidor hacia su propio pueblo.
El periodismo no es ni adaptación de los hechos según convenga a los manipuladores ni medio de enajenación colectiva. El periodismo no son halagos
gratuitos a seudopolíticos y enriquecidos. El periodismo es juicio, razonamient ,v r a ,a t n i os n i od s r i i s c a .
o edd uétc etd e evco oil

Cmnai
oetro
Dentro de la expresión escrita del periodismo, además de la información de
l n t c a e t e c m n a i .C m n a e i t r r t r e j i i ryo i a .I t r
a oii, sá l oetro oetr s nepea, nuca pnr nepretar lo sucedido, aprender la lección del hecho y prever que no vuelva a acontecer, si atenta contra la integridad ciudadana. El comentario requiere agudeza
crítica para saber lo que es trascendente y lo que tiene poca importancia; req i r p r o a i a ,os a f r e ayc n i c ó d j i i ;r q i r c l u ays
uee esnldd e, imz ovcin e uco euee utr e
d b t a u i e ac l u aan v ld c m r n i nd t d s R q i r v l r c a d
ee rdcr s utr ie e opesó e oo. euee ao, uno
necesite enjuiciar y condenar algún hecho o a quienes lo ocasionaron atentando
contra los demás. Requiere independencia de juicio para forjar la opinión, para
98

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

percibir y para tener la suficiente visión de lo que puede sobrevenir. Requiere
sentido histórico y filosófico para abarcar lo que acontece y fundamentar la
posición que debe adoptarse. Pero sobre todo, el comentario nunca debe ser
derrotista, conformista o enajenado; sino positivo, vigoroso y siempre señalar
una posible solución o salida. Un excelente comentario se encuentra en los
terrenos del ensayo, que más tarde estudiaremos. No se puede redactar una
noticia o un comentario si no se conoce el tema que se abordará.

GÉNEROS

LITERARIOS

Antes de estudiar los géneros literarios es conveniente hacer una distinción. La
expresión escrita puede manifestarse en verso o en prosa, ya que la mayoría de
los géneros literarios puede tener una u otra forma.

D f r n i se t ev r oyp o a
ieeca nr es rs
Verso y prosa son los dos tipos de expresión con los que el escritor utiliza la
lengua literaria. Verso es la lengua sometida a un ritmo determinado que se
repite con regularidad. También se llaman versos cada una de las líneas en que
se dispone una composición.
Prosa es la forma natural de la lengua no sujeta a medida o cadencia. Es el
modo habitual de expresión.
e srtr rslñ rnic
E e p o d p o a e l Cartilla del campesino d l e c i o b a i e o F a c s o
jml e rs s a
Juliao. Transcribimos dos fragmentos.
Después de la Guía, del ABC y del Mensaje, te mando, campesino, esta Cartilla.
Tengo una buena noticia para darte. Tu enemigo cruel –el latifundio– no anda bien
de salud. Y te garantizo que la enfermedad es grave. No tiene remedio. Morirá
echando espuma por la boca, como un perro rabioso. O como un león viejo que
perdió las garras. Morirá como murió en China, un país muy parecido a nuestro
Brasil. Morirá como fue muerto en Cuba donde el gran Fidel Castro entregó a cada
campesino un fusil y dijo: “Democracia es el gobierno que arma al pueblo”. Yo
estuve allá y lo vi todo, campesino. En Cuba no hay más “cambao” ni “media” ni
“tercio” ni “vale del barrancón” ni capangas. En aquella isla liberada nadie arranca
m sl sp a t o .N d r i al sc s s N e h e g n d e l sc l i o .N c b ap r
á o lnís i erb a aa. i ca l aao n o utvs i or o
un cuadro de tierra 150 kilos de algodón. No hay más “engaño de vara” ni “engaño
LIBRO

DE CONSULTA

99

d l p z ,c m a u .Y e t v a l yv t d c a i o L t e r ,a o a e d q i nl
e ái” oo qí o sue lá i oo lrt. a ira hr, s e ue a
trabaja y no de quien hace uso de ella para esclavizar. Como todavía sucede aquí.
Allá el campo que era viejo y triste se está volviendo nuevo y alegre. Todo, ahora,
se transformó en cooperativa. Cada campesino tiene una casa de ladrillo y teja. Con
el mobiliario nuevo en hoja. Hasta las imágenes de los santos son nuevas. La mujer
no da más a luz en una estera o en un canasto de varas, sino en la maternidad. El
médico vive en el campo. Y no faltan remedios. Ni escuelas. Ni semillas. ¿Sabes,
campesino, cómo ocurrió ese milagro?
Este milagro se hizo a causa de la “unión” de los campesinos. Se unieron todos
aF d lC s r p r a a a c nl t r n a c ne c p n a c nl m d a c ne t r i ,
ie ato aa cbr o a iaí, o l aag, o a ei, o l eco
con la sardina podrida, con la emigración, con el atraso, con la miseria. El hambre
no lleva más al niño al cementerio ni a la moza a la perdición ni al hombre a la
e c a i u n a v e oal p e t d l i l s aoal e t c ó d lf r o a r lc nl m n
slvtd i l ij a ura e a gei
a sain e ercri o a ao
tendida para pedir limosna por el amor de Dios. Fue la unión lo que terminó con
todo eso en Cuba. Y así también fue en China. Y será aquí en el Brasil. Te digo y te
repito, campesino, como te dije en la Guía: separado, serás una gota de agua; unido,
serás una catarata. Mientras marchas solo, tu enemigo se burla de tu debilidad, aumenta la renta que pagas, echa el ganado en los sembrados, arranca tus cultivos,
derriba tu choza, te obliga a dar “cambao” o te expulsa de la tierra, aplasta tu
derecho y mata tu libertad.
No se puede esperar mucho de la justicia cuando ella dice que no hay otro camino sino cumplir con la ley. Es que el juez acepta siempre lo que está escrito. No se
rebela. Descansa su conciencia sobre la ley. Y de eso vive. ¿Cuál es el camino? Cambiar la ley. ¿Y cómo cambiar la ley? Con la unión de todos. Con el movimiento de la
masa. Con la presión. Para eso existe la Liga. Para eso debe haber unión. Si
la violencia del capanga y la opresión de la policía no te vencen, ya que tienes una
gota de luz en tu conciencia y estás pronto a morir por tu libertad, el latifundio se
vale del nombre de Dios. ¿Cómo? Te explico. El latifundio dice así: “Dios castiga a
a u lq es r b l c n r é .S u oe r c yo r e p b e s u ot e et e r yo r
qe u e eea ota l i n s io to s or, i n in ira to
no, si uno debe trabajar con la azada para dar el ‘cambao’ y el otro se mantiene y se
enriquece con el fruto de ese ‘cambao’, si uno vive en un palacio y el otro en una
choza, es porque Dios quiere. Quien se rebela contra eso se rebela contra Dios.
S f el sc s i o d lc e o p s e g e r ,h m r .Yc a d m e ev a i f e n .E
ur o atgs e il: et, ura abe uno ur a l niro l
pobre debe ser pobre para que el rico sea rico. El mundo siempre fue así. Y ha de
ser siempre así. Es Dios quien lo quiere.”
Así habla el latifundista, campesino. Usa el nombre de Dios para asustarte. Porque tú crees en Dios. Pero ese Dios del latifundista no es tu Dios. Tu Dios es manso
como un cordero. Se llama Jesús Cristo. Nació en un establo. Vivió entre los pobres.
Se rodeó de pescadores, campesinos, obreros y mendigos. Quería la liberación de
todos ellos. Decía que la tierra debía ser de quien la trabaja. Y que el fruto era
100

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

común. Suyas son estas palabras: “Es más fácil para un camello pasar por el ojo de
una aguja que para un rico salvarse.” Porque dijo éstas y otras cosas fue crucificado
p rl sl t f n i t sd s t e p ;h ys r af s l d .S n l e c r a a e u a i o
o o aiudsa e u imo o eí uiao i o o nerrn n n sl
d lcs
e oo.
O preso como comunista. Escucha bien lo que te digo, campesino. Si un cura o
un pastor te habla en nombre de un Dios que amenaza al pueblo con peste, guerra
y hambre, rayos y centellas y aun con el fuego del infierno, sabe que ese cura o ese
pastor son títeres del latifundio. No es un ministro de Dios. Ese cura es falso.
Ese pastor no sirve. El padre verdadero o el pastor bueno es aquel que se levanta
para decir: “Dios hizo la tierra para todos pero los más audaces se apoderaron de
ella. Ganarás el pan con el sudor tu frente y no con el sudor de la frente ajena. Nadie
debe ser esclavo de nadie. Ni un pueblo de otro pueblo. Ni un hombre de otro
hombre. Porque todos son iguales delante de la ley. Y delante de la naturaleza. Y
delante de Dios. Si esto es comunismo, entonces Dios es comunista. Porque eso es lo
que dice la Sagrada Escritura. Y Cristo. Y todos sus apóstoles.”

Durante muchos siglos el verso fue la forma usual en las manifestaciones
l t r r a .L p o aa c n ac t g r al t r r ae n e t oi i m c ne C d g d
ieais a rs laz aeoí ieai n usr doa o l óio e
l sS e eP r i a d A f n oXe e s g o X I .E v r op e es rr m d ol b e
a i t a t d s e l o s n l i l II l e s u d e i a o i r .

V r or m d
es iao
El verso rimado está sometido a una serie de reglas que combinan la lengua
en periodos rítmicos fijos, la repetición de determinados elementos: acentos,
pausas, sonidos y su conjugación para lograr determinada métrica. Todo esto
señalará el tipo de poema: décima, soneto, lira, romance, etcétera.
El verso rimado puede tener rima tradicional o ser moderno y revolucionario
como el Romance de la guardia civil, del poeta español Federico García Lorca,
poema que le costó la vida al ser asesinado por los fascistas de la falange franquista en 1936.
ROMANCE

DE LA GUARDIA CIVIL ESPAÑOLA

A Juan Guerrero
C n u g n r ld l P e í
ósl eea e a osa
Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
LIBRO

101

DE CONSULTA

manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
v e e p rl c r e e a
inn o a artr.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
P s n s q i r np s r
aa, i uee aa,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
d psoa icnrts
e itls nocea.
*
¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
L l n yl c l b z
a ua a aaaa
con las guindas en conserva.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Ciudad de dolor y almizcle,
c nl st r e d c n l .
o a ors e aea
*
Cuando llegaba la noche,
noche que noche nochera,
l sg t n se s sf a u s
o iao n u rga
f r a a s l syf e h s
ojbn oe lca.
Un caballo malherido,
l a a aat d sl sp e t s
lmb oa a ura.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento vuelve desnudo
l e q i ad l s r r s ,
a sun e a opea
en la noche platinoche
noche, que noche nochera.
102

TALLER

*
La Virgen y San José
p r i r ns sc s a u l s
edeo u atñea,
y buscan a los gitanos
p r v rs l se c e t a .
aa e i a nunrn
La Virgen viene vestida
c nu t a ed a c l e a
o n rj e lads
de papel de chocolate
c nl sc l a e d a m n r s
o o olrs e leda.
San José mueve los brazos
bajo una capa de seda.
Detrás va Pedro Domecq
c nt e s l a e d P r i .
o rs utns e esa
La media luna, soñaba
u é t s sd c g e a
n xai e iüñ.
E t n a t syf r l s
sadre aoe
i v d nl sa o e s
nae a zta.
P rl se p j ss l o a
o o seo olzn
b i a i a s nc d r s
alrns i aea.
Agua y sombra, sombra y agua
por Jerez de la Frontera.
*
¡Oh, ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
Apaga tus verdes luces
q ev e el b n m r t .
u in a eeéia
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
D j d al j sd lm r
eal eo e a,
s np i e p r s sc e c a .
i ens aa u rnhs
*
Avanzan de dos en fondo
al c u a d l f e t .
a idd e a isa
Un rumor de siemprevivas
i v d l sc r u h r s
nae a atcea.

DE LECTURA Y REDACCIÓN
LIBRO

103

DE CONSULTA

*
Avanzan de dos en fondo.
Doble nocturno de tela.
E c e o s l sa t j ,
l il, e e noa
u av t i ad e p e a .
n irn e suls
*
La ciudad libre de miedo,
m l i l c b s sp e t s
utpiaa u ura.
Caet gada cvls
urna uris iie
e t a as c p re l s
nrn ao o la.
L sr l j ss p r r n
o eoe e aao,
ye c ñ cd l sb t l a
l oa e a oels
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.
Un vuelo de gritos largos
s l v n óe l sv l t s
e eat n a eea.
L ss b e c r a l sb i a
o als otn a rss
q el sc s o a r p l a .
u o acs toeln
Por las calles de penumbra
h y nl sg t n sv e a
ue a iaa ijs
con los cabellos dormidos
y las orzas de monedas.
P rl sc l e e p n d s
o a als miaa
s b nl sc p ss n e t a ,
ue a aa iisrs
dejando atrás fugaces
r m l n sd t j r s
eoio e iea.
En el portal de Belén
l sg t n ss c n r g n
o iao e ogea.
S nJ s ,l e od h r d s
a oé ln e eia,
amortaja a una doncella.
Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
La Virgen cura a los niños
c ns l v l ad e t e l .
o aiil e srla
Pero la Guardia Civil
avanza sembrando hogueras,
donde joven y desnuda
104

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

la imaginación se quema.
Rosa la de los Camborios,
gime sentada en su puerta
con sus dos pechos cortados
puestos en una bandeja.
Y otras muchachas corrían
p r e u d sp rs st e z s
esgia o u rna,
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.
Cuando todos los tejados
ea sro e l ter,
rn ucs n a ira
el alba meció sus hombros
e l r op r i d p e r .
n ag efl e ida
*

¡Oh, ciudad de los gitanos!
L G a d aC v ls a e a
a uri ii e lj
p ru t n ld s l n i
o n úe e ieco
m e t a l sl a a t c r a .
inrs a lms e ecn
¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Que te busquen en mi frente.
Juego de luna y arena.

V r ol b e
es ir
Como su nombre lo indica y sin condicionamiento alguno, como la propia
libertad, el verso libre nace abierto y espontáneamente. No tiene más forma
que la de su creador. Su lengua es voluntaria, emotiva y directa. Las líneas
pueden ser cortas o largas. En cuanto a su longitud, puede ser breve o extenso.
El verso libre es el verso actual. Es como la tierra que puede ser cultivada en
mayor o menor extensión de acuerdo con la decisión y fuerza de trabajo del
campesino. El verso libre rechaza los rebuscamientos, las complicaciones y los
culteranismos. Se ofrece como el resumen de la lengua de todos.
El ejemplo de verso libre es el poema Su nombre, Ho Chi Minh, puede ponerse en
versos, del poeta cubano nacido en 1909, Félix Pita Rodríguez.
LIBRO

105

DE CONSULTA

SU

NOMBRE ,

HO C HI MINH,

PUEDE PONERSE EN VERSOS

Hay aquellos que luchan una hora
y son buenos.
Hay quienes luchan un año
y son mejores.
Hay aquellos que luchan muchos años
y son muy buenos.
Pero pocos
lca l vd etr.
uhn a ia nea
Esos son los imprescindibles.
BERTOLT BRECHT

Porque usted, presidente Ho Chi Minh,
poeta Ho Chi Minh,
sereno campesino vietnamita Ho Chi Minh,
t e es t n ays e ea o d l c ae v d e t r ,
in eet it ñs e uh n ia nea
y porque usted ha dejado de ser todos sus nombres,
una voz, un aliento, una mirada,
para ser solamente y nada menos
q et e r ys n r yh e o d l p t i .
u ira age uss e a ara
Y porque a usted le duelen las heridas
de cada niño de Vietnam mutilado por los yanquis,
y cada cabaña destruida por los pilotos del Pentágono
deja sin techo a su corazón.
Porque en cada aldea arrasada por el napalm de Norteamérica
un pedazo de su pecho se abrasa dolorosamente,
su nombre, Ho Chi Minh, puede ponerse en versos.
Porque usted sufrió todas las hambres de ayer
y murió dos millones de veces durante la hambruna de 1944.
Porque usted ha vestido todas las ropas remendadas
y caminó descalzo con cada pie desnudo de Vietnam.
Y porque almacenó la humillación de todos,
y porque recibió los golpes todos que recibió su pueblo,
en la época en que los colonos franceses
mezclaban la hulla de Hongai con la sangre de los mineros
(vietnamitas,
y mezclaban el caucho del sur con la sangre de los peones
(vietnamitas,
y mezclaban el arroz de los deltas con la sangre de los campesinos
(vietnamitas,
106

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

para convertirlos en más oro.
Porque usted se sintió agostar y morir con las sequías
en cada arrozal muerto de sed, un año y otro año,
y cargó sobre su corazón cada planta asesinada por las inundaciones
un año y otro año
su nombre, Ho Chi Minh, puede ponerse en versos.
Porque usted estuvo allí entre los coolies de Shangai y Cantón,
midiéndoles el hambre y la desnudez
y en África del Sur midió la desnudez y el hambre
de los parias de la India, que iban en busca de su pan.
Porque usted estuvo con los peones que excavaban
su propia tumba, cuando excavaban el canal de Panamá.
Y fue así como vio que el hombre era uno y su hambre también una,
y así como supo que uno solo había de ser su odio y uno su camino.
Por todas estas cosas y por muchas otras
q ee d f c le c r a e j u a d p l b a .
u s iíi nerr n als e aars
Y porque para usted la dignidad del hombre
e m sa t q ee p n m sa t q el g o i ,
s á la u l a, á la u a lra
más alta que la propia supervivencia,
su nombre, Ho Chi Minh, puede ponerse en versos.
A usted puede cantársele como se canta al mar y a las montañas,
al Mekong y al río Rojo. De usted puede decirse
lo que se dice de la bahía de Along, de Dien Bien Phu,
de la pagoda de Cot Mot o de los arrozales de los deltas.
Por todo eso puede hablarse de usted con las mismas palabras
con que se habla de los bambúes o de los grandes árboles
d lth.
e icí
Porque cantarle a usted, presidente Ho Chi Minh,
poeta Ho Chi Minh,
sereno campesino vietnamita Ho Chi Minh,
es cantarle a la tierra hermosa y atormentada de Vietnam.
A la tierra de Vietnam, que no tiene ya la forma
de la vara de bambú con una cesta en cada extremo,
sino la forma gloriosa de la única puerta
por la que puede entrarse al mundo del futuro.

En la misma forma en que un artista plástico puede recurrir a diversas posibilidades para expresar sus sentimientos: pintura, escultura, grabado, etc., el
LIBRO

107

DE CONSULTA

escritor cuenta con distintas posibilidades para comunicarse. Estas diferentes
maneras se conocen con el nombre de géneros literarios.
Los géneros literarios agrupan distintas clases de obras con características
s m j n e .O i i a m n es nt e l sg n r s p e í ,d d c i ayo a o i .D
eeats rgnlet o rs o éeo: osa iátc rtra e
ellos sólo nos referiremos al primero y otros posteriores, en clasificación. Hay
que aclarar que la palabra género ha ampliado tanto su semántica que ya comúnmente suele llamarse géneros a los subgéneros o especies de los mismos.
D e l se t d a e o :p e í é i a l r c ,t a r ( r m t c ) c e t ,n v l y
e lo suirms osa pc, íia eto daáia, uno oea
ensayo. Es importante señalar que no existe ningún género ni subgénero puro.
Todos se entremezclan, aunque siempre predomine uno.

Peí
osa
Edgar Allan Poe decía: “La música combinada con una idea, es poesía, la música sin la idea es simplemente música, la idea sin la música, es prosa.” Poesía es
e g n r l t r r od n ee a t rp r i i ai e s s n i i n o ,s n i i i a y
l éeo ieai od l uo atcp da, etmets esbldd
sentidos entendidos en un poema. El poema es un extracto de la realidad del
hombre. Detrás de las formas externas siempre existe otra cosa, a veces mister o a d f c ld e p e a ,d f c ld v rop r i i p rl sd m s L p e í e l
is, iíi e xrsr iíi e e ecbr o o eá. a osa s a
concisión del propio ser, la precisión del vivir, la relación del hombre con todo
lo conocido y desconocido.
Lo que constituye la poesía es la expresión de la realidad y la belleza, sus
creaciones, sus imágenes, pero ante todo su entrega. Lo que ha existido y lo que
puede existir es contemplado por la poesía.
Algunos llaman poesía a toda composición escrita en verso. Su nombre correcto es poema. La poesía, por la forma de su elocución, se divide en tres
g n r s é i a l r c yd a á i a( e t o .
éeo: pc, íia rmtc tar)

Éia
pc
Narra poéticamente hechos y sucesos exteriores al espíritu del poeta.
Inicialmente la épica fue invención de seres heroicos, después se convirtió en
r a i a i nye o a i nd l sh r e .L sj g a e r c g a l t a i i np p l r
elzcó vccó e o éos o ulrs eoín a rdcó oua
y sus hazañas, como los antiguos aedas, y con ellos integraban sus cantos. El
poema épico es heroico de interés universal y presenta a los héroes populares
108

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

epopéyicamente. Desde el Cid y Rolando hasta nuestros días, la poesía épica se
nutre con las hazañas, el coraje y la sangre de los grandes hombres.
Ejemplo de poema epopéyico es el siguiente fragmento del Canto Segundo
de La Araucana de Alonso de Ercilla y Zúñiga (1533-1594).

Caciques, del Estado defensores
codicia del mandar no me convida
a pesarme de veros pretensores
de cosa que a mí tanto era debida;
porque, según mi edad, ya veis, señores,
que estoy al otro mundo de partida;
mas el amor que siempre os he mostrado
a bien aconsejaros me ha incitado.
¿Por qué cargos honrosos pretendemos
y ser en opinión grandes, temidos,
pues que negar al mundo no podemos
haber sido sujetos y vencidos?
Y en esto averiguarnos no queremos,
estando aún de españoles oprimidos;
m j rf e ae af r ae e u a l
eo ur s ui jctla
c n r e f e oe e i oe l b t l a
ota l ir nmg n a aal.
¿ u f r re e v e t o ¡ h a a c n s ,
Qé uo s l usr, o, ruao!
q eap r i i no l e as ns n i o
u edcó s lv i etd?
¿Contra vuestras entrañas tenéis mano
yn c n r e t r n e r s s i l ?
o ota l iao n eitlo
¿ e i n ot nag l eal sc i t a o ,
Tned a op o rsins
v l é sc n r v s t o e c c i l ?
ovi ota oors l uhlo
Si gana de morir os ha movido
no sea en tan bajo estado y abatido.
Volved las armas y ánimo furioso
a los pechos de aquéllos que os han puesto
en duda sujeción, con afrentoso
partido, a todo el mundo manifiesto;
lanzad de vos el yugo vergonzoso;
mostrad vuestro valor y fuerza en esto.
LIBRO

109

DE CONSULTA

Un poema épico de principios del siglo pasado es Mi primero de mayo, escrito
en 1918 por el poeta soviético Vladimir Miacovsky (1893-1930).

A todos,
l sq em r h np rl sc l e ,
o u aca o a als
yd t e e l sm q i a yt l e e .
einn a áuns alrs
A todos,
d s o o d l e a an e t af e t ,
eess e lgr usr isa
c nl se p l a c r a a d t a a o
o a sads agds e rbj.
¡Salid el 1° de mayo
al primero de los mayos!
Recibámoslo, camaradas,
con las voces entrelazadas de canciones.
¡Primavera mía,
d r i el sn e e !
ert a ivs
¡Yo soy obrero,
este Mayo es mío!
¡Yo soy campesino,
este Mayo es mío!
A todos,
t n i o e l st i c e a ,
edds n a rnhrs
e p r n oal m e t i f n t :
sead a ure niia
at d s
oo,
los que desde un blindado,
apuntan contra sus hermanos,
hoy es primero de Mayo.
Vayamos al encuentro,
del primero de los Mayos nuestros,
e l z n ol sm n sp o e a i s
naad a ao rltra.
¡ a l dv e t ol d i o m r e o !
Cla usr ard, otrs
¡ieco aerlaoa
Slni, mtaldr!
¡Yo soy soldado,
este Mayo es mío!
A todos,
al sc s s
a aa,
al sp a a ,
a lzs
110

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

al sc l e ,
a als
e c g d sp re h e oi v r a .
noia o l il nenl
A todos,
hambrientos de hambre,
etps
sea,
bosques,
campos.
¡Salid en este primero de Mayo!
¡Gloria, al hombre fecundo!
¡Desbordaos en esta primavera!
¡Verdes campos, cantad!
¡ o a s r n syp t s
Snd iea io!
¡ os yd h e r ,
Y o e iro
este Mayo es mío!
¡ os yl t e r ,
Y o a ira
este Mayo es mío!

Otro poema épico, es el que fue cantado por las Fuerzas de la Resistencia
Italiana en los años de 1943 a 1945, en que los patriotas italianos lucharon
heroicamente contra el fascismo. Conocemos este Poema anónimo, por el comandante de la Brigada Partisana Pablo Castagnino, quien hizo la recolección.
Y nosotros haremos del mundo un baluarte
seremos capaces de morir y despreciar la vida.
P rn s t o r s r i á l n e aI a i
o oors eugr; a uv tla
c nl g e r l a
o a uril.
Para todas nuestras víctimas no vengadas,
p r l b r a an e t ag n eo r m d ,
aa ietr usr et piia
r g e as e p ei v c oal l c a
ers imr nit a uh
e ptit.
l aroa
Nuestro grito es Libertad o Muerte.
En el áspero monte nos volvimos lobos;
a l a ob j m sp r l b t l a
l ln aao aa a aal
yl v c o i .
a itra
Hambrientos de paz y de justicia
d s r i e o e f s i m yl st r n s
eturms l acso o iao:
LIBRO

111

DE CONSULTA

rojos de sangre, cargados de gloria,
e l f o d l sa o .
n a lr e o ñs
A nuestros muertos cavaremos la fosa;
e l sr c s sc m se t r p e t .
n a ooa ia saá usa
P r e l sr s r i ál n e aI a i
aa lo eugr a uv tla
c nl g e r l a
o a uril.

Lrc
íia
El poema lírico expresa los sentimientos más íntimos del autor. El contacto
de su personalidad con la realidad del medio que lo rodea. La lírica se revela
con amor, con fuerza y con vitalidad.
La lírica nace con los griegos, quienes acompañaban musicalmente sus poemas líricos con una lira, de ahí su nombre, aunque desde los cantos de David
encontramos la esencia de este género. Después, los españoles añadieron una
c e d m sal l r :l r m .E l p e í l r c s c n aa a o ,l n t r l z ,
ura á a ia a ia n a osa íia e at l mr a auaea
la belleza o la angustia, la tragedia, en una palabra, a todo lo que es capaz el
poeta de vivir como hombre. Cuanto lo atrae, lo oprime y lo amordaza. Desde
las más simples ideas en una forma imaginativa y llena de sonido, hasta el dramatismo, el ansia y la responsabilidad de sentir profundamente la libertad de su
s g o T d v b ap r u t d s d c e l p e í l r c .
il. oo ir oqe oo e ie n a osa íia
Ejemplo de poema lírico, con un puro sentido del amor de nuestro tiempo, es
T q i r ,d M r oB n d t i
e ueo e ai eeet.
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
t a a a p rl j s i i
rbjn o a utca
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
112

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

que mira y siembra futuro
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sb gia rblí
ae rtr eeda
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
l g n ev v f l z
a et ia ei
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

Hermoso ejemplo de lírica es el poema Canto a mí mismo del poeta estadunidense Walt Whitman (1819-1892), a quien se le conoce como cantor de la democracia. Transcribimos dos fragmentos.

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que diga ahora de mí lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.
LIBRO

DE CONSULTA

Vago… e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
e e t t e r yd e t sv e t s
n sa ira e so ino.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.
T n ot e n ays e ea o .M s l de p r e t .
eg rit it ñs i au s efca

Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré hasta que muera.
Q es c l e a o al se c e a yl sc e o .
u e aln hr a suls o rds
A r s As s t o
tá. u ii.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré:
q en d el o v d .
u ai o lie
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
d j h b a at d ss nr s r c i n
eo alr oo i eticó,
ya r d p re p rl sp e t sd l e e g ae p r t a
bo e a n a a ura e a nrí siiul
d l ntrlz dsnrnd.
e a auaea eefeaa
.............
¿Qué es esto?, me dijo un niño mostrándome
un puñado de hierba.
¿Qué podía yo responderle?
Yo no sé lo que es la hierba tampoco.
Tal vez es la bandera de mi amor, tejida con la sustancia
verde de la esperanza.
Tal vez es el pañuelo de Dios.
un regalo perfumado que alguien ha dejado caer
con alguna intención amorosa.
Acaso en alguno de sus picos, ¡mirad bien!, hay un nombre
una inicial por donde conozcamos a su dueño.
Pienso también que la hierba es un niño,
el recién nacido del mundo vegetal.
¿O es un jeroglífico uniforme cuyo significado es nacer

113
114

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

e t d sp r e :
n oa ats
en las zonas pequeñas,
ye l sg a d s
n a rne,
e t el sn g o
nr o ers
yl sb a c s
o lno,
para darse a todos
yp r r c b rat d s
aa eii oo?

Otro ejemplo de lírica, profundo sentido de arraigo a la naturaleza y a la
tierra, es el poema III, del poeta dominicano Pedro Mir (1913-).
S a g i nq i r s b rc á e m p t i
i lue uee ae ul s i ara
s l d r a g nd a
e o ié lú í.
Cuando hayan florecido los camellos
en medio del desierto. Cuando digan
que las mujeres bajan sus dos manos
d l c b z yl a z ne l b i a
e a aea a la n a rs,
c a d l st e e s l a al c l e
uno o rns agn a al
e d ad l f e t c ns sv a
l í e a isa o u ís
bajo el brazo y descanse el fogonero.
Cuando la caña se desnude y rían
los machetes en fuga hacia el batey
dejando en paz las manos sorprendidas.
Cuando todo milagro sea posible
y ya no sea milagro el de la vida.
Cuando empiece a bajar esta marea
de ignominia
yd j a d s u i r oh c al a r r
ee l ecbet ai a uoa
el fondo firme de los pueblos. Día
j s od e u e a l sc r i l r s
ut e nmrr a odlea
yd c rc á e s nl ss e er s s
ei uls o a it ia
de la nueva semana
yc á e s n
uls o
l sm s sq ec n i n na e r a
o ee u otee lgí.
Entonces se sabrá cuál es mi patria
y mucha gente irá con sus camisas
de todos los colores y ciudades.
Llenarán sus costuras con la firma
n e t a d n e t al b r a ye t n e
usr, e usr ietd nocs
LIBRO

115

DE CONSULTA

i á ar p r i l s
rn eatra.
L l e a á a v e t p rl sv l e
a lvrn l ino o o als
e t d sl sA t l a .
n oa a nils

Ejemplo de la más bella lírica, de afecto entrañable y compañerismo, son los
poemas Miliciano muerto y Capitán Ximeno, del poeta y combatiente de la Guerra
Civil Española, Pedro Garfias (1901-1967).
MILICIANO

MUERTO

Qué dulce muerte le dio
la bala que lo mató.
L v s b el t i c e a
e i or a rnhr
derribado
con el fusil empuñado.
T e n sp i a e e f o
iro asjs n lr
l f u a al so o
e lín o js
que la muerte no cerró.
Yo vi en sus ojos su vida.
Vi su niñez espantada
su juventud desolada
s nu ai t r o a i n
i n nergcó.
Yv s sd a i u l s
i u ís gae.
Yv s r s g a i n
i u eincó.
Qué dulce muerte le dio
la bala que lo mató.
Le sacudieron los vientos
rble e crzn
eeds l oaó.
Con el fusil en la mano
y en la garganta un clamor
s l óad f n e s t e r ,
ai eedr u ira
la que nunca poseyó.
La muerte le ha derribado
con brusquedad de ciclón.
Camarada miliciano:
la bala que te mató
s f ec n a d l g o i
e u atno a lra
116

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

de un hombre que se salvó.
Porque has muerto por el pueblo
¡qué dulce muerte te dio
la bala que te mató!
CAPITÁN XIMENO
Mirada azul de Ximeno
en cara de niño bueno.
Mirada de azul cuajado,
de azul acero templado
t ni o e t
a ncne
b j l p zd l f e t .
ao a a e a rne
Dicen, Ximeno, que fuiste
bandolero y que supiste
de la fuga por los montes
h c aa u l o h r z n e
ai qels oiots
donde nadie sabe dónde
un tibio rincón se esconde
para el hombre como el ave
sdet d lbra.
eino e ietd
Y quién sabe
si fue mentira o verdad.
Yo te he visto Capitán
e e fet croé:
n l rne odbs
Capitán
del Batallón de Garcés.
V l e t ,s r o c l a o
aine ei, ald,
gran soldado
sobre tu caballo alzado
qué buena estampa tenías
tu mirada, como el cielo
desperezando su vuelo
s b el n a l j n a .
or ets eaís
Y ahora irás por las veredas
ye t eb e a yj r l s
nr rñs aae
–no por blandas alamedas
ni por caminos reales–
al m e t .B e v a e
a ure un ij.
Tu pistola sin reposo
LIBRO

117

DE CONSULTA

y tu caballo nervioso
s r nt s l e u p j .
eá u oo qiae
Yt s l n i yt a á
u ieco u fn
desolados…
Capitán
de bandidos y soldados.
Y a mí qué
si yo siempre te veré
con la muerte terca enfrente
y tu mirada inocente
m r n o af j m n e
iádl iaet.
¡Ay, Ximeno, Capitán
del Batallón de Garcés;
Capitán
d l c b z al sp e !
e a aea o is

Ejemplo de lírica profunda son los siguientes poemas que nos obligan a sentir la angustia humana y todo el dramatismo del ansia de libertad. En ellos vibra
nuestro siglo. Su autor es León Felipe (1884-1968), republicano español; abandonó su patria al ser derrotada por el fascismo, asilándose en México. A él se le
ha llamado como dos de sus libros El poeta maldito y El poeta prometeico
.
Voy con las riendas tensas
yr f e a d e v e o
ernno l ul,
porque no es lo que importa llegar solo ni pronto
sino llegar con todos y a tiempo.
XXIV
Ahora a mí me sucede
lo contrario que al hidalgo manchego:
que tomo por rebaños
l se é c t s
o jrio.
XXV
¿Qué más da ser Rey
que ir de puerta en puerta?…
¿Qué va
de miseria a miseria?…
118

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

¡NO!
¡Morir!… ¿Dormir?… ¡No!
No quiero que la muerte sea un sueño
Del sueño se despierta.
Que no entre más el viento sigiloso
p rl sn r c sd m a c l a ab s r eo r v z
o a aie e i ril, eam ta e.
Los ojos cerrados para siempre.
Quiero un sueño sin sueños… Nada.
C ANCIÓN
Una tumba es del tamaño
y la forma de una cama…
El muerto, que traiga luego
por lo menos una sábana.
Que una sábana es un lienzo
que sirve para dormir, lo mismo que una mortaja.
¡A dormir, a dormir,
que una tumba es una cama!
TESTAMENTO
Todo para el fuego. Nada para el gusano
de la tierra… Todas mis pertenencias para el fuego:
e t se p j s
so seo,
estos curvos y rotos espejos
con su torcido y sucio azogue fantasmal de veneno…
S l e i t ne p j s
óo xse seo:
el mar y esta lágrima… esta gotita amarga de agua.
No quiero verme más.
Nada para el gusano de la tierra
que se lo come un pez
y al pez un Rey
y el Rey vuelve a mirarse en un espejo.
Todas mis pertenencias para el fuego:
Mi sangre helada, mi carne paralítica también…
ym e q e e o
i sult,
esta jaula grotesca de mis huesos
donde cantaba ayer el mirlo ciego.
Al fuego todo… ¡También el mirlo ciego!
LIBRO

119

DE CONSULTA

HAY

DOS

ESPAÑAS

Hay dos Españas: la del soldado y la del poeta. La de la espada fratricida y la de la
canción vagabunda. Hay dos Españas y una sola canción. Y ésta es la canción del
poeta vagabundo:
F a c ,t y e l h c e d ,
rno ua s a aina
l cs
a aa
e cblo
l aal
yl p s o a
a itl.
M ae l v za t g ad l t e r .
í s a o niu e a ira
Tú te quedas con todo y me dejas desnudo y errante por el mundo…
Mas yo te dejo mudo… ¡mudo!
Y ¿cómo vas a recoger el trigo
yaa i e t re f e o
lmna l ug
si yo me llevo la canción?
O TRO

RELINCHO

The most beautiful neigh in
the world. El relincho más hermoso
del mundo.

Al Che que sabía
y nos enseñó cómo
s h c nl sh r e .
e ae o éos
L g n es e ed c r
a et ul ei,
l sa e i a o ,
o mrcns
l sn r e m r c n ss e e d c r
o otaeiao uln ei:
León-Felipe es un “Don Quijote”.
N t n og n l m n n t n o
o at etee, o at.
Sostengo al héroe nada más.
Y sí, puedo decir
y me gusta decir:
que yo soy Rocinante.
No soy el héroe
pero le llevo sobre el magro espinazo de mis huesos…
y le oigo respirar…
y he aprendido a respirar como él…
120

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

yar l n h r
eica,
y a blasfemar
yai j r a
nuir
y a maldecir…
¡h h d pts
O, i e ua!
¿Cómo es aquel relincho, americanos?
Aquél que empieza:
¡Jsiii…i!
¡utiiica!
Aquí el acento cae sobre la i…
muy agudo y sostenido
como un vibrante y estridente cornetín.
¡Jsiii…i!
¡utiiica!
¡ Q éb n t r l n h !
¡u oio eico!
Vamos a relinchar ahora todos juntos americanos…
d s ee C p t l od W s i g o ,¡ u r e f e t ,f e t !
ed l aioi e ahntn fet, ure ure
Hasta que el relincho llegue a Vietnam
yl o g nl sv e n m t s
o ia o itaia.
como el cornetín de la Victoria…
hasta que lo oigan todos los hombres
como el cese de todas las hostilidades del planeta
¡Jsiii…i!
¡utiiica!
¡Oh, qué hermoso relincho!
T em s b a t f ln i ho t ew r d
h ot euiu eg f h ol.

Hoy, el poeta se nutre de la realidad. Forma la conciencia social y sabe que la
poesía debe participar los hechos y los héroes populares, el amor y la belleza,
la angustia humana y el ansia de libertad. Hoy la poesía rebasa el aspecto formal de los géneros poéticos y se convierte en el testimonio de los hombres de su
tiempo, en el despertar de su conciencia, en el resumir los cantos libertarios de
todos los pueblos, en atestiguamiento de los hombres unificados en su liberación. Hoy el poema no es exquisito ni perteneciente a unos pocos. Hoy el poema nace de la palabra de todos y con el rostro de todos. Porque el poema en
nuestros días se forma con el lenguaje y con el espíritu de los pueblos a los que
se suma el poeta y su creación.
Tanto el prosista como el poeta escriben y se expresan mediante la lengua
e c i a p r e t el q eu oyo r e c i e n d b e i t rm sq el d f r n
srt, eo nr o u n to srbn o ee xsi á u a ieecia en forma. Lo que un novelista narra en un capítulo, el poeta lo resume en
una página. Pero el compromiso, la actitud y la acción creadora deben ser simil r s E p o i t s s r ed l sp l b a ,l sr ú e l se t e d ys p o e t .
ae. l rssa e iv e a aars a en, a xine e ryca
LIBRO

DE CONSULTA

121

El poeta las sustancia y las obliga a representar todo lo que puedan dar de sí.
Pero en ninguno de los dos casos las palabras son objetos. La palabra pasa a
través de la mirada como la limpidez de la luz. “Toda la luz del mundo cabe en
un solo ojo”, escribió Lope de Vega. Ese es el ojo del poeta a diferencia de la
mirada observadora y analítica de los dos ojos del novelista.
La prosa es también una forma de expresión de la lírica. Esto lo podemos
comprobar en dos de los más grandes exponentes de la lírica en prosa de nuestro siglo: el hindú Rabindranath Tagore (1861-1940), y el español Juan Ramón
Jiménez (1881-1957). El siguiente ejemplo es del libro Gintajali de Tagore.
,
El niño vestido de príncipe, colgado de ricas cadenas, pierde el gusto de su juego,
porque su atavío le estorba a cada paso.
Por temor a rozarse o a empolvarse, se aparta del mundo, y no se atreve ni
s q i r am v r e
iuea oes.
Madre, ¿gana él algo con ser esclavo de ese lujo que le aparta del polvo saludable
d l t e r ,q el r b e d r c od e t a e l g a f e t d l v d d t d sl s
e a ira u e oa l eeh e nrr n a rn isa e a ia e oo o
hombres?

T a r ( o s ad a á i a
eto peí rmtc)
Las obras dramáticas o teatrales se desarrollaron de manera decisiva para el
mundo en Grecia. No faltan indicios de representaciones en pueblos antiquísimos. Este género se destina a ser interpretado por varios personajes que emplean el diálogo para representar la acción en el marco de un escenario. Las
obras de teatro pueden estar escritas en verso (poesía dramática) o en prosa.
Cuando están escritas en prosa se consideran como sucesoras del romanticismo
del siglo XVIII que predomina en la actualidad.
Los grandes géneros de la dramática son: tragedia, comedia y drama. Si la
o r e t n ayt e eu f n lt á i o s r t a e i .S e c m i e l g r yc n
ba s es in n ia rgc, eá rgda i n abo s iea o
un final feliz, entonces es comedia. Cuando ambas se combinan se produce el
drama (del griego drao El carácter esencial de la obra teatral debe contener:
).
• Medida. Duración no excesiva de la representación.
• Comprensibilidad. El espectador debe entender y captar todo el desarrollo
d l acó.
e a cin
• Técnica escénica. Los personajes deben moverse ágilmente, evitando la monotonía y los diálogos deben captar la atención y el interés del público.
122

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

En la obra de teatro, los actores representan frente a los espectadores en el
escenario hechos como si realmente sucedieran. Su lenguaje y sus actividades
son los que el autor les ha dotado. Entre más se crea la verdad de lo que acontece, mayor sentido de participación y vivencialidad se provocará en el público.
Fundamentalmente, los elementos del teatro son la acción, los parlamentos y
la representación. En el teatro intervienen además de los actores y el propio
e c n r o l se c n g a o ,c r ó r f s d c r d r s t a o i t s m s c s e c ,
seai, o seórfs oegao, eoaoe, rmysa, úio, t.
que trabajan con el fin de dar mayor realidad a la obra. Cuando un solo personaje habla en el escenario se llama monólogo. Si hay dos personajes se llama diálogo. Tres personajes o más: decir cada uno su parlamento.
Ejemplo: fragmento del Cuadro Primero de Ana, “la Valor” de Bertolt Brecht
(1898-1956).

EL CABO. ¿Me quieres tomar el pelo? Ya te callaré yo tus desplantes. Lo primero, que
n c s t sl e a p t n e
eeia lvr aet.
ANA. ¡A ver si sabe portarse! ¡Qué es eso de decirme, delante de mis hijos que le
quiero yo tomar nada! Yo no me he insinuado con usted. Ni siquiera le conozco.
En el Segundo Finlandés, para patente, me basta con mi cara de persona decente.
Y si no sabe leer en ella, lo siento por usted. No la voy a cambiar por eso.
EL ENGANCHADOR. Cabo, se me hace que esta señora tiene inclinaciones subversiv s Ye e e é c t ,n sg s ae o d n
a. n l jrio o ut l re.
ANA. Lo que os gusta, es comer.
EL CABO. ¿Tu nombre?
ANA. Ana Fierling. Sí. Con mi carreta, he dado la vuelta al mundo.
EL CABO. Vamos a apuntar todo esto.
EL ENGANCHADOR. (A los dos hijos.) Nombres de bestias son los que debíais llevar,
pues no parece sino que lo sois. Mucho me extrañaría que algún día os
desengancharan del carricoche.
EILIF. Madre, ¿me permites que le aplaste el hocico de un puñetazo? De veras que
m gsaí.
e utra
ANA. Te lo prohíbo. ¡A estarse quieto! Bien, y pasando a otra cosa, de casualidad,
s ñ r so i i l s ¿ on c s t r a u ab e ap s o aou ah b l ap r e c n u ó ?
eoe fcae, n eeiaín n un itl n eil aa l itrn
( lc b . L s y ,y e t d s a t d .
A ao) a ua a sá egsaa
EL CABO. No es una hebilla lo que me hace falta. Aquí tenemos a dos mozarrones,
más derechos que un huso, anchos de espaldas, con pantorrillas que parecen de
a e o . N s aq ée p r np r a i t r e .
cr.. o é u sea aa lsas..
ANA. (Rápida.) ¡Ni soñarlo, cabo! Mis hijos no están hechos para empuñar armas.
LIBRO

DE CONSULTA

123

EL ENGANCHADOR. ¿Y por qué no? En el Ejército pueden ganar honra y provecho.
Traficar con zapatos, eso es cosa de mujeres. (A Eilif.) A ver, da un paso hacia
adelante. Que veamos si eres un hombre, o una damisela.
ANA. Es una damisela. Basta con que se le mire con enojo, y se desmaya.
EL ENGANCHADOR. (Burlón). Pero ¿qué me dices? (intenta llevarse a Eilif.)
ANA ¡Ya lo estás soltando! ¡Ni que se lo piensen! No se lo llevarán.
EL ENGANCHADOR. Me ha faltado al respeto. Dijo que mi boca era un hocico.
Vente conmigo hacia ese prado. Eso lo tenemos que poner en claro como dos
hombres.
EILIF. No te preocupes, madre. Ya está listo.
ANA. De aquí no te mueves, bergante. Te conozco: sólo te gusta andar a la greña. (Al
enganchador.) Lleva un cuchillo. Te va a desangrar como a un pollo.
EL ENGANCHADOR. El cuchillo se lo saco como si fuera un diente de leche. Vente
por acá, mocito.
AN . Cabo, se lo diré al coronel. Y os meterá a los dos en chirona. El teniente le hace
A
el amor a mi hija.
EL CABO. Poco a poco, camarada. ¿Qué es lo que tienen contra el Ejército? El padre
de este chico ¿era, o no era soldado? Murió como un valiente, tú misma lo has
dco
ih.
ANA. Murió, y eso es todo. (Señalando a Eilif.) Si aún es un niño. Os conozco. Me lo
l e á sa m t d r ,yp re et a a i oc b á sc n of o i e .
lvi l aaeo o s rbjt ori ic lrns
EL ENGANCHADOR. Lo primero que le darán, un chacó precioso y unas botas hasta
aá.
c..
EI I . (Con odio.) De ti, no quiero nada.
LF
ANA. Sí, “ayúdame a preparar un guisado”, le dice el cocinero al conejo. (Al Alpino.)
Anda, corre a gritarles a todos que nos quieren robar a tu hermano. (Saca un
cuchillo de la carreta.) ¡A ver si hay quién se atreve a robármelo! Os voy a sangrar
como a puercos. ¡Bandidos! Ya os enseñaré yo a hacer la guerra a costa de mis
hijos. Nosotros traficamos honradamente con lienzos y con embutidos. Somos
gne pcfcs
ets aíia.
EL CABO. ¿Pacíficas, eh? Ya lo dice tu cuchillo. ¿No te da vergüenza? Anda, esconde
y l sg r a ,¡ r b n !L g e r e t o i i ,t m s al h sd c o D l g e r
a a ars bioa a ura s u fco ú im o a ih. e a ura
v v s P e b e ,s ns l a o ,¡ oh yg e r !
ie. us in i odds n a ura
ANA. Pero mis hijos, ¡no!
EL CABO. Lo que tú quieres es quedarte con la carne y, para la guerra, los huesos. La
guerra es la que os engorda, a ti y a los tuyos, y tú, a cambio ¿qué le das? Nada. Te
dicen “la Valor”, y le tienes miedo a la guerra. Te apuesto lo que quieras a que tus
h j sn l t e e m e o
io o e inn id.
EILIF. Yo no le tengo miedo a la guerra.
124

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

EL CABO. ¿Y por qué demonios se lo ibas a tener? Mírame a mí, ¿a poco no me
s e t e s rm l t r E p c n b e c m l d sl sd e i i t .
ina l e iia? meé o in upio o icsee
ANA. Todavía no cumpliste los setenta.
EL CABO. Todo llegará.
ANA. Sí. A lo mejor, bajo tierra.
EL CABO. ¿Es que me insultas? ¿Quieres decir que me voy a morir?
AN . ¿Y si así fuera? ¿Y si estuvieras ya marcado? ¿Y si te dijera que ya sólo eres un
A
c d v rc nl c n i ?¿ u t l
aáe o ieca Qé a?

Una de las obras actuales que revelan hasta qué punto la opresión psicológica ha distorsionado la vida del negro estadounidense es “El metro”, del combatiente de color LeRoi Jones. De la primera Escena, el siguiente fragmento:
CLAY. ¿Estás molesta por algo? ¿Dije algo que no debía decir?
LULA. Todo lo que dices está mal. (Simula una sonrisa.) Eso es lo que te hace tan
atractivo. ¡Ja! ¡Con esa chaqueta de muñequitos con todos esos botones! (Más
a i a a s j t n o el c a u t . ¿ a aq ét p n se ac a u t ye ac r a ac ne
nmd, ueádl a hqea) Pr u e oe s hqea s obt o l
calor que hace? ¿Y por qué te pones una chaqueta y una corbata como ésas?
¿Acaso tu gente alguna vez quemó brujas o inició una revolución protestando por
el precio del té? ¡Muchacho! ¡Esa ropa de hombros estrechos proviene de una
tradición por la que debías sentirte oprimido! Una chaqueta de tres botones. ¿Qué
derecho tienes para ponerte un traje de tres botones y una corbata a rayas? Tu
abuelo fue un esclavo, no fue alumno de Harvard.
CLAY. Mi abuelo fue sereno nocturno.
LULA. Y tú fuiste a una escuela para niños de color donde todo mundo creía que
eras Averell Harriman.
CLAY. Todos, excepto yo.
LULA. ¿Y quién creías tú que eras? ¿Qué piensas, que eres ahora?
C A .( í c m p r d rl g r z a s s od l c n e s c ó . B e ,e e c l g oy p n a a
LY R e o o a a a i e e a l e g e a o v r a i n ) i n n l o e i o e s b
que era Baudelaire. Pero desde entonces he reducido mi aspiración.
LULA. Apuesto a que nunca pensaste que eras un negro bien negro. (Simula seriedad,
l e og i ayr eac r a a a .CA e t a r m d ,p r d s u sd l r a c ó i i i lt a ad
u g r t í a c j d s LY s á b u a o e o e p é e a e c i n n c a r t e
tomarlo a broma. L L casi grita. ¡ n B u e a r n g o
UA
) U adlie er!
CLAY. Efectivamente.
LULA. Muchacho, eres cursi. Retiro lo que dije antes. Todo lo que dices no está mal.
Es perfecto. Deberías estar en un programa de televisión.
CLAY. Tú actúas como si ya estuvieses en la televisión.
LULA. Es porque soy una actriz.
CLAY. Ya me parecía.
LIBRO

DE CONSULTA

125

LULA. Pues bien, estás equivocado. No soy actriz. Ya te dije que miento siempre. No
soy nada, querido, y no olvides eso nunca. (Con tono más ligero.) Aunque mi madre
fue una comunista. La única persona en mi familia que valía algo.
CLAY. Mi madre era republicana.
LULA. Y tu padre prefería votar por el candidato y no por el partido.
C a .¡ x c o
ly Eat!
LULA. ¡Bien, hace muy bien, pero muy bien!
CLAY. ¡Y bien!
LULA. ¡Y bien por Estados Unidos, donde uno es libre de votar por la mediocridad
de su propia elección! ¡Muy bien!
CLAY. ¡Muy bien!
LULA. Y muy bien por tus padres que aunque diferían sobre un asunto tan decisivo
como la estructura política, aun así forjaron una unión de amor y sacrificio que
estaba destinada a florecer con el nacimiento del noble Clay… ¿cuál es tu segundo nombre?
CLAY. Williams.
LULA. Una unión de amor y sacrificio que estaba destinada a florecer con el nacimiento del noble Clay, Clay Williams. ¡Bien! ¡Y más que bien todo muy bien por
t ,C a ,C a !¡ lB u e a r n g o ¡ í s ñ r ( c nc n s oc r a t . M C i t .M
i ly ly E adlie er! S, eo! Y o iim otne) i rso i
Cit.
rso
CLAY. Gracias, señora.
LULA. Ojalá el pueblo te acepte como un fantasma del porvenir. Y te ame, para que
no intentes matarlos cuando puedas matarlos.
CLAY. ¿Cómo?
L L .E e u a e i o C a ,yt l s b s ( uv zs e s m r c ys c r ad s n i o )
UA r s n s s n , l y
ú o ae. S o e nobee e ag e etd.
Sabes perfectamente bien lo que quiero decir.
CLAY. ¿Qué lo sé?
LULA. Así es que simulemos que el aire es ligero y está lleno de perfume.
C A .( l s u a d l b u a d L l . A í e .
LY O i q e n o a l s e u a ) s s
LULA. Y simulemos que la gente no puede verte. Es decir, los ciudadanos. Y que
eres libre de tu propia historia. Y yo estoy libre de mi historia. Simularemos
que somos bellezas anónimas destrozándolo todo mientras atravesamos las entaa d l cua.
rñs e a idd

Cet
uno
Cuento es la narración más o menos breve de un hecho o acontecimiento. El
cuento generalmente no plantea una serie de sucesos, sino que se concentra en
126

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

u aa é d t c n r l c n r t .E c e t e l n r a i nd u aa c ó f c i i ,
n ncoa eta, ocea l uno s a arcó e n cin itca
de carácter sencillo y breve extensión. El cuento no es la creación de un ambiente, no es un mundo, sino un acontecimiento sorprendente, inédito, estimulante, que escapa a lo habitual. En ocasiones, el hecho que narra el cuento
puede ser real, siempre digno de ser contado, siempre inaudito. En este sentido,
la técnica de construcción del cuento es muy distinta a la de la novela, porque
parte de otra concepción estética.
El origen del cuento es el oriente, su cuna natural, y aparece como producto
de una fantasía desbordante hasta llegar a nosotros, pasando por la Edad Media, que es cuando adquiere un sentido pintoresco de la vida propio de la burguesía de entonces (Bocaccio y Chauser).
En la época moderna el cuento vuelve a lo fantástico, revitalizado por el
romanticismo (Irving, Poe, Grimm, Andersen). Aquí la narración se cubre de
atmósfera poética. Cuando aparece el realismo, el ambiente del cuento se hace
consecuente (Chéjov). También aparece el relato breve con base psicológica
(James Joyce). Ejemplo de cuento con una sutil atmósfera poética es Dé, la que
cayó de la luna, del cubano Félix Pita Rodríguez (1909-1990).
Para Ky, Dé era una muchachita mayor. Tal vez tuviera diez años, quizá once, pudiera ser que nueve. Para Ky era simplemente una muchachita mayor.
Para Ky todas las muchachitas, mayores o menores, eran iguales: sencillamente un
mundo aparte y sin interés. Por lo tanto, él no tenía por qué ocuparse de ellas.
Pero con Dé ocurría algo especial que había hecho que Ky se interesara por ella.
Ky oyó decir muchas veces y a diferentes personas mayores: “¡Esta Dé parece que
se hubiera caído de la luna!” Y esto, naturalmente, le había llamado la atención.
¿Cómo habría podido Dé subirse a la luna que estaba tan alta? Que se cayera era
fácil de comprender, porque al fin y al cabo, Dé era una muchachita.
Lo que ocurría realmente era que Dé estaba siempre un poco distraída, un poco
como en otra parte y no donde efectivamente estaba. Y por eso a veces contestaba
una cosa cuando le estaban hablando de otra. Y a veces preguntaba muy asombrada
por cosas que todo el mundo sabía.
Pero lo peor era que Dé tenía como la enfermedad de hablar. Era como si estar
c l a al d l e ayp r n s n i d l r h b a as e p e
ald e oir aa o etr oo, alb imr.
Contaba todo lo que veía, todo lo que oía, todo lo que sentía. Contaba lo que
pasaba en su casa y lo que había presenciado en la calle o en la orilla del arroyo
meta lvb l rp.
inrs aaa a oa
Por ser Dé como era, con aquella manía de hablar siempre, y aquel estar distraída
y como pensando en otra cosa, fue que todos en la aldea se espantaron cuando una
p t u l d s l a o t t r ss l l e ód t n d .
arla e odds íee e a lv eeia
LIBRO

DE CONSULTA

127

Y en verdad que había muchas razones para que se espantaran. Dos hermanos de
Dé eran guerrilleros y ella sabía dónde estaba el campamento de su grupo, por
haber ido muchas noches con otras muchachitas a llevarles víveres o municiones.
Además, Dé había trabajado como todos los de la aldea excavando los túneles
s c e o ,l sr f g o ,l sd p s t sd a m s
erts o euis o eóio e ra.
Sin la voluntad de hacer mal, dijeron muchos. Dé puede hacerlo. Esos diablos de
l st o a t t r sl p e u t r nm lc s s Ye l ,c ns e p r t s m l ,c e áe l
a rps íee e rgnaá i oa. la o u síiu ipe ar n a
trampa. Se pondrá a hablar y hablar, como siempre. Hay que advertir a los guerrilleros para que tomen sus medidas y estén alertas.
Así se hizo y además, rápida y sigilosamente se vaciaron los depósitos de armas y
municiones, se cegaron las entradas de algunos túneles, se trató de disimular aún más
e a c s al sr f g o .
l ceo o euis
Pero todo aquello fue pena perdida, trabajo inútil. Los grupos de soldados títeres
que todos esperaban ver llegar de un momento a otro, no llegaron. Los hombres
más comprometidos de la aldea que se habían escondido pensando que vendrían a
a r s a l s s l e o d s se c n i e .¿ u h b ap s d ?
retro, airn e u sodts Qé aí aao
Fue Dé quien trajo la respuesta cuatro días después. Había adelgazado y estaba
hambrienta y tan agotada, que no tenía ganas de hablar. Todos los vecinos de la aldea
la rodearon y ella no hacía más que sonreír.
—¿Quisieron hacerte hablar? —le preguntó uno.
—¿Te torturaron? —le preguntó otro.
—Las dos cosas —respondió Dé sonriendo. Luego les mostró los verdugones y
l sd s a r d r sq et n ap rt d sp r e .
a egraua u eí o oa ats
—Pero tú no hablaste —dijo otro—. Aquí no vinieron.
—Oh, ¡sí! —contestó Dé—. Hablé mucho, mucho, pero no de lo que ellos querían que hablara. Casi los vuelvo locos con tanto hablar. Pero ellos me preguntaban
una cosa y yo les contestaba otra. Y luego seguía hablando, hablando. Se enfurecían
y me pegaban y volvían a preguntarme. Y yo les hablaba de otra cosa, como si todo
l e t n i r a r v s A f ns c n a o ym d j r nq ev l i r a u .
o nedea l eé. l i e asrn e ieo u ovea qí
Después de aquel día, ya nadie en la aldea, diga lo que diga Dé, ha vuelto a decir:
¡Esta muchachita! ¡Parece que se hubiera caído de la luna!

Un notable ejemplo de cuento que reúne todas las características que hemos
anotado es La tristeza, del ruso Antón Chéjov (1860-1904).
La capital está envuelta en las penumbras vespertinas. Cae lentamente la nieve en
g u s sc p s g r a r d d rd l sf r l se c n i o ,s e t e d ,e f n ,b a c
reo oo, ia leeo e o aoe nedds e xine n ia lna
capa, sobre los tejados, sobre los lomos de los caballos, sobre los hombros humanos, sobre los sombreros.
128

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

El cochero Yona está todo blanco, como un aparecido. Sentado en el pescante de
su trineo, encorvado el cuerpo cuanto puede estarlo un cuerpo humano, permanece
inmóvil. Diríase que ni un alud de nieve que cayese encima le sacaría de su quietud.
S c b l oe t t m i nb a c ei m v l P rs i m v l d dp rl sl n a r g d s
u aal sá abé lno nói. o u noiia o a íes íia
de su cuerpo, por la tiesura de palo de sus patas, parece, aun mirando de cerca, un
caballo de dulce de los que se les compran a los chiquillos por un copec. Hállase
sumido en sus reflexiones; un hombre o un caballo, arrancados del trabajo campestre y lanzados al infierno de una gran ciudad, como Yona y su caballo, están siempre
entregados a tristes pensamientos. Es demasiado grande la diferencia entre la apacib ev d r s i ayl v d a i a a t d r i oya g s i ,d l sc u a e r l m r n e
l ia útc a ia gtd, oa ud nuta e a idds eubats
d lcs
e ue.
Hace mucho tiempo que Yona y su caballo permanecen inmóviles. Han salido a la
calle antes de almorzar; pero Yona no ha ganado nada.
Las sombras se han adensado. La luz de los faroles se va haciendo más intensa,
más brillante. El ruido aumenta.
—¡Cochero! —oye de pronto Yona—. ¡Llévame a Viborgskaya!
Yona se estremece. Al través de las pestañas cubiertas de nieve ve a un militar con
impermeable.
—¿Oyes? ¡A Viborgskaya! ¿Estás dormido?
Yona le da un latigazo al caballo, que se sacude la nieve del lomo. El militar toma
a i n oe e t i e .E c c e oa r aa c b l o e t r e c e l c m u c s eya i a
set n l rno l ohr re l aal, sia l ulo oo n in gt
e l t g .E c b l ot m i ne t r e c e l ,l v n al sp t sy s na r s r r es p n
l áio l aal abé sia l ulo eat a aa , i peuas e oe
en marcha.
—¡Ten cuidado! —grita otro cochero invisible, con cólera— ¡Nos vas a atropel a ,i b c l ¡ l d r c a
lr méi! A a eeh!
—¡Vaya un cochero! –dice el militar— ¡A la derecha!
Siguen oyéndose los juramentos del cochero invisible. Un transeúnte que tropieza
con el caballo de Yona gruñe amenazador. Yona, confuso, avergonzado, descarga
a g n sl t g z ss b ee l m d lc b l o P r c a u d d ,a o t d ,ym r a r d luo aiao or l oo e aal. aee trio tnao ia lee
dor como si acabase de despertarse de un sueño profundo.
—¡Se diría que todo el mundo ha organizado una conspiración contra ti! —dice
con tono irónico el militar—. Todos procuran fastidiarte, meterse entre las patas de
tu caballo. ¡Una verdadera conspiración!
Yona vuelve la cabeza y abre la boca. Se ve que quiere decir algo; pero sus labios
están como paralizados, y no puede pronunciar una palabra.
E c i n ea v e t s se f e z syp e u t :
l let dire u suro rgna
—¿Qué hay?
Yona hace un nuevo esfuerzo y contesta con voz ahogada:
—Ya ve usted, señor… He perdido a mi hijo… Murió la semana pasada…
LIBRO

DE CONSULTA

129

—¿De veras?… ¿Y de qué murió?
—No lo sé… De una de tantas enfermedades… Ha estado tres meses en el
hospital y a la postre… Dios que lo ha querido.
—¡A la derecha! —óyese de nuevo gritar furiosamente—. ¡Parece que estás ciego,
ibcl
méi!
—¡A ver! —dice el militar—. Ve un poco más aprisa. A este paso no llegaremos
n n a ¡ a ea g nl t g z a c b l o
uc. Dl lú aiao l aal!
Yona estira de nuevo el cuello como un cisne, se levanta un poco, y de un modo
t r e p s d ,a i ae l t g .
op, eao gt l áio
S v e v r p t d sv c sh c as c i n e d s o od s g i l c n e s c ó ,p r
e ule eeia ee ai u let, ees e eur a ovrain eo
el otro ha cerrado los ojos y no parece dispuesto a escucharle.
P rf n l e a aV b r s a a E c c e os d t e ea t l c s i d c d ;e c i n e
o i, lgn iogky. l ohr e ein ne a aa niaa l let
se apea. Yona vuelve a quedarse solo con su caballo. Se estaciona ante una taberna y
espera, sentado en el pescante encorvado, inmóvil. De nuevo la nieve cubre su cuerpo y envuelven en un blanco cendal caballo y trineo.
Una hora, dos… ¡Nadie! ¡Ni un cliente!
Mas he aquí que Yona torna a estremecerse; ve detenerse ante él a tres jóvenes.
Dos son altos, delgados; el tercero, bajo y chepudo.
—¡Cochero, llévanos al puesto de policía! ¡Veinte copecs por los tres!
Yona coge las riendas, se endereza. Veinte copecs es demasiado poco; pero, no
o s a t ,a e t ;l q eaé l i p r ae t n rc i n e .
btne cpa o u l e mot s ee lets
Los tres jóvenes, tropezando y jurando, se acercan al trineo. Como sólo hay dos
asientos, discuten largamente cuál de los tres ha de ir de pie. Por fin se decide que
vaya de pie el jorobado.
—¡Bueno, en marcha! —le grita el jorobado a Yona, colocándose a su espalda—
¡Qué gorro llevas, muchacho! Me apuesto cualquier cosa a que en toda la capital no
se puede encontrar un gorro más feo…
—El señor está de buen humor! —dice Yona con risa forzada— Mi gorro…
—¡Bueno, bueno! Arrea un poco a tu caballo. A este paso no llegaremos nunca. Si
no andas más aprisa te administraré unos cuantos sopapos.
—Me duele la cabeza —dice uno de los jóvenes—. Ayer, yo y Vaske nos bebimos en casa de Dukmasov cuatro botellas de caña.
—¡Eso no es verdad! —responde el otro—. Eres un embustero, amigo, y sabes
q en d et c e .
u ai e re
—¡Palabra de honor!
—¡Oh, tu honor! No daría yo por él ni un céntimo.
Yona, deseoso de entablar conversación, vuelve la cabeza y, enseñando los dient s r ea i l d m n e
e, í tpaaet.
—¡Ji, ji, ji!… ¡Qué buen humor!
130

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

—¡Vamos, vejestorio! —grita enojado el chepudo— ¿Quieres ir más aprisa o no?
Dale de firme al gandul de tu caballo. ¡Qué diablo!
Yona agita su látigo, agita las manos, agita todo el cuerpo. A pesar de todo, está
contento; no está solo. Le riñen, le insultan; pero, al menos, oye voces humanas. Los
jóvenes gritan, juran, hablan de mujeres. En un momento que se le antoja oportuno,
Yona se vuelve de nuevo hacia los clientes y dice:
—Y yo, señores, acabo de perder a mi hijo. Murió la semana pasada…
—¡Todos nos hemos de morir! —contesta el chepudo— ¿Pero quieres ir más
a r s ?¡ s oe i s p r a l !P e i r i ap e
pia Et s nootbe rfeo r i.
—Si quieres que vaya más aprisa dale un sopapo —le aconseja uno de sus camards
aa.
—¿Oyes, viejo estafermo? —grita el chepudo— Te la vas a ganar si esto continúa.
Y hablando así, le da un puñetazo en la espalda.
—¡Ji, ji, ji! —ríe, sin gana, Yona— ¡Dios les conserve el buen humor, señores!
—Cochero, ¿eres casado? —pregunta uno de los clientes.
—¿Yo? ¡Ji, ji, ji! ¡Qué señores más alegres! No, no tengo a nadie… Sólo me
espera la sepultura… Mi hijo ha muerto; pero a mí la muerte no me quiere. Se ha
equivocado, y en lugar de cargar conmigo ha cargado con mi hijo.
Y vuelve de nuevo la cabeza para contar cómo ha muerto su hijo; pero en este
momento el chepudo, lanzando un suspiro de satisfacción exclama:
—¡Por fin, hemos llegado!
Y n r c b l sv i t c p c c n e i o yl sc i n e s a e n L ss g ec nl s
oa eie o ene oes ovnds o lets e pa. e iu o o
ojos hasta que desaparecen en un portal.
Torna a quedarse solo con su caballo. La tristeza invade de nuevo, más dura, más
cruel, su fatigado corazón. Observa a la multitud que pasa por la calle, como buscando entre los miles de transeúntes alguien que quiera escucharle. Pero la gente
p r c t n rp i ayp s s nf j r ee é .
aee ee rs aa i ias n l
S t i t z e ac d m m n om si t n a E o m ,i f n t ,s p d e as l rd s
u rsea s aa oet á nes. nre niia i uir ai e u
pecho inundaría el mundo entero.
Yona ve a un portero que se asoma a la puerta con un paquete y trata de entablar
conversación con él.
—¿Qué hora es? —le pregunta, melifluo.
—Van a dar las diez —contesta el otro—. Aléjese un poco; no debe usted permanecer delante de la puerta.
Yona avanza un poco, se encorva de nuevo y se sume en sus tristes pensamientos.
S h c n e c d d q ee i ú i d r g r eal g n e
e a ovnio e u s ntl iiis a et.
P s o r h r .S s e t m lyd c d r t r r e S y r u ,a i ae l t g .
aa ta oa e ine a eie eias. e ege gt l áio
—No puedo más —murmura— Hay que irse a acostar.
El caballo, como si hubiera entendido las palabras de su viejo amo, emprende un
p e u o ot o e
rsrs rt.
LIBRO

DE CONSULTA

131

Una hora después Yona está en su casa, es decir, en una vasta y sucia habitación,
donde, acostados en el suelo en bancos, duermen docenas de cocheros. La atmósfer e p s d ,i r s i a l .S e a r n u d s
a s eaa reprbe unn oqio.
Yona se arrepiente de haber vuelto tan pronto. Además, no ha ganado casi nada.
Quizá por eso –piensa– se siente uno tan desgraciado.
En un rincón, un joven cochero se incorpora. Se rasca el pecho y la cabeza y
busca algo con la mirada.
—¿Quieres beber? —le pregunta Yona.
—Sí.
—Aquí tienes agua… He perdido a mi hijo… ¿Lo sabías?… La semana pasada,
en el hospital… ¡Qué desgracia!
Pero sus palabras no han producido efecto alguno. El cochero no le ha hecho
caso, se ha vuelto a acostar, se ha tapado la cabeza con la colcha y momentos desp é s l o er n a .
us e e y ocr
Yona exhala un suspiro. Experimenta una necesidad imperiosa, irresistible, de
hablar de su desgracia. Casi ha transcurrido una semana desde la muerte de su hijo;
pero no ha tenido aún ocasión de hablar de ella con una persona de corazón. Quisiera hablar de ella largamente, contarla con todos sus detalles. Necesita referir cómo
enfermó su hijo, lo que ha sufrido, las palabras que ha pronunciado al morir. Quisiera también referir cómo ha sido el entierro… Su difunto hijo ha dejado en la aldea
una niña, de la que también quisiera hablar. ¡Tiene tantas cosas que contar! ¡Qué no
daría él por encontrar alguien que se prestase a escucharle sacudiendo compasivamente la cabeza, suspirando, compadeciéndole! Lo mejor sería contárselo todo a
cualquier mujer de su aldea; a las mujeres, aunque sean tontas, les gusta eso, y basta
d c r e d sp l b a p r q ev e t nt r e t sd l g i a .
eils o aars aa u ira orne e árms
Yona decide ir a ver a su caballo.
S v s eys l al c a r .
e it ae a uda
El caballo, inmóvil, come heno.
—¿Comes? —le dice Yona, dándole palmaditas en el lomo—. ¡Qué se le va a
hacer, muchacho! Como no hemos ganado para comprar avena, hay que contentarse con heno… A decir verdad, yo no debía ya trabajar; mi hijo me hubiera reemplazado. Era un verdadero, un soberbio cochero; conocía su oficio como pocos.
Desgraciadamente, ha muerto…
Tras una corta pausa, Yona continúa:
—Sí, amigo…, ha muerto… ¿Comprendes? Es como si tú tuvieras un hijo y se
muriera… Naturalmente, sufrirías, ¿verdad?
El caballo sigue comiendo heno, escucha a su viejo amo y exhala un aliento húmedo y cálido.
Yona, escuchado al cabo por un ser viviente, desahoga su corazón contándoselo
td.
oo
132

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Nvl
oea
Novela es una extensa, detallada y profunda narración en la que se describen
sucesos, caracteres, pasiones y costumbres de personajes en una atmósfera que
puede ser ficticia, real o ambas. La novela es la más alta expresión en prosa de
la lengua escrita. Se caracteriza principalmente por la profundización y dinamismo de cada uno de sus personajes, por el tema o trama universal e intemporal,
yp rl a c ó q es d s r o l l e ad i t r syp a e e t t c .
o a cin u e earla ln e neé lcr séio
La novela es un género relativamente moderno. La creación de un mundo
con finalidad estética y la compleja visión que refleja es algo propio de épocas
no primitivas. En la novela hay un espíritu crítico, un conocimiento consciente
de la realidad. Esto no puede darse en épocas ingenuas, nos dice la maestra
Socorro Mastachi, en su estudio sobre la novelística.
La épica recoge hechos ya dados, previamente conocidos. La novela crea una
serie argumental imaginada como una realidad nueva. El personaje de la nov l n e e m t e t t c d l é i a E r l t e p e i a e t e p o e od l
ea o s l io sáio e a pc. l eao s rcsmne l rcs e a
evolución del mito. Las figuras de la novela se van haciendo a través de ella,
como nos hacemos los hombres en la vida. El personaje nace de cara hacia el
futuro, frente a los conflictos de su época. Podemos observar esto en toda la
novelística, desde Cervantes hasta Dostoievski, Huxley, Faulkner, Kafka,
C r e t e ,C r á a .
apnir otzr
En América se asigna a El periquillo sarniento, de Fernández de Lizardi (17761827), el valor de haber sido la primera novela continental. Lizardi, en el marco
de la independencia mexicana, inicia el tema social, abordado posteriormente
por la novela hispanoamericana. Debemos mencionar también a otros grandes
novelistas que pertenecen al grupo de escritores que luchan por su país. Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), quien escribió un violento alegato cont ae g b r a t d s p t i ,e C v l z c ó yb r a i .J s M r í( 8 3 1 9 )
r l oenne e u ara n iiiain abre oé at 15-85,
el pensador de América, es la más apasionante figura surgida en la postrera etapa
de la emancipación de Latinoamérica. Su prosa, como su pensamiento y su
acción, estuvieron al servicio de Cuba, su patria. Es el iniciador de la nacional d dc b n .
ia uaa
El nuevo pueblo adquiere contorno y realidad en su prosa. El mayor exponente de la novela mexicana en el siglo XIX es Ignacio M. Altamirano; toda su
obra novelística está llena de realismo, humanismo y grandeza. Más tarde,
Mariano Azuela (1873-1952), José Rubén Romero (1890-1952), y otros que
estudiaremos más adelante.
LIBRO

DE CONSULTA

133

Uno de los más grandes novelistas actuales es el cubano Alejo Carpentier,
quien critica duramente a los escritores jóvenes que no tienen qué expresar, qué
contemplar, lo que él llama “el elemento épico”, y dice:
S e h c oé i of l a s m l i l c e o r sl g r s S l st m sd l sn v l sf l a
i l eh pc at, e utpia n to uae. i o ea e a oea atn
aquí, los hay y muy abundantes en Vietnam, en el Oriente Medio, en China, en las
guerrillas de América Latina. Yo pertenezco a un país pequeño: Cuba, donde, en el
momento más recio de la ascensión del socialismo, Fidel Castro, reunido con los
e c i o e ya t s a d s p í ,l sh d c o a a oc no r sp l b a :“ a a l q e
srtrs rits e u as e a ih, cs o ta aars Hgn o u
quieran, exprésense como quieran, trabajen como quieran, pero no trabajen contra
la Revolución. Con la Revolución, con el pueblo, todo. Contra la Revolución, contra
e p e l ,n d . L e o e e i v e t a h r a i n a ,v e t a f r a ,v e t a t c
l ubo aa” ug, lgd usrs ermets usrs oms usrs én c s p r n p r á se s n i or a d l é i av v e t q eo c r u d yq es h
ia, eo o edi l etd el e a pc iine u s icna u e a
dsrold.
earlao

Carpentier establece definitivamente la función del novelista, su tarea: Ent n e s c ne m n o c ne p e l c m a i n e c i i a l ,a e t r o a a l ,
edre o l ud, o l ubo obtet, rtcro cpal, mro
c m r n e l ,h b a l ,m s r r o s ñ l r es se r r s s sg a d z s s sm opedro alre otal, eaal u roe, u rnea, u i
serias, decirle todo lo que le sea posible para removerlo, acompañarlo en su
dolor, su alegría y sobre todo en su sentido y acción libertadores. En esta forma, el novelista podrá encontrar su verdadera dimensión y quizá su grandeza,
anota el maestro Sánchez Vázquez.
Para ejemplificar la novela, transcribimos un fragmento de Yawar Fiesta, del
escritor peruano José María Argüedas (1911-1969), novela de gran dimensión
que intenta recuperar la realidad humana del indio insertada en su contexto
s c a ys e p r t d r z .
oil u síiu e aa
Pero siguieron entrando y rodeando la placita de eucaliptos, dejando un claro en la
puerta, frente a los “civiles”. Por las cuatro esquinas llegaban indios y mestizos, y
e p z r nas b ral sp r d sya t c od l sc s s al t r eyal c p l a
meao ui a aee l eh e a aa, a or
a ail.
—¡Jesús! ¡Señor sargento! ¡Nunca han venido así las corridas! —dijo el teniente de
Chaupi.
Los guardias miraban asustados a la indiada que seguía aumentando, que aparecía
s b el sr l j sd l sp r d s s b ee t j d d l sc s sv c n sye e t c od l
or o eee e a aee, or l eao e a aa eia n l eh e a
capilla. Desde el fondo de la plaza se esparcía un olor a suciedad, a aguardiente, y
llegaba hasta la cara de los civiles un vapor pesado y fuerte. El sargento empezó a
sentir miedo: “Si tan sólo se mueven, si se arriman, nos aplastan contra los palos de
eucaliptos. ¡Mi madre! ¡Qué indiada!” Llamó al teniente de Pichk´achuri.
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

— í a e q ea o i al e a l sa t r d d syl sv c n s q et a d l sa t r d Dgls u hrt lgn a uoiae o eio; u rs e a uoia
des van a entrar ellos a la plaza. No los amenace. Dígales a buenas.
E t n e t s e p n j n oa s r e t ,yg i ó
l eine e mió ut l agno rt:
—¡Cumunkuna! (Comunero.)
Les habló largo, explicándoles que tuvieran paciencia, que ya iban a llegar las
autoridades; que, en cuanto se presentaran en la esquina, abrieran calle para que
psrn
aaa.
— E t b n t y a ( a r )t n e t !¡ s áb n – o t s óe v r y k ( l a d i d o
¡sá i, aty pde eine Et i! cnet l aao’ acle ni)
a c l ed K a a .
lad e ’yu
E s r e t m n óa m s ot n e t p r q ea i a aa s b r f c o a a c l e a
l agno ad l im eine aa u vsr l upeet, l lad, l
torero y a los vecinos, que se apuraran, que los guardias estaban en peligro.
El teniente se abrió campo entre la indiada, rogando y anunciando que iba por el
alcalde, para que de una vez empezara la corrida.
Cuando el teniente estaba en media plaza, abriéndose paso y suplicando, los
cmndd níea meao oa l
c r e e o d l s c a r ayllus ( o u i a i d g n ) e p z r n a t c r e turupukllay
ontrs e o uto
(corrida de toros), el verdadero, el del yawar punchay, día de sangre. Los comuneros
se movieron, sus ojos se redondearon y miraron derecho, sin moverse, la entrada de
l p a a E t n e t s p r u r t ;e t r p k l y s n b f e t e l p a a p r c a
a lz. l eine e aó n ao l uuula oaa ure n a lz, aeí
golpear el pecho; como una desesperación crecía dentro de la conciencia.
—¡Campu, taytay! ¡Campu! (Deje pasar, padre.)
El teniente empujó más fuerte a los indios, y se abrió campo con los codos;
como si se estuviera escapando de la plaza.
— ¡Otra vez esta música! ¡Cómo podrán tocar tan triste! Y en un día así, de tanto
s l t nc l e t .
o, a aine
El sargento miraba nervioso a la indiada, su corazón latía apurado.
—¡Mi sargento! Si tardan nos van a fregar —decía un guardia.
—Ya no deben tardar.
................
El Wallpa (apodo) se hacía el hombre todavía; se paró difícil, agarrándose de la
barrera, y templó sus piernas, para no derrumbarse. Estaba frente al palco de los
p i c p l s C s t d sl sn ñ syl sm s i l e t b nm r n o D r p n e s h n h rniae. ai oa a ia o its o saa iad. e eet, e ica
ron sus pantalones sobre sus zapatos gruesos de suela, y salió por la boca de su wara
(taparrabo), borbotando y cubriendo los zapatos, un chorro grande de sangre y
empezó a extenderse en el suelo.
Un dinamitazo estalló en ese instante, cerca del toro. El polvo que salió en remolino desde el ruedo oscureció la plaza. Los wak’ra-pukus (músicos) tocaron una tonada de ataque y las mujeres cantaron de pie, adivinando el suelo de la plaza. Como
disipado por el canto se aclaró el polvo. El Wallpa seguía, parado aún, agarrándose
LIBRO

DE CONSULTA

135

de los palos. El Misitu (apodo) caminaba a pasos con el pecho destrozado; parecía
ciego. El “Honrao” Rojas corrió hacia él.
slae l rtb, bino o rzs
— ¡ u r , p e , m é e e sallk’a! ( a v j ) — e g i a a a r e d l s b a o .
Mee us urt,
—¿Ve usted, señor subprefecto? Éstas son nuestras corridas. ¡El yawar punchay
verdadero! —decía el alcalde al oído de la autoridad.

Ejemplo de gran prosa es la obra novelística de Alejo Carpentier, el escritor
representativo de la Revolución cubana. Transcribimos un fragmento de su
n v l L sp s sp r i o .
oea o ao edds
Y así, atraído ahora por la mañanera frescura de un viejo cementerio, andaba a la
sombra de sus cipreses, entre tumbas que estaban como olvidadas en medio de
yerbas y campánulas. A veces, tras de un cristal empañado por los hongos, se ostentaba el daguerrotipo de quien yacía bajo el mármol: un estudiante de ojos afiebrados,
un veterano de la Guerra de Fronteras, una poetisa coronada de laurel. Yo contemplaba el monumento a las víctimas de un naufragio fluvial, cuando el aire fue desgarrado, en alguna parte, como papel encerado, por una descarga de ametralladoras.
Eran los alumnos de una escuela militar, sin duda, que se adiestraban en el manejo de
las armas. Hubo un silencio y volvieron a enredarse los arrullos de palomas que
hinchaban el buche en torno a los vasos romanos.
Esto, Fabio ¡ay dolor!, que ves agora,
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo itálica famosa.
R p t ayv l í ar p t re t sv r o q em r g e a a aj r n sd s el l e a
eeí ova eei so ess u e ersbn ioe ed a lgda, y por fin se habían reconstruido en mi memoria, cuando se oyó nuevamente,
con más fuerza, el tableteo de las ametralladoras. Un niño pasó a todo correr, seguido de una mujer despavorida, descalza, que llevaba una batea de ropas mojadas en
b a o ,yp r c ah i d u g a p l g o U av zg i óe a g n p r e d t á d l s
rzs aeí ur e n rn eir. n o rt n lua at, ers e a
tapias: “¡Ya empezó! ¡Ya empezó!” Algo inquieto salí del cementerio y regresé hacia
la parte moderna de la ciudad.
Pronto pude darme cuenta de que las calles estaban vacías de transeúntes y los
comercios habían cerrado sus puertas y cortinas metálicas con una prisa que nada
bueno anunciaba. Saqué mi pasaporte, como si los cuños estampados entre sus
tapas tuvieran alguna eficacia protectora, cuando un grito me hizo detener, realmente asustado, al amparo de una columna. Una multitud vociferante, hostigada por el
miedo, desembocó de una avenida, derribándolo todo por huir de una recia fusilería.
Llovían cristales rotos. Las balas topaban con el metal de los postes del alumbrado,
dejándolos vibrantes como tubos de órgano que hubieran recibido una pedrada. El
136

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

l t g z d u c b ed a t t n i na a ód d s e a l c l e c y a f l os e c n
aiao e n al e la esó cb e epjr a al, uo sat e nedió a trechos. Cerca de mí, un vendedor de naranjas se desplomó de bruces, echando a rodar las frutas que se desviaban y saltaban al ser alcanzadas por un plomo a ras
del suelo. Corrí a la esquina más próxima, para guarecerme en un soportal de cuyas
pilastras colgaban billetes de lotería dejados en la fuga. Sólo un mercado de pájaros
me separaba ya del fondo del hotel. Decidido por el zumbar de una bala que, luego
de pasar sobre mi hombro, había agujereado la vitrina de una farmacia, emprendí la
c r e a S l a d p re c m d l sj u a ,a r p l a d c n r o ,p t a d c l b í s
arr. atno o nia e a als toelno aais aeno oire,
derribando posaderos de cotorras empavorecidas, acabé por llegar a una de las
puertas de servicio que había permanecido abierta. Un tucán, que arrastraba un ala
rota, venía saltando detrás de mí, como queriendo acogerse a mi protección. Detrás,
erguido sobre el manubrio de un velocípedo abandonado, un soberbio guacamayo
permanecía en medio de la plaza desierta, solo, calentándose al sol. Subí a nuestra
hbtcó.
aiain
Mouche seguía durmiendo, abrazada a una almohada, con la camisa por las cader syl sp e e r d d se t es b n s T a q i i a oe c a t ae l r s e t b ,b j
a o is neao nr áaa. rnulzd n uno la epcaa aé
a h l e b s ad e p i a i n s
l al n uc e xlccoe.
Se hablaba de una revolución. Pero esto poco significaba para quien, como yo,
ignoraba la historia de aquel país en todo lo que fuera ajeno al Descubrimiento, la
Conquista y los viajes de algunos frailes que hubieran hablado de los instrumentos
musicales de sus primitivos pobladores. Me puse, pues, a interrogar a cuantos, por
mucho comentar y acalorarse, parecían tener una buena información. Pero pronto
observé que cada cual daba una versión particular de los acontecimientos, citando
los nombres de personalidades que, desde luego, eran letra muerta para mí. Traté
entonces de conocer las tendencias, los anhelos de los bandos en pugna, sin hallar
m sc a i a .
á lrdd

Esy
nao
El ensayo es el análisis y la exposición profunda que se hace de un determinado tema. Todo puede ser tratado en un ensayo, desde lo más trascendental
hasta lo más frívolo. Desde las inquietudes actuales hasta las preocupaciones
pasadas o del futuro. El ensayo es un género literario moderno, en el que una
persona reacciona ingeniosamente y sin prejuicios. Ensayar es probar a partir
del entendimiento.
El ensayo es una prueba literaria. Así como los ensayos en teatro son necesar o p r l r p e e t c ó d f n t v ,a íl se s y sl t r r o s r q i r np r
is aa a ersnain eiiia s o nao ieais e euee aa
la creación de una obra más completa. Puede haber ensayos, estudios y análisis
LIBRO

DE CONSULTA

137

p l t c s s c o ó i o ,f l s f c s p i o ó i o ,e c P re e p o i v s i a i n
oíio, oilgcs ioóio, sclgcs t. o jml: netgcó
sobre la vida de las abejas, análisis sobre los problemas de la juventud,
profundización sobre la conquista de la Nueva España, ensayo crítico sobre
determinado libro o pintura.
En el ensayo, lo fundamental es el punto de vista, la valoración y la opinión
del que redacta. El ensayo requiere una amplia labor de investigación, de recopilación de datos, de conjunción de opiniones.
Nuestra ilustración son fragmentos del ensayo de Adolfo Gurrieri y Edelberto
T r e - i a ,S t a i nd l j v n u d A é i aL t n ,d l st x o d lI s i u o
orsRvs iucó e a uetd e mrc aia e o ets e nttt
Mexicano de Planificación Económica y Social, publicados conjuntamente por
l e i o i lS g oX I E i o e d M x c yl E i o i lU i e s t r ad S n i a dtra il X, dtrs e éio a dtra nvriai e ata
g d Cie
o e hl.
LA

JUVENTUD COMO PROBLEMA SOCIAL EN UN MUNDO CAMBIANTE

La insuficiencia del ritmo de crecimiento económico de América Latina con respecto a su expansión poblacional y el retraso en el desarrollo social de los últimos años
colocan en el centro de los problemas por resolver aquellos que afectan a la infancia
y a la juventud, el grupo demográfico más numeroso del continente. Salvadas las
d f r n i sn c o a e ,l si t r s se g n r ld ls c o i f n o u e i d l p b a
ieeca ainls o neee n eea e etr natjvnl e a olción han vuelto crítica cualquier política económica que no los considere adecuadamente. El destino de la joven generación de latinoamericanos obliga actualmente
a conformar una estrategia específica que tome en cuenta, sobre todo, su capacidad
de generar energías que, convenientemente canalizadas, puedan convertirse en un
decisivo factor de cambio y renovación social.
El interés téorico por los problemas de la juventud no siempre ha marchado de
la mano con una política social coherente; antes bien, pareciera que el divorcio entre ambos aspectos ha retardado la aplicación de medidas que faciliten la adaptación
de la juventud, de manera íntegra, a la sociedad en proceso de cambio. En la literatura social dicho interés es un fenómeno recurrente y durante los últimos años han
aumentado los estudios e investigaciones sobre los que genéricamente se denominan
“ r b e a d l j v n u ” S e t e d nb j t lc l f c c ó l ss t a i n ss r i a
polms e a uetd. e nine ao a aiiain a iucoe ugds
e u ae a ad t r i a ad l v d d r n el c a s nd c s v st n ol si f u n i s
n n tp eemnd e a ia uat a ul o eiia at a nleca
yl so i n a i n sr c b d sc m l s t s a c ó d c e t si t r s sv t l s D a í
a retcoe eiia oo a aifcin e iro neee iae. e h
que el interés por la situación juvenil esté estrechamente asociado al problema más
general del desarrollo económico y social de la sociedad latinoamericana.
El planteamiento de la juventud como fenómeno sociológico debe elucidar en
principio qué se entiende por juventud. Este periodo vital parece condicionado tanto por determinantes biopsicológicas como socioculturales, de tal suerte que aun
138

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

dentro de una sociedad nacional la juventud adopta formas sociales específicas y
d v r a .E d c r l s“ o t s q ep e e i t n a s o i n a e a á i i h c ac t iess s ei, o cre” u udn netre retn l nlss ai ae
g r a q ee p c f c ne a f r a s c a e p e e t se l e t u t r t t l S l u i
oís u seiia ss oms oils rsne n a srcua oa. óo tl z n ou ag n r l z c ó q ev e v i s t s a t r a l sc n l s o e p e eh b a s
iad n eeaiain u ule naifcois a ocuins ud alre
en abstracto del problema juvenil. En efecto, la presentación de este problema como
núcleo de una temática debe considerar situaciones sustancialmente distintas como el
subempleo del adolescente de origen obrero o la rebeldía antiautoritaria del movimiento estudiantil universitario, por lo común de clase media.
L si v s i a i n sd s r p i a yl se t d o t o i o s b ed s i t ss g e t s
a netgcoe ecitvs o suis ércs or itno emno
d l j v n u l t n a e i a at a a ,e ú t m i s a c a d r s o d ral i t r o
e a uetd aiomrcn rtn n lia ntni, e epne a nergante de qué es lo juvenil de nuestra época contemporánea y por qué en muchos
aspectos se vuelve crítica su presencia. En una región como América Latina, donde
g u o yl d r sj v n l se t v e o s e p ep e e t se d v r a e c u i a a h s
rps íee ueie suirn imr rsne n iess nrcjds it r c s h yd av e v as ri p r a t l p e e c aj v n l
óia, o í ule e motne a rsni uei.
Pueden encontrarse, por lo menos, dos vertientes explicativas para intentar una
respuesta. Una, de naturaleza cuantitativa, se apoya sobre un hecho demográficamente
comprobado: la creciente importancia numérica de los grupos juveniles en la distribución de la población latinoamericana, por grupos de edad, aspecto al cual se hará
r f r n i c nm y rd t l em sa e a t .L o r ,d n t r l z c a i a i ayr l eeeca o ao eal á dlne a ta e auaea ulttv ea
cionada con la anterior, se manifiesta a través de una presión juvenil por lograr
m y rp r i i a i ne e t v e e t a a o e e e t d o e l v d s c a yh s ae e
ao atcpcó fcia n l rbj, n l sui, n a ia oil at n l
mundo de la política. Esta situación se produce en un momento crítico, cuando los
canales de acceso se manifiestan notoriamente débiles o insuficientes para aprovec a om d f c rt l sp e i n s
hr oiia ae rsoe.
La familia, que durante la infancia es el agente socializador por excelencia, comienza a perder importancia en la adolescencia en la medida en que la preparación
para los papeles adultos implica desarrollar actitudes de mayor independencia personal, de autoconfianza y de rechazo a ciertas formas de autoridad. Como el desempeño de tales papeles se basa en el reconocimiento social de personas que están
fuera del contexto familiar, adquieren importancia otras instancias socializadoras
que, en el mundo contemporáneo, reducen más aún el papel del grupo familiar. Es
probable que éste sea el fenómeno más significativo que afecta al joven de esta
sociedad que se moderniza en algunos aspectos muy rápidamente y que disloca las
bases tradicionales de su preparación para la vida adulta. No sólo el sistema educacional amplía sus funciones como agente de socialización, sino que también la creciente importancia de los grupos amigos o “pares” iguales en edad hace posible la
decisiva influencia de los hipertrofiados medios de comunicación de masas. No se
ha estudiado con la profundidad requerida la importancia del cine y la radio, de las
r v s a j v n l syl t l v s ó ,p r l j v n u l t n a e i a a e p c a m n ep r
eits ueie a eeiin aa a uetd aiomrcn, seilet aa
l q er s l am sr c p i aal i f u n i .
a u eut á eetv a nleca
LIBRO

DE CONSULTA

139

Lo cierto es que los jóvenes en general, forman, desde cierto punto de vista, un
grupo psicológicamente muy dependiente, y para completar su proceso de “identificación” necesitan la internalización de símbolos, valores y normas proporcionadas
cada vez más por los medios de comunicación modernos, muchos de ellos controlados comercialmente y que se dedican a estimular, en función de propósitos que
n d t e e q ev rc nl f r a i nc l u a ye p r t a d la o e c n e l a h s ó
aa inn u e o a omcó utrl siiul e dlset, a dein
a una cultura simbólica que “distorsiona” la socialización juvenil respecto a un mod l op t ó i e l
eo arn da.
Es prudente agregar que estos problemas de la socialización juvenil en un mundo
cambiante se expresan de diversa manera y tienen consecuencias distintas a medida
que son mayores los desniveles sociales en cada sociedad nacional. Algunos grupos
de la nueva generación encuentran dificultades de adaptación cuando intentan innovar hábitos y comportamientos sociales reconocidos por el mundo adulto; las formas de conducta excéntrica o desordenada, las manifestaciones de rebeldía
aparentemente sin causa, un cierto abandono por los valores oficiales y, en general,
nuevas formas de expresión de la energía vital en este periodo, corresponden al
desajuste que se produce por el tipo de cambio que afecta a la sociedad contempor n a i c u d l s c e a l t n a e i a ac nt d ss sd s q i i r o e t u t r l s
áe, nlia a oidd aiomrcn o oo u eeulbis srcuae.
Otros sectores, en cambio, encuentran límites para sus deseos de incorporación
p rl f r ac m f n i n l e t u t r i s i u i n l e p e a ae l sd f c l a e
o a om oo ucoa a srcua nttcoa, xrsd n a iiutds
para estudiar y/o trabajar, en un momento en que estas aspiraciones constituyen
n c s d d sr a e ap r i d l s t a i ns c o c n m c d l q ep o e ee j v n
eeiae els atr e a iucó oieoóia e a u rcd l oe.
Tal es, por ejemplo, el drama del muchacho o la muchacha de origen obrero que no
puede estudiar por sus escasos recursos familiares, pero que tampoco puede trabajar porque la demanda ocupacional disminuye constantemente en términos relativos.
.........................
Ayudar a la juventud a incorporarse como un sector social útil constituye el núcleo
de una problemática común que ha debido enfrentarse con dilaciones y obstáculos
de diversa naturaleza, derivados de una situación más general vinculada con la est u t r ye f n i n m e t d ls s e ae o ó i oyp l t c d l sd s i t ss c e
rcua l ucoaino e itm cnmc oíio e a itna oid d sl t n a e i a a .
ae aiomrcns
En efecto, la mayoría de ellas atraviesa un periodo de lento crecimiento económico –sobre cuyas causas no cabe explayarse aquí– que se expresa en la limitada absorción productiva de una mano de obra que se expande como consecuencia del
crecimiento demográfico. Esta insuficiencia dinámica afecta de manera primordial a
los grupos juveniles que anualmente se incorporan a la oferta de trabajo, ya sea en el
campo o en las ciudades. Lo mismo sucede en el campo político, donde las oportunidades de participación no se han incrementado como consecuencia de la perma-
140

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

nencia de estructuras de poder que tienden a limitarlas o a expandirlas en grado
menor que el esperado.
EL

SECTOR ESTUDIANTIL

Los problemas creados por la desigual y a veces por la declinante modernización
de las sociedades latinoamericanas, afectan de diversa manera a sus sectores juveniles. Los estudiantes, por la posición que ocupan en la estructura social, viven de
manera intensa o perciben de manera más aguda tales problemas y tienen mayor
posibilidad de participar de manera activa y eventualmente de influir en los asuntos
generales de la sociedad. Ello se debe a que los denominados sectores estudiantiles
se reclutan en su inmensa mayoría en las capas medias de la población, especialmente
en las áreas urbanas donde estos estratos sociales están localizados y donde son
mayores las facilidades y oportunidades para estudiar.
………………………….………
L r d c l z c ó d l j v n u e t d a t lye e p c a l v g r s a t a i nd s s
a aiaiain e a uetd suini n seil a iooa cucó e u
organizaciones en campos no estrictamente gremiales, no puede ser considerada
exclusivamente como una tendencia persistente al rechazo de los valores del mundo
adulto por parte de un transitorio grupo de edad, sino como un esfuerzo de integrac ó c í i aya t v a m s o e t m l d p re d s n e é ,e s n i oj s i i r yl
in rtc cia l im, siuaa o l eitrs l etd utceo a
especial sensibilidad que caracterizan a la juventud. De ahí que los problemas estudiantiles sean vistos como problemas de la sociedad global y que la vida política
nacional incluya la vida estudiantil en su conjunto: importantes grupos juveniles se
incorporan a la actividad pública de sus países a través de luchas estudiantiles que
reivindican derechos o se sienten portavoces de otros grupos sociales.

LA

JUVENTUD POBRE DE LAS CIUDADES

Los jóvenes pobres de las ciudades tienen, por decirlo de alguna manera, una juvent db e e e l p oe t el i f n i yl v d a u t e t ne t e h q e p rf e t s
u rv; l as nr a naca a ia dla s a srco u, o ure
que sean las actitudes surgidas en esta etapa, no pueden cristalizar socialmente en
comportamientos significativos. La incorporación prematura al trabajo y la formación temprana del hogar los liga precozmente al núcleo de sus mayores y les impide
vivir con profundidad su periodo juvenil. De aquí que no existan en estos sectores
una “cultura juvenil” ni una normatividad que, por serles propia, signifique una pos c ó f e t al s c e a g o a ,p rl c a l a t t dd r c a on s e ep o u i
iin rne a oidd lbl o o ul a ciu e ehz o ul rdcr
rebeldes sino perplejos. Con los años esa perplejidad se transformará unas veces en
LIBRO

141

DE CONSULTA

actividad en favor del mejoramiento de su situación y, en la mayoría de ellos, en
cierto conformismo escéptico con su destino.
En lo que respecta a la familia, por ejemplo, se ha señalado con insistencia el
proceso defectuoso de socialización que deriva de la falta de la figura paterna como
modelo de conducta. Siempre se ha interpretado este fenómeno como resultado de
la “irresponsabilidad” familiar del padre y de su correspondiente “ausencia familiar”, psicológica o real. No cabe duda de que el comportamiento del padre tiene
c p t li p r a c ae e p o e od s c a i a i nq es l e aac b e e s n d l
aia motni n l rcs e oilzcó u e lv ao n l eo e a
f m l a s ne b r o d b r ap e t r ea e c ó a h c o a a e t m n ep r d j c ,
aii; i mag, eeí rsas tnin l eh, prneet aaóio
de que aunque los padres tengan una relación afectuosa con los hijos, en muchos
casos no sirven como “personas de referencia” con base en los cuales puedan organizar los jóvenes su imagen de la sociedad y de sí mismos. ¿Acaso no será que los
jóvenes perciben a sus padres como representantes concretos de un esquema de
vida que rechazan?

N ECESIDAD

DE UNA TEORÍA DE LA JUVENTUD ORIENTADA
HACIA LA PLANIFICACIÓN

En resumen, este esquema de trabajo se basa en la aceptación de algunos supuestos
que conviene explicitar. En primer lugar, la diversidad de situaciones que presentan
los países de América Latina en cuanto a la situación de la juventud y, por ende, la
necesidad de delimitar los estudios y acciones a los marcos de las sociedades nacionales, sin intentar de partida esquemas que las engloben a todas.
De ningún modo significa esto suponer que no haya unidad real o posible debajo
de esta diversidad, sino sólo que un esquema analítico totalizador apriorístico es
demasiado abstracto para cumplir su indispensable función orientadora. En segundo lugar, que los problemas juveniles no deben ser estudiados aisladamente sino en
s v n u a i nc nl e t u t r yl d n m c c n r t sd l s c e a n c o a e l
u iclcó o a srcua a iáia ocea e a oidd ainl n a
cual tienen lugar. En tercer l
ugar, que existe una variada gama de estudios, que
a menudo se olvidan, realizados en las últimas décadas en consonancia con la mayor
c n i n i d l n c s d dd ld s r o l ,c y u i i a i ns s e á i ayc í i aa a o
oceca e a eeia e earlo ua tlzcó itmtc rtc cs
permita construir esquemas iniciales y sintéticos sobre la problemática juvenil en
cada sociedad nacional.
Blanca
6. ESTILO LITERARIO
Mefistófeles tienta a Fausto con el placer

Fausto

Goethe
ELEMENTOS

E

IMPORTANCIA DEL

ESTILO

LITERARIO

El estilo es a la obra literaria como la personalidad al individuo. Hay tantos
estilos como seres humanos. El estilo es el modo característico, original y propio de la expresión de cada autor para comunicar su pensamiento. El estilo es la
f r ad s rl t r r ad c d u o E ,p d í m sd c r e c r c e l t r r o E
om e e ieai e aa n. s orao ei, l aátr ieai. l
estilo corresponderá siempre a la época en que vive el autor; aunque ha habido
casos en la literatura de grandes escritores que se han adelantado a su tiempo.
De cualquier manera, el estilo se ve determinado por el tiempo e influido por la
c l u ayl c v l z c ó d c d p e l .
utr a iiiain e aa ubo
El estilo no se da espontáneamente. Es necesario lograrlo. Para esto debe
educarse y formarse la expresión escrita. Leer las obras fundamentales de la
l t r t r u i e s l e p r i i q es f c n e l si á e e yl ss n i o q e
ieaua nvra, s emtr u e eudn a mgns o etds u
producirán el trabajo literario. Esto permitirá además aprender los recursos y
lgo d cd ecio.
ors e aa srtr
Pero leer no significa exclusivamente “mirar” sucesivamente las páginas de
un libro, sino comprenderlas, meditarlas y descubrir el fondo de lo que se dice y
todo lo que se sugiere; como por lo regular se dice: “leer entre líneas”. Para
a q i i u b e e t l e n c s r oe t a a oye r g r L l c u ad l sc á i
durr n un sio s eeai l rbj l io. a etr e o lscos hasta llegar a los modernos, ejercitarse continua y perseverantemente. Tod sl se c i o e q eh nl g a ot n ru e t l p o i ,a i u lq el sg a d s
o o srtrs u a ord ee n sio rpo l ga u o rne
maestros de la pintura, comenzaron imitando a los grandes de su tiempo, hasta
que lograron ser ellos mismos literariamente. “Para desdibujar es preciso saber
dibujar.” El estilo literario es una visión personal de todo lo que alcanzamos a
comprender.

145
146

TALLER

LENGUA

DE LECTURA Y REDACCIÓN

COLOQUIAL, TÉCNICA Y LITERARIA EN EL ESTILO

En esencia, la lengua literaria es diferente a la lengua cotidiana o común. Esta
afirmación de ninguna manera quiere decir que la lengua común no pueda ser
lengua literaria. El autor se nutre de la lengua común, sólo que su función está
en relación con la obra y no con la expresión cotidiana. La llamada lengua poética no depende de otra cosa sino del propósito, el contenido y la atmósfera de
lo que se escribe. La lengua que hablamos, lengua común, puede ser literaria si
s u i i ad b d m n e
e tlz eiaet.
En cambio, la lengua literaria no puede ser lengua común. No estamos de
acuerdo en que la lengua literaria o poética sea una desviación de la cotidiana.
Porque una cosa es la lengua empleada en la obra literaria y otra es la invención
de una lengua nueva, “desviada”, nacida exclusivamente para la literatura. La
l n u l t r r a p d í m sd c r e l a e u c ó d l l n u c t d a ayo e
ega ieai, orao ei, s a dcain e a ega oiin bd c al sl y sp o i syp r o a e d l c e c ó d la t s a L l n u c m n
ee a ee rpa esnls e a rain e rit. a ega oú,
por sí sola, tampoco puede ser literaria, porque antes es preciso que obedezca a
l i t n i nya f nq ep r i u e e c i o .
a necó l i u esge l srtr
El diálogo cotidiano será literario siempre y cuando lo que expresen los pers n j sf r ep r ed l o r l t r r a D o r m n r r s l a í f l o D r n
oae om at e a ba ieai. e ta aea eutra as. uate mucho tiempo se consideró que la lengua común no podría formar parte de la
literaria. Esto es un verdadero error porque no es posible que por el hecho de
escribir una obra, se tenga que cambiar el habla original y verdadera, por ejemplo, de los trabajadores, de los campesinos y de los estudiantes. Nada más contradictorio que rechazar la lengua común dentro de la lengua literaria, y nada
más erróneo que creer que copiar pasajes completos de la lengua común es
ltrtr.
ieaua
La lengua literaria no es un sistema cerrado, porque no se origina exclusivamente para que se exprese el autor. No es predeterminada. La lengua literaria es
simplemente la que se necesita y corresponde al mundo del escritor. El escritor
no hace una lengua, porque sería tanto como inventarlo. Simplemente selecciona, elige y decide cuáles son las palabras que utilizará y que más tarde llamará
“su lengua”,* pero que realmente no es sino una adecuación de la lengua de
todos. Es cierto que en esta selección actúan fuerzas inconscientes. También es
cierto que en contados casos actúa el azar. El surrealismo tuvo estos orígenes.
Lo que es verdad es que la lengua literaria se ha hecho plenamente consciente,
* Algunos lo llaman “su lenguaje”.
LIBRO

147

DE CONSULTA

lo que no pasa con la lengua común. Coincidimos en que el habla común es una
corriente continua en la que no hay comienzo ni fin, y que la lengua literaria,
como la empleada por Pável, por ejemplo, es de una conciencia incuestionable.
Otra diferencia que podemos señalar entre la lengua literaria y la lengua común
es que la literaria, para su expresión, debe estar organizada y la lengua común no siempre lo está sintácticamente. Pensar que la lengua literaria debe ser
la que obedezca ciegamente los principios gramaticales lógicos y perspectivos
d s g o ,a e á d s ru e t r o e e m sg a ed l se r r s L l b r a h
e ils dms e e n sob, s l á rv e o roe. a ietd a
sido y será siempre lo fundamental para la creación y la expresión.

FIGURAS

LITERARIAS

Antes de estudiar cómo debe escribirse, es necesario mencionar algunas figuras
literarias. Las más importantes son: prosopopeya, comparación, metáfora, epít t ,a e o í yp r d j .E l m y r ad l sc s s l sf g r sl t r r a n s
eo lgra aaoa n a aoí e o ao, a iua ieais o e
dan separadamente.

Poooea
rsppy
Prosopopeya es la personificación de cosas abstractas o inanimadas, a quienes
se les dan los atributos del hombre y de la vida. Ejemplos:
El río corre presuroso hacia el mar.
El arroyo murmura cerca de la cabaña.
L sn b sd b j ne t a a f g r s
a ue iua xrñs iua.
Tú corres blandamente bajo la fresca sombra
que el mangle con sus ramas espesas te formó
y duermen tus remansos en la mullida alfombra
que dulce primavera de flores matizó.
ALTAMIRANO

Comparación
La comparación o símil es la figura que consiste en comparar expresamente una
cosa con otra, para dar una idea viva y eficaz de una de ellas.
148

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

La comparación puede detectarse fácilmente por las partículas “como”, “par c a oe u v l n e .S s s p i i r ne t sp r í u a ,l c m a a i nd j r a
eí” qiaets i e urmea sa atcls a oprcó eaí
de serlo para convertirse en metáfora. Ejemplos:
Eres como la noche callada y constelada.
Tu cabello largo y negro como la noche.
Las calles blancas como manos.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
l m t dl e o d f í .
a ia lns e ro
FEDERICO GARCÍA LORCA

Mtfr
eáoa
La metáfora es semejanza, consiste en dar a una cosa el nombre de otra que se
le parece, para realzarla o darle mayor fuerza. Puede decirse que la metáfora es
una comparación abreviada. Nunca la metáfora tiene las partículas “como”,
“parecía” o equivalentes, porque sería comparación. Ejemplos:
E iven d l vd.
l niro e a ia
“Boina gris, voz de pájaro y corazón de casa.”
“ i p l b a l o i r ns b et ,a a i i n o e ”
Ms aars lveo or i crcádt,
“ us l n i e d e t e l s ”
T ieco s e srla.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos
montado en potra de nácar
s nb i a ys ne t i o .
i rds i srbs
FEDERICO GARCÍA LORCA

Eíeo
ptt
El epíteto es un adjetivo o frase adjetivada que marca una cualidad esencial del
s s a t v .E e í e os a a ea s s a t v p r d r em y rr a c ;s ne b r
utnio l ptt e ñd l utnio aa al ao ele i ma-
LIBRO

149

DE CONSULTA

go, no es fundamental para determinar el sentido de éste. El epíteto es un adjetivo, pero no todo adjetivo es epíteto. Los epítetos deben ser apropiados al
sujeto y en relación con las acciones o situaciones propias del sujeto. Nunca
deben ser exagerados. Se caracterizan por su condición de innecesarios. Ejempo:
ls
L b a c n e ec í s b el c u a .
a lna iv aa or a idd
L sf r c sl b sp r e u a a h m r h r d .
o eoe oo esgín l obe eio
L n g a n c el a e o i a a
a er oh a tmrzb.
L f o i ap i a e at a oc n i ol a e r a
a lrd rmvr rj osg a lgí.

Ejemplos de expresiones o frases adjetivadas:
La Décima Musa, Sor Juana.
E P d ed l P t i ,H d l o
l ar e a ara iag.
E C n a r d lN r e F a c s oV l a
l etuo e ot, rnic il.
E C u i l d lS r E i i n Z p t .
l adlo e u, mlao aaa
A u l ai t é i aj v n u
qel nrpd uetd
con sus cuerpos vigorosos
detenía como muro resistente
l s l a ee b s i a
a avj metd.

S. DUEÑAS

Aeoí
lgra
La alegoría es una sucesión continua de metáforas; es decir, varias metáforas
u i a ,c n e u i a .L a e o í c n i t e s s i u ru o j t p ro r q el
nds osctvs a lgra osse n utti n beo o to u o
evoca. Hace comprensibles conceptos abstractos que resultan difíciles en sí
mismos. La alegoría permite dar a entender una cosa y sugerir otra más. En la
alegoría siempre hay una equivalencia resuelta. Ejemplos:
Su cuerpo de espadas penetró en mis ojos salvajes, en medio de los brazos de la
l z a o a ap re d s o
u, gtd o l ee.
“El carro del Estado navega sobre un volcán” (Prudón).
El elemento que se evoca es el pueblo en rebeldía.

La parábola y la fábula son ejemplos muy claros de alegoría. Ejemplo:
150

TALLER

LA ZORRA

A UNA

DE LECTURA Y REDACCIÓN

M ÁSCARA

Vio por casualidad la zorra una Máscara de Farsa, y dijo luego: “¡Oh, qué bella
c b z ,p r s ns s !
aea eo i eo”
Esto se ha dicho por aquellos a quienes la fortuna colmó de honor y gloria,
p r l sn g e j i i .
eo e eó l uco
(Los honores no honran a los necios.)
FEDRO

Prdj
aaoa
La paradoja consiste en presentar unidos dos pensamientos opuestos. Es “un
absurdo aparente formado por ideas que parecen contradictorias, pero que en
realidad no lo son. La paradoja, bajo la apariencia de un desatino, suele esconder una verdad nueva o un modo nuevo de ver esa verdad” (Vivaldi). Ejempo:
ls
Blanca negrura, seca fertilidad, estéril abundancia, difícil facilidad, docta
i n r n i ,a e r aa a g ,r í l o a d .
goaca lgí mra er lrno
C c e u “ s r b rs ns re c i o .
ota: Ecii i e srtr”
Wilde: “La vida es una cosa demasiado importante para hablar de ella en
sro”
ei.
Santa Teresa: “Vivo sin vivir en mí.”

Yo no puedo tenerte ni dejarte,
n s p rq é a d j r eoa t n r e
i é o u, l eat l eet,
se encuentra un no sé qué para quererte
y muchos si sé qué para olvidarte.
Pues ni quieres dejarme ni enmendarte,
yo templaré mi corazón de suerte
q el m t ds i c i eaa o r c r e
u a ia e nln breet
aunque la otra mitad se incline a amarte.
Si ello es fuerza querernos, haya modo
que es morir el estar siempre riñendo:
no se hable más en celo y en sospecha,
y quien da la mitad, no quiera el todo;
LIBRO

151

DE CONSULTA

y cuando me lo estás allá haciendo,
sabe que estoy haciendo la deshecha.
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

CUALIDADES

DEL ESTILO

Tradicionalmente las cualidades del estilo fueron señaladas por Azorín, y por
válidas se tomaron durante el siglo XX.
Azorín considera cuatro cualidades primordiales del estilo, agregaremos una
más. Las cualidades son normas que deben seguirse para redactar correctamente. Son reglas o requisitos que debe contener un buen texto. Éstas son: claridad,
c n i i n s n i l z n t r l d dyo i i a i a .
ocsó, ecle, auaia rgnldd

Caia
lrdd
Claridad significa escribir con un pensamiento diáfano, comprensible, directo,
c nl sc n e t sb e d g r d s L c a i a e l e p s c ó l m i ,l s n a i
o o ocpo in ieio. a lrdd s a xoiin ipa a itxs
correcta; es redactar un texto entendible sin que dé lugar a dudas. Cuando el
pensamiento del que escribe es captado sin esfuerzo por la mente del lector,
hay claridad. La claridad permite la total comprensión del texto.
El riesgo que corre un texto que no tiene claridad es el de no entenderse,
entenderse dudosamente o en parte.
Ejemplo de claridad es el fragmento del poema Vámonos patria a caminar,
del poeta guatemalteco Otto René Castillo, maestro del frente Edgar Ibarra de
las FAR, muerto en Sierra de Minas en 1967.

VÁMONOS PATRIA

A CAMINAR , YO TE ACOMPAÑO

Yo bajaré los abismos que me digas.
Yo beberé tus cálices amargos.
Yo me quedaré ciego para que tengas ojos.
Yo me quedaré sin voz para que tú cantes.
Yo he de morir para que tú no mueras,
para que emerja tu rostro flameando al horizonte
152

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

de cada flor que nazca de mis huesos.
T e eq es ra í i d s u i l m n e
in u e s, nictbeet.
Ya me cansé de llevar tus lágrimas conmigo.
Ahora quiero caminar contigo, relampagueante.
Acompañarte en tu jornada, porque soy un hombre
del pueblo, nacido en octubre para la faz del mundo.

Cniin
ocsó
Concisión es la cualidad que obliga a emplear únicamente las palabras que sean
absolutamente precisas y necesarias para expresar lo que queremos. Formular
nuestros pensamientos con el menor número de palabras, sin restar por ello lo
principal al texto. La concisión hace que cada línea, cada frase y cada párrafo,
estén plenos de sentido.
El no considerar esta cualidad hace un texto vago, impreciso, cargado de
p l b a ,r t r c .
aars eóio
Ejemplos de concisión son los textos que copiamos a continuación:
“Y el reposo del fuego es tomar forma.”
“Fuego es el mundo que se extingue y prende.”
“Las cosas hoy dispersas se reúnen
y las que están más próximas se alejan.”
“Otro, el emperador, el responsable,
junto a quien consintió, busca que nada
alcance a perdurar y continúe.”
“Serás polvo llevado por el mundo.
En tanto que nosotros duraremos.”
JOSÉ EMILIO PACHECO
“La libertad del hombre está en su conciencia.”
“Es tan corto el amor y tan largo el olvido.”
PABLO NERUDA
LIBRO

153

DE CONSULTA

En los últimos días de su vida
Fernando Krauze le cantaba a su hija Camila.
Camila tiene 3 años.
Algún día ella le cantará a su padre
e l sc l e l b e d C i e
n a als irs e hl.
BELTRÁN RÍOS

Snilz
ecle
L s n i l ze u i i a p l b a of a e d f c lc m r n i n T d l a t f c o
a ecle s tlzr aars rss e ái opesó. oo o riiis ,f l ooc m l c d e c n r r oal s n i l z L s n i l z e t m i na t n
o as opiao s otai a ecle. a ecle s abé ueticidad, buena fe. Un texto sencillo inspira confianza por su sinceridad, jamás
es exagerado. Un texto sencillo es creíble. Así como una de las grandes virtudes
humanas es la sencillez, ya que el verdaderamente culto o valiente no necesita
demostrarlo a cada momento; así también el estilo debe ser verdadero. La sencle e l grní d l vra.
ilz s a aata e a edd
E e p o d s n i l z e e f a m n o d l p e a Tal vez mi última carta a Memet,
jml e ecle s l rget e om
del poeta turco Nazim Hikmet.
S h s f i o s s g i ás f i n ot d v a
e a urd, e eur ured oaí,
pero a pesar de todo habrá un futuro espléndido.
Tú en nuestra tierra, con tu pueblo
construirás el mundo.
Con tus ojos lo verás.
Con tus manos lo tocarás.
Memet, yo moriré tal vez
muy lejos de mi idioma
lejos de mis canciones
muy lejos de mi sal y de mi pan
con la nostalgia de tu madre y de ti
y de mi pueblo y de mis camaradas
pr n e e eii
eo o n l xlo
mas no en el extranjero
en el país de mis sueños moriré
en la blanca ciudad de mis más bellos días.
Memet, mi niño
t c n í aT r u a
e ofo uqí.
Me voy, pero estoy calmo.
154

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

La vida que se va extinguiendo en mí
proseguirá por largo tiempo en ti
y en nuestro pueblo, eternamente.

Naturalidad
Esta cualidad se refiere al tono, o sea a emplear la lengua más usual, más habitual. Quien escribe sirviéndose de su propio vocabulario es natural. Lo contrar od n t r l d de r b s a i n o e u i i a p l b a q en s e p e n c s
i e auaia s eucmet, s tlzr aars u o e mla, ai
desconocidas o muy difíciles de entender. El tono afectado no tiene naturldd
aia.
El riesgo de la falta de naturalidad es que el lector se vaya frenando a cada
momento, distrayendo, aburriendo hasta que rechace el texto por ostentoso y
rdcl.
iíuo
Ejemplo de naturalidad es el poema Muchacha de Vietnam del poeta cubano
Roberto Fernández Retamar (1930-).
Esta ruda muchacha de Vinh
no tuvo miedo cuando el avión a chorro norteamericano
descendió en picada, disparando, sobre su grupo;
no tuvo miedo cuando el avión llegó a setecientos metros;
no tuvo miedo cuando entró en su mirilla,
y esta muchacha disparó y disparó
yv oc e e v e t e l a a a t r i l a a a o
i ar nulo n lms l erbe prt;
esta muchacha sólo tuvo miedo
cuando le pedimos que lo contara a nosotros
– á a a ,l c s l p c s p p l s ;
cmrs ue, áie, aee–
a nosotros, impresionados del otro lado de la mesa,
ante esta terrestre niña de Vinh que esconde la cara entre
las manos temblorosas.

Oiiaia
rgnldd
Esta cualidad va unida al término “nosotros mismos”. El escritor es original
cuando es él mismo sin copiar a nadie, sin hacer uso de frases hechas, de las
e p e i n syt p c su i i a o h s ae c n a c o
xrsoe óio tlzds at l asni.
LIBRO

155

DE CONSULTA

E e t l o i i a e e e t l i d v d a .E c m u as m l av t l L o i i
l sio rgnl s l sio niiul s oo n eil ia. o rgnal es lo fundamental. Ser original al tratar un tema es llegar hondo, penetrar
más en sí mismo para expresarse con mayor autenticidad. La expresión escrita,
e e t l l t r r o e c m l t m n ep r o a ,p o i ,s b e i o s n u a .T d s
l sio ieai, s opeaet esnl rpo ujtv, iglr oa
las cualidades deben observarse y ponerse siempre al servicio de la originalid d d l f r a de ser literaria de quien re acta.
a, e a om
d
Ejemplo de originalidad son los fragmentos del poema América del poeta
peruano Manuel Escorza.
América,
no puedo escribir tu nombre sin morirme.
Aunque aprendí de niño,
no me salen derechos los renglones;
a cada sílaba tropiezo con cadáveres,
detrás de cada letra encuentro un hombre ardiendo
y no puedo ni cerrar la A
porque alguien grita como si se quedara adentro.
...
...
¡Pobre América!
En vano los poetas
dsoa rieoe.
ehjn usñrs
No verán tu rostro mientras no se atrevan
a llamarte por tu nombre ¡América mendiga!
América de los encarcelados,
América de los perseguidos,
América de los parientes pobres.
¡Nadie te verá si no deshacen
este nudo que tengo en la garganta!

Los lingüistas modernos, además de las cualidades del estilo consideran cualidades de la palabra. En la lengua literaria, las palabras varían, modifican y
m l i l c ns sf n i n s L p l b ae l h r a i n ad lt a a a o l t r r o
utpia u ucoe. a aar s a ermet e rbjdr ieai.
Nosotros coincidimos en este aspecto con el maestro Arturo Souto y anotamos
las cualidades de la palabra: musicalidad, afectividad, evocatividad, concept a i a ,s m o i i a .
uldd iblcdd
156

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Mscldd
uiaia
La musicalidad es la belleza fonética o rítmica armoniosa, melodiosa, modulada y consonante. El acento, la entonación y el ritmo son fundamentales. La
calidad musical combate todo lo malsonante y estridente en la lengua. Es importante señalar que deben observarse todas las cualidades, pues el reducirse a
u as l p e es rr e g s .E l sc r i n e l t r r a ,c l e a i t s s m o i t s
n oa ud e isoo n a orets ieais utrnsa, iblsa
y modernistas, la musicalidad tuvo una gran preponderancia. Como claro ejemplo de musicalidad tenemos el poema del cubano Nicolás Guillén, Sensemayá.

SENSEMAYÁ
CANTO

PARA MATAR UNA CULEBRA

¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
L c l b at e el so o d v d i ;
a uer in o js e iro
la culebra viene y se enreda en un palo;
con sus ojos de vidrio, en un palo,
c ns so o d v d i .
o u js e iro
La culebra camina sin patas;
l c l b as e c n ee l y r a
a uer e sod n a eb;
caminando se esconde en la yerba,
caminando sin patas.
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Tú le das con el hacha y se muere:
¡ a ey !
dl a
¡No le des con el pie, que te muerde,
n l d sc ne p e q es v !
o e e o l i, u e a
Sneaá l clba
esmy, a uer,
sensemayá.
Sensemayá, con sus ojos,
LIBRO

157

DE CONSULTA

sensemayá.
Sensemayá, con su lengua,
sensemayá.
Sensemayá, con su boca,
sensemayá.
La culebra muerta no puede comer;
la culebra muerta no puede silbar;
no puede caminar,
no puede correr.
La culebra muerta no puede mirar;
la culebra muerta no puede beber;
no puede respirar,
¡no puede morder!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sneaá l clba
esmy, a uer…
¡Mayombe-bombe-mayombé!

Sneaá n s mee
esmy, o e uv…
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sneaá l clba
esmy, a uer…
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡ e s m y ,s m r ó
Sneaá e ui!

Aetvdd
fciia
Como un carácter actúa de manera diferente, ante diferentes espectadores, de
acuerdo con su sentimiento y emoción; las palabras, los nombres, también se
perciben de manera distinta. La carga sentimental o emotiva que pueden conten rl sp l b a e r c b d p re l c o s g ns f r ad a r c a l sc s s d
e a aars s eiia o l etr eú u om e peir a oa, e
acuerdo con su potencial afectivo. Esta apreciación afectiva se da únicamente
c a d e l c o s h l aa e t a oe e t x ol t r r o L c a i a a e t v d
uno l etr e al dnrd n l et ieai. a uldd fcia e
las palabras deberá emplearse de acuerdo con la intención que se pretenda lograr. Ejemplo de afectividad es el siguiente fragmento del poema número 15 del
chileno Pablo Neruda.
158

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso
t c r a al b c .
e err a oa
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma
y te pareces a la palabra melancolía.

Eoaiia
vctvdd
Las palabras pueden ser a veces elementos mágicos que nos traigan recuerdos y
que por momentos simbolicen las cosas que hemos visto o que hemos sentido.
Las palabras, la lengua, además de sentimientos y momentos vividos pueden
evocarnos luz, color, olor, textura, etc. De igual manera que la psicología nos
dice de lugares y aun momentos que reconocemos como si hubiéramos vivido,
las palabras tienen el poder de traernos hechos pasados o sucesos que ni siquiera nos han ocurrido.
Ejemplo de evocatividad es el poema Salmo 16 del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (1925).
Oye Señor mi causa justa atiende mi clamor.
Escucha mi oración que no son slogans.
Júzgame Tú y no sus Tribunales.
Si me interrogas de noche con un reflector
con tu detector de mentiras
no hallarás en mí ningún crimen.
Yo no repito lo que dicen los radios de los hombres
ni su propaganda comercial ni su propaganda política.
Yo guardé tus palabras y no sus consignas.
Yo te invoco porque me has de escuchar.
Oh Dios oye mi palabra.
Tú eres el defensor de los deportados
y de los condenados en Consejos de Guerra
y de los presos en los campos de concentración
guárdame como a la niña de tus ojos
debajo de tus alas escóndeme
LIBRO

159

DE CONSULTA

libértame del dictador y de la mafia de los gangsters
Sus ametralladoras están emplazadas contra nosotros
y los slogans de odios nos rodean.
Los espías rondan mi casa
los policías secretos me vigilan de noche
estoy en medio de los gangsters
Levántate Señor sal a su encuentro derríbalos.
Arrebátame de las garras de los bancos
con tu mano Señor líbrame de los hombres de negocios
y del socio de los clubes exclusivos
¡de esos que ya han vivido demasiado!
l sq et e e r p e a s sr f i e a o a
o u inn elts u ergrdrs
y sus mesas llenas de sobras
yd ne c v a al sp r o .
a l air o ers
Nosotros no tenemos entrada a su Club
pero Tú nos saciarás cuando pase la noche.

Cnetaia
ocpuldd
La cualidad conceptual es la posibilidad de proyectar una descarga de pensamiento muy intenso, que va más allá de lo aparentemente dicho. Esta cualidad
solamente se da en escritores con una gran capacidad de pensamiento, porque
las palabras definen ideas, expresan conceptos y pensamientos, y por ello mismo elaboran un concepto.
El pueblo es conceptual. Los dichos y los refranes son conceptuales por el
profundo valor de la idea que transmiten.
Ejemplos:
“Al hombre bueno no le busques abolengo.”
“La ley del embudo.”
“Lo que nunca se hizo, nunca se dijo.”
“General de dedo.”
“ lg l ea i a ”
E op vs.
“La mejor manera de decir es hacer” (Martí).

Ejemplo de cualidad conceptual es e! siguiente fragmento de Luzbela, del
escritor mexicano Arqueles Vela (1899-1977).
160

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

El cnly:
la ocuó
—… bien interpretaríais… de las 36 situaciones dramáticas… el perseguidor, el
infortunado, el culpable, el fugitivo, el desastroso, el desdichado, el conspirador,
e o a o e r p o ,e e i m t c ,e a v r a i ,e r v l e a ú t r ,e f e ,e f t l e
l sd, l atr l ngáio l desro l ia, l dleo l il l aa, l
l c ,e i p u e t ,e r v l d r e a a i n d ,e s c i i a o ,e d v t ,e c m l oo l mrdne l eeao, l psoao l arfcdr l eoo l opi
c d ,e s m l ,e i p s b e e p i e a a t ,e p i e a i o e ú t m a a t ,e
ao l ipe l moil, l rmr mne l rmr mg, l lio mne l
ú t m a i o e i d f r n e e i r f e i o e i m r a ,e p r i o o e e c n r d ,
lio mg, l nieet, l relxv, l notl l edds, l notao
e e p c a o ,e p c e z d ,e d s s e a o e v n e o ,e i f i g b e e s ñ d r e
l setdr l ainuo l eeprd, l ecdr l nrnil, l oao, l
culbutador, el desdeñoso, el ausente…
Viendo que permanecía alejado, concluyó:
— … parecéis de piedra…
—… te sobraron algunos… —repuse— …pero te faltó el principal… el alborozado por ti…
Consternada, se echó sobre las sábanas; envolviéndose después en forma de cuerpo
extraño, convulsiva por sus deseos.
Sus ojos iluminados se entrecerraron, sus labios entreabiertos se secaron como
los surcos de las tierras fragosas…
Ahora, su desnudez y postura, eran clásicas, en sus partes… aunque conservaba
en el todo de sus formas, un no sé qué más acá… de lo antiguo… identificada con
una mujer del pueblo en su actitud ruborosa, como si hubiera perdido la serenidad
l n a oi d f r n i …ys p o u i r a í t lc a e a
iel nieeca e rpsea s, a ul r…
Permaneció algún tiempo pensando; luego dijo:
—Por vuestra maldad… seréis castigados…
—… Dios se sirve de los malvados para hacer sus favores… repuse, estrechándola en mis brazos.
—… iréis al infierno… –balbuceó, zalamera.
—… qué le hace… soy de tierra caliente.
Entonces, ella se me quedó mirando extasiada, y en seguida me abrazó, diciendo:
—… me voy contigo…
—… al infierno…

Smoiia
iblcdd
Cualidad simbólica es emplear la palabra en toda su representatividad y significado. En la misma forma en que una metáfora realza y engrandece los concept s l sp l b a d b ns m o i a ,s g i i a ,c m e d a yp r o i i a l q e
o, a aars ee iblzr infcr opnir esnfcr o u
quiere decirse. Lo simbólico no quiere decir reducir la palabra únicamente en su
forma, como lo hicieron los modernistas, sino por el contrario, darle la mayor
amplitud, o sea, todo lo que puede manifestar. La palabra puede hacer las veces
de lo que queremos decir.
LIBRO

DE CONSULTA

161

Como ejemplo, el siguiente fragmento del poema Declaración de odio, del poeta
mexicano Efraín Huerta (1914-1982).
Ciudad tan complicada, hervidero de envidias,
criadero de virtudes deshechas al cabo de una hora
páramo sofocante, nido blando en que somos
como palabra ardiente desoída,
superficie en que vamos como tránsito oscuro,
desierto en que latimos y respiramos vicios,
ancho bosque regado por dolorosas y punzantes lágrimas,
lgia d dsrco lgia islats
árms e epei, árms nutne.
Te declaramos nuestro odio, magnífica ciudad.
At ,at st i t syv l a í i o b r u s s
i u rse ugrsms ugee,
at sc i a d a r ,c r m l syf l sa e i a o ,
u hcs e ie aaeo im mrcns
at sj v n u e i ec e mr l e a d b s r ,
u uetds c ra elns e aua
a tus desenfrenados maricones que devastan
l se c e a ,l p a aG r b l i
a suls a lz aiad,
la viva y venenosa calle de San Juan de Letrán.
Te declaramos nuestro odio perfeccionado a fuerza de
sentirte cada día más inmensa,
cada hora más blanda, cada línea más brusca.
Y si te odiamos, linda, primorosa ciudad sin esqueleto
no lo hacemos por chiste refinado, nunca por neurastenia,
sino por tu candor de virgen desvestida,
por tu mes de diciembre y tus pupilas secas,
por tu pequeña burguesía, por tus poetas publicistas,
¡por tus poetas, grandísima ciudad!, por ellos y su enfadosa
categoría de descastados,
por sus flojas virtudes de ocho sonetos diarios,
por sus lamentos al crepúsculo y a la soledad interminable,
por sus retorcimientos histéricos de prometeos sin sexo
o estatuas del sollozo, por su ritmo de asnos en busca de
una flauta.

La redacción correcta de acuerdo con el estilo literario se logrará observando tanto las cualidades del estilo como las cualidades de la palabra. Dependien-
162

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

do de cada género literario, deberá darse mayor importancia a estas cualidades.
Por ejemplo, el ensayo tendrá en primer plano lo conceptual; la poesía, lo music lyl s m ó i o L q ee i d s e s b es ñ l re q el sg a d so r sd l
a o iblc. o u s nipnal eaa s u a rne ba e a
literatura universal deben tener una lengua literaria que todos puedan entender
y comprender.
VICIOS

DEL ESTILO

Para tener un buen estilo en redacción no basta con observar las cualidades,
sino evitar los vicios y defectos. Los vicios del estilo son frases incorrectas,
tanto en la estructura de las palabras como en la sintaxis. Los vicios del estilo
e h np rt e r c a q i rr d c i n S nv c o d le t l l c c f n a l r p ca o ira ulue eacó. o iis e sio a aooí, a ee
t c ó yl a f b l g a
iin a niooí.

Ccfna
aooí
Cacofonía es la aspereza, brusquedad y altisonancia de una expresión. Es la
ruptura de la armonía, la disonancia que se produce en el encuentro de dos
p l b a ol t a c ns n d ss m l r s L r u i nd l sm s a l t a ys l b s
aars ers o oio iiae. a enó e a ims ers íaa
en una oración. Ejemplos de cacofonía:
Rápidamente regué las rosas rojas.
T n ot n ot a a od r n et e t i e t e .
eg at rbj uat rs rmsrs
L l zd l l j n l n i u i al l g n .
a u e a eaa ua lmn a aua

Rptcó
eeiin
La repetición es la monotonía de utilizar siempre los mismos vocablos. La repetición demuestra pobreza de vocabulario. Es muy frecuente encontrar repetidamente la “y” como punto de unión, el “como” y la “o” como punto de
comparación, etc. Al igual que en la expresión oral, la utilización de palabras
como “este”, “bueno”, “pues”, “digo”, etc., sólo muestran lagunas mentales en
la lengua escrita éstas equivalen a usar persistentemente las mismas palabras.
Ejemplos:
Carlitos miraba su libro, miraba la ventana, miraba las muchachas que pasaban
p rl c l e m e t a e t d a al g r t o .H yy n e o
o a al, inrs suib oaims o a i s.
LIBRO

163

DE CONSULTA

Salvador fue a la excursión, fue conmigo, fue con “el tiórico”, fue con sus hijos,
fue con toda su sabiduría, fue sin dinero y fue con su traje de baño de bolitas.

Afblga
niooí
Anfi s g i i a d s L a f b l g a e l f l a d c a i a e u a e p e i n C a infc o. a niooí s a at e lrdd n n xrsó. un
do una frase da lugar a dos o más formas de entenderse o interpretarse, se dice
que hay anfibología. Anfibología es la ambigüedad en una construcción dando
doble sentido a lo que se enuncia. Ejemplos:
Se obsequian mascadas para damas de seda.
Deje pasar primero a la dama como caballero.
Víctor como siempre presenta a su hermana a Ernesto.
Blanca
7. INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS
¡Todo el poder para el pueblo! —gritó Pável

La madre

Gorki
I NVESTIGACIÓN
Hablando en los terrenos del sentido figurado, la vida radica en lo que el hombre es capaz de respirar. Decimos esto tanto física como intelectualmente. Siempre el ser humano ha querido respirar el conocimiento de todo lo que le ha sido
dado entender. Desde que respiró el día de la creación según como lo interpreta
e G n s s h i t n a oe p i a s e t e p ,l n t r l z ,l v d ya t s i a
l éei, a netd xlcre l imo a auaea a ia rítcmente las formas, los colores, los sonidos. Esta ansia de respirar y descubrir
todo lo que llega a percibirse no sólo forma y desarrolla al hombre, sino lo
r a i ac m t l E t e i v s i a .
elz oo a. so s netgr
Investigar es conocer, saber. El hombre cumple el conocimiento y lo aplica
para beneficio de su colectividad. La investigación es método y organización, puede definirse como el ir hasta las fuentes originales de lo que trata de
descubrir; lo nuevo, hasta haberlo indagado y superar así lo ya conocido por el
hombre. Ejemplo de investigación antropológica fue el ir hasta los orígenes
más recónditos históricos y sociológicos que tuvo que realizar la antropóloga
Eulalia Guzmán, hasta localizar los restos del más digno de los combatientes
prehispánicos: Cuauhtémoc. Después de la investigación difícil y envidiada,
logra poner en claro y recuperar para el conocimiento y la historia, el paradero
del cuerpo mortal del héroe.

F c ab b i g á i a
ih ilorfc
El trabajo de investigación no únicamente necesita un método sino el desarrollo de toda la atención y disposición del que investiga. Tanto para realizar la
investigación como para el ordenamiento de los conocimientos asentados en
167
168

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

los libros, lo que equivale también al ordenamiento de los propios libros, requiere representaciones escritas que nos permitan localizar rápidamente y conocer el contenido y todos los datos relacionados con una determinada obra. El
auxiliar en la investigación a este respecto recibe el nombre de ficha bibliogáia
rfc.
La ficha bibliográfica es una pequeña tarjeta de 12.5cm × 7.5cm, donde se
asientan los datos más importantes de las obras. Por lo general contiene los
sgine dts
iuets ao:
•a t r
uo
•t t l
íuo
•e i o i l
dtra
• país y año
•t m t c
eáia
Alccó:
piain
FICHA

Atr
uo
Ttl
íuo
Eioil
dtra
Tmtc
eáia

BIBLIOGRÁFICA

V a i i I i hL n n
ldmr lc ei.
L eacpcó d l mjr
a mniain e a ue.
Progreso País URSS Año 1971.
Lo que revolucionariamente requiere la mujer de
hoy para emanciparse y realizarse.
LIBRO

169

DE CONSULTA

L f c ab b i g á i ap e eu i i a s n s l p r e t f n l d d s n p r
a ih ilorfc ud tlzre o óo aa sa iaia, io aa
cualquier labor de estudio o monografía. Su aplicación y manejo se estudia y
practica a fondo en la Técnica de Investigación, aunque en forma particular
también es muy usual.

F c ad t a a o
ih e rbj
La investigación impone un método adecuado. Es necesario primero organizar
todo el material de que se disponga y clasificarlo separadamente en ficheros, en
los que deberá anotarse su contenido. Los libros de consulta y bibliográficos
que se necesiten. Y, sobre todo, anotar limpia, clara y cuidadosamente todas
n e t a i v s i a i n se l st r e a d t a a o
usrs netgcoe n a ajts e rbj.
La ficha de trabajo es una tarjeta que tiene dos objetivos fundamentales: Ir
ordenando las fuentes de información de acuerdo con los conceptos e ir relacionando los comentarios y juicios personales del que investiga. Hay varias
fichas de trabajo para fines específicos. Por ejemplo, la tarjeta de Universal
Alexander, la de la UNESCO, etc. Para nuestra finalidad de análisis de obras y
de conceptos de estudio escolar, consideramos de mayor operabilidad el model q ec n i n l ss g i n e d t s
o u otee o iuets ao:

•atr
uo
• tema que se investiga
• t t l d ll b o
íuo e ir
• e i o i l l g ryf c a
dtra, ua eh
• p g n d ll b oq es t a s r b
áia e ir u e rncie
• r f r n i t x u le t ec m l a
eeeca eta nr oils
• comentario o juicio personal.

Un ejemplo de la aplicación de la ficha de trabajo se muestra en la siguiente
pgn:
áia
170

TALLER

FICHA

DE LECTURA Y REDACCIÓN

DE TRABAJO

Germán Guzmán Campos
-El Padre Camilo Torres
Siglo XXI Editores, México, 7a. Ed., 1978.
pp. 99 a 102

Plataforma Política

1.– “La propiedad de la tierra será del que la esté trabajando directamente.
2.– Todos los habitantes de casas en las ciudades y pueblos serán propietarios
de la casa en donde habiten.
3 –S h r u p a d c r c e o l g t r o t n e t as s i u ri p r a i n s
. e aá n ln e aátr biaoi, edne utti motcoe,
a m n a l se p r a i n sei d s r a i a e p í .
uetr a xotcoe nutilzr l as
4.– Se cobrará un impuesto progresivo a los que reciban rentas superiores a las
requeridas para vivir decorosamente.
5 –L sb n o ,c m a í sd s g r s h s i a e ,c í i a ,c n r sd f b i a
. o acs opña e euo, optls lncs eto e arcc ó yd s r b c ó d d o a ,l st a s o t sp b i o ,l r d oyt l v s ó yl
in itiuin e rgs o rnpre úlcs a ai eeiin a
e p o a i nd l sr c r o n t r l s s r nd lE t d .
xltcó e o euss auae, eá e sao
6.– El Estado dará gratuitamente educación a todos los colombianos.
7 –L e u a i ns r o l g t r ah s af n l z rl e u a i ns c n a i ot c
. a dccó eá biaoi at iaia a dccó eudra énica. Habrá sanciones penales para los padres que no cumplan con la obligación
d h c re u a as sh j s
e ae dcr u io.
8.– La propiedad del subsuelo será del Estado.
9.– Colombia tendrá relaciones con todos los países del mundo e intercambios
de comercio y de cultura en condiciones de equidad y de mutuo beneficio.
10.–El Estado implantará un plan integral y progresivo de seguridad social que
garantice gratuitamente a la población el derecho a la salud y a la atención médic.
a”
La plataforma del Padre Camilo
es indispensable para que realmente
exista un cambio revolucionario en un país.

Bbigaí
ilorfa
Se llama bibliografía a la relación de todas las obras consultadas para hacer una
ivsiain u taao u lbo ectr.
netgcó, n rbj, n ir, téea
LIBRO

171

DE CONSULTA

U i i a i nd l sf e t sd i f r a i n
tlzcó e a une e nomcó
Para poder realizar el trabajo de la investigación hay que recurrir a las fuentes
de información. Las fuentes de información son receptáculos que tienen, en
forma especializada, gran cantidad de elementos que proporcionan los datos
n c s r o p r f c l t re t a a od i v s i a i n E l g c s p n rq et d
eeais aa aiia l rbj e netgcó. s óio uoe u oo
trabajo de investigación necesita fuentes de información de calidad, pues al
basarse en fuentes erróneas traería como consecuencia una investigación equivocada.
Consideramos esencialmente una buena bibliografía, así como libros de consulta y referencia, como primera fuente de información. Otras fuentes de información indispensables son: la biblioteca, la hemeroteca y los centros de
información.

Bbitc
iloea
Se llama biblioteca al sitio o lugar donde se localizan debidamente clasificados
y ordenados libros a disposición del público. La biblioteca es un lugar vivo que
guarda una parte del saber humano asentado en libros y papeles. La historia, el
a t yl c v l z c ó d l sp e l se t nc l s m n eg a d d sp rl sb b i re a iiiain e o ubo sá eoaet urao o a ilo
t c s s st a i i n st m i n H yb b i t c se p c a i a a h s ó i a c e t ea; u rdcoe abé. a iloea seilzds itrc, iní
f c ,g o r f c ,m t m t c ,f l s f c m n e af nd h c rm sf c le a c s
ia egáia aeáia ioóiaet, i e ae á ái l ceo
a los volúmenes. El verdadero estudioso aclara, reafirma y agranda su cultura
consultando una biblioteca. Entre las bibliotecas más célebres e importantes
del mundo podemos mencionar: a) La biblioteca de Asurbanipal, localizada en
l s r i a d l p l c o r a d N n v , l m s f m s d l O i n e b) L b b i t c
a uns e aai el e íie a á aoa e ret. a iloea
de Pérgamo, en Asia Menor. c) La biblioteca de Alejandría en Egipto, parcialmente destruida por los bárbaros, la más célebre de los griegos. d) La biblioteca
del Pórtico de Marcello en Roma, después La Palatina, primera biblioteca públic i s a a a p r C s r A g s o e) L s b b i t c s b n d c i a e v r o p í e ;
a ntld o éa uut. a iloea eeitns n ais ass
la Orden de la Edad Media se dedicó a copiar manuscritos de los clásicos.
En la actualidad las más importantes son: el Museo Británico en Londres, la
Biblioteca Nacional en París, la Biblioteca Vaticana en Roma y la Biblioteca
Pública de Berlín. En América la más importante es la Biblioteca Central de la
Universidad Nacional Autónoma de México (antes Real y Pontificia Universidad), fundada el 21 de septiembre de 1551 y que actualmente está en Ciudad
Universitaria. En nuestro país también es notable la Biblioteca Nacional que
172

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

también se encuentra en Ciudad Universitaria y la Capilla Alfonsina en Tacub y ,D F
aa ..

Hmrtc
eeoea
La palabra hemeroteca tiene su origen en el griego hemera: día, y theke: estante. La hemeroteca es por su raíz: los estantes que guardan los diarios o periódicos. La hemeroteca es el sitio donde se encuentran debidamente clasificados y
o d n d sl sp r ó i o ,l sr v s a yl sp b i a i n s c ne f nd e t ral
reao o eidcs a eits a ulccoe, o l i e sa a
d s o i i nd lp b i op r s c n u t ei v s i a i n P r f c l t rs m n ipscó e úlc aa u osla netgcó. aa aiia u ae
jo, la hemeroteca elabora catálogos completos en los que aparecen los tipos, las
épocas y los nombres de los volúmenes que contienen.
En nuestro país, en el año de 1539, al ser introducida en la Nueva España la
primera imprenta del continente, se formó en la Real y Pontificia Universidad
de México lo que más tarde sería la Hemeroteca Nacional, cuyo archivo es de
los más antiguos e importantes de América. Entre los primeros diarios que la
formaron se cuentan las célebres Hojas Volantes y las Gacetas de 1677. También
se encuentran las publicaciones periódicas de don Ignacio María Castorena Ursúa
y Goyeneche, que datan de 1722. Otros ejemplos notables de la Hemeroteca
Nacional son El Despertador Americano, periódico liberal que comenzó a circular
poco antes de la Independencia y en toda la época de Hidalgo y Allende. El
Renacimiento, diario que contiene poemas inéditos de autores modernistas del
s g o X X. El periódico Regeneración, diario revolucionario, precursor del moviil I
miento armado de 1910, publicado por los hermanos Ricardo y Enrique Flores
Magón.
Es obligado recordar que el dictador Porfirio Díaz tenía miedo a estos dos
ideólogos y confianza en Madero, pues consideraba que este último era de sus
mismas ideas. Los hermanos Flores Magón fueron hechos prisioneros y llevados a Estados Unidos, lugar donde fueron arteramente asesinados el 22 de noviembre de 1922, en Leavenworth, Kansas. Ricardo murió ciego. Antes se les
había prometido la vida a cambio que desdijeran sus afirmaciones periodístic s p r e l sr s o d e o l s g i n ef a eq eq e óc m s e i a i :“ u s
a, eo lo epnirn a iuet rs u ud oo u ptfo Netros amigos dirán que fuimos idealistas. Nuestros enemigos dirán que fuimos
locos, pero nadie dirá que fuimos claudicantes de nuestras ideas.” La Hemeroteca Nacional de México tiene gran prestigio internacional, es una de las más
importantes del continente. Se encuentra ubicada en Ciudad Universitaria.
LIBRO

173

DE CONSULTA

C n r sd i f r a i n
eto e nomcó
Los centros de información son instituciones al servicio de la comunidad que
tienen como función proporcionar la información suficiente sobre:

a A t v d d sc l u a e .
) ciiae utrls
b) Centros de estudio.
c S t o d i t r sa t s i oya t o o ó i o
) iis e neé rítc nrplgc.
d) Obtención de becas.
Los centros de información permiten el acceso a la cultura de un país, tanto
para el nacional como para el visitante extranjero. Los centros de información
se valen de medios de información directa para llevar a cabo su servicio: revists ctlgs bltns ectr.
a, aáoo, oeie, téea

a) Actividades culturales. Son los actos culturales como representaciones teat a e ,c n i r o ,e p s c o e d a t sp á t c s r c t l syc n e e c a ,
rls ocets xoiins e re lsia, eiae ofrnis
r s ñ sys l sd a t c n m t g á i a ,f n i n syr p e e t c o e d b l e
eea aa e re ieaorfcs ucoe ersnains e alt
yd n a a t v d d sd p r i a d c r c e e t t c ,e t eo r s
az, ciiae eotvs e aátr séio nr ta.
b) Centros de estudio. Los centros de estudio son centros de cultura, como
u i e s d d s b b i t c s h m r t c s p n c t c s( i t r s ,c n t c s( e
nvriae, iloea, eeoea, iaoea pnua) ieea pl c l s ,d s o e a ,f n t c s( r b c o e )yo r sc n r sc l u a e .
íua) ictcs ooea gaains to eto utrls
c C n r sd i t r sa t s i oya t o o ó i o A t s i o M s o d a t ,c á i o
) eto e neé rítc nrplgc. rítc: ues e re lsc
y moderno, galerías. Antropológico: Ruinas y vestigios prehispánicos o coloniales, como Teotihuacán, Chichén-Itzá, Mitla, Palenque, etc., y palacios y
t m l sc l n a e .
epo ooils
Los Centros de Información con los que cuenta nuestro país se encuentran
dispersos y dependen principalmente de las siguientes instituciones: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, El Colegio
de México, Museo Nacional de Antropología, etcétera.
En algunos diarios y suplementos culturales del país se proporciona parte de
esta información. Desgraciadamente no contamos con una institución oficial al
servicio del pueblo, capacitada para reunir centralizadamente todas las fuentes
de los centros de información, necesidad indispensable para nuestra cultura.
174

TALLER

ANÁLISIS

DE LECTURA Y REDACCIÓN

LITERARIO

Para entender algo es necesario analizarlo. Para comprender la obra literaria es
n c s r or a i a u a á i i l t r r o A á i i l t r r oe e e t d oye a e
eeai elzr n nlss ieai. nlss ieai s l sui xmn
que permite saber la composición de una obra de literatura. Observar, separar,
distinguir todos y cada uno de los elementos de que está compuesta, poder
c a i i a s e t u t r ,s c n e i o s i t n i n s f n i n e c L f n i n
lrfcr u srcua u otnd, u necó, u ucó, t. a ucó
d l o r l t r r ae e i e t m n es c a .P rl t n o e a á i i l t r r on
e a ba ieai s mnneet oil o o at, l nlss ieai o
únicamente comprende la estructuración estilística o modo característico de
desarrollar las ideas escritas, sino también la realidad representada, o sea, el
mundo creado por el autor y la función social que desempeña la obra literaria;
e o r sp l b a ,p r q él s r el o r l t r r aal c m n d d al c l c i
n ta aars aa u e iv a ba ieai a ouia, a oetvdd a pel.
ia, l ubo
Sabemos que los elementos de que se vale el escritor pueden ser reales o
f n á t c s p r d c a q i rf r al p o i o r c n t t y u ar a i a d f atsio, eo e ulue om a rpa ba osiue n eldd ie
rente con vida propia que podemos llamar una nueva realidad. Entrar en contacto con esta nueva realidad, comprenderla unitariamente y, sobre todo,
compararla para extraer de ella todas las ideas y emociones que el autor comunica como resultado de una época y de una circunstancia. Comprender también
l sp r o a e yl r a i a d é t se e o j t v d la á i i l t r r o E e t
o esnjs a eldd e so s l beio e nlss ieai. n sa
forma y después de haber desarrollado todos y cada uno de los puntos del análisis literario, estaremos en condiciones de formular una opinión o emitir un
j i i c í i od l o r a a i a a
uco rtc e a ba nlzd.
El análisis literario debe hacerse por escrito y contener el desarrollo de los
sgine pno:
iuets uts

a) Trama o argumento.
b C n i i n ss c a e .
) odcoe oils
c Proae picpls
) esnjs rniae.
1) Físicamente.
2) Psicológicamente.
d) P r o a e s c n a i s e i c d n a e .
esnjs eudro nietls
e) Proyección emotiva de la obra.
f)I e sp i c p l s
da rniae.
g)C a i a e e t l s i a d l o r .
uldds siítcs e a ba
h) Enseñanza obtenida.
i) Opinión personal.
LIBRO

175

DE CONSULTA

Trama o argumento
La trama es el resumen, la sinopsis, el asunto o hilo anecdótico que hacemos de
una obra literaria. Es el sumario de lo que acontece, de lo que pasa y es narrado
en la obra. La trama es la historia misma o la descripción de los sucesos. Para el
análisis literario se debe sintetizar la historia en unos cuantos renglones que
nunca deben exceder de lo estrictamente necesario. La trama está compuesta
por los hechos más sobresalientes de la obra, por los sucesos más notorios. La
trama no debe confundirse con volver a escribir la obra, pues es todo lo contraro e etat d el.
i, s xrco e la

C n i i n ss c a e
odcoe oils
Las condiciones sociales son la atmósfera en la que se desarrolla la obra tanto
en época como en tiempo, país, lugar, forma de gobierno, en otras palabras, la
realidad en la cual se mueven los personajes y el ambiente que prevalezca. Es
importante clarificar y precisar las condiciones sociales para saber la razón de
ser de los personajes, así como la actuación y reacciones que tengan. Las condiciones sociales varían como es natural, no sólo de acuerdo con el aspecto histórico, sino también según la clase social (término que definitivamente
desaparecerá) en que se mueven los personajes.
En este mismo renglón hay que aclarar también la condición cultural, moral,
r l g o a p l t c ,p i o ó i aq ep e o i ae e e c n r od n es r a i al
eiis, oíia sclgc u rdmn n l seai od e elz a
obra. En muchas ocasiones las condiciones sociales de una obra están vinculad sc nl sc n i i n sa t o o ó i a ,é n c s e o ó i a yg o r f c s
a o a odcoe nrplgcs tia, clgcs egáia.

Proae picpls
esnjs rniae
Los personajes principales son las personas que tienen mayor importancia, alrededor de los que gira la historia. Son quienes intervienen en primer plano. Tamb é s l sl a ap r o a e c n r l s
in e e lm esnjs etae.
Ellos permiten en sus diálogos y en sus parlamentos oír la opinión, las dudas,
la controversia del autor. El autor se refleja y habla en boca de sus personajes
principales. Por ellos lo conocemos y sabemos cómo es, siente y piensa.
L sp r o a e p i c p l sd b ns ro j t d u e t d om sd t n d ,p e t
o esnjs rniae ee e beo e n sui á eeio uso
que son el eje de la obra. Hay que dilucidar no sólo cómo son exterior o físicamente, sino también cómo son interior o psicológicamente.
176

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Físicamente. No cabe duda de que una persona se manifiesta como es, tanto
en sus rasgos físicos como en sus actitudes y costumbres. Es importante anotar
la descripción física de los personajes, su complexión, su apariencia, la expresión de su cara, sus ojos, su boca, sus manos, el tamaño de su cabeza, así como
s ss ñ sp r i u a e .A g n sp e s nq ee f s c o“ a e i o r l t v al s
u ea atclrs luo ina u l íio prcd” eaio o
animales (caracterología) nos da un indicio de la personalidad de la gente. La
forma de vestir, su ocupación, su profesión, sus gustos, su forma de caminar,
hablar, contar, deberán ser tomadas en cuenta en el análisis.
Psicológicamente. El hombre no es sólo lo que manifiesta conscientemente,
como se presenta. Hay un mundo, podemos decir, formado por hechos vividos,
recuerdos de la infancia, la adolescencia, costumbres adquiridas por su educac ó f m l a ,e c l r e c n i i n m e t d s m d os c a ,s p í ,e c ,q e
in aiir soa, l odcoaino e u ei oil u as t. u
forman la parte mayor y la más desconocida de su ser. La psicología la llama:
inconsciente. El inconsciente se manifiesta tanto en los sueños como en los
actos fallidos, y en los hechos de toda nuestra vida. El inconsciente determina
nuestra forma de ser. Analizar psicológicamente a los personajes es observarlos
en sus reacciones, sus palabras, sus hechos, sus emociones, sus ideas, todo lo
que puede mostrar lo que se llama su “yo”. Intuir la psicología de los personajes
es descifrarlos y descubrirlos poniendo en claro cómo son en realidad. El análisis psicológico de los personajes principales es mayormente favorecido por el
género de la novela, quien los describe en toda su compleja particularidad.

P r o a e s c n a i sei c d n a e
esnjs eudro nietls
Se llaman personajes secundarios e incidentales los que aparecen en la obra
literaria en forma breve y rápida. Son los que revisten una importancia secundaria. Aunque aparentemente su relevancia está supeditada a los personajes
principales, pues se mueven alrededor de ellos como comparsas o corifeos, los
personajes secundarios en muchas ocasiones no sólo llegan a tener importancia
sino que marcan el tono de la obra y hasta determinan las características de
ésta. Por ejemplo, los campesinos levantados en armas contra el criminal comendador que los oprimía en el pueblo de Fuenteovejuna de Lope, o los ladrones
d l s b j s f n o d P r s e El Jorobado de Nuestra Señora de París P r o a e
e o ao ods e aí n
. esnjs
secundarios son los que aparecen continuamente en segundo plano; en cambio
los personajes incidentales aparecen una o dos veces en la obra.
LIBRO

177

DE CONSULTA

P o e c ó e o i ad l o r
rycin mtv e a ba
Cuando leemos una obra, si ésta nos ha comunicado ha producido en nosotros
un estado de ánimo. Porque ha acentuado alguno de nuestros sentimientos. Esa
fuerza emotiva que nos ha provocado ha sido proyectada directamente por la
or d at.
ba e re
Analizar esa proyección de la obra literaria es muy importante porque es lo
que el autor ha conseguido comunicar en su expresión escrita, y cuando la comunicación ha sido fructífera, esa emoción es la que quiso el autor que sintiéramos. Es cierto que de acuerdo con nuestra forma de ser reaccionamos ante la
obra artística. Pero por más que no estemos de acuerdo, la obra de arte siembra.
Es cierto que en ocasiones será notoria nuestra disidencia, pero también es
c e t q el o r l t r r as e p en sp o u i áa g .
iro u a ba ieai imr o rdcr lo
Si leemos La Madre de Gorki, se inflamará nuestro sentido revolucionario y
nos orillará a la acción; la emoción que nos produce es de grandeza y de lucha.
Si leemos las Cartas desde la prisión de George Jackson, sentiremos una gran
tristeza y un infinito odio por los carceleros blancos que lo privaron poco a
poco de la vida, pero no acabaron con su indomable espíritu de negro combatiente. La emoción que nos produzca será una mezcla de tristeza y coraje. Si
leemos los muros de las paredes de México en 1968 comprenderemos el pensamiento de los jóvenes conscientes.

I e sp i c p l s
da rniae
El autor no únicamente quiere proyectarnos emociones. No busca solamente
levantar nuestras sensaciones y engrandecer nuestros sentimientos haciéndolos
vibrar; también quiere comunicarnos lo que piensa. Y lo que produce son ideas.
Esas ideas nos las transmite tanto en sus descripciones como a través de sus
personajes, como en la posición ideológica que manifiesta y defiende a todo lo
largo de la obra. Las ideas son la razón de la obra. El autor nos comunicará muchas, pero siempre existirá alguna o algunas que sean las fundamental s l sm si p r a t s l sp i c p l s
e, a á motne, a rniae.
Es fundamental que analicemos qué nos quiso decir el autor, qué es lo que él
piensa y quiere que nosotros pensemos. Qué es lo que él defiende y quiere que
nosotros defendamos; por qué lucha él y quiere que nosotros luchemos. Qué es
lo que él cree y quiere que nosotros creamos. Qué combate él y qué quiere que
nosotros combatamos. Qué condena él y quiere que nosotros condenemos. En
178

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

una palabra, a quién ama y por qué, y a quién odia y por qué. Y ese por qué es
el que resume todas las ideas que quiere que nosotros comprendamos.

Caiae etlsia d l or
uldds siítcs e a ba
Las cualidades estilísticas de la obra son los medios o procedimientos que ha
u i i a oe a t rp r c n t u rs o r l t r r a
tlzd l uo aa osri u ba ieai.
Hemos dicho que la literatura se vale de la lengua que está formada por
palabras; que las palabras organizadas y todo lo que el autor diga y ordene son
los contenidos de la obra. El autor ha seguido un plan; un bosquejo primero, un
esquema después. Ha combinado todo el material que tiene en narrativa o en
poesía y lo ha distribuido en párrafos, versos, capítulos, escenas, etc. Saber
cómo ha edificado, cómo ha apuntalado, cómo ha realizado su obra
estilísticamente. Ciertamente ha empleado las cualidades del estilo: claridad,
c n i i n s n i l z n t r l d dyo i i a i a ,ym c a ot d sl sc a i a e
ocsó, ecle, auaia rgnldd uhs oa a uldds
de la palabra: musicalidad, afectividad, evocatividad, conceptualidad,
simbolicidad. Ya las hemos anotado, ya las hemos estudiado. Hay que localizarl sa o ae l o r l t r r a
a hr n a ba ieai.
Las cualidades del estilo del autor son las que determinan el tratamiento
literario que ha dado a la obra, y lo incluirán seguramente en alguna de las
c r i n e l t r r a d s é o a T a i i n l e t l o r l t r r ae c a i i a
orets ieais e u pc. rdcoamne a ba ieai s lsfcd c n i e a d c s s e p el sc a i a e e t l s i a d s r o l d s E o r s
a osdrno ai imr a uldds siítcs earlaa. n ta
p l b a ,e e t l l t r r o
aars l sio ieai.

Enseñanza obtenida
El autor se ha comportado en forma muy particular dentro de la obra. Hemos
anotado su posición, su intención, su actitud, su enjuiciamiento de la realidad
y el sentido de la obra. Todo esto y su estilo han conformado la obra literaria.
Es el momento de que el lector interprete la obra como un elemento que le
aporta una nueva enseñanza o la reafirma. El lector, hasta el momento de terminar la obra, ha sido un testigo que ha observado lo que ocurre en la nueva
realidad que le ha presentado el autor. Un testigo interesado, asombrado o solidarizado, pero indudablemente un receptor que ha obtenido una enseñanza.
Esta enseñanza es la que aportará algo más a su vida. En ocasiones podrá reafirmar, rectificar, aclarar y hasta cambiar su forma de ser. La lectura nos en-
LIBRO

179

DE CONSULTA

grandece, nos indica el camino de nuestra realización. La enseñanza que obtengamos será el beneficio que el autor nos herede. Esta enseñanza debe ser:
a q i i of r a e e n e t ac n i n i .
durr otlcr usr oceca

O i i np r o a
pnó esnl
Después de haber desarrollado todos los puntos de este análisis, después de
dominar toda la perspectiva de la obra, ya estamos en condiciones de emitir
nuestra opinión personal o nuestro juicio crítico. Nadie puede opinar ni enjuiciar lo que no comprende, éste es el defecto de muchos. Éste es el recurso de
algunos. Ésta es la actitud torpe de otros. Nuestra opinión o juicio debe hacerse
con toda honorabilidad. Principiaremos por el juicio para nosotros mismos al
revisar comparativamente nuestros propios valores. Después participaremos
nuestro juicio a los demás para que se sirvan de él. Los grandes juicios críticos
han orientado el arte y la ciencia. Al emitir un juicio debemos cuantificar el
peso de todos y cada uno de los conceptos que vamos a emitir. El juicio demuestra cómo somos, nuestro grado de comprensión y nuestro valor humano.
E e e p oe e á a i i l t r r od lc e t N sh nd d l t e r ,d E l a o
l jml s l nlss ieai e uno o a ao a ira e l ln
en llamas del escritor mexicano Juan Rulfo.
NOS

HAN DADO LA TIERRA

Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol ni una
semilla de árbol ni una raíz de nada, se oye el l d a d l s p r o .
arr e o ers
Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría
después; que no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada
de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo. Se oye que ladran los
perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente como
s f e au ae p r n a
i ur n seaz.
Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que lo acerca.
Hemos venido caminando desde el amanecer. Ahorita son algo así como las
c a r d l t r e A g i ns a o aa c e o e t r l so o h c ad n ee t c l a o
uto e a ad. lue e sm l il, sia o js ai od sá ogd
e s lyd c :
l o ie
— Son como las cuatro de la tarde.
Ese alguien es Melitón. Junto con él vamos Faustino, Esteban y yo. Somos cuatro.
Yo los cuento: dos adelante, otros dos atrás. Miro más atrás y no veo a nadie.
Entonces me digo: “Somos cuatro.” Hace rato, como a eso de las once, éramos
180

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

veintitantos; pero puñito a puñito se han ido desperdigando hasta quedar nada más
este nudo que somos nosotros.
Futn dc:
asio ie
— Puede que llueva.
Todos levantamos la cara y miramos una nube negra y pesada que pasa por
encima de nuestras cabezas. Y pensamos: “Puede que sí.”
No decimos lo que pensamos. Hace ya tiempo que se nos acabaron las ganas de
hablar. Se nos acabaron con el calor. Uno platicaría muy a gusto en otra parte, pero
a u c e t t a a o U op a i aa u yl sp l b a s c l e t ne l b c c ne c l r
qí usa rbj. n ltc qí a aars e aina n a oa o l ao
d a u r ,ys l r s c nau oe l l n u h s aq ea a a c ne r s e l .A u a í
e fea e e eea n n a ega at u cbn o l eulo qí s
s nl sc s s P re oan d el d p rp a i a .
o a oa. o s ai e a o ltcr
Cae una gota de agua, grande, gorda, haciendo un agujero en la tierra y dejando
una plasta como la de un salivazo. Cae sola. Nosotros esperamos a que sigan cayendo más y las buscamos con los ojos. Pero no hay ninguna más. No llueve. Ahora si
se mira el cielo se ve la nube aguacera corriéndose muy lejos, a toda prisa. El viento
que viene del pueblo se le arrima empujándola contra las sombras azules de los
c r o .Yl g t c í ap re u v c c ó s l c m l t e r yl d s p r c e s s d
ers a oa ad o qioain e a oe a ira a eaaee n u e.
¿Quién diablos haría este llano tan grande? ¿Para qué sirve, eh?
Hemos vuelto a caminar, nos habíamos detenido para ver llover. No llovió. Ahora volvemos a caminar. Y a mí se me ocurre que hemos caminado más de lo que
llevamos andado. Se me ocurre eso. De haber llovido quizás se me ocurrieran otras
cosas. Con todo, yo sé que desde que yo era muchacho, no vi llover nunca sobre el
l a o l q es l a al o e .
ln, o u e lm lvr
No, el llano no es cosa que sirva. No hay ni conejos ni pájaros. No hay nada. A no
ser unos cuantos huizaches trespeleques y una que otra manchita de zacate con las
hojas enroscadas; a no ser eso, no hay nada.
Y por aquí vamos nosotros. Los cuatro a pie. Antes andábamos a caballo y
traíamos terciada una carabina. Ahora no traemos ni siquiera la carabina.
Yo siempre he pensado que en eso de quitarnos la carabina hicieron bien. Por acá
resulta peligroso andar armado. Lo matan a uno sin avisarle, viéndolo a toda
hora con “la 30” amarrada a las correas. Pero los caballos son otro asunto. De
venir a caballo ya hubiéramos probado el agua verde del río, y paseado nuestros
estómagos por las calles del pueblo para que se les bajara la comida. Ya lo hubiéramos hecho de tener todos aquellos caballos que teníamos. Pero también nos quitar nl sc b l o j n oc nl c r b n .
o o aals ut o a aaia
Vuelvo hacia todos lados y miro el llano.Tanta y tamaña tierra para nada. Se le
resbalan a uno los ojos al no encontrar cosa que los detenga. Sólo unas cuantas
lagartijas salen a asomar la cabeza por encima de sus agujeros, y luego que sienten la
tatema del sol corren a esconderse en la sombrita de una piedra. Pero nosotros,
cuando tengamos que trabajar aquí, ¿qué haremos para enfriarnos del sol, eh? Porque a nosotros nos dieron esta costra de tepetate para que la sembráramos.
LIBRO

DE CONSULTA

181

Nos dijeron:
— Del pueblo para acá es de ustedes.
Nosotros preguntamos:
— ¿El llano?
— Sí, el llano. Todo el Llano Grande.
Nosotros paramos la jeta para decir que el llano no lo queríamos. Que queríamos
lo que estaba junto al río. Del río para allá, por las vegas, donde están esos árboles
llamados casuarinas y las paraneras y la tierra buena. No este duro pellejo de vaca
q es l a ae L a o
u e lm l ln.
Pero no nos dejaron decir nuestras cosas. El delegado no venía a conversar con
nosotros. Nos puso los papeles en la mano y nos dijo:
— No se vayan a asustar por tener tanto terreno para ustedes solos.
— Es que el llano, señor delegado...
— Son miles y miles de yuntas.
— Pero no hay agua. Ni siquiera para hacer un buche hay agua.
— ¿Y el temporal? Nadie les dijo que se les iba a dotar con tierras de riego. En
c a t a l l u v ,s l v n a áe m í c m s l e t r r n
uno lí lea e eatr l az oo i o siaa.
– Pero, señor delegado, la tierra está deslavada, dura. No creemos que el arado se
entierre en esa como cantera que es la tierra del llano. Habría que hacer agujeros con
el azadón para sembrar la semilla y ni aún así es positivo que nazca nada; ni maíz ni
nd ncr.
aa aeá
—Eso manifiéstenlo por escrito. Y ahora váyanse. Es al latifundio al que tienen
q ea a a ,n a g b e n q el sd l t e r .
u tcr o l oiro u e a a ira
—Espérenos usted, señor delegado. Nosotros no hemos dicho nada contra el
Centro. Todo es contra el Llano… No se puede contra lo que no se puede. Eso es
lo que hemos dicho… Espérenos usted para explicarle. Mire, vamos a comenzar
por donde íbamos…
Pero él no nos quiso oír.
Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos
s m l a d a g ,p r v rs a g r t ñ ys l v n a P r n d s l v n a ád a u .
eils e lo aa e i lo eoa e eat. eo aa e eatr e qí
Ni zopilotes. Uno los ve allá cada y cuando, muy arriba, volando a la carrera; tratando de salir lo más pronto posible de este blanco terregal endurecido, donde nada se
mueve y por donde uno camina como reculando.
M l t nd c :
eió ie
— Esta es la tierra que nos han dado.
Futn dc:
asio ie
— ¿Qué?
Yo no digo nada. Yo pienso: “Melitón no tiene la cabeza en su lugar. Ha de ser el
calor el que lo hace hablar así. El calor que le ha traspasado el sombrero y le ha
calentado la cabeza. Y si no, ¿por qué dice lo que dice? ¿Cuál tierra nos han dado,
182

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Melitón? Aquí no hay ni la tantita que necesitaría el viento para jugar a los remolins”
o.
M l t nv e v ad c r
eió ule ei:
— Servirá de algo. Servirá aunque sea para correr yeguas.
— ¿Cuáles yeguas? —le pregunta Esteban.
Yo no me había fijado bien a bien en Esteban. Ahora que habla, me fijo en él.
Lleva puesto un gabán que le llega al ombligo, y debajo del gabán saca la cabeza algo
a íc m u ag l i a
s oo n aln.
S ,e u ag l i ac l r d l q el e aE t b nd b j d lg b n S l v nl so o
í s n aln ooaa a u lv sea eao e aá. e e e o js
dormidos y un pico abierto como si bostezara. Yo le pregunto:
— Oye, Teban, ¿de dónde pepenaste esa gallina?
— ¡Es la mía! —dice él.
— No la traías antes. ¿Dónde la mercaste, eh?
— No la merqué, es la gallina de mi corral.
— Entonces te la trajiste de bastimento, ¿no?
—No, la traigo para cuidarla. Mi casa se quedó sola y sin nadie para que le diera
de comer; por eso me la traje. Siempre que salgo lejos cargo con ella.
— Allí escondida se te va a ahogar. Mejor sácala al aire.
Él se la acomoda debajo del brazo y le sopla el aire caliente de su boca. Luego
dc:
ie
— Estamos llegando al derrumbadero.
Yo ya no oigo lo que sigue diciendo Esteban. Nos hemos puesto en fila para
bajar a la barranca y él va mero adelante. Se ve que ha agarrado a la gallina por las
patas y la zangolotea a cada rato, para no golpearle la cabeza contra las piedras.
Conforme bajamos, la tierra se hace buena. Sube polvo desde nosotros, como si
fuera un atajo de mulas lo que bajara por allí; pero nos gusta llenarnos de polvo. Nos
gusta. Después de venir durante once horas pisando la dureza del llano, nos sentimos muy a gusto envueltos en aquella cosa que brinca sobre nosotros y sabe a tierra.
Por encima del río, sobre las copas verdes de las casuarinas, vuelan parvadas de
chachalacas verdes. Eso también es lo que nos gusta.
Ahora los ladridos de los perros se oyen aquí, junto a nosotros, y es que el viento
que viene del pueblo retacha en la barranca y la llena de todos sus ruidos.
Esteban ha vuelto a abrazar su gallina cuando nos acercamos a las primeras casas.
L d s t l sp t sp r d s n u e e l ,yl e oé ys g l i ad s p r c nd t á d
e eaa a aa aa eetmcra ug l u aln eaaee ers e
unos tepemezquites.
— ¡Por aquí arriendo yo! —nos dice Esteban.
Nosotros seguimos adelante, más adentro del pueblo.
L t e r q en sh nd d e t a l a r b .
a ira u o a ao sá lá ria
LIBRO

183

DE CONSULTA

ANÁLISIS

LITERARIO DE

NOS

HAN DADO LA TIERRA, DE JUAN RULFO

Trama: Cuatro campesinos caminan desde el amanecer a través del llano. Van
hacia un pueblo. Al principio eran muchos. Ahora sólo quedan ellos. A cada
momento la necesidad de llegar al pueblo hace que lo vean más cerca y que
perciban su ruido y su olor. Creen que va a llover, pero saben que nunca, desde
que eran niños, ha llovido en el llano. Antes también caminaban por ese llano,
pero lo hicieron armados. Se habían unido al movimiento revolucionario.
Cuando el movimiento armado terminó, los que triunfaron les quitaron las
carabinas y los caballos. Ahora por todas partes había soldados que dispararían
s e l st a e a a m s E l a oe l t e r q el sr p r i e g b e n .U l a o
i lo rjrn ra. l ln s a ira u e eató l oiro n ln
árido, donde a unos cuantos centímetros hay piedra y donde no puede sembrarse nada, porque nada se da. Una extensión árida donde no hay agua. Mientras el
narrador va pensando, y mientras hablan poco, porque el mismo calor les tiene
reseca la boca y la garganta, llegan al derrumbadero.
Han atravesado durante once horas un extenso territorio que no sirve para
nada. Es la tierra que les dieron. Finalmente, llegan al pueblo. Uno de éstos,
Esteban, se va por otro camino. Dejan el llano que es suyo y se internan en la
t e r b e a l t e r d n ee t e p e l ,l t e r q en e d e l s
ira un, a ira od sá l ubo a ira u o s e lo.
C n i i n ss c a e :E t e p e q ee a t rs t al o r e i m d a a e t
odcoe oils l imo n u l uo iú a ba s neitmne
después del movimiento armado de 1910. A la sombra de la Revolución se han
hecho repartos de tierra a los campesinos. Tierra que para nada cuenta porque
no tienen agua ni herramientas agrícolas ni forma de cultivarla o hacerla producir. Su miseria es igual o peor que antes. La única diferencia es que han abandonado sus armas y otros se encuentran en el poder, pero la realidad para ellos no
cambió. Mientras en el país se organizan los gobiernos triunfantes, los hombres
del campo, después de haber muerto un millón de veces, siguen padeciendo las
mismas condiciones sociales.
Personajes principales: Los personajes principales son el narrador, Melitón,
Faustino y Esteban. Físicamente son hombres del campo, rudos, morenos, toscos, con su ropa de manta blanca, sus sombreros de paja, sus manos callosas
p re t a a o s r s r t i t ys c m n rr t i o P i o ó i a e t ,e n r a o s
o l rbj, u oto rse u aia ímc. sclgcmne l ardr e
ha dado cuenta de todo, sabe del engaño de que han sido objeto, razona, analiza
y nos cuenta lo que les ha sucedido. Melitón es todavía confiado. Cree que
podrá hacer algo. Tiene esperanzas de que en alguna forma cambiará su situación. Faustino no se da cuenta de nada. No habla. Su silencio lo mantiene al
margen; o tal vez de tanto vivir aquello, ya no tenga nada que decir. Esteban es
184

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

el hombre resignado, el que se ha conformado con lo que le ha pasado, pero que
ya no puede continuar con la situación y prefiere abandonarlo todo e irse.
P r o a e s c n a i sei c d n a e :E p r o a es c n a i e e d l g d d l
esnjs eudro nietls l esnj eudro s l eeao e
gobierno que les reparte el llano. Los personajes incidentales son los más de
veinte campesinos que los acompañaban en un principio, pero que poco a poco
se han ido desperdigando.
Proyección emotiva de la obra: La obra nos produce dos estados de ánimo: primero, una infinita tristeza por mirar a los hombres del campo solos, desheredad s s f i n e e u m d oh s i yt r i l ;t i t z p re l s p rs sf m l a ,
o, urets n n ei otl erbe rsea o lo, o u aiis
por sus mujeres, por sus hijos. Tristeza porque su vida es como ese llano árido,
s c ,s nn d .T i t z p r u n t e e j s i i yl sh nd s i a oam r ra í
eo i aa rsea oqe o inn utca o a etnd oi s,
humillados, abandonados y engañados. Y nos produce también coraje, rencor,
odio, hacia aquellos que se aprovecharon de su marginación y su incultura y los
u i i a o p r l e a aa o e a s d l q en e ad e l s o t n a e p d ry
tlzrn aa lgr pdrre e o u o r e lo, setr l oe
no solamente engañarlos, sino hasta burlarse de ellos, al darles como premio a
su lucha la inclemencia de un llano.
I e s p i c p l s: E a t r n s d n n i u a r a i a c e t . S i e p i c p l
da rniae l uo o euca n eldd ira u da rnia
es mostrarnos cabalmente la verdad de los hechos, un acontecimiento histórico. La ambición del poderoso siempre engañará y hundirá al pobre en la miseria.
El cinismo de algunos de los que representan la ley cuando dice: “No se les iba
a dotar de tierras de riego.” La crítica severa a la burocracia (“manden su queja
por escrito”), y la demagogia de decirles a los campesinos, a quienes les han
quitado las armas que ataquen al latifundio sin considerar que es precisamente
un gobierno revolucionario el que acaba con los latifundios. Otra más de las
ideas es mostrar que un movimiento popular puede utilizarse desgraciadamente
p r p o e e al sr c sys j z a al sp b e .
aa rtgr o io ougr o ors
C a i a e e t l s i a d l o r :E e t l l t r r od lc e t e c a op r u e
uldds siítcs e a ba l sio ieai e uno s lr oqe s
directo. Es conciso, puesto que las palabras que emplea tanto en la narración
como en los diálogos son las precisas, las que se necesitan. Es sencillo, porque
todos lo podemos entender y tiene una gran calidad literaria. Es evocativo,
porque las palabras son elementos mágicos que nos llevan hasta el llano donde
s c d l h s o i ,yp r c c m s l h b é a o v v d .E c e t c p an e t a
uee a itra aee oo i o uirms iio l uno at usr
atención, nos provoca interés y nos convence. Todo ello porque es natural y
vraeo
eddr.
Enseñanza obtenida: De este cuento aprendemos que tenemos siempre que
defender aquello por lo que estamos peleando; que debemos tener cuidado de
que otros nos traicionen y después nos engañen y nos ataquen. Nunca debemos
LIBRO

DE CONSULTA

185

creer en el triunfo y abandonar nuestras armas de lucha hasta no ver que se ha
logrado todo por lo que nosotros luchamos. Si esto puede pasar en nuestra vida,
también puede pasar en la vida de los pueblos, en la Revolución.
Opinión personal: El autor, Juan Rulfo, ha logrado en este cuento no únicamente la calidad literaria, sino lo que es más importante, ha logrado comunicarse con su pueblo a partir de una experiencia que pudo haber vivido o no, pero
que sintió profundamente.
Tanto las ideas como la enseñanza y la emoción que nos provoca la historia
que nos narra, y al igual que los personajes que aparecen en ella, los sentimos
nuestros, nos hace saber que sucedieron en nuestro país después de 1910; que
sucedieron en muchos otros países, y que suceden y sucederán mientras el hombre
no implante con su lucha la igualdad y la justicia para todos.
Nunca hay que olvidar que el libro en la actualidad es, además de la expresión más alta de la literatura, un medio masivo de comunicación con una función muy específica de cultura, que llega a gran número de lectores. La obra es
el medio a través del cual el autor se comunica con el lector que es el receptor
de su mensaje. Tiene función paralela a otros medios de comunicación como el
cine de arte, la televisión cultural y el teatro. Si cada obra que leemos fuera
posteriormente analizada por nosotros en los puntos que hemos establecido,
tendríamos la certeza no sólo de haber comprendido la obra sino de haber asimilado todo lo que el autor ha proporcionado en provecho de nuestra riqueza
clua.
utrl
Blanca
8. PRINCIPALES ÉPOCAS
Y CORRIENTES LITERARIAS
¡Qué Viva Villa!

Los de abajo

Azuela
La literatura es una resultante de las condiciones sociales de una época determinada. Las épocas literarias son, por tanto, la consecuencia de las formas de
vida y las condiciones sociales que han determinado los medios de producción.
L s n i i i a d la t s aq eh c l l t r t r a t u ae t u t r s c a .D b
a esbldd e rit u ae a ieaua ne n srcua oil ee
entenderse esto como la respuesta y participación del escritor ante la realidad
que vive, resultado de las relaciones de trabajo y capital. Desde la época
esclavista, la época feudal, la época de la explotación burguesa, la época de
e p n i nc p t l s ah s al e a al é o ai p r a i t .E h m r ,r p e e xasó aiait at lgr a pc meilsa l obe ersn
t d p rl p l b ad le c i o ,d j t s i o i e s a t c m a t ryp r i i
ao o a aar e srtr ea etmno n u re oo co atcpne
at.
Debemos relacionar siempre la producción artística y literaria con las condic o e s c a e d l é o aq el t c v v ra a t r
ins oils e a pc u e oó ii l uo.
La literatura y la sensibilidad han variado, como han variado las épocas y las
condiciones sociales. El hombre no puede pensar, saber y decir lo mismo en
las distintas épocas, simplemente porque las condiciones del medio donde vive
h nv r a o
a aid.
En esta unidad vamos a abordar el proceso histórico de la literatura mediante un panorama general en el cual usaremos un procedimiento no casual. No es
posible ver en nuestro curso todas las épocas y corrientes literarias desde el
principio de la humanidad —o por lo menos desde lo que se conozca—, hasta
nuestros días. Hemos empleado un criterio selectivo y por lo tanto nos hemos
visto forzados a eliminar puntos que de manera total aparecen fundamentales.
L l t r t r t e ec m f ne p e a l r a i a yl b l e am d a t l p l a ieaua in oo i xrsr a eldd a elz eine a aa
b ae c i a
r srt.
E e s g oX Xe e q el ss s e a i p r a i t s c p t l s a yc l n a i n l il I n l u o itms meilsa, aiaits ooils
tas han implantado una sobrevaloración técnica y el reconocimiento a falsos
189
190

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

valores como el éxito económico, el erotismo desmedido y la violencia dirigida,
s h m n s r c a ol o r l t r r a
e a eopeid a ba ieai.
Es cierto que se trata de una época tecnócrata, pero la tecnología es un logro
del hombre y está a su servicio, no viceversa. Hay quien considera, poniendo en
evidencia su propia formación, que el estudio de la literatura es innecesario.
Nosotros reafirmamos que es precisamente esta disciplina la que ensancha y
depura la sensibilidad del hombre, sin la cual, éste no crearía jamás obras vivas
ei m r a e .
notls
La literatura y el arte han reflejado desde siempre la manera de ser de los
p e l s s si e l s s sa p r c o e .L sc v l z c o e p d í nr c n t u r e
ubo, u dae, u siains a iiiains ora eosris
de nuevo con el solo testimonio de su arte.
Cada época ha sido reflejada por el escritor a través de su obra. Se llama
época literaria a la que va acorde con el tiempo histórico en que se produce la
obra literaria. Se llama corriente a la forma de escribir o a la temática común a
determinado momento, de acuerdo con sus condiciones sociales. Pueden existir
corrientes literarias que duren varias épocas o menos de una.
Estudiaremos a los más grandes autores y sus obras representativas, vinculándolas siempre a las condiciones sociales que existieron en el momento de ser
e c i a .D o r m n r s r ai p s b es q i r l c l z r a ,m n sa ne t n
srts e ta aea eí moil iuea oaials eo ú ned r a .L sm si p r a t sé o a yc r i n e l t r r a c o o ó i a e t s n
els a á motne pcs orets ieais rnlgcmne o:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•

Época Antigua
Época Clásica
Edad Media
Renacimiento
Neoclásico
Romanticismo
Realismo
Modernismo
Época Contemporánea
Época Actual

ÉPOCA A NTIGUA
L sm sa t g a l t r t r ss nl sl a a a o i n a e :e i c a h b e ,h n ú
a á nius ieaua o a lmds retls gpi, era id,
p r ayc i a S c r c e í t c p i c p le q es ns m ó i a yr l g o a .
es hn. u aatrsia rnia s u o iblcs eiiss
LIBRO

191

DE CONSULTA

Ltrtr hbe
ieaua era
El pueblo hebreo tiene origen semítico, procede de Arabia; penetró a Egipto y
d s u sp r g i óh c aP l s i a l t e r p o e i a d r g d p rM i é .L epé eern ai aetn, a ira rmtd, iiio o oss o
gró gran auge bajo los gobiernos de David y de Salomón. Después se dividió y
f ed s r i op rl sa i i syl sc l e sh s as rt r n z d p re i p r od
u etud o o sro o ado at e iaiao o l mei e
Roma. Su capital, Jerusalén, fue devastada por Tito en el año 70 de nuestra era.
L l t r t r h b e t e ec m l b of n a e t ll B b i .E A t g oT s a
a ieaua era in oo ir udmna a ila l niu etmento reúne todos los libros anteriores a la llegada de Cristo, desde el siglo X
V
h s ae s g oV a C L sl b o d lA t g oT s a e t e c i o e h b e a t at l il I . . o irs e niu etmno srts n ero ni
g os c a i i a e l b o h s ó i o ,p é i o ,p o é i o yf l s f c - o a e .
u e lsfcn n irs itrcs otcs rftcs ioóiomrls
Los libros históricos más importantes son los que forman el Pentateuco: el
Levítico, que contiene las leyes y ritos observados por los hebreos; Números, que
contiene el primer censo; Deuteronomio, cuya base son los discursos de Moisés;
el Génesis, que describe la creación del mundo y del hombre, y el Éxodo, que
narra la peregrinación de los hebreos desde la salida de Egipto y el paso por el
Mar Rojo, hasta la llegada al Monte Sinaí donde Moisés entrega las tablas de la
l y L sl b o p o é i o s nl sd s i a o al sc n o d l sp o e a m y r s
e. o irs rftcs o o etnds o ats e o rfts aoe
(Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel) y los 12 profetas menores, para mantener
v v l f r l g o a d s s c m a r o a . L s m s i p r a t s s n Las lamentacioia a e eiis e u optits o á motne o
nes de Jeremías, en el que narra el dolor de ver convertida a Jerusalén en ruinas,
y el de Daniel sobre el cautiverio hebreo y la predicción del advenimiento del
Msa.
eís
Los libros filosófico-morales son los que reúnen normas y enseñanzas para la
conducta del hombre. El más importante es El libro de los proverbios, que se
atribuye a Salomón.
Los libros poéticos están realizados con una forma poética particular de los
hebreos llamada paralelismo, que consiste en contraponer dos ideas para que
surja un pensamiento. Están escritos en verso. Los más importantes son Los
s l o ,E l b od J byE c n a d l sc n a e .
ams l ir e o l atr e o atrs
La segunda parte de la Biblia es el Nuevo Testamento; está formado por los
l b o h s ó i o :E a g l o ,H c o d l sa ó t l s l sl b o f l s f c - o a e :
irs itrcs vneis ehs e o psoe; o irs ioóiomrls
E í t l s yl sp o é i o :A o a i s s
psoa, o rftcs pclpi.
E c n a d l sc n a e s l a r b y aS l m n h j d lr yD v d c n c d
l atr e o atrs e e tiue aoó, io e e ai, ooio
c m e R y S b o. S d s i g i p r s m d d i p r i j s i i . E c n a d l s
oo l e ai e itnuó o u oo e matr utca l atr e o
cantares es un poema extenso de carácter erótico escrito en forma de diálogo.
T e et e i t r r t c o e :
in rs nepeains
192

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

a Histórica. Salomón vive un amor con una pastora conocida como la sulamita.
)
Salomón es “el esposo” y la sulamita es “la esposa”.
b Popular. Tanto el esposo como la esposa son pastores que fingen encontrarse
)
después de un tiempo de separación.
) Religiosa. El esposo es Dios y la esposa la Iglesia. Esta interpretación y la
c
traducción se deben a fray Luis de León en el Siglo de Oro, quien le da
implicación mística en notables versos en octava rima. Pero el poema rebasa
et arcain
sa peicó.

E c n a d l sc n a e
l atr e o atrs
El cantar de los cantares es la manifestación lírica del sentido del amor por
excelencia, con toda la sensualidad y la hermosura del hecho amoroso. Las
metáforas y las imágenes del poema son fuertemente eróticas, pero al mismo
tiempo, sutilmente descritas. Transcribimos algunos fragmentos traducidos de
acuerdo con la forma poética del original.

EL

ESPOSO

¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres!
Tienes ojos de paloma a través de tu velo
Son tus cabellos rebañitos de cabras
Que van ondulantes por los montes de Galaad.
Tus dientes son como ovejas de esquila
Que suben del lavadero con sus crías mellizas,
¡ n n u ae t r l
Y ign séi!
C m c n i l sr j ss nt sl b o ,
oo itlo oo o u ais
Y tu voz es suave, suave…
Son tus mejillas mitades de granadas,
At a é d t v l .
rvs e u eo
Tu cuello es como la torre de David,
Rodeada de trofeos y de escudos,
E c d sd v l e t s
suo e aine.
¿Y tus pechos? ¿Qué diré de tus pechos?
Tus pechos son dos mellizos de gacela
LIBRO

193

DE CONSULTA

Que juegan entre los lirios…
Eres del todo hermosa, amada mía,
No hay tacha en ti
Antes que apunte el día y huyan las sombras
Subiré al monte de la mira, al collado del incienso
¡Ven del Líbano, oh esposa!
¡ e d lL b n ,l e a
Vn e íao lg!
Ven de la cumbre del Amana,
De las cimas del Sanir y del Hermón,
De las guaridas de los leones,
De los montes de las panteras.
Prendiste mi corazón, hermana, esposa:
Prendiste mi corazón de una de tus miradas.
D u ad l sp r a d t c l a .
e n e a els e u olr
¡Cuán dulces tus caricias, hermana, esposa mía!
Dulces más que los vinos son tus amores
Y el olor de tus ungüentos es más suave
Que el de todos los bálsamos.
M e v r e d s i a t sl b o ,o e p s .
il ign etln u ais h soa
¡Hay miel y leche bajo tu lengua!
Y huelen tus ropas a cedro del Líbano.
¡Como jardín cerrado eres, hermana, esposa mía!
Jrí crao fet slaa
adn erd, une eld
Ah, ese bosquecillo que guardas, de granados
Y de frutos exquisitos, de alheñas y de nardos;
De nardos y azafrán; de canela y cinamomo;
De todos los árboles de incienso; de mirra y áloe;
Y de bálsamos más tiernos.
¡Eres fuente que mana a borbotones,
Fuente de aguas vivas, que desciende del Líbano!

LA

ESPOSA

¡ e á t t ,c e z !¡ e t m i nt ,v e t d lA s r !
Lvnae iro Vn abé ú ino e uto
Refrescad mi jardín, para que sus aromas se desprendan,
Y que venga mi amado a mi huerto
A comerse la fruta más dulce.
194

TALLER

EL

DE LECTURA Y REDACCIÓN

ESPOSO

Voy, voy a mi jardín, hermana mía, esposa
A coger mi mirra y mi bálsamo;
A comer la miel virgen del panal,
A beber de mi vino y de mi leche…
¡Venid, amigos míos, y bebed, y embriagaos!

LA

ESPOSA

Yo dormía, pero mi corazón velaba.
Es la voz del amado, que me llama.

EL

ESPOSO

Ábreme, hermana mía, esposa mía, paloma mía,
Inmaculada mía, que está mi frente llena de rocío,
Y la noche ha blanqueado mis cabellos.

LA

ESPOSA

Me he quitado la ropa, estoy desnuda,
¿Cómo volver a vestirme?
Me he lavado los pies,
¿Cómo ensuciarlos de nuevo?
Mi amado ha metido su mano por el agujero
D l l a e m se t a a s e t e e i r n
e a lv: i nrñs e srmceo,
M a m d s a l c óa o r e
i la eflei l íl.
Me levanté para abrir a mi amado;
Mis manos destilaban mirra
Y exquisita mirra destilaban mis dedos.
Abrí… pero mi amado se había ido, desapareció.
Le busqué, mas no le hallé.
Le llamé, mas no me respondió.
Halláronme los guardas que rondan la ciudad,
Me golpearon, me hirieron,
LIBRO

195

DE CONSULTA

M q i a o e v l l sc n i e a d l sm r l a .
e utrn l eo o etnls e a uals
Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalén,
Que si encontráis a mi amado,
¡Le digáis que desfallezco de amor!

ÉPOCA CLÁSICA
La Época Clásica comprende dos culturas: la cultura griega que alcanza su esp e d r h c a e s g o I a C , y l c l u a l t n h c a e s g oI a C
lno ai l il X . . a utr aia ai l il . .

C l u ag i g
utr rea
La literatura griega tuvo su origen en la península helénica. Grecia, conjunto
de islas, estaba formada por innumerables ciudades gobernadas independientem n e l a a a polis. E p e l g i g b s ó l p r e c ó t n o e l s c e c a
et, lmds
l ubo reo uc a efcin at n a inis
( i o o í ,m d c n ,a t o o í ,m t m t c s c m e l sa t sl t r t r ,m s c ,
flsfa eiia srnma aeáia) oo n a re ieaua úia
danza, deporte, escultura, arquitectura, teatro. Hay quien afirma que los griegos hicieron todo, y no está lejano de la verdad. Muchos de los grandes descubrimientos del hombre se generaron en el esplendor de la cultura griega.
La literatura griega, incomparable, estaba fuertemente vinculada a la mitología. Los griegos poseían un gran número de dioses, mismos que habitaban en el
Monte Olimpo. El padre de las deidades era Zeus. Sin embargo los dioses, a
pesar de su inmortalidad, no eran superiores moralmente a los hombres, pues
sentían y padecían como ellos. Por esta razón los dioses aparecen en gran cantidad de obras: Afrodita: diosa del amor, Ares: dios de la guerra, Atenea: diosa de
la sabiduría, Hera: el matrimonio, Hermes: la elocuencia, etc. Los dioses ten a l f c l a d i t r e i e t d sl sc n l c o d l sm r a e ,yd a u r
ín a autd e nevnr n oo o ofits e o otls e cedo con sus afectos y circunstancias, protegían o combatían.

Homero
Al más grande de los poetas griegos, Homero, responde una asombrosa unidad artística en su obra; recupera los hechos de varios siglos antes, Homero es
s t a oe t el ss g o I aV I a C I i i l e t f eu a d ,e d c r r c t n e
iud nr o ils X I . . ncamne u n eo s ei, eiat
196

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

de poesía que se hacía acompañar por una cítara. “Homero vivió en una época
en la que cada hombre era un soldado y cada ciudad una fortaleza, por lo que en
sus poemas describe la existencia como un gran campo de batalla, sin olvidar
por ello mencionar las cualidades más apreciadas por el pueblo griego como
e a e v l r l h s i a i a ye r s e oal sa c a o ”( o r ) T a i i n l
rn l ao, a optldd l ept o nins Tri. rdcoamente la escultura y las imágenes históricas representan a Homero como a un
juglar ciego, un viejo errante por las ciudades. Las dos obras más importantes
que se le atribuyen son La Ilíada y La Odisea.

L Iíd
a laa
La Ilíada es un poema épico que consta de 24 cantos o rapsodias y relata un
fragmento de la guerra de Troya, guerra que duró diez años. Ilíada proviene de
Ilión, nombre antiguo de Troya. La guerra entre griegos y troyanos tuvo su origen con el rapto de Helena, esposa del rey Menelao de Esparta, efectuado por
el príncipe troyano Paris. Menelao pide apoyo a los demás reyes griegos y sitian
Toa
ry.
El hecho del rapto tiene su origen en una leyenda en la que Eris, diosa de la
discordia, arroja una manzana de oro “para la más hermosa”. Los dioses no se
a r v nae e i e t el st e d o a :H r ,A r d t yA e e ,q i n sa p r na
tee lgr nr a rs iss ea foia tna uee sia
la manzana. Acuerdan que sea un hombre quien decida y se la entregan a Paris.
Éste elige a Afrodita, la diosa del amor. Hera y Atenea se declaran enemigas del
troyano y de su ciudad.
La Ilíada se inicia cuando dos héroes griegos, Agamemnón y Aquiles disputan por la posesión de una esclava de Aquiles, llamada Briseida. Como
Agamemnón es el rey, se la quita, venciéndolo. Aquiles, ofendido, decide no
volver a pelear al lado de los griegos. Aquiles es el mayor héroe griego y se dice
que es protegido de los dioses e invencible. Aquiles presta su armadura y su
carruaje a su amigo Patroclo para que persiga a los troyanos, pero el gran héroe
troyano Héctor mata en combate a Patroclo. Este hecho obliga a Aquiles a
volver a la lucha y combate contra Héctor, lo vence y le da muerte. Como
escarmiento y para mostrar su furia, el cadáver de Héctor es arrastrado al campamento griego y mostrado a la ciudad. Andrómaca, esposa de Héctor, se lamenta por Troya y por sus hijos. El rey Príamo, padre de Héctor, pide a los
griegos que le devuelvan el cadáver del héroe muerto. Aquiles conmovido accede y los troyanos celebran los funerales de Héctor. Aquí termina La Ilíada.
LIBRO

197

DE CONSULTA

Las crónicas históricas nos dicen que más tarde los griegos construyen un
gran caballo de madera, dentro del cual se esconden, y mientras los troyanos
aceptan la ofrenda y celebran su victoria, los griegos salen del caballo a medianoche y los vencen por sorpresa. Troya es tomada, incendiada y destruida, y
Helena es devuelta a Menelao.
Los principales personajes son: Agamemnón que representa la ambición, el
p d r l t r n a A u l s e h r ei d s e s b e H c o :e p t i t d f n o
oe, a iaí; qie: l éo nipnal; étr l aroa eesr
de su ciudad; Paris: la debilidad y la cobardía; Helena: la hermosura y la volubilidad; Andrómaca: la fidelidad de la esposa; Príamo: el amor del padre;
Mnlo e peet.
eea: l rtxo
El texto completo de La Ilíada costa de 15 693 versos griegos. Transcribimos
el preludio, versos uno al cinco, y los versos 320 al 425 de la primera rapsodia:
A u l sa r v a o e t a l d ( 9 9 d le c i o m x c n A f n oR y s( 8 9
qie gaid, n rsao 14) e srtr eiao los ee 1816)
90.
P RELUDIO
C n ad o a l c l r d A u l se P l d ,
at is, a óea e qie l eia
funesta a los aqueos, haz de calamidades,
que tantas fieras almas de guerreros dio al Hades,
y a los perros y aves el pasto de su vida
–en tanto que de Zeus las altas voluntades
iban adelantando por su propio camino–
desde que la disputa enemistó al Atrida,
príncipe de los hombres, y a Aquiles el divino.

5

Aquiles ofendido
En tanto que la tropa anda en esta faena
su lance con Aquiles ni su amenaza olvida
Agamemnón, y a Euríbates y a Taltibio, los prestos
servidores y heraldos, convoca y les ordena:
—Idme hasta la barraca de Aquiles el Pelida;
de la mano a Briseida, la del semblante apuesto,
me traeréis; si Aquiles opone algún reparo,
yo mismo iré con gente y le saldrá más caro.
Tal con altivas voces los despide y conmina.
Orilla al mar cambiante, remisos se encaminan
ambos hacia los barcos y toldos mirmidónicos.

320

325
198

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Sentado en su barraca, junto a su negra nave,
l sv a e c r eA u l s e c n i e t g a e
o e cras qie, l otnne rv.
Perplejos lo saludan y con temor recóndito,
mas él, adivinándolos, se adelanta a decir:
—¡Salud, gente de Zeus, mensajeros humanos!
Venid, no es culpa vuestra si vuestro soberano
p rB i e d o e v a P t o l ,h z as l r
o rsia s ní. arco al ai
–tú, el de estirpe de Zeus– y entrégala en sus manos.
Y ante todos los bienhadados dioses sedme testigos,
y ante todos los hombres y el rey desatentado,
si a la hora del desastre quiere contar conmigo;
pues sé que ya no acierta su corazón airado
a prever lo futuro en vista del pasado
n al b a n e t a f o a d la a t e e i o
i irr usrs lts e slo nmg.
Dijo, y dócil Patroclo la tienda de su amigo
b s ayd c nB i e d ,l d l f zg s o a
uc a o rsia a e a a uts.
A las naves aquivas, y muy a su pesar,
l l e a l sh r l o .A á t s al o a
a lvn o eads prae lrr
Aquiles, y tumbándose por la orilla espumosa,
mientras ruega a su madre con manos anhelosas
e p o al e v n d l j n ad lm r
xlr a niaa eaí e a:
—Madre, pues me engendraste para tan corta vida,
el Olímpico Zeus que por las cumbres truena
debiera protegerme, y en cambio me condena
con su olvido al ultraje de Agamemnón Atrida,
cuyo poder me roba la recompensa suma.
Así dijo entre lágrimas. Le oye la augusta madre
desde el abismo húmedo que habita con su padre,
el añoso Nereo; surge cual blanca bruma,
v e as b el so d sh s ae h j a l g d ,
ul or a na at l io fiio
l a a i i ye c a a
o crca xlm:
—¿Qué dolor te ha vencido,
hijo, qué te conturba? ¿Por qué tu alma llora?
Dilo y no calles, ambos probemos tu aflicción.
Y el alígero Aquiles, con profundo gemido:
—Lo sabes. ¿Para qué repetirlo ahora?
Fue en Tebas, la ciudad sacra del rey Eetión.

330

335

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LIBRO

199

DE CONSULTA

La saqueamos; luego juntamos la ganancia,
que nuestra gente supo repartir con esmero.
Criseida fue el hermoso botín de Agamemnón.
Pronto a dar por su hija rescate en abundancia,
el sacerdote Crises, hombre de Apolo Arquero,
l e óh s al sb j l sa í e o e t n e ,
lg at o aee lgrs nocs
donde andan los aqueos revestidos de bronces.
Al cetro de oro atadas las ínfulas de Apolo
e F e h r ,al sh e t sn i p o a at ns l ,
l lceo a use o mlrb a óo
sino a los dos Atridas, los amos del combate.
La gente aquea a gritos lo otorga y reconoce,
al sacerdote honrando y ansiosa del rescate,
mas impedir no logra que Agamemnón maltrate
aC i e yl a e ec na t n r sv c s
rss o lj o laea oe.
Parte indignado el viejo, y Apolo que lo ampara,
escuchando sus preces, su arco cruel dispara
por nuestro campamento, y los hombres caían
conforme los flechazos divinos se esparcían.
Un consumado augur nos declaró al instante
la causa del enojo del Cazador Distante,
yy e p i e oe i oq ea d o s s t s a a
o l rmr xj u l is e aifg.
Levántase el Atrida e iracundo me amaga.
Ya cumplió sus amagos: los aqueos de ardientes
ojos en rauda nave devuelven a Criseida,
y al dios van a brindar su carga de presentes,
¡ i n r su o h r l o ,v o a d m sr a e ,
meta ns eads ilno i els
si antes me la dieron, me arrancan a Briseida!
Presta amparo a tu hijo y muestra lo que vales,
y al Olímpico Zeus lleva tu imploración,
ya que en palabras y obras le has dado protección;
p e s l e a f e e t el sI m r a e
us oa rs il nr o notls
–mucho te oí contarlo en la patria mansión–,
cuando lo encadenaban los dioses principales,
tal Palas Atenea y Hera y Poseidón.
Tú fuiste a desatarlo del ominoso nudo,
ya q ee v e t oB i r o ye l t e r ,E e n
l u s usr rae, n a ira gó
–el forzudo centímano, más que el padre forzudo–,
abriste el ancho Olimpo; y él, de su gloria ufano,
junto al trono de Zeus se plantó de improviso,
yl sd o e r b l e ,v e d s i t n ov n ,
o iss eeds ino u net ao

365

370

375

380

385

390

395

400
200

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

desistieron sumisos. Recuérdaselo ahora;
apégatele, abraza sus rodillas e implora:
Que deje a los troyanos hacer una salida,
y echados los aqueos hasta el labio del mar
–porque mejor disfruten la inepcia de su Atrida–,
vean entre las popas a su gente vencida,
y el rey arrepentido comience a lamentar
el haber desairado al aqueo sin par.
Y e l g i a b ñ d ,T t sl r s o d a
, n árms aaa ei e epní:
—¿Te di a luz en aciaga hora, criatura mía?
¡Viérate en paz tus naves sereno gobernando,
sin que nublase el lloro tus efímeros días!
Mas tu vida es muy breve, tu sino el más nefando,
fue funesto engendrarte en casa de Peleo.
Iré al nevado Olimpo, descuida; al alto Zeus
engendrador de rayos veré de persuadir.
Tú guárdate en tus raudas naves sin combatir
y contra los aqueos incuba tu pasión.
Zeus, ayer, con toda su augusta compañía
se fue por el océano, al remoto confín
de los probos etíopes que ofrecen un festín.
No tornará al Olimpo hasta el doceno día.
Yo he de trepar entonces las broncíneas gradas
y echarme a sus rodillas. Tal vez sea escuchada.

405

410

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420

425

La Odisea
La Odisea es posterior a La Ilíada. Odisea se deriva de Odyssea; nombre griego
de Ulises; Odysseus. Es un poema épico escrito en 24 cantos o rapsodias, en la
forma de los exámetros y en griego clásico. Una vez terminada la guerra de
Troya y después de su destrucción, los vencedores aqueos o griegos regresan a
s sh g r s U i e r g e ap rl r t m sl r a ac u ad lv e t yl si c e
u oae. lss ers o a ua á ag, as e ino a nlmencias del mar. Naufragios y acontecimientos lo obligan a vivir la gran aventura del hombre. Todo esto se origina por la ira del dios del mar, Poseidón,
padre de Polifemo, quien desata contra el héroe toda la furia de la naturaleza.
La Odisea es la narración de los inmensos peligros, naufragios y hazañas que
vive Ulises hasta que logra llegar a la isla de Ítaca, su patria, y destruir las
acechanzas que rodean a su fiel esposa, Penélope.
LIBRO

201

DE CONSULTA

Entre los episodios más sobresalientes de sus aventuras se encuentran: la
hazaña con el gigante Polifemo, la estancia con la diosa Circe, el mar de las
srns
iea.

H z ñ c ne g g n eP l f m
aaa o l iat oieo
En una isla aparentemente inhabitada donde van a dar los marinos con Ulises
al mando, desembarcan para abastecerse de las provisiones naturales que le
brinda la exuberancia del lugar. Ulises llevaba un pellejo de cabra lleno de un
extracto de vino negro. Están entregados a su tarea cuando son atrapados por
un hombre gigantesco llamado Polifemo que posee un solo ojo. El cíclope los
encierra en una cueva y les da de comer. Diariamente la mano gigantesca penetra por la puerta capturando varios marineros. Ulises y los demás se dan cuenta
con horror que están siendo alimentados para ser devorados más tarde por el
monstruo. Ulises, por su sagacidad, descubre que en el piso de la cueva, entre el
estiércol, se encuentra una gran clava de olivo verde, de la cual cortan un enorme madero, lo afilan como una lanza y le queman después la punta. A la sig i n ev s t d lg g n ea t o ó a oU i e ,c ng a v l r l o r c v n .L
uet iia e iat nrpfg lss o rn ao, e fee io a
curiosidad de Polifemo lo lleva a probar el vino le gusta y exige más. El gigante
ebrio se duerme, momento que aprovechan Ulises y los marineros para levantar
el enorme madero y con coraje hundirlo violentamente en el único ojo de
Polifemo, dándole vueltas a la estaca hasta hacerla girar. El gigante lanza un
espantoso alarido y sale de la cueva quitando la gran roca que la mantiene
cerrada. Ulises y los marineros salen a la mañana siguiente ocultos bajo las
ovejas que van a pastar, pues el gigante tiene las manos abiertas frente a la
cueva para impedirles el paso. Cuando descubre el engaño trata de perseguirlos,
pero como está ciego no les da alcance y finalmente Ulises y los marineros
logran escapar en su barco mientras Polifemo, desde la costa, les arroja peñascos e invoca el nombre de su padre Poseidón pidiendo venganza.
FRAGMENTO

DE LA RAPSODIA

IX

¡Cíclope! Ya que comiste carne humana, toma y bebe este vino, y sabrás qué licor
e c r a an e t ob j l P r t l t a a d s o od o r c r e o s ,a i d n o ed
nerb usr ae. aa i o rí, ees e feétl, i paádt e
m ,d s o í sm r g e oal p t i .M s ¡ n d et i u l se l c l r !¡ n e s t !
í ipna i ers a ara a, a ai e gaa n a óea Isnao
¿Cómo se acercará a ti ningún nacido, en adelante, si careces de compasión?
202

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Así le hablé. Tomó el vino y bebióselo. Y gustóle tanto el dulce licor que me pidió
ms
á:
Dadme de buen grado más vino y hazme saber inmediatamente tu nombre para
q et o r z au d nh s i a a i c ne c a t h e g e .P e t m i nal sc c o e
u e fec n o optlro o l ul e ulus us abé o ílps
la fértil tierra les proporciona vino en gruesos racimos, que crecen con la lluvia
enviada por Zeus; pero éste está hecho con ambrosía y néctar.
D t ls e t h b ó yv l ías r i l e n g ov n :t e v c ss l p e e t yt e
e a ure al, ov evre l er io rs ee e o rsné rs
veces bebió incautamente. Y cuando los vapores del vino envolvieron la mente del
c c o e d j l c nl s n e a p l b a :
ílp, íee o iojrs aars
¡Cíclope! Preguntas cuál es mi nombre ilustre, y voy a decírtelo; pero dame el
presente de hospitalidad que me has prometido. Mi nombre es Outis (Nadie), y
Outis me llaman mi padre, mi madre y mis compañeros todos.
Así le hablé, y en seguida me respondió, con cruel talante:
A Outis me lo comeré al último, después de sus compañeros, y a todos los demás
a t sq eaé :t ls r e d nh s i a a i q et o r z a
ne u l a eá l o optlro u e fec.
Dijo, tiróse hacia atrás y cayó de espaldas. Así echado dobló la gruesa cerviz y
rindióle el sueño, domador de todo. Harto de bebida, eructaba de modo horrible, a
par que de su garganta fluía el vino, revuelto con carne humana. Entonces metí
la estaca debajo del abundante rescoldo, para calentarla, y animé con mis palabras a
todos los compañeros, temeroso de que me abandonasen aterrorizados. Mas cuando la estaca de olivo, con ser verde, estaba a punto de arder y relumbraba intensamente, fui y la saqué del fuego; rodeáronme mis compañeros, y una deidad nos
infundió gran audacia. Ellos, tomando la estaca de olivo, hincáronla por la aguzada
p n ae e o od lc c o eyy ,a z n o e h c a ag r rp ra r b .D l s e t q e
ut n l j e ílp o ládm, aíl ia o ria e a ure u
cuando un hombre taladra con el barreno el mástil de un navío, otros lo mueven por
debajo con una correa, que asen por ambas extremidades, y aquel da vueltas continuamente: así nosotros, asiendo la estaca de ígnea punta, la hacíamos girar en el ojo
del cíclope y la sangre brotaba alrededor del caliente palo. Quemóle el ardoroso
vapor párpados y cejas, en cuanto la pupila estaba ardiendo y sus raíces crepitaban
p rl a c ó d lf e o A íc m e b o c s a p r d re t m l q ee l f e z d l
o a cin e ug. s oo l rnit, aa a l epe u s a ura e
hierro, sumerge en agua fría una gran segur o un hacha que rechina grandemente: de
igual manera rechinaba el ojo del cíclope en torno de la estaca de olivo. Dio el
cíclope un fuerte y horrendo gemido, retumbó la roca, y nosotros, amedrentados,
huimos prestamente.

E t n i c nl d o aC r e
saca o a is ic
Ulises y sus marineros llegan hasta los dominios de Circe, poderosa deidad.
Ponen pie en tierra donde descansan y contemplan el palacio de Circe de piedra
LIBRO

DE CONSULTA

203

pulimentada. Se encaminan al palacio y encuentran lobos y leones encantados por la diosa. Oyen cantar a Circe, quien los invita a pasar y sentarse. Les da
un potaje y los convierte en puercos. Sólo un marinero de nombre Euríloco no
e t ayc r eaa i a d l s t a i naU i e .U i e v ap d rc e t saC r e
nr or vsr e a iucó lss lss a ei una ic,
quien lo invita a comer; pero no acepta. Ulises comienza a intrigarla y a llamar
su atención. Después la cautiva con sus narraciones prodigiosas. Circe lo invita
a quedarse y pasar un tiempo con él. Más tarde Circe se enamora de Ulises y le
ofrece hacerlo esposo de una diosa si se queda con ella. Ulises rechaza la oferta
por muchas razones; entre ellas, porque todo el mérito de las valerosas hazañas
del héroe dejaría de serlo si en vez de un hombre fuera un dios. A la petición de
Ulises, Circe perdona a los marineros y les devuelve su forma humana. Permanecen un año en el palacio. En una ocasión, después de amar a Circe, decide
abandonarla. Vertiendo copiosas lágrimas acude Circe a despedirlos hasta la
orilla del mar, donde se encuentra la nave. Circe ata al oscuro bajel un carnero
y una oveja negra y se despide para siempre de ellos.
De la rapsodia X, transcribimos la parte donde Ulises se encuentra frente a
C r e s n a e t sus manjares.
i c i c p ar
¿Por qué, Odiseo, permaneces así, como un mudo, y consumes tu ánimo, sin tocar la
comida ni la bebida? Sospechas que haya algún engaño, y has de desechar todo
temor, pues ya te presté solemne juramento.
A ís e p e ó yl r p s d c e d :¡ h C r e ¿ u lv r n q ef e er z n b e
s e xrs, e eue iino O, ic! Cá aó, u us aoal,
osara probar la comida y la bebida antes de libertar a los compañeros y contemplarlos con sus propios ojos? Si me invitas de buen grado a beber y a comer, suelta a mis
fieles amigos, para que con mis ojos pueda verlos.
D t ls e t h b é C r es l ód lp l c oc nl v r e l m n ,a r ól sp e t s
e a ure al. ic ai e aai o a aa n a ao bi a ura
de la pocilga y sacó a mis compañeros en figura de puercos de nueve años.
Colocáronse delante, y ella anduvo por entre los mismos, untándolos con una nueva
droga: en el acto cayeron de los miembros las cerdas que antes les hizo crecer la
perniciosa droga suministrada por la venerada Circe, y mis amigos tornaron a ser
hombres, pero más jóvenes aún y mucho más hermosos y más altos. Conociéronme,
y uno por uno me estrecharon la mano. Alzóse entre todos un dulce llanto, la casa
resonaba fuertemente, y la misma deidad hubo de apiadarse. Y deteniéndose junto
am ,d j d e t s e t l d v n e t el sd o a :
í io e sa ure a iia nr a iss
¡ a r í d ,d l n j d v n !¡ d s o f c n oe r c r o !V a o aad n et e e
Letaa e iae iio Oie, eud n euss e hr od ins
l v l r n v e l o i l d lm r ya t t d s c d aat e r f r e l e a al sg u
a eea ae n a rla e a, ne oo aal ira im; lvd a rtas las riquezas y los aparejos todos, y trae en seguida tus fieles compañeros…
… … … … … … … … … … … … …
204

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Así, pues, se han llevado a cumplimiento todas estas cosas. Oye ahora lo que voy
ad c ryu d o e p r o at l r c r a ám st r e L e a á p i e oal ss r n s
ei n is n esn e o eodr á ad. lgrs rmr a iea,
que encantan a cuantos hombres van a encontrarlas. Aquel que imprudentemente se
a e c ae l sye c c as v z y n v e v av ras e p s n as sh j sp q e u l s
cra la suh u o, a o ule e u soa i u io euñeo
r d á d l ,l e o d j b l ,c a d t r aas h g r s n q el h c i a l ss r n s
oenoe lns e úio uno on u oa: io u e ehzn a iea
con su canto, sentadas en una pradera y teniendo a su alrededor enorme montón de
huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo. Pasa de largo y tapa las
orejas a tus compañeros con cera blanda, previamente adelgazada, a fin que ninguno
l so g ;m ss t d s a e o r a ,h zq et a e e l v l r e b r a i nd p e y
a ia a i ú eers íls a u e tn n a eea maccó e is
m n s d r c oya r m d al p r ei f r o d lm s i yq el sc e d ss l g e a
ao, eeh riao a at neir e átl u a ura e iun l
mismo, y así podrás deleitarte escuchando a las sirenas. Y en el caso de que supliques
o mandes que te suelten, átenle con más lazos todavía.

E m rd l ss r n s
l a e a iea
Después de los consejos de Circe que Ulises decide poner en práctica, se
acercan a la isla de las sirenas. Ulises sabe que aquel que oye el canto de las
sirenas enloquece tirándose al mar y es devorado por esas divinidades mitad
mujer y mitad pez (antiguamente se les representaba como aves de rapiña con
rostro de mujer). Ordena a sus marineros tapar con cera sus oídos y decide ser
atado al mástil del barco. Fuertemente es rodeado por sogas que le impiden
desatarse. Ordena que pase lo que pase, suceda lo que suceda, los marineros
remen a toda velocidad. El barco atraviesa el lugar del peligro. Ulises oye el
c n od l ss r n s l sm r ,o s r as si v t c o e ,e c u i a oye l q e e
at e a iea, a ia bev u niains s atvd nouc
instando a sus marineros que lo suelten, pero éstos no obedecen. El barco
de Ulises logra pasar. El canto de las sirenas es para Homero el conocimiento de todo lo desconocido. Ulises percibió todo lo que el hombre ignora, lo
i f n t ,l a s l t .E c n od l ss r n se l u i a ;e t d .D l r p o i
niio o bouo l at e a iea s a ndd l oo e a asda
X I e s g i n ef a m n o
I, l iuet rget:
Mientras hablaba, declarando estas cosas a mis compañeros, la nave bien construida
llegó muy presto a la isla de las sirenas, pues la empujaba favorable viento. Desde
aquel instante, echóse el viento, reinó sosegada calma y algún numen adormeció las
olas. Levantáronse mis compañeros, amainaron las velas, y pusiéronlas en la cóncava
nave, y, habiéndose sentado nuevamente en los bancos, emblanquecían el agua, agitándola con los remos de pulimentado abeto. Tomé al instante un gran pan de cera
y lo partí con el agudo bronce en pedacitos que me puse luego a apretar con mis
robustas manos. Pronto se calentó la cera, porque hubo de ceder a la gran fuerza y
LIBRO

DE CONSULTA

205

a los rayos del soberano Helios Hiperionida, y fui tapando con ella los oídos de
todos los compañeros. Atáronme éstos en la nave, de pies y manos, derecho y
a r m d al p r ei f r o d lm s i ;l g r nl sc e d sa m s o y s n á d s e
riao a at neir e átl iao a ura l im, , etnoe n
los bancos, tornaron a herir con los remos el espumoso mar. Hicimos andar la nave
m yr p d m n e y a h l a n st nc r ad l o i l q ea l h b e e l e a on e u áiaet, , l alro a ec e a rla u lá uisn lgd us
tras voces, no se les encubrió a las sirenas que la ligera embarcación navegaba a poca
distancia y empezaron un sonoro canto:
¡Ea, célebre Odiseo, gloria insigne de los aqueos! Acércate y detén la nave, para
que oigas nuestra voz. Nadie ha pasado en su negro bajel, sin que oyera la suave
voz que fluye de nuestra boca, sino que se van todos después de recrearse con ella y
de aprender mucho; pues sabemos cuántas fatigas padecieron en la vasta Troya
argivos y teucros, por la voluntad de los dioses, y conocemos también todo cuanto
our e l fri ter.
cre n a étl ira
Esto dijeron con su hermosa voz. Sintióse mi corazón con ganas de oírlas, y
moví las cejas, mandando a los compañeros que me desatasen, pero todos se inclinaron y se pusieron a remar. Y, levantándose al punto Perimedes y Euríloco, atáronme
con nuevos lazos, que me sujetaban más reciamente. Cuando dejamos atrás las sirenas y ni su voz ni su canto se oían ya, quitáronse mis fieles compañeros la cera con
que tapara sus oídos y me soltaron las ligaduras.

Después de ser retenido largo tiempo por la ninfa Calipso que deseaba hacerl s e p s ,U i e r g e af n l e t aÍ a a s l yc s d s u o e d n el s
o u soo lss ers iamne tc, oo ai end, n od o
nobles ambiciosos habían obligado a su mujer, Penélope, a elegir nuevo marido.
Penélope es forzada a aceptar, según la ley, y pone como plazo cuando termine
el manto de boda, que ella hila por la mañana y deshila por la noche. Al darse
cuenta, los pretendientes fijan una fecha exacta y Penélope acepta casarse con
aquel que logre tensar el arco de Ulises y hacer pasar una flecha a través del ojo
de doce hachas. Ulises llega vestido de mendigo y se queda en el palacio poco
a t sd lf s í d l sp e e d e t s
ne e etn e o rtnine.
Cuando los nobles compiten fracasan todos en el intento de tensar el arco. El
mendigo, o sea Ulises, pide permiso para participar también, a lo que Penélope
a c d .U i e t n ae a c yh c p s rl f e h a t e t r o d l sp e e t s
cee lss es l ro ae aa a lca ne l err e o rsne.
Ulises es reconocido, se deshace de sus harapos y comienza a flechar a los
pretendientes. A la matanza se une Telémaco, el hijo de Ulises, y entre los dos
m t nat d sl sn b e p e e d e t s U i e yP n l p s r e c e t a .U i e
aa oo o ols rtnine. lss eéoe e enunrn lss
es perdonado por los dioses con la influencia de Atenea.
Es imposible hablar de cultura griega sin hacer referencia a tres aspectos
v n u a o c nl l t r t r ya t m n ed s r o l d sp rl sg i g s l f l s iclds o a ieaua laet earlao o o reo: a ioo
f a l e o u n i uo a o i ye t a r .L f l s f ae t r p e e t d p rS c a e
í, a lceca rtra l eto a iooí sá ersnaa o órts
206

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

(470-399 a.C.), Platón (429-347 a.C.), y Aristóteles (384-322 a.C.). La elocuencia u oratoria está representada por Demóstenes (384-322 a.C.), el más
grande de los oradores políticos de Atenas, ejemplo del orador de convicciones.
Demóstenes implanta la libertad de la tribuna.

Tar gig
eto reo
El teatro griego es ejemplo no solamente por su calidad literaria, sino por dar
o i e a t a r d t d sl st e p s E t a r g i g f o e ed r n ee g b e rgn l eto e oo o imo. l eto reo lrc uat l oir
no de Pericles y cuando Atenas alcanza su máximo esplendor. Los dos géneros
f n a e t l ss nl t a e i yl c m d a D a íl r p e e t c ó d l sm s a
udmnae o a rgda a oei. e h a ersnain e a ácras que lloran y ríen respectivamente. La comedia se originó en las fiestas que
hacían los campesinos después de la vendimia cuando regresaban a sus aldeas.
El mayor representante de la comedia griega es Aristófanes (445-386 a.C.).
La tragedia griega se originó en el Ditirambo —culto a Dioniso—. Un coro
cantaba las proezas del dios y danzaba alrededor del altar. Después se narraron
escenas de algunos héroes. En el siglo VI apareció un personaje que hacía preguntas al coro, el cual respondía. En esta forma se creó el diálogo.

Eqio
sul
E t el sa t r sd t a e i sg i g sd b m sc t raE q i o( 2 - 5 a C )
nr o uoe e rgda rea eeo ia sul 5546 ..,
quien combatió en las Guerras Médicas. Triunfó innumerables veces y fue coronado por sus obras. Entre las más importantes están Prometeo encadenado, héroe,
que tras haber entregado al hombre la conciencia y el fuego, fue castigado por
Zeus que lo condenó a sufrir encadenado el tormento de un buitre que diariamente le devoraba las entrañas, mismas que se le regeneraban durante la noche
( é c l s l l b r p s e i r e t ) l Orestiada f r a a p r Agamenón ( s s Hrue o ieó otromne; a
, omd o:
aei
nato de Agamenón por Clitemnestra), Las Coéforas (venganza de Orestes, hijo
de Agamenón, quien mata a Clitemnestra y a Egisto, amante de ésta), y Las
Euménides (persecución de Orestes por las Furias y las Erinias y finalmente su
j i i yp r ó )
uco edn.
Fragmento de Prometeo de Esquilo. Prometeo se rebela contra la tiranía de
Zeus. Dialoga con Océano.
LIBRO

DE CONSULTA

207

OCÉANO. A ti vengo, Prometeo, haciendo una larga jornada en este alado monstruo,
que rijo sin otro freno que mi voluntad. Porque ten entendido que me duelo de
t sd s r c a .Ae l m o l g l s n r ;a íl j z o p r , f e ad lp r n e c ,
u egais lo e bia a age s o ug: eo ur e aetso
no hay quien tenga en mi amistad más parte que tú. Ya verás tú cómo es verdad
esto que te digo, y que no está en mi genio hablar vano y lisonjero de favores.
Conque anda; dime en qué se te puede favorecer. Jamás podrás decir que hubo
para ti un amigo más firme que el Océano.
PROMETEO. ¡Bah! ¿qué es esto? ¿También tú vienes de espectador de mis males?
¿Cómo te has atrevido a dejar la corriente de tu nombre y tus nativos y roqueros
a t o p r v n ral t e r m d ed lh e r ?¿ l g s eam c r o od m s c s ,
nrs aa ei a ira ar e iro Leat í uis e i ueo
o compasivo de mis desdichas? ¡Contempla, pues, un espectáculo! ¡Mira a este
amigo de Zeus, que le ayudó a afirmar su tiranía, de qué rigones se ve oprimido!
OCÉANO. Viéndote estoy, Prometeo, y aunque seas tan avisado, todavía quiero aconsejarte lo que estará mejor. Reconócete, y pues que hay nuevo tirano entre los
dioses, muda tú también de procederes. Porque si así lanzas ásperos y punzantes
dicterios, con estar Zeus sentado tan alto y lejos de ti, pudiera oírte de modo que
e r g rd lp e e t m ll t v e a p rj e o C n u d j e aa r g n i ,d s i
l io e rsne a e uirs o ug. oqe ea s roaca edchado, y aplícate al remedio de tu miseria. Quizá te parezca que esto que digo son
v j c s p r e t sp e i sv e e ,P o e e ,d u al n u d m s a oj c a c o a
eee; eo so rmo inn rmto e n ega eaid atnis.
Tú no eres nada humilde ni cedes a los males; antes quieres sobre los presentes
traerte otros. Mas si te aprovechas de mis lecciones, no obrarás en tu propio mal,
considerando que reina un monarca duro y nada sujeto a dar razón de sus obras.
Y ahora parto, y probaré si puedo librarte de estos males. Tú, aquiétate y no seas
demasiado atrevido de lengua; pues, ¿no sabes, discreto por extremo como sin
d s u ae e ,q ee c s i om r al l n u t m r r a
ipt rs u l atg ac a ega eeai?
PROMETEO. Dígote que eres feliz, porque después de haber osado tomar parte
conmigo en mis penas, aún estás sin que Zeus te culpe. Mas déjalo ya; no te dé
cuidado. En manera alguna le persuadirías; que no es blando de persuadir. Y tú
ándate con tiento, mirando bien no te acarree algún daño esta jornada.
OCÉANO. Mejor consejero eres de los demás, con mucho, que no de ti propio; con
hechos, no con palabras, lo atestiguo. Pero no me estorbes que corra solícito. Me
precio, me precio, sí, de que Zeus me otorgará la gracia de alzarte esta pena.

Sfce
óols
Sófocles (495-406 a.C.), 70 años fue el poeta favorito del pueblo. Escribió
más de 100 tragedias, pero sólo se conservan siete. Sus tragedias más importantes son: Electra (Electra venga a su padre Agamenón asesinado, al conducir la
208

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

mano de Orestes en la puñalada que mata a su madre Clitemnestra) y Edipo Rey,
que tomaremos como ejemplo. La leyenda en la que tiene su origen la obra es la
siguiente: Layo y Yocasta, reyes de Tebas, tienen un hijo al que más tarde se le
llamaría Edipo. El oráculo sentencia que el niño matará a su padre y se casará
con su madre. Ante esta nefasta profecía los reyes envían al niño con un esclavo para que lo abandone en el Monte Citerón. Edipo es recogido por unos
pastores que lo educan hasta que Polibio, rey de Corinto, lo ve y es seducido por
el vigor y la fuerza del niño. Polibio se lo lleva y lo educa como un príncipe.
Otro oráculo repite la misma profecía y Edipo, temeroso de causar daño a los
reyes de Corinto a quienes cree sus padres, abandona el hogar y se interna en el
reino de Beocia. En el camino topa con un carruaje que le cierra el paso,
iniciándose una pelea. Edipo mata a sus opositores incluyendo a Layo, su padre. En Beocia libra a este pueblo de la Esfinge, monstruo parte mujer, parte
león, parte águila y con cola de serpiente, que devoraba a todo el que pasara por
sus dominios. Edipo es convertido en héroe y como premio ofrecido por Creonte,
rey interino de Tebas, lo casan con la reina Yocasta, ignorando que era su propia madre. El oráculo se cumple. Más tarde se sabe el enigma y sobreviene la
t a e i .A c n c rl t r i l v r a ,Y c s as s i i a a o c n o e F e t
rgda l ooe a erbe edd oat e ucd, hráds. rne
a su pueblo, Edipo se arranca los ojos con sus propias manos, junto con
los broches del vestido de Yocasta; ciego y con sayal de mendigo se va por los
caminos.
La tragedia de Sófocles da comienzo en los momentos en que Edipo recibe a
los tebanos que van a suplicarle que detenga las calamidades que agobian al
pueblo de Tebas. Edipo se encuentra preocupado y acercándose a descubrir su
situación. Transcribimos el siguiente fragmento de Edipo Rey, en el momento de
a l r rl t r i l v r a .
caa a erbe edd
E I O. ¡ y a ! Y e t t d a l r d . ¡ h l z , s a é t e ú t m d a q e t v a q i n
DP A , y a s á o o c a a o O , u ! e s e l l i o í u e e u e
vino al mundo engendrado por quienes no debían haberle dado el ser, contrajo
relaciones con quienes le estaban prohibidas y mató a quien no debía.
CORO. ¡Oh generaciones humanas! Cómo en mi cálculo, aunque reboséis de vida,
sois lo mismo que la nada. ¿Qué hombre, pues, qué hombre goza de felicidad
más que el momento en que se lo cree, para en seguida declinar? Con tu ejemplo
a la vista y con tu sino, ¡oh, infortunado Edipo!, no creo ya que ningún mortal sea
feliz. Quien dirigiendo sus deseos a lo más alto llegó a ser dueño de la más
suprema dicha, ¡ay, Júpiter!, y después de haber aniquilado a la virgen de corvas
uñas, cantora de oráculos, se levantó en medio de nosotros como valla contra la
muerte, por lo que fue proclamado nuestro rey y recibió los mayores honores,
LIBRO

DE CONSULTA

209

reinando en la grande Tebas, ¿no es ahora el más infortunado de los hombres?
¿Quién se ve envuelto en más atroces desgracias y en mayores crímenes por una
a t r a i ad l v d ?¡ h i u t eE i o ¿ lp o i a i od t c s f eb s a t
lentv e a ia O, lsr dp! E rpo sl e u aa u atne
para que cayeras en él, como hijo, como padre y como marido? ¿Cómo es posib e ¡ h i f l z ,c m ,q ee s n f c n a op rt p d et p d e as p r a e
l, o, nei! óo u l eo eudd o u ar e uir ootr n
silencio tanto tiempo? Lo descubrió a pesar tuyo el tiempo, que todo lo ve, y
condenó ese himeneo execrable, donde engendraba a su vez el que fue en él
engendrado. ¡Ay, hijo de Layo! ¡Ojalá, ojalá nunca te hubiera visto, pues me haces
llorar, exhalando dolorosos lamentos de mi boca! Y para decir verdad, de ti
r c b l v d ,p rt c l ém sc n o a .
eií a ia o i am i ogjs
UN MENSAJERO. ¡Oh, siempre respetabilísimos señores de esta tierra! ¡Qué cosas
v i ao ryq éd s r c a v r i yc á g a d d l rs n i é s s c m p t i t s
as í u egais eés un rne oo etri, i oo aroa
os inspira interés la casa de los Labdácidas! Yo creo que ni el Istro ni el Fasis
podrán lavar con sus aguas las impurezas que ese palacio encierra, y los crímenes
q ea o as l nal z v l n a i s n i v l n a i s P e d t d sl sc l m d d s
u hr ae u, outro, o noutro. us e oa a aaiae
las que más deben sentirse son las que uno se procura por sí mismo.
CORO. La que nosotros ya sabemos, por cierto que es muy dolorosa. ¿Vienes a
a u c a n so r ?
nniro ta
EL MENSAJERO. Brevemente os la diré y la sabréis: ha muerto la excelsa Yocasta.
CORO. ¡Ay, desdichada! ¿Quién la ha matado?
EL MENSAJERO. Ella por sí misma. De todo lo sucedido ignoro lo más doloroso,
pues no estuve presente. Pero, sin embargo, en tanto que mi memoria los recuerde, sabrás los sufrimientos de aquella infortunada. Cuando arrebatada por el fur ra r v s e v s í u od p l c o s l n ód r c a e t h c ae l c on p i l
o taeó l etbl e aai, e az eehmne ai l eh uca,
arrancándose la cabellera con ambas manos. Apenas entró cerró la puerta por
dentro y empezó a invocar al difunto Layo, muerto hace tiempo, rememorando
los antiguos concúbitos que debían matarle a él y dejar a la madre para engendrar
hijos con su propio hijo en infandas nupcias. Y lloraba amargamente por el lecho
en que la infeliz concibió de su marido otro marido y de su hijo otros hijos.
Después de esto no sé cómo se mató; porque como entró Edipo dando grandes
alaridos, nos impidió contemplar la desgracia, pues nos fuimos todos hacia él,
rodeándole por todas partes, porque corría desatentado pidiendo que le diéramos una espada y que le dijésemos dónde estaba la esposa que no era esposa y en
cuyo seno maternal fueron concebidos él y los propios hijos de él. Y furioso
como estaba –un genio se lo indicó, pues no se lo dijo nadie de los que le rodeábamos–, dando un horrendo grito, y como si fuera guiado por alguien, se arrojó
s b el sp e t s l sd r i ód l sg z e ys p e i i óe l s l n p i l d n e
or a ura: a erb e o ons e rcpt n a aa uca, od
vimos a la reina colgando de las fatales trenzas que le habían ahogado. En seguida
que la vio el desdichado, dando un horrible rugido, desató el lazo de que colgaba,
yc a d e t e r c y l i f l z– q e l f ee p c á u oh r i l – a r n á d l
uno n ira aó a nei aulo u setcl orbe, racnoe
210

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

los broches de oro con que se había sujetado el manto, se hirió los ojos diciendo
que así no verían más ni los sufrimientos que padecía ni los crímenes que había
cometido, sino que, envueltos en la oscuridad, ni verían en adelante a quienes no
debían haber visto, ni conocerían a los que nunca debieron haber conocido. Y
mientras así se lamentaba, no cesaba de darse golpes y desgarrarse los ojos. Al
mismo tiempo, sus ensangrentadas pupilas le teñían la barba, pues no echaban la
s n r ag t s s n q e c m n g al u i yr j z g a i o s l b ñ b n E t l ó
age oa, io u, oo er lva oio rnz, e a aaa. sal
la desesperación de ambos, no de uno solo, confundiendo en la desgracia al
marido y a la mujer. La felicidad de que antes disfrutaban y nos parecía verdadera
felicidad, convertida queda hoy en gemidos, desesperación, muerte y oprobio, sin
que falte ninguno de los nombres que sirven para designar toda suerte de desgais
rca.
CORO. ¿Y qué hace ahora el desdichado, en medio de su infortunio?
El mensajero. Pide a gritos que abran las puertas y expongan ante todos los tebanos
al parricida, al de madre…, diciendo blasfemias que yo no debo decir, y añadiendo que va a alejarse de esta tierra y que no debe permanecer en ella sujeto a las
maldiciones que contra sí mismo él lanzó. Necesita, sin embargo, de quien le
s s e g yl g í ,p e s d s r c ae d m s a ap r q ep e as b e l v r a l
otna e ue us u egai s eaid aa u ud orleal; o
vas a ver, pues las puertas se abren; pronto verás un espectáculo capaz de mover
a compasión al más cruel enemigo.
CORO. ¡Oh, desgracia, que a los hombres horroriza el verla! ¡Oh, la más horrible de
c á t sh v s oy !¡ n e i !¿ u f r at d m n ?¿ u le l f r aq e a a a una e it o Iflz Qé ui e oió Cá s a ui u, bln
zándose sobre ti, el más infortunado de los hombres, te subyugó en tu
desdichadísima suerte? Porque no tengo valor para mirarte, a pesar de que deseo
preguntarte muchas cosas, saberlas de ti y contemplarte. Tal es el horror que me
ifne.
nuds
EDIPO. ¡Ay, ay! ¡Ay, ay! ¡lnfeliz de mí! ¿Dónde estoy con mi desdicha? ¿Adónde vuela
mi vibrante voz? ¡Oh, demonio! ¿Dónde me has precipitado?
CORO. En desgracia horrible, inaudita, espantable.
EDIPO. ¡Oh, nube tenebrosa y abominable que como monstruo te has lanzado sobre mí, indomable e irremediable! ¡Ay de mí! ¡Ay de mí! ¡Cómo me penetran las
punzadas del dolor y el recuerdo de mis crímenes!
CORO. Y no es de admirar que en medio de tan grandes sufrimientos llores y te
a l j sp rl d b ed s r c aq et o r m .
fia o a ol egai u e pie
EDIPO. ¡Al amigo! Tú sigues siendo mi compañero fiel, ya que tienes cuidado de
este ciego, ¡Ay, ay! No se me oculta quién eres, pues aunque ciego, conozco muy
be t vz
in u o.
CORO. ¡Qué atrocidad has cometido! ¿Cómo tuviste valor para arrancarte así los
ojos? ¿Qué demonio te incitó?
LIBRO

211

DE CONSULTA

EDIPO. Apolo es el culpable, Apolo, amigos míos; él es el autor de mis males y
crueles sufrimientos. Pero nadie me hirió, sino yo mismo en mi desgracia. ¿Para
qué me servía la vista, si nada podía mirar que me fuese grato ver?
CORO. Así es, como lo dices.
EDIPO. ¿Qué cosa, en verdad, puedo yo mirar ni amar? ¿A quién puedo yo dirigir la
palabra o escuchar con placer, amigos? Echadme de esta tierra lo más pronto
posible; desterrad, amigos, a la mayor calamidad, el hombre maldito y más aborrecido que ningún otro de los dioses.

Erpds
uíie
Eurípides (480-406 a.C.), transformó la tragedia partiendo de la idea filosófica de un dios que gobierna al mundo mediante la razón y la justicia, y por
tanto la fatalidad no es tan importante como el amor que agita y conmueve a los
mortales. Da un mayor movimiento teatral, utiliza mayormente a los humanos que a los dioses. Sus tragedias más importantes son: Medea que describe los
,
celos y la venganza de la protagonista al ser abandonada por Jasón, cuya ambición lo llevaba a querer ser rey a pesar de que ella traicionó a su patria y a su
hermano por él. Andrómaca en la que ella encabeza el dolor de las mujeres
troyanas, al ser devastada la ciudad por los griegos y sentenciadas a vivir en
adelante como esclavas.

C l u al t n
utr aia
En su invasión, el Imperio Romano, dueño ya de la Península Itálica y habiendo
vencido a Cartago en las tres Guerras Púnicas, se lanzó a la conquista del mundo, comenzando por los países situados alrededor del Mediterráneo. Esta conquista la consuma en dos siglos.
Uno de los grandes países que desde la primera mitad del siglo III a.C. intentó poseer fue Grecia. Ésta fue conquistada por los romanos y parcialmente
destruida. Aunque los romanos resultaron conquistadores de Grecia, ésta conquistó a Roma culturalmente hablando. La producción artística latina imitó los
modelos griegos, y la literatura en igual forma. No por ello la literatura latina
carece de originalidad aunque su temática sea eminentemente la temática
gig.
rea
Los latinos se convirtieron de esta forma en los principales defensores de la
cultura helénica. Dentro de la cultura latina hay que mencionar en historia
212

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

a Cayo Julio César (100-44 a.C.), y en oratoria y discurso al más grande, a
Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.), asesinado por los sicarios.
Por lo que respecta a la poesía, son Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.) y
Quinto Horacio Flaco (65-8 a.C.).

Vrii
iglo
Publio Virgilio Marón nació en el pueblo de Andes, cerca de Mantua. De ahí
que se le conozca como el Príncipe de Mantua La influencia de Virgilio no sola.
mente se ejerció a fines del siglo I a.C., o época de Augusto, sino durante los
t e ep i e o s g o d n e t ae a V r i i e aa t ,d l a o m r n ,d p r e
rc rmrs ils e usr r. iglo r lo egd, oeo e ot
tosco y de aspecto rústico, educado en el campo; sobrio de palabras, comida y
bebida, y aspecto tímido y enfermizo. Las obras fundamentales de Virgilio son:
La Eneida, Las Bucólicas, poemas pastoriles en que el tono es más ideal que real,
p e o d p i a e y t r u a q e r d a a l s h m r s y a l s c s s y L s G ó g c s.
lns e asj enr u oe o obe
a oa, a eria
Éstas son epopeyas del campesinado. Constan de cuatro libros, dos para la
naturaleza y dos para los animales. Virgilio colabora con el gobierno de August ye a t l p e e e c ad é t p rl g e r yl a r c l u a
o xla a rfrni e se o a ura a giutr.

La Eneida
La Eneida es el poema épico más grande de los poemas latinos. Todos los
demás poemas de este género se inspiran en ella y hasta la imitan. La Eneida
sigue la métrica de los exámetros. “El corazón y el afecto van detrás de la obra
de Virgilio”, se ha dicho. El nombre de La Eneida viene de Eneas, héroe troyano
que combatió contra los griegos. El poema es el extraordinario símbolo de un
pueblo condenado por el destino a la guerra. Hay pasajes en la obra plenos de
imágenes en las que éstas toman vida haciendo participar al lector no de una
lectura sino de una experiencia propia. Entre ellas podemos citar la muerte de
Laoconte, el sueño de Eneas, la tragedia de la muerte de Príamo, etc. La Eneida
está formada por XII libros. Los primeros tratan de la conjura de la diosa Juno
contra el héroe troyano que se dirige a Italia después de la derrota de Troya. En
el mar surge una violenta tempestad enviada por Eolo, que obliga al barco de
Eneas a refugiarse en la isla de Cartago, donde la reina Dido ofrece un banquete en su palacio al príncipe extranjero. En el banquete Eneas relata cómo
LIBRO

213

DE CONSULTA

fue vencida su patria, Troya, y sus viajes. Dido se prenda de Eneas y se enamora
p r i a e t d él. Sobre La Eneida dice en s libro El Virgilio mexicano estueddmne e
,
u
,
dio latinista, el maestro Leopoldo Ayala (1886-1949): “El Libro IV de esta
epopeya es el más bello de todos, sencillamente porque es en él donde Virgilio
s r v l m e t oi i i a l ,a p n a e t d s p l i a t f e e ía u la e t
e eea asr nmtbe l itr n oo u aptne rns qe fco
que encierra casi siempre la clave de toda humana tragedia: el ciego e invencible amor, el mismo a través de todas las edades y en todos los individuos: ¡amor
omnibus ídem! Eneas rechaza el ofrecimiento de Dido de quedarse y gobernar
Cartago, y una noche abandona la alcoba de Dido y escapa en su barco seguido
por sus marineros. Dido encolerizada lanza en su célebre monólogo gran cantidad de maldiciones invocando a los dioses y haciéndoles partícipes a ellos, a los
hombres y a sí misma del dolor que le produce el abandono del héroe troyano.
En el monólogo se conjuntan la fuerza del amor, el despecho del abandono y la
persistencia del mismo amor. Finalmente, Dido asciende a la pira “donde con
siniestros fines mandara colocar las armas de Eneas y el antes dulce tálamo”, y
así se quita la vida. Eneas continúa su viaje y desciende al infierno en una
pavorosa visitación a esas mansiones ultraterrenales. Ahí encuentra a su padre
Anquises, quien le narra detalladamente cómo fue la derrota troyana, y hace
desfilar ante los ojos de Eneas a todos los héroes y grandes hombres de Troya.
Más tarde los troyanos combaten valerosamente para conquistar un territorio y
poder fundar una nueva ciudad. Eneas en el imperio de Lacio, gobernado por el
rey Latino, pretende, con el derecho de todos los grandes combatientes, la mano
de su hija Lavinia. Turno, jefe de los rútulos, aspira también a la mano de la
b l ap i c s .S r v l d do i i au ag e r e l q el st o a o s a í na
el rnea u iaia rgn n ura n a u o ryns e la l
rey Evandro. Venus entrega a Eneas el escudo en que se representan todos los
grandes hechos de la historia de Roma. Eneas combate en forma definitiva con
Turno para decidir la mano de Lavinia. Eneas triunfa derrotando a Turno; obtiene la mano de Lavinia y el imperio de Lacio.
Los pasajes que transcribimos son los considerados por el maestro Ayala; la
traducción es de Clearco Meonio (Joaquín Arcadio Pagaza, mexicano) y pertenecen al Libro IV.
LA ENEIDA
Dido infeliz ignora que la abrasa
a u li s n a o ,d i s a t ai s a t ,
qe nao mr e ntne ntne
con descompuesto y pálido semblante:
214

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

como la cierva de fortuna escasa,
al q el g ah n a e v g l n e
a u or icr l iiat
cazador importuno la saeta
en los bosques fragosos de la Creta,
yq e s ni t n a l ,e d r h e r
u, i netro l uo iro
en la herida cruel dejó prendido
mientras el pobre animal trepando el cerro
huye a todo correr, despavorido;
no se para a probar la linfa o berro,
n q i r v rs e c z d re i o
i uee e i l aao s d;
baja y sube sin tregua el monte alzado
c nl f e h c a a ae e c s a o
o a lca lvd n l otd.
… … … …
… … … …
Y después que el troyano a su aposento
s r t r b ,yt a e m n ee g i o
e eiaa rs l ot rud
hundíase la luna, el firmamento
en tinieblas dejando sumergido,
yl se t e l sd s r g oa i n o
a srla e u ei set
descendían a sueño apetecido
convidando a los míseros mortales,
¡ u h r sp s b ,q éh r st nf t l s
qé oa aaa u oa a aae!
S l e s e t n i ,as e t n e v c a
oa n u saca u nedr aí,
vaga insomne del uno al otro lado,
ya t n e s t lv zs c l f í ,
l edre a e e aora
donde Eneas estuvo recostado.
Ausente, ella al ausente con sombría
mirada busca, y juzga que le ha hallado;
o abraza a Ascanio, el inocente niño,
r t a od s p d eye c r ñ .
ert e u ar l aio
… … … … … … … … …
… … … … … … … … …
Abre la marcha el escuadrón troyano;
c ne l sJ l o ye p e i d E e s
o lo ui; l rcao na
con gentileza y aire soberano
asociado a los suyos galopea.
Hace flotar con aguerrida mano
d lc b l ol sc i e ,q ev l e ,
e aal a rns u ota
LIBRO

215

DE CONSULTA

e s r i ayd s p r c e a r f í
notj eaaee l ua ra
del más alegre y luminoso día.
……………………..
……………………..
Aquese aciago, tormentoso día
e l st r o a a e m l e i o
n o iis nls adcd,
o i e f ed t n af l n a
rgn u e at eoí
y muerte acerba de la triste Dido.
Ya desde entonces sin rubor oía
lo que de ella se hablaba, ni escondido
guardaba aquel amor, y llama esposo
al que era sólo amante desastroso.
……………………..
……………………..
Me odian por ti los pueblos de la Libia;
de los nómadas me odian los tiranos
sólo por ti, y aún el amor se entibia
de los tirios a mí: puse en tus manos
(¡oh pudor!… por tu indómita lascivia…)
mi honra que hasta los cielos soberanos
encumbraban las gentes… ¿y errabunda,
huésped, me dejas hoy y moribunda?
… … … … … … … …
… … … … … … … …
¡Ve en hora mala!… Llévente los vientos
ae aI a i q et n ot a u i a
s tla u at e lcn;
b s ae a t e r sq ep r c nc e t s
uc ss ira u aee uno;
huye a buscarlas, sobre el mar camina.
Yo espero (si los dioses mis acentos
escuchan favorables) que mezquina
tu suerte sea, y que ávido, prendido
en ruda peña llamarás a Dido.
…………………….
…………………….
¡No haya alianza jamás, ni amor posible
entre las dos naciones! ¡De mis huesos
á z t p o t ,v n a o t r i l
lae rno egdr erbe
de tamaños desórdenes y excesos,
con el fuego y la espada! ¡Sé temible
216

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

a los dardanios míseros y opresos!
¡Luchen nieto con nieto, onda con onda,
y arma y playa, con arma y playa monda!
…………………..
…………………..
Y luego Dido, trémula, turbada,
p rs d s g i c u l s n r e t e o o
o u eino re, agino l j,
l m j l ab a q í i av o a a
a eil lnusm ild
por el miedo a la muerte y el enojo,
del palacio entró dentro; arrebatada
subió a la pira con extremo arrojo;
desenvainó del dárdano la espada
no en verdad a tal uso destinada.
Ya e c n r ra l l sv s i u a
l nota lí a etdrs
y el conocido tálamo, tesoro
antes, opresa por memorias duras
el semblante regó con breve lloro;
a r c i a s e é ,s sd s e t r s
l elnre n l u evnua,
c á t se a ,p e é t n e ee c r ;
una rn rsnasl n oo
yp e t e p e m g í i a s v r ,
usa n i, anfc, eea
de este modo habla por la vez postrera:
¡Oh dulces prendas, mientras Dios y el hado
lo permitieron, recibid mi vida
y desatadme ya de este cuidado
que agobiada me tiene y dolorida!
H v v d ;s l c t h l e a o
e iio oíia e lnd
mi destino, de todos bien querida;
si hoy mi sombra del mundo se destierra
bj gois a sn d l ter.
aa lroa l eo e a ira
Una grande ciudad fundé y preclara;
vi levantado su gigante muro;
si de Siqueo el hado me apesara,
v n u s m e t ,c s i u a p r u o
egé u ure atgé l ejr,
homicida, a mi hermano, que con rara
altivez osa amenazarme duro.
Yf i ¡ y ,f l z ¡ e i ,s am sr b r s
u, a! ei… flz i i iea
no arribaran las naves extranjeras!…
LIBRO

217

DE CONSULTA

Dijo, y besaba el lecho. “¿No vengada
–añade– he de morir?… ¡muramos luego…
Así… así iré… a la sombra… así me agrada
l e a a s t od e e n ls s e o
lgr l ii e tra oig…
El dárdano, en la popa, la mirada
e p c a ád ll a t s ne r e o
sair e lno i l ig…
L pr va iatrbe fet
a ia e, nleal… ure
y llévese el presagio de mi muerte…
Esto dijo. Y la vieron sus doncellas
c e ,s nt r i a ,d s a l c d ,
ar i emnr efleia
las manos sin vigor, de sangre huellas
espumeas en la espada maldecida.

E DAD M EDIA
Devastado el Imperio Romano, la única institución que sobrevivió fue la Iglesia. La Edad Media se caracteriza por el control religioso en arte y educación.
La temática es eminentemente religiosa y guerrera. En el aspecto político, los
feudales eran dueños de la tierra, la producción y la economía. Poseían la vida
humana y decidían los castigos y la muerte de sus vasallos en la más arbitraria
de las tiranías. No hay época más injusta hasta hoy que la Edad Media. Los
feudales eran apoyados por el clero y los guerreros ocupados en acrecentar sus
dominios basados en el despojo y la conquista despiadada.
L l n u l t n f ee p i c p lv h c l d e p e i nl t r r a h s ae s g o
a ega aia u l rnia eíuo e xrsó ieai at l il
X . Durante un gran periodo la literatura puede calificarse de menor. A partir de
I
la Edad Media la literatura cobra una gran fuerza. Durante los siglos XII y XIII
comienzan las llamadas lenguas “vulgares” a ser utilizadas. Se escriben grandes
poemas heroicos en Europa. La sociedad de entonces, esencialmente guerrera y
nacionalista, abrió paso a los relatos de los héroes populares y a sus batallas
llamadas gestas. Los países donde mayormente se protege la literatura en forma
de cantos o cantares de gesta fueron Francia, España y Alemania.

C n a e d g s ae F a c a
atrs e et n rni
En Francia el cantar más famoso es La chanson de Roland o Canción de Rolando,
del año 768, que narra una gesta del rey Carlomagno. El rey moro Marsilio hace
218

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

la paz con Carlomagno, misma que va a firmarse en Zaragoza. El embajador de
Carlomagno es Ganelón, quien traiciona a los suyos, y promete al moro que
Rolando y los pares cabalguen a la retaguardia. Rolando va por los desfiladeros
de Roncesvalles, lo rodean los moros. En tres ocasiones se rehúsa a tocar el
cuerno en señal de auxilio. Todos los nobles caen en la trampa y son muertos
con ligeras excepciones, entre ellos Rolando, quien pide socorro con el cuerno.
Carlomagno regresa y vence. Rolando es herido y muere con su rostro y su
espada vueltos hacia España. Carlomagno castiga a Ganelón y extermina a los
sraeo.
arcns

Cantares de gesta en España
En España sobresalen los cantares de El rey Rodrigo y la pérdida de España el de
,
B r a d d C r i ,e d F r á G n á e ,e d L ss e ei f n e d L r ,ye m s
enro e apo l e enn ozlz l e o it nats e aa l á
majestuoso de todos, el Cantar del Mío Cid, que narra las aventuras de Don
Rodrigo Díaz de Vivar: el Cid Campeador (año 1139).

Cantares de gesta en Alemania
En Alemania y hacia 1200, aparece el Cantar de los nibelungos, y 20 años más
tarde, El gudrun. Los nibelungos es la historia del héroe Sigfrido y su esposa
Kriemhilda, hermana del rey Gunther. Sigfrido es inmortal porque se ha bañado
en la sangre del dragón, menos en el hombro derecho, pues cayó una hoja evitando que la sangre llegara ese lugar, y porque posee la espada invencible, heredada de Odín, dios principal y de la guerra. Brunhilda, que ama a Sigfrido, lo
odia por despecho.
Engaña a Kriemhilda y le dice que borde una cruz en el traje de Sigfrido en la
parte donde no bañó la sangre del dragón. El traidor Hagen se encarga de arrojar una lanza y matar a Sigfrido por la espalda.
La segunda parte del Cantar es la venganza de Kriemhilda, que se casa por
segunda vez con Atila, rey de los hunos, para castigar a todos los asesinos de su
esposo, incluyendo a Hagen que muere sin revelar dónde está el tesoro de los
nblno.
ieugs
En Italia, en el siglo XIV cambian el curso de la literatura dos poetas: Dante
(1265-1321) y Petrarca (1304-1374).
LIBRO

DE CONSULTA

219

D n eA i h e i
at lgir
Dante Alighieri nace en Florencia y muere en Ravena. La juventud de Dante
es vigorosa, participante siempre de los problemas políticos de su país. Este
autor se opuso a la expansión económica y a las intromisiones del Papado. Por
luchar consecuentemente con sus ideales es condenado en 1302 al destierro
definitivo. Dante muere desterrado. Debe destacarse el amor imposible de Dante
por Beatriz, mujer que el poeta inmortalizó en dos de sus obras. Las obras más
importantes de Dante son Convivio, La vida nueva y la Divina comedia.
Dante se plantea por primera vez la gran consideración de escribir para unos
cuantos cultos, en latín, o escribir para el pueblo en el idioma del pueblo: el
i a i n .D c d e c i i e i a i n yp r i i a s sp o i sd c r n sp l t c s
tlao eie srbr n tlao atcpr u rpa otia oíia.

Dvn cmda
iia oei
La Divina comedia es la obra más importante de Dante y uno de los libros
fundamentales de la literatura de todos los tiempos.
l Divina comedia puede apreciarse desde todos los puntos de vista, pues es el
a
resumen y el juicio más severo de la Edad Media. Algunos consideran a Dante
en el Renacimiento, y tienen razón, puesto que Dante es el iniciador del Renacimiento italiano; en su obra aparecen elementos renacentistas. Todos los que
representan a los enemigos del pueblo italiano son castigados literariamente,
condenados por el poeta. Innumerables nombres de grandes personajes de la
época aparecen sentenciados y ejecutados en el libro. Esta obra es un poema
e c i oe i a i n .C n t d t e p r e :I f e n ,P r a o i yP r í oye t
srt n tlao osa e rs ats niro ugtro aas sá
compuesta por 100 cantos: un canto de introducción 33 para el Infierno, 33
para el Purgatorio y 33 para el Paraíso que completan 100 y hacen la unidad.
La fecha de la obra se precisa según F. Angelitti –que consulta la astronomía– el 25 de marzo de 1301. El transcurso del viaje de Dante es de una semana. El principal personaje de la obra es el propio autor, Dante, quien la noche
del 25 de marzo y a la mitad de su vida, se encuentra perdido en una selva
o c r q er p e e t l sp s o e ,l sv c o yl si t i a p l t c s T e f e a
sua u ersna a ains o iis a nrgs oíia. rs irs
le cierran el paso y amenazan con devorarlo. Aparecen una pantera que encarna
la lujuria, un león que representa la soberbia y una loba que figura la avaricia.
Esta crítica la hace Dante contra muchos hombres que se dejan devorar por
estas fieras o por algunas de ellas. Aparece Virgilio, el poeta latino, como sím-
220

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

bolo de la razón del hombre, y se ofrece como guía. Descubren una entrada con
u l t e oq es a v e t q es t a ad l p e t d lI f e n .
n err u e dire u e rt e a ura e niro
Infierno. Dante no duda y penetra con Virgilio al Infierno, donde son vistos
por Carón y llevados por el mar de los muertos. Encuentran a las harpías y
después a Minos que tiene una gran cola y que señala, de acuerdo con la falta
cometida, el círculo del Infierno al que será destinado el condenado. Atraviesan
el Limbo, donde se encuentran los grandes personajes de las obras griegas y
latinas, así como grandes hombres de su época. Entre ellos: Electra, Héctor,
E e s L v n a S c a e ,P a ó ,H p c a e ,e c L e a h s ae I f e n d n
na, aii, órts ltn iórts t. lgn at l niro ode son aplicados castigos terribles a las almas de los condenados en las más
espantosas escenas. Cada quien es castigado aterradora, pavorosamente, de
acuerdo con su falta. El Infierno está dividido en dos partes: El Alto Infierno y
e Bj Ifen.
l ao niro
I
El Alto Infierno, compuesto por cinco círculos: I) Limbo. I ) Los lujuriosos.
II ) Los glotones. IV Los usureros y explotadores. V Los coléricos. Forman
I
)
)
parte también del Infierno la Ciudad de Dite (herejía), el pantano de La Estigia
y l s n b u i ados.
o o atz
El Bajo Infierno se encuentra después de las puertas de Dite; ahí están las
Furias, el Minotauro y los Centauros. Tiene cuatro círculos: VI) El Bosque de
I
I
los Suicidas. V I) La Gran Barrera. V I) Los alcahuetes, aduladores, hipócritas,
l d o e ,f l i i a o e ,e c I )L sa e i o yl st a d r sal sd m syas
arns asfcdrs t. X o ssns o rioe o eá
u
p t i .E I f e n t e el f r ad u c n i v r i o d s el s p r i i d l
ara l niro in a om e n oo netd, ed a uefce e a
tierra donde está la entrada o parte más ancha, hasta el centro o vértice donde
se encuentran Judas, Casio y Bruto, y el Demonio.
Mientras más abajo está el círculo, más infernales son los castigos. Entre
o r sg a d se i o i se t n P o oyF a c s a( u u i s s C e p t ayH l n ,
to rne psdo sá: al rnec ljroo) loar eea
el Conde Hugolino condenado a devorar a sus propios hijos, los ladrones comid sp rl ss r i n e ,e c t r .
o o a epets téea
La crítica a la realidad de su tiempo la expresa enérgicamente Dante en su
obra: el sistema social de los señores feudales, mercenarios de las tierras y la
vida del hombre, época en que la barbarie de unos cuantos sojuzga por medio
de la violencia a todos los demás. Dante se rebela contra un sistema como éste.
Utiliza hábilmente los preceptos y dogmas religiosos para condenar un mundo
b s d e l e p o a i nyl i j s i i .E I f e n n e t e u l g ra a t d
aao n a xltcó a nutca l niro o sá n n ua prao
y desconocido. El Infierno de Dante es desde la corteza terrestre hasta el centro
del planeta. Dicho sea en otra forma, el Infierno radica en la propia Tierra, y
son los hombres los verdaderos demonios y son sus ambiciones y su ansia de
LIBRO

221

DE CONSULTA

poder los que provocan las más espantosas torturas a los otros hombres. Es
frecuente en esta obra encontrar a obispos, príncipes y nobles, gobernantes y
directores de la política medieval, aparecer con su verdadera imagen: la de déspotas, tiranos y opresores de la humanidad. También a los hipócritas, oportunistas y serviles exhibe el autor mostrando su verdadero rostro. Para Dante el
acto más condenable que puede realizar el hombre, la falta imperdonable may r e t c s i a a e l d l t a c ó ,l t a c ó al ss y s l t a c ó as
omne atgd, s a e a riin a riin o uo, a riin u
propio pueblo. Quien traiciona a su pueblo no sólo es merecedor del más tremendo de los castigos, sino que se ha colocado muy por debajo de lo que el
hombre es y representa.
Copiaremos en excelente traducción los siguientes pasajes:

E NTRADA

4

7

2
5

2
8

3
1

INFIERNO

Por mí se va a la ciudad doliente,
Por mí se va al dolor eterno,
Por mí se va tras la perdida gente.
J s i i m v óam a t a t r
utca oi i lo uo,
Hízome la Divina Potestad,
La Suma Sapiencia y el Primer Amor,
Antes de mí no hubo cosa creada
Sino lo Eterno, y yo Eterno duro:
Vosotros los que entráis, dejad toda esperanza.
C n oI I I f e n .
at I, niro
VIVIERON

2
2

DEL

SIN INFAMIA NI LOA

A u s s i o ,l a t sya t sa e
qí uprs lno lo ys
r s n b np re a r s ne t e l s
eoaa o l ie i srla,
por lo que al comenzar me conmoví.
D v r a l n u s i i m sh r i l s
iess ega, doa orbe,
p l b a d d l r a e t sd i a
aars e oo, cno e r,
voces altas y roncas y sonidos de manos
formaban un tumulto, que giraba
siempre en aquella aura sin tiempo,
c m l a e ae l e p r ld lt r e l n .
oo a rn n a sia e oblio
Y yo, con la cabeza ceñida por el horror
222

TALLER

3
4

3
7

4
0

4
3

4
6

4
9

DE LECTURA Y REDACCIÓN

dije: “¿Qué es lo que oigo?
¿Y qué gente es aquella por el dolor vencida?”
Y él a mí: “Esta mísera suerte
t e e l sa m st i t sd c l r
inn a la rse e oo
q ev v e o s ni f m an l a
u iirn i nai i o.
Mezclados están en el cautivo coro
los ángeles que no fueron rebeldes
ni fieles a Dios, permaneciendo aparte.
El Cielo los rechaza por no ser bellos,
n e p o u d I f e n l sr c b ,
i l rfno niro o eie
y q en n u ag o i r c b r ad e l s ”
a u ign lra eiií e lo.
Y yo: “Maestro, ¿qué tanta pesadez
v e v s l m n a a ít nf e t ? ”
ule u aetr s a ure.
Respondió: “Te lo diré muy breve.
Éstos no tienen esperanza de muerte,
s v d c e ae t nb j ,
u ia ig s a aa
q ee v d o o e t nd c a q i ro r s e t .
u niiss sá e ulue ta ure
Fama de ellos el mundo no conserva;
m s r c r i yj s i i l sd s e a .
ieioda utca o edñn”
C n oI I I f e n .
at I, niro
CARÓN

8
2

Y de pronto hacia nosotros vino en una nave
un viejo blanco con el pelo antiguo,
gritando: “¡Ay de vosotras, almas depravadas!
8
5
No esperéis nunca ver el Cielo:
v n op r l e a o ao r o i l ,
eg aa lvrs ta rla
at n e l se e n s f e oyh e o
iiba tra, ug il.
8
8
Yt q ee t sa l ,á i av v
ú u sá lí nm ia
apártate de ésos, que están muertos.”
Mas cuando vio que yo no me apartaba,
9
1
dijo: “Por otra vía, por otros puertos
v r sl p a a n h sd p s ra u :
eá a ly, o a e aa qí
embarcación más ligera conviene que te lleve.”
. . . ...
124
yp o t se t naa r v s re r o
rna sá taea l í,
p e l j s i i d v n l se p j
us a utca iia a mua
a que el temor se les vuelva deseo.
C n oI I I f e n .
at I, niro
LIBRO

223

DE CONSULTA

LOS
4
0

4
3

4
6

4
9

5
2

5
5

Y como los estorninos llevan las alas,
en el tiempo frío, en bandada ancha y llena,
a ív nl se p r t sm l s
s a o síiu ao:
d a á d a l ,d a a ol si p l a ;
e c, e lá e bj o musn
ninguna esperanza los conforta más,
nunca reposan, nunca disminuyen su pena.
Y como las grullas van cantando sus lamentos,
formando en el aire una larga línea,
a ív v n r l n a d a e ,
s i ei, azno ys
sombras llevadas por la enojosa suerte;
por lo que dije: “Maestro, ¿qué son aquellas
q ee a r n g aa íc s i a ”
u l ua er s atg?
“La primera de la cual tendrás
n t c a ,m d j e t n e ,
oii” e io nocs
“fue emperatriz de muchas lenguas.
A v c od l l j r af et nd d ,
l ii e a uui u a aa
q el c d c af el g le t es sl y s
u a oii u ea nr u ee,
para huir a la reprobación de su conducta.”
C n oV I f e n .
at , niro

LOS
7
9

8
2

8
5

8
8

9
1

LUJURIOSOS

LADRONES

Descendimos por el puente en el extremo
donde se reúne con la octava orilla,
y luego me fue la sima manifiesta;
y vi adentro de la horrible maleza
s r i n e ,d t nd v r ac a e
epets e a ies ls,
que a su memoria la sangre todavía se revuelve.
Mas no se gloria a Libia con su arena;
q eq e i r s y c l syf r s
u ulda, áuo aa
produce, y cencros anfisbenas,
n t n o d ñ sn t n ap s i e c a
i ats ao i at etlni
mostró jamás toda la Etiopía,
ni lo que está sobre el Mar Rojo.
Entre este crudo y tristísimo conjunto
corrían gentes desnudas y espantadas,
s ne p r re c p n a u e o
i sea sae i gjr:
224

TALLER

9
4

9
7

100

103

DE LECTURA Y REDACCIÓN

por detrás tenían ligadas las manos con serpientes;
que les picaban por los riñones la cabeza
yl c l ,ya u a a e t b na e a t .
a oa nlds saa dlne
Y de pronto a uno que estaba ante nosotros,
lo alcanzó una serpiente traspasándolo
allá donde el cuello se anuda con la espalda.
No se escribe más rápido una o o una i,
como él se encendió y ardió, y se transformó
t d e c n z sa c e ;
oo n eia l ar
yl e oq ee t v e t e r t nd s r i o
ug u suo n ira a etud,
las cenizas se recobraron por sí mismas,
y en aquel momento retornó a ser el mismo.
C n oX I ,I f e n .
at XV niro
L UCIFER

2
8

3
1

3
4

3
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4
0

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3

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4
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El emperador del doloroso reino
d s el m t dd lp c os l af e ad lh e o
ed a ia e eh aí ur e il;
y con un gigante tengo más proporción
q el sg g n e l t e e c ns sb a o :
u o iats a inn o u rzs
ved ahora cómo debe ser el todo
si con esas partes se conforma.
si fue tan bello como ahora es feo,
ys c n r s a t ra z l so o ,
i ota u uo ló o js
bien debe todo luto proceder de él,
Oh, qué gran maravilla me causó,
cuando vi en su cabeza tres caras.
Una adelante, de color bermejo;
l so r sd ss j n a a aé t
a ta o e utbn sa
a la mitad de cada hombro,
ys u í ne e l g rd l c e t :
e na n l ua e a rsa
l d r c ae ae t ea a i l yb a c ;
a eeh r nr mrla lna
l s n e t ae aa v r ac m a u l a
a iisr r l el oo qels
que vienen de allá donde el Nilo se afianza.
Debajo de cada una salían dos grandes alas,
como convienen a este tipo de pájaro:
velas de mar no he visto nunca parecidas.
No tenía plumas, semejante
a m r i l g ,yl sa e e b t n o
l ucéao a ltaa at
q et e v e t ss m v a d e l s
u rs ino e oín e la.
LIBRO

225

DE CONSULTA

5
2

5
5

De allí que el Cocito todo se congelaba;
con seis ojos lloraba, y por tres mentones
goteaba el llanto en sanguinosa baba.
Con cada boca trituraba con los dientes
a un pecador, a modo de gramilla,
a íq eat e au t e p l sh c ad l e t s
s u rs n imo o aí oine.
Canto XXXIV, Infierno.
SALIDA

127

130

133

136

139

DEL

INFIERNO

Allá abajo hay un lugar de Belcebú tan remoto
como la tumba del Infierno se extiende,
no puede verse, sino por el rumor del viento
de un arroyuelo que aquí desciende
por la boca de una peña, roída
en su curso, poco pendiente y ondulado.
Mi guía y yo por aquel camino oculto
entramos para volver al claro mundo;
sin cuidado de tener algún reposo,
salimos, él primero y yo segundo,
h s aq ev l sc s sb l a
at u i a oa els
que lleva el cielo, por un agujero redondo:
yp ra l s l m sp r r m r rl se t e l s
o lí aio aa eia a srla.
Canto XXXIV, Infierno.

RENACIMIENTO
Tradicionalmente se entiende por Renacimiento al notable movimiento artístico y literario que estableció la tradición clásica durante los siglos XV y XVI.
Renacer es volver a nacer. El Renacimiento es la resurrección y reafirmación de
l c e c ó a t s i ad lh m r .E l l t r t r e e r t r oor a a i i nd l s
a rain rítc e obe n a ieaua s l eon eprcó e o
auténticos modelos literarios. Los humanistas y eruditos griegos y latinos que
copiaron y difundieron su pensamiento, así como la invención de la imprenta,
l sa a c sg o r f c syl st a s o m c o e d l v d m t r a ,o i i a o e
o vne egáio a rnfrains e a ia aeil rgnrn l
Renacimiento. Los hombres giraban en función del señor feudal. En el Renacimiento los hombres poco a poco van tomando su verdadera forma. La literatura del Renacimiento no sólo los considera sino los reconoce como personajes
principales que viven su propia época. Aunque estos personajes pertenezcan, la
mayoría de las veces, a la nobleza y a la corte.
226

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

El Renacimiento parte de Italia con Dante, después pasa a España, Francia y
Portugal. En España, sus grandes representantes son Miguel de Cervantes,
Garcilazo, Góngora, Lope de Vega, Tirso de Molina, Juan Ruiz de Alarcón y
Calderón de la Barca. El más notable teatro del Renacimiento se da en Inglaterra, y su principal exponente es William Shakespeare.

W l i mS a e p a e
ila hkser
Shakespeare nace en abril de 1564 en Stratford-on-Avon y muere en 1616.
Durante su juventud se dedica a la actuación, pero en 1590 comienza a escribir
teatro en vez de hacerlo. Como autor tuvo gran fama y disfrutó de gloria en
vida. Su preocupación fundamental era que sus obras representaran personajes
vivos y universales, y lo logró al profundizar su tiempo. Los personajes de
Shakespeare pudieron haber vivido cientos o miles de años antes de que fueran
creados, siguen viviendo en nuestros días y lo harán muchos siglos más. Porque
Shakespeare logró entender a los hombres como los reflejaban sus sentimientos
y sus pasiones. Las obras más importantes del gran autor son: El mercader de
V n c a S e od u an c ed v r n ,O e o M c e h E r yL a ,R m oyJ l e a J l o
eei, uñ e n oh e eao tl, abt, l e er oe uit, ui
C s ryH m e .
éa alt

R m oyJ l e a
oe uit
Romeo y Julieta es la personificación del amor en la pareja amorosa. Romeo y
Julieta son los amantes de todos los tiempos: “Él y Ella”, unidad indivisible del
amor. Ya en Otelo, el amor triunfa antes de los celos, sobre los sentimientos
mezquinos como el racismo. La pareja está formada por Desdémona, rubia y
blanquísima, y por Otelo, moro de Venecia. En Romeo y Julieta, como suele suceder, el amor verdadero tiene que vencer infinidad de obstáculos y prejuicios
impuestos por las sociedades feudales y decadentes que intentan destruir todo
lo positivo que en ellas se produce. Y nada más positivo a la existencia humana
que el amor. El amor logra vencer todos los obstáculos con la fuerza que generan conjuntamente un hombre y una mujer. Sólo la fatalidad y la muerte logran
separarlos momentáneamente. Pero el amor como la historia y la vida misma es
imposible de detener. Más allá de la tragedia de la separación, más allá del mero
acto de morir, el amor continúa porque se multiplica incalculablemente en todos los hombres de todos los pueblos.
LIBRO

DE CONSULTA

227

La trama de Romeo y Julieta es la siguiente: En Italia, las rivalidades entre
familias persisten como en otros países. En Verona, hay dos familias rivales:
Los Montesco y los Capuleto. Un joven llamado Romeo Montesco entra sin ser
invitado a un baile de máscaras que se lleva a cabo en el palacio de los Capuleto.
Ahí conoce a la bella Julieta Capuleto. Romeo y Julieta se enamoran rápida y
definitivamente y conciben el verdadero sentido del amor. Romeo visita secretamente a Julieta. Como saben que los padres de ambos jamás permitirán su
unión se casan en secreto, con la ayuda de fray Lorenzo. El mejor amigo de
Romeo es Mercucio, pariente del príncipe de Verona. Mercucio entabla una
lucha con Teobaldo, primo de Julieta. Romeo trata de impedirlo. Teobaldo se
vuelve contra Romeo, lo provoca. A pesar de ello Romeo rehúsa batirse, pero
Mercucio entabla un duelo a muerte. Teobaldo mata a Mercucio. Romeo
desenfunda la espada y venga la muerte de su amigo en los momentos en que
llega el príncipe de Verona que, indignado, condena a Romeo al destierro o a la
muerte. Romeo dice que vivir sin el amor de Julieta es como si fuera la muerte,
pero fray Lorenzo le aconseja que escape a Mantua y se esconda hasta que
pueda publicar su casamiento y reunirse con Julieta. Romeo logra una última
entrevista con Julieta y huye. Un noble de nombre Paris pide casarse con Julieta,
a lo que los padres de ésta acceden. Julieta se niega y discute valerosamente la
situación. Fray Lorenzo le aconseja que acepte y le entrega un pequeño frasco
c nu e í i q el s m r e e t d c t l p i o p r c d al m e t .L i d c
o n lxr u a uiá n sao aaétc, aeio a ure e nia
tomarlo la noche anterior a su boda y se compromete a estar con ella cuando
d s i r ee l c i t d l f m l a
epet n a rpa e a aii.
En un momento de distracción Julieta escaparía y se iría a reunir con Romeo.
fray Lorenzo le manda un mensajero a Romeo para que vaya por Julieta en el
momento de despertar. Pero la tragedia surge porque Romeo llega a la tumba
antes de que Julieta despierte, ya que no recibió al mensajero de fray Lorenzo.
Romeo se ha enterado únicamente de que Julieta ha muerto. Romeo trata de
abrir la cripta para ver a Julieta, pues la cree muerta. De improviso aparece
Paris, el prometido de Julieta, que había llegado a depositar flores a su futura
esposa. Éste se indigna y se bate en duelo con Romeo, quien lo atraviesa con su
espada. Romeo se acerca y contempla a su amada; le dice las más hermosas
palabras de amor, besándola por última vez, al mismo tiempo que toma el veneno. Romeo cae muerto a los pies de Julieta. En ese momento entra fray Lorenzo
para intentar despertar a la joven, pero se da cuenta de la tragedia al mirar el
cadáver ensangrentado de Paris y a Romeo muerto. Atemorizado trata de despertar a Julieta y la reanima, convenciéndola de que huya con él. Julieta mira el
228

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

espectáculo y se niega. fray Lorenzo huye. Julieta abraza a Romeo, le habla con
hermosísimas palabras y decide morir junto a él por su propia mano. Desenfunda
el cuchillo de Romeo y se lo hunde en el pecho. Julieta muere abrazando a
Romeo. Los guardias descubren todo y dan aviso a los Montesco y a los Capuleto,
quienes llegan y obligan a fray Lorenzo a explicar la causa de la tragedia. El
amor de Romeo y Julieta sella definitivamente la paz entre las dos familias que
nunca volvieron a ser rivales. Transcribimos el diálogo de amor, la muerte de
Romeo y la muerte de Julieta.
ACTO II
ESCENA II
JARDÍN DE CAPULETO
ROMEO. ¡Se burla de las llagas el que nunca recibió una herida! ( u i t ,a a e ea r Jlea prc ri
eo slni! qé epadr e be ao rvs e qe
b ,e u av n a a ) P r ¡ i e c o , ¿ u r s l n o s a r p s a t a é d a u a n n etn.
l av n a a ¡ se o i n e yJ l e a e s l ¡ u g ,e p e d n es l ym t al
l etn? E l ret, uit, l o! Sre slnet o, aa a
envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque tú, su doncella, la has
aventajado en hermosura! ¡No la sirvas, que es envidiosa! Su tocado de vestal es
enfermizo y amarillento, y no son sino bufones los que lo usan. ¡Deséchalo! ¡Es
mi dueña! ¡Oh, es mi amor! ¡Oh, si ella lo supiera!... Habla…; mas nada se escucha;
pero ¿qué importa? ¡Hablan sus ojos; les responderé!… Soy demasiado atrevido.
No es a mí a quien habla. Dos de las más resplandecientes estrellas de todo el
c e o t n e d a g nq e a e ,r e a as so o q eb i l ne s se f r sh s as
il, eino lú uhcr ugn u js u rle n u sea at u
r t r o ¿ s l so o d e l e t v e a e e f r a e t yl se t e l se s r s
eon. Y i o js e la suirn n l immno a srla n u ot o ¡ lf l o d s sm j l a a e g n a í ae o a t o ,c m l l zd ld aal
r? E ugr e u eils vrozra ss srs oo a u e í a
de una lámpara! ¡Sus ojos lanzarían desde la bóveda celeste unos rayos tan claros
a través de la región etérea, que cantarían las aves creyendo llegada la aurora!…
¡Mirad cómo apoya en su mano la mejilla! ¡Oh! ¡Quién fuera guante de esa mano
p r p d rt c re am j l a
aa oe oa s eil!
JULIETA. ¡Ay de mí!
ROMEO. Habla. ¡Oh! ¡Habla otra vez, ángel resplandeciente!…
Porque esta noche apareces tan esplendorosa sobre mi cabeza como un alado mens j r c l s ea t l so o e t t c sym r v l a o d l sm r a e ,q es i c i a
aeo eet ne o js sáio aailds e o otls u e nlnn
h c aa r sp r v r e c a d é c b l as b el st r a p r z s sn b syn v g
ai tá aa el, uno l aag or a ads eeoa ue aea
e e s n d la r .
n l eo e ie
JULIETA. ¡Oh, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? Niega a tu padre y rehúsa
tu nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré yo de ser una
Cplt.
aueo
LIBRO

DE CONSULTA

229

ROMEO. (Aparte.) ¿Continuaré oyéndola o le hablo ahora?
JULIETA. ¡Sólo tu nombre es mi enemigo! ¡Porque tú eres tú mismo, seas o no
Montesco! ¿Qué es Montesco? No es ni mano ni pie, ni brazo ni rostro ni parte
alguna que pertenezca a un hombre. ¡Oh, sea otro tu nombre! ¿Qué hay en un
nombre? ¡Lo que llamamos rosa exhalaría el mismo grato perfume con cualquiera otra denominación! De igual modo Romeo, aunque Romeo no se llamara,
c n e v r as ne t t t l l sr r sp r e c o e q ea e o a ¡ o e ,r c a at
osraí i se íuo a aa efcins u tsr. Rmo ehz u
nombre, y a cambio de ese nombre, que no forma parte de ti, tómame a mí toda
etr!
nea
ROMEO. Te tomo la palabra. Llámame sólo “amor mío” y seré nuevamente bautizado. ¡Desde ahora mismo dejaré de ser Romeo!
JULIETA. ¿Quién eres tú, que así, envuelto en la noche, sorprendes de tal modo mis
sceo?
erts
ROMEO. ¡No sé cómo expresarte con un nombre quién soy! Mi nombre, santa adorada, me es odioso, por ser para ti un enemigo. De tenerla escrita, rasgaría esa
plba
aar.
JULIETA. Todavía no han librado mis oídos cien palabras de esa lengua, y conozco
ya el acento. ¿No eres tú Romeo y Montesco?
ROMEO. Ni uno ni otro, hermosa doncella, si los dos te desagradan.
JULIETA. Y dime, ¿cómo has llegado hasta aquí, y para qué? Las tapias del jardín son
a t syd f c l sd e c l r ye s t o d m e t ,c n i e a d q i ne e ,s a g n
la iíie e saa, l ii, e ure osdrno ué rs i luo
d m sp r e t st d s u r e a
e i aine e ecbir.
ROMEO. Con ligeras alas de amor franquee estos muros, pues no hay cerca de piedra
capaz de atajar el amor; y lo que el amor puede hacer, aquello que el amor se
a r v ai t n a .P rt n o t sp r e t sn m i p r a .
tee netr o at, u aine o e motn
LEA
JU I T . ¡Te asesinarán si te encuentran!
ROMEO. ¡Ay! ¡Más peligro hallo en tus ojos que en veinte espadas de ellos! Mírame
tan solo con agrado, y quedo a prueba contra su enemistad.
JULIETA. ¡Por cuanto vale el mundo, no quisiera que te viesen aquí!
ROMEO. El manto de la noche me oculta a sus miradas; pero, si no me quieres,
déjalos que me hallen aquí. ¡Es mejor que termine mi vida víctima de su odio, que
se retrase mi muerte falto de tu amor!
JULIETA. ¿Quién fue tu guía para descubrir este sitio?
ROMEO. Amor, que fue el primero que me incitó a indagar; él me prestó consejo y
yo le presté mis ojos. No soy piloto; sin embargo, aunque te hallaras tan lejos
como la más extensa ribera que baña el más lejano mar, me aventuraría por
mercancía semejante.
JULIETA. Tú sabes que el velo de la noche cubre mi rostro; si así no fuera, un rubor
virginal verías teñir mis mejillas por lo que me oíste pronunciar esta noche. Gustosa quisiera guardar las formas, gustosa y gustosa negar cuanto he hablado; pero
230

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

¡adiós cumplimientos! ¿Me amas? Sé que dirás: sí, yo te creeré bajo tu palabra.
Con todo, si lo jurases, podría resultar falso, y de los perjurios de los amantes
dicen que se ríe Júpiter. ¡Oh, gentil Romeo! Si de veras me quieres, decláralo con
sinceridad; o, si piensas que soy demasiado ligera, me pondré desdeñosa y esquiva, y tanto mayor será tu empeño en galantearme; pero, de otro modo, ni por
todo el mundo. En verdad, arrogante Montesco, soy demasiado apasionada, y
p re l t lv zt l e d l v a am c n u t ; p r ,c é m ,h d l o d r p u b s
o lo a e ids e iin i odca eo ree iag, aé rea
de ser más sincera que las que tienen más destreza en disimular. Yo hubiera sido
más reservada, lo confieso, de no haber tú sorprendido, sin que yo me apercibiese, mi verdadera pasión amorosa. ¡Perdóname, por tanto, y no atribuyas a liviano
amor esta flaqueza mía, que de tal modo ha descubierto la oscura noche!

A CTO V
ESCENA III
MAUSOLEO DE LOS CAPULETO
ROMEO. ¡Lo haré, por mi fe!… Veamos de cerca esa cara. ¡El pariente de Mercucio!
¡El noble conde Paris!… ¿Qué me decía mi criado durante el viaje, cuando mi
alma, en medio de sus tempestades, no le atendía? Creo que me contaba que Paris
se iba a casar con Julieta… ¿No era eso lo que dijo, o lo he soñado? ¿O es que
estoy tan loco que, oyéndote hablar de Julieta, imaginé tal cosa?… ¡Oh! ¡Dame la
m n ,t q e c m y ,h ss d i s r t e e l b of n s od l d s r c a ¡ ot
ao ú u, oo o a io ncio n l ir uet e a egai! Y e
enterraré en una tumba triunfal! ¿Una tumba? ¡Oh, no! ¡Una linterna, joven víctima! Por que aquí descansa Julieta, y su hermosura transforma esta cripta en un
r g os l nd f e t ,r d a t d l z ( o o a d aP r se e m u o e . ¡ u r e
ei aó e isa aine e u. Clcno ai n l aslo) Met,
un muerto te entierra!… ¡Cuántas veces, cuando los hombres están a punto de
expirar, experimentan un instante de alegría, a la que llaman sus enfermeros el
relámpago precursor de la muerte! ¡Oh! ¿Cómo puedo llamar a esto un relámpago? ¡Oh! ¡Amor mío! ¡Esposa mía! ¡La muerte, que ha saboreado el néctar de tu
aliento, ningún poder ha tenido aún sobre tu belleza! ¡Tú no has sido vencida! ¡La
enseña de la hermosura ostenta todavía su carmín en tus labios y mejillas, y el
pálido estandarte de la muerte no ha sido enarbolado aquí!… Teobaldo, ¿eres tú
quien yace en esa sangrienta mortaja? ¡Oh! ¿Qué mayor favor puedo hacer por ti
que, con la mano que segó en flor tu juventud, tronchar la del que fue tu adversario? ¡Perdóname, primo mío! ¡Ah! ¡Julieta querida! ¿Por qué eres aún tan bella?
¿Habré de creer que el fantasma incorpóreo de la muerte se ha prendado de ti y
que ese aborrecido monstruo descarnado te guarda en esas tinieblas, reservándote para manceba suya? ¡Así lo temo, y por ello permaneceré siempre a tu lado, sin
LIBRO

231

DE CONSULTA

salir jamás de este palacio de noche sombría! ¡Aquí, aquí quiero quedarme con los
gusanos, doncellas de tu servidumbre! ¡Oh! ¡Aquí fijaré mi eterna morada, para
l b a ae t c r e h s i d d lm n o d ly g d lm li f u od l se t e l s …
irr sa an, ataa e ud, e uo e a nlj e a srla!
¡Ojos míos, lanzad vuestra última mirada! ¡Brazo, dad vuestro último abrazo! Y
v s t o ,¡ hl b o ! p e t sd la i n o s l a c nu l g t m b s e p c os n
oors o ais, ura e let, eld o n eíio eo l at i
f nc nl a a a a o am e t .( o i n oe f a c d v n n . ¡ e ,a a g c n u t r
i o a cprdr ure Cged l rso e eeo) Vn mro odco!
¡Ven, guía fatal! ¡Tú, desesperado piloto, lanza ahora de golpe, para que vaya a
e t e l r ec n r l sd r sr c s t m l r c ob j l h r od n v g r ( e i n o )
srlas ota a ua oa, u ateh ae, at e aea! Bbed.
¡Brindo por mi amada! ¡Oh, sincero boticario! ¡Tus drogas son activas!… Así
muero… ¡con un beso!… (Muere.)
… … … … … … … … … … … … …
FRAY LORENZO. ¡Oigo cierto rumor! ¡Señora, abandonemos este antro de muerte,
contagio y sueño contranatural! ¡Un poder superior a nuestras fuerzas ha frustrado nuestros planes! Vámonos, vámonos de aquí. Tu esposo yace ahí muerto, en tu
s n ,yP r st m i n V n y t h r i g e a e u ac m n d dd s n a r l g o
eo ai abé. e; o e aé nrsr n n ouia e ats eiisas. ¡No me interrogues, pues la ronda se acerca! ¡Vamos, ven, buena Julieta! ¡No
me atrevo a permanecer más tiempo!
JULIETA. ¡Vete, márchate de aquí, pues yo no me moveré! (Sale fray Lorenzo). ¿Qué
veo? ¿Una copa apretada en la mano de mi fiel amor? ¡El veneno, por lo visto, ha
sido la causa de su prematuro fin!… ¡Oh, ingrato! ¿Todo lo apuraste, sin dejar una
gota amiga que me ayude a seguirte? ¡Besaré tus labios!… ¡Quizá quede en ellos
un resto de ponzoña para hacerme morir con un reconfortante! (Besándole.) ¡Tus
l b o e t nc l e t st d v a
ais sá aine oaí!
GUARDIA l°. (Dentro.) ¡Guíanos, muchacho! ¿Por dónde?
JULIETA. ¿Qué? ¿Rumor? ¡Seamos breves entonces! (Cogiendo la daga de Romeo.) ¡Oh,
d g b e h c o a ¡ s ae t v i a ( i i n o e )¡ n o é e ea u yd m l m e t !
aa inehr! Et s u an! Hréds. Emhct qí ae a ure
Ce or l aáe e oe ur.
( a s b ee c d v rd R m oym e e )

J l oC s r
ui éa
La maestra Irma Molina sintetiza:
I s i a o e l h s o i d R m , S a e p a e e c i e e d a a Julio César p b i a o
nprd n a itra e oa hkser srb l rm
, ulcd
en 1623 y que pertenece a la época de su madurez como autor; la obra se refiere al
asesinato del conquistador de las Galias y gobernante romano. Julio César, quien fue
abatido de 42 puñaladas a la salida del Senado, en el año 44 a.C. por sus enemigos
232

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

políticos, entre quienes se encontraba su protegido, Marco Bruto. La obra consta de
cinco actos y su argumento es el siguiente:
El ambicioso Casio conspira, en unión de otros personajes, contra Julio César y,
mediante la intriga y la adulación, convence a Marco Bruto para que lo asesine (acto
I .A p i c p o B u os m e t ai d c s ,p e t q eC s rh b as d s p o e t r
) l rnii, rt e usr neio uso u éa aí io u rtco,
pero se resuelve a actuar persuadido de que lo hacía por el bien del pueblo, a quien
l b a í d u g b r a t t r n c y a b c o o S e p s ,l d g aP r i i s s ee
irra e n oenne iáio miis. u soa a in oca nit n
q el h g p r í i ed s sp e c p c o e p l t c s( c oI ) L e a o l s“ d sd
u a aa atcp e u rouains oíia at I. lgds o iu e
marzo”, fecha de fatal augurio y pese a las súplicas de su esposa Calfurnia, Julio
C s rs d r g a S n d yal s l d d é e a e i a oa t r m n e( c oI I .D c a
éa e iie l eao
a aia e l s ssnd reaet at I) ih
acción no logra la unión del pueblo romano, sino por el contrario, lo divide. Marco
Antonio arenga a los ciudadanos exhaltando las cualidades de Julio César y poniend d r l e el c u l a d s sa e i o ,ye t l ao r v zl g e r c v l e l c a
o e eiv a redd e u ssns sal ta e a ura ii, n a ul
Marco Antonio, Lépido y Octavio, que posteriormente sería emperador, se declaran
enemigos de Marco Bruto y de Casio (acto IV). Finalmente vencen los primeros.
Casio se hace matar antes de caer prisionero en manos de sus enemigos, y Marco
Bruto perseguido por la sombra de César y el recuerdo de su muerte, también se
suicida antes de ser aprehendido, por lo que el mismo Octavio ordena que se le den
dignos funerales (Acto V).
Éste es un homenaje digno que rinde Shakespeare a Marco Bruto, enamorado de
sus virtudes cívicas, pues los sentimientos de Octavio fueron muy diferentes. Como
es sabido, sólo Marco Antonio hizo dar sepultura al cadáver mutilado de Bruto. La
cabeza fue llevada a Roma por orden de Octavio y arrojada a los pies de la estatua
de Julio César”. (Obras Completas, Editorial Aguilar.)
L sp r o a e p i c p l sm e t a l c r u c ó p l t c d l é o a C s oe e
o esnjs rniae usrn a orpin oíia e a pc: ai s l
cortesano ambicioso que envidia a César y trata de lograr sus propósitos utilizando
a otras personas a quienes persuade por medio de la adulación y la intriga. Julio
César representa el poder; si bien da nombre a la obra, no es el personaje principal.
Se muestra envanecido por sus victorias y con fingida modestia rechaza la corona
tres veces, sólo porque quiere que se la ofrezca el Senado en pleno. Únicamente teme
a los hombres que “leen mucho, observan y penetran en las acciones humanas”.
Marco Antonio es el político intrigante, hábil para cambiar el curso de sus acciones
según convenga a sus intereses. Marco Bruto es el único personaje que mantiene un
ideal, el bienestar y la libertad del pueblo romano. Sin embargo, no se da cuenta que
está siendo manipulado por los otros personajes a fin de lograr fines personalistas y
ambiciosos. Porcia es la mujer que no solamente quiere ser la amante de su esposo,
sino también su confidente y aliada.

Incluimos dos fragmentos de Julio César En el primero, Marco Bruto reflexio.
na si matar o no a César.
LIBRO

233

DE CONSULTA

ACTO II
ESCENA I
R OMA. JARDÍN DE BRUTO
LUCIO. ¿Llamábais, señor?
BRUTO. Lleva una vela a mi estudio, Lucio, y cuando esté encendida ven y avísame.
LUCIO. Lo haré, señor.
BRUTO. ¡Tiene que ser con su muerte! Y, por mi parte, no encuentro causa alguna
personal para oponerme a él, sino el bien público. ¡Quisiera ceñirse la corona! El
c s e t e s b rh s aq ép n op e am d f c re l l n t r l z .E c a od a
ao sá n ae at u ut ud oiia lo a auaea l lr í
es el que hace salir al áspid, y esto nos advierte que caminemos con precaución.
¿Coronarlo? De eso se trata. Y entonces le damos, de seguro, un aguijón con el
que puede hacernos daño a voluntad. El abuso de la grandeza viene cuando en
ella la clemencia se divorcia del poder. A decir verdad, nunca he visto que las
pasiones de César dominasen más que su razón; pero es cosa sabida que la humildad es una escala de la ambición incipiente, a la que vuelve el rostro el trepador;
pero una vez en el peldaño más alto, da entonces la espalda a la escala, tiende la
vista a las nubes y desdeña los humildes escalones que le encumbraron. Igual
puede César; luego evitémoslo antes que lo hiciere. Y pues los motivos de queja
que tenemos contra él no ofrecen color plausible, visto de quien se trata, démosle
e t f r a d c e d q es s a m n al q ee ,s r i á é t sya u l a t r n a ,
sa om, iino u i e uet o u s ugrn sa qels iaís
ya í d b c n i e á s l c m e h e od l s r i n e q e i c b d ,l e a í a
s, ee osdrree oo l uv e a epet, u, nuao lgra
ser dañino, como todos los de su especie, por lo que es fuerza matarlo en el
csaó.
acrn
V e v ae t a L c o
ule nrr ui
LUCIO. La vela está encendida en vuestro aposento, señor. Buscando un pedernal en
la ventana, hallé este papel, sellado como veis. Tengo la seguridad de que no
e t b a l c a d f iam l c o ( ee t e al c r a )
saa lí uno u i eh. L nrg a at.
BRUTO. Vuélvete a la cama; aún no es de día. ¿No son mañana “los idus de marzo”,
muchacho?
LUCIO. No lo sé, señor.
BRUTO. Mira en el calendario y ven a decírmelo.
LUCIO. Lo haré, señor.
BRUTO. Las exhalaciones que silban en el aire lanzan tanta luz, que bien puedo leer
con ella. (Abre la ventana y lee.) “Bruto, duermes. Despierta y mírate. ¿Deberá
Roma…?, etcétera. ¡Habla, hiere, haz justicia! Bruto, duermes. ¡Despierta!” Con
frecuencia se han colocado y he recogido en diversos lugares, instigaciones parecidas a ésta. “¿Deberá Roma…?, etcétera.” Es preciso que lo complete así: ¿Deberá Roma permanecer bajo el terror de un hombre? ¿Qué? ¿Roma? Mis
234

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

antepasados fueron los que arrojaron de las calles de Roma a Tarquino cuando
e al a a or y “ H b a h e e h zj s i i ! ¿ em i c t aq eh b eyh e a ¡ h
r lmd e. ¡al, ir, a utca” S e nia u al ir? O,
Roma! Te lo prometo. ¡Si ha de ser para recobrar tu libertad, obtendrás de la
mano de Bruto cuanto le pides!

Segundo fragmento: Porcia habla de lo que como mujer quiere ser para su
esposo Marco Bruto.
PORCIA. ¡Bruto, mi señor!
BRUTO. ¿Qué os sucede. Porcia? ¿Por qué os levantáis ya. No es conveniente para
vuestra salud exponer así vuestra delicada complexión al crudo frío de la madrugd.
aa
PORCIA. Ni para la vuestra tampoco. Os habéis deslizado del lecho furtivamente,
Bruto, y anoche, durante la cena, os levantasteis de pronto, y, con los brazos
cruzados, os pusisteis a pasear cavilando y suspirando y al preguntaros qué os
sucedía, me mirasteis severamente. Redoblé mis instancias; entonces os rascasteis
l c b z ,y m yi p c e t ,g l e s e se s e oc ne p e I s s íd n e o yn
a aea , u maine opati l ul o l i. nit e uv, i
aún me respondisteis, sino que, con un gesto de cólera, me hicisteis señas con la
mano de que os dejara. Así lo verifiqué, temiendo acrecentar vuestro descontento,
que ya creía irritado en demasía, y presumiendo, con todo, que ello no sería sino
un arrebato de mal humor, que no todo hombre encuentra a veces su hora. Pero
eso no os impedirá comer, hablar, dormir; que, si hubiera trastornado vuestro semblante como ha hecho cambiar vuestro modo de ser, no os conocería,
Bruto. Mi querido señor, permitidme que sepa la causa de vuestro pesar.
BRUTO. No estoy bien de salud; eso es todo.
PORCIA. Bruto es discreto, y si no gozase de buena salud, habría puesto los medios
pr rcbal.
aa eorra
BRUTO. Pues eso hago, buena Porcia: volved al lecho.
PORCIA. ¿Bruto está enfermo? ¿Y es saludable salir descubierto y aspirar las emanaciones de la húmeda alborada? ¡Qué! ¿Bruto está enfermo, y abandona su lecho
cómodo para exponerse al pernicioso contagio de la noche y desafiar el aire
catarroso y viciado que aumentarán su mal? ¡No, Bruto mío! ¡Vos encerráis alguna
amarga dolencia dentro de vuestra alma, la cual por los derechos y prerrogativas
de mi puesto, me corresponde conocer! Y de rodillas os conjuro, en nombre de
la hermosura que en algún tiempo me ponderásteis; por vuestras protestas
de amor y aquel solemne juramento que nos incorporó, haciendo de los dos uno
solo, que me confiéis a mí que soy vos mismo, vuestra mitad, por qué estáis triste
y qué hombres fueron los que se dirigieron a vos esta noche, pues había seis o
siete que ocultaban sus rostros aun a la misma oscuridad.
UO
BR T . ¡No os arrodilléis, gentil Porcia!
LIBRO

235

DE CONSULTA

PO C A. ¡No lo necesitaría si fuerais vos el gentil Bruto! En el contrato del matrimoRI
nio, decidme, Bruto, ¿se exceptuó que ignorase yo secretos que os conciernen?
¿Soy yo vos mismo, pero con ciertas restricciones, como acompañaros a la mesa,
deleitar vuestro tálamo y hablaros tal cual vez? ¿No hay lugar para mí sino en los
arrabales de vuestra buena condescendencia? Si no soy más que eso, Porcia es la
manceba de Bruto, no su mujer.
BRUTO. ¡Tú eres mi leal y honrada esposa, tan amada por mí como las gotas bermejas de sangre que afluyen a mi afligido corazón!
PORCIA. ¡Si así fuera, conocería entonces ese secreto! Que no soy más que una mujer,
lo admito; pero, al mismo tiempo, una mujer que Bruto eligió por esposa. Acepto
que no soy más que una mujer, pero a la vez una mujer bien reputada, ¡la hija de
Catón! ¿Pensáis que no soy superior a mi sexo teniendo tal padre y tal esposo?
Confiadme vuestros proyectos; no los divulgaré. Para daros una prueba de mi
firme constancia me herí voluntariamente aquí, en el muslo ¿Puedo llevar esto
con paciencia y no los secretos de mi esposo?
BRUTO. ¡Oh, dioses! ¡Hacedme digno de esta noble esposa!

Hamlet
Hamlet es la más importante obra del dramaturgo inglés, es su obra cumbre; en
ella no solamente comprende al hombre, sino que nada de éste le es ajeno. Los
más recónditos secretos del interior humano son mostrados por el autor en
el m s perfecto tratamiento estilístico. La historia de Hamlet es la historia de
á
todos los hombres incluyendo al propio Shakespeare. Las cuestiones que Hamlet
se plantea son las más profundas, pero sobre todo las más definitivas que puede
plantearse el hombre. El dilema de “ser o no ser, he aquí el problema”, no es
meramente existencial, sino conlleva a la realización o no del ser humano y su
participación en la sociedad y en la historia. Todos somos Hamlet en el momento de decidir lo esencial de nuestra razón humana. Todos tenemos un padre que
proviene o representa un pueblo y es asesinado por el poder ambicioso, cuya
consorte es la traición. Todos tenemos que plantearnos la pregunta que determinará nuestra vida: o reintegramos el honor del padre, el pueblo, liberándolo
del poderío ambicioso y ejerciendo la venganza shakesperiana de la ejecución
( e ) on sr s g a o an a t a yd j re t a s u r rn f s o( os r .P re o
sr, o einms o cur ea l rncri eat n e) o s
Hamlet existirá siempre mientras el hombre pueble la Tierra.
La obra fue escrita en prosa con inclusiones en verso y se estrenó en 1602. El
argumento tiene su origen en las fuentes de Saxo Grammaticus (Historia Dánica,
d ls g oX I ) p re l ,r ú ee e e t sh s ó i o yl g n a i s
e i l VI , o l o e n l m n o i t r c s e e d r o .
236

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Hamlet es hijo del rey de Dinamarca del mismo nombre, quien ha muerto
envenenado por su propio hermano Claudio, en el jardín del palacio de Elsingor.
Mientras duerme le ha vaciado veneno por un oído. A la muerte del monarca,
Claudio no sólo se convierte en el rey de Dinamarca, sino que toma por esposa
a la reina Gertrudis, viuda de su víctima. La obra comienza cuando los soldados hacen su guardia en el palacio y hablan de una sombra que se aparece por la
noche. Esta versión llega a oídos del príncipe Hamlet, quien desde la muerte de
s p d es e c e t ae t i t c d yt c t r o
u ar e nunr nrseio aiun.
En compañía de sus amigos, entre ellos Marcelo y Horacio, a quien más
quiere, se decide a ver la sombra espectral. En una parte remota cerca del mar
(Escena XII, Primer Acto), Hamlet llega hasta la sombra, quien se identifica
como el alma de su padre, e informa a Hamlet del crimen cometido por su tío,
y de la infidelidad de su esposa, madre de Hamlet. La sombra exige a Hamlet la
acción y la venganza: “¡Ay!, atiende. Si tuviste amor a tu tierno padre… Acuérdate de mí.”
A Hamlet se le plantean dos caminos diferentes: Cumplir la voluntad de su
p d e v n a l ya u t c a al sc l a l s oc l a .H m e a aal b l aO e i ,
ar, egro jsiir o upbe, alr alt m a el fla
hija de Polonio, consejero de los monarcas; y Ofelia ama a Hamlet. Sin embargo, después de haber visto el espectro de su padre, Hamlet cambia completamente su actitud, y propicia que se corra la voz de que ha perdido la razón. A
menudo se le mira hablar solo, leer libros en voz alta al deambular por los pasillos. Ofelia es reiteradamente insultada por Hamlet, quien inconscientemente
hace la relación entre su amada y la veleidad de su madre Gertrudis que se ha
entregado en muy corto tiempo en el lecho de su criminal tío. En cierta ocasión
llegan los actores o cómicos a representar en palacio. Hamlet decide que la obra
sea “La Muerte de Gonzaga”, en la que ha incluido escenas y versos propios. A
l r p e e t c ó a i t nl sr y syl sn b e ;e e l s e c n f c e a e i a o
a ersnain sse o ee o ols n la e seiia l ssnt
del padre de Hamlet con toda exactitud.
El rey soporta la obra pero se descubre y Hamlet comprueba su criminalidad.
Hamlet sostiene con su madre una violenta conversación, en la que recrimina a
la reina. Momentos antes de reunirse con ella (Escena XXV, Acto III), Polonio,
aparentando proteger a la reina, se ha escondido tras una cortina para escuchar
la conversación de Hamlet. Éste descubre a alguien tras la cortina, y creyendo
que se trata de Claudio, saca su espada y la hunde en la tela. Polonio cae inmediatamente, muerto. Hamlet lo califica de “ratón”. La reina horrorizada escucha además la comparación que hace Hamlet de los retratos de su padre, justo
y digno, y del ambicioso Claudio.
LIBRO

DE CONSULTA

237

Hamlet enfurecido ataca a su madre, pero aparece la sombra de su padre que
lo detiene y le dice que le hable a su madre. La reina Gertrudis no puede ver al
espectro, éste inflama nuevamente el corazón de Hamlet y se va. Claudio teme
a Hamlet y lo manda a Inglaterra con la finalidad de que lo asesinen en el barco.
Esto no llega a ocurrir porque el barco es atacado por piratas y Hamlet se salva.
En su ausencia, Ofelia se vuelve loca por la muerte de su padre y el amor a
Hamlet, y finalmente muere.
Hamlet regresa después de un tiempo y es esperado por Horacio. Reunidos
van hacia el cementerio y presencian el entierro de Ofelia. El rey Claudio encuentra en la indignación de Laertes móvil de nuevos crímenes. Laertes odia a
Hamlet por haber matado a su padre Polonio y por haber ocasionado la muerte
de su hermana Ofelia y se presta a la traición.
Claudio hace que Laertes y Hamlet se batan en duelo amistoso, pero envenena la punta del florete de Laertes –único que tendrá punta afilada en la competencia–. Al más leve roce morirá Hamlet. En los momentos en que
públicamente se lleva a cabo la contienda y para asegurarse de que el príncipe
muera, Claudio vacía un veneno en la copa de Hamlet; ya que en los momentos
de descanso ambos contendientes y el público, beben vino. Hamlet logra dar
una estocada a Laertes que es celebrada con cañones y brindis. Hamlet decide
no brindar y continuar la pelea, pero su madre Gertrudis sospecha y bebe el
vn.
io
Laertes hiere en el hombro a Hamlet. La reina se desploma envenenada,
muere. Hamlet se da cuenta de la situación y cambia su espada con la de Laertes
y lo hiere mortalmente. Antes de morir Laertes descubre el plan siniestro del
rey. Claudio trata de huir, pero es atravesado por la espada de Hamlet, quien
además le hace beber hasta la última gota de la copa envenenada. La muerte
también llega para Hamlet, pues el rápido veneno ha circulado por su sangre.
Hamlet abraza el cadáver de su madre y dice sus últimas palabras. Horacio trata
de seguirlo, pero Hamlet no se lo permite, y le encomienda que cuente y divulg es h s o i .
u u itra
“Para mí sólo queda ya… silencio eterno.” Y muere. Llega Fortimbrás, príncipe de Noruega y otros, y rinden honores a Hamlet.

Transcribimos un fragmento del célebre monólogo de Hamlet y la Escena I
del Acto V cuando regresa Hamlet y es acompañado por Horacio al cementerio.
238

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

ACTO III
ESCENA I
SALA

EN EL CASTILLO

… … … … … … … … … … … …

(nr Hme)
Eta alt
HAMLET. ¡Ser o no ser: he aquí el problema! ¿Qué es más levantado para el espíritu:
sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna, o tomar las armas contra un
piélago de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? ¡Morir…, dormir:
no más! ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil
naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término
devotamente apetecible! ¡Morir…, dormir! ¡Dormir!… ¡Tal vez soñar! ¡Sí, ahí
está el obstáculo! ¡Porque es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños
pueden sobrevenir en aquel sueño de la muerte, cuando nos hayamos librado del
t r e l n d l v d !¡ ea u l r f e i nq ed e i t n i t nl r aa i f r u i !
oblio e a ia H qí a elxó u a xseca a ag l notno
P r u ¿ u é a u n a í l su t a e yd s e e d lm n o l i j r ad lo r s r
oqe qin gatra o lrjs edns e ud, a nui e peo,
l a r n ad ls b r i ,l sc n o a d la o d s i a o l st r a z sd l j s i
a fet e oebo a ogjs e mr eard, a adna e a utcia, las insolencias del poder y las vejaciones que el paciente mérito recibe del
hombre indigno, cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple
e t l t ?¿ u é q e r al e a t nd r sc r a ,g m rys d rb j e p s d u a
siee Qin urí lvr a ua ags ei ua ao l eo e n
vida afanosa, si no fuera por el temor de un algo después de la muerte –esa
ignorada región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno–, temor que
confunde nuestra voluntad y nos impulsa a soportar aquellos males que nos afligen, antes que lanzarnos a otros que desconocemos? Así la conciencia hace de
todos nosotros unos cobardes;| y así los primitivos matices de la resolución
desmayan bajo los pálidos toques del pensamiento, y las empresas de mayores
alientos e importancia, por esta consideración, tuercen su curso y dejan de tener
nombre de acción… Pero ¡silencio!… ¡La hermosa Ofelia! Ninfa, en tus plegarias
acuérdate de mis pecados.
A CTO V
ESCENA I
UN

CEMENTERIO

( a ee s p l u e o2 E s p l u e o1 s p n ac v ryc n a )
Sl l eutrr ° l eutrr ° e oe aa at.
Cuando era joven y amaba, y amaba,
muy dulce todo me parecía
LIBRO

DE CONSULTA

239

para matar el tiempo, ¡oh!, el tiempo que pasaba,
aunque con él, ¡oh!, nada bueno me venía.
HAMLET. ¿No tendrá ese hombre conciencia de su oficio, que canta mientras abre
u af s ?
n oa
HORACIO. La costumbre le ha familiarizado con la tarea.
HAMLET. Así es, justamente; la mano que menos trabaja es la que tiene el tacto más
sae
uv.
SEPULTURERO. (Canta.)
Pero la edad, con sus arteros pasos,
en su red me ha cogido,
hundiéndome en la tierra,
cuando de tierra fabricado he sido.
( a au ac l v r .
Sc n aaea)
HAMLET. Esa calavera tenía lengua y podía en otro tiempo cantar. ¡Cómo la tira
contra el suelo ese bribón, como si fuera la quijada con que Caín cometió el
primer asesinato!… Y la que está manoseando ahora ese bruto acaso sea la cholla
de un político, de un intrigante que pretendía engañar al mismo Dios. ¿No es
psbe
oil?
HORACIO. Bien podría ser, señor.
HAMLET. O tal vez la de un cortesano, que sabía decir: “¡Felices días, amable señor!”
“¿Cómo estáis, mi querido señor?” Éste podría ser el señor de Tal, que hacía
elogios del caballo del señor de Cual, para pedírselo prestado después. ¿No es
verdad?
HORACIO. Sí, señor.
HAMLET. ¡Vaya si lo es! Y ahora está en poder del señor Gusano, descarnada la boca
y aporreados los cascos por el azadón de un sepulturero. ¡He aquí una linda
mudanza, si tuviéramos penetración bastante para verla! ¿Tan poco costó la formación de estos huesos, que no sirven sino para jugar a los bolos? Los míos me
duelen de sólo pensarlo.
SEPULTURERO. (Canta.)
Un pico y un azadón,
un azadón y una sábana;
¡oh!, y un hoyo cavado en tierra
at lh é p db e l c a r .
a use in e uda
( a ao r c l v r .
Sc ta aaea)
240

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

HAMLET. He aquí otra. ¿Por qué no podría ser la calavera de un abogado? ¿Dónde
e t na o as ss t l z syd s i g s s sa g c a ,s b e f g o ya t m ñ s ¿ ó o
sá hr u uiea itno, u ruis utruis riaa? Cm
sufre ahora que ese grosero ganapán le dé con su pala inmunda en la mollera, sin
a r v r eal n a c n r é u aq e e l p rl s o e ?¡ u !E t s r ae s t e tees azr ota l n urla o eins Hm se eí n u im
po un gran comprador de tierras, con sus hipotecas, sus resguardos, sus fines, sus
dobles garantías y sus cobranzas. ¿Será acaso el fin de sus fines y el cobro de
sus cobranzas el tener su fino testuz relleno de lodo fino? ¿Por ventura todas sus
garantías, por dobles que sean, le garantizarán de sus compras algo más que lo
largo y lo ancho de un par de escrituras? Los solos títulos de propiedad de sus
tierras cabrían apenas en esta caja. ¿Y el heredero mismo no debe tener más, eh?
HORACIO. Ni un ápice más, señor.
HAMLET. ¿No se hace de piel de carnero el pergamino?
HORACIO. Ciertamente, señor, y también de piel de ternero.
HAMLET. Pues solemnes carneros y terneros son los que fundan su felicidad en
semejante cosa. Voy a hablar a ese individuo. (Al sepulturero.) ¿De quién es esa
hoya, compadre?
SEPULTURERO. Mía, señor (Canta.)
¡Oh!, y un hoyo cavado en tierra
at lh é p db e l c a r .
a use in e uda
HAMLET. Sí, ya me figuro que es tuya, puesto que estás dentro de ella.
SEPULTURERO. Vos estáis fuera de ella, señor, y, por consiguiente, no es vuestra. En
cuanto a mí, no estoy tendido en ella, y, sin embargo, es mía.
HAMLET. Mientes, por ello, al decir que esa fosa es tuya por estar en ella. Es para los
muertos, no para los vivos; por tanto, mientes.
SEPULTURERO. Como es mentira viviente, señor, os la devuelvo.
HAMLET. ¿Para qué hombre cavas esa fosa?
SEPULTURERO. Para ningún hombre, señor.
HAMLET. Bueno, ¿para qué mujer?
SEPULTURERO. Para ninguna, tampoco.
HAMLET. ¿Pues quién ha de ser enterrado en ella?
SEPULTURERO. Una que fue mujer, señor; pero que en paz descanse, pues ya ha
muerto.
HAMLET. (A Horacio.) ¡Qué categórico es el truhán! Hay que hablarle con la carta en
la mano; de lo contrario, os aplasta con un equívoco. ¡Por Dios! Horacio, de tres
años acá lo he venido observando: nuestro siglo se refina de tal modo, que la
p n ad lp ed lr s i ol e at nc r ad lt l nd lc r e a o q el d s e l l s
ut e i e útc lg a ec e aó e otsn, u e eula o
sabañones. ( sepulturero. ¿ u n o t e p h q e e e s p l u e o
Al
) Cát imo a u rs eutrr?
LIBRO

DE CONSULTA

241

SEPULTURERO. De todos los día del año, entré en este oficio el día en que nuestro
último rey Hamlet venció a Fortinbrás.
HAMLET. ¿Cuánto tiempo hará de eso?
SEPULTURERO. ¿No lo sabéis? ¡Si no hay patán que no lo sepa! Fue el día mismo que
n c óe j v nH m e ,e q ee t l c yl e v a o aI g a e r .
ai l oe alt l u sá oo e nirn nltra
HAMLET. Sí, tienes razón. Y ¿por qué le enviaron a Inglaterra?
SEPULTURERO. Pues porque estaba loco; allí recobrará el juicio, y si no lo recobra,
no importará ello gran cosa en aquel país.
HAMLET. ¿Y eso?
SEPULTURERO. Porque nadie lo notará; allí todos son tan locos como él.
HAMLET. Y ¿cómo se volvió loco?
SEPULTURERO. De un modo muy extraño, según dicen.
HAMLET. ¿De un modo muy extraño?
SEPULTURERO. ¡Toma! Perdiendo el seso.
HAMLET. ¿Pero qué dio lugar?
SEPULTURERO. ¿Lugar? Aquí, en Dinamarca. Por cierto, que he sido enterrador aquí,
de chico y grande, 30 años.
HAMLET. ¿Cuánto tiempo puede estar un hombre enterrado sin descomponerse?
SEPULTURERO. A decir verdad, si no está podrido antes de morir –puesto que hoy
día nos vienen muchos cadáveres galicosos, que no hay modo de cogerlos para
enterrarlos–, os vendrá a durar ocho o nueve años; un curtidor os durará nueve
ao.
ñs
HAMLET. Y ¿por qué él más que el otro?
SEPULTURERO ¡Toma! Porque su pellejo está tan curtido por razón de su oficio, que
resiste mucho tiempo el agua, y el agua señor mío, es un terrible destructor de
t d h d p t c e p m e t .A u t n i u ac l v r .( o i n o ad ls e o )E t
oo ieua uro uro qí eés n aaea Cgédl e ul. sa
calavera ha estado metida en tierra 23 años.
HAMLET. ¿De quién era?
SEPULTURERO. De un mentecato hideputa. ¿De quién diríais?
HAMLET. ¡Qué sé yo!
SEPULTURERO. ¡Mala peste le confunda! ¡Loco tunante! Un día me tiró por la cabeza una botella de vino del Rin. Pues señor, esta misma calavera que aquí veis es de
Y r c ,e b f nd lr y
oik l uó e e.
HAMLET. ¿Esa?
SEPULTURERO. Esta misma.
HAMLET. Deja que la vea (coge la calavera.) ¡Ah, pobre Yorick! Yo le conocí, Horacio:
era un hombre de una gracia infinita y de una fantasía portentosa. Mil veces me
l e óac e t sya o a ¡ u h r o s e t a r c r a l ! as v s as m r v e v
lv usa hr, qé orr ino l eodro, u it e e eule
el estómago. Aquí pendían aquellos labios que yo he besado no sé cuántas veces.
242

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

¿Qué se hicieron de tus chanzas, tus piruetas, tus canciones, tus rasgos de buen
humor, que hacían prorrumpir en una carcajada a toda la mesa? ¿Nada, ni un solo
chiste siquiera para burlarte de tu propia mueca? ¿Qué haces ahí con la boca
abierta? Vete ahora al tocador de mi alma, y dile que, aunque se ponga el grueso
de un dedo de afeite, ha de venir forzosamente a esta linda figura. Prueba a
hacerla reír con eso. (A Horacio.) Dime una cosa, por favor, Horacio.
HORACIO. ¿Cuál es, señor?
HAMLET. ¿Crees tú que Alejandro tendría este aspecto bajo tierra?
HORACIO. El mismo, justamente.
HAMLET. ¿Y olería de este modo? ¡Puaf! (Tira la calavera.)
HORACIO. Del mismo modo, señor.
HAMLET. ¡A qué viles usos podemos descender, Horacio! ¿Por qué no podría la
imaginación seguir las nobles cenizas de Alejandro, hasta encontrarlas tapando la
boca de un tonel?
HORACIO. Sería considerarlo con excesiva minucia el considerarlo así.
HAMLET. No, a fe; ni pizca. Basta seguirle hasta aquel punto, con toda moderación y
verosimilitud en el proceso; es decir, de esta suerte: Alejandro murió, Alejandro
f es p l a o A e a d oh z s p l o e p l oe t e r ;d l t e r s h c b r o
u eutd. ljnr íoe ov; l ov s ira e a ira e ae ar,
y ¿por qué con ese barro en que se convirtió no podría taparse un barril de
crea
evz?
El magno César, muerto y en barro convertido,
un agujero al viento taparle habrá podido.
¡Oh, que un barro que al orbe tuvo en temor eterno
resguardara los muros del cierzo del invierno!
P r ¡ i e c o ,¡ i e c o A a t m n s a íl e ae r y
eo slni! slni! préoo; h lg l e…
( n r ne p o e i ns c r o e ,e c ,p e e i n oa c d Eta n rcsó aedts t. rcded l aá
v rd O e i ,y s g i n o o ,L e t syl sd ld e o e
e e fla , iuédls are o e ul, l
r yyl r i a c ns sr s e t v ss q i o .
e a en, o u epcio éuts)

( o t n a d m e t a d s i al p o e i n )
Cniuno inrs efl a rcsó.

… y la reina, y la corte. ¿A quién sigue este duelo? ¡Y con ceremonial tan deficiente!
Esto es claro de que el difunto al cual siguen dio fin a su vida con mano desesperada. Y era persona de calidad. Agachémonos un rato y observemos. (Retírase con
Hrco )
oai.
LIBRO

243

DE CONSULTA

NEOCLASICISMO
En el siglo XVIII Francia ve surgir un movimiento artístico obsesionado por las
normas consideradas entonces intangibles. Éstas trataban de imitar a los clásicos antiguos en un deseo de volver a ellos, imponiendo una jerarquía a la que
no había más remedio que aceptar. El Neoclasicismo tiene sus antecedentes en
l f l s f a e u p r o od l h s o i p e od p r u b c o e p l t c s c n
a iooí, n n eid e a itra ln e etrains oíia, of s o e ys c e a e e c i i .L sn o l s c s a d f n e o e t c r i n ec m
uins oidds n rss o ecaiits eiirn sa oret oo
sigue: “Nuestra dignidad consiste en el pensamiento; el objetivo del pensamiento es la verdad; en literatura como en filosofía no se piensa si no es para
encontrar o exponer la verdad. Y, ¿qué es el culto de lo verdadero sino el principio fundamental de las obras clásicas?”
Con esta idea inicial el Neoclasicismo surge ligado íntimamente a la corte de
Luis XIV, dueño absoluto de Francia, quien dice reunir en su cetro el poder
e p r t a ,t m o a ,i t l c u lya t s i o e s c r ed V r a l s a s a ad
siiul eprl neeta rítc, n u ot e esle, ild e
P r syd lr s od F a c a
aí e et e rni.
Con este concepto, la literatura neoclásica adquiere un corte de academicismo
c l o a s e o d t n e c a c í i a yd d c i a .S ne b r o l sp i c p l s
ut, utr, e ednis rtcs iátcs i mag, o rniae
dramaturgos de este periodo dan un gran impulso al teatro francés. Corneille
(1606-1684) y Racine (1639-1699) en la tragedia, acatan los preceptos
aristotélicos e imitan a Esquilo. Su principal temática es presentar la culminación de un mundo que se acaba.

Mlèe
oir
El más importante es sin duda Molière (1611-1673), y él destaca en la comedia. Es un extraordinario observador satírico de la sociedad de su tiempo; habla
el lenguaje del hombre y su prosa es sagaz y chispeante. Este autor no cierra
una época como los anteriores, sino abre un camino diferente a la literatura.
Jean-Baptiste Poquelin, llamado Molière, fue clásico por su racionalismo
material y su sentido de lo universal. Su obra es grande porque contiene los
caracteres que trascienden al individuo para llegar a ser tipos humanos
imperecederos. Molière logra crear la impresión de lo cómico de la realidad de
su tiempo sin llegar a lo burlesco. Sus personajes se mueven en una sociedad
adversa, pero él proclama siempre el derecho que cada individuo tiene a desarrollar su naturaleza con el respeto de su colectividad. Molière exalta como
ideal la vida familiar. Las obras más importantes de este autor son Las preciosas
244

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

r d c l s, s t r e a e a a q e l v l ó l a i t d d l r y D nJ a ,i s i a ae
iíua áia xgrd u e ai a msa e e; o un nprd n
la obra de Tirso de Molina; El misántropo; Tartufo, furiosa arremetida contra la
h p c e í ;E b r u sg n i h m r ,q es t r z al sn e o r c sys sa b c o
iorsa l ugé etlobe u aiia o uvs io u miines pretensiosas de poder, y su obra fundamental, El avaro.

E aao
l vr
E t o r e t i s i a ae l A l l r ad P a t ( i l I Ia C ) E E a a o
sa ba sá nprd n a uuai e luo sgo I ... n l vr,
la avaricia es una enfermedad de nacimiento. El personaje central es Harpagón,
quien tiene dos hijos, Elisa y Cleanto, para quienes desea dos ricos matrimonios. A Elisa le destina un hacendado viejo con la ventaja de que la acepta sin
dote, y a Cleanto una viuda rica. Los dos jóvenes son ajenos a los enfermizos
deseos del padre y ambos se encuentran enamorados de otros; Elisa de Valerio,
joven que para estar cerca de ella ha aceptado el empleo de mayordomo en la
propia casa de Harpagón. Y Cleanto de Mariana, vecina bella y dulce pero pobre, con quien, por supuesto, su padre no lo dejará nunca casar.
Harpagón también está enamorado de Mariana y cuando descubre el amor
que existe entre la joven y su hijo, le anuncia a éste que no le cederá a Mariana
si no es por la fuerza. Bruscamente, un acontecimiento terrible para el avaro
distrae su cólera. Le han robado un cofrecillo que guardaba en el jardín y en el
cual había mil francos. Valerio es acusado del robo. Sin embargo, el ladrón es
Flecha, un criado de Harpagón y fiel servidor de Cleanto. Valerio, para probar
que no es el ladrón, no tiene otro remedio que descubrir quién es, y ahí radica la
s r r s d l o r .M r a ad s u r e V l r oas h r a o ye v e oA s l o
opea e a ba ain ecbe n aei u emn, l ij nem,
el hacendado con quien el avaro pretendía casar a su hija, descubre en Mariana
y Valerio a sus dos hijos que en otro tiempo, debido a un naufragio, había perdido. Entonces, Cleanto propone un trueque a su padre. Se le devolverá el dinero
si hace que se case con Mariana y Elisa con Valerio. Harpagón acepta con la
condición de que las bodas que se celebren no le cuesten nada y que le paguen
u t a en e op r a i t rae l s
n rj uv aa ssi la.
El siguiente fragmento corresponde a la Escena 7 del Acto IV, en el que
Harpagón descubre el robo del cofrecillo y entra dando voces desesperadas por
la desaparición de su preciado tesoro.
H R A Ó . (Dando voces desde el jardín, y entra sin sombrero.) ¡ l l d ó , a l d ó , a
APGN
A arn l arn l
asesino, al homicida! ¡Justicia! Justo cielo. Perdido soy, asesinado soy, la
LIBRO

245

DE CONSULTA

garganta me han cortado. ¡Que me quitaron el dinero! ¿Quién lo habrá hecho?
¿Qué habrá sido de él? ¿Dónde está? ¿Dónde se oculta? ¿Qué hacer para encontrarle? ¿A dónde ir? ¿A dónde no ir? ¿No estará allí? ¿No estará acá? ¿Quién es?
¡Detente! ¡Devuélveme mi dinero, bribón! (Alarga la mano y se aferra a su propio
brazo.) ¡Ah, soy yo mismo!… Mi espíritu se turba e ignoro dónde estoy, quién soy
y lo que hago. ¡Ah, mi pobre dinero, mi pobre dinero, mi querido amigo! Me han
privado de ti, y puesto que me has sido quitado he perdido mi apoyo, mi consuelo, mi alegría. Todo ha terminado para mí, nada ya tengo que hacer en el mundo.
Sin ti, me es imposible vivir. Es cosa hecha: ya no puedo más, me muero, muerto
estoy, estoy enterrado… ¿No hay quien quiera resucitarme devolviéndome mi
querido dinero o diciéndome quién lo ha tomado? ¿Eh, qué decís? Pero no, no
hay nadie. Quienquiera que haya dado el golpe, es menester que con mucho cuidado espiara la hora, eligiendo justamente el momento en que yo llamaba traid ram h j .S l a o .Q i r a e a al j s i i ys m t rac e t ó d t r e t
o i io agms ueo plr a utca oee usin e omno
a toda la casa: sirvientes, lacayos, hijo, hija y yo mismo también. ¡Cuánta gente
reunida! No pongo la mirada en nadie que no me despierte sospechas, y todos
me parecen el ladrón. ¿De qué hablan ahí? ¿De lo que me ha robado? ¿Qué ruido
hay aquí arriba? ¿Es el ladrón quien anda allá? Por piedad, si tenéis noticias del
ladrón, decídmelas, os lo suplico. ¿No estará oculto entre vosotros? Todos me
miran y ríen. Ya se verá que sin duda han participado en el robo que se me ha
h c o E ,p o t ,c m s r o ,a q e o ,p e o t s j e e ,p t o d t r u a h r a
eh. a rno oiais rurs rbse, ucs ors e otr, ocs
y verdugos… Quiero hacer colgar a todo el mundo y, si no encuentro mi dinero,
me colgaré yo mismo después.

ROMANTICISMO
La libertad y el amor forman toda una corriente literaria. Todo lo que participa,
rodea, comparte y exalta la liberación y el sentido amoroso se vuelve romántico. Los elementos característicos que originaron el Romanticismo son princip l e t e a t a b r ed l R v l c ó ,l sm v m e t sl b r a i se E r p
amne l re l od e a eouin o oiino ietro n uoa
e Iberoamérica, los levantamientos contra los gobiernos autocráticos y la revolución industrial. Fue una nueva manera de pensar y enfrentar la vida. El Neoclasicismo anterior era fino y racional; en el Romanticismo no era vergüenza
tener corazón o imaginación. En esta época, a fines del siglo XVIII la burguesía
,
se autonombraba el Tercer Estado. Sentenciaban: “¿Qué era la burguesía?: nada;
¿qué es la burguesía?: algo; ¿qué será la burguesía?: Todo.” En el Romanticismo
predominan los sentimientos. En el Neoclasicismo (como hemos visto) predomina la razón.
246

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

El Romanticismo se intensificó en Alemania; se caracteriza por una idealización de todos los aspectos que circundan al sentido amoroso. Más tarde se
extiende por toda Europa y llega hasta Iberoamérica. Los móviles del Romanticismo son la vida, el amor y la mujer. Todo está en función y en relación con
ellos. El “tú” amoroso se convierte en el personaje principal. No importa vencer o ser vencido. El héroe romántico defenderá a los oprimidos, sea o no comprendido por la sociedad, esté con ella o en contra. Lo fundamental son los
“ideales” y la “rebeldía ardiente”. El escenario de las obras románticas será
siempre pleno de belleza y de hermosura, acorde con los estados de ánimo
llevados por los sentimientos de los personajes. Cualquier sitio que propicie la
melancolía, la nostalgia, la pesadumbre amorosa, se convierte en buen marco.
L ss l t r a n c e d l n ,l sr b r sd l sr o yo i l sd l sl g s l s
a oiais ohs e ua a iea e o ís rla e o ao, o
acogedores jardines, darán cabida a la sensibilidad y a la subjetividad pronta a
convertirse en experiencia romántica.
T d sl sa t s– i t r ,e c l u a t a r ,l t r t r –s m j nu p e ad s
oa a re pnua sutr, eto ieaua eea n om etinado a ser dicho por románticos caballeros del medievo. La esencia de los
héroes románticos que se conserva hasta nuestros días, es la esencia del paladín, el defensor de los oprimidos y los débiles, el caballero andante. En la mayor concepción es también el que se enfrenta a la sociedad, el revolucionario
ardiente que trata de cambiar todo en beneficio de los demás, perseguido siempre en forma implacable, pero siempre visto de manera exagerada. La literatura
romántica incluye cruzados, gladiadores, bucaneros, bandidos legendarios que
a riesgo de la propia vida afirman en cada uno de sus actos su propia personalidad y su “Yo” contra todo lo establecido. Es frecuente que el héroe romántico
enfrente al mundo y lo desafíe, pues es singular, optimista, y humanitario. Ama
l n t r l z ,l l b r a ,l i u l a ,yap s rq el p o i r a i a r a c o a
a auaea a ietd a gadd
ea u a rpa eldd ecin
en su contra, sus ansias de rebeldía danzan vertiginosamente por bosques o
palacios con tal de conquistar la gratitud de un pueblo o el beso de la amada.
Hay que considerar que los participantes auténticos de los movimientos revolucionarios iniciales, como la Revolución Francesa –excluyendo, naturalmente,
a la burguesía ambiciosa de arrebatar el poder a la aristocracia–, habían dado a
la sociedad una nueva dimensión: la de luchar hasta la muerte por la patria. El
Romanticismo interpretó esta lucha real como una lucha ideal por la libertad y
el amor. Con base en ello, todos los que utilizaron literariamente estos “ideal s ,l se a t c e o h s aa u d r eyd c e ,a c n e t r o e f e t sa o i
e” o nleirn at tris ear l ovrils n isa ndnas, valses vertiginosos, exageraciones y adulaciones de los grupúsculos
suorsortcs
edaitcáio.
LIBRO

247

DE CONSULTA

Johann Wolfgang Goethe
El Romanticismo se inicia en Alemania. Es el Stümer und Dränguer, grupo de
jóvenes rebeldes que luchan por la unidad de su nación, el iniciador de esta
corriente. Los más grandes románticos son: Johann Wolfgang Goethe y Federick
Shle.
cilr
Goethe nació en 1749 y murió en 1832. Aunque cultivó géneros muy diversos durante su larga vida, es a partir de su primera novela, Werther, donde concibe un personaje eminentemente romántico. Werther es un estudiante
profundamente enamorado de una mujer comprometida y mayor que él. Al no
ser correspondido plenamente en su amor sufre todos los matices posibles hast e d s n a oa o o o l t i t z ,l m l n o í ,l i a e d l r e c L s l a l eegñ mrs: a rsea a eacla a r, l oo, t. a oe
dad es un elemento esencial del Romanticismo. Werther termina por suicidarse
escribiendo la última carta a la mujer que ama. La influencia de esta obra produjo numerosos suicidios, entre los jóvenes de Alemania. La obra más importante de Goethe es Fausto, inspirada en una leyenda de la Edad Media. Fausto
es un drama esencialmente simbólico y filosófico y se plantea el intentar descifrar los misterios de la vida desconocidos por el hombre.

Fut
aso
Fausto es un anciano doctor y profesor extraordinariamente culto que al final
de su vida se siente desilusionado, porque habiendo empleado todo su tiempo
en la investigación científica, desconoce los aspectos fundamentales y más naturales de la existencia humana. Uno de éstos es el amor. Por más que busca en
l sl b o ,n e c e t as t s a c ó p r o a e e l s E s d s s e a i nt a
o irs o nunr aifcin esnl n lo. n u eeprcó rta de suicidarse; pero de la calle vienen cantos de niños y campanas de las
fiestas de Pascua, haciéndolo rechazar la copa con veneno. Como lo natural no
le da lo que él busca, recurre a lo sobrenatural. Invoca al demonio, quien aparece vestido como un joven caballero llamado Mefistófeles. Éste anteriormente
le había apostado a Dios que se llevaría el alma de Fausto. Mefistófeles le propone un pacto al doctor Fausto: darle lo que pida hasta que se vea satisfecho de
sí mismo, hasta que se haya encontrado y esté conforme de sí, a cambio de su
alma cuando muera. Fausto acepta aliarse con Mefistófeles y vuelve a ser joven. A partir de este momento todos los actos que realiza el doctor Fausto
están regidos por el mal. Entre estos actos está el de enamorar y seducir a una
248

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

joven campesina llamada Margarita, cuyo hermano Valentín se fue a la guerra.
Al regresar Valentín, trata de vengar el ultraje desafiando en duelo a Fausto.
Fausto le da muerte. La madre de Margarita muere a causa de una poción para
dormir que Fausto le había confiado a Margarita para poder verla en su casa sin
intromisión de su madre. Margarita, obligada por el homicidio y su deshonra,
enloquece y mata a su hijo al momento de nacer, arrojándolo a un estanque.
Este acto hace que la sentencien a prisión en donde muere. Fausto razona los
hechos, se arrepiente y trata de desligarse de Mefistófeles; sin embargo esto no
podrá ser sino hasta que sobrevenga la muerte.
En el amor (de Margarita) Fausto no ha encontrado su razón de ser. Al ver la
a t t dd ld c o F u t ,M f s ó e e t a ad v n e l u i i a d l s n u l ciu e otr aso eitfls rt e ecro tlzno a esai
dad y la lujuria. Lo invita al Monte Walpurgis, en donde la noche del sábado
–según la tradición alemana– celebran las brujas una reunión precedida por
Satanás. Fausto mira cabalgar a las brujas viejas montadas en cabras aladas y
escobas y bailar desnudas a las brujas jóvenes. Éstas se acercan y lo provocan
persistentemente en escenas marcadamente eróticas. Fausto logra vencer la tentación. Después Mefistófeles le presenta a Helena de Troya, una de las mujeres
más bellas y seductoras de la historia. Fausto tiene con ella un hijo que muere
cuando éste trata de saltar demasiado alto. En el placer sexual Fausto tampoco
ha encontrado la razón de la humanidad.
Finalmente, Fausto quiere conquistar el poder. Dos viejos son asesinados
por una orden que da apresuradamente, y de la cual se arrepiente más tarde. Lo
visitan la Duda, la Necesidad, la Aflicción y la Angustia, esta última lo ciega
soplándole a los ojos. Fausto, ciego y con el poder en sus manos, trata de vencer
al mar acabando con él. Con su poder ordena que caven un foso profundísimo,
que no logra contener el mar. En el poder tampoco está la razón de ser del
hombre.
Para finalizar la obra, Goethe nos presenta dos posibilidades: en una, al mor rF u t ,M f s ó e e t a ad l e a s s a m s nh b rl g a od r el s t s
i aso eitfls rt e lvre u la i ae ord al a aif c i nq eé t p d a l sc h r e c l s e a a e e ,a o b a d aM f s ó e e
acó u se eí; a oots eets prcn smrno eitfls
y distrayéndolo mientras se llevan el alma de Fausto. Después de esto el alma
de Margarita implora el perdón para Fausto y logra la salvación de ambos. Este
final es formal, es una concesión a la época. En la segunda resolución, Fausto
decide abandonar a Mefistófeles e irse, teniendo en su pensamiento la fe en la
verdadera realización del hombre; dedicar su vida a la lucha por la libertad y
el bien de toda la humanidad. Mefistófeles le dice que al fin ha encontrado el
propósito, la razón de ser del hombre, pero que él ha ganado; cuando muere
LIBRO

249

DE CONSULTA

Fausto, Mefistófeles ha triunfado en la apuesta, aunque no está seguro de poder
llevarse el alma ya inmortal de Fausto.
Transcribimos el diálogo entre Mefistófeles y Fausto en el gabinete de estud od é t .( r m r p r ed l t a e i .
i e se Piea at e a rgda)
EL

GABINETE DE ESTUDIO

FAUSTO. Llaman. ¡Entrad! ¿Quién vendrá de nuevo a importunarme?
MEFISTÓFELES (Fuera.) Soy yo.
FAUSTO. Entrad.
MEFISTÓFELES. (Del mismo modo.) Debes decirlo tres veces.
FAUSTO. ¡Entrad, pues!
MEFISTÓFELES. (Abriendo la puerta.) Así me gusta; espero que nos entenderemos.
Sólo por disipar tu mal humor me presento como un hidalgo en traje de púrpura
bordado en oro, con la esclavina de raso al hombro, la pluma de gallo en el
sombrero, larga y afilada espada al costado, y, sin perífrasis, te aconsejo que te
vistas del propio modo, para que enteramente libre vengas a gustar lo que es
l vd.
a ia
FAUSTO. Cualquiera que sea el vestido que use, la vida para mí será siempre penosa,
el mundo constantemente vacío y sin encantos. Soy demasiado viejo para divertirme, y sobrado joven para no tener deseos. ¿Qué puede el mundo ofrecerme?
“¡Hay que renunciar; hay que renunciar!” He ahí el eterno estribillo que zumba en
todos los oídos, y que de un extremo a otro de la vida, un genio malo le repite al
hombre a cada hora con voz cascada. No sin temor contemplo la aurora de mi
despertar, y lloro con amargura al ver que el nuevo día no ha de colmar ni uno
solo de mis ardientes deseos, sino que, al contrario, ha de desvanecer en su curso
los presentimientos de toda alegría y hacer abortar las creaciones de mi turbado
espíritu. Y luego, cuando viene la noche, me tiendo en el lecho poseído de la
mayor inquietud por saber que me aguardan en él, no el reposo, sino espantosos
sueños. El Dios que habita en mí puede quebrar mis fibras secretas, pero aunque
reine sobre todas mis fuerzas, no sabría darle la impulsión que les haría obrar
fuera. Por esto me pesa la existencia; por esto deseo la muerte y detesto la vida.
MEFISTÓFELES. Y, sin embargo, nunca es la muerte un huésped bien recibido.
FAUSTO. ¡Dichoso aquel a quien la muerte corona de sangrientos laureles en el fragor
del combate! Dichoso aquel a quien, después de la embriaguez del baile, sorprende el sueño eterno en los brazos de su amada! ¡Ah! ¡Qué no pueda yo contemplar al grande Espíritu y morir en mi éxtasis sublime!
MEFISTÓFELES. Y no obstante, hay quien no ha osado tomar esta noche cierto licor
oscuro…
250

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

FAUSTO. Parece que el espionaje te complace.
MEFISTÓFELES. No poseo la ciencia universal, pero sé bastantes cosas.
FAUSTO. ¡Pues bien, ya que los sones demasiado conocidos de una piadosa melodía
me han sacado de la oscuridad, laberinto por donde erraba, despertando en mí
los sentimientos de la infancia con el recuerdo de mejores tiempos, maldigo todo
lo que circunda el alma de embriagadores prestigios, y todo aquello que, en nuest am r d d ld s i r o l i u i nn ss s r eb j l sd s u b a t sv l sd l
r oaa e eter, a lsó o uta ao o elmrne eo e a
f c i n ¡ a d t s al e e a ao i i nq ed s m s os f r ae e p r t !¡ a icó! Mlia e a lvd pnó u e í im e oj l síiu Ml
d t sl sv s o e q i é i a q ea a t ns nc s rn e t o s n i o !¡ a d t l
ia a iins umrcs u sla i ea usrs etds Mlio o
que engendra sueños de gloria y de grandeza! ¡Malditas todas las cosas cuya posesión nos halaga, sea mujer o hijo, esclavo o arado! ¡Maldito sea Mammón, cuando
nos deslumbra con sus tesoros y nos empuja a temerarias empresas, o cuando,
para goces del ocio, hincha nuestras almohadas de una pluma voluptuosa! ¡Maldito el zumo balsámico de la parra! ¡Maldito el amor y sus más dulces efusiones!
¡ a d t l e p r n a m l i al f ,ym l i a a t t d ,l p c e c a
Mlia a seaz, adt a e adt, ne oo a aini!
CORO DE ESPÍRITUS INVISIBLES. Ya has destruido todas las bellezas del mundo con
tu poderosa mano; sólo nos quedan algunas ruinas que irán rodando hasta el
fondo del caos. A un semidiós se debe esta destrucción general. ¡Séanos, al men s l c t l o a s b el v s at m aq ee c e r t n ab l e a ¡ h t ,e m s
o, íio lrr or a at ub u nira at elz! O, ú l á
bello y poderoso de los hijos de la tierra, reconstrúyele, infunde a tu corazón
nueva vida, para que podamos cantar tu inmortal obra!
MEFISTÓFELES. Esos son los más pequeños de mis Espíritus. ¿Oyes, cómo te acons j n c ns b d r ap o u d ,l n a t e s g i i n od l sp a e e ya r j r e
ea, o aiuí rfna azre n eumet e o lcrs roat
e e t r e l n d l v d ?Q i i r nh n i t e e v s om n o a r n a t ae t
n l oblio e a ia usea udre n l at ud, racre se
tenebroso recinto, donde se embotan los sentidos, donde se congelan los jugos
de que debe alimentarse el alma. Cesa de complacerte en esa melancolía que se
encarniza en ti, como un buitre, y que devora tu vida. Por mala que sea la compañía en que estés, podrás al menos sentir que eres hombre entre los hombres; sin
embargo, no creas que se piense en hacerte vivir entre la chusma. Aunque no soy
un señor de campanillas, si quieres unirte a mí y emprender juntos el camino de la
vida, consiento gustoso en pertenecerte ahora mismo, en ser tu amigo, tu criado y
h s at e c a o
at u slv.
FAUSTO. Y, ¿cuál sería mi obligación a cambio?
MEFISTÓFELES. Tiempo tienes de pensar en ello.
FAUSTO. No, no; el Diablo es egoísta y no acostumbra hacer las cosas por amor de
Dios. Pon condiciones y habla claro; no deja de ser peligroso tener semejante
srio.
evdr
MEFISTÓFELES. Yo me consagraré aquí en servicio tuyo, y acudiré sin tregua ni
descanso al menor signo de tu voluntad; pero cuando nos encontremos allá abajo,
harás tú otro tanto conmigo.
LIBRO

251

DE CONSULTA

FAUSTO. Poco cuidado me da lo de allá abajo. ¡Empezaré por desmontar en piezas
este mundo de aquí, y venga en seguida el otro! De esta tierra proceden mis
goces, y ese sol ilumina mis sufrimientos; si ha de llegar un día en que tenga que
separarme de él, suceda lo que quiera. Poco me importa que en la vida futura se
ame o se odie, ni que tenga esas esferas encima o debajo: de ello no quiero ni
hba.
alr
MEFISTÓFELES. Si tal es tu disposición, puedes muy bien aceptar lo propuesto;
d c d t ys b á c á e s nl sd l c a q ep e ep o o c o a m a t ;t d r l
eíee ars uls o a eiis u ud rprinr i re e aé o
que ningún hombre ha llegado siquiera a entrever.
FAUSTO. ¿Y qué me puedes dar tú, pobre Diablo? ¿Pudo, acaso, alguno de tus
semejantes comprender al hombre en sus arrebatos sublimes? ¿Qué puedes ofrecerme? Alimentos que no sacian; oro que se desliza de mis manos como el azogue; juegos en los que nunca se gana; jóvenes que, hasta en los brazos de sus
amantes, hacen guiños a un tercero; el honor, falsa divinidad, que desaparecerá
como un relámpago. ¡Muéstrame un fruto que no caiga antes de estar maduro y
árboles que reverdezcan todos los días!
MEFISTÓFELES. No me arredra semejante empresa; puedo ofrecerte todos esos
bienes. Desde este momento, mi buen amigo, podemos sin cuidado lanzamos al
d s i f r oyal o g a
eplar
a rí.
FAUSTO. ¡Si consigo reposar con satisfacción en un lecho de pereza, sea aniquilado en
aquel punto! Si puedes seducirme al extremo de dejarme contento de mí mismo, de adormecerme en el seno de los placeres, ese día será el último de mi
existencia. Tal es la apuesta que te propongo.
MEFISTÓFELES. ¡Choca esos cinco!
FAUSTO. ¡He aquí mi mano! Si digo del momento que pase: “¡Suspende tu vuelo,
instante delicioso!”, entonces podrás cargarme de cadenas; consentiré en que se
abra la tierra bajo mis pies; podrá resonar la campana de mi agonía; quedarás
l b eyr c g r se p e i d t ss r i i s ¡ u e r l js d t n a q ec i al
ir eoeá l rco e u evco. Qe l eo e eeg, u ag a
aguja, y que no haya plazo para mí!

Víctor Hugo
Además de Alemania, el Romanticismo se cultivó en varios países. En Inglaterra Lord Byron, Shelley y Keats son los más notables poetas. En Francia, la
influencia de Lord Byron se ejerce entre 1815 y 1850. Los románticos franceses
más importantes son Lamartine, Vigny y Musset, pero el mayor exponente de la
Escuela Romántica de Francia es Víctor Hugo.
Víctor Hugo nació en 1802 y murió en 1885. Su padre fue oficial de ese
corso traidor al pueblo francés, que en su ambición imperialista asesinó a la
252

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Revolución y transformó la lucha popular en dictadura de la burguesía y azote
de las naciones libres: Napoleón I; a quien muchos enfermos seguirían, como
Iturbide. Víctor Hugo combatió este cáncer toda su vida. Participó siempre en
la política de Francia, del lado de los pobres y de la justicia. Fue diputado a la
Asamblea Constituyente y tres años más tarde, en el golpe de Estado de 1851,
desterrado. En el destierro, siguió escribiendo y combatiendo. En 1870 regresa
a París, donde prosiguió su interrumpido trabajo hasta que fue sorprendido por
l met.
a ure
V c o H g t a a ó v r o g n r s l p e í : L l y n a d l s s g o ,L s h j s
ítr uo rbj ais éeo: a osa a eed e o ils a oa
d o o o L sv c si t r o e .I n m r b e e s y s o r sd t a r yn v l s E
e tñ, a oe neirs nueals nao, ba e eto oea. l
jorobado de nuestra Señora de París, es la historia de Quasimodo, campanero jorobado y monstruoso de la Iglesia de Notre Dame, enamorado perdidamente de
una bailarina gitana llamada Esmeralda. En un carnaval, Quasimodo es declarado “Rey Feo”. Por tratar de llegar a Esmeralda es castigado públicamente en
la picota, pero Esmeralda se apiada de él dándole de beber. Los bailes sensuales
de Esmeralda, su cabra y las intrigas en su contra, hacen que la sentencien a
muerte por considerarla asesina. En un acto arrebatado y romántico, Quasimodo se desprende de la iglesia, la salva y le da asilo. Quasimodo la aloja en su
habitación del campanario, la cuida y le demuestra su amor. Un numeroso grupo de ladrones amigos de Esmeralda tratan de rescatarla de la iglesia. Quasimodo los combate arrojando piedras y aceite, hasta que finalmente muere Esmeralda
y su cadáver es arrojado a una cripta. Al morir Quasimodo es llevado a esa
misma cripta y después de mucho tiempo encuentran los dos esqueletos juntos.
La novela cumbre de Víctor Hugo es Los miserables. La influencia de Víctor
Hugo fue decisiva para su generación y las que le sucedieron.

L sm s r b e
o ieals
Los miserables es una novela romántica con carácter histórico y social. Se
sitúa en Francia en la época de la restauración bajo el gobierno de Luis Felipe,
descendiente de Luis XVI. Es la vida de un campesino de nombre Jean Valjean,
condenado a prisión por haber robado un pan. Por odio personal del inspector
Javert –pues Jean Valjean representa al hombre del pueblo fuerte y noble, y el
inspector la justicia corrupta–, es sentenciado a 19 años, mismos que permanec e p e i i .A s rp e t e l b r a l s c e a l r c a ayé d s o f ad
e n rsdo l e uso n ietd a oidd o ehz l ecní e
ésta. Se le niega alojamiento y empleo. Únicamente monseñor Bienvenuto Miriel,
LIBRO

DE CONSULTA

253

obispo de Digne, le da hospitalidad. Jean Valjean roba al obispo unos candelab o d p a a L p l c al d t e e p r c a d e o i p d c a a é t d c q e
rs e lt. a oií o ein, eo uno l bso elr, se ie u
se los ha regalado. Jean Valjean se da cuenta que la nobleza es el pago de su
ingratitud. La guía del sacerdote, los libros y el darse cuenta de su realidad
provocan en Valjean la toma de conciencia y su firme decisión de ayudar en
adelante y para siempre a los pobres y necesitados. Así lo hace, pero siempre es
obstaculizado por el inspector de policía Javert, que se dedica a extorsionar
tanto a los expresidiarios como a los hombres con una estatura humana superior a la de él. Jean Valjean es obligado a cambiar continuamente de identidad y
dmclo
oiii.
Paralelamente a la historia del campesino se desarrolla la historia de una
joven provinciana llamada Fantina, seducida y violada por un aristócrata, que
la abandona con el fruto de su acto, una pequeña de nombre Coseta. La niña
queda al cuidado de unos campesinos, mientras que Fantina es orillada por el
hambre y la corrompida sociedad a degradarse hasta la prostitución, misma que
la enferma gravemente. Poco tiempo antes de morir, Fantina conoce a Jean
Valjean y percibe su nobleza de espíritu. Jean Valjean se identifica con la prostituta porque ha sido ultrajada por la sociedad igual que él. En el momento de la
muerte, Fantina le encomienda a Coseta. Valjean la adopta y la educa esmeradamente. Perseguido por Javert, la deja en un convento y regresa por ella cuando la niña cuenta con 18 años.
Un joven estudiante llamado Mario se enamora de Coseta y es correspondido. A pesar de que Mario posee el título de barón de Pontmercy, su ideología
l b r l s al o l g ah c rau l d l s p e t c a es c a a i t c á i a E
ieait o bia ae n ao a uusa ls oil rsortc. n
1833 el pueblo se levanta contra el tirano Luis Felipe y los estudiantes participan valerosamente levantando barricadas. Mario y Jean Valjean toman parte en
los acontecimientos. Hay escenas dramáticas en las que los soldados asesinos
d s a a c n r l se t d a t syl sa r b l a at r s U a c a or v l c o a
iprn ota o suine o ciiln io. n nin eouinr ot m l p l b ays d r g al ss l a o d c e d q eé p r i i óc ne l s
i oa a aar e iie o odds iino u l atcp o lo
en el estallamiento de la Revolución en la toma de la Bastilla, y que si son
soldados de la Revolución no pueden disparar contra el pueblo y menos aún
c n r l sj v n si o e t s P r l r s u s ae u ar f g q ed j s nv d a
ota o óee ncne. eo a epet s n áaa u ea i ia l
improvisado orador. La Revolución ha sido traicionada y asesinada. Los soldados son ahora quienes salvaguardan el interés de los nuevos emperadores, y no
importa la vida del pueblo sino el poder de la tiranía de Luis Felipe. Estos
acontecimientos suceden el 6 de junio. El inspector Javert es hecho preso por
los estudiantes, y se le encomienda a Jean Valjean que lo ejecute. Sin embargo,
254

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

éste no dispara su pistola, argumentando que todos los inspectores Javert de
toda la historia de la humanidad están muertos desde el momento de nacer, y
que no vale la pena asesinar un cadáver humano. Lo deja ir. El inspector Javert
se suicida. Mario lucha por la causa republicana, es gravemente herido en una
b r i a ays l a op rJ a V l e n q i nl g al e a c nv d h s ae t e a arcd avd o en aja, ue or lgr o ia at nrgr
le a Coseta el hombre que ama. Antes de morir viejo y abandonado, dice sus
últimas palabras plenas de justicia y solidaridad hacia los hombres, recordando
a Mario y a Coseta.
L sm s r b e e u ao r c r c e í t c ,e j i i yc n e al t r n a l i o ieals s n ba aatrsia nuca odn a iaí, a n
j s i i yl b r a i r p e i a L sm s r b e n s nl sp b e q en c s t nu
utca a abre ersv. o ieals o o o ors u eeia n
pan para comer. Los miserables son los mendigos de espíritu y conciencia, capaces no sólo de traicionar sino de matar arteramente a sus propios hermanos.
En el Libro Décimo, Capítulo I, el 5 de junio de 1832, Víctor Hugo habla
s b el i s r e c ó .
or a nurcin
¿De qué se compone una insurrección? De nada y de todo. De una electricidad desprendida poco a poco, de una fuerza errante, de un soplo que pasa. Este
soplo encuentra cabezas que hablan, cerebros que sueñan, almas que sufren,
pasiones que arden, miserias que braman, y los arrebata. ¿A dónde? A la ventura. A través del Estado, a través de las leyes, a través de la prosperidad y la
insolencia de los demás.
Las convicciones irritadas, los entusiasmos exacerbados, las indignaciones
conmovidas, los instintos de guerra comprimidos, el valor varonil exaltado, la
generosa obcecación; la curiosidad, el gusto y la afición a cambiar, la sed de lo
inesperado, el sentimiento que nos hace complacernos en la lectura del cartel
de un nuevo drama y en oír en el teatro el silbato del maquinista; los odios
vagos, los rencores, los engaños y contrariedades, las esperanzas frustradas,
toda vanidad que cree que el destino le ha faltado; el malestar, los sueños del
delirio, las ambiciones rodeadas de declives y montañas, todo el que espera
recoger algún provecho de un desmoronamiento, y por último, en las regiones
inferiores, la turba, ese loco combustible, tales son los elementos de una insurecó pplr
rcin oua.
Todo lo más grande y todo lo más ínfimo que existe; los seres que van rodando por todas partes, esperando una ocasión, gente sin oficio ni beneficio, vagabundos de esquina en esquina, los que pasan la noche al raso, sin otro techo que
las frías nubes del firmamento, los que piden cada día el pan al azar, y no al
trabajo, los desconocidos de la miseria y de la nada, los brazos desnudos, los
p e d s a z s p r e e e al i s r e c ó .
is eclo, etncn a nurcin
LIBRO

DE CONSULTA

255

Todo el que encierra en su alma una sublevación secreta contra un hecho
cualquiera del Estado, de la vida o de la suerte confina con la insurrección, y,
desde el momento en que ella aparece, principia a estremecerse y a sentirse
arrebatado por el huracán.
La insurrección es como una bomba marina de la atmósfera social que se
forma bruscamente en ciertas condiciones de temperatura, y que, en su remolin ,s b ,b j ,c r e b a a a r n a a r s ,d v s a a r i a a i u l ,a r s
o ue aa or, rm, rac, raa eat, run, nqia ratrando consigo las naturalezas grandes como las ruinas, al hombre fuerte y al
e p r t d b l a t o c d lá b lyal b i n d p j .¡ e g a i d d lq ee l
síiu éi, l rno e ro
a rza e aa Dsrcao e u la
arrebata como de aquél contra el cual se estrella! Los rompe a uno contra otro.
A los que arrastra les comunica como un poder extraordinario. Al primero que
se presenta lo llena con la fuerza de los acontecimientos, y de todo hace ella
proyectiles. De un adoquín hace una bala de cañón y de un mozo de cordel un
gnrl
eea.
S s h d d rc é i oac e t so á u o d l p l t c s l p d ,b j e p n o
i e a e a rdt iro rcls e a oíia oaaa ao l ut
de vista del poder, un poco de la insurrección no está de más, y aún es cosa muy
digna de desearse. Corolario: el motín robustece a los gobiernos que aquél no
logra derrocar. Sirve para probar al ejército; concentra la burguesía o clases
medias; estira los músculos de la policía; consigna y registra la fuerza de la
armazón social. Es una gimnasia, casi un régimen de higiene. El poder goza de
mejor salud después de un motín, como el hombre después de una fricción.
Treinta años ha, la insurrección era considerada aún desde otros puntos de
vsa
it.
Al final de la obra, Jean Valjean hereda sus últimas palabras como testamento a todos los hombres.
Hay en la cómoda un billete de 500 francos. No los he tocado. Eso es para los
pobres. Coseta, ¿ves tu trajecito ahí, sobre la cama? ¿Lo reconoces?, y sin embargo no hace sino diez años de eso. ¡Cómo pasa el tiempo! Hemos sido muy felices.
Todo ha terminado. Hijos míos, no lloréis, no me voy muy lejos. Desde allí os veré.
No tendréis sino que mirar cuando sea de noche, y me veréis sonreír. Coseta, ¿te
acuerdas de Montfermeil? Estabas en el bosque y tenías mucho miedo: ¿te acuerdas
cuando agarré el asa de tu cubo de agua? Es la primera vez que tocaba tu pobre
manita, ¡qué fría estaba! ¡Ah! Usted tenía en ese tiempo las manos rojas, señorita, y
ahora las tiene bien blancas. ¡Y la muñeca grande! ¿Te acuerdas de ella? La llamabas
Catalina. ¡Cuánto sentiste no haberla llevado contigo al convento! ¡Cuánto me has
hecho reír algunas veces, angelito mío! Cuando había llovido te gustaba embarcar
s b el sa r y sb i n sd p j ,yl sm r b sp r i .U d at t a eu ar q e ad
or o roo rza e aa a iaa atr n í e rj n aut e
256

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

mimbre y un volante con plumas amarillas, azules, verdes. Tú has olvidado todo
esto, ¡qué viva eras de pequeñita! Jugabas. Te ponías cerezas en las orejas…
Todas esas cosas pertenecen al pasado. Las selvas por donde se ha pasado con
vuestra niña, los árboles bajo los cuales nos hemos paseado, los conventos en los que
nos hemos escondido, los juegos, las alegres risas de la infancia, todo eso es ya
sombra. Yo me había imaginado que todo eso me pertenecía. Esa fue mi tontería.
Los Thénardier han sido malos. Es preciso perdonarlos. Coseta, ha llegado el momento de decirte el nombre de tu madre. Se llamaba Fantina. Retén ese nombre:
Fantina. Ponte de rodillas cuantas veces lo pronuncies. Sufrió mucho. Te ha amado
mucho. Ella tuvo en desgracia todo lo que tú tienes en felicidad. Así son los repartos
d D o .E l e t a l a r b ,n sv at d s ye m d od s sg a d se t e l s s b
e is la sá lá ria o e oo, n ei e u rne srla, ae
l q eh c .
o u ae
Voy a partir, hijos míos. Amaos siempre. No hay cosa mejor que esa en el mundo: amarse. De vez en cuando pensaréis en el pobre viejo que ha muerto aquí. ¡Oh,
Coseta mía! No ha sido por mi culpa si no te he visto durante todo este tiempo
pasado. Eso me desgarraba el corazón: yo iba hasta la esquina de tu calle, y debía
causar un efecto curioso a la gente que me veía pasar, estaba como loco, una vez
he s l d h s a s n s m r r . H j s m o , y n v o c a o t n a a n a g n s c s s q e
aio at i obeo io ís a o e lr, eí ú lua oa u
deciros, pero es lo mismo. Pensad un poco en mí, sois seres benditos. No sé lo
que tengo, veo una luz. Acercaos más. Me muero dichoso. Dadme vuestras queridas
cabezas, para que ponga sobre ellas mis manos.

Coseta y Mario cayeron de rodillas, trastornados, ahogados en lágrimas, cada
uno bajo una de las manos de Jean Valjean. Aquellas manos augustas no se
movían ya. Estaba con la cabeza caída hacia atrás, la luz de las dos velas en sus
candeleros le iluminaba; su rostro blanco miraba al cielo; dejaba a Coseta y a
Mario cubrir de besos sus manos. Estaba muerto.
La noche no tenía estrellas y era profundamente oscura. Sin duda que, en la
sombra, algún inmenso ángel estaba en pie, desplegadas las alas, esperando el
am.
la

Edgar Allan Poe
Quien representa el más extraordinario espíritu romántico en la más alta dimensión, es Edgar Allan Poe. No como algunos afirman, el Romanticismo
decae, sino como otros plenamente convencidos de que, con este autor, el Romanticismo llega a su más alto grado.
Los Estados Unidos se formaron como resultado de su guerra de independencia, aunque realmente siguieron dependiendo de los países europeos. El
LIBRO

DE CONSULTA

257

algodón era el renglón más importante de su economía, lo producían los estados del sur, cimentados en la esclavitud de los negros. Con miras a extender
sus dominios, los esclavistas compran en 1803 la Louisiana. En 1818 los Estados Unidos, pretextando perseguir a los indios, invaden Florida y la compran a
España. En 1823 Monroe protege el colonialismo norteamericano del europeo
con su “doctrina”. En 1839 se posesionan de las propiedades rusas de Nicolás
I en California, donde estaban los yacimientos de oro. En 1845 conquistan
Texas y atacan México.
Dos años dura la guerra de rapiña, y roban 2 400 000 km2; más de la mitad
del territorio nacional. Invaden el país por Veracruz, destierran al gobierno
mexicano a Querétaro, ondean la bandera yanqui en Palacio Nacional y “pagan” 15 millones de pesos por Nuevo México, Arizona y California. En el siglo
X X invaden “políticamente” China y Japón y en su patria reprimen la tentativa
I
marxista de formar un partido. Viene la guerra de secesión de los esclavistas del
s rc n r l sa a a i d sd ln r e V n ee n r e L se c a o s nl b r d s
u ota o slrao e ot. ec l ot. o slvs o ieao,
pero no les dan tierras, y los fuerzan a trabajar en las mismas plantaciones con
sueldos miserables. Su situación no cambia.
A fines del siglo XIX Estados Unidos, entra a la etapa imperialista. Los
multimillonarios insolentes gobiernan el país. En agosto de 1945 dejan caer la
bomba atómica en Hiroshima, asesinando millares de ancianos, mujeres y niños. Todavía siguen muriendo por el efecto de las radiaciones; los niños nacen
deformes. Crimen únicamente comparable a la masacre e incineración de 10
millones de judíos por los soldados de Hitler.
Éstas son las condiciones sociales que, en parte, le toca vivir a Edgar Allan
Poe, nacido el 19 de enero de 1809 en Boston y muerto a los 40 años en 1849.
Huérfano de madre a los 3 años y abandonado por su padre, es amparado por
John Allan, negociante que le da su nombre y le proporciona estudios y una
e t n ab b i t c .
xes iloea
Por su carácter rebelde, Poe tiene el honor de ser expulsado de la Academia
Militar de West Point. Poe se enfrenta a una sociedad carente de verdaderos
valores, contraria a su espíritu creador y humanista. La literatura es considerada como pasatiempo y Poe únicamente sabe escribir. Desvalido frente a esa
vida languidece en una miseria mortal. Se casa con su prima Virginia de sólo 14
años y logra una unión fuerte que dura diez años, hasta que sobreviene la muerte de su esposa. El carácter de Poe es introvertido y misterioso. Dice y escribe
lo que piensa abiertamente. En una madrugada lo encuentran tirado sin conocimiento en una calle de los barrios “bajos” de marineros, cerca de los muelles de
258

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Baltimore. Poe muere en un hospital de congestión cerebral causada por el agotamiento y el frío. Antes de morir dirige a Sarah Whitman las siguientes líneas
que lo expresan mejor que todas las palabras que pudieran decirse del gran
escritor: “¿Y me preguntas por qué se me juzga tan mal, por qué tengo enemigos?… Baste decir que he tenido la audacia de conservarme pobre para guardar
mi independencia –que, sin embargo, desde cierto punto de vista he ‘triunfado’
en la profesión literaria–, que he sido un crítico escrupulosamente íntegro y en
ocasiones bastante duro —que en igual forma he atacado, cuando los he atacado, cuando los atacaba, a quienes ocupaban las más altas esferas del poder o del
prestigio—, y que lo mismo en mis escritos como en el trato social, nunca me
he prohibido expresar directa o indirectamente el absoluto desdén que me inspiran las pretensiones de la ignorancia, de la arrogancia y de la imbecilidad. Y
vos, que sabéis muy bien todo esto, ¿me preguntáis por qué tengo enemigos?”
Su obra cultiva el ensayo crítico, la poesía y la narrativa. Es el padre del
g n r d t c i e c ,d m s e i yd t r o ;s sr l t ss nf n á t c s p e o
éeo eetvso e itro e err u eao o atsio, lns
de ambientes de fondo científico, asesinatos, investigaciones y descubrimient s a a i i n sf m n n sf n a m l s a a t s m j r sl v d s h p o i ,t d
o, prcoe eeia atsae, mne, uee íia, inss oo
e l e l p o i i a d l l c r .P ee e p e u s rl t r r od l p i u a r a
lo n a rxmdd e a oua o s l rcro ieai e a sqití.
Sus principales obras son Las aventuras de Arturo Gordon Pyn (única novela),
C e t sg o e c sya a e c s H s o i se t a r i a i syE c e v .
uno rtso rbso, itra xrodnra l uro
Incluimos la más notable traducción de El cuervo, escrito como el mismo Poe
a e u a s g nt a u c ó ,d B u e a r ,“ e d s o i e h s as t r i a i n
sgr, eú rdcin e adlie dse u rgn at u emncó,
con el rigor de una operación matemática”. En El cuervo el poeta llora la muerte
de su amada “Leonora, de pronto irrumpe un cuervo. Primero le produce buen
humor, pero al preguntarle sobre su compañera muerta, y sobre lo más importante a la vida del hombre, el cuervo responde: Nevermore (estribillo sonoro,
palabra inventada por Poe). El poeta respira esa profunda atmósfera que lo
envuelve, se encoleriza, implora, se rebela, pero la respuesta a todo es la misma: Nunca más.
EL

CUERVO

Cierta vez que promediaba triste noche, yo evocaba,
f t g d ,e v e o l b o ,l sl y n a d o r e a .
aiao n ijs irs a eeds e ta dd
Ya cejaba, dormitando: cuando allá, con toque blando,
c nu r c i c e t ,d b l am p e t o l a a .
o n oe niro éi, i ura í lmr
“–A mi puerta un visitante –murmuré– siento llamar;
eso es todo, y nada más.”
LIBRO

DE CONSULTA

¡Ah, es fatal que lo remembre!, fue en un tétrico diciembre;
rojo espectro enviaba al suelo cada brasa del hogar.
Yo, leyendo, combatía mi mortal melancolía
por la virgen clara y única que ya en vano he de nombrar,
la que se oye “Leonora” por los ángeles nombrar,
¡ h p re l s n d m s
a, o lo, aa á!

Y al rumor, vago, afelpado, del purpúreo cortinado,
d f n á t c st r o e s n íe a m r b s r
e atsio errs et l la eoa.
Mas, mi angustia reprimiendo, conforteme repitiendo:
“–Es sin duda un visitante quien, llamando, busca entrar;
u t r í v s t n eq eam c a t b s ae t a ;
n ado iiat u i uro uc nrr
eso es todo, y nada más.”

Vuelto en mí, no más vacilo; y en voz alta, ya tranquilo:
“–Caballero –dije– o dama, mi retardo perdonad;
pero, de hecho, dormitaba, y a mi puerta se llamaba
con tan fino miramiento, noble y tímido a la par,
que aún dudaba si era un golpe.” Dije; abrí de par en par;
Sombras fuera, y nada más.
Largo tiempo, ante la sombra, duda el ánima, y se asombra,
y medita, y sueña sueños que jamás osó un mortal.
Todo calla, taciturno; todo abísmase, nocturno.
Pude allí quizás un nombre: “Leonora”, murmurar,
Y, en retorno, supo el eco: “Leonora” murmurar;
esto sólo, y nada más.
A mi cuarto volví luego. Mas el alma toda en fuego,
s n íu g l e y m sf e t ,b t rc a oe v n a a .
et n op, a á ure ai lr l etnl
“–De seguro, de seguro –dije– hay algo, allí en lo oscuro,
que ha tocado a mi persiana. Y el enigma aclare ya:
¡ o a ó ,q i t u i s a t !ye e i m a l r y :
Crzn ueo n ntne l nga cae a
Es el viento y nada más.”
D j f a c sl sb t e t s– ,b t e d a a c u i n e ,
eo rno o aine y aino ls rjets
entra un cuervo majestuoso de la sacra, antigua edad.
Ni aún de paso me saluda, ni detiénese, ni duda;
pero a un busto que en lo alto de mi puerta, fijo está,
sobre aquel busto de Palas que en mi puerta fijo está,
va y se posa, y nada más.

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260

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

F e t a a e c l ayn g a m t i t á i os a e r ,
rne l v, av er, i rse nm e lga
sonreído ante su porte, su decoro y gravedad.
“–¡No eres –dije– algún menguado. Cuervo antiguo que has
[dejado
l sr b r sd l n c e f n a m lys ñ r a !
a iea e a oh, atsa eoil
e p u ó i a r b r s ¿ u lt n m r s ñ r a ?
n ltncs iea, cá u obe eoil”
Dijo el cuervo: “–Nunca más.”
Me admiró, por cierto, mucho, que así hablara el avechucho.
No era aguda la respuesta, ni el sentido muy cabal;
pero en fin, pensar es llano que jamás viviente humano
v o p rg a i ,ab s i op j r ,q i t a l e e c b z l
i, o rca eta áao ueo lá n l aea
de su puerta, sobre un busto que adornara el cabezal.
con tal nombre: Nunca más.
Pero, inmóvil sobre el busto venerable, el cuervo adusto
supo sólo en esa frase, su alma oscura derramar.
Y no dijo más, en suma, ni movió una sola pluma.
Y yo, al fin: “–Cual muchos otros, tú también me dejarás.
Perdí amigos y esperanzas: tú también me dejarás.”
Dijo el cuervo: “–Nunca más.”
Conturbado al oír esta cabalísima respuesta:
“–Aprendió –pensé– las sílabas que repite sin cesar,
de algún amo miserable que el desastre inexorable
p r i u óy t n o t n o q ep rt e of n r l
esgi a at, at, u o rn uea,
p rr s o s as se s e o ,s e t i i l f n r l
o epno u nuñs u srblo uea,
era: “–Nunca, nunca más.”
Y, del cuervo reverendo, mi tristeza aún sonriendo,
ante puerta y busto y pájaro rodé luego mi sitial,
y al amor del terciopelo, fue enlazando mi desvelo
mil ficciones indagando qué buscaba, inmemorial,
aquel flaco, torpe, lúgubre, rancio y cuervo inmemorial,
con su eterno “nunca más”.
Mucho ahora, esto inquiría; mudo ante él, porque sentía
que hasta lo íntimo del pecho me abrasaba su mirar;
esto y más fui meditando, reposándome en lo blando
del cojín violeta oscuro que ya nunca oprimirás,
LIBRO

DE CONSULTA

el cojín –junto a mi lámpara– que ya nunca oprimirás,
oh Leonora: nunca más.
Y ensoñé que en el ambiente columpiaban dulcemente,
e i a i si v s b e ,i c n a i i m t r a .
msro niils nesro naeil
Y exclamé: “–¡Triste alma mía: por sus ángeles te envía
el Señor, tregua –y nepente con que al fin olvidarás!
¡Bebe, oh, bebe ese nepente, y a Leonora olvidarás!”
Dijo el cuervo: “–Nunca más.”
“–¡Ya te enviará aquí el maldito, ya, indomable aunque
[proscrito–,
oh profeta o ave o diablo –dije–, Espíritu del mal–
a este páramo embrujado y a este hogar de horror colmado
te empujará la tormenta: dime, oh, dime con verdad:
En Galaad, ¿existe un bálsamo? ¡Dime! ¡Imploro la verdad!”
Dijo el cuervo: “–Nunca más.”
–“Por el cielo que miramos, por el Dios en que adoramos,
oh profeta, ave o demonio –dije–, –espíritu del mal:
Di si esta alma dolorida podrá nunca, en otra vida,
abrazar a la áurea virgen que aquí en vano ha de nombrar!
¡La que se oye “Leonora” por los ángeles nombrar!”
Dijo el cuervo: “–Nunca más.”
“–¡Partirás, pues has mentido, o ave o diablo!”, clamé, erguido.
“¡Ve a tu noche plutoniana! ¡Goza allá la tempestad!
¡Ni una pluma aquí, sombría, me recuerde tu falsía!
¡Abandona ya este busto! ¡Deja en paz mi soledad!
¡Quita el pico de mi pecho! ¡Deja mi alma en soledad!”
Dijo el cuervo: “–Nunca más”.
Ya ne c e v ,i m v l c l a q i t s h l a m d s h l a
ú l uro nói, al: ueo e al, uo e al
e t b s o o P l sp l d q ee m p e t f j e t s
n u ut, h aa áia u n i ura ia sá;
y en sus ojos, torvo abismo, sueña, sueña el diablo mismo,
y mi lumbre arroja al suelo su ancha sombra pertinaz,
y mi alma, de esa sombra que allí tiembla pertinaz,
no ha de alzarse, ¡nunca más!

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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

REALISMO
Si los románticos se preocuparon por el hombre y sus sentimientos, otra corriente superó esta preocupación. Lo más importante no fue el sueño, la evocación, el amor sublimado. Frente al sueño: la realidad. Para el Realismo algo más
importante que los meros sueños es la realidad humana. Esta importante escuela se nutre con la vida del hombre. Los héroes ya no son los príncipes, las damas
y las cortes, los paladines, los protectores del pueblo, sino el pueblo mismo. Y
cuando el pueblo es el personaje principal de una obra literaria, esta obra es
inmortal. Los galanes fervientes y los palacios, son sustituidos por los hombres
que transitan las calles que comen, que aman, que toman su lugar diariamente.
Los verdaderos héroes no son seres extraordinarios y poderosos, sino los que
saben luchar en su delimitación humana por los suyos. En vez de los grandes señores, son los trabajadores de las fábricas, los campesinos y los aldeanos
quienes protagonizan las obras del Realismo. El problema social reacciona contra las complicaciones idealísticas. El hombre es la raíz de la tierra, el movim e t d lu i e s .E e t l l t r r oy n e l b l e ad l p l b a s n l
ino e nvro l sio ieai a o s a elz e a aar, io o
espontáneo, lo cierto y el habla más apegada a los cuadros simples y dramáticos
d l g n ed lp e l .Q i nb s u e l so r sd a t s l e p a e e t t c ,
e a et e ubo ue uqe n a ba e re óo l lcr séio
es seguro que no comprenderá el Realismo. La literatura realista está formada
por los rostros de mucha gente y con el sentido del pueblo y de la patria. Es
cierto que a veces lo narrado es duro, injusto y hasta cruel, pero es que también
la realidad es dura, injusta y cruel. El Realismo no transforma para agradar;
sino denuncia para transformar. En el Realismo se encuentra la vena más vigorosa y verdadera de la poesía.
El Realismo se arraiga en todas las literaturas cuando los pueblos mayormente oprimidos se expresan a través de los autores que los sienten y los
comprenden. Es la voz, la imagen y la manifestación popular, frente a estas
circunstancias. El Realismo surge con mayor fuerza en la segunda mitad del
siglo XIX en Francia y Rusia. El pueblo ruso bárbaramente explotado, terriblemente oprimido por la tiranía de los zares, participa en la literatura como
presagio certero de su liberación. La novela realista se inspira principalmente
en acontecimientos históricos y en problemas sociales. El Realismo irrumpe
después de la invasión napoleónica de 1812 y antes de la revolución proletaria
soviética de 1917. La unión popular rusa vence a la tiranía de Napoleón. El
ejército francés es derrotado por el patriotismo ruso y por el crudo invierno.
Antes es preciso incendiar las aldeas que dejarlas caer en manos de los merce-
LIBRO

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DE CONSULTA

narios y los déspotas. La primera Guerra Mundial es iniciada en 1914, como
único recurso de las grandes potencias imperialistas para dividirse el mundo.
Este hecho y la Revolución Soviética de 1917, ocasionan la unificación y la
libertad definitiva de ese pueblo sojuzgado. Así, el Realismo ruso se divide en
antes y después de la Revolución soviética. Después de este grandioso hecho
histórico se conoce como Realismo socialista.
Autores importantes de la época son: Nikolai Gogol (1809- 1852): Almas
M e t s T r s B l a. L ó T l t i ( 8 8 1 1 ) L g e r y l p z A n K r n n .
ura, aa ub en oso 12-90: a ura a a, na aeia
F d rD s o e s i( 8 1 1 8 )P b e g n e , L sn c e b a c s,C i e yc s i o,
eo otivk 12-81 ors ets a ohs lna rmn atg
El idiota, Demonios, Los hermanos Karamazov. Antón Chéjov (1860-1904): La gav o a E t oV n a C e t s
it, l í ai, uno.
El escritor fundamental del Realismo socialista es Máximo Gorki (1869-1936):
L mde Nrains M ifni.
a ar, arcoe, i naca

F d rD s o e s i
eo otivk
Fedor Dostoievski, el más grande de los realistas rusos de la primera etapa,
nació e1 30 de noviembre de 1821 en Moscú. Su madre murió cuando él tenía
16 años. Dos años después su autócrata padre es asesinado. En plena juventud
Dostoievski se une a los revolucionarios en 1849 y declaran: “Hemos condenado a muerte a la sociedad actual. Hora es ya de ejecutar el veredicto.” Veinte de
los activistas más sobresalientes son detenidos, entre ellos Dostoievski. Los
sentencian a muerte. A Dostoievski le ofrecen perdonarle la vida si traiciona a
sus compañeros, él la rechaza. A 20 pasos del paredón y frente a las fosas recién
cavadas, Dostoievski imagina cómo será eso: la muerte. “Si viviera, haría de
cada momento un siglo, no dejaría perder nada…”, (dice en su diario). La ejecución va a efectuarse. Les vendan los ojos. A la voz de: ¡fuego!, los soldados no
disparan. Les han perdonado la vida. Les colocan cadenas de forzado y lo sentencian a la prisión de Omsk en Siberia. Presos políticos en un país de tiranía.
Dostoievski en su cautiverio, es amenazado, explotado, golpeado, flagelado por
el látigo. Expone la vida para salvar a otros compañeros; en castigo casi lo
matan a consecuencia de los azotes. Enfermo y débil lo apodan “el cadáver”.
D e t é o ad s v d e l n v l M m r a d l c s m e t oE s p l r d l s
e sa pc e u ia s a oea eois e a aa ura l euco e o
vivos (Zapiskiyzt Bertvavo Doma). Dostoievski se convierte en el hombre más
humano. En un hombre verdadero. Su obra revolucionaria, ideológica y
estilísticamente, da testimonio de ello. No solamente es el más grande de los
escritores rusos, sino el iniciador junto con Gorki, de la gran novela actual.
264

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Dostoievski tiene una muerte consciente. Le dice a su mujer: “Hoy he de morir,
Anna”, y subraya en su Biblia la siguiente línea: “Dejo ahora, porque así nos
conviene cumplir toda justicia”. Muere el 28 de enero de 1881. Unas semanas
m st r ea e i a a t r n c z rA e a d oI .
á ad ssnn l iáio a ljnr I

Los hermanos Karamazov
Esta obra es terminada en 1879. Los hermanos Karamazov es la historia de una
familia rusa del siglo XIX. Fiodor Pávlovich Karamazov se casa con una mujer
adinerada, y la unión de sus fortunas lo hace un rico terrateniente ruso. De este
matrimonio nace Dmitrii (Mitia). La mujer muere y Fiodor vuelve a casarse con
una bella y abnegada mujer. Del segundo matrimonio tiene dos hijos: Iván y
Aléksieyi (Alíoscha). También enviuda. Fiodor Karamazov es un hombre brutal, vulgar, vicioso y desordenado. Producto de un abuso a una miserable mujer
tiene un hijo bastardo, epiléptico e idiota a quien apoda Smerdiákov (el hediondo). La familia está formada por el padre y sus cuatro hijos, de los cuales sólo
Smerdiákov vive con el padre. Al comenzar la novela, Alíoscha se encuentra
recluido en un monasterio, es místico y espera ser sacerdote. Iván se encuentra
en San Petersburgo; es el culto, el intelectual. Mitia vive en la misma ciudad de
su padre. Es alegre y desordenado; si no fuera por su gran nobleza, podría decirse que lleva la vida de su padre. Pero esta nobleza lo hace ver las cosas positivas aunque sus actos sean desenfrenados. Smerdiákov hace las veces de sirviente
en la casa de su padre. Los cuatro hijos difieren de su padre, cada uno de acuerdo con su forma de ser. Mitia es explotado, pues el dinero que le ha dejado su
madre lo gasta Fiodor Karamazov en sus juergas llenas de vino, prostitutas,
bailes y música, cada noche en su casa. Mitia debe grandes cantidades de dinero
a su padre, quien no obstante no tener derecho al dinero de su hijo, lo obliga a
firmar pagarés. Con frecuencia discuten acaloradamente Mitia y su padre. Varias veces se reúnen con el pretexto de que Alíoscha tiene permiso de su superior el padre Zósima para visitar a su padre. Los caracteres se contraponen y las
discusiones se hacen cada vez más tensas.
Dostoievski, en boca de sus personajes, expone, discute y concreta la vida y
la realidad de acuerdo a cada uno de sus antagónicos personajes. Dmitrii tiene
una novia aristócrata y egoísta de nombre Katerina Ivánovna (Katka). En una
ocasión Iván expone sus conceptos científicos sobre algunos puntos. Uno de
LIBRO

DE CONSULTA

265

ellos es el crimen. Demuestra argumentando, cómo es posible realizar un crimen, la fundamentación que éste tiene, la razón de que exista el mismo, y la
validez de llevarlo a cabo. Todos externan su opinión. En otra ocasión, por
causa de dinero, Mitia discute fuertemente con su padre y abandona la reunión.
La situación se hace tirante. Katka ofrece y presta el dinero a Mitia para que
recupere los pagarés que tiene su padre. Mitia los exige a Fiodor Karamazov,
pero éste dice que los tiene una joven que corteja, de nombre Grúschenka,
quien es frívola y voluble, de no muy buena reputación y que no amaba a nadie.
Mitia busca a Grúschenka y logra encontrarla, pero la identificación en la forma
de ser de ambos los obliga a enamorarse. La rivalidad entre Mitia y su padre por
la misma mujer hace aún más difícil la situación.
Cierta noche, y en presencia de los otros hermanos, la discusión entre Mitia
y su padre se sobrepasa. Dmitrii prende a su padre por las solapas y le grita que
lo matará. Una mañana aparece Fiodor asesinado con la cabeza abierta a golpes
y lleno de sangre. Se acusa inmediatamente a Mitia, a quien se le procesa por
parricidio. Sus hermanos atestiguan las amenazas de Mitia y comienzan a perderlo. Grúschenka declara públicamente que ama a Mitia. Esto despecha a
Katerina, quien falsea su declaración diciendo que Dmitrii intentaba robar a su
padre y aceptando creer que éste lo ha asesinado. Alíoscha va a rezar, pues
tiene la certeza de que su hermano no es un asesino. Iván regresa a la casa de su
padre, pensativo y preocupado. Se reclina en una mesa y mira aparecer a
Smerdiákov con la bata de su padre, bebiendo su vino, fumando sus cigarros y
con una mirada de protección lasciva hacia él. Smerdiákov lo felicita por el crimen que ha cometido y brinda por él.
Al principio Iván cree que Smerdiákov ha perdido la razón. Pero cuando éste
empieza a decirle cómo lo mató, Iván se queda horrorizado. “Yo únicamente
interpreté tu pensamiento, he sido un instrumento”, le dice el idiota. Iván se
levanta aterrorizado, lo insulta y dice que él jamás pensó matar a su padre.
Smerdiákov le devuelve los insultos sentenciando que Iván no es consecuente
con sus ideas y que lo ha defraudado. Iván huye para dar rápidamente aviso del
acontecimiento.
Varios policías llegan para arrestar a Smerdiákov, pero éste se ha suicidado
ahorcándose. Iván golpea el cadáver que, como péndulo, se balancea
horrorosamente amoratado. Dmitrii es condenado a 20 años de trabajos forzados. La policía rusa es corrupta y acepta dinero de los otros hermanos. Cuando
Dmitrii es deportado a Siberia, otro carruaje los intercepta y es puesto en libra.
etd
266

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Los problemas que Dostoievski plantea en la novela son esencialmente humanos,
son problemas de conciencia. Un hombre es autor material del crimen que todos los
demás hubieran deseado cometer. Sin embargo, lo lleva a cabo el más estrecho de
ideas, el más torpe: el hediondo. Fiodor Karamazov es el padre vicioso a quien no le
importa ni la educación ni el destino de sus hijos; representa los bajos instintos,
la escoria del grupo más corrupto de la colectividad. Dmitrii es el hombre impetuoso e impulsivo, pero abierto y generoso “como la víctima antigua de cuya sangre
vivían todos”. “Es como Rusia”, dice Dostoievski hablando de Dmitrii. Su embriaguez es como la embriaguez de la vida, en donde todo el mal y todo el bien pueden
conjugarse. Es sensual y desordenado, pero sabe el valor de un hombre. Iván es el
hombre ambicioso en sus ideas, que intenta conocer y experimentar todo, pero a
quien su propio egoísmo le niega no sólo todo ello sino también las afecciones y el
comprender a los demás. Alíoscha es el hombre bondadoso, inspirado en el más
puro misticismo, pero sin el más elemental sentido de la realidad y, sobre todo,
carente de la fuerza y la energía suficientes para enfrentarse a la vida y resolver
cualquier conflicto. Smerdiákov es el producto de la humillación, el hombre hecho de
servilismo, maldad, astucia y cobardía. Grúschenka es la mujer indolente que no
mide ni le interesa lo que sus actos puedan ocasionar. Mezcla el placer y el interés,
pero cuando es penetrada por el sentido del amor, se abraza a él, y a él dirige su
destino. Katerina es la aristócrata que hipócritamente obra bajo una aparente dignidad, pero que realmente es movida por sus prejuicios, su falso orgullo y su pobrez d eprt.
a e síiu

A continuación, el diálogo o confesión que hace Dmitrii a Alíoscha, en el
que le dice cómo es. Su hermano religioso se identifica plenamente con él.
Alíoscha resolvió aguardar. Comprendía que, efectivamente, puede que todo su
q e a e e t v e ea o aa l .M t au i s a t s q e óp n a i o h n a o l sc uhcr suis hr lí ii n ntne e ud estv, icds o o
dos en la mesa y apoyada la frente en las palmas de las manos. Ambos callaban.
—Alíoscha —dijo Mitia—, tú eres el único que no se burla. Yo habría querido
empezar… mi confesión… con el himno a la alegría, de Schiller: ¡An die Freude! Pero
no sé alemán, no sé más que eso de ¡An die Freude! No pienses que estoy borracho. El
coñac es el coñac, aunque yo necesito dos botellas para embriagarme…
YS l n e c r r o o
ieo l airj,
e s v c l n ea n .
n u aiat so
Pero yo no he bebido la cuarta parte de una botella ni soy tampoco Sileno. No
soy Sileno; pero soy fuerte, porque acabo de tomar una determinación definitiva.
Perdóname el retruécano, pues hoy debes perdonarme muchas cosas, no ya un
retruécano. No te apures, que no desvarío: hablo congruentemente, y en seguida iré
al grano. No me voy a sacar a un judío del alma. Espera: ¿cómo es eso?…
LIBRO

267

DE CONSULTA

Tímido, desnudo y salvaje, se ocultaba
e t o l d t e s sc v r a ,
l rgoia n u aens
por los campos erraba el nómada
ya o a a d j b l st e r s
slds eaa a ira…
… … … … … … … … … … … … … … …
Sollozos brotaron de pronto del pecho de Mitia. Cogió a Alíoscha de un brazo.
—¡Amigo, amigo, en humillación, en humillación también ahora! Terriblemente
mucho ha tenido que sufrir el hombre en la Tierra, terriblemente excesiva es su
desgracia. No pienses que soy un necio vestido de uniforme de oficial, que bebe
coñac y se juerguea. Yo, hermano, casi sólo en esto pienso: en ese hombre humillado,
si es que no miento. ¡Ojalá, y Dios me diera no mentir ahora ni pavonearme! Pienso
en ese hombre, porque yo soy otro hombre igual.

De la abyección de su alma
podrá levantarse el hombre,
c nl v e am d et e r ,
o a ij ar ira
como tierna alianza forme.
Pero he aquí de lo que se trata: ¿cómo puedo yo formar con la tierra eterna
alianza? Yo, no beso la tierra, no le desgarro el seno, ¿voy a convertirme yo en
labriego o en pastor? Voy y no sé: ¿he ido a parar a la vergüenza y al oprobio o a la
luz y a la alegría? ¡Porque en todas partes está la desdicha, porque todo el mundo es
un enigma! Y cuando a mí me ha sucedido encenagarme en la más honda, en la más
profunda ignominia de la corrupción (y a mí sólo eso me ha ocurrido), siempre me
he puesto a releer esos versos de Ceres y el hombre. ¿Qué si me corrigieron? ¡Nunca! Porque yo soy un Karamazov. Porque si me despeño en el abismo, ha de ser
derechamente, de cabeza y los pies para arriba, y hasta contento de caer en tan
humillante postura y teniéndolo a gala. Y he aquí que, en medio de esta ignominia, de
pronto salgo entonando un himno. Bueno que sea yo un maldito, un ruin y un villano,
pero también sé besar la orla de ese manto en que se envuelve mi Dios; yo iré al
mismo tiempo a la zaga del diablo, pero, a pesar de todo, yo soy tu hijo, Señor, y te
a o ys e t a e r a s nl q ee m n on p d í s b i t rys r
m, ino lgí, i a u l ud o ora ussi e.
El alma por Dios creada
bb l een aera
ee a tra lgí;
… … … … … … … … … … … … …
268

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

¡Pero basta de versos! He derramado lágrimas, y tú, déjame llorar. Será una sandez, de la que todos se burlan, pero no te rías. Porque a ti también te arden los ojos,
te arden. ¡Basta de versos! Quiero decirte ahora algo de los insectos, de esos a los
c a e d oD o l s n u l d d
uls i is a esaia.
A isco l ljra
l net… a uui.
Yo, hermanito, soy ese mismo insecto, y por mí he dicho eso especialmente. Y
todos nosotros, los Karamazov, somos así, y también dentro de ti, que eres un ángel,
v v e i s c oye t s n r s e g n r nt m e t d s L b l e a . e u at e e d
ie l net n u age e neda epsae. a elz.. s n rmna
y espantable cosa. Tremenda, porque es infinita y no se la puede definir, ya que Dios
no nos ha propuesto sino enigmas. Ahí las orillas se juntan, ahí todas las antítesis
viven revueltas. Yo, hermanito, soy muy inculto; pero en esto he pensado mucho.
Tremendamente hay muchos misterios. Demasiados enigmas surgen en la Tierra del
h m r .A i i a s s b s ys le j t d la u .¡ ab l e a P re o n p e os f i
obe dvn, i ae, a nuo e ga L elz! o s, o ud urr
que algunos hombres, hasta de corazón superior y de gran talento, empiecen por el
ideal de la Madona y terminen por el ideal de Sodoma. Todavía es más tremendo
aquél, que ya con el ideal de Sodoma en el alma, no reniega también del ideal de la
Madona y su corazón arde por él y de veras, de veras arde, igual que en la niñez, en
los años inmaculados. No; amplio es el hombre, hasta demasiado amplio; yo lo
habría hecho más angosto. El diablo sabe lo que en el fondo es. Lo que a la inteligencia parece ignominia, al corazón se le antoja belleza. En Sodoma, ¿hay belleza? Creo
que también en Sodoma la hay para la inmensa mayoría de la gente… ¿Conocías tú
o no ese secreto? Pavoroso es eso de que la belleza no sólo sea terrible, sino también
algo misterioso. Ahí el diablo lucha con Dios, y el campo de batalla es… el corazón
del hombre. Aunque, por lo demás, aquél a quien le duele es que de ello habla.
Ahora, al grano; oye.
—Yo allí me entregué al desenfreno. Antes decía mi padre que yo, con algunos
miles de rublos, pagaba la seducción de las jóvenes. Esa es una puerca calumnia, y
jamás hubo tal cosa, y en lo que hubo no era menester para eso dinero. Tenía dinero…, lo secundario, fuera del alma, el escenario. Hoy, una dama mía; mañana, una
c i ad la r y .Yc nl u ayl o r ,t nc n e t ,g s ée d n r am n sl e a ,
hc e roo o a n a ta a otno at l ieo ao lns
en música, en fiestas, en gitanos. Cuando hacía falta, también a ellas se lo daba,
porque lo toman, lo toman con ansia, preciso es confesarlo, y contentas y agradecidas. Me amaron señoritas, no todas, aunque las hubo que sí; pero yo siempre amé las
c l e u l s l ss l n i s syo c r sc l e u l s p rd t á d l sp a a ;a l s d l
aljea, a iecoa sua aljea, o ers e a lzs lí e a a
a e t r ,a l l i e p r d ,a l l p r ae e f n o Y ,h r a i o a e ó i a e t
vnua lí o nseao lí a el n l ag. o emnt, lgrcmne
h b o A u ,e e p e l ,n e i t nv r a e a c l e a ,a nc a d s l sh ym r al. qí n l ubo o xse eddrs aljs u uno í a a oa
les. Mas si tú fueses como yo, comprenderías lo que esto quiere decir. Me gustaba la
corrupción, y me gustaba también el bochorno de la corrupción. Me gustaba
la crueldad. ¿Es que no soy una chinche, un insecto dañino? Dicho está…, Karamazov.
U av zu p c n c d t d e p e l ;f e o a l d s e e t o k s e l o c r d d e
n e n i-ik e oo l ubo urn lá e it ria; n a suia, n
LIBRO

269

DE CONSULTA

i v e n ,e e t i e ,m p s aa r t r el m n au av c n t yl o l g éab s r e
niro n l rno e ue peal a ao n eiia a biu eas
conmigo a aquella señorita, hija de un funcionario, pobre, simpática, mansa, dócil.
Me permitió, mucho me permitió en la oscuridad. Pensaba, la pobrecilla, que yo al
otro día iba a ir a su casa a pedirla (porque a mí, principalmente, me querían para
marido); pero yo, luego de eso, no volví a dirigirle la palabra, ni media palabra, en
cinco meses. Veía yo cómo me seguían desde un pico de la sala, cuando bailaba (aquí
no se hace más que bailar), ¡sus ojos!, veía cómo ardían en un fuego…, en un fuego
de íntima indignación. Entretenía ese fuego sólo a mi sensualidad de insecto, que yo
en mi corazón alimentaba. A los cinco meses casó con un funcionario y se
fue enojada, puede que queriendo todavía. Ahora son felices en su matrimonio.
Fíjate en que yo no se lo conté a nadie, no me vanaglorié; aunque soy ruin en mis
deseos y la ruindad me gusta, no carezco de honor. Te pones colorado, te echan
fuego los ojos. Basta, para ti, de este fango. Y todo esto aún no son más que flore, uqe l re uao a rcó a e earló n l la
c l a pauldecoquescas a n u e c u l g s n y c e i , y s d s r o l e e a m .
ils
Aquí, hermanito, todo un álbum de recuerdos. ¡Que Dios os dé salud, simpática! Yo,
al romper, no gustaba de reñir. Y jamás vendía a ninguna, jamás de ninguna me
ufanaba. Pero ¡basta! ¿Te figuras que yo sólo te llamé para estas porquerías? No, yo
voy a contarte algo más curioso; pero no te asombres de que no me dé vergüenza
d t ,yh s ap r c q es e t a e r a
e i at aee u ino lgí.
—Eso lo dices porque me puse colorado –observó Alíoscha de pronto–. Yo
no me ruboricé por lo que dijiste ni por tus cosas, sino porque yo soy exactamente
i u lat .
ga i

Máximo Gorki
La lucha contra el medio social, desesperada, implícita en la época y captada en
todas las obras de Dostoievski va cobrando forma. Y su forma es de organización. Y la organización propicia las acciones. Y las acciones cambian las condic o e s c a e .A o g n z r ee p e l r s ,g i d p rs sv r a e o l d r s
ins oils l raias l ubo uo uao o u eddrs íee,
la lucha popular toma el perfil de revolución. Las condiciones infrahumanas en
que viven los millones de habitantes rusos, la ostentación y el poderío desmedidos de los zares, su impopularidad y la ambición irrefrenable de los funcionarios alrededor del poder, contrastando con el hambre y la miseria del campo y la
ciudad dividen y cambian la historia de Rusia. (Y no sólo de este pueblo. Muchos otros pueblos se liberaron también aprovechando las condiciones sociales
de la revolución soviética: Yugoslavia, Ucrania, Polonia, etc.) A Máximo Gorki
(1868-1936), le toca dar testimonio literario de esta epopeya gloriosa de la humanidad. Los años comprendidos entre su nacimiento y su muerte son años
decisivos para Rusia y para el mundo. A lo largo de sus 67 años de vida, el
270

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

mundo antiguo entra en decadencia, la humanidad tiene otro amanecer y aparece la nueva generación, la primera de un hombre diferente.
Gorki trabaja los géneros que le permiten estar más cerca de su pueblo. Esc i eo r st a r l sc m l sV r n a t s L sh j sd ls lyL sb r a o ,e l s
rb ba etae oo o eaene, o io e o o ábrs n a
que los héroes son luchadores verdaderos. El idealismo valeroso de sus personajes se une a la certera e implacable crítica de las costumbres burguesas y de
los aristócratas. Sus novelas Pequeños burgueses Bajos fondos, Enemigos y El
,
esbozo de V. I. Lenin son de lo más representativo de su producción en prosa.
Pero indudablemente es su novela: La madre la que mayormente penetra al
e p r t d l s p e l s D s e s p i e a o r , Narraciones s s p i c p l s p r
síiu e o ubo. ed u rmr ba
, u rniae es n j sf e o l sd s e e a o ,“ n í e i d l a e t c ó b r u s ” L l n a
oae urn o ehrdds attss e a fcain ugea. a íe
del escritor estaba definida. Cuando Gorki tiene 36 años Rusia está en el primer
periodo de su revolución (1905-1907). Al cumplir los 48 años, las luchas del
proletariado logran la victoria revolucionaria. Triunfa la primera revolución
popular del mundo. Toda la obra de Gorki se escribe con el lenguaje de la aut n i ah s o i d l sp e l s
étc itra e o ubo.

La madre
Lenin hace el juicio más certero de La madre: “Es un libro necesario, muchos
obreros participaban en el movimiento revolucionario de modo no consciente,
espontáneo, y ahora el leer La madre les reportará gran provecho.” La madre sólo
es publicada en Rusia hasta el triunfo de la Revolución; pues antes apareció
mutilada, además de entablarse contra Gorki acción judicial. Ya para 1908, 14
países habían traducido y editado la obra. Gorki estuvo infinidad de veces en
p i i np rc n i e a e g b e n d l t r n a“ e i r s ”s t a a ol t r r o
rsó o osdrr l oiro e a iaí plgoo u rbj ieai.
En Kiev, Rostov, Don, Saratov, Odesa, y en muchas otras ciudades, las representaciones de sus obras se convertían en mítines que invariablemente exigían
l lbra d Gri
a ietd e ok.
La madre no es únicamente una descripción de la lucha revolucionaria, sino
la narración del proceso de esa lucha, y la depuración y transformación interior
que se da en el hombre, en las masas, haciéndolo nacer (conscientemente) por
segunda vez. Es el testimonio de la lucha de un pueblo en representación de
todos los pueblos contra las fuerzas que oprimen al hombre hasta lograr su
liberación. Esta obra ejemplar despierta y fija los tres más elevados sentimient s h m n s l m t r i a , l f a e n d d y l l c a P r e l , e c r c e d La
o uao: a aendd a rtria a uh. o lo l aátr e
LIBRO

DE CONSULTA

271

madre es universal, puesto que va dirigida y representa a toda la humanidad. La
idea principal es la concepción del socialismo que funda los principios de un
nuevo régimen social justo. Llegar al triunfo –aunque la novela no llega hasta
este tiempo, pero lo hace sentir–, implica no sólo ese segundo nacimiento, sino
accionar derrotando el sentido del miedo. La madre conscientemente revolucionaria por la actitud de su hijo, le pregunta en un pasaje, refiriéndose a los
gendarmes y a las cárceles: “¿que desgarren el cuerpo, que rompan los huesos?
Cuando pienso en esto, Pável, querido mío, ¡me da horror!” Y él responde:
“Rompen el alma… Eso duele más, el que desgarren el alma con manos sucias.” Pero también la madre logra sobreponerse, porque hay algo más importante que todos los estados de ánimo y es la lucha por la libertad. Cuando se ve
perdida y el temor la invade, se recrimina a sí misma: “¡No cubras de vergüenza
a tu hijo! ¡Nadie tiene miedo!”
La madre tradicional no ha podido o no ha querido comprender el sentido
l b r a i d s sh j s N l v ae l p i e am d ee t d l l t r t r u i e ietro e u io. íon s a rmr ar n oa a ieaua nvr
sal que no sólo comprende, sino participa y lucha del lado de su hijo, como
ejemplo para las madres de todas las épocas. Pável exclama con certeza de la
realización: “Cuándo un hombre puede llamar a su propia madre también madre en espíritu… ¡Es una dicha rara!” Ese sentido colectivo del amor, la solidaridad por todos, obliga también a diferenciar el hermano del enemigo. “La vida
está construida con tan diabólico arte que, sin saber odiar, no es posible amar
sinceramente”, dice Gorki, y este mismo concepto coincide 60 años más tarde
en el pensamiento del guerrillero heroico: “Hay que odiar con amor revolucionario.” El doctor Boris Bialik apunta: “Máximo Gorki contrapuso a la falsa
razón la verdadera, la revolucionaria, que afirma la necesidad de derribar el
v e or g m ns c a ,i c u op rl v o e c a s n q e a ao r r m d o ys e
ij éie oil nls o a ilni, i o udb to eei, i l
enemigo obliga a ello, de un modo implacable. El hombre, en su desarrollo,
pasa de la protesta espontánea a la lucha consciente. Gorki considera la violencia revolucionaria, como algo forzoso y temporal, preciso solamente para la
creación de un mundo nuevo, en el que será innecesaria e imposible toda
suerte de violencia. La Revolución Socialista trae consigo la destrucción del
mundo que ha impuesto al alma del hombre la tortura del desdoblamiento y la
desmembración. La esencia de esa Revolución es el amor al ser humano. Si al
humanismo se le separa de la Revolución, deja de ser verdadero humanismo,
y si a la Revolución se la separa del humanismo, deja de ser verdadera Revolución.” Ninguna novela ha tenido un número tan alto de lectores. En Alemania la obra fue difundida en los periódicos en millares de ejemplares. Más
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TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

t r ee o r sp í e ,h s aq el e óac n e t r ee e l b op e i e t d l s
ad n to ass at u lg ovris n l ir rdlco e o
proletarios del mundo. Pero la gran importancia de La madre es la influencia
que con fuerza decisiva tuvo, tiene y tendrá en los destinos de millares de
hombres.
Máximo Gorki señala y establece con su propia obra la verdadera finalidad
X
de la literatura del siglo X : hablar la palabra del pueblo y devolvérsela en la
forma de toma de conciencia.
La trama de La madre es la siguiente: Pável es un niño cuyo padre robusto y
pendenciero es obrero. Éste golpea constantemente a la madre, Nílovna. Cuando Pável tiene 14 años su padre trata de golpearlo, pero Pável se defiende amenazadoramente empuñando un martillo. El padre arguye que en adelante no dará
para comer, que lo haga Pável. Un año después muere. Un día Pável regresa
ebrio y golpea la mesa para pedir a su madre que le sirva de cenar. Ésta se
acerca mirándolo tristemente, le besa la frente y le pide que nunca beba más.
“Tu padre ya bebió suficiente por los dos”, le dice. Pável no vuelve a hacerlo.
Después, se vuelve serio y reservado; siempre trae libros que lee hasta altas
horas de la noche. Aunque Nílovna “había olvidado como leer”, le pregunta
qué contienen esos libros. Pável responde: “son libros prohibidos”.
A instancias de Nílovna, Pável le explica su ideología y le descubre todo lo
que ella había sufrido y por qué. Nílovna entristece. Después Pável tiene compañeros que leen y estudian con él. Nílovna tiene miedo de esos seres extraños.
Llega el primer día en que Pável lleva a casa a sus compañeros, todos obreros,
y una maestra, Natasha Vasílievna, Nílovna pierde el miedo al ver sus caras
inocentes y llenas de fe en una nueva vida. Andrei, “el pequeño ruso”, muchacho alto, delgado y alegre, llama su atención. Un hermoso personaje que se
destaca es Sachenka, heroica y decidida joven que más adelante se convertirá
en el símbolo del amor nuevo: mujer, compañera y combatiente. Las reuniones
se hacen frecuentes y se interrumpen hasta que un soplón de la fábrica los
d n n i .L sp l c a r g s r nl c s s ne c n r rn d ys c e t a av r o
euca o oiís eita a aa i nota aa eusrn ais
compañeros. Pável redacta volantes revolucionarios y los lleva a la fábrica. Él
también es detenido.
Los militantes de la ciudad se ponen en contacto con la madre, quien continúa la tarea de su hijo. Nílovna pide trabajo a una señora que lleva comida a la
f b i a b r al v g l n i ye e m m n od v n e l sc m s i l s d s r b árc, ul a iiaca n l oet e edr o oetbe, itiu
ye secretamente los volantes. Andrei sale de la cárcel y se va a vivir con la
madre. Andrei le enseña otra vez las letras para que Nílovna pueda leer. Pável
sale de la cárcel por falta de pruebas, y con los demás organiza una manifesta-
LIBRO

DE CONSULTA

273

ción y un día de huelga para el primero de mayo. A la hora señalada los obreros
se reúnen y cantan un himno. Pável marcha a la cabeza de la manifestación con
una bandera roja, pero los soldados cierran el paso y reprimen a los manifestantes, quienes, atemorizados, se desbandan. Pável y los demás activistas se mantienen firmes, pero los soldados les rodean y los hacen prisioneros. Otro
compañero, Nikolái Ivánovich, lleva a Nílovna a la ciudad a vivir con él. Ella
e t b e ec n a t c nl sc m e i o yl sl e av l n e ,d a i syl b o yl s
salc otco o o apsns e lv oats iro irs o
organiza alrededor de un periódico editado por Nikolái, en el que escribe el
l d rc m e i o R b n
íe apsn, ii.
Nílovna visita a Pável en la cárcel y ambos se sienten orgullosos de su mutua
lucha. El líder Ribin cae prisionero y la madre ve cómo es salvajemente golpead yt r u a oe l p a ad lp e l .E l l l e a at d e m t r a r v l c o
o otrd n a lz e ubo la e lvb oo l aeil eouinario en una maleta; no se acerca, y hace un nuevo contacto con otro campesino.
Los revolucionarios deciden liberar a Pável antes de que sea enjuiciado, pero él
se niega. Suponen que es por pronunciar su discurso frente al jurado, pero Pável
cede su lugar al líder campesino Ribin. La fuga de Ribin se lleva a cabo y Nílovna
la presencia desde una esquina, pero un agente se fija en ella cuando regresa a
su casa. Llega el juicio. Ahí se encuentran todos los soldados que dispararon y
t d sl sr c sp d r s s
oo o io oeoo.
La madre los mira como una masa informe, sin creer en los falsos recursos
que ellos mismos utilizan para justificar la represión. Nílovna percibe la rabia
de los jueces provocada por los fuertes y valerosos jóvenes. Les duele comprender que el tiempo de vivir a costa del sudor y de la sangre toca a su fin. Pável
toma la palabra y dice uno de sus mejores discursos. Los demás presos políticos
hablan también, uno a uno. El jurado los condena a prisión en un campo de
concentración en Siberia. En el juicio, el mismo agente observa nuevamente a
la madre. Nikolái le entrega a la madre el discurso de Pável y lo imprimen
para difundirlo. Esa noche caen prisioneros Nikolái y dos compañeros más. A
la mañana siguiente Nílovna lleva el discurso de su hijo en una maleta a la
e t c ó d lf r o a r le e p r d lc n a t e c r a od d s r b i l .E a e t
sain e ercri n sea e otco nagd e itiuro l gne
la reconoce y, junto con otros policías, trata de prenderla. Al darse cuenta del
peligro, la madre vence la impresión y se dirige a la gente de la estación denunc a d e i t n od a r s r a L sp l c a n p e e j s i i a s a t i d g o
ino l net e peal. o oiís o udn utfcr u co nin
y vociferan que es una ladrona. La madre los desmiente y arroja los volantes
que lleva en la maleta gritando que su hijo va a prisión por luchar para acabar
con las miserias de los pobres. La gente de la estación se pone del lado de la
madre. Eso se convierte en un mitin y se arrojan contra los policías gritando
274

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

que la dejen ir. Los uniformados represivos tratan inútilmente de acallar a
Nílovna, la golpean salvajemente, pero ella sigue hablando. En un arranque de
pánico y cobardía, uno de los policías la prende por el cuello con sus manos y
a r e ah s ae t a g l r a
pit at srnual.
La novela termina aquí. Pero como ha quedado en la historia, aparecen otras
madres y miles de Pável, Nikolái y Ribin. Ellos inmortalizan en sus actos la
imagen de los heroicos personajes y avanzan juntos hasta el día de la victoria.
Incluimos un fragmento de la segunda parte de La madre: el discurso de Pável
at e jrd.
ne l uao
De pronto, se levantó Pável, y al instante se hizo un silencio inesperado. La madre
inclinó todo el cuerpo hacia adelante. Pável hablaba con serenidad:
—Como hombre de partido no reconozco más tribunal que el de mi partido y
no voy a hablar para defenderme, sino obedeciendo al deseo de mis camaradas que
tampoco han querido defensor; voy a intentar explicaros lo que no habéis entendido.
E f s a h c l f c d n e t am n f s a i nb j l b n e ad l s c a d m c a i
l icl a aiiao usr aietcó ao a adr e a oil eorca
como un levantamiento contra las autoridades supremas y ha hablado constantemente de nosotros considerándonos como rebeldes contra el zar. Debo declarar
que, para nosotros, la autocracia no es la única cadena que aprisiona el cuerpo del
país, sino solamente la primera cadena de la que debemos liberar al pueblo…
El silencio se había hecho todavía más profundo al resonar de aquella voz firme,
que parecía ir ensanchando los muros de la sala, y era como si Pável fuera alejándose
d la d t r o a q i i n om y rr l e e
e uioi, dured ao eiv.
Los jueces se removieron pesadamente, con inquietud. El mariscal de la nobleza
murmuró algunas palabras al magistrado con cara de hastío, éste asintió con la cabez ys d r g óa v e e i l ,m e t a q e p re o r l d ,l h b a aa o d s c l g
a e iii l ijclo inrs u, o l to ao e alb l ío u oea
d t a ae f r i a E p e i e t ,o c l n oe s s l ó d d r c aai q i r a d j
e rz nemz. l rsdne siad n u iln e eeh zued, io
algo a Pável, pero su voz se fundió en el torrente, amplio e igual, de las palabras de
Váo.
lsv
—Nosotros somos socialistas. Esto quiere decir que somos enemigos de la propiedad privada, que desune a los hombres, los arma a unos contra otros y crea una
h s i i a i r c n i i b ed i t r s s q em e t c a d i t n ao u t roj s i i a
otldd reoclal e neee; u ine uno net cla utfcr
esta hostilidad y pervierte a todos con la mentira, la hipocresía y la maldad. Nosotros decimos: la sociedad que considera al hombre únicamente como instrumento
para enriquecerse, es antihumana, nos es hostil; no podemos tolerar su moral hipócrita y falsa; estamos contra su cinismo y la crueldad con que trata al individuo;
queremos luchar y lucharemos contra todas las formas de avasallamiento físico y
moral del hombre empleadas por esta sociedad, contra todos los métodos de trituración del hombre para satisfacer la avidez. Nosotros, los obreros, somos los que
LIBRO

DE CONSULTA

275

creamos todo con nuestro trabajo, desde las máquinas gigantescas hasta los juguetes
para los niños, y, sin embargo, nos vemos privados del derecho a luchar por nuestra
dignidad humana; cada cual se esfuerza y puede convertirnos en instrumentos para
la consecución de sus fines; nosotros ahora queremos tener una libertad que nos
permita conquistar, con el tiempo, todo el poder. Nuestras consignas son sencillas:
¡Abajo la propiedad privada!, ¡todos los medios de producción para el pueblo, todo
el poder para el pueblo, el trabajo es obligatorio para todos! Como veis, ¡no somos
unos motineros!
Pável sonrió y pasóse lentamente la mano por los cabellos; el fuego de sus ojos
azules adquirió de pronto mayor resplandor.
—¡Le ruego que se ciña al asunto! —dijo el presidente con voz neta y fuerte. Se
volvió hacia Pável con todo el pecho y le miró; parecióle a la madre que en su
empañado ojo izquierdo encendíase un fulgor ávido y malévolo. Todos los jueces
miraban a su hijo de tal modo, que parecía que sus ojos se pegaban a la cara del
joven, adheríanse a sus músculos, ávidos de chuparle la sangre para reanimar con ella
s sa o a o c e p s YP v l e g i o d e e a ae t t r ,s a z b f e t yf r e
u gtds uro. áe, rud, e lvd saua e laa ure im,
t n í h c ae l ss b a o d c e d c nv zn a t ,p r d s i t :
eda ai lo u rz, iino o o o la eo itna
—Somos revolucionarios y lo seguiremos siendo mientras unos solamente manden y otros sólo trabajen. Estamos contra la sociedad cuyos intereses tenéis
orden de defender. Somos enemigos irreconciliables de ella y de vosotros, y no
habrá reconciliación posible mientras no venzamos. ¡Venceremos nosotros, los obreros! Vuestros mandantes no son, en absoluto, tan fuertes como ellos se figuran. Esa
propiedad que amontonan y guardan, sacrificando para ello a millones de seres
esclavizados, esa misma fuerza que les da poder sobre nosotros hace surgir entre
ellos conflictos hostiles y los arruina física y moralmente. La propiedad exige un
esfuerzo excesivo para su conservación, y, en realidad, todos vosotros, nuestros
amos, sois más esclavos que nosotros mismos; vosotros estáis esclavizados en espír t ,m e t a q en s t o l e t m ss l f s c m n e V s t o n p d i l b r a o
iu inrs u oors o sao óo íiaet. oors o oés ietrs
del yugo de los prejuicios y de los hábitos que os han matado ya moralmente, mientras que a nosotros nada nos impide ser interiormente libres. El veneno que nos dais
es más débil que el antídoto que vosotros —sin querer— vertéis en nuestra conciencia. Ésta crece y se desarrolla sin cesar, se enciende cada vez más rápidamente y
arrastra consigo a lo mejor, a todo lo moralmente sano, incluso de vuestro medio.
Advertid que ya no tenéis a nadie que pueda luchar con ideas en defensa de vuestro
poderío; habéis agotado ya todos los argumentos capaces de protegeros contra el
empuje de la justicia histórica, no podéis crear ya nada nuevo en el dominio de las
i e s s i e t r l sd e p r t .E c m i ,n e t a i e ss d s r o l n s e c e d n
da, os séie e síiu n abo usrs da e earla, e nine
con resplandor cada vez mayor, abarcan a las masas populares, organizándolas para
la lucha por la libertad. La conciencia del grandioso papel de los obreros aúna a
todos los proletarios del mundo en una sola alma, y a vosotros os será imposible
276

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

detener este proceso regenerador de la vida, como no sea con la crueldad y el
cinismo. Pero el cinismo es evidente para todos, y la crueldad irrita al pueblo, y las
manos que hoy nos estrangulan estrecharán pronto las nuestras en apretón fraterno.
Vuestra energía es la energía mecánica producida por el aumento del oro, os une en
grupos predestinados a devorarse mutuamente; la nuestra es la fuerza viva y sin cesar
creciente del sentimiento de solidaridad de todos los obreros. Cuanto hacéis es criminal, ya que tiende a sojuzgar al hombre; nuestro trabajo libera al mundo de los
fantasmas y monstruos engendrados por vuestra mentira, por vuestra maldad, por
vuestra codicia; monstruos que atemorizan al pueblo. Habéis arrancado al hombre
de la vida y le habéis aniquilado; el socialismo une el mundo, destrozado por nosotros, en un todo único y grandioso. ¡Así será!
Pável se detuvo un momento, y repitió más abajo, con más fuerza:
— A ís r !
¡s eá
Cuchicheaban los jueces, haciendo muecas raras, sin apartar de Pável los ávidos
o o ,yl m d es n í q ee s c a a c na u l a m r d se c e p e b l oyf e t
js a ar eta u nuibn o qels iaa l uro set ure
d lh j ,e v d a d s s l d s f r a e a s l z n a L sa u a o e c c a a a e e io niino u au, u otlz, u oaí. o csds suhbn tn
tos las palabras del camarada; sus rostros habían palidecido, sus ojos fulguraban de
alegría. La madre bebíase las palabras del hijo, que se le iban quedando grabadas en
la memoria, en filas bien formadas. En varias ocasiones el viejecillo interrumpió a
P v l h c é d l a g n o s r a i n h s at v u av zu as n i at i t .P v ll
áe, ainoe lua bevcó, at uo n e n ors rse áe e
oía en silencio, y de nuevo empezaba a hablar con voz serena, pero tranquila, que
reclamaba atención, sometiendo a su voluntad la de los jueces. Al fin, el vejete pror u p óe g i o ,t n i n oe b a oh c aP v l É t ,c nu al v i o í e l v z
rmi n rts eded l rz ai áe. se o n ee rna n a o,
rps:
euo
—Termino. No quería ofenderos personalmente; por el contrario, como asistente forzoso a esta comedia que llamáis juicio, casi os tengo lástima. A pesar de todo,
sois hombres, y a nosotros siempre nos duele el ver a unos hombres, aunque sea
enemigos de nuestros fines, rebajarse de manera tan vergonzosa al servicio de la
violencia, perder hasta tal extremo la conciencia de su dignidad humana…

MODERNISMO
Alrededor de 1850, en la literatura se marcan dos caminos muy notorios: el
Realismo naciente, y el cultivo al exquisito cuidado de la forma, aunque rompiendo con los moldes tradicionales, que se denomina Modernismo. El Modernismo tiene influencia francesa (“Los poetas modernistas piensan en francés”,
critica el maestro Mejía Sánchez.) más concretamente de Víctor Hugo. Entre
estas dos corrientes hubo otras tendencias, como el Parnasianismo: Rimbaud
LIBRO

277

DE CONSULTA

(1854-1891), Verlaine (1844-1896), y el Simbolismo: Charles Baudelaire (18211867), cuya obra poética va más allá de su propio tiempo e influye durante todo
el siglo XIX y principios del XX. El Modernismo se inició como modalidad
transitoria, pues abundaba en imitaciones. Pero el mayor representante de esta
corriente, quien la inició, es el nicaragüense Félix Rubén García Sarmiento:
Rubén Darío. Darío nació en Metapa, Nicaragua, el 18 de enero de 1867 y
murió en 1916. La obra de Darío corresponde a una de las formas de vida social
d l é o a c l a a i t c á i a y d p o á i a L m y r t a c n e c a d l M dere a pc: ut, rsortc ilmtc. a ao rsedni e o
nismo está en el teatro (Valle-Inclán), y no en la poesía. La poesía del Modernismo tiene como fundamental preocupación el cuidado de la forma, la
s p r c ó yl d p r c ó d le t l ,e l r s om sp r e t yr f n d ,e c n o
ueain a euain e sio l iim á efco eiao l at
más entonado y minucioso. Incluye innovaciones métricas, abundancia de met f r s l n u j p e i s s aya t f c o i a e l st m s E m e t oM l a e
áoa, egae rcoit riiisdd n o ea. l asr ilrs
Carlo se refiere a todo ello y afirma: “Hicieron que esta obra se mirase como
magnífica labor de orfebre, falta de verdaderos sentimientos y, por tanto, de
humana poesía”, pero más adelane lo exculpa: “La marquesa que se ríe, la princ s q ee t t i t ,l sc n a r sq ed a o a s b ee m s e i d l v d yd
ea u sá rse o etuo u ilgn or l itro e a ia e
la muerte, la oración sobre la tumba de Verlaine, en cuyas palabras mágicas
suenan fundidos el sentimiento pagano y el cristiano, y los demás temas que en
este libro se expresan con maravillosa riqueza musical y pictórica, no son meros
virtuosismos, sino realidades humanas, poéticas y eternas”.

Rubén Darío
Rubén Darío se forma con los jesuitas. Su juventud y madurez es la de un
diplomático aburguesado con extraordinario talento. Viaja por casi toda Améric i e t f c n o e a i u lq em c o o r se c i o e ,c nl c v l z c ó e a dniiáds, l ga u uhs to srtrs o a iiiain u
ropea, particularmente la de Francia. Su obra reconocida internacionalmente
está plena de los modelos parisinos, y sobre todo, de la poesía de Víctor Hugo,
quien lo influye grandemente. Esto se nota primordialmente en Azul. Una
revitalización definitiva en la poesía de Darío fue su contacto con la nueva
generación española llamada del 98 y representada por Benavente, Unamuno,
Azorín, Valle-Inclán y Baroja. Los libros que nacen después de este encuentro
son: España contemporánea y Cantos de vida y esperanza (1905). Las obras más
importantes de Darío son: Azul, formada por cuentos, prosas poéticas, sonetos
y medallones (poemas dedicados a otros escritores); Cantos de vida y esperanza y
278

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Prosas profanas. Este último libro asienta el Modernismo que se extiende por
todo el mundo de habla española.
Disentimos de quienes culpan a Darío y lo acusan de que influyó a gran
cantidad de poetas hispanoamericanos de fines del siglo XIX y principios del
XX, particularmente en México, con excepción de Díaz Mirón, Manuel José
Othón y Ramón López Velarde. Fueron aquellos vates, entre los que podemos
mencionar a Gutiérrez Nájera y Amado Nervo, los que muchas veces malentendieron la poesía de Darío y la utilizaron como una forma de escape a su vida
seudorromántica, ególatra y exquisita; llevando al Modernismo a su más negativa manifestación. Por eso, afirmamos que el Modernismo en la poesía nació
con Darío y murió con él.
, nlio
, e ats e ia seaz, u om
D Azul i c u m s La canción del oro y d C n o d v d y e p r n a s p e a
e
A Roosevelt, que sobresale de todos los demás.

LA

CANCIÓN DEL ORO

Aquel día, un harapiento, por las trazas un mendigo, tal vez un peregrino, quizás un
p e a l e ó b j l s m r d l sa t sá a o ,al g a c l ed l sp l c o ,d n e
ot, lg, ao a oba e o lo lms a rn al e o aais od
hay desafíos de soberbia entre el ónix y el pórfido, el ágata y el mármol; donde las
a t sc l m a ,l sh r o o f i o ,l sc p l sd r d s r c b nl c r c ap l d d l
la ouns o emss rss a úua oaa, eie a aii áia e
sol moribundo.
H b at a l sv d i sd l sv n a a ,e l sv s o e i i i sd l sr q e a ,r s
aí rs o iro e a etns n o ats dfco e a iuzs ot o d m j r sg l a d syd n ñ se c n a o e .T a l sr j ss a i i a a e t n
rs e uee alra e io natdrs rs a ea e dvnbn xesos jardines, grandes vertedores salpicados de rosas y ramas que se balanceaban
acompasada y blandamente como bajo la ley de un ritmo. Y allá en los grandes
s l n s d b ad e t re t p zp r u a oyl e od o o l b a c e t t a e b o c
aoe, eí e sa l ai uprd ln e r, a lna sau, l rne
chino, el tibor cubierto de campos azules y de arrozales tupidos, la gran cortina
recogida como una falda, ornada de flores opulentas, donde el ocre oriental hace
v b a l l ze l s d q er s l n e e L e o l sl n sv n c a a ,l sp l s n r sy
irr a u n a ea u epadc. ug, a ua eeins o aiado
l sc d o ,l sn c r syl sé a o ,ye p a on g oya i r o q er em s r n os s
o ers o áae o bns l in er bet, u í otad u
t c a c m u al n ad n a u a yl sa a a c i t l n s d n ea z l sv l sp o u a
els oo n id etdr, a rñs rsaia, od la a ea rfss
l a i t c a i d b a c c r .¡ h ym sa l !M sa l e c a r v l o o d r d p r
a rsorca e lna ea O, á lá á lá l udo ais, oao o
el tiempo, el retrato que firma Durand o Bounat y las preciosas acuarelas en que el
tono rosado parece que emerge de un cielo puro y envuelve en una onda dulce
desde el lejano horizonte hasta la hierba trémula y humilde. Y más allá…
***
LIBRO

279

DE CONSULTA

(ur l tre
Mee a ad.
L e aal sp e t sd lp l c ou c r u j f a a t yc a o a o B j u ap r j y
lg a ura e aai n arae lmne hrld. aa n aea
entra con tal soberbia en la mansión, que el mendigo piensa: decididamente, el aguilucho y su hembra van al nido. El tronco, ruidoso y azogado, a un golpe de látigo,
a r s r e c r u j h c e d r l m a u a l sp e r s N c e )
rata l arae aino eapger a ida. oh.
***
Entonces en aquel cerebro de loco, que ocultaba un sombrero raído, brotó como el
germen de una idea que pasó al pecho, y fue opresión, y llegó a la boca hecho himno
que le encendía la lengua y hacía entrechocar los dientes. Fue la visión de todos los
mendigos, de todos los suicidas, de todos los borrachos, del harapo y de la llaga, de
todos los que viven, ¡Dios mío!, en perpetua noche, tanteando la sombra, cayendo al
abismo, por no tener un mendrugo para llenar el estómago. Y después la turba feliz,
u o u oe
e l c o b a d , l t u a y e á r o v n q e h e v , e r s y e moiré q e c n s r c
l eh lno a rf l ue io u ire l ao l
ríen; el novio rubio y la novia morena cubierta de pedrería y blonda, y el gran reloj
que la suerte tiene para medir la vida de los felices opulentos, que en vez de granos
de arena, deja caer escudos de oro.
***
Aquella especie de poeta sonrió; pero su faz tenía aire dantesco. Sacó de su bolsillo
un pan moreno, comió y dio al viento su himno. Nada más cruel que aquel canto tras
e mric.
l odso
¡Cantemos el oro!
Cantemos el oro, rey del mundo, que lleva dicha y luz por donde va, como los
fragmentos de un sol despedazado.
Cantemos el oro, que nace del vientre fecundo de la madre tierra; inmenso tesoro,
l c er b ad e au r g g n e c .
eh ui e s be iatsa
Cantemos el oro, río caudaloso, fuente de la vida, que hace jóvenes y bellos a los
que se bañan en sus corrientes maravillosas, y envejece a aquéllos que no gozan de
s sr u a e .
u adls
Cantemos el oro, porque de él se hacen las tiaras de los pontífices, las coronas de
los reyes y los cetros imperiales, y porque se derrama por los mantos como un
fuego sólido e inunda las capas de los arzobispos, y refulge en los altares y sostiene
a D o e e n e l sc s o i sr d a t s
l is tro n a utda aine.
Cantemos el oro, porque podemos ser unos perdidos, y él nos pone mamparas
p r c b i l sl c r sa y c a d l t b r ayl sv r ü n a d l sa c b sa ú t r s
aa urr a oua bets e a aen a egezs e a loa dlea.
Cantemos el oro, porque al saltar del cuño lleva en su disco el perfil soberbio de
los césares y va a repletar las cajas de sus vastos templos, los bancos, y mueve las
máquinas, y da la vida, y hace engordar los tocinos privilegiados.
280

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Cantemos el oro, porque él da los palacios y los carruajes, los vestidos a la moda
yl sf e c ss n sd l sm j r sg r i a ;yl sg n f e i n sd e p n z sa u a o
o rso eo e a uee ards a eulxoe e siao dldr s yl sm e a d l sl b o e e n m n es n i n e .
e, a ucs e o ais traet orets
Cantemos el oro, padre del pan.
Cantemos el oro, porque es, en las orejas de las lindas damas, sostenedor del
rocío del diamante, al extremo de tan sonrosado y bello caracol; porque en los
pechos siente el latido de los corazones y en las manos a veces es símbolo de amor
y de santa promesa.
Cantemos el oro, porque tapa las bocas que nos insultan; detiene las manos que
nos amenazan y pone vendas a los pillos que nos sirven.
Cantemos el oro, porque su voz es música encantada; porque es heroico y luce en
las corazas de los héroes homéricos y en las sandalias de las diosas y en los coturnos
trágicos y en las manzanas del Jardín de las Hespérides.
Cantemos el oro, porque de él son las cuerdas de las grandes liras, las cabelleras
de las más tiernas amadas, los granos de espigas y el peplo que al levantarse viste la
oípc arr.
lmia uoa
Cantemos el oro, premio y gloria del trabajador y pasto del bandido.
Cantemos el oro, que cruza por el carnaval del mundo, disfrazado de papel, de
plata, de cobre y hasta de plomo.
Cantemos el oro, amarillo como la muerte.
Cantemos el oro, calificado de vil por los hambrientos, hermano del carbón, oro
negro que incuba el diamante; rey de las minas, donde el hombre lucha y la roca se
desgarra; poderoso en el poniente, donde se tiñe en sangre; carne de ídolo, tela de
que Fidias hace el traje de Minerva.
Cantemos el oro, en el arnés del caballo, en el carro de guerra, en el puño de la
e p d ,e e l u oq ec ñ s sc b z sl m n s s e l c p d lf s í d o i i c ,e
saa n l ar u ie u aea uioa, n a oa e etn insao n
el alfiler que hiere el seno de la esclava, en el rayo del astro y el champaña que
burbujea como una disolución de topacios hirvientes.
Cantemos el oro, porque nos hace gentiles, educados y pulcros.
Cantemos el oro, porque es la piedra de toque de toda amistad.
Cantemos el oro, purificado por el fuego, como el hombre por el sufrimiento;
mordido por la lima como el hombre por envidia; golpeado por el martillo, como
el hombre por la necesidad; realzado por el estuche de seda como el hombre por el
palacio de mármol.
Cantemos el oro, esclavo, despreciado por Jerónimo, arrojado por Antonio, vilipendiado por Macario, humillado por Hilarión, maldecido por Pablo el Ermitaño,
quien tenía por alcázar una cueva bronca, y por amigos, las estrellas de la noche, los
p j r sd la b yl sf e a h r u a ys l a e d ly r o
áao e la a irs ists avjs e em.
Cantemos el oro, dios becerro, tuétano de roca misterioso y callado en su entraña,
y bullicioso cuando brota a pleno sol y a toda vida, sonante como un coro de
tímpanos; feto de astros, residuo de luz, encarnación de éter.
LIBRO

281

DE CONSULTA

Cantemos el oro, hecho sol, enamorado de la noche, cuya camisa de crespón
riega de estrellas brillantes, después del último beso como una gran muchedumbre
d lba etria.
e irs selns
¡Eh, miserables beodos, pobres de solemnidad, prostitutas, mendigos, vagos,
rateros, bandidos, pordioseros, peregrinos y vosotros los desterrados, y vosotros
los holgazanes, y sobre todo, vosotros, oh poetas!
¡Unámonos a los felices, a los poderosos, a los banqueros, a los semidioses de la
Ter!
ira
¡Cantemos el oro!
***
Y el eco se llevó aquel himno, mezcla de gemido, ditirambo y carcajada; y como ya
l n c eo c r yf í h b ae t a o e e or s n b e l st n e l s
a oh sua ra aí nrd, l c eoaa n a iiba.
Pasó una vieja y pidió limosna.
Y aquella especie de harapiento, por las trazas un mendigo, tal vez un peregrino,
quizá un poeta, le dio su último mendrugo de pan petrificado, y se marchó por la
terrible sombra, rezongando entre dientes.

A ROOSEVELT
Es con voz de la Biblia o verso de Walt Whitman
¡ u h b í d l e a h s at ,c z d r
qé ara e lgr at i aao!
Primitivo y moderno, sencillo y complicado,
¡con un algo de Washington y cuatro de Nemrod!
Eres los Estados Unidos,
ee e ftr ivsr
rs l uuo nao
de la América ingenua que tiene sangre indígena,
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.
Eres soberbio y fuerte ejemplar de tu raza;
e e c l o e e h b l t o o e aT l t i
rs ut, rs ái; e pns oso.
Y domando caballos, o asesinando tigres,
eres un Alejandro-Nabucodonosor.
(Eres un profesor de energía
como dicen los locos de hoy.)
C e sq el v d e i c n i ,
re u a ia s nedo
que el progreso es erupción;
282

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

que en donde pones la bala
e prei pns
l ovnr oe.
No.

Los Estados Unidos son potentes y grandes.
Cuando ellos se estremecen hay un hondo temblor
que pasa por las vértebras enormes de los Andes.
Si clamáis se oye como el rugir del león.
Ya Hugo a Grant lo dijo: Las estrellas son vuestras.
( p n sb i l ,a z n o e e a g n i os l
Aea rla láds, l retn o
yl e t e l c i e as l v n a )S i r c s
a srla hln e eat… os io.
Juntáis al culto de Hércules el culto de Mammón,
y alumbrando el camino de la fácil conquista,
la Libertad levanta su antorcha en Nueva York.
Mas la América nuestra, que tenía poetas
desde los viejos tiempos de Netzahualcóyotl
que ha guardado las huellas de los pies del gran Baco,
que el alfabeto pánico en un tiempo aprendió;
que consultó los astros, que conoció la Atlántida
cuyo nombre nos llega resonando en Platón,
que desde los remotos momentos de su vida
vive de luz, de fuego, de perfume, de amor,
la América del grande Moctezuma, del inca
la América fragante de Cristóbal Colón,
la América católica, la América española,
la América en que dijo el noble Guatemoc:
“Yo no estoy en un lecho de rosas”, esa América
que tiembla de huracanes y que vive de amor;
hombres de ojos sajones y alma bárbara, vive
ys e a Ya a yv b a ye l h j d ls l
uñ. m, ir, s a ia e o.
Tened cuidado: ¡Vive la América Española!
Hay mil cachorros sueltos del León Español.
Se necesitaría, Roosevelt, ser por Dios mismo,
E R f e ot r i l ye f e t C z d r
l ilr erbe l ure aao,
Para poder tenernos en vuestras férreas garras.
Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!
LIBRO

283

DE CONSULTA

ÉPOCA

CONTEMPORÁNEA

En nuestro país, la nefasta influencia que ejercieron quienes malinterpretando
el Modernismo y mezclándolo con un falso Romanticismo color de rosa, se
a o e a o d l l t r t r ,c n i t é d l e r c p á u od i t i a a o o a ,
pdrrn e a ieaua ovrinoa n eetcl e nrgs mrss
engaños maritales y nimios escándalos de la corte porfiriana, cubrieron con una
pompa de velo y cristalería la verdadera expresión literaria. La pequeña burguesía que valseaba alrededor de la imagen del dictador, había engullido a la mayor
parte no sólo de los escritores sino de los artistas del momento.
Fácil es comprobarlo en la arquitectura de los palacetes afrancesados de la
época prerrevolucionaria, esculturas y pinturas impregnadas de la redondez de
los desnudos, las coronas de laurel, los leones atados con collares de rosas, los
á g l sd o o l ss s i o ,l sn s a g a b h m a ,l sg a e a a c r e a a ,
nee e r, o uprs a otlis oeis a rcjds otsns
los falsos títulos nobiliarios, y todo lo que representa la mal llamada “belle
epoque” con su pervertido encanto a lo intrascendente y a lo superfluo, y reducir a la literatura a un desmayo femenino junto a una copa de champagne. Pero
esta alteración de la vida, este falso esplendor de oropel se sostenía sobre la
más indignante y criminal de las acciones: la explotación del hombre. Millones
de mexicanos padecían la más espantosa miseria y la más injusta pobreza. El
hambre cobraba víctimas diariamente.
El pueblo humillado y oprimido alimentaba con su propia sangre la hacienda
de los déspotas integrantes del gobierno de Díaz. La arbitrariedad, la negación de derechos, el salvajismo y hasta el crimen oficializado oprimían al pueb o L t r n as e e c aat a é d l A m d d ld c a o .“ á a o e c l e l. a iaí e jrí rvs e a raa e itdr Mtls n ain
t ”( u l ad R oB a c )e l t i t m n ec l b ef a eq es n e i ae s n i o
e heg e í lno s a rseet éer rs u ittz l etd
represivo del infame. Trabajadores saqueados, campesinos explotados, pobres
a t l o u e c a i t r e c ó e t a j r ,l n c ó h p t c d a c l n a i m
ne a plni, nevnin xrnea a ain ioeaa l ooilso
capitalista de Francia, la intervención yanqui en Cananea, dan las condiciones
necesarias para una Revolución. El movimiento armado de 1910 encabezado
por los caudillos populares Emiliano Zapata y Francisco Villa combate para
r i i d c rl sd r c o d t d sei p a t rl j s i i yl l b r a .
evnia o eehs e oo mlna a utca a ietd

Mariano Azuela
E l l t r t r t m i ns r f e ae t m m n oh s ó i o p ru l d ,l l t r n a ieaua abé e elj se oet itrc; o n ao a iea
t r b r u s r p e e t d p rl sp r i i t s p ro r ,l n e al t r t r r v ua ugea ersnaa o o ofrsa, o to a uv ieaua eo
284

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

lucionaria representada por los autores comprometidos popularmente que abrazaron esta causa. Quien mayormente refleja la Época Contemporánea en la
novela de la Revolución Mexicana es: Mariano Azuela (1° de enero de 1873 a
1° de marzo de 1952). En 1911 se incorpora a las filas revolucionarias; en su
grupo de rebeldes hay obreros, agricultores, campesinos, pequeños comerciantes y jóvenes estudiantes. En 1914 renuncia a su cargo de jefe político de Lagos
de Moreno y se une a las fuerzas villistas. Escribe entre otras obras Mala yerba
(donde denuncia a los hacendados victimando a los campesinos, la deshonra de
s sm j r sp rp r ed l sp t o e yl c e c ó d l st e d sd r y ) L sd
u uee o at e o arns a rain e a ina e aa; o e
abajo (novela inicial y fundamental); y La luciérnaga (situada en el periodo
posrevolucionario, testimonio de los cambios sociales, políticos y económicos
que se dan inmediatamente después del movimiento armado).
Otros notables autores contemporáneos son: Martín Luis Guzmán (18871 7 ) a t rd L s m r d lc u i l yE á u l yl s r i n e J s R b nR m 96, uo e a oba e adlo l gia a epet. oé ué oe
r ( 8 0 1 5 ) a t rd L v d i ú i d P t P r zyM c b l o m p r oym r f e
o 19-92, uo e a ia ntl e io ée i aal, i er i il.
José Vasconcelos (1882-1959), autor de Ulises criollo y La tormenta. Gregorio
López y Fuentes (1887-1966), autor de Tierra, Mi general y El indio. Todas estas
obras son la literatura que habla del pueblo, y el principal personaje es el pueb o s sl c a ,s sc m a i n e ,s si e s s d l r
l, u uhs u obtets u da, u oo.

L sd a a o
o e bj
Los de abajo es una novela del movimiento armado de 1910 que culmina con
la toma de Zacatecas por el general Francisco Villa. Él y el pueblo son los
personajes. Un campesino de nombre Demetrio Macías —quien simpatiza con
los revolucionarios que se han alzado contra el gobierno—, y su esposa, oyen
ruido afuera de su jacal. Los ladridos del perro han denunciado la presencia de
las tropas del gobierno. A sugerencia de su mujer, Demetrio se esconde. Los
soldados penetran a la casa y encuentran a la esposa y al hijo de Demetrio.
Como es su costumbre, los soldados tratan de abusar de la mujer campesina y
cuando la humillan aparece súbitamente Demetrio empuñando un rifle. Los
soldados echan a correr huyendo. La familia se ve precisada a abandonar el
jacal. Ella se refuga con su hijo en un mísero caserío y Demetrio se incorpora a
la revolución en las filas del general Francisco Villa. En un combate lo hieren,
pero cerca se encuentra un estudiante de medicina que dice estar de acuerdo
con la Revolución, y se encarga de curarle las heridas. Al pasar por un pueblo,
LIBRO

DE CONSULTA

285

Demetrio conoce a una joven bella e ingenua de nombre Camila. Luis Cervantes
la enamora y la rapta para entregarla a Demetrio. Otro personaje que se incorp r e e G e oM r a i o q eu i i aal R v l c ó p r s t s a e s si s i oa s l ür agrt, u tlz a eouin aa aifcr u ntn
tos sanguinarios. Al final se suicida. Demetrio Macías se dirige a Zacatecas con
las fuerzas revolucionarias y participa en la toma de la ciudad junto con el
general Pánfilo Natera. Demetrio conoce más tarde a una prostituta llamada
“La Pintada”; la hace su amante pero la abandona más tarde para continuar
luchando. Demetrio se vuelve cada día más hábil, más valeroso y más decidido
para la guerra. En la época en que Villa cree en Carranza, aquel une sus fuerzas para formar un solo ejército. El estado villista le concede a Demetrio el
grado de general en premio a sus méritos en campaña. Luis Cervantes, el oportunista, deserta y huye a los Estados Unidos. “La Pintada” mata a Camila, quien
representa lo contrario de lo que ella es. Demetrio, que sostiene el ideal revolucionario, ansia volver a ver a su esposa y a su hijo, y junto con sus amigos
Venancio, Anastasio y El Meco, se separa de las fuerzas villistas para verles.
Cuando Demetrio intenta reunirse nuevamente con las tropas del general Villa,
cae en la emboscada de una patrulla federal. Tanto Demetrio Macías como sus
amigos son acribillados y muertos instantáneamente. La forma de morir de
Demetrio Macías es descrita bellamente por Azuela en la ella imagen siguiente:
“Cae muerto al pie de una resquebrajadura enorme y suntuosa como pórtico de
vieja catedral, con los ojos fijos para siempre y apuntando con el cañón de su
fusil.” Regresando la palabra popular, la obra termina con los versos completos
d L A e i a.
e a dlt
Copiamos cuatro fragmentos de la obra. El primero nos presenta la injusticia
del gobierno de Díaz.
Otro día Demetrio se quejó mucho de la herida. Ya no pudo montar su caballo. Fue
preciso conducirlo desde allí en una camilla improvisada con ramas de roble y haces
d yra.
e ebs
—Sigue desangrándose mucho, compadre Demetrio —dijo Anastasio Montañés. Y de un tirón arrancóse una manga de la camisa y la anudó fuertemente al
m s o a r b d lb l z .
ul, ria e aao
—Bueno –dijo Venancio—; eso le para la sangre y le quita la dolencia.
Venancio era barbero; en su pueblo sacaba muelas y ponía cáusticos y sanguijuelas.
Gozaba de cierto ascendiente porque había leído El judío errante y El sol de mayo. Le
llamaban el dotor, y él, muy pagado de su sabiduría, era hombre de pocas palabras.
Turnándose de cuatro en cuatro, condujeron la camilla por mesetas calvas y pedregosas, por cuestas empinadísimas.
286

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Al mediodía, cuando la calina sofocaba y se obnubilaba la vista, con el canto
incesante de las cigarras se oía el quejido acompasado y monocorde del herido.
En cada jacalito escondido entre las rocas abruptas, se detenían y descansaban.
—¡Gracias a Dios! ¡Un alma compasiva y una gorda copeteada de chile y frijoles
nunca faltan! —decía Anastasio Montañés eructando.
Y lo serranos, después de estrecharles fuertemente las manos encallecidas, exclamaban:
—¡Dios los bendiga! ¡Dios los ayude y los lleve por buen camino!… Ahora van
ustedes; mañana correremos también nosotros, huyendo de la leva, perseguidos por
estos condenados del gobierno, que nos han declarado guerra a muerte a todos los
pobres; que nos roban nuestros puercos, nuestras gallinas y hasta el maicito que
tenemos para comer; que queman nuestras casas y se llevan nuestras mujeres, y
que, por fin, donde dan con uno, allí lo acaban como si fuera perro del mal.
C a d a a d c óe l a a a a q et ñ r ne c e oe v v s m sc l r s p r e r n
uno trei n lmrds u ieo l il n iíio ooe, adao
unas casucas en una explanada, entre las montañas azules. Demetrio hizo que lo
leaa al.
lvrn lí
Eran unos cuantos pobrísimos jacales de zacate, diseminados a la orilla del río,
entre pequeñas sementeras de maíz y frijol recién nacidos.
Pusieron la camilla en el suelo, y Demetrio, con débil voz, pidió un trago de agua.
En las bocas oscuras de las chozas se aglomeraron chomites incoloros, pechos
h e u o ,c b z sd s r ñ d sy d t á ,o o b i l n e yc r i l sf e c s
usds aea egeaa , ers js rlats arlo rso.
Un chico gordinflón, de piel morena y reluciente, se acercó a ver al hombre de la
camilla; luego una vieja, y después todos los demás vinieron a hacerle ruedo.
Una moza muy amable trajo una jícara de agua azul. Demetrio cogió la vasija
entre sus manos trémulas y bebió con avidez.
—¿No quere más?
Alzó los ojos: la muchacha era de rostro muy vulgar, pero en su voz había mucha
dlua
uzr.
Se limpió con el dorso del puño el sudor que perlaba su frente, y volviéndose de
un lado, pronunció con fatiga:
—¡Dios se lo pague!
Yc m n óat r t rc nt lf e z ,q es c d al sy r a yl sp e d l c m l a
oez iia o a ura u auí a ebs o is e a ail.
L fer l aeag.
a ibe o ltró
—Está haciendo sereno y eso es malo pa la calentura —dijo señá Remigia, una
vieja enchomitada, descalza y con una garra de manta al pecho a modo de camisa.
Y los invitó a que metieran a Demetrio en su jacal.
Pancracio, Anastasio Montañés y la Codorniz se echaron a los pies de la camilla
c m p r o f e e ,p n i n e al v l n a d lj f .
oo ers ils edets a outd e ee
Los demás se dispersaron en busca de comida.
S ñ R m g ao r c ól q et v :c i eyt r i l s
eá eii fei o u uo hl otla.
LIBRO

287

DE CONSULTA

—Afigúrense… tenía güevos, gallinas y hasta una chiva parida; pero estos malditos
federales me limpiaron.
Luego, puestas las manos en bocina, se acercó al oído de Anastasio y le dijo:
—¡Afigúrense…, cargaron hasta con la muchachilla de señá Nieves!…

El segundo fragmento señala el oportunismo (Luis Cervantes), frente al coraje revolucionario (Demetrio Macías).
XXI
El atronar de la fusilería aminoró y fue alejándose. Luis Cervantes se animó a sacar
la cabeza de su escondrijo, en medio de los escombros de unas fortificaciones, en lo
m sa t d lc r o
á lo e er.
Apenas se daba cuenta de cómo había llegado hasta allí. No supo cuándo desaparecieron Demetrio y sus hombres de su lado. Se encontró solo de pronto, y luego,
arrebatado por una avalancha de infantería, lo derribaron de la montura, y cuando,
todo pisoteado, se enderezó, uno de a caballo lo puso a grupas. Pero, a poco, cabal oym n a o d e o e t e r ,yé s ns b rd s f s l n d lr v l e ,n d n d ,
l otds irn n ira l i ae e u ui, i e eóvr i e aa
se encontró en medio de la blanca humareda y del silbar de los proyectiles. Y aquel
hoyanco y aquellos pedazos de adobes amontonados se le habían ofrecido como
arg sgrsm.
bio euíio
—¡Compañero!…
—¡Compañero!…
—Me tiró el caballo; se me echaron encima; me han creído muerto y me despojaron de mis armas… ¿qué podía yo hacer? —explicó apenado Luis Cervantes.
¿A mí nadie me tiró… Estoy aquí por precaución…, ¿sabe?…
El tono festivo de Alberto Solís ruborizó a Luis Cervantes.
—¡Caramba! —exclamó aquél—. ¡Qué machito es su jefe! ¡Qué temeridad y qué
serenidad! No sólo a mí, sino a muchos bien quemados nos dejó con tamaña boca
aira
bet.
Luis Cervantes, confuso, no sabía qué decir.
—¡Ah! ¿No estaba usted allí? ¡Bravo! ¡Buscó lugar seguro a muy buena hora!…
Mire, compañero; venga para explicarle. Vamos allí, detrás de aquel picacho. Note
que de aquella laderita, al pie del cerro, no hay más vía accesible que lo que tenemos
delante; a la derecha la vertiente está cortada a plomo y toda maniobra es imposible
por ese lado; punto menos por la izquierda: el ascenso es tan peligroso, que dar un
solo paso en falso es rodar y hacerse añicos por las vivas aristas de las rocas. Pues
bien; una parte de la brigada Moya nos tendimos en la ladera, pecho a tierra, resueltos a avanzar sobre la primera trinchera de los federales. Los proyectiles pasaban
288

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

zumbando sobre nuestras cabezas; el combate era ya general; hubo un momento en
que dejaron de foguearnos. Nos supusimos que se les atacaba vigorosamente por la
espalda. Entonces nosotros nos arrojamos sobre la trinchera. ¡Ah, compañero, fíjese!… De media ladera abajo es un verdadero tapiz de cadáveres. Las ametralladoras
lo hicieron todo; nos barrieron materialmente; unos cuantos pudimos escapar. Los
generales estaban lívidos y vacilaban en ordenar una nueva carga con el refuerzo
inmediato que nos vino. Entonces fue cuando Demetrio Macías, sin esperar ni pedir
ó d n san d e g i ó
ree ai, rt:
—“¡Arriba, muchachos!”…
—“¡Qué bárbaro!” —clamé asombrado.

El tercer fragmento nos habla del desprecio de los revolucionarios por los
cracsa.
arnits
I
I
—¿Por qué se esconden ustedes? —interrogó Demetrio a los prisioneros.
—No nos escondemos, mi jefe; seguimos nuestra vereda.
—¿Adonde?
—A nuestra tierra… Nombre de Dios, Durango.
—¿Es éste el camino de Durango?
—Por los caminos no puede transitar gente pacífica ahora. Usté lo sabe, mi jefe.
—Ustedes no son pacíficos; ustedes son desertores. ¿De dónde vienen? —prosiguió Demetrio observándolos con ojo penetrante.
Los prisioneros se turbaron, mirándose perplejos sin encontrar pronta respuesta.
—¡Son carranclanes! —notó uno de los soldados.
Aquello devolvió instantáneamente la entereza a los prisioneros. No existía más
para ellos el terrible enigma que desde el principio se les había formulado con aquel at o ad s o o i a
l rp ecncd.
—¿Carrancistas nosotros? —contestó uno de ellos con altivez—. ¡Mejor puercos!
—La verdad, sí, somos desertores —dijo otro—; nos le cortamos a mi general
Villa de este lado de Celaya, después de la cuereada que nos dieron.
— D r o a oe g n r lV l a …¡ a ,¡ a ,¡ a
¿ertd l eea il? J! j! j!
Los soldados rieron a carcajadas.
—Pero a Demetrio se le contrajo la frente como si algo muy negro hubiera
pasado por sus ojos.
—¡No nace todavía el hijo de la… que tenga que derrotar a mi general Villa!
—clamó con insolencia un veterano de cara cobriza con una cicatriz de la frente a la
bra
ab.
Sin inmutarse, uno de los desertores se quedó mirándolo fijamente, y dijo:
LIBRO

289

DE CONSULTA

—Yo lo conozco a usted. Cuando tomamos Torreón, usted andaba con mi general Urbina. En Zacatecas venía ya con Natera y allí se juntó con los de Jalisco…
¿Miento?
El efecto fue brusco y definitivo. Los prisioneros pudieron entonces dar una
detallada relación de la tremenda derrota de Villa en Celaya.
Se les escuchó en un silencio de estupefacción.

El cuarto fragmento denuncia la alianza y traición de los carrancistas con el
gobierno de Estados Unidos, que envía aviones para asesinar a los rebeldes.
—¡Ah, los airoplanos! Abajo, así de cerquita, no sabe usted qué son; parecen
canoas, parecen chalupas; pero que comienzan a subir, amigo, y es un ruidazo que lo
aturde. Luego algo como un automóvil que va muy recio. Y haga usté de cuenta un
pájaro grande, muy grande, que parece de repente que ni se bulle siquiera. Y aquí
va l m r b e o a e t o d e e p j r , u g i g l e a m l s d g a a a . ¡ f g r s
o eo un: dnr e s áao n rno lv ie e rnds Aiúee
l q es r e o L e al h r d p l a ,yc m q i nl sr e am í al sg l i a ,a l
o u eá s! lg a oa e eer oo ue e ig az a alns lí
van puños y puños de plomo pa’l enemigo… Y aquello se vuelve un camposanto:
muertos por aquí, muertos por allí, y ¡muertos por todas partes!

É POCA

ACTUAL

Las dos grandes guerras mundiales, producto de la expansión imperialista de
gobiernos tiránicos y deshumanizados coludidos con gobiernos incondicionales, crean situaciones dramáticas y de tensión en el mundo que producen la
necesidad de romper con lo establecido y de implantar nuevos principios que
sean acordes con la vida del hombre actual. Todo esto contribuye a dar a la
literatura del siglo XX una particular fisonomía. De esta manera aparecen las
escuelas de vanguardia, grupos en los que el principal impulso es el deseo de
terminar con tradiciones anteriores. Estos movimientos y todos los que les seguirán coinciden no únicamente en rechazar a la literatura burguesa, sino a la
propia realidad decadente de finales del siglo XIX y principios del XX.
Ante un mundo en lucha de clases en el que la burguesía pretende domestic rl e p e i nl t r r a e n c s r oe c i i e f t r .Ye f t r s e c i en
a a xrsó ieai, s eeai srbr l uuo l uuo e srb o
para la posteridad, sino para el presente. Así aparece una nueva forma de creac ó l t r r a u al t r t r c m r m t d .
in ieai, n ieaua opoeia
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el ensayo, la novela y el cuento
predominan sobre los demás géneros. A pesar de que la diversidad de la produc-
290

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

ción es inmensa, todos los autores auténticos señalan un interés por la crítica
social. La novela resurge extraordinariamente. En un principio, en la primera
mitad del siglo X , las novelas tenían sólo una variedad local: Los de abajo, un
X
f a m n od lp o e or v l c o a i ;E i d o l d n n i yl c u ai d g n s a
rget e rcs eouinro l ni, a euca a as nieit;
La vorágine, el hombre frente a la naturaleza tratando de dominarla; Doña Bárbara, el despotismo político en la época independiente.
Después de 1950 la novela hispanoamericana se hace universal y se conviert e r p e e t t v e e c n e t d l l t r t r m n i l L so r ss nc í i
e n ersnaia n l otxo e a ieaua uda. a ba o rtcas a las oligarquías políticas o económicas de los países de América. La crítica
social urbana y rural aparece vigorosamente. Se levanta la voz contra las condiciones y la explotación indígena, obrera, campesina.
A pesar de todo, la poesía es el género que más ha evolucionado. Los poemas
posteriores a 1950 asombran por su poder de transmitir experiencias de un lenguaje asimilado popularmente. Combaten y devalúan la realidad actual en relac ó c no r m sj s ae l q e c n í n e t e v a d r a i a s .E t c r e a
in o ta á ut n a u, ofa, sá n ís e elzre sa etz
se manifiesta al simple paso del tiempo mediante una conducta modelo a seguir. Muchos poetas no únicamente se interesan en los problemas sociales sino
que comienzan a delinear la imagen y la estatura de un hombre diferente, por el
cual combaten desde la trinchera de la palabra. Parten de la denuncia social y su
poesía se vuelve indigenista, afroamericana, latinoamericana, militante y combtet.
aine
P rl q er s e t al é o aa t a e n e t op í ,l l t r t r ,c m t d
o o u epca a pc cul n usr as a ieaua oo oo
el arte posterior al movimiento armado de 1910 y hasta la fecha, se nutre de
muy diversos materiales. Algunos escriben siguiendo de cerca la trayectoria de
s p e l .O r sp e i r nr g e a a s u o r m n i i m d lp r i i t yh s a
u ubo to rfee ersr l edroatcso e ofrao at
añoran ese tiempo. Otros escriben desde el punto de vista del intelectual espectador el drama de México, su origen y su realidad. Otros son voceros o se pierden en los paraísos artificiales y regiones transparentes. Algunos van hacia un
Realismo habilidoso o contradictorio, pero sin contenido político. “No hay arte
sin ideología”, dijo el músico Dimitri Shostakovich. Un gran número deambula
h c e d a t s l sal g o i ys d b t e í f m sr y r a e t el i n v d r
aino neaa a lra e eae n nia eets nr a noaoa
or g l d e t l s i aye l g a s ro i i a .P r l sb e o i n a o s nl sq e
euaa siítc l orr e rgnl eo o in retds o o u
participan de la realidad mexicana como contexto de América, son actores de
sus luchas, orientan y dan testimonio de ellas. No tienen tiempo para perderlo
en modernidades y exquisiteces formales, no escriben para el grupito minoritario y culturanizante, sino para la inmensa mayoría de mexicanos. Son los autores comprometidos con su pueblo y con su tiempo. De los autores de hoy y
LIBRO

291

DE CONSULTA

consecuentes a los lineamientos apuntados, destacan en narrativa: José Revueltas, Juan Rulfo, Gerardo de la Torre y René Avilés Fabila. En ensayo y testimonio: Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska. En poesía: Efraín Huerta, Juan
Bañuelos, Jaime Labastida, Óscar Oliva, José Emilio Pacheco, el poeta y periodista Horacio Espinoza Altamirano, Thelma Nava y las nuevas generaciones
cncets
osine.

Ja Rlo
un uf
A mediados del siglo X , sobresalen dos narradores mexicanos: Juan Rulfo (1918X
1986), y Juan José Arreola (1918-2001). Rulfo ha captado como ninguno la
imagen del mexicano del campo, recio, vigoroso, solitario, desheredado y olvidado; pero alerta al momento en que sobrevendrá su tiempo. Las obras de Rulfo
son El llano en llamas, libro de cuentos de páginas intensas donde denuncia “el
fondo del deshilado drama y la alarmante desesperación de un sector de los
habitantes del país”. Estilo directo, abierto, espontáneo, a veces descarnado
como el rostro campesino. Pedro Páramo, novela en que el típico cacique mexicano, poseedor de enormes extensiones de tierra, domina y oprime a un pueblo
entero. Caciques cuyos atracos, fechorías y crímenes se justifican con la desenfrenada carrera por el poder y el dinero. Hasta el amor tiene que vender primero
y comprar después. “Me cruzaré de brazos y Comala se morirá de hambre”,
dice, y lo hace, y el pueblo desaparece y sus habitantes son forzados a abandonro
al.
Sólo Pedro Páramo se queda amo y señor de las ruinas, hasta que un hijo
desconocido lo apuñala.
Es Juan Rulfo quien inició el juego y la transposición del tiempo. De El llano
en llamas, transcribimos uno de los cuentos más hermosos que se han escrito en
l l t r t r m x c n :L v n .
a ieaua eiaa uia
L UVINA
De los cerros altos del sur, el de Luvina es el más alto y el más pedregoso. Está
plagado de esa piedra gris con la que hacen la cal, pero en Luvina no hacen cal con
e l n l s c nn n ú p o e h .A l l l a a p e r c u a yl l m q es b h c a
la i e aa ign rvco lí a lmn ida rd, a oa u ue ai
Luvina la nombran cuesta de la Piedra Cruda. El aire y el sol se han encargado de
desmenuzarla, de modo que la tierra de por allí es blanca y brillante como si estuviera rociada siempre por el rocío del amanecer; aunque esto es un puro decir, porque
292

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

en Luvina los días son tan fríos como las noches y el rocío se cuaja en el cielo antes
q el e u ac e s b el t e r .
u lge ar or a ira
…Y la tierra es empinada. Se desgaja por todos lados en barrancas hondas, de un
fondo que se pierde de tan lejano. Dicen los de Luvina que de aquellas barrancas
suben los sueños; pero yo lo único que vi subir fue el viento, en tremolina, como si
allá abajo lo tuvieran encañonado en tubos de carrizo. Un viento que no deja crecer
n al sd l a a a :e a p a t t st i t sq ea e a s p e e v v ru p c u t d s
i a ucmrs ss lnia rse u pns i udn ii n oo naa
a la tierra, agarradas con todas sus manos al despeñadero de los montes. Sólo a
veces, allí donde hay un poco de sombra, escondido entre las piedras, florece el
chicalote con sus amapolas blancas. Pero el chicalote pronto se marchita. Entonces
uno lo oye rasguñando el aire con sus ramas espinosas, haciendo un ruido como el
d u c c i l s b eu ap e r d a i a .
e n uhlo or n ida e flr
—Ya mirará usted ese viento que sopla sobre Luvina. Es pardo. Dicen que porq ea r s r a e ad v l á ;p r l c e t e q ee u a r n g o Y l v r u t d
u rata rn e ocn eo o iro s u s n ie er. a o eá se.
Se planta en Luvina prendiéndose de las cosas como si las mordiera. Y sobran días
en que se lleva el techo de las casas como si se llevara un sombrero de petate,
dejando los paredones lisos, descobijados. Luego rasca como si tuviera uñas: uno lo
oye a mañana y tarde, hora tras hora, sin descanso, raspando las paredes, arrancando
tecatas de tierra, escarbando con su pala picuda por debajo de las puertas, hasta
sentirlo bullir dentro de uno como si se pusiera a remover los goznes de nuestros
mismos huesos. Ya lo verá usted.
El hombre aquel que hablaba se quedó callado un rato, mirando hacia afuera.
Hasta ellos llegaban el sonido del río pasando sus crecidas aguas por las ramas de
los camichines; el rumor del aire moviendo suavemente las hojas de los almendros,
y los gritos de los niños jugando en el pequeño espacio iluminado por la luz que salía
d l ted.
e a ina
Los comejenes entraban y rebotaban contra la lámpara de petróleo, cayendo al
suelo con las alas chamuscadas. Y afuera seguía avanzando la noche.
—¡Oye, Camilo, mándanos otras dos cervezas más! –volvió a decir el hombre.
Después añadió:
—Otra cosa, señor. Nunca verá usted un cielo azul en Luvina. Allí todo el horizonte está desteñido; nublado siempre por una mancha caliginosa que no se borra
nunca. Todo el lomerío pelón, sin un árbol, sin una cosa verde para descansar los
ojos; todo envuelto en el calín ceniciento. Usted verá eso: aquellos cerros apagados
como si estuvieran muertos y a Luvina en el más alto, coronándolo con su blanco
caserío como si fuera una corona de muerto...
Los gritos de los niños se acercaron hasta meterse dentro de la tienda. Eso hizo
q ee h m r s l v n a a f e ah c al p e t yl sd j r :“ V y n em sl j s ¡ o
u l obe e eatr, ur ai a ura e iea ¡áas á eo! N
interrumpan! Sigan jugando, pero sin armar alboroto.”
Luego, dirigiéndose otra vez a la mesa, se sentó y dijo:
LIBRO

DE CONSULTA

293

—Pues sí, como le estaba diciendo. Allá llueve poco. A mediados de año llegan
unas cuantas tormentas que azotan la tierra y la desgarran, dejando nada más el
pedregal flotando encima del tepetate. Es bueno ver entonces cómo se arrastran las
nubes, cómo andan de un cerro a otro dando tumbos como si fueran vejigas infladas; rebotando y pegando de truenos igual que si se quebraran en el filo de las
barrancas. Pero después de 10 o 12 días se van y no regresan sino al año siguiente, y
a veces se da el caso de que no regresen en varios años.
“… sí, llueve poco. Tan poco o casi nada, tanto que la tierra, además de estar
reseca y achicada como cuero viejo, se ha llenado de rajaduras y de esa cosa que allí
llaman ‘pasojos de agua’, que no son sino terrones endurecidos como piedras filosas,
que se clavan en los pies de uno al caminar, como si allí hasta a la tierra le hubieran
crecido espinas. Como si así fuera.”
Bebió la cerveza hasta dejar sólo burbujas de espuma en la botella y siguió
dced:
iino
— Por cualquier lado que se le mire, Luvina es un lugar muy triste. Usted que va
p r a l s d r c e t .Y d r aq ee e l g rd n ea i al t i t z .D n en s
aa lá e aá una o ií u s l ua od nd a rsea od o e
conoce la sonrisa, como si a toda la gente le hubieran entablado la cara. Y usted, si
q i r ,p e ev re at i t z al h r q eq i r .E a r q ea l s p al r v e v ,
uee ud e s rsea a oa u uea l ie u lí ol a eule
pero no se la lleva nunca. Está allí como si allí hubiera nacido. Y hasta se puede probar y sentir, porque está siempre encima de uno, apretada contra de uno, y
porque es oprimente como una gran cataplasma sobre la viva carne del corazón.
“… Dicen los de allí que cuando llena la luna, ven de bulto la figura del viento
r c r i n ol sc l e d L v n ,l e a d ar s r su ac b j n g a p r y s e p e
eored a als e uia lvno ata n oia er; eo o imr
lo que llegué a ver, cuando había luna en Luvina, fue la imagen del desconsuelo…
sepe”
imr.
“Pero tómese su cerveza. Veo que no le ha dado ni siquiera una probadita. Tómesela. O tal vez no le guste así tibia como está. Y es que aquí no hay de otra. Yo sé
que así sabe mal. Aquí uno se acostumbra. A fe que allá ni siquiera esto se consigue.
Cuando vaya a Luvina la extrañará. Allí no podrá probar sino un mezcal que ellos
hacen con una yerba llamada hojasé, y que a los primeros tragos estará usted dando
de volteretas como si lo chacamotearan. Mejor tómese su cerveza. Yo sé lo que le
dg.
io”
A l a u r s g í o é d s e b t l a d lr o E r m rd la r .L sn ñ sj g n
lá fea eua ynoe l aalr e í. l uo e ie o io uado. Parecía ser aún temprano, en la noche.
El hombre se había ido a asomar una vez más a la puerta y había vuelto. Ahora
v n ad c e d :
eí iino
—Resulta fácil ver las cosas desde aquí, meramente traídas por el recuerdo, donde no tienen parecido ninguno. Pero a mí no me cuesta ningún trabajo seguir hablándole de lo que sé, tratándose de Luvina. Allá viví. Allá dejé la vida… Fui a ese lugar
con mis ilusiones cabales y volví viejo y acabado. Y ahora usted va para allá… Está
294

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

b e .M p r c r c r a e p i c p o M p n oe s l g ryp e s …M r u t d c a in e aee eodr l rnii. e og n u ua ino ie se, un
do yo llegué por primera vez a Luvina… ¿Pero me permite antes que tome su cerveza? Veo que usted no le hace caso. Y a mí me sirve de mucho. Me alivia. Siento como
si me enjuagaran la cabeza con aceite alcanforado… Bueno, le contaba que cuando
llegué por primera vez a Luvina, el arriero que nos llevó no quiso dejar ni siquiera
que descansaran las bestias. En cuanto nos puso en el suelo, se dio media vuelta:
—“Yo me vuelvo –nos dijo.
—“Espera, ¿no vas a dejar sestear tus animales? Están muy aporreados.
—“Aquí se fregarían más —nos dijo–. Mejor me vuelvo.
“Y se fue, dejándose caer por la cuesta de la Piedra Cruda, espoleando sus caballos como si se alejara de algún lugar endemoniado.
“Nosotros, mi mujer y mis tres hijos, nos quedamos allí, parados en mitad de la
plaza, con todos nuestros ajuares en los brazos. En medio de aquel lugar donde sólo
se oía el viento…
“Una plaza sola, sin una sola yerba para detener el aire. Allí nos quedamos.
“Entonces yo le pregunté a mi mujer:
—“¿En qué país estamos, Agripina?
“Y ella se alzó de hombros.
—“Bueno, si no te importa, ve a buscar dónde comer y dónde pasar la noche.
Aquí te aguardamos —le dije.
“Ella agarró al más pequeño de sus hijos y se fue. Pero no regresó.
“Al atardecer, cuando el sol alumbraba sólo las puntas de los cerros, fuimos a
buscarla. Anduvimos por los callejones de Luvina, hasta que la encontramos metida
e l i l s a s n a am r e m d od a u l ai l s as l t r a c ne n ñ d r i o
n a gei: etd eo n ei e qel gei oiai, o l io omd
e t es sp e n s
nr u ira.
—“¿Qué haces aquí, Agripina?
—“Entré a rezar —nos dijo.
—“¿Para qué? —le pregunté yo.
“Y ella se alzó de hombros.
“ l ín h b aaq i nr z r e E au j c l nv c o s np e t s n d m sc nu o
Al o aí ué eal. r n aaó aí, i ura, aa á o ns
socavones abiertos y un techo resquebrajado por donde se colaba el aire como por
un cedazo.
—“¿Dónde está la fonda?
—“No hay ninguna fonda.
—“¿Y el mesón?
—“No hay ningún mesón.
—“Viste a alguien? ¿Vive alguien aquí? —le pregunté.
—“Sí, allí enfrente… Unas mujeres… Las sigo viendo. Mira, allí tras las rendijas
de esa puerta veo brillar los ojos que nos miran… Han estado asomándose para
acá… Míralas. Veo las bolas brillantes de sus ojos… Pero no tienen qué darnos de
LIBRO

DE CONSULTA

295

comer. Me dijeron sin sacar la cabeza que en este pueblo no había de comer…
Entonces entré aquí a rezar, a pedirle a Dios por nosotros.
—“Por qué no regresaste allí? Te estuvimos esperando…
—“Entré aquí a rezar. No he terminado todavía.
—“¿Qué país es éste, Agripina?
“Y ella volvió a alzarse de hombros.
“Aquella noche nos acomodamos para dormir en un rincón de la iglesia, detrás
del altar desmantelado. Hasta allí llegaba el viento, aunque un poco menos fuerte. Lo
estuvimos oyendo pasar por encima de nosotros, con sus largos aullidos; lo estuvimos oyendo entrar y salir por los huecos socavones de las puertas; golpeando con
sus manos de aire las cruces del viacrucis: unas cruces grandes y duras hechas
con palo de mezquite que colgaban de las paredes a todo lo largo de la iglesia,
amarradas con alambres que rechinaban a cada sacudida del viento como si fuera
u rcia d dets
n ehnr e ine.
“Los niños lloraban porque no los dejaba dormir el miedo Y mi mujer, tratando
de retenerlos a todos entre sus brazos. Abrazando su manojo de hijos. Y yo allí, sin
s b rq éh c r
ae u ae.
“Poco antes del amanecer se calmó el viento. Después regresó. Pero hubo un
momento en esa madrugada en que todo se quedó tranquilo, como si el cielo se
hubiera juntado con la tierra, aplastando los ruidos con su peso… Se oía la respiración de los niños ya descansada. Oía el resuello de mi mujer ahí a mi lado:
—“¿Qué es? —me dijo.
—“¿Qué es qué? —le pregunté.
—“Eso, el ruido ese.
—“Es el silencio. Duérmete. Descansa, aunque sea un poquito que ya va a amanecer.
“Pero al rato oí yo también. Era como un aletear de murciélagos en la oscuridad,
muy cerca de nosotros. De murciélagos de grandes alas que rozaban el suelo. Me
levanté y se oyó el aletear más fuerte, como si la parvada de murciélagos se hubiera
espantado y volara hacia los agujeros de las puertas. Entonces caminé de puntitas
hacia allá, sintiendo delante de mí aquel murmullo sordo. Me detuve en la puerta y
las vi. Vi a todas las mujeres de Luvina con su cántaro al hombro, con el rebozo
colgado de su cabeza y sus figuras negras sobre el negro fondo de la noche.
—“¿Qué quieren? —les pregunté—. ¿Qué buscan a estas horas?
“Una de ellas respondió:
—“Vamos por agua.
“Las vi paradas frente a mí, mirándome. Luego, como si fueran sombras, echaron a caminar calle abajo con sus negros cántaros.
“No, no se me olvidará jamás esa primera noche que pasé en Luvina.
“… ¿No cree usted que esto se merece otro trago? Aunque sea nomás para que se
me quite el mal sabor del recuerdo.
296

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

—“Me parece que usted me preguntó cuántos años estuve en Luvina, ¿verdad…?
La verdad es que no lo sé. Perdí la noción del tiempo desde que las fiebres me lo
enrevesaron; pero debió haber sido una eternidad… Y es que allá el tiempo es muy
largo. Nadie lleva la cuenta de las horas ni a nadie le preocupa cómo van amontonándose los años. Los días comienzan y se acaban. Luego viene la noche. Solamente
el día y la noche hasta el día de la muerte, que para ellos es una esperanza.
“Usted ha de pensar que le estoy dando vueltas a una misma idea. Y así es, sí
señor… Estar sentado en el umbral de la puerta mirando la salida y la puesta del sol,
subiendo y bajando la cabeza, hasta que acaban aflojándose los resortes y entonces
todo se queda quieto, sin tiempo, como si se viviera siempre en la eternidad. Eso
h c na l l sv e o .
ae lí o ijs
“Porque en Luvina sólo viven los puros viejos y los que todavía no han nacido,
como quien dice… Y mujeres sin fuerzas, casi trabadas de tan flacas. Los niños que
han nacido allí se han ido. Apenas les clarea el alba y ya son hombres. Como quien
dice, pegan el brinco del pecho de la madre al azadón y desaparecen de Luvina. Así
e al l cs.
s lí a oa
“Sólo quedan los puros viejos y las mujeres solas, o con un marido que anda
donde sólo Dios sabe dónde… Vienen de vez en cuando como las tormentas de
que le hablaba; se oye un murmullo en todo el pueblo cuando regresan y uno como
gruñido cuando se van… Dejan el costal del bastimento para los viejos y plantan
o r h j e e v e t e d s sm j r s y y n d e v e v a s b rd e l ss n a a o
to io n l inr e u uee, a ai ule ae e lo io l ñ
siguiente, y a veces nunca… Es la costumbre. Allí le dicen la ley, pero es lo mismo.
Los hijos se pasan la vida trabajando para los padres como ellos trabajaron para los
suyos y como quién sabe cuántos atrás de ellos cumplieron con su ley…
“Mientras tanto, los viejos aguardan por ellos y por el día de la muerte, sentados
en sus puertas, con los brazos caídos, movidos sólo por esa gracia que es la gratitud
del hijo… Solos, en aquella soledad de Luvina.
“Un día traté de convencerlos de que se fueran a otro lugar, donde la tierra fuera
buena. ‘¡Vámonos de aquí! —les dije— No faltará modo de acomodarnos en alguna parte. El gobierno nos ayudará.”
“Ellos me oyeron, sin parpadear, mirándome desde el fondo de sus ojos de los
que sólo se asomaba una lucecita allá muy adentro.
—“¿Dices que el gobierno nos ayudará, profesor? ¿Tú conoces al gobierno?
“ e d j q es .
Ls ie u í
—“También nosotros lo conocemos. Da esa casualidad. De lo que no sabemos
nada es de la madre del gobierno.
“Yo les dije que era la patria. Ellos movieron la cabeza diciendo que no. Y se
rieron. Fue la única vez que he visto reír a la gente de Luvina. Pelaron sus dientes
molenques y me dijeron que no, que el gobierno no tenía madre.
LIBRO

DE CONSULTA

297

“Y tienen razón, ¿sabe usted? El señor ése sólo se acuerda de ellos cuando alguno
de sus muchachos ha hecho alguna fechoría acá abajo. Entonces manda por él hasta
Luvina y se lo matan. De hay en más no saben si existen.
—“Tú nos quieres decir que dejemos Luvina porque, según tú, ya estuvo bueno
de aguantar hambres sin necesidad —me dijeron—. Pero si nosotros nos vamos,
¿quién se llevará a nuestros muertos? Ellos viven aquí y no podemos dejarlos solos.
“Y allá siguen. Usted los verá ahora que vaya. Mascando bagazos de mezquite
seco y tragándose su propia saliva para engañar el hambre. Los mirará pasar como
sombras, repegados al muro de las casas, casi arrastrados por el viento.
—“¿No oyen ese viento? —les acabé por decir— Él acabará con ustedes.
—“Dura lo que debe de durar. Es el mandato de Dios —me contestaron—.
Malo cuando deja de hacer aire. Cuando eso sucede, el sol se arrima mucho a Luvina
y nos chupa la sangre y la poca agua que tenemos en el pellejo. El aire hace que el sol
s e t a l a r b .A íe m j r
e sé lá ria s s eo.
“Ya no les volví a decir nada. Me salí de Luvina y no he vuelto ni pienso regresar.
“… Pero mire las maromas que da el mundo. Usted va para allá ahora, dentro de
pocas horas. Tal vez ya se cumplieron 15 años que me dijeron a mí lo mismo: ‘Usted
v ai aS nJ a L v n .
a r a un uia’
“En esa época tenía yo mis fuerzas. Estaba cargado de ideas… Usted sabe que a
todos nosotros nos infunden ideas. Y uno va con esa plasta encima para plasmarla
en todas partes. Pero en Luvina no cuajó eso. Hice el experimento y se deshizo…
“San Juan Luvina. Me sonaba a nombre de cielo aquel nombre. Pero aquello es el
purgatorio. Un lugar moribundo donde se han muerto hasta los perros y ya no hay
ni quien le ladre al silencio; pues en cuanto uno se acostumbra al vendaval que allí
sopla, no se oye sino el silencio que hay en todas las soledades. Y eso acaba con uno.
Míreme a mí. Conmigo acabó. Usted que va para allá comprenderá pronto lo que le
digo…
“¿Qué opina usted si le pedimos a este señor que nos matice unos mezcalitos?
Con la cerveza se levanta uno a cada rato y eso interrumpe mucho la plática. ¡Oye,
Camilo, mándanos ahora unos mezcales!
“Pues sí, como le estaba yo diciendo…”
Pero no dijo nada. Se quedó mirando un punto fijo sobre la mesa donde los
comejenes, ya sin sus alas, rondaban como gusanitos desnudos.
Afuera seguía oyéndose cómo avanzaba la noche. El chapoteo del río contra los
troncos de los camichines. El griterío ya muy lejano de los niños. Por el pequeño
c e od l p e t s a o a a l se t e l s
il e a ura e smbn a srla.
El hombre que miraba a los comejenes se recostó sobre la mesa y se quedó
dormido.
298

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Ja Js Aroa
un oé rel
Como Rulfo, Arreola también es originario de Jalisco. Arreola nació en Ciudad
Guzmán en 1918 y falleció en 2001. La prosa de Arreola es sensitiva y fina,
r g r s ,l r c ys n e i a t .A r o at e el v r u d r s m rs t a i n se iuoa íia ittzne rel in a itd e eui iucoe n
t r se u as l l n a S p r i u a i a e l s g r n i r f n d .S t m t c
ea n n oa íe. u atclrdd s a ueeca eiaa u eáia
es insólita e imaginativa por excelencia. En toda su obra, como en su vida, lo
amoroso y erótico se convierte en el centro mismo de la existencia. Sus princip l s o r s s n C n a u a i , V r a i v n i n ( i r d c e t s yL f r a d n e
ae ba o: ofblro ai necó lbo e uno) a ei, od
resume “fragmentos textuales o deformados de la más variada tradición oral y
escrita, sobre todo de Ezequiel y de Isaías, de los Apócrifos, del Cartulario
c l n a yd l sa a e d u p e l i a i a i d ls rd J l s o .T a s r b m s
ooil e o nls e n ubo mgnro e u e aic” rnciio
el cuento En verdad os digo de Confabulario. Narración en donde el humor y la
sátira se convierten en sobrehumana y efectiva crítica socio-moral.

EN

VERDAD OS DIGO

Todas las personas interesadas en que el camello pase por el ojo de la aguja, deben
inscribir su nombre en la lista de patrocinadores del experimento Niklaus.
Desprendido de un grupo de sabios mortíferos, de ésos que manipulan el uranio,
el cobalto y el hidrógeno. Arpad Niklaus deriva sus investigaciones actuales a un fin
c r t t v yr d c l e t h m n t r o l s l a i nd la m d l sr c s
aiaio aiamne uaiai: a avcó e la e o io.
Propone un plan científico para desintegrar un camello y hacerlo que pase en
chorro de electrones por el ojo de una aguja. Un aparato receptor (muy semejante
e p i c p oal p n a l d t l v s ó )o g n z r l se e t o e e á o o ,l sá o
n rnii a atla e eeiin raiaá o lcrns n tms o tmos en moléculas y las moléculas en células, reconstruyendo inmediatamente el camello según su esquema primitivo. La posibilidad del experimento está garantizada
por los adelantos de la física moderna. Basta pensar, por ejemplo, en que la reacción
en cadena se ha cumplido hasta ahora como una ley fatal. Niklaus ya logró cambiar
de sitio, sin tocarla, una gota de agua pesada. También ha podido evaluar, hasta
donde lo permite la discreción de la materia, la energía cuántica que dispara una
p z ñ d c m l o N sp r c i ú i a r m ra u a l c o c ne ac f aa t o ó i a
eua e ael. o aee ntl bua qí l etr o s ir srnmc.
L ú i ad f c l a s r ae q et o i z e p o e o N k a se l c r n i d u a
a nc iiutd ei n u rpea l rfsr ilu s a aeca e n
planta atómica propia. Tales instalaciones, extensas como ciudades, son increíblemente caras. Pero un comité especial se ocupa ya en solventar el problema económic m d a t u ac l c au i e s l L sp i e a a o t c o e ,t d v au p c t m d s
o eine n oet nvra. a rmrs prains oaí n oo íia,
s r e p r c s e rl e i i nd m l a e d f l e o ,b n syp o p c o e p i a i
ivn aa ota a dcó e ilrs e olts oo rsets xlctvos, así como para asegurar al profesor Niklaus el modesto salario que le permite
LIBRO

DE CONSULTA

299

proseguir sus cálculos e investigaciones teóricas, en tanto se edifican los inmensos
lbrtro.
aoaois
En la hora presente, el comité sólo cuenta con el camello y la aguja. Como las
sociedades protectoras de animales aprueban el proyecto, que es inofensivo y hasta saludable para cualquier camello (Niklaus habla de una probable regeneración
de todas las células), los parques zoológicos del país han ofrecido una verdadera
caravana. Nueva York no ha vacilado en exponer su famosísimo dromedario
bac.
lno
Por lo que toca a la aguja, Arpad Niklaus se muestra muy orgulloso, y la considera
piedra angular de la experiencia. No es una aguja cualquiera, sino un maravilloso
objeto dado a luz por su laborioso talento. A primera vista podría ser confundida
con una aguja común y corriente. La señora Niklaus, dando muestra de fino humor,
se complace en zurcir con ella la ropa de su marido. Pero su valor es infinito. Está
hecha de un portentoso metal todavía no clasificado, cuya fórmula química, apenas
insinuada por Niklaus, parece dar a entender que se trata de un cuerpo compuesto
exclusivamente de isótopos de níkel. Esta sustancia misteriosa ha dado mucho que
pensar a los hombres de ciencia. No ha faltado quien sostenga la hipótesis risible de
un osmio sintético o de un molibdeno aberrante, o quien se atreva a proclamar
públicamente las palabras de un profesor envidioso que aseguró haber reconocido
el metal de Niklaus bajo la forma de pequeñísimos grumos cristalinos enquistados
e d n a m s sd s d r t .L q es s b ac e c ac e t e q el a u ad N k a s
n ess aa e ieia o u e ae ini ira s u a gj e ilu
p e er s s i l f i c ó d u c o r d e e t o e av l c d du t a ó i a
ud eitr a rcin e n hro e lcrns eoia lrsnc.
En una de esas explicaciones infantiles tan gratas a los abstrusos matemáticos, el
profesor Niklaus compara el camello en su tránsito con un hilo de araña. Nos dice
que si aprovechamos ese hilo para tejer una tela, nos haría falta todo el espacio
s d r lp r e t n e l ,yq el se t e l sv s b e ei v s b e q e a í na l p e d d s
iea aa xedra u a srla iils niils udra lí rnia
como briznas de rocío. La madeja en cuestión mide millones de años luz, y Niklaus
ofrece devanarla en unos tres quintos de segundo.
Como puede verse, el proyecto es del todo viable y hasta diríamos que peca de
científico. Cuenta ya con la simpatía y el apoyo moral (todavía no confirmado oficialmente) de la Liga Interplanetaria que preside en Londres el eminente Olaf
Saldn
tpeo.
En vista de la natural expectación y ansiedad que ha provocado en todas partes la
oferta de Niklaus, el comité manifiesta un especial interés llamando la atención de
todos los poderosos de la Tierra, a fin de que no se dejen sorprender por los charl t n sq ee t np s n oc m l o m e t sat a é d s t l so i i i s E t si d v aae u sá aad aels uro rvs e uie rfco. so nii
duos que no titubean al llamarse hombres de ciencia, son simples estafadores a caza
de esperanzados incautos. Proceden de un modo sumamente vulgar, disolviendo el
camello en soluciones cada vez más ligeras de ácido sulfúrico. Luego destilan
el líquido por el ojo de la aguja, mediante una clepsidra de vapor, y creen haber
300

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

realizado el milagro. Como puede verse, el experimento es inútil y de nada sirve
financiarlo. El camello debe estar vivo antes y después del imposible traslado.
E v zd d r e i t n l d sd c r o yd g s a e d n r e i d s i r b e o r s
n e e ertr oeaa e iis e atr l ieo n necfals ba
d c r d d l sp r o a i t r s d se l v d e e n q ep s a u c p t le t r o o
e aia, a esns neeaa n a ia tra u oen n aia sobs,
d b np t o i a l d s n e r c ó d lc m l o q ee c e t f c ,v s o aye ú t m
ee arcnr a eitgain e ael, u s iníia its n lio
término lucrativa. Hablar de generosidad en un caso semejante resulta de todo innecesario. Hay que cerrar los ojos y abrir la bolsa con amplitud, a sabiendas de que
todos los gastos serán solventados a prorrata.
El monto del capital necesario no podrá ser conocido hasta el imprevisible final,
y el profesor Niklaus, con toda honestidad, se niega a trabajar con un presupuesto
que no sea fundamentalmente elástico. Los suscriptores deben cubrir, con paciencia
y durante años, sus cuotas de inversión. Hay necesidad de contratar millares de
técnicos, gerentes y obreros. Deben fundarse subcomités regionales y nacionales. Y
el estatuto de un colegio de sucesores del profesor Niklaus no tan sólo debe ser
p e i t ,s n p e u u s oe d t l e y q el t n a i ap e ee t n e s r z n b e
rvso io rspet n eal, a u a ettv ud xedre aoalmente durante varias generaciones. A este respecto no está por demás señalar la
edad provecta del sabio Niklaus.
Como todos los propósitos humanos, el experimento Niklaus ofrece dos probab e r s l a o :e f a a oye é i o A e á d s m l f c re p o l m d l s l a
ls eutds l rcs l xt. dms e ipiia l rbea e a avc ó p r o a ,e é i od N k a sc n e t r al se p e a i sd t nm s i ae p r e c a
in esnl l xt e ilu ovriá o mrsro e a ítc xeini
e a c o i t sd u af b l s c m a í d t a s o t s S r m yf c ld s r o l rl
n cinsa e n auoa opña e rnpre. eá u ái earla a
desintegración de los seres humanos de un modo práctico y económico. Los homb e d lm ñ n v a a á at a é d g a d sd s a c a ,e u i s a t ys np l g o
rs e aaa ijrn rvs e rne itnis n n ntne i eir,
d s e t se r f g se e t ó i a .
iulo n áaa lcrncs
Pero la posibilidad de un fracaso es todavía más halagadora. Si Arpad Niklaus es
un fabricante de quimeras y a su muerte le sigue toda una estirpe de impostores, su
obra humanitaria no hará sino aumentar en grandeza, como una progresión
geométrica, o como el tejido de pollo cultivado por Carre. Nada impedirá que pase
al h s o i c m e g o i s f n a o d l d s n e r c ó u i e s ld c p t l s Y
a itra oo l lroo uddr e a eitgain nvra e aiae.
los ricos, empobrecidos en serie por las agotadoras inversiones, entrarán fácilmente
a r i od l sc e o p rl p e t e t e h ( lo od l a u a ,a n u e c m l on
l en e o ils o a ura srca e j e a gj) uqe l ael o
ps.
ae

Hirc Bl
enih öl
“Heinrich Böll, (1917-1985), fue aprendiz de ebanista y dependiente de librería
y comenzó estudios de germanística. Combatió y fue repetidamente herido durante la segunda Guerra Mundial. Profesó la religión católica y sostuvo posturas altamente polémicas, tanto en materia de religión como en política. En 1971
LIBRO

DE CONSULTA

301

asumió la presidencia de Pen Club Internacional. En 1972 se le entregó el Premio Nobel de Literatura.
“El primer libro de Böll, El tren llegó puntual, apareció en Alemania en 1949,
en 1962 Opiniones de un payaso; en 1966 publicó un volumen de conferencias
(Frankfurter vorlesungen) y ha reunido también juntamente con una colección de
n r a i n sm yb e e ,t a u i a a c s e l n c ne t t l L a e t r yo r s
arcoe u rvs rdcds l atlao o l íuo a vnua to
r l t s s sp e a r d o ó i a ( r ä l n e u dh r p e e .
eao, u izs aifncs Ezhugn n ösil)

O i i n sd u p y s
pnoe e n aao
“ p n o e d u p y s f eu od l sm sn t b e b s - e l r l t r r o a e a
Oiins e n aao u n e o á oals etsles ieais lmn sd l d c d d l ss s n a E l n v l ,B l ,u od l se c i o e c t l e e a éaa e o eet. n a oea öl n e o srtrs aói
cos más polémicos de los últimos años, asume a través de la figura del clown y de
su irónica y conmovedora historia el papel de crítico de un catolicismo que
prefiere la dimensión de las conveniencias a las raíces de su espiritualidad y a
sus profundas consecuencias morales.
Transcribimos el pasaje donde Hans Schnier, el payaso, narra su desilusión
de Marie y anota la opinión que tiene del arte. Marie lo ha abandonado para
c s r ec no r .
aas o to
Creo que no hay nadie en el mundo que entienda a un payaso, ni siquiera otro
payaso; en estos casos siempre están en juego la envidia y las rivalidades. Marie
estuvo a punto de entenderme, pero completamente no me entendió jamás. Siempre decía que como “persona creadora” tenía que sentir un “ardiente interés” por
recibir la mayor cantidad de cultura posible. Un error. Naturalmente, si cuando
tuviera una tarde libre me enterara, que en alguna parte se representa a Beckett,
tomaría en seguida un taxi; de vez en cuando también voy al cine, si lo pienso bien,
incluso a menudo, y siempre películas autorizadas para niños de seis años. Marie no
pudo entenderlo jamás. Gran parte de su educación católica consistía precisamente
en informaciones psicológicas y en un racionalismo adornado con mística dentro
del marco de “que jueguen al futbol para que no piensen en chicas”. Entonces me
gustaba mucho pensar en chicas; luego sólo en Marie. A veces me daba la impresión
de ser un monstruo. Me gusta ir a ver películas para niños de seis años porque en
e l sn a a e en n u ad l sc r i e í sd l sa u t s c ns sa u t r o yd v r
la o prc ign e a uslra e o dlo, o u dleis iocios. En las películas de adulterios y divorcios desempeña siempre un papel importante la felicidad de alguien. “Hazme feliz, cariño” o “¿Acaso quieres poner trabas a
mi felicicidad?” No puedo imaginar una felicidad que dure más de un segundo, tal
302

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

vez dos o tres. También me gusta ver películas de prostitutas de verdad, pero hay
muy pocas. En su mayoría son tan pretenciosas que uno no se da cuenta de que en
realidad son películas de prostitutas. Existe otra categoría de mujeres que no son ni
p o t t t sn e p s s l sm j r sc m a i a ,p r e l sp l c l se t nm yo v rsiua i soa; a uee opsvs eo n a eíua sá u li
dadas. Generalmente, en las películas para niños de seis años hay prostitutas a barullo. Jamás he comprendido en qué piensan los comités que califican las películas
cuando toleran que los niños las vean. En ellas las mujeres o son prostitutas por
naturaleza o sólo en sentido sociológico. Compasivas no lo son casi nunca.
… … …
Lo que un payaso necesita es tranquilidad, la apariencia de aquello que los demás
llaman fiesta. Pero esas otras personas lo que no comprenden es que para un payaso
la fiesta consiste en olvidar su trabajo, no lo comprenden porque ellos sólo se dedic nal q es h l a a oa t d r n es sd a d f e t ,c s q el s r s l ac m l a o u e a lmd re uat u ís e isa oa u e eut ope
t m n en t r l U p o l m a a t l c n t t y nl sp r o a c ns n i oa t s i o
aet aua. n rbea pre o osiue a esns o etd rítc
que no piensan más que en el arte, pero que no necesitan sus horas libres porque no
trabajan. Cuando alguien empieza a denominar artista a una persona aficionada al
arte, se originan los más lamentables malentendidos. Las personas con cierto sentido
artístico empiezan siempre a hablar de arte en el preciso momento en que el artista
tiene la sensación de gozar de algo así como horas libres. En general, son atacantes;
e e o d s t e yh s ac n om n t se q ee a t s as o v d d la t ,u ap r o a
n ss o, rs at ic iuo n u l rit e lia e re n esn
aficionada al arte empieza a hablar de Van Gogh, Kafka, Chaplin o Beckett. En esos
momentos preferiría suicidarme; cuando empiezo a pensar sólo en lo que hago con
Marie, o en la cerveza, en las hojas que caen en otoño, en el juego del parchís o en
cualquier cursilería, tal vez en algo sentimental, un Fredebeul o un Sommerwild
empiezan a hablar de arte. Precisamente en el momento en que yo gozo de la extraordinariamente excitante sensación de ser del todo normal, de ser tan
burguesamente normal como Karl Emonds, Fredebeul o Sommerwild empiezan
con Claudel o Ionesco. Marie también tiene algo de eso; antes menos, últimamente
más. Me di cuenta cuando le conté que empezaría a cantar canciones acompañándom c nl g i a r .E o d j ,h r ós i s i t e t t c .L sh r sl b e d l sq en
e o a utra s, io ii u ntno séio a oa irs e o u o
son artistas, son las de trabajo de un payaso. Todo el mundo sabe lo que son las
horas libres, desde el bien remunerado manager hasta el más sencillo obrero, tanto si
beben cerveza como si matan osos en Alaska; tanto si coleccionan sellos como si
c l c i n ni p e i n s a oe p e i n s a ( n c s e s g r :e q ec l c i n a t
oecoa mrsoits xrsoits ua oa s eua l u oecoa re
n e a t s a .S l s m n r d e c n e s sc g r i l sd r n el sh r sl b e ,d
o s rit) óo u aea e nedr u iarlo uat a oa irs e
hacer un gesto determinado, puede ya enfurecerme, pues conozco esa sensación lo
suficientemente bien como para envidiársela a la larga. El payaso tiene algunos momentos de libertad; entonces, puede extender las piernas y saber, durante el tiempo
LIBRO

303

DE CONSULTA

que tarda en fumar medio cigarrillo, lo que es tener tiempo libre. El llamado permis e mra.
o s otl
Al parecer los demás saben lo que es durante tres, cuatro o seis semanas. Marie
intentó un par de veces proporcionarme esta sensación, nos fuimos al mar, al interior, a los baños, a la montaña; al segundo día ya estaba enfermo, lleno de arriba a
abajo de pústulas y mi alma repleta de ideas asesinas. Creo que estaba muerto de
envidia. Luego tuvo la terrible ocurrencia de pasar conmigo las vacaciones en un
lugar donde descansan muchos artistas. Como es natural, no eran más que aficionados al arte y la primera tarde me pelee ya con un demente muy importante de la
industria cinematográfica y me enredé en una conversación sobre Grock, Chaplin y
el bufón en los dramas de Shakespeare. No sólo me dieron una buena paliza (es que
e o a i i n d sq ec n i u nv v rb e d p o e i n ss u o r í t c s n t a a a
ss fcoao u osge ii in e rfsoe edatsia, o rbjn
y rebosan fuerza), sino que contraje una grave ictericia. Tan pronto como nos encontramos fuera de este horrible nido me sané en seguida.

J l oC r á a
ui otzr
Julio Cortázar nació en Bruselas en 1914 y muere en París en 1984. Combatió
por la liberación en “Sierra Maestra” al lado del Che, apoyó decididamente la
Revolución cubana, manteniendo siempre una actitud digna, que representaba
l q ed b a s g i l se c i o e l t n a e i a o .
a u eín eur o srtrs aiomrcns
Sus libros más importantes son Rayuela (1963), novela de una originalidad
i u i a ae l q ee i t nv r a p s b l d d sp r l e l ,i i a d e s l od
nstd n a u xse ais oiiiae aa era mtno l at e
la rayuela. Una lectura empieza por el capítulo I y termina en el capítulo 56.
Otra segunda lectura comienza en el capítulo 73 al que le siguen los capítulos
1 2 16 ectr.
, , 1, téea
Todo esto mediante un “tablero de dirección”. Es una de las obras más importantes de la narrativa hispanoamericana de la actualidad. Respecto a su obra
El libro de Manuel, Fama, Octaedro; donó sus derechos de autor a los presos políticos de la Argentina. Julio Cortázar recibió el premio “Médicis”, el que donó a
l r s s e c ac i e a
a eitni hln.
Internacionalmente se reconoce a Julio Cortázar como representativo de la
narrativa latinoamericana de hoy. Sin embargo, también es un excelente poeta,
aunque su producción en este género no sea muy extensa. Para ejemplificar su
p e í , p e e t m s u f a m n o d Policrítica en la hora de los chacales, d n e
osa rsnao n rget e
od
critica duramente a algunos intelectuales latinoamericanos por los ataques gratuitos que hicieron en 1971 contra la Revolución y el pueblo de Cuba.
304

TALLER

POLICRÍTICA

DE LECTURA Y REDACCIÓN

EN LA HORA DE LOS CHACALES

De qué sirve escribir la buena prosa,
de qué vale que exponga razones y argumentos
s l sc a a e v l n l m n d s t r c n r e v r o
i o hcls ea, a aaa e ia ota l eb,
l m t l n l s c nl q eq i r n d j nd l d e r s o
o uia, e aa o u uee, ea e ao l et,
vuelven lo blanco negro, el signo más se cambia en signo menos,
l sc a a e s ns b o e l st l x
o hcls o ais n o ée,
s nl st j r sd l i f m ayd lm l n e d d ,
o a iea e a nai e aetnio
m n d u i e s l b a c s n g o ,a b n s
aaa nvra, lno, ers lio,
lacayos si no firman y todavía más chacales cuando firman,
de qué sirve escribir midiendo cada frase,
de qué sirve pesar cada acción, cada gesto que expliquen
la conducta
s a o r d al sp r ó i o ,l sc n e e o ,l sa e c a ,
i l to í o eidcs o osjrs a gnis
l sp l c a d s r z d s
o oiís ifaao,
l sa e o e d lg r l ,l sa o a o d l st u t
o ssrs e oia o bgds e o rss
se encargarán de la versión más adecuada para consumo de
inocentes o de crápulas
fabricarán una vez más la mentira que corre, la duda que se instala,
y tanta buena gente en tanto pueblo y tanto campo de tanta tierra
nuestra,
que abre su diario y busca su verdad y se encuentra
con la mentira maquillada, los bocados a punto, y va tragando
baba prefabricada, mierda en pulcras columnas, y hay quien cree
y al creer olvida el resto, tantos años de amor y de combate,
porque así es, compadre, los chacales lo saben: la memoria
e flbe
s ail.
… … … … … … … … … … … … … … … …

H yq eg i a u ap l t c c í i a h yq ec i i a g i a d
a u rtr n oíia rtc, a u rtcr rtno
cada vez que
se lo cree justo: sólo así podremos acabar un día con los chacales
y las hienas.
Es, México City, Río,
diariamente, diariamente, en mi mesa, los recortes de prensa:
París, Londres
(en poco tiempo, apenas dos semanas), la máquina montada,
LIBRO

305

DE CONSULTA

Nueva York, Buenos Aires
l o e a i nc m l d ,l sl b r l se c n a o ,l sr v l c o a i s
a prcó upia o ieae natds o eouinro
confundidos,
la violación con letra impresa, los comentarios compungidos,
alianza de chacales y de puros, la manada feliz, todo va bien.
… … … … … … … … … … … … … … … … … …

Siempre hay alguna hiena maquillada de juez, poeta o crítico,
l s aac n a l sl a d l q eo i e e f n od s st i a ,
it atr a os e o u da n l od e u rps
pronta a asfixiar la voz de los que quieren el verdadero diálogo,
el contacto
por lo alto y por lo bajo: contacto con ese hombre que manda en el
peligro porque el pueblo
cuenta con él y sabe
que está ahí porque es justo, porque en él se define
la razón de la lucha, del duro derrotero,
porque jugó su vida con Camilo y el Che y tantos que pueblan
de huesos y memorias la tierra de la palma;
y también el contacto
con el otro, el sencillo camarada que necesita la palabra y el rumbo
para impulsar mejor la máquina, para cortar mejor la caña.
Nadie espere de mí el elogio fácil,
pero hoy es más que nunca tiempo de decisión y de aguas claras;
d á o op d ,e c e t oe l sb r a c s p l c í i ad a i ,
ilg io nunr n a orsa, oirtc ira
no acepto la repetición de humillaciones torpes,
no acepto confesiones que llegan siempre demasiado tarde,
no acepto risas de los fariseos convencidos de que todo anda bien
después de cada ejemplo,
n a e t l i t m d c ó ,n l v r ü n a
o cpo a niiain i a egez.
Y es por eso que acepto la crítica de veras, la que viene de aquél
que aguanta
en el timón, de aquéllos que pelean por una causa justa, allá o
aquí, en lo alto o en lo bajo,
y reconozco la torpeza de pretender saberlo todo desde un mero
ecioi.
srtro
Y busco humildemente la verdad en los hechos de ayer y de mañana,
y te busco la cara, Cuba la muy querida, y soy el que fue a ti
como se va a beber el agua, con la sed que será racimo o canto.
306

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Revolución hecha de hombres,
l e ae t r sd e r r syd s í s l e ae t r sd l g i a y
ln saá e roe evo, ln saá e árms
ausencias,
pero a mí, a los que en tantos horizontes somos pedazos de
América Latina,
tú nos comprenderás al término del día,
v l e e o av r o ,ae t rj n o ,c r j ,
ovrms ens sa uts aao
contra hienas y cerdos y chacales de cualquier meridiano,
c n r t b o yf o o ye c i a yl c y s
ota iis ljs srbs aao
en París, en La Habana o Buenos Aires,
contra lo peor que duerme en lo mejor, contra el peligro
de quedarse atascado en plena ruta, de no cortar los nudos a
machetazo limpio,
así yo sé que un día volveremos a vernos,
buenos días, Fidel, buenos días, Haydée, buenos días, mi casa,
mi sitio en los amigos y en las calles, mi buchito, mi amor,
mi caimancito herido y más vivo que nunca,
yo soy esta palabra mano a mano como otros son tus ojos o tus
músculos,
t d sj n o i e o al z f af t r ,
oo uts rms a ar uua
al azúcar de un tiempo sin imperios ni esclavos.
Hablémonos, eso es ser hombres: al comienzo
f ee d á o o
u l ilg.
Déjame defenderte
cuando asome el chacal de turno, déjame estar ahí.
Ys n l q i r s
i o o uee,
O e c m a r ,o v d t n ac i i b r t .
y, opde lia at rss aaa
Empecemos de nuevo, di lo tuyo, aquí estoy, aquí te espero.
Toma, fuma conmigo,
largo es el día, el humo ahuyenta los mosquitos.
Sabes, nunca estuve tan cerca
como ahora, de lejos, contra viento y marea. El día nace.
París, mayo de 1971.

L a t p s ad ls r
a uoit e u
E t n r a i n i c u d e e l b oT d sl sf e o e f e o d J l oC r á a ,e
sa arcó, nlia n l ir oo o ugs l ug, e ui otzr s
u ac r e ac í i aal d s e s n l z c ó ,l n u o i yl n g c ó e c b e t ,
n etr rtc a eproaiain a erss a eain nuira
de los elementos de una sociedad en vía de deshumanización.
LIBRO

DE CONSULTA

307

En una sociedad donde vale más quien tiene más dinero, quien circule mostrando mejor posición económica será el triunfador. Antiguamente este indicio
lo daban las joyas. Hoy, acorde a la mecanización y el egoísmo, lo representan los automóviles. La despersonalización se obliga en función del vehículo.
El hombre o la mujer dejan de serlo para convertirse en Mondeo, Mercedes
Benz, etc., como si éste fuera su nombre verdadero, y 2003, 2004 o último
modelo, su apellido. El segundo apellido vendría a ser la matrícula o placa que
s o t n ap rd l n eyp rd t á .
e set o eat o ers
Este breve relato toma como pretexto un incidente frecuente: el embotellamiento de gran número de vehículos en una carretera, la autopista del sur que
conduce de Fontainebleau a París. Cortázar lo aprovecha para relatar todas las
experiencias que viven los tripulantes de los vehículos durante el tiempo que
dura el embotellamiento el coqueteo sin sentido, casi automático y común, de
la joven del Dauphine y el ingeniero del Peugeot 404, el histerismo de una
religiosa, el absurdo suicidio del tripulante del Caravelle, la muerte real que
sobreviene a una anciana muerta en vida, la desesperación por la carencia de
víveres, etc. Los personajes son los vehículos. Se reconocen como la máquina
automotriz. En la propia narración el nombre para identificarlos es el de
los automóviles. La chica del Dauphine y el ingeniero del Peugeot tienen la
posibilidad del auténtico sentido amoroso, pero lo echan a perder en el flirteo y
la sensualidad “de paso”.
La obra termina cuando los vehículos se confunden y sus conductores se
pierden entre el tumulto, ya que la carretera queda libre de obstáculos y todos
se lanzan aglomeradamente, en una desenfrenada velocidad por recuperar el
tiempo y llegar lo más rápidamente posible a ningún lado.
P r e e p i i a l n r a i ad C r á a ,c p a o u f a m n od s c e t
aa jmlfcr a artv e otzr oims n rget e u uno
La autopista del sur, poco después de comenzar el embotellamiento.
A la cuarta vez de encontrarse con todo eso, de hacer todo eso, el ingeniero había
decidido no salir más de su coche, a la espera de que la policía disolviese de alguna
manera el embotellamiento. El calor de agosto se sumaba a ese tiempo a ras de
neumáticos para que la inmovilidad fuese cada vez más enervante. Todo era olor a
gasolina, gritos destemplados de los jovencitos del Simca, brillo del sol rebotando
en los cristales y en los bordes cromados, y para colmo la sensación contradictoria
del encierro en plena selva de máquinas pensadas para correr. El 404 del ingeniero
ocupaba el segundo lugar de la pista de la derecha contando desde la franja divisoria
de las dos pistas, con lo cual tenía otros cuatro autos a su derecha y siete a su
izquierda, aunque de hecho sólo pudiera ver distintamente los ocho coches que lo
308

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

rodeaban y sus ocupantes que ya había detallado hasta cansarse. Había charlado con
todos, salvo con los muchachos del Simca que le caían antipáticos; entre trecho y
t e h s h b ad s u i ol s t a i ne s sm n r sd t l e ,yl i p e i ng n r l
rco e aí ictd a iucó n u eoe eals a mrsó eea
era que hasta Corbeil-Essonnes se avanzaría al paso o poco menos, pero que entre
Corbeil y Juvisy el ritmo iría acelerándose una vez que los helicópteros y los motociclistas lograran quebrar lo peor del embotellamiento. A nadie le cabía duda de que
algún accidente muy grave debía haberse producido en la zona, única explicación de
u al n i u i c e b e Yc ne oe g b e n ,e c l r l si p e t s l v a i a ,u
n ettd nríl. o s l oiro l ao, o muso, a ildd n
tópico tras otro, tres metros, otro lugar común, cinco metros, una frase sentenciosa
o una maldición contenida.
A las dos monjitas del 2HP les hubiera convenido tanto llegar a Milly-la-Fôret
a t sd l so h ,p e l e a a u ac s ad h r a i a p r l c c n r .A m t i o
ne e a co us lvbn n et e otlzs aa a oiea l armnio del Peugeot 203 le importaba sobre todo no perder los juegos televisados de las
nueve y media; la muchacha del Dauphine le había dicho al ingeniero que le daba lo
mismo llegar más tarde a París, pero que se quejaba por principio, porque le parecía
un atropello someter a millares de personas a un régimen de caravana de camellos.
En esas últimas horas (debían ser casi las cinco pero el calor los hostigaba insoportablemente), habían avanzado unos 50 metros a juicio del ingeniero, aunque uno de
los hombres del Taunus que se había acercado a charlar llevando de la mano al niño
con su autito, mostró irónicamente la copa de un plátano solitario y la muchacha del
Dauphine recordó que ese plátano (si no era un castaño) había estado en la misma
línea que su auto durante tanto tiempo que ya ni valía la pena mirar el reloj pulsera
pr pres e cluo iúie.
aa edre n ácls ntls
N a a d c an n a l v b a i nd ls ls b el p s ayl sc r o e í sd l t b e
o treí uc, a ircó e o or a it a arcra iaaa l
vértigo hasta la náusea. Los anteojos negros, los pañuelos con agua de colonia en la
cabeza, los recursos improvisados para defenderse, para evitar un reflejo chirriante
o las bocanadas de los caños de escape a cada avance, se organizaban y perfeccionaban, eran objeto de comunicación y comentario. El ingeniero bajó otra vez para
estirar las piernas, cambió unas palabras con la pareja de aire campesino del Ariane
que precedía al 2HP de las monjas. Detrás del 2HP había un Volkswagen con un
soldado y una muchacha que parecían recién casados. La tercera fila hacia el exterior
d j b d i t r s r op r u h b e at n d q ea e a s p l g o a e t d l4 4 v í
eaa e neeal oqe uir eio u ljre eirsmne e 0; ea
colores, formas, Mercedes Benz, ID, 4R, Lancia, Skoda, Morris Minor, el catálogo
completo. A la izquierda, sobre la pista opuesta, se tendía otra maleza inalcanzable
de Renault, Anglia, Peugeot, Porsche, Volvo; era tan monótono que al final, después de charlar con los dos hombres del Taunus y de intentar sin éxito un cambio
de impresiones con el solitario conductor del Caravelle, no quedaba nada mejor que
volver al 404 y reanudar la misma conversación sobre la hora, las distancias y el cine
con la muchacha del Dauphine.
LIBRO

309

DE CONSULTA

Gabriel García Márquez
Gabriel García Márquez –según su padre Eligio García–, nació en Colombia el
6 de marzo de 1927. A partir de 1957 ejerció varios años el periodismo. Su
primera novela fue La mala hora. En 1972 obtuvo el premio “Rómulo Gallegos”
en Venezuela por su novela Cien años de soledad. En esa ocasión se rebeló contra
los premios afirmando: “Todo premio es peligroso, toda subvención compromete y todo homenaje público es principio de embalsamamiento”. El dinero en
efectivo que recibió por esta distinción lo donó íntegramente al MAS (Movimiento al Socialismo), en cuyo nobre lo recibió uno de los guerrilleros, de nomb eP t o f E t a c ó d s l d r d dal sg e r l e o d lM S q er p e e t
r e k f . s a c i n e o i a i a o u r i l r s e A, u e r s n a
el apoyo no sólo ideológico sino económico a los movimientos de liberación de
América Latina, le ocasionó a García Márquez ataques continuos por parte
de los escritores reaccionarios de América.
García Márquez también obtuvo el premio “Books Aboard” en Nueva York
y el premio “Oklahoma” que donó íntegramente a los presos políticos. Sus obras
E é d r ,D o yy yP e a i ,h ns d l e a a a c n .O r d s so r sc r c
rnia is o rsgo a io lvds l ie ta e u ba aat r s i a e E c r n ln t e eq i nl e c i a E e l n r al v d d u c r n l
eítcs s l ooe o in ue e srb. n la ar a ia e n ooe
r t r d q ep s i f n d dd p n r a p r s b e i i .S i u i nyú i aa t eiao u aa niia e euis aa orvvr u lsó nc ci
vidad es esperar que el Ministerio de Guerra resuelva la pensión que le adeuda,
resolución entorpecida por larguísimos trámites burocráticos. Diariamente el
coronel va al correo con la esperanza del comunicado, pero la respuesta del
administrador a su insistencia es siempre la misma: “El coronel no tiene quien
le escriba”. Sus aficiones están resumidas en un gallo de pelea que le recuerda a
su hijo recientemente asesinado, y su esposa. Entre los habitantes del pueblo se
propaga la semilla de la Revolución. Circulan las ideas en volantes escritos. Se
d s t l v g l n i p l c a ayl r p e i n E u ar d d e c r n l q el e a
eaa a iiaca oiic a ersó. n n eaa l ooe, u lv
un volante, va a ser detenido. El coronel se identifica, los policías respetan su
g a oyl d j ni s ni t r o a l s q i r .
rd o ea r i nergro iuea

Ce ao d sldd
in ñs e oea
La obra más importante de García Márquez es Cien años de soledad, excelente
novela llena de poesía y arraigadas raíces latinoamericanas, donde cada capítulo, y podríamos decir cada párrafo, son ejemplos poéticos no sólo de estilo, sino
de fragmentos con vida independiente de una verdadera unidad.
310

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

La estructura unitaria de la novela está en la superposición de tiempo discontinuo en el que se sobreponen el pasado mítico, los acontecimientos históricos y cada uno de los distintos personajes individualmente. Los Buendía se
repiten en las siguientes generaciones porque a su vez se han repetido de las
generaciones anteriores. La imaginación de García Márquez es extraordinariamente rica y trata en el mismo plano los hechos fantásticos y los sucedidos
reales. Cien años de soledad es una de las más grandes novelas que se han escrito
en la segunda mitad del siglo XX. Con García Márquez ya no es posible separar
la novela realista de la novela fantástica. La novela es, a partir de él y de su
g n r c ó ,u t r i o i n e ol c l z d e l i a i a i nq et t l z l r a
eeain n ertro uv oaiao n a mgncó u oaia a eldd
ia.
En Cien años de soledad lo insólito se vuelve cotidiano. La epidemia de peste
de insomnio en la que los habitantes pierden el sueño y después la memoria,
para ser curados por el gitano Melquíades con la inmortalidad. Todo es mágico.
Personajes y situaciones son llevados al extremo en una atmósfera llena de
amor, sensualidad y muerte. El autor critica la realidad que oprime a
Latinoamérica, el abuso del poder, el militarismo. La soledad vive en los propios personajes y es provocada por ellos. La soledad viene de antes y se continuará después, como los nombres que se repiten tradicionalmente. Pero también
a a e el r p u ad l t a i i nc n r s a d f e t m n ec nl ss p r t c o
prc a utr e a rdcó otatno ureet o a uesiines populares y con los elementos religiosos que se mezclan. El lenguaje literario de Cien años de soledad es metafórico y plenamente rico en imágenes. La
t a ae l s g i n e
rm s a iuet:
Macondo es un pueblo imaginario donde se desarrolla la vida de los Buendía.
A punto de ser fusilado, el coronel Aureliano Buendía evoca a Macondo, su
tierra, el pueblo fundado por su padre José Arcadio Buendía. Recuerda a
su madre Úrsula, firme de carácter y sentido práctico; a su hermano José Arcadio, sensual e inquieto que se fue con los gitanos. La rivalidad entre su hermana
Amaranta y su hermana adoptiva Rebeca, enamoradas del mismo hombre: el
rfnd iain Per Cep.
eiao tlao ito rsi
El coronel tiene regresiones al presente. Entonces mira a su padre que ha
perdido la razón. José Arcadio había seducido a Rebeca casándose con ella, con
el despecho de Amaranta. En este momento de regresión llega Úrsula y logra
salvarlo de ser fusilado. El coronel vuelve al combate al mando de las tropas
liberales. A medida que gana las batallas endurece su corazón, su ambición
crece y no le importa ejecutar a sus propios amigos con tal de continuar en el
pdr
oe.
LIBRO

DE CONSULTA

311

Los dos hermanos Buendía tienen relaciones con Pilar Ternera, y de éstas
nacen José Aureliano, que es educado por Amaranta y José Arcadio. Al crecer.
José Arcadio se une en matrimonio con Santa Sofía de la Piedad y finalmente es
fusilado por los conservadores.
Los hijos de José Arcadio y Santa Sofía de la Piedad son Aureliano Segundo
y José Arcadio Segundo, hermanos gemelos, y una hija a quien llaman Remed o .L t a i i ns c n i ú .A r l a oS g n os u ec no r j v n F r a d
is a rdcó e otna uein eud e n o ta oe, enna
de Carpio, pero sostiene relaciones con Petra Cotes, bella mulata a quien él
considera como su suerte y supersticiosamente le atribuye la reproducción del
gnd.
aao
Por ese tiempo en Macondo hay sucesos importantes para la población, como
e p s d lf r o a r l P r t m i ns f e l i v s ó i p r a i t d l sc m
l ao e ercri. eo abé urn a nain meilsa e a opañías bananeras estadunidenses. El coronel Aureliano Buendía capitula verg n o a e t c nl sc n e v d r syt a c o as si e l sf r a d l st a a o
ozsmne o o osraoe riin u dae imno o rtds
de Neerlandia. Acabado, regresa al lado de su madre Úrsula donde fallece en
forma oscura, amargado por la muerte de sus hijos ilegítimos, que suman diecisiete y son asesinados misteriosamente.
Las hijas de Fernanda del Carpio y Aureliano Segundo son las que rompen la
tradición. Remedios (Meme) se rebela y termina siendo madre de un hijo natur l aq i nt m i nn m r A r l a o q ec e el j sd l f m l a L o r h j
a, ue abé oba uein, u rc eo e a aii. a ta ia
es Amaranta Úrsula, que se casa con Gastón y que más tarde se enamora de
Aureliano y se convierte en su amante. Ellos son el último eslabón de la familia
Buendía. Cuando Amaranta Úrsula muere, él descubre en pergaminos antiguos
que no es su hermano como lo había supuesto, sino sobrino de Amaranta Úrsula.
Macondo es destruido por un huracán y la familia Buendía se extingue “porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oport n d ds b el T e r ”
uia or a ira.
De esta excelente novela que revive y da término a un mundo tradicional
que se derrumba, y apunta la grandeza de un mundo diferente, transcribimos
te psjs
rs aae:
En el primero, el amor se simboliza en la casa. Aureliano quien está enamorado de Remedios, piensa:
La casa se llenó de amor. Aureliano lo expresó en versos que no tenían principio ni
fin. Los escribía en los ásperos pergaminos que le regalaba Melquíades, en las paredes del baño, en la piel de sus brazos, y en todos aparecía Remedios transfigurada:
Remedios en el aire soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respi-
312

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

ración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el
vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre.
Rebeca esperaba el amor a las cuatro de la tarde bordando junto a la ventana. Sabía
que la mula del correo no llegaba sino cada quince días, pero ella la esperaba siempre, convencida de que iba a llegar un día cualquiera por equivocación. Sucedió todo
lo contrario: una vez la mula no llegó en la fecha prevista. Loca de desesperación,
Rebeca se levantó a medianoche y comió puñados de tierra en el jardín, con una
a i e s i i a l o a d d d l ryd f r a m s i a d l m r c st e n sya t l á vdz ucd, lrno e oo e ui, atcno obie ira siln
dose las muelas con huesos de caracoles. Vomitó hasta el amanecer. Se hundió en un
e t d d p s r c ó f b i ,p r i l c n i n i ,ys c r z ns a r óe u d l r o
sao e otain erl edó a oceca u oaó e bi n n eii
s np d r Ú s l ,e c n a i a a f r ól c r a u ad lb ú ,ye c n r e e f n o
i uo. rua sadlzd, oz a erdr e al notó n l od,
atadas con cintas color de rosa, las dieciséis cartas perfumadas y los esqueletos de
hojas y pétalos conservados en libros antiguos y las mariposas disecadas que al
tcra s cniteo e plo
oals e ovrirn n ov.

En el segundo pasaje la muerte se anuncia a Amaranta antes de que ella vaya
am r r yl d t e p d b r a l t n c yl ss b n sc nq eh d a o t j r e
oi, e a imo e odr a úia a áaa o u a e mraas
(antigua costumbre china).
La vio un mediodía ardiente, cosiendo con ella en el corredor, poco después que
Meme se fue al colegio. La reconoció en el acto, y no había nada pavoroso en la
muerte, porque era una mujer vestida de azul con el cabello largo, de aspecto un
poco anticuado, y con un cierto parecido a Pilar Ternera en la época en que las
ayudaba en los oficios de cocina. Varias veces Fernanda estuvo presente y no la vio,
a pesar que era tan real, tan humana, que en alguna ocasión le pidió a Amaranta el
favor de que le ensartara una aguja. La muerte no le dijo cuándo se iba a morir ni si
su hora estaba señalada antes que la de Rebeca, sino que le ordenó empezar a tejer su
propia mortaja el próximo seis de abril. La autorizó para que la hiciera tan complicada y primorosa como ella quisiera, pero tan honradamente como hizo la de Rebeca, y le advirtió que había de morir sin dolor, ni miedo, ni amargura, al anochecer
del día en que la terminara. Tratando de perder la mayor cantidad posible de tiempo, Amaranta encargó las hilazas de lino bayal y ella misma fabricó el lienzo. Lo hizo
con tanto cuidado que solamente esa labor le llevó cuatro años. Luego inició el
bordado. A medida que se aproximaba el término ineludible, iba comprendiendo
que sólo un milagro permitiría prolongar el trabajo más allá de la muerte de Rebeca,
pero la misma concentración le proporcionó la calma que le hacía falta para aceptar
la idea de una frustración. Fue entonces cuando entendió el círculo vicioso de los
pescaditos de oro del coronel Aureliano Buendía. El mundo se redujo a la superficie
de su piel, y el interior quedó a salvo de toda amargura.
LIBRO

DE CONSULTA

313

En el último fragmento. García Márquez critica duramente al militarismo
criollo coludido con el imperialismo estadunidense.
L l ym r i lf c l a aa e é c t p r a u i f n i n sd á b t od l c n r v r
a e aca autb l jrio aa smr ucoe e rir e a otoesia, pero no se hizo ninguna tentativa de conciliación. Tan pronto como se exhibieron en Macondo, los soldados pusieron a un lado los fusiles, cortaron y embarcaron
el banano y movilizaron los trenes. Los trabajadores, que hasta entonces se habían
conformado con esperar, se echaron al monte sin más armas que sus machetes de
l b r ye p z r nas b t a e s b t j .I c n i r nf n a yc m s r a o ,d s r ao, meao aoer l aoae nedao ics oiaits etu
yeron los rieles para impedir el tránsito de los trenes que empezaban a abrirse paso
con fuego de ametralladoras, y cortaron los alambres del telégrafo y el teléfono. Las
a e u a s t ñ r nd s n r .E s ñ rB o n q ee t b v v e e g l i e oe e t i
cqis e ieo e age l eo rw, u saa io n l alnr lcrficado, fue sacado de Macondo con su familia y las de otros compatriotas suyos, y
c n u i o at r i o i s g r b j l p o e c ó d le é c t .L s t a i na e a a
odcds ertro euo ao a rtcin e jrio a iucó mnzb c ne o u i n rh c au ag e r c v ld s g a ys n r e t ,c a d l sa t r d a o vlcoa ai n ura ii eiul agina uno a uoia
des hicieron un llamado a los trabajadores para que se concentraran en Macondo. El
l a a oa u c a aq ee J f C v lyM l t rd l p o i c al e a í e v e n ss g i n
lmd nnib u l ee ii iia e a rvni lgra l ire iuet ,d s u s oai t r e e e e c n l c o
e ipet necdr n l ofit.
José Arcadio Segundo estaba entre la muchedumbre que se concentró en la estación desde la mañana del viernes. Había participado en una reunión de los dirigentes
sindicales y había sido comisionado junto con el coronel Gavilán para confundirse
c nl m l i u yo i n a l s g nl sc r u s a c a .N s s n í b e ,ya a a au a
o a uttd retra eú a icntnis o e eta in msb n
pasta salitrosa en el paladar, desde que advirtió que el ejército había emplazado
nidos de ametralladoras alrededor de la plazoleta, y que la ciudad alambrada de la
compañía bananera estaba protegida con piezas de artillería. Hacia las 12, esperando
un tren que no llegaba, más de 3 mil personas, entre trabajadores, mujeres y niños,
habían desbordado el espacio descubierto frente a la estación y se apretujaban en las
calles adyacentes que el ejército cerró con filas de ametralladoras. Aquello parecía
entonces, más que una recepción, una feria jubilosa. Habían trasladado los puestos
de fritangas y las tiendas de bebidas de la Calle de los Turcos, y la gente soportaba
con muy buen ánimo el fastidio de la espera y el sol abrasante. Un poco antes de las
t e c r i e r m rd q ee t e o i i ln l e a í h s ae d as g i n e L m c e
rs oró l uo e u l rn fca o lgra at l í iuet. a uhdumbre cansada exhaló un suspiro de desaliento. Un teniente del ejército se subió
entonces en el techo de la estación, donde había cuatro nidos de ametrallador se f l d sh c al m l i u ,ys d ou t q ed s l n i .A l d d J s A c d o
a niaa ai a uttd e i n ou e ieco l ao e oé rai
Segundo estaba una mujer descalza, muy gorda, con dos niños de unos cuatro y siete
años. Cargó al menor, y le pidió a José Arcadio Segundo, sin conocerlo, que levantara al otro para que oyera mejor lo que iban a decir. José Arcadio Segundo se
acaballó al niño en la nuca. Muchos años después, ese niño había de seguir contando,
314

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

sin que nadie se lo creyera, que había visto al teniente leyendo con una bocina de
gramófono el Decreto Número 4 del Jefe Civil y Militar de la provincia. Estaba
firmado por el general Carlos Cortés Vargas, y por su secretario, el mayor Enrique
G r í I a a yen tres artículos de 80 palabras declaraba a los huelguistas cuadrilla
aca sz,
autb l jrio aa aals aa
de malhechores y f c l a aa e é c t p r m t r o ab l .

PANORAMA

DE

POESÍA

DE

AUTORES

CONTEMPORÁNEOS

C s rV l e o
éa alj
Perú, país que participa de la supeditación y contexto americano, ve nacer a
César Vallejo el 16 de marzo de 1892 en un pueblo de las Sierras de la Libertad
e S n i g d C u o Yl l b r a d l ss e r syl t e r a e i a as g i i a
n atao e hc. a ietd e a ira a ira mrcn infcn
acendradamente su obra. Vallejo muere en París, como lo profetizó en uno de
sus poemas, el 15 de abril de 1938. Vallejo rechaza las leyes tradicionales
del idioma y de la lógica, creando nuevas leyes. Al lenguaje agrega sus propios
elementos, utiliza contrariamente o con diferentes funciones los enunciados gramaticales (un sustantivo o un adjetivo los hace verbo). Su visión poética
recoge la expresión más pura indígena americana, que en él logra su transformación y ocupa su verdadero lugar de mestizo representante de América. Vallejo
es esencialmente telúrico y por ello esencialmente humano. Su poesía es “recién nacida” del ámbito geográfico y social que vive, está situada en medio del
sufrimiento y la lucha del hombre, porque éste es hijo y padre del dolor. En el
universo de su poesía el hombre gira como centro, lúcida, solitariamente. Su
expresión es directa y original. Habla con un rostro dramático profundamente
comprometido con la existencia del hombre. La vida en todas sus manifestaciones es comprendida y compañera de Vallejo; porque la vida y la libertad están
s l a a as sp l b a .
odds u aars
En su tierra americana, representada primero por su casa campesina, después por la América total y finalmente llevada a España, Vallejo encuentra su
sitio definitivo. Sabe que la lucha republicana por la libertad de España es también su lucha no sólo por su origen sino por sus principios. Caótico a veces,
materialista dialéctico las más, Vallejo centra toda su confianza en la humanidad y a ella escribe su obra. Sus libros –todos de poesía– más importantes son:
Los heraldos negros, Trilce y Poemas humanos, donde incluye España, aparta de mí
et clz
se ái.
LIBRO

315

DE CONSULTA

En seguida, tres poemas del libro Poemas humanos, y un poema incluido en la
a t l g aP e í s c a d ls g oX .
nooí osa oil e il X

UN

HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO

¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?
O r s s e t ,r s a e e t a u p o od s a i a m t l
to e ina ács, xre n ij e u xl, áao
¿Con qué valor hablar de psicoanálisis?
Otro ha entrado a mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?
Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿voy, después, a leer a André Breton?
Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿cabrá aludir jamás al Yo profundo?
Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿ ó oe c i i ,d s u s d li f n t ?
Cm srbr epé, e niio
Un albañil cae de un techo, muere, y ya no almuerza
¿ n o a ,l e o e t o o l m t f r ?
invr ug, l rp, a eáoa
Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿hablar, después, de cuarta dimensión?
Un banquero falsea su balance
¿ o q éc r l o a e e t a r ?
cn u aa lrr n l eto
Un paria duerme con el pie a la espalda
¿ a l r d s u s an d ed P c s o
hba, epé, ai e ias?
Alguien va en un entierro sollozando
¿cómo luego ingresar a la Academia?
Alguien limpia un fusil en su cocina
316

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

¿con qué valor hablar del más allá?
Alguien pasa contando con sus dedos
¿cómo hablar del no-yo sin dar un grito?

MASA
A f nd l b t l a
l i e a aal,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: “¡No mueras; te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
S l a e c r nd syr p t é o l :
e e crao o eiirne
“ N n sd j s ¡ a o !¡ u l eal v d !
¡o o ee! Vlr Vev a ia”
P r e c d v r¡ y ,s g i m r e d .
eo l aáe a! iuó uino
A u i r naé v i t ,c e ,m l q i i n o m l
cdeo l ene in i, unets i,
clamando: “¡Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!”
P r e c d v r¡ y ,s g i m r e d .
eo l aáe a! iuó uino
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: “¡Quédate hermano!”
P r e c d v r¡ y ,s g i m r e d .
eo l aáe a! iuó uino
Entonces todos los hombres de la Tierra
l r d a o ;l sv oe c d v rt i t ,e o i n d ;
e oern e i l aáe rse mcoao
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
España, aparta de mi este cáliz
Niños del mundo,
si cae España –digo, es un decir–
s ce
ia
del cielo abajo su antebrazo que asen,
e c b s r ,d sl m n st r e t e ;
n aeto o áia ersrs
n ñ s ¡ u e a l d l ss e e c n a a !
io, qé dd a e a ins ócvs
¡Qué temprano en el sol lo que os decía!
¡Qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!
¡Qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!
LIBRO

317

DE CONSULTA

¡Niños del mundo, está
la madre España con su vientre a cuestas;
e t n e t am e t ac ns sf r l s
sá usr asr o u éua,
está madre y maestra,
cruz y madera, porque os dio la altura,
v r i oyd v s ó ys m ,n ñ s
étg iiin ua io;
e t c ne l ,p d e p o e a e !
sá o la ars rcsls
S c e– i o e u d c r s c e
i a dg, s n ei– i a
E p ñ ,d l t e r p r a a o
saa e a ira aa bj,
niños, ¡cómo vais a cesar de crecer!
¡Cómo va a castigar el año al mes!
¡Cómo van a quedarse en diez los dientes,
e p l t e d p o g ,l m d l ae l a t !
n aoe l itno a eal n lno
¡Cómo el corderillo a continuar
a a op rl p t a g a t n e o
td o a aa l rn itr!
¡Cómo vais a bajar las gradas del alfabeto
h s al l t ae q en c ól p n !
at a er n u ai a ea
Nñs
io,
h j sd l sg e r r s e t e a t ,
io e o ureo, nrtno
bajad la voz, que España está ahora mismo repartiendo
l e e g ae t ee r i oa i a ,
a nrí nr l en nml
l sf o e i l s l sc m t syl sh m r s
a lrcla, o oea o obe.
¡ a a l v z q ee t
Bjd a o, u sá
con su rigor, que es grande, sin saber
que hacer, y está en su mano
l c l v r ,h b a d yh b ayh b a
a aaea alno al al,
l c l v r ,a u l ad l t e z ,
a aaea qél e a rna
l c l v r ,a u l ad l v d !
a aaea qél e a ia
¡aa l vz o dg;
Bjd a o, s io
b j dl v z e c n od l ss l b s e l a t
aa a o, l at e a íaa, l lno
de la materia y el rumor menor de las pirámides, y aun
el de las sienes que andan con dos piedras!
¡ a a e a i n o ys
Bjd l let, i
e a t b a ob j ,
l nerz aa
s l sf r l ss e a ,s e l n c e
i a éua unn i s a oh,
s e c e oc b e d sl m o t r e t e ,
i l il ae n o ibs ersrs
s h yr i oe e s n d d l sp e t s
i a ud n l oio e a ura,
318

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

s tro
i ad,
s n v i an d e s o a u t n
i o es ai, i s ssa
l sl p c ss np n a s l m d e
o áie i ut, i a ar
España cae –digo, es un decir–
salid, niños del mundo; id a buscarla!…

II
I
SOLÍA

ESCRIBIR CON SU DEDO GRANDE EN EL AIRE …

“Viban los compañeros! Pedro Rojas”,
de Miranda de Ebro, padre y hombre,
padre y más hombre. Pedro y sus dos muertes.
Papel de viento, lo han matado: ¡pasa!
Pluma de carne, lo han matado: ¡pasa!
“¡Abisa a todos los compañeros pronto!”
Palo en el que han colgado su madero
lo han matado;
¡lo han matado al pie de su dedo grande!
¡Han matado, a la vez, a Pedro, a Rojas!
¡Viban los compañeros
al c b c r d s a r e c i o
a aeea e u ie srt!
¡Viban con esta b del buitre en las entrañas
de Pedro
y de Rojas, del héroe y del mártir!
Registrándole, muerto, sorprendiéronle
en su cuerpo, un gran cuerpo, para
el alma del mundo,
y en la chaqueta una cuchara muerta.
Pedro también solía comer
e t el sc i t r sd s c r e a e r p n a
nr a raua e u an, sa, itr
la mesa y vivir dulcemente
en representación de todo el mundo,
y esta cuchara anduvo en su chaqueta,
despierto o bien cuando dormía, siempre,
c c a am e t v v ,e l ys ss m o o .
uhr ura ia la u íbls
LIBRO

319

DE CONSULTA

¡Abisa a todos los compañeros pronto!
¡Viban los compañeros al pie de esta cuchara para
sepe
imr!
Lo han matado, obligándole a morir
a Pedro, a Rojas, al obrero, al hombre, a aquél
que nació muy niñín, mirando al cielo,
y que luego creció, se puso rojo
y luchó con sus células, sus nos, sus todavías, sus hambres
s sp d z s
u eao.
Lo han matado suavemente
entre el cabello de su mujer, la Juana Vázquez,
a la hora del fuego, al año del balazo
y cuando andaba cerca ya de todo.
Pedro Rojas, así, después de muerto,
s l v n ó b s s c t f l oe s n r n a o
e eat, eó u aaac nagetd,
lloró por España
yv l i ae c i i c ne d d e e a r :
ovó srbr o l eo n l ie
“¡Viban los compañeros! Pedro Rojas”.
Su cadáver estaba lleno de mundo.

Miguel Hernández
Miguel Hernández nació en 1910 en una casa de la calle de San Juan en Orihuela,
Alicante, en una época en que España estaba azotada por la monarquía de Alfonso XIII, de la dinastía de los Borbones, en esa España atrasada culturalmente
y dividida en una minoría de nobles y aristócratas –poseedores de casi toda la
península ibérica– y una inmensa mayoría de españoles desposeídos, convertidos en siervos de “su majestad”. Durante su infancia fue pastor de cabras,
analfabeta. Su familia, como todas las familias tiranizadas, estaba formada por
un padre déspota, una madre sufriente y tres hermanas destinadas a las tareas
domésticas. El retrato físico de Miguel lo hace él mismo cuando se define: “cara
de surco articulado”, “con una armazón de huesos fieramente desarrollados”,
“como es el hombre de nuestra tierra, seca y castellanamente”. Como todos los
hombres del campo, el primer gran amor de Miguel es la tierra que lo vio nacer,
que palpita entre sus dedos cuando él le hunde las manos, que le produce el
sustento, y donde están enterrados los suyos. Miguel es de barro, “me llamo
320

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

barro aunque Miguel me llame”, dice. Del carácter de Miguel Hernández habla
P b oN r d e s l b oC n i s q eh v v d .
al eua n u ir ofeo u e iio
Al llegar a Madrid, convertido de la noche a la mañana y por arte de birlibirloque en
cónsul chileno en la capital de España, conocí a todos los amigos de García Lorca y
de Alberti. Eran muchos. A los pocos días yo era uno más entre los poetas españoles. Naturalmente que españoles y americanos somos diferentes. Diferencia que se
lleva siempre con orgullo o con error por unos o por otros.
Los españoles de mi generación eran más fraternales, más solidarios y más alegres
que mis compañeros de América Latina. Comprobé al mismo tiempo que nosotros
éramos más universales, más metidos en otras lenguas y otras culturas. Eran muy
pocos entre ellos los que hablaban otro idioma fuera del castellano. Cuando vinieron
Desnos y Crevel a Madrid, tuve yo que servirles de intérprete para que se entendier nc nl se c i o e e p ñ l s
a o o srtrs saoe.
Uno de los amigos de Federico y Rafael era el joven poeta Miguel Hernández. Yo
lo conocí cuando llegaba de alpargatas y pantalón campesino de pana desde sus
tierras de Orihuela, donde había sido pastor de cabras. Yo publiqué sus versos en mi
revista Caballo verde y me entusiasmaba el destello y el brío de su abundante poesía.
Miguel era tan campesino que llevaba un aura de tierra en torno a él. Tenía una
cara de terrón o de papa que se saca de entre las raíces y que conserva frescura
subterránea. Vivía y escribía en mi casa. Mi poesía americana, con otros horizontes
y llanuras, lo impresionó y lo fue cambiando.
Me contaba cuentos terrestres de animales y pájaros. Era ese escritor salido de la
naturaleza como una piedra intacta, con virginidad selvática y arrolladora fuerza
vital. Me narraba cuán impresionante era poner los oídos sobre el vientre de las
cabras dormidas. Así se escuchaba el ruido de la leche que llegaba a las ubres, el
rumor secreto que nadie ha podido escuchar sino aquel poeta de cabras.
Otras veces me hablaba del canto de los ruiseñores. El Levante español, de donde
provenía, estaba cargado de naranjos en flor y de ruiseñores. Como en mi país no
existe ese pájaro, ese sublime cantor, el loco de Miguel quería darme la más viva
expresión plástica de su poderío. Se encaramaba a un árbol de la calle y, desde las
más altas ramas, silbaba o trinaba como sus amados pájaros natales.
Como no tenía de qué vivir le busqué un trabajo. Era duro encontrar trabajo para
un poeta en España. Por fin un vizconde, alto funcionario del Ministerio de Relaciones, se interesó por el caso y me respondió que sí, que estaba de acuerdo, que había
leído los versos de Miguel, que lo admiraba, y que éste indicara qué puesto deseaba
para extenderle el nombramiento. Alborozado dije al poeta:
“— Miguel Hernández, al fin tienes un destino. El vizconde te coloca. Serás un
alto empleado. Dime qué trabajo deseas ejecutar para que decreten tu nombramiento.”
LIBRO

DE CONSULTA

321

Miguel se quedó pensativo. Su cara de grandes arrugas prematuras se cubrió con
un velo de cavilaciones. Pasaron las horas y sólo por la tarde me contestó. Con ojos
brillantes del que ha encontrado la solución de su vida, me dijo:
“—¿No podría el vizconde encomendarme un rebaño de cabras por aquí cerca
de Madrid?”
El recuerdo de Miguel Hernández no puede escapárseme de las raíces del corazón. El canto de los ruiseñores levantinos, sus torres de sonido erigidas entre la
o c r d dyl sa a a e ,e a p r é p e e c ao s s v ,ye a p r ed lm t r a d
suia o zhrs rn aa l rsni beia rn at e aeil e
su sangre, de su poesía terrenal y silvestre en la que se juntaban todos los excesos
del color, del perfume y de la voz del Levante español, con la abundancia y la
fragancia de una poderosa y masculina juventud.
Su rostro era el rostro de España. Cortado por la luz, arrugado como una sementera, con algo rotundo de pan y de tierra. Sus ojos quemantes, ardiendo dentro
de esa superficie quemada y endurecida al viento, eran dos rayos de fuerza y de
trua
enr.
Los elementos mismos de la poesía los vi salir de sus palabras, pero alterados
ahora por una nueva magnitud, por un resplandor salvaje, por el milagro de la
sangre vieja transformada en un hijo. En mis años de poeta, y de poeta errante,
puedo afirmar que la vida no me ha dado contemplar un fenómeno igual de vocac ó yd e é t i as b d r av r a .
in e lcrc aiuí ebl

Miguel no puede continuar su instrucción y a los 14 años se ve obligado a
salir del colegio. Su cultura la adquiere en forma autodidacta, al mismo tiempo
en que se halla “cultivando el romero y la pobreza”. Su talento extraordinario,
su aguda percepción, su naciente expresión poética llevada en sí y su relación
con otros poetas como Darío, Machado, Juan Ramón Jiménez y Sijé, comienza
ae c i i v r o e u d l a oc a e n ar y s E l G c t L t r r ad O i u l
srbr ess n n egd udro aa. n a aea ieai e rhea
se publican sus primeros poemas, pero la vida olvidada de su pueblo lo obliga a
ser fuerte y salir a Madrid. En1934 conoce a su esposa de toda la vida, Josefina
Manreza. Miguel viaja sin cesar; realiza un viaje a Rusia para estudiar el teatro
ruso, y en Leningrado su conciencia recibe el impacto de un pueblo liberado, es
1936.
Antes de este viaje los temas de su poesía eran el amor, la naturaleza, la
tierra, las aldeas de España, las sendas por las que iban los hortelanos. Su sangre era un camino, su vida era como el viento del pueblo, como la de los niños
yunteros, como la de los hombres sesteando los animales o arando la tierra,
insurrectos, explotados y vecinos de la muerte. Después del viaje al país socialista, sus temas adquirieron un vigor y una fuerza inusitados. Se dirigió a los
j v n s L a oal j v n u ,al sj r a e o ,a p e l .L G e r C v lE p ñ óee, lm a uetd o onlrs l ubo a ura ii sao
322

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

la había estallado. La monarquía había sido derribada. El pueblo se había unificado y venció pagando en precio millares de caídos desde Euzkadi hasta Gran d .P r u t r n m sp l g o or s l a í d l t a c ó al si e l sp p l r s
aa eo n iao á eirs eutra e a riin o dae ouae.
Era 1937.
La Unión Militar Española, dirigida por los generales, entre ellos Francisco
F a c ,r c b r al a u ad lt r o i m f s i t .E F e t P p l rr s s í j n
rno eiií a yd e errso acsa l rne oua eita uto con el gobierno republicano y las brigadas internacionales. Franco se alía a
Hitler y a Mussolini, y es protegido por las tropas alemanas e italianas. Los
fascistas se convirtieron en amos de España y proclamaron dictador absoluto a
Franco. Un régimen de terror fue impuesto: persecuciones, violaciones. asesinatos en las calles. Los patriotas fueron exterminados. Hitler necesitaba a España como plataforma para provocar la segunda Guerra Mundial. En 1939 lo
hace agrediendo a Polonia. Sólo el pueblo soviético apoyó incondicionalmente
a los patriotas españoles. Pero la traición vence. España cae.
Miguel Hernández, como todos los poetas de la gran generación de republicanos españoles que marcan el tono de la verdadera poesía del siglo XX (Federico García Lorca, León Felipe, Pedro Garfias, Antonio Machado, Manuel
Altolaguirre, etc.), no se queda al margen de los acontecimientos. Empuña su
pluma y llama a la unidad a todos los españoles contra la falange fascista. Entonces escribe sus grandes poemas.
El fervor patriótico y la lucha revolucionaria de su pueblo son traducidos por
Miguel Hernández en poemas viriles, combatientes e inimitables. Pero la situación se hace cada vez más tirante. Las hordas reprimen más salvajemente; Miguel Hernández es obligado por sus ideales y su pueblo, a cambiar su pluma por
un fusil y combatir por su patria. Se incorpora como soldado de la Revolución
en el frente de Teruel, donde recibe la noticia del nacimiento de su hijo.
En 1938 Miguel Hernández resiente su padecimiento de anemia cerebral. Su
hijo muere y esta pérdida irreparable queda para siempre en su poema Hijo de la
luz y de la sombra: “Era un hoyo no muy hondo... alrededor de la pequeña vida y
de la madre”. En enero de 1939 Josefina alumbra un nuevo hijo. El terrorismo
fascista de Franco persigue a todos.
Algunos abandonan la patria, otros ruedan frente a la acometida de la metralla. Miguel Hernández se ve forzado a huir hacia Portugal. Intenta asilarse en la
embajada de Chile donde Neruda está como cónsul, pero no lo logra. Es apresado por los cuerpos represivos, golpeado, torturado y preso en la cárcel de
Torrijos, en Madrid. Él escribe en los muros de su celda: “No hay cárcel para el
hombre” y “La muerte está más barata”. Un poema que conmueve a un amigo
LIBRO

323

DE CONSULTA

de Franco logra su libertad provisional. Él confiadamente va hacia Cox para
abrazar a Josefina y a su hijo Miguel. En su pueblo es apresado nuevamente. En
1940 lo llevan de prisión a prisión incomunicado. Ahí escribe a su esposa: “Tu
risa me hace libre / me pone alas / soledades me quita / cárcel me arranca.”
Acabado y enfermo lo llevan a una cárcel de Alicante y en la celda 1009 a ras de
tierra, muere el 28 de marzo de 1942. Miguel Hernández murió con los ojos
abiertos, que no quisieron cerrarse, y escribiendo sus últimos versos sobre la
pared: “¡Adiós, hermanos, camaradas, amigos: despedidme del sol y de los
tio.
rgs”
Sin los siguientes poemas de Miguel Hernández, nuestro libro estaría incompeo
lt.
CANCIÓN

DEL ESPOSO SOLDADO

He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.
M r n d a t st r e ,a t l zya t so o ,
oea e la ors la u lo js
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.
Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.
Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.
Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.
324

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Cuando junto a los campos de combate te piensa
m f e t q en e f í n a l c t f g r ,
i rne u o nra i paa u iua
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.
Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
yd f e d t h j .
eino u io
Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado,
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
s nc l i l sn g r a .
i omlo i ars
Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.
Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.
P r e h j s r ap zq ee t yf r a d .
a a l i o e ál a u s o o j n o
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.
***
**

NANAS

DE LA CEBOLLA

( e i a a as h j ,ar í d r c b ru ac r a
Ddcds u io az e eii n at
de su mujer, en la que le decía que no comía más
que pan y cebolla.)
LIBRO

325

DE CONSULTA

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pr t snr,
eo u age
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena
rset e ln
eula n ua
se derrama hilo a hilo
s b el c n .
or a ua
Ree nñ,
ít, io
q et t a g l l n
u e rio a ua
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
R e et n o
ít at
que mi alma al oírte
bt e epco
aa l sai.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
326

TALLER

relampaguea.
Es tu risa la espada
m sv c o i s ,
á itroa
vencedor de las flores
yl sa o d a .
a lnrs
R v ld ls l
ia e o.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
L c r ea e e n e
a an ltat,
sbt e prao
úio l ápd,
el vivir como nunca
clrao
ooed.
¡ u n oj l u r
Cát igeo
s rmna aee,
e eot, lta
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño:
n n ad s i r e .
uc epets
T i t l e ol b c :
rse lv a oa
r e es e p e
ít imr.
Siempre en la cuna,
d f n i n ol r s
eeded a ia
pluma por pluma.
S rd v e ot na t ,
e e ul a lo
t ne t n i o
a xedd,
q et c r ee e c e o
u u an s l il
rcé ncd.
ein aio
¡ iy p d e a
S o uir
remontarme al origen
d t crea
e u arr!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
frcdds
eoiae.

DE LECTURA Y REDACCIÓN
LIBRO

327

DE CONSULTA

Con cinco dientes
como cinco jazmines
aoecne.
dlsets
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
c r e d e t sa a o
orr ine bj
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
é ,t i t d c b l a
l rse e eol,
t ,s t s e h .
ú aifco
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
n l q eo u r .
i o u cre
LLAMO

AL TORO DE

ESPAÑA

Alza, toro de España: levántate, despierta.
Despiértate del todo, toro de negra espuma,
que respiras la luz y rezumas la sombra,
y concentras los mares bajo tu piel cerrada.
Dsirae
epétt.
Despiértate del todo, que te veo dormido.
un pedazo del pecho y otro de la cabeza:
que aún no te has despertado como despierta un toro
cuando se le acomete con traiciones lobunas.
Lvnae
eátt.
Resopla tu poder, despliega tu esqueleto,
enarbola tu frente con las rotundas hachas,
328

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

con las dos herramientas de asustar a los astros,
de amenazar al cielo con astas de tragedia.
Esgrímete.
Toro en la primavera más toro que otras veces,
en España más toro, toro, que en otras partes.
Más cálido que nunca, más volcánico, toro,
q ei r d a ,q ei u i a a f e o y r u t .
u rais u lmns l ug, égee
Desencadénate.
Desencadena el raudo corazón que te orienta
por las plazas de España, sobre su astral arena.
A desollarte vivo vienen lobos y águilas
que han envidiado siempre tu hermosura de pueblo.
Yérguete.
No te van a castrar: no dejarás que llegue
hasta tus atributos de varón abundante,
esa mano felina que pretende arrancártelos
de cuajo, impunemente: pataléalos, toro.
Vbae
írt.
No te van a absorber la sangre de riqueza,
n t a r b t r nl so o m n r l s
o e reaaá o js ieae.
La piel donde recoge resplandor el lucero
no arrancarán del toro de torrencial mercurio.
Revuélvete.
E c m s q i i r nq i a l p e a s l
s oo i usea utr a il l o,
al torrente la espuma con uña y picotazo.
No te van a castrar, poder tan masculino
que fecundas la piedra; no te van a castrar.
LIBRO

329

DE CONSULTA

Truénate.
No retrocede el toro; no da un paso hacia atrás
s n e p r e c r a s n r yf r ae l a e a
i o s aa sabr age ui n a rn,
unir todas sus fuerzas, y desde las pezuñas
abalanzarse luego con decisión de rayo.
Abalánzate.
Gran toro que en el bronce y en la piedra has mamado,
ye e g a i of e op c s el f e e a
n l rnt ir ait a irz:
revuélvete en el alma de todos los que han visto
l l zp i e ae e t p n n u au t a a a
a u rmr n sa eísl lrjd.
Revuélvete.
Partido en dos pedazos, este toro de siglos,
este toro que dentro de nosotros habita:
partido en dos mitades, con una mataría
y con la otra mitad moriría luchando.
Aoblíae
trelnt.
De la airada cabeza que fortalece el mundo,
del cuello como un bloque de titanes en marcha,
brotará la victoria como un ancho bramido
que hará sangrar al mármol y sonar a la arena.
Slae
ávt.
Despierta, toro: esgrime, desencadena, víbrate,
L v n a t r :t u n ,t r ,a a á z t .
eat, oo rea oo blnae
A o b l í a e t r :r v é v t .
trelnt, oo eulee
Sálvate, denso toro de emoción y de España.
Slae
ávt
330

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Pablo Neruda
“ a ol sv l a e ,j n oal sv n i q e o ,e t el sg a d sl g s e f a a Bj o ocns ut o etsurs nr o rne ao, l rgn
te, el silencioso, el enmarañado bosque chileno… Es un monte vertical: una
nación de pájaros, una muchedumbre de ojos… En la altura, como nudos
arteriales de la selva mágica, se cimbran los copihues rojos… El universo vegetal susurra apenas hasta que una tempestad ponga en acción toda la música
terrestre. Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta. De aquel a t e r s d a u lb r o d a u ls l n i ,h s l d y aa d r yac n a p r
ls ira, e qe ar, e qe ieco e aio o na,
atr o
el mundo.” Es la voz de Pablo Neruda, el poeta del pueblo chileno.
Hijo de un obrero ferrocarrilero, Neruda nace en Parral, Chile, el 12 de julio
de 1904. Su infancia transcurre en Temuco, su adolescencia y juventud en Santiago. Lo nombran cónsul en Asia y llega hasta Barcelona y Madrid, donde vive
entre 1934 y 1938, época decisiva para España. “Ya había caminado bastante
por el terreno de lo irracional y de lo negativo. Debía detenerme, y buscar el
camino del humanismo, desterrado de la literatura contemporánea, pero
enraizado profundamente a las aspiraciones del ser humano. Comencé a trabajar en mi Canto general”, que simboliza el canto de la humanidad representado
por un millón de españoles muertos.
Neruda apoya solidariamente la Guerra Civil Española; él organizó e hizo
posible el traslado de exilados a Chile. “Es la más noble misión que he ejercido
en mi vida”, dice. Más tarde, fue embajador en México. Su ideología comunista
y su acción literaria se manifiestan enemigas del eco del fascismo europeo que
ya resuena en Chile (1946). El gobierno chileno lo persigue, lo fuerza a la vida
clandestina y al exilio. Neruda va a los países europeos, a la Unión Soviética y
a China. El poeta canta a América en su totalidad, va de las raíces hasta la realidad actual y convierte en sustancia poética y testimonial, como cronista de su
época, la presencia del continente americano. El pueblo chileno y los pueblos
de otros países lo comienzan a sentir y querer desde que publica su hermoso
libro 20 Poemas de amor y una canción desesperada en 1924, libro que mayor tiraje
ha tenido. En 1970 el Partido Comunista chileno lo postula para la presidencia
de la República, pero Neruda renuncia en favor de Salvador Allende y se solidariza con la Unidad Popular que logra el triunfo electoral. Durante el golpe de
E t d q el e a ac b l sm l t r se C i e m e ea e i a oS l a o A l n e
sao u lvn ao o iiae n hl, ur ssnd avdr led,
muchos otros intelectuales y artistas, y a 30 mil chilenos más. Neruda muere el
23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe fascista. En sus memorias,
Pablo Neruda define como un hecho, la esencia y razón de ser de su poesía:
LIBRO

DE CONSULTA

331

La guerra comenzaba a perderse. Los poetas acompañaron al pueblo español en su
lucha. Federico ya había sido asesinado en Granada. Miguel Hernández, de pastor
de cabras se había transformado en verbo militante. Con uniforme de soldado
recitaba sus versos en primera línea de fuego. Manuel Altolaguirre seguía con sus
imprentas. Instaló una en pleno frente del Este, cerca de Gerona, en un viejo monasterio. Allí se imprimió de manera singular mi libro España en el corazón. Creo que
p c sl b o ,e l h s o i e t a ad t n o l b o ,h y nt n d t nc r o ag s a
oo irs n a itra xrñ e ats irs aa eio a uis etc ó yd s i o
in etn.
Los soldados del frente aprendieron a parar los tipos de imprenta. Pero entonces
faltó el papel. Encontraron un viejo molino y allí decidieron fabricarlo. Extraña
mezcla la que se elaboró, entre las bombas que caían, en medio de la batalla. De
todo le echaban al molino, desde una bandera del enemigo hasta la túnica ensangrentada de un soldado moro. A pesar de los insólitos materiales y de la total inexperiencia de los fabricantes, el papel quedó muy hermoso. Los pocos ejemplares que de
ese libro se conservan, asombran por la tipografía y por los pliegos de misteriosa
manufactura. Años después vi un ejemplar de esta edición en Washington, en la
biblioteca del Congreso, colocado en una vitrina como uno de los libros más raros
de nuestro tiempo.
Apenas impreso y encuadernado mi libro, se precipitó la derrota de la República.
Cientos de miles de hombres fugitivos repletaron las carreteras que salían de España. Era el éxodo de los españoles, el acontecimiento más doloroso en la historia de
España.
Con esas filas que marchaban al destierro iban los sobrevivientes del ejército del
E t ,e t ee l sM n e A t l g i r yl ss l a o q eh c e o e p p lei p i i se nr lo aul loaure o odds u iirn l ae mrme
r n España en el corazón. M l b o e a e o g l o d e o h m r s q e h b a t a a a o
o
i ir r l rul e ss obe u aín rbjd
mi poesía en un desafío a la muerte. Supe que muchos habían preferido acarrear
sacos con los ejemplares impresos antes que sus propios alimentos y ropas. Con los
sacos al hombro emprendieron la larga marcha hacia Francia.
La inmensa columna que caminaba rumbo al destierro fue bombardeada cientos de veces. Cayeron muchos soldados y se desparramaron los libros en la carreter .O r sc n i u r nl i a a a l h i a M sa l d l f o t r t a a o b u a m n e
a to otnao a ncbbe ud. á lá e a rnea rtrn rtlet
a los españoles que llegaban al exilio. En una hoguera fueron inmolados los últimos
ejemplares de aquel libro ardiente que nació y murió en plena batalla.

Incluimos el poema 20 y tres poemas del Canto general.
332

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

2
0
P e oe c i i l sv r o m st i t se t n c e
ud srbr o ess á rse sa oh.
E c i i ,p re e p o “ an c ee t e t e l d ,
srbr o jml: L oh sá srlaa
yt r t n a u e ,l sa t o ,al l j s ”
iia, zls o srs o eo.
E v e t d l n c eg r e e c e oyc n a
l ino e a oh ia n l il at.
P e oe c i i l sv r o m st i t se t n c e
ud srbr o ess á rse sa oh.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
L b s t n a v c sb j e c e oi f n t .
a eé ats ee ao l il niio
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
P e oe c i i l sv r o m st i t se t n c e
ud srbr o ess á rse sa oh.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
E oe t d .Al l j sa g i nc n a Al l j s
s s oo o eo lue at. o eo.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Y n l q i r ,e c e t ,p r c á t l q i e
a o a ueo s iro eo uno a us.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
S v z s c e p c a o S so o i f n t s
u o, u uro lr. u js niio.
LIBRO

333

DE CONSULTA

Y n l q i r ,e c e t ,p r t lv zl q i r .
a o a ueo s iro eo a e a ueo
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
yé t ss a l sú t m sv r o q ey l e c i o
so en o lio ess u o e srb.

PROMULGACIÓN

DE

LA

LEY

DEL

EMBUDO

E l ss d c a a o p t i t s
lo e elrrn aroa.
En los clubs se condecoraron
yf e o e c i i n ol h s o i .
urn srbed a itra
Los Parlamentos se llenaron
de pompa, se repartieron
d s u sl t e r ,l l y
epé a ira a e,
l sm j r sc l e ,e a r ,
a eoe als l ie
l U i e s d d l sz p t s
a nvria, o aao.
S etariai iiitv
u xrodnra ncaia
fue el Estado erigido en esa
forma, la rígida impostura.
Lo debatieron, como siempre,
con solemnidad y banquetes,
p i e oe c r u o a r c l s
rmr n ícls gíoa,
con militares y abogados.
Y al fin llevaron al Congreso
la Ley suprema, la famosa,
l rseaa l itcbe
a eptd, a noal
L yd lE b d .
e e muo
Fue aprobada.
Para el rico la buena mesa.
La basura para los pobres.
E d n r p r l sr c s
l ieo aa o io.
P r l sp b e e t a a o
aa o ors l rbj.
334

TALLER

P r l sr c sl c s g a d .
aa o io a aa rne
El tugurio para los pobres.
El fuero para el gran ladrón.
La cárcel al que roba un pan.
P r s P r sp r l ss ñ r t s
aí, aí aa o eoio.
E p b eal m n ,a d s e t .
l or a ia l eiro
El señor Rodríguez de la Crota
habló en el Senado con voz
m l f u ye e a t .
eila lgne
“ s al y a f n e t b e e
Et e, l i, salc
l j r r u ao l g t r a
a eaqí biaoi
y sobre todo los principios
d l citadd
e a rsina.
ERA
tan necesaria como el agua.
Sólo los comunistas, venidos
del infierno, como se sabe,
pueden discutir este código
del Embudo, sabio y severo.
P r e t o o i i na i t c ,
eo sa pscó sáia
venida del sub-hombre, es sencillo
r f e a l :al c r e t d s
ernra a ácl oo,
al campo de concentración,
así quedaremos sólo
l sc b l e o d s i g i o
o aalrs itnuds
y los amables yanaconas
d lP r i oR d c l ”
e atd aia.
E t l a o l sa l u o
salrn o pass
d l sb n o a i t c á i o :
e o acs rsortcs
¡ u e o u n i ,q ée p r t a ,
qé lceca u siiul
qué filósofo, qué lumbrera!

DE LECTURA Y REDACCIÓN
LIBRO

335

DE CONSULTA

Y corrió cada uno a llenarse
l sb l i l se s n g c o
o oslo n u eoi,
uno acaparando la leche,
otro estafando en el alambre,
otro robando en el azúcar
y todos llamándose a voces
patriotas, con el monopolio
d lp t i t s o c n u t d
e aroim, oslao
también en la Ley del Embudo.

LAS

TIERRAS Y LOS HOMBRES

Veo traeine icutds
ijs ertnets nrsao
en la tierra cumo huesos
de pavorosos animales,
sprtcoo hrdrs
uesiiss eeeo
de la encomienda, emperadores
d u at e r o c r ,c r a a
e n ira sua erd
con odio y cercados de púa.
Entre los cercos del estambre
del ser humano fue ahogado,
e n ñ f ee t r a ov v ,
l io u nerd io
s l n g e p nyl l t a
e e eó l a a er,
se le marcó como inquilino,
s l c n e óal sc r a e .
e e odn o orls
Pobre peón infortunado
entre las zarpas, amarrado
al n e i t n i ,al s m r
a o xseca a oba
d l sp a e í ss l a e .
e a rdra avjs
S nl b of i t c r ei e m ,
i ir use an nre
yl e oi s n a oe q e e o
ug nest sult,
comprado de una vida a otra,
rechazado en la puerta blanca
sin más amor que una guitarra
dsardr e s titz
egraoa n u rsea
y el baile apenas encendido
como una ráfaga mojada.
336

TALLER

Pero no sólo fue en los campos
la herida del hombre. Más lejos,
más cerca, más hondo clavaron:
e l c u a ,j n oa p l c o
n a idd ut l aai,
c e i e c n e t l ol p o o
rcó l ovnil ers,
pululante de porquería
con su acusadora gangrena.
Yo he visto en los agrios recodos
de Talcahuano, en la encharcada
c n c r ad l sc r o ,
eieí e o ers
hervir los pétalos inmundos
de la pobreza, el amasijo
de corazones degradados,
la pústula abierta en la sombra
del atardecer submarino,
l c c t i d l sh r p s
a iarz e o aao,
yl s s a c ae v j c d
a utni neeia
del hombre hirsuto y apaleado.
Yo entré en las casas profundas,
como cuevas de ratas, húmedas
d s l t eyd s lp d i a
e air e a ord,
v a r s r r es r sh m r e t s
i ratas ee abino,
oscuridades desdentadas,
que trataban de sonreírme
at a é d la r m l i o
rvs e ie adt.
Me atravesaron los dolores
de mi pueblo, se me enredaron
como alambrados en el alma:
me crisparon el corazón:
s l ag i a p rl sc m n s
aí rtr o o aio,
s l al o a e v e t e h m ,
aí lrr nulo n uo
toqué las puertas y me hirieron
como cuchillos espinosos,
l a éal sr s r si p s b e
lm o oto mails
que antes adoré como estrellas
y me mostraron su vacío.

DE LECTURA Y REDACCIÓN
LIBRO

337

DE CONSULTA

Entonces me hice soldado:
número oscuro, regimiento,
orden de puños combatientes,
s s e ad l i t l g n i ,
itm e a neieca
fibra del tiempo innumerable,
á b la m d ,i d s r c i l
ro rao netutbe
camino del hombre en la tierra.
Y vi cuántos éramos, cuántos
estaban junto a mí, no eran
nadie, eran todos los hombres,
n t n a r s r ,e a p e l ,
o eín oto rn ubo
eran metal, eran caminos.
Y anduve con los mismos pasos
de la primavera en el mundo.

TU

LUCHARÁS

Este año nuevo, compatriota, es tuyo.
Ha nacido de ti más que del tiempo, escoge
lo mejor de tu vida y entrégalo al combate.
Este año que ha caído como un muerto en su tumba
no puede reposar con amor y con miedo.
Este año muerto es año de dolores que acusan.
Y cuando sus raíces amargas, en la hora
d l f e t ,e l n c e s d s r n a yc i a
e a isa n a oh, e epedn agn
ys b o r c i t li n r d a v c o
ua to rsa goao l aí
de un año que tu vida llenará poco a poco,
d l l d g i a q er q i r m p t i ,
ae a indd u euee i ara
l t y ,e t a g s u ad v l a e yv n s
a ua sa notr e ocns io.
Ya no soy ciudadano de mi país: me escriben
que el clown indecoroso que gobierna ha borrado
con otros miles de nombres el mío
d l sl s a q ee a l l yd l R p b i a
e a its u rn a e e a eúlc.
Mi nombre está borrado para que yo no exista,
para que el torvo buitre de la mazmorra vote
y voten los bestiales encargados que dan
los golpes y el tormento en los sótanos
del gobierno, para que voten bien garantizados
338

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

los mayordomos, caporales, socios
d ln g c a t q ee t e ól P t i .
e eoine u nrg a ara
Y e t ye r n e v v l a g s i d e t rl j s
o so rat, io a nuta e sa eo
d lp e oyd l f o ,d lh m r yd l t e r .
e rs e a lr e obe e a ira
pero tú lucharás para cambiar la vida.
Tú lucharás para borrar la mancha
de estiércol sobre el mapa, tú lucharás sin duda
para que la vergüenza de este tiempo termine
y se abran las prisiones del pueblo y se levanten
l sa a d l v c o i t a c o a a
a ls e a itra riind.

N c l sG i l n
ioá ulé
Cuba, la mayor de las islas situadas en el Caribe está separada por el Golfo de
México unos cuantos kilómetros de nuestro país. Sus puntos importantes más
cercanos son Veracruz en México y la Florida en Estados Unidos. Cuba padeció
el colonialismo español al igual que nosotros y otras naciones de América. La
Independencia de América se logra por la lucha del pueblo y el valor de hombres de la talla de Antonio Maceo, Carlos Manuel de Céspedes y José Martí. Al
rompimiento de las cadenas españolas el imperio de Estados Unidos penetró de
inmediato. La isla fue saqueada en sus principales productos (azúcar, café, tabaco, etc.), y convertida en un apéndice de Estados Unidos. La prostitución, el
vicio y la drogadicción fueron introducidos como medio de enajenación. El
atraso del pueblo cubano se hizo alarmante. Los Estados Unidos fueron piratas
implantando un gobierno anticonstitucional, dictatorial y bárbaro a través de
Btsa
ait.
Una gran parte de la población cubana es negra y tuvo su origen en los esclavos traídos de África a las plantaciones norteamericanas en los mercenarios
barcos holandeses. Al negro, al mulato en general y al cubano pobre les era
n g d t d :l st e r s l e c e a l c l u a e t a a oh n a o e c ,ys l s
eao oo a ira, a sul, a utr, l rbj ord, t. e e
destinaba a los más humillantes trabajos. La unificación y el respaldo del pueb oal sg e r l e o d S e r M e t ayl c r e ao g n z c ó yv l rd é t s
l o urilrs e ira asr a etr raiain ao e so,
provocó la caída de la dictadura instaurando un sistema socialista basado en la
i u l a yl j s i i .
gadd a utca
La Revolución Cubana, a pesar del bloqueo de los países de Latinoamérica
ordenado por Estados Unidos, logró planear y llevar a cabo íntegramente sus
principios. Es verdad que para la realización revolucionaria se necesita del es-
LIBRO

339

DE CONSULTA

fuerzo máximo, del trabajo sobrehumano y de grandes sacrificios, pero no hay
sacrificio que no pueda hacerse en función de la libertad.
Esta realidad fue la que determinó las condiciones sociales en las que participó sin tropiezo alguno el poeta Nicolás Guillén. Guillén nació en Camagüey
en 1902, de abuelos blancos y madre negra. Estudió en la Universidad de La
Habana dedicándose a la poesía y al periodismo. Los primeros libros de Guillén
s nú i o e l h s o i d l l t r t r .E e l sc p u ae r t oyl m s c l d d
o ncs n a itra e a ieaua n lo atr l im a uiaia
africana y los une con el sentimiento americano. No hay poesía comparable a su
modo original de transformar las líneas poéticas en danzas, sonido de tambores, imploraciones religiosas y paganas de la expresión auténticamente popular.
Estos poemas se leen, se dicen, se cantan, se bailan, se viven, un ejemplo de
ello es Sensemayá, que ya presentamos líneas atrás. El dolor que resume la
cultura y la civilización afroamericana se expresa además como un grito y como
una sentencia. Profundamente popular, vinculado estrechamente con los pob e ,G i l nt m i nd r g ós p l b ap r e j i i r c n e a ,l c a yu i i
rs ulé abé iii u aar aa nuca, odnr uhr nfcar hasta 1989, año en que murió.
Todo lo que hemos dicho y mucho más forma parte de cualquiera de las
líneas del más importante de todos sus poemas: West Indies Ltd, el cual es el
rostro preciso de la Cuba prerrevolucionaria, mismo que provoca la persecución del poeta. Si algún poema describe una condición social con absoluta fidel d d e é t . West Indies f e v l d p r e d s e t r c b n , y l s g e s e d
ia, s se
u áio aa l epra uao o iu ino
porque señala la realidad de muchos otros pueblos de América y del mundo;
también de ellos provocará su despertar, y seguirá siendo valedero mientras
exista una sola nación oprimida. El mismo Guillén incluye la siguiente nota en
la VI línea del poema: “Cierto que éste es un pueblo manso todavía... /No
obstante, cualquier día /alza de un golpe la cerviz; /rompe por dondequiera
con sus calludas manos /y hace como esos árboles urbanos /que arrancan toda
una acera con una sola raíz.” La afirmación de Guillén no proviene sólo de la
v s ó p é i a s n d l c r e ad l l b r c ó d u p e l ,d q es h s o
iin otc, io e a etz e a ieain e n ubo e u u itria no puede detenerse.
WEST INDIES LTD.

¡West Indies! Nueces de coco, tabaco y aguardiente…
Este es un oscuro pueblo sonriente,
c n e v d ryl b r l
osrao iea,
ganadero y azucarero,
340

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

donde a veces corre mucho dinero,
pero donde siempre se vive muy mal.
E s la h c a r a u t d sl sc s s
l o cihra qí oa a oa,
d s ee c r b oh s al sr s s
ed l eer at a oa.
B j e r l m a u a t t a ed d i
ao l eapgene rj e rl
andamos todavía con taparrabos;
g n es n i l yt e n ,d s e d e t d e c a o
et ecla ira ecnine e slvs
yd a u l ac u m i c v l
e qel hsa nii,
d v r a í i ac l ñ ,
e aidsm aaa
que en el nombre de España
cedió Colón a Indias con ademán gentil.
Aquí hay blancos y negros y chinos y mulatos.
Desde luego, se trata de colores baratos,
pues a través de tratos y contratos
se han corrido los tintes y no hay un tono estable.
(El que piense otra cosa que avance un paso y hable.)
Hay aquí todo eso, y hay partidos políticos,
y oradores que dicen: “En estos momentos críticos…”
Hay bancos y banqueros,
l g s a o e yb l i t s
eildrs ossa,
abogados y periodistas,
médicos y porteros.
¿Qué nos puede faltar?
Y aún lo que nos faltare lo mandaríamos buscar.
¡West Indies! Nueces de coco, tabaco y aguardiente.
Este es un oscuro pueblo sonriente.
¡h ter islr
A, ira nua!
¡h ter eteh!
A, ira srca
¿No es cierto que parece hecha
sólo para poner un palmar?
Tierra en la ruta del “Orinoco”,
o de otro barco excursionista,
r p e od g n es nu a t s a
elt e et i n rit
ys nu l c ;
i n oo
puertos donde el que regresa de Tahití,
de Afganistán o de Seúl,
v e eac m r ee c e oa u ,
in oes l il zl
LIBRO

341

DE CONSULTA

regándolo con Bacardí,
puertos que hablan un inglés
que empieza en yes y acaba en yes.
( n l sd c c r n se c a r p e .
Igé e ieoi n uto is)
¡West Indies! Nueces de coco, tabaco y aguardiente.
Este es un oscuro pueblo sonriente.
M r od t ,n b ed l sA t l a ,
e í e i ol e a nils
mono que andas saltando de mata en mata,
payaso que sudas por no meter la pata,
ys e p el m t sh s al sr d l a .
imr a ee at a oils
Me río de ti, blanco de verdes venas
– b e s t v na n u o u t r a p o u a ! ,
¡in e e e uqe clals rcrs–
me río de ti porque hablas de aristocracias puras,
d i g n o f o e i n e ya c sl e a .
e neis lrcets ra lns
¡Me río de ti, negro imitamicos,
q ea r sl so o a t e a t d l sr c s
u be o js ne l uo e o io,
y que te avergüenzas de mirarte el pellejo oscuro,
cuando tienes el puño tan duro!
Me río de todos: del policía y del borracho,
del padre y de su muchacho,
del Presidente y del bombero.
Me río de todos; me río del mundo entero.
Del mundo entero que se emociona frente a cuatro peludos
erguidos muy orondos detrás de sus chillones escudos
como cuatro salvajes al pie de un cocotero.
2

C n om n t sd i t r u c ó .
ic iuo e nerpin
La charanga de Juan el Barbero
tc u sn
oa n o.
—Coroneles de terracota,
p l t c sd q i ayp n
oíio e ut o;
café con pan y mantequilla…
¡u sg e sn
Qe ia l o!
La burocracia está de acuerdo
en ofrendarse a la Nación
342

TALLER

doscientos dólares mensuales…
¡u sg e sn
Qe ia l o!
El yanqui nos dará dinero
pr arga l stain
aa relr a iucó;
la Patria está por sobre todo…
¡u sg e sn
Qe ia l o!
L sv e o l d r ss n í n
o ijs íee ore
y hablan después desde un balcón.
¡ az f a ¡ az f a ¡ az f a
L ar! L ar! L ar!
¡u sg e sn
Qe ia l o!
3
Las cañas –largas– tiemblan
de miedo ante la mocha.
Quema el sol y el aire pesa.
Gritos de mayorales
restallan secos y duros como fuetes.
De entre la masa
oscura de pordioseros que trabajan,
surge una voz que canta,
brota una voz que canta,
s l u av zl e ad r b a
ae n o ln e ai,
se alza una voz antigua y de hoy,
moderna y bárbara:

Cra aea oo aa,
— o t rc b z sc m c ñ s
¡ h s c a ,c a !
ca, hs hs
Arder las cañas y cabezas,
subir el humo hasta las nubes,
¡cuándo será, cuándo será!
Está mi mocha con su filo,
¡ h s c a ,c a !
ca, hs hs
Está mi mano con su mocha,
¡ h s c a ,c a !
ca, hs hs
Y el mayoral está conmigo,
¡ h s c a ,c a !
ca, hs hs
Cortar cabezas como cañas,

DE LECTURA Y REDACCIÓN
LIBRO

343

DE CONSULTA

a d rl sc ñ syc b z s
re a aa aea,
subir el humo hasta las nubes…
¡Cuándo será!
Yl c n i ne á t c ,e l t r e
a acó lsia n a ad
d z f aya o í ,
e ar gna
t e b a f l u aya d ,
iml, ugr re
pegada al techo cóncavo del día.
4
El hambre va por los portales
l e o d c r sa a i l s
lns e aa mrla
y de cuerpos fantasmales;
ye t c o á d s e l ss l a
sainnoe n a ils
de los parques municipales,
o pululando a pleno sol
yap e al n .
ln ua
busca el problemático alcohol
q eb r ayc e a
u or ig,
pero que no venden en ninguna
bodega.
¡ a b ed l sA t l a ,
Hmr e a nils
dolor de las ingenuas Indias Occidentales!
Noches pobladas de prostitutas,
bares poblados de marineros;
e c u i a ad c e r t s
nrcjd e in ua
para bandidos y bucaneros.
Cuevas de vendedores de morfina,
de cocaína y de heroína.
Cabarets donde el tedio se engaña
c ne i u o i c r i l
o l lsro oda
de una botella de champaña,
e c y e i a i l g n ec n í
n ua fcca a et ofa
como en un neosalvarsán de alegría
p r l s f l ss n i e t l
aa a íii etmna.
Ansia de penetrar el porvenir
ys c rd s e t a as c e a
aa e u nrñ ert
una fórmula concreta
344

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

pr vvr
aa ii.
F r rd l sp r t sd l v t
uo e o iaa e eia
que como en Sores y “El Olonés”,
f e t al m s r as i r t
rne a iei e ria
ys r s e v e p n a i s
e eule n utpé.
¡Dramática ceguedad de la tropa,
q es e p et e el s oe r f e
u imr in it l il
p r d s a a c n r e q ep o e t oc i l ,
aa iprr ota l u rtse hfe
porque el pan está duro o está clara la sopa!
5

C n om n t sd i t r u c ó .
ic iuo e nerpin
La charanga de Juan el Barbero
tc u sn
oa n o.
—Para encontrar la butuba
h yq et a a a c l e t ;
a u rbjr aine
para encontrar la butuba
h yq et a a a c l e t :
a u rbjr aine
mejor que doblar el lomo,
t e e q ed b a l f e t .
ins u olr a rne
D l cñ sl aúa,
e a aa ae zcr
aúa pr e cf;
zcr aa l aé
d l cñ sl aúa,
e a aa ae zcr
aúa pr e cf:
zcr aa l aé
lo que ella endulza, me sabe
cm s l ehr he.
oo i e caa il
No tengo donde vivir,
ni mujer a quien querer;
no tengo donde vivir,
ni mujer a quien querer:
todos los perros me ladran,
y nadie me dice usted.
Los hombres, cuando son hombres,
t e e q el e a c c i l ;
inn u lvr uhlo
los hombres, cuando son hombres,
LIBRO

345

DE CONSULTA

t e e q el e a c c i l :
inn u lvr uhlo
¡ of ih m r ,l l e é
y u obe o lv,
y se me quedó en presidio!
Si me muriera ahora mismo,
si me muriera ahora mismo,
si me muriera ahora mismo, mi madre,
¡qué alegre me iba a poner!
¡ y y t d r ,t d r ,
A, o e aé e aé
t d r ,t d r ,
e aé e aé
a ,y t d r
y o e aé
l lbra!
a ietd
6

¡ e tI d e !¡ e tI d e !¡ e tI d e !
Ws nis Ws nis Ws nis
Ét e e pel hruo
se s l ubo ist,
de cobre, multicéfalo, donde la vida repta
con el lodo seco cuarteado en la piel.
Et e e peii
se s l rsdo
donde cada hombre tiene atados los pies.
É t e l g o e c s d d c m a i s yt u t .
sa s a rtsa ee e opne rss
A u e t ne l g d a f l o l sm n sd h e r ,
qí sá l ao e sat, a ia e iro
l sp a t c o e d c f ,
a lnains e aé
l sp r sd c s l sf r yb a s l st nc n s
o ot ok, o er ot, o e et…
É t e e p e l d lA lR g t
se s l ubo e l ih,
donde todo se encuentra muy mal;
é t e e p e l d lv r w l ,
se s l ubo e ey el
donde nadie está bien.
Aquí están los servidores de Mr. Babbit.
Los que educan sus hijos en West Point.
A u e t nl sq ec i l n h l o b b ,
qí sá o u hla: el, ay
y fuman “Chesterfield” y “Lucky Strike”.
A u e t nl sb i a o e d f xt o s
qí sá o aldrs e o rt,
l sb y d lj z b n
o os e az ad
y los veraneantes de Miami y de Palm Beach.
A u e t n l s q e p d n bread and butter
qí sá o u ie
yc f e a dm l .
ofe n ik
A u e t nl sa s r o j v n ss f l t c s
qí sá o buds óee iiíio,
346

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

fumadores de opio y de mariguana,
e h b e d e v t i a s se p r q e a
xiino n irns u siouts
y cortándose un traje cada semana.
Aquí está lo mejor de Port-au-Prince,
lo más puro de Kingston, la high life de La Habana…
Pero aquí están también los que reman en lágrimas,
g l o e d a á i o ,g l o e d a á i o .
aets rmtcs aets rmtcs
A u e t ne l s
qí sá lo,
los que trabajan con un haz de destellos
la piedra dura donde poco a poco se crispa
el puño de un titán. Los que encienden la chispa
roja, sobre el campo reseco.
Los que gritan: “¡Ya vamos!”, y les responde el eco
de otras voces: “¡Ya vamos!” Los que en fiero tumulto
s e t nl t rl s n r c ns l b sd i s l o
ine ai a age o íaa e nut.
¿Qué hacer con ellos,
s t a a a c nu h zd d s e l s
i rbjn o n a e etlo?
Aquí están los que codo con codo
todo lo arriesgan; todo
lo dan con generosas manos;
aquí están los que se sienten hermanos
del negro, que doblando sobre el zanjón oscuro
l f e t ,s d s e v e s d rp r ,
a rne e iule n uo uo
yd lb a c ,q es b q el c r ee a c l a
e lno u ae u a an s ril
m l c a d l h e ee l t g ,yp o s s l h m l a
aa uno a ir l áio er i e a uil
bajo la bota, porque entonces levanta
la voz, que es como un trueno brutal en la garganta.
Esos son los que sueñan despiertos,
los que en el fondo de la mina luchan,
ya l l v ze c c a
lí a o suhn
con que gritan los vivos y los muertos.
E o ,l si u i a o ,
ss o lmnds
l sp r a d s o o i o ,
o ais ecncds
l sh m l a o ,
o uilds
l sp e e i o ,
o rtrds
l so v d d s
o liao,
l sd s o i o ,
o ecsds
los amarrados,
l sa e i o ,
o trds
LIBRO

347

DE CONSULTA

los que ante el máuser exclaman: “¡Hermanos soldados!”
y ruedan heridos
con un hilo rojo en los labios morados.
(¡Que siga su marcha el tumulto!
¡Que floten las bárbaras banderas,
y que se enciendan las banderas
s b ee t m l o )
or l uut!
7

C n om n t sd i t r u c ó .
ic iuo e nerpin
La charanga de Juan el Barbero
tc u sn
oa n o.
—Me matan, si no trabajo,
y si trabajo me matan;
siempre me matan, me matan,
siempre me matan.
Ayer vi a un hombre mirando,
m r n oe s lq es l a
iad l o u aí;
ayer vi a un hombre mirando,
m r n oe s lq es l a
iad l o u aí:
el hombre estaba muy serio,
porque el hombre no veía.
A,
y
l sc e o v v ns nv r
o igs ie i e
cad sl e sl
uno ae l o,
cad sl e sl
uno ae l o,
¡ u n os l e s l
cad ae l o!
Ayer vi a un niño jugando
a que mataba a otro niño;
ayer vi a un niño jugando
a que mataba a otro niño:
hay niños que se parecen
a los hombres trabajando.
¡Quién les dirá cuando crezcan
que los hombres no son niños,
que no lo son,
que no lo son,
que no lo son!
348

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Me matan, si no trabajo,
ys t a a o m m t n
i rbj, e aa:
siempre me matan, me matan,
¡siempre me matan!
8
Un altísimo fuego raja con sus cuchillas
la noche. Las palmas, inocentes
de todo, charlan con voces amarillas
d c l a e ,d s d s d p n i n e .
e olrs e ea, e edets
U n g ot e t s c f e c c i l s
n er usa u aé n ulla.
Se incendia un barracón.
Resoplan vientos independientes.
Pasa un crucero de la Unión
Americana. Después, otro crucero,
y el agua ingenua ensucian con ambiciosas quillas,
n e a d l sd lv e oD a e e f l b s e o
its e a e ij rk, l iiutr.
Lentamente, de piedra, va una mano
cerrándose en un puño vengativo.
Un claro, un claro y vivo
s nd e p r n ae t l ae t e r yo é n .
o e seaz sal n ira cao
El sol habla de bosques, con las verdes semillas…
W s I d e ,e i g é .E c s e l n ,
et nis n nls n atlao
lsAtla.
a nils

L ÁPIDA
E t f ee c i op rN c l sG i l n a t l a o
so u srt o ioá ulé, niln,
e e a od m ln v c e t st e n i u t o
n l ñ e i oeino ritcar.
9. TALLER DE CREACIÓN
Y REDACCIÓN
Nunca más. ¡Nunca más!

El cuervo

Pe
o
E t l e d c e c ó yr d c i n c m c a q i ro r t l e ,s r ep r e a o a
l alr e rain eacó, oo ulue to alr iv aa lbrr
y producir. La diferencia es que en vez de piezas mecánicas para armar un
motor que proporcione energía, son las ideas y las palabras que se conjuntan en
una unidad que producirá literatura, que es otra energía.

TALLER

DE

CREACIÓN

El proceso de creación es el nacimiento y el trabajo de desarrollo de un poema
o narración. Desde que es concebido hasta que se realiza y se traduce en expres ó e c i a E t l e e e l g rd n es v at a a a d b d m n ep r p o o
in srt. l alr s l ua od e a rbjr eiaet aa rvcar, desarrollar y lograr la creación. Cada escritor o redactor es casi único, y
estrictamente su proceso de creación será distinto. Pero aunque así sea, la forma de trabajar para lograrlo es similar, y esa se llevará a cabo en el taller. El
hombre no crea de la nada.
El trabajador crea a partir de los materiales con que se cuenta. El trabajador
l t r r ot m i nc e ap r i d lm t r a q ed l r a i a ,s l b rs r c m
ieai abé ra atr e aeil u a a eldd u ao eá ob n r o yd r e o r o d n m e t ;a ír a i ae a t .P r e e c i o t d e
ials als to reaino s elz l re aa l srtr oo s
mtra d taao
aeil e rbj.
Todo es argumento posible para un poema o para un relato. En el arte, todo
es tema. Aunque aparentemente pueda partir de un suceso sin importancia vivido en la calle, con los compañeros, con la pareja amorosa o en cualquier sitio;
ellos son los temas que la realidad y la vida nos está ofreciendo. Cuatro son los
pasos a seguir para la creación, mismos que deberán prepararse en el taller: el
i p l o l f r a i n l r a i a i nyl p r i i a i n
mus, a omcó, a elzcó a atcpcó.

351
352

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Iplo
mus
El impulso de creación por regla general no viene de buenas a primeras. Se va
provocando poco a poco atrayendo la atención, concentración y esfuerzo del
sujeto o creador. De los momentos que viva, algunos lo irán alimentando hasta
que repentinamente, en el momento más inesperado, surja el impulso. El momento puede ser provocado por un suceso que afecte nuestra vida o la de los
que nos rodean. Lo primero que diremos será: “Voy a escribir tal o cual cosa”.
El impulso desatará la imaginación. Entonces aparecerán en nuestra mente las
imágenes de lo más importante que queremos escribir. Más adelante se nos
a l r r e f nye p i c p o yh s al sf a e q ep d é a o e p e r A i a
caaá l i l rnii, at a rss u uirms mla. l mginarnos todo, lo vivimos con una gran intensidad.
Éste es el momento clave; de inmediato debemos anotar el bosquejo, de lo
contrario lo perderemos inevitablemente. Pasado este momento, no volverem sal e a l c r av t ln l f e z d li p l o yn p d e o r c n t u r o
o lvr a ag ia i a ura e mus, o orms eosril.
Esto que hemos dicho no es solamente para la literatura. En la pintura, la escultura, la música, sucede de igual manera. Anotado lo más detalladamente posible nuestro bosquejo o esquema, tenemos la garantía de que aun cuando dejemos
pasar tiempo, en el momento en que regresemos a él, nos comunicará vívidamente
el estado de ánimo necesario para mantener latente el impulso.

Frain
omcó
El esquema es el punto de partida que inevitablemente ocasionará el trabajo de
formación. Tal vez en estos momentos no podamos atar todos los elementos
que necesitamos para el relato o para el poema. Y trabajosamente se nos confunda la manera en que lograremos desarrollar el trabajo. Este momento es
dfntv pr l or.
eiiio aa a ba
Algunos abandonan la tarea por pereza o cobardía. Los mejores se sobreponen y se deciden a trabajar. Se requiere valor, temple, decisión y absoluta confianza en que lo que vamos a trabajar podremos realizarlo y servirá a los demás.
Metafóricamente podemos afirmar que el momento de impulso es el acto de
a o , d formación, de gravidez y de realización, e e n c m e t . R s a á s l mr e
s l aiino etr oa
mente el de cuidar, el de ayudar a crecer al nuevo ser, en este caso la obra. Los
momentos de la formación son seguramente de gran tensión y alteración anímica.
Aun cuando estemos dormidos, nos asaltará y presionará obsesivamente nues-
LIBRO

353

DE CONSULTA

tro trabajo. “En los momentos en que la conciencia se apaga o se duerme,
prosigue la incubación nuestro subconsciente”, dice Schockel. La formación
puede durar unos cuantos días o puede ser larga. Todo de acuerdo con el tema
y las circunstancias. Es decisivo que en estos momentos toda nuestra concent a i ne t d r g d an e t ot a a o D s e s r o s r al s i a l f r a i n
rcó sé iiia usr rbj. iprans eí atmr a omcó.
Es preciso alejarnos de lo trivial, cotidiano, que nos distrae, nos preocupa o
trata de hundirnos en momentos de enajenación. Ha habido escritores en la
historia que en el momento de la formación se encierran sin permitir la entrada
de nadie. Al terminar la formación, tendremos ya la estructura de la obra.

Raiain
elzcó
U av zq es t n al e t u t r d l o r ,e t a a os r l e a l ac b .L s
n e u e eg a srcua e a ba l rbj eá lvra ao o
d sp n o a t r o e h ns d e e c a m n ei t r o e ys b e i o .L r a i a
o uts neirs a io snilet neirs ujtvs a elzción se lleva a cabo de acuerdo con los conocimientos que tenemos del estilo
l t r r o l sc a i a e d le t l ,l sc a i a e d l p l b a yp n r a e
ieai, a uldds e sio a uldds e a aar, oels n
p á t c ;e u ap l b a r d c a .E i a e o l sv c o d le t l yt d l q e
rcia n n aar: eatr vtrms o iis e sio oo o u
consideremos que afecta nuestro trabajo. Esta es la parte del Taller de Creación
y Redacción donde vamos a trabajar junto con los demás. Aquí seleccionaremos las piezas del engranaje, o sea, las palabras, el modo y la forma en que nos
expresaremos en el lenguaje escrito. En otras palabras, y para repetir lo dicho;
a l c r m sa e u d m n el p e i i n l c n i i n l s n i l z l n t r l piaeo dcaaet a rcsó, a ocsó, a ecle, a auai
d d l o i i a i a yl sc a i a e m s c l a e t v ,e o a i a c n e t a y
a, a rgnldd a uldds uia, fcia vctv, ocpul
s m ó i ad l p l b aye i a e o l c c f n a l r p t c ó yl a f b l g a
iblc e a aar vtrms a aooí, a eeiin a niooí.

Priiain
atcpcó
Muchos escritores piensan que una vez terminada la obra destinada a convertirse en libro, concluye con su labor. Olvidan que su trabajo no es impersonal
sino colectivo; que no está en función de un elemento que puede ser ajeno para
muchos como es un ejemplar, sino que requiere la comunicación directa con los
lectores. El autor, podemos decir, ha dado vida a un libro pero tiene la obligación de cuidar su crecimiento. El desvincularse de él significa olvidar su responsabilidad o rehuirla. En la misma forma en que el músico, una vez terminada
su obra de composición, toma la partitura y dirige la orquesta frente a su públi-
354

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

co; el pintor expone su obra o la destina permanentemente en un muro para
todos, el escritor tiene la obligación ineludible de devolver personalmente el
l n u j yl r a i a d l ss y syq eh c n e t d e l t r t r .A íc m l
egae a eldd e o uo u a ovrio n ieaua s oo a
obra literaria no puede concebirse fuera del libro, el autor no puede concebirse
l j sd s o r .
eo e u ba
En sentido normativo, transcribimos los profundos conceptos que al respecto expresa el maestro Sánchez Vázquez:
Un poeta debe decir aquellas cosas que jamás se dirían sin él.
E e c i o d b t n rl p s b l d dd g n r el v d p r p d re i t rye c i
l srtr ee ee a oiiia e aas a ia aa oe xsi srbir, pero en modo alguno debe existir y escribir para ganarse la vida.
El poeta deja de serlo cuando la poesía se convierte para él en un medio. El
escritor no considera en modo alguno su trabajo como un medio. Es un fin en sí;
hasta tal punto no es medio para él ni para los demás, que el escritor ofrenda en
s c i i i l o r n ad lt a a o yc a d h c f l a s p o i e i t n i p r o a .
arfco a fed e rbj, uno ae at, u rpa xseca esnl
L p i c p l s m l b r a d l p e s c n i t e n s ru o i i .E e c i o q e
a rniaíia ietd e a rna osse n o e n fco l srtr u
degrada a la prensa al nivel de un simple medio material, como castigo por esta no
l b r a i t r a m r c l n l b r a e t r a l c n u a p rl d m s s e i t n i
ietd nen, eee a o ietd xen: a esr; o o eá, u xseca
misma ya es para él un castigo.

Es recomendable que en principio, se sigan los modelos literarios para la
elaboración de textos conforme a éstos. A medida que se avanza, deben elaborarse textos libres donde lo objetivo lo subjetivo y la combinación de estos
elementos vaya produciendo poco a poco la creación personal.

CANTO

POR EL HOMBRE NUEVO

Lood Aaa
eplo yl
Había cólera en el vientre del que yo nací, no era de noche.
Era el pleno día cabalgando el nuevo concepto de la aurora.
Y n n c u d aq eD o e t v e f r o
o o aí n í u is suo nem
cuando nací Dios ya se había ido desde antes
s f eh m l a o p r e u d ,s c e t a o t r u a o
e u uild, esgio eusrd, otrd.
Se retractó transformándose en rostros innumerables de
compañeros
Dios dejó su imagen etérea y recuperó su verdadera forma de
masas populares.
LIBRO

DE CONSULTA

No supo que yo nacía
estaba preocupado por su seguridad personal
l sd s a g se é t i a q el a l c r nas c r b a i n
a ecra lcrcs u e piao u eercó
a su espalda y a su sexo.
Yo nací en América en 1966 o 68 o 71 y en Cuba en 54.
Nací con inducción, no respiraba a tiempo
al tiempo de la dictadura y la opresión
no nací moderado porque no tuve miedo ni forma alguna de
traición
nací dolientemente alegre por todos
porque una multitud bloqueaba y conducía mi cerebro.
Antes de nacer grité y me puse a respirar desde mucho antes.
Me colocaron a voces, a ideales, y a tumbos adelante.
Nací de punta como una espada zurda que arroja su muerte
al vacío
mi cabeza apareció nerviosa como el fondo de los seres
m m n sa u e ,c e a ,f r o a ,r c i í e ss a r j r n
i ao zls igs ozss etlna e roao
una con forma de palabra y la otra cerrada como el hambre.
Sin desayuno en las mañanas, mi cuello se desanudó la libertad
del viento
mi tronco irguió a su vez la fuerza de mis acciones posteriores
y estiró los músculos del pueblo.
Mi cuota de sacrificio en habla y sangre
se redobló en toda la superficie del globo.
Es un golpe repetido como odio creciente por amor.
La hemorragia metió mi corazón en un puño guerrillero,
brotó como cuando cayó la madre España
p a e r ne o i i la e i a od m P t i
lnao l fca ssnt e i ara
ei s i u i n l z r nat e h sl t a c ó d A é i a
nttcoaiao rco a riin e mrc.
De ahí mi circulación prematura y hasta siempre
de ahí este tiempo atollado en mi garganta
de ahí mi lenguaje atrapado entre dos guerras
en millones de cuerpos desbarrancados en el desfiladero de mi
primer diente
e a r j d m c e i i n o e s p l od m sf n a í s
l roo e i rcmet, l eei e i atsa
ym e t t r l e ad r b l í yd m t a l .
i saua ln e eeda e erla
He venido al mundo con el aliento de los mártires muertos de
una sola muerte

355
356

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

y al latir de la vida en cada vena humanizada y más completa.
La penumbra de mi casa fue la rural revolución con su calor
humano que extenderé al futuro.
Algunos que nacieron a medias
de un vientre indolentemente angosto a medias
dicen que decididamente nací de frente equivocado por
destrabar la lengua
y hablar que seremos libres accionando.
Nací por inducción, grave
me negué y me seguiré negando a respirar a tiempo
al tiempo de la dictadura y la opresión.
Mi ritmo de respiración es diferente
de multitud de hombres con destino propio
un ritmo único, determinante, un ritmo nuevo de hombre nuevo.
Halló origen en como era el Che y se hizo estrella.
Fue mi ritmo terco al nacer y el tuyo que ya jamás será sofocado.
Es el ritmo de todos los que somos la humanidad que viene.

TALLER

DE

REDACCIÓN

Siguiendo los conceptos y las orientaciones del Taller de Creación trabajará el
Taller de Redacción. En este taller simplemente se elaborarán trabajos menores, pero no por esto carentes de importancia. Los informes, las monografías,
los estudios, toda la correspondencia y hasta los documentos particulares escolares o laborales podrán redactarse, si se juzga indispensable hacerlo, durante
e t t l e d r d c i n D i u lm n r ,l sc r a ,c r í u o ;i f r e yd se alr e eacó. e ga aea a ats urcls noms e
más documentos que exijan redacción. Hay que hacer notar que las tesis profesionales no son otra cosa que el primer libro, la primera expresión escrita de un
joven, y como libro, debe atender a los razonamientos que hemos estudiado y
analizado. Confiamos en que la expresión escrita del primer libro no será única.
El hombre de hoy no debe escribir solamente un libro (la tesis), como requisito
y satisfacción de su triunfo personal como profesionista: debe escribir muchos
o r sm sp r s t s a e l r a i a i nye t i n od s c l c i i a .
to á aa aifcr a elzcó l ruf e u oetvdd
BIBLIOGRAFÍA

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Marx, Carlos, El capital, Biblioteca del Pensamiento Socialista, México, Siglo
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1970.
Montes de Oca, F., Literatura universal, México, Porrúa, 1959.
Pleyan, Carmen & García L. José, Teoría literaria, 10a, Ed., Barcelona, Teide,
1968.
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S n h z V z u z A o f , Antología. Textos de estética y teoría del arte, M x c ,
áce áqe, dlo
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UNAM, Lecturas Universitarias núm. 14, 1972.
357
358

TALLER

DE LECTURA Y REDACCIÓN

Sapir, Edward, El lenguaje, México, FCE, Breviarios núm. 96, 1974.
Solís, Julio, Tribuna del orador, México, Editores Mexicanos Unidos, 1973.
Souto, Arturo, El lenguaje literario México, A U E , 1972.
,
NIS
S y ,L r l c ó d l l t r t r c nl so r sa t s M x c ,A U E ,1 7 .
a a a e a i n e a i e a u a o a t a r e , é i o NIS 9 2
V v l i G M r í , Curso de redacción M d i , P r n n o 1 7 .
iad, . atn
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éio P 92
Y z i , C r o , Historia de la cultura, M x c , I N, 1 7 .
apk als
Z b z r e a A , L a e t r d l t a a o i t l c u l, B g t , F n o E u a i o I uiart, . a vnua e rbj neeta ooá od dctv n
teramericano, 1969.
— Enciclopedia Temática, tomo VI, Panamá, Richars, 1968.
— Archivos del diario Excélsior, México.
Fueron estudiadas y consultadas todas y cada una de las obras que aparecen
en el programa, particularmente las de la unidad “Principales épocas y corrient sl t r r a ” E l sc s sd l so r se c i a e u i i m d f r n ea e p e ieais. n o ao e a ba srts n n doa ieet l sa
ñol, se compararon las traducciones que se tuvieron a la mano, eligiéndose, a
n e t oj i i ,l m j rym sf e a a t r *
usr uco a eo á il l uo.

* He transcrito los poemas de Pedro Garfias, León Felipe, Ernesto Cardenal, Efraín Huerta y
Pablo Neruda tal y como me los dijeron, cuando juntos me enseñaron a andar el camino de la
p e í .E t e l o t g a í n s n t ,p r s sp e e c a yl sd t d sl sa t r sí t g o ,q e
osa so n a rorfa o e oa eo u rsnis a e oo o uoe ners u
h m sc t d ,b s a p r d rs n i oal sp g n sd e t l b o
eo iao atn aa a etd a áia e se ir.
ÍNDICE

1 E l n u j .......................................9
. l egae
2 La comunicación humana ............................ 17
.
3 L c u a ........................................ 43
. etr
4 Expresión oral .................................... 53
.
5 E p e i n e c i a .................................. 83
. xrsó srt
6 E t l l t r r o ................................... 143
. sio ieai
7 I v s i a i nya á i i ............................. 165
. netgcó nlss
8 P i c p l sé o a yc r i n e l t r r a .................. 187
. rniae pcs orets ieais
9 Taller de creación y redacción ......................... 349
.
B b i g a í ....................................... 357
ilorfa

359
I p e oe l sT l e e G á i o d l
mrs n o alrs rfcs e a
D r c i nd P b i a i n sd l
iecó e ulccoe e
I s i u oP l t c i oN c o a
nttt oiénc ainl
Tresguerras 27, Centro Histórico, México, DF
Junio de 2005. Edición: 1 000 ejemplares.

CUIDADO

EDITORIAL Y CORRECCIÓN:

DISEÑO

ILUSTRACIONES

DE

DE PORTADA:

FORMACIÓN:
SUPERVISIÓN:
PROCESOS EDITORIALES:
DIVISIÓN EDITORIAL:
DIRECTOR:
PORTADA E INTERIORES:

Melina Sandra Bautista Juárez
G i e d S l sN r e a
rsla oí oig
Melina Sandra Bautista Juárez
Manuel Toral Azuela
Manuel Gutiérrez Oropeza
Jesús Espinosa Morales
A t r S l i oB l r n
ruo acd etá
Kitn
rsi

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Tipos de lenguaje

  • 1. Taller de lectura y redacción Libro de consulta
  • 2. DIRECTORIO DR. JOSÉ ENRIQUE VILLA RIVERA Drco Gnrl ietr eea DR. EFRÉN PARADA ARIAS Sceai Gnrl ertro eea DR. JOSÉ MADRID FLORES Sceai Aaéio ertro cdmc DR. VÍCTOR MANUEL LÓPEZ LÓPEZ S c e a i d E t n i nyD f s ó ertro e xesó iuin ING. MANUEL QUINTERO QUINTERO Secretario de Apoyo Académico CP RAÚL SÁNCHEZ ÁNGELES Sceai d Amnsrcó ertro e diitain DR. MARIO A. RODRÍGUEZ CASAS Sceai Tcio ertro énc ING. LUIS ZEDILLO PONCE DE LEÓN Secretario Ejecutivo de la Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas ING. JESÚS ORTIZ GUTIÉRREZ S c e a i E e u i od lP t o a o ertro jctv e arnt d O r seI s a a i n s e ba ntlcoe ING. JULIO DI-BELLA ROLDÁN Director de XE-IPN TV Canal 11 LIC. JUAN ÁNGEL CHÁVEZ RAMÍREZ Abogado General LIC. FERNANDO FUENTES MUÑIZ Coordinador General de Comunicación Social y Divulgación LIC. ARTURO SALCIDO BELTRÁN Drco d Pbiains ietr e ulccoe
  • 3. Taller de lectura y redacción Libro de consulta LEOPOLDO AYALA I s i u oP l t c i oN c o a nttt oiénc ainl —México—
  • 4. T l e d l c u ayr d c i n alr e etr eacó L b od c n u t ir e osla Primera edición: 1975 Segunda edición: 1977 T r e ae i i n 1 7 ecr dcó: 99 Cuarta edición: 1981 Quinta edición: 1982 Sexta edición: 1983 Séptima edición: 2005 D.R. © 2005 INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL Dirección de Publicaciones Tresguerras 27, C. P. 06040, México, DF ISBN: 970-36-0247-9 Impreso en México / Printed in Mexico
  • 5. PRESENTACIÓN El conocimiento y la aplicación de la lengua como la educación misma, no puede ser objeto de utilización o supeditación de sistemas o individuos. Sólo la educación popular es revolucionaria y debe estar al servicio de la superación, la realización y la libertad de los hombres. Dedico este trabajo a los jóvenes estudiantes y trabajadores de las futuras generaciones. A mis compañeros, maestros urbanos y maestros rurales, y a todos los que empuñan sus ideas por los pueblos y son consecuentes con ellas. Agradezco la colaboración de mis compañeros académicos y coordinadores de materia, así como la de la maestra Irma Molina, sin cuya solidaridad no hubiera podido realizar esta tarea. EL 7 AUTOR
  • 8. Ulises atado oye el canto de las sirenas Oie dsa Homero
  • 9. FUNCIÓN DEL LENGUAJE El lenguaje es el arma inimitable que nos permite formar nuestro pensamiento. A la disposición de pensar corresponde una manera de hablar. Pensamos como hablamos. El origen del lenguaje es histórico, siempre está en continuo renacer. Las palabras quieren imitar la naturaleza de las cosas, porque la esencia de ellas no es conocida por las propias palabras. La voz es una facultad natural y la palabra interviene convencionalmente. El hombre nace sin ideas, las va adquiriendo, las organiza y crea el lenguaje, que es el medio necesario para desenvolverse, habla para convertir su potencia en acto. Por ello, cuando el hombre forma su pensamiento individual, se sirve d ll n u j p r c n r t z r o p e i a l ,f j r o S m l f c m sn e t am n e e egae aa oceial, rcsro ial. ipiiao usr et, la sintetizamos en palabras que nos pemiten deducirla. Precisamos nuestro pensamiento para analizarlo y conseguir finalmente su expresión exacta. El pensamiento es una actividad vital, fluye siempre. El lenguaje lo aprendemos cuando niños, después en la convivencia familiar, el aula, la vida; es nuestro idioma, nos llega al emular a las personas que nos rodean, más tarde, a los que reconocemos como modelos. Y nos construye en su totalidad de vocablos. Como hecho biológico el lenguaje es el resultado de la actividad propia y del hecho social. La significación deberá ser también, junto c nl sd m s p rt d s e e e e c c od l l b r a . o o eá, o oo, n l jrii e a ietd 11
  • 10. 12 TALLER EL LENGUAJE COMO FENÓMENO DE LECTURA Y REDACCIÓN SOCIAL El sentido del lenguaje es eminentemente social. Describe las realidades sociales de los pueblos. Vence todos los obstáculos, a pesar de los esfuerzos inútiles que dificultan que se lleve a efecto. En todas las épocas de la historia han existido siempre minoritarios grupos opositores que no logran detener el esf e z d p r i i a i nyc m n c c ó .E t a a o l b l e ayl r s o s b l uro e atcpcó ouiain l rbj, a elz a epnaii dad de la palabra escrita constituyen la literatura. El lenguaje tiene un compromiso social, puesto que se ha originado del trabajo social. Por lo mismo es necesario apuntar que el lenguaje está para servir a los hombres y no para deshumanizarlos. A propósito de la alienación del hombre que comienza cuando éste se separa de la naturaleza con el trabajo y la producción, Marx nos dice: “El hombre a q i r u ad b ee e c a n s l i t l c u l z n e e e p a od l c n i n duee n ol sni, o óo neetaiat, n l ln e a ocecia, sino realmente, a través del trabajo, y por ello se contempla a sí mismo en un mundo hecho por él.” El lenguaje, la palabra, la literatura, no sólo deben contemplar al hombre sino expresarlo en toda su amplitud. EL LENGUAJE COMO INSTRUMENTO DE LA CIENCIA “El lenguaje es afín al instrumento. Pertenece asimismo a los utensilios de la v d ,e u ó g n ,c m e u e s l or a ,l c s i t r e i a e aa c e p ;e ia s n rao oo l tnii el a oa nemda jn l uro l lenguaje es como el instrumento de un intermediario forjado. No son únicam n el sc s sm t r a e l sq er a c o a a i t r e i r ol n ü s i o s n et a oa aeils a u ecinn l nemdai igítc, io los seres vivos con quienes tratamos”, dice Karl Buhler. Primordialmente, el lenguaje es un sistema auditivo de símbolos; cuando es articulado es motor del habla. Para hablar primero es necesario oír. Oír y poner en actividad los motores que gobiernan los órganos del habla. Pero esto es tan sólo un instrumento; la palanca que provoca el oír. La comunicación se produce hasta que tanto el que oye como el que habla acuerdan adecuada o intencionalmente series de imágenes o pensamientos. El orden de estas imágenes es la garantía social de que se ha realizado debidamente el proceso de la comunicación. Las palabras reaccionan dentro de nosotros mismos y son la llave capaz de abrir la puerta de la libertad y la lucha por nuestros ideales. Quien no es consciente de esto no realiza el proceso del lenguaje y encontrará una traba que jamás le p r i i áa r re t p e t . emtr bi sa ura
  • 11. LIBRO 13 DE CONSULTA Las ciencias exactas como las matemáticas, la física o la química que emplean símbolos y signos particulares, siempre están precedidos por la palabra. En concreto diremos que todos los conocimientos científicos y los descubrimientos y aportaciones de la ciencia se transmiten por medio del lenguaje. EL LENGUAJE COMO MANIFESTACIÓN DEL ARTE E m sa t g a od ll n u j e e a t ,l l t r t r .L sc e d r sl t r r o l á lo rd e egae s l re a ieaua o raoe ieais son aquellos que han logrado adaptar o ajustar la palabra escrita al profundo a e t d lh m r .L c e c ó l t r r ae u as n e i c m l t d la t g s a o cno e obe a rain ieai s n ítss opea e re etd, unido y manifiesto de los pueblos. El material literario toma forma en la expres ó d la t c l c i o r c p r t n ol sf c o e e t t c s( o é i o ,r t i in e re oetv; euea at o atrs séio fntcs ímcos, simbólicos, morfológicos), como la propia realidad vivencial de los integrantes del grupo social. Quien escapa estética o realísticamente se desvinculará de los demás; hará una literatura individualista y menor, frágil para subsistir largo tiempo, porque ha nacido del alejamiento de un espíritu e o s ayn d le p r t d lp e l .L l t r t r s a o ae l c l c i i a ;e gít o e síiu e ubo a ieaua e py n a oetvdd n s sl c a ye s r z nd s r “ i e a t ,s nl p e í ,l sh m r ss h s i u uhs n u aó e e. Sn l re i a osa o obe e ata rían de la monotonía de la naturaleza. La idea que ellos tienen del universo se desplomaría rápidamente. El orden natural no es sino un efecto del arte. Se desataría el caos. No habría civilizaciones ni pensamiento ni humanidad ni libertad, tampoco vida. La oscuridad (la negación) reinaría para siempre”, nos dice Aolnie pliar. Por eso, la literatura y el arte deben ser consecuentes con la época, aunque desgraciadamente en algunas civilizaciones no haya existido relación entre el f o e i i n oa t s i oye d s r o l s c a .S e d s r o l s c a d c e e lrcmet rítc l earlo oil i l earlo oil erc, el arte debe convertirse en un arma crítica, concientizante y propiciadora del desarrollo. Debe ser el esqueleto de la organización. Es evidente que en un sistema capitalista no puede haber renacimiento del a t ,y q ee a t s r d c au s s i u i op a e t r ou ae o a i nm g c d re a u l re e eue n utttv lcneo n vccó áia e la realidad por hombres y para hombres que no pueden controlarla. Ese arte es pasivo, toma el ensueño por acción y la negación por existencia. En el futuro, otro sistema deberá constituirse en la fuerza productiva de un arte diferente, efectivamente al servicio de los hombres. Un arte real con una actitud clara que i p i a ác n t n e e t l c í i ad l r a i a s c a c r u d n e L so j mlcr osatmne a rtc e a eldd oil icnat. o be t v sd la t s ayd le c i o s r nf n a e t l e t l so j t v sp p l r s io e rit e srtr eá udmnamne o beio ouae.
  • 12. 14 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Entonces, la literatura tendrá su verdadera dimensión, y con las demás artes, la p n u a l m s c ,l d n a e t a r ,l c n m t g a í ,s v r a e ar a i a itr, a úia a az, l eto a ieaorfa u eddr elzción. No tendrá su origen en una imposición ni será adorno o privilegio; estará vinculada y será esencialmente humanista. Esto se logra en un sistema socialista. En un mundo alienado sólo tienen valor las cosas. El hombre es un objeto más entre los objetos. A veces es el más impotente y despreciable de los objetos. En un mundo liberado el hombre está presente, podrá convertirse, como dijo Cézanne, en la más perfecta mancha de color y no desaparecerá en paisajes solitarios o calles desiertas. No será un fetiche, una máscara o un espectro. No tendrá “el carácter fetichista de la mercancía”. Será un mundo en el que tendrá valor el hombre, su creación y sus ideas. IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA LENGUA Y LA LITERATURA EN LA INTEGRACIÓN DEL EDUCANDO Nunca se debe aprender automáticamente lo relacionado con la lengua y la literatura, puesto que su estudio no es abstracto. El empleo de la lengua oral y escrita debe aparecer como consecuencia natural y fundamentada del correcto conocimiento. Enseñar al estudiante a que memorice manuales, gramáticas, estructuraciones, códigos lingüísticos, etc., sin haberlo relacionado directamente con la lectura de las grandes obras de la literatura, además de ser inhumano, provoca un memorismo y un verbalismo insanos. La memoria es una de las más grandes facultades desarrolladas en el adolescente, y su ejercicio debe destinarse desde los primeros años a constituir un almacén de cultura, en este caso literaria, que le proporcione el material adecuado para analizar y emplear en forma oral o escrita la palabra y la idea. El hombre quiere ser un hombre total, parte del carácter fragmentario de su v d i d v d a ys e e ah c as r a i a i n P e s ,s e t ye i e S l v n a ia niiul e lv ai u elzcó. ina ine xg. e eat por sobre las limitaciones de su individualidad hacia un mundo más justo. Se rebela porque no quiere consumirse dentro de los límites de su persona y de su vida. Quiere observar el mundo que lo circunda, incorporarlo a su personalidad ym d a t e a t ye t a a oc n e t r ee s rs c a .S rh m r n e ú i a eine l re l rbj ovris n e oil e obe o s ncmente ser un individuo, sino complementarse con todo lo que es capaz de ser. P r e t e n c s r oo i n a l e e e t d oyp r i i a l l se p r e c a d l s aa so s eeai retro n l sui atcpre a xeinis e o demás. El arte es el mejor medio porque comparte su infinita capacidad de asociarse a los demás, de compartir sus esperanzas y sus ideas y representarlos.
  • 13. LIBRO DE CONSULTA 15 El adolescente insatisfecho de hoy que se identifique tristemente con soñados príncipes, implacables gangsters o irresistibles amantes, no será el hombre libre y consciente que necesita la sociedad futura. No abrazará los ideales producidos por las masas, su vida no tendrá contenido y por eso no tenderá a asegurarse un contenido mayor. El hombre que se hace trabajando por los demás se separa del reino animal transformándose en el hombre creador de la realidad social. Es un hombre nuevo.
  • 16. D d ,i f l z m e e io nei, ur Eneida Vrii iglo
  • 17. EL LENGUAJE COMO MEDIO DE COMUNICACIÓN Las especies humana y animal se diferencian por el tipo de lenguaje que emplean. En este capítulo abordaremos el lenguaje humano. Las abejas, las hormigas y todas las especies animales tienen un lenguaje. Mediante él se comunican. Por eso es un lenguaje-comunicación. El lenguaje del hombre es infinitamente superior, cuenta con progresos como la electrón c ,l c b r é i a l p i o o í ,e c ,q el p r i e d s i r rl sm c n s ia a ientc, a sclga t. u e emtn ecfa o eaimos más profundos del lenguaje. El lenguaje articulado y organizado constituye la lengua. Cuando la lengua es reconocida por los pueblos del mundo se llama idioma. Hoy el idioma cuenta con amplios medios de conocimiento, traducción, información y comunicación. P r h yo r c a ed l n u j ,e l n u j - x r s ó .P ré s m n f e t e eo a ta ls e egae l egaeepein o l e aiisa l espíritu humano. Por él se conecta con otro espíritu humano y con los demás, de esta forma se enriquecen todos. Este lenguaje se caracteriza por su gratuidad y su riqueza de conciencia DIVERSAS FORMAS DE COMUNICACIÓN En un principio el hombre se comunicó con lenguajes primitivos, pero poco a poco, trabajosamente, fue superando su lenguaje al organizarlo mejor. Comenzó a producir ideas, a diferencia de los animales que no cuentan con esa capacidad. De esta forma su lenguaje evolucionó. Los tres tipos más importantes del l n u j s n a) m m c , b) c n b s e s ñ l s y c) f n t c . egae o: íio o ae n eae, oéio 19
  • 18. 20 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Lnuj mmc egae íio Un simple gesto o un grito no le bastaron al hombre, pues tenía que disponer de g a c n i a d g i o yg s o p r e p e a a g d f n d ,d s i t yc m l c rn atdd e rts ets aa xrsr lo eiio itno opia do. Los propios animales ayudaron al hombre y le proporcionaron maneras que éste imitó. El lenguaje mímico se estructuró con base en ademanes y señas. Actualmente utilizan este lenguaje los hombres que a consecuencia de carecer del sentido del oído, del habla o de ambos, han ideado hasta un alfabeto basado en las formas de los dedos y la cara. Cuando el lenguaje mímico asciende a la categoría de arte, y se participa en un escenario en comedia o drama, se llama a esta disciplina pantomima. L n u j c nb s e s ñ l s egae o ae n eae La utilización de elementos externos le proporciona al hombre otra forma de lenguaje. Estos elementos son señales. En Grecia las llamas de Troya incendiada anunciaron más rápidamente a la reina Clitemnestra la derrota troyana, que los veloces barcos aqueos. El fuego, el humo, son señales del lenguaje. En tiempo de Roma, a través de la muralla edificada para detener a los pictos del norte de Inglaterra, éstos enviaban señales de humo para comunicar las noticias. Mientras los romanos intentaban descifrarlas los pictos descargaban su furia contra els lo. En Norteamérica los indios también se comunicaron con señales de humo intermitentes que anunciaron la invasión del hombre blanco. Actualmente hay comunicación con base en señales de luz solar por medio de espejos entre los montes, o luz artificial en los faros. Hay señales con banderas para las maniobras de los aviones en los aeropuertos, y para los buques en los puertos. El sonido también proporciona un lenguaje con señales. Los nativos de África y los isleños del Pacífico resuenan sus tambores de aldea a aldea y la noticia se reproduce de tambor a tambor. En Inglaterra se encontraron piedras huecas de tiempos prehistóricos que sirvieron para producir sonido y comunicarse a lo lejos. Los cuernos vikingos de Escandinavia también eran comunicación. De igual manera, los caracoles prehispánicos a los que los indígenas les arrancaban majestuosos y prolongados sonidos. Hoy, lenguajes con base en señales son el telégrafo y otros descubrimientos que el hombre ha puesto a su servicio, llegando al teléfono, la radio, l p e s ,l t l v s ó . a rna a eeiin
  • 19. LIBRO 21 DE CONSULTA Lnuj fntc egae oéio La evolución del lenguaje del hombre llega hasta encontrar la combinación de sonidos internos mediante el uso de las cuerdas vocales, la lengua y la concavidad resonante de la garganta, que articuladamente producen sonidos. Los sonidos combinados forman sílabas, y las sílabas combinadas las palabras. Al encontrar la palabra, el hombre llega a la comunicación i deal por excelencia. La palabra (del latín parábola) es el sonido o conjunto de sonidos articulados que expresan una idea. La palabra es el instrumento de la lengua. Hablar y e c i i u i i a d l p l b ao i i al f a e l o a i n l sc á s l s l sp r o srbr tlzno a aar rgn a rs, a rcó, a luua, o eidos, los párrafos y, finalmente, los libros completos en los que el hombre puede comunicar abiertamente todas las ideas que produce, los sentimientos que mult p i ayt d l q el e p s b ec n c r ilc oo o u e s oil ooe. L p l b at e ed f r n e v l r s e f n l g c ,s m n i o e m r o ó i o a aar in ieets aoe: l ooóio eátc, l oflgcg á i oye i o ó i oye s n á t c . rfc tmlgc l itcio V l rf n l g c ao ooóio F n l g c v e e d l g i g p o é, q e q i r d c r s n d . E s g o l n ü s i ooóio in e reo hn u uee ei oio l in igítco está compuesto de fonemas, lo que simplemente llamamos sonidos. Los órganos encargados de producir sonidos son capaces de elaborarlos en gran número; sin embargo, cada lengua elige un número determinado. Las letras son símbolos gáio d snds rfcs e oio. En la lengua española existe semejanza entre su escritura y su pronunciación. Por regla general, en nuestro alfabeto cada letra corresponde a un fonema; sin embargo, esto no es siempre, entre otras razones, porque la pronunciación de los fonemas es diferente en México, en España, en Argentina, etc. Los fonemas tienen su representación gráfica con algunas variantes en diferentes lugares. Los fonemas que representan a las distintas grafías de nuestro idioma son los que aparecen en el cuadro de la siguiente página. La letra h tiene sólo un valor ortográfico y no representa sonido alguno. La w, aunque no pertenece a nuestro idioma, se utiliza en palabras prestadas de otros idiomas. El valor fonológico puede cambiar también con el transcurso del tiempo. La f inicial se transformó en h, por ejemplo: farina = harina; En vez de fermosa = hermosa; fundu = hondo. La u en algunos casos se cambió por o, por ejemplo en manu = mano, etcétera.
  • 20. 22 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Afbt gáio laeo rfc F n m sd le p ñ le M x c oea e sao n éio adeflmnñop ,,,,,,,,,, adeflmnñop ,,,,,,,,,, tuc ,,h t u c. ,,h bvw ,, b s c (uv) z x (ohmlo , sae, , Xciic) s g( u v ) sae g g( u r e ,j x( é i o fet) , Mxc) j i y (e) , ry i c( u r e ,k q fet) , k r( u v ) sae r r( u r e ,r fet) r r yl ,l y x (examen) x( o a Xl) V l rs m n i o ao eátc S m n i o v e e d semaino: s g i i a . E v l r s m n i o e l s g i i a i n eátc in e infcr l ao eátc s a infccó y sentido que la palabra encierra, está en relación directa con los seres y los objetos que nos rodean. Si algunos objetos desaparecen, entra en desuso la palabra que los denomina. Por ejemplo, al desaparecer los carruajes antiguos dejaron de emplearse las palabras landó, berlina, etc. El valor semántico puede sufrir también una transformación; almirante significaba caballerango; hoy, es el grado más alto de la Marina. Para los griegos tirano significaba rey; hoy, es quien abusa del poder oprimiendo a un pueblo. Si el ingenio del hombre descubre nuevos logros en objetos, inventa también nuevas palabras. Al descubrimiento del nuevo continente nació la palabra América. Continuamente nac no r sp l b a :r b t c ,c o a i n e m g r t v r s e t é ,e c F n l e t , e ta aars oóia lncó, so, oaiu, srs t. iamne los sentimientos humanos cambian el significado de las palabras. Hay palabras cuyo significado es ofensivo. Por ejemplo: tonto, condenado, horroroso, etc.; pero este significado se altera cuando estas palabras son pronunciadas en tono
  • 21. LIBRO DE CONSULTA 23 amoroso por una madre que acaricia a su hijo. El transcurso del tiempo influye d c s v m n ee e s g i i a od l sp l b a .A i i m ,l si f u n i sp i o eiiaet n l infcd e a aars smso a nleca sclógicas, las transformaciones sociales, económicas y políticas, también camba et sgiiao in se infcd. V l rm r o ó i o ao oflgc Morfológico viene del griego morphé: forma. La palabra o signo lingüístico tiene un valor morfológico, ya que está construida por morfemas gramemas y morfemas lexemas. Cada uno desempeña una función en la estructura de la palabra. El lexema es un morfema común a una familia de palabras. Los gramemas determinan al lexema. Por ejemplo: Desligar tiene tres morfemas: des (gramema), lig (lexema), ar (gramema). Cada u o d e l s p s e u s g i i a o d s ( u t r ,l g( t r o v n u a ) a ( c i n . n e lo oe n infcd: e qia) i aa iclr, r acó) Esto indica que la palabra desligar es la acción de separar lo que se encuentra uio nd. La morfología estudia la forma en que está construida la palabra, tanto en su evolución gráfica como en sus orígenes. Gáio rfc G á i ov e ed lg i g g a h sys g i i ae c i u a L e c i u ae u f n rfc in e reo rpo infc srtr. a srtr s n eó meno relativamente reciente en la evolución de la cultura. Las escrituras más antiguas que se han logrado descifrar son cuando más de hace seis mil años. Esto quiere decir que en todo el periodo paleolítico el hombre no conoció la eciua srtr. La primera forma de escritura recibe el nombre de pictograma. En un pictograma, si se quería hablar de un hombre se pintaba un hombre. Si se quería decir que el hombre corría, se le pintaba corriendo. Los mejores ejemplos de escritura pictórica son los de los indios de América del Norte. Los pictogramas evolucionaron a ideogramas. Ideograma es la representación de las ideas. Los egipcios nos han dejado ejemplo de ello en las pinturas y esculturas que adornaban sus templos y palacios. Con una línea ondulada representaban el agua. Con una avispa representaban al faraón. Cuando surgió la idea de relacionar la escritura con la lengua hablada apareció el fonograma, utilizado por
  • 22. 24 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN los aztecas, nahuas y mayas. El fonograma requería figuras cuyo sonido combinado produjera el nombre. En un fonograma que representaba la ciudad de C a e e ,l sa t c sd b j r nu as r i n e( ó t )s b eu ac l n ( e e ) otpc o zea iuao n epet cal or n oia tpc. C a d l sb b l n o t m r nl ss g o s m r o s l e óa f n ld lp o e o uno o aiois oao o ins ueis e lg l ia e rcs evolutivo, o sea, a la escritura alfabética. El primer alfabeto de 22 letras es creado por el pueblo fenicio. El alfabeto fenicio fue llevado a Grecia por los etruscos. Los griegos lo adaptaron agregándole las vocales. Al ser conquistados los griegos por los romanos, éstos tomaron el alfabeto e incluyeron las mayúsculas, formando así su propio abecedario. El imperio romano se encargó de difundir el alfabeto a través de todos los pueblos conquistados, incluyendo los ingleses, los franceses y España. De España pasó a nuestro continente. En sus orígenes, la escritura servía solamente a castas sacerdotales y gobernantes, sin beneficiar al pueblo. En la actualidad, gran parte de la población no e t a f b t z d .E l sp í e a r c n s p i c p l e t e l S d f i ad l s sá laeiaa n o ass fiao, rniamne n a uárc e o años ochenta, existía un 90% de analfabetas. En la India, en la época anterior a Mandela, vergonzosamente había un 73%. En México de igual manera hay aproximadamente 30%. El analfabetismo señala el atraso de los pueblos. V l re i o ó i o ao tmlgc Ethimos quiere decir verdadero. La etimología estudia las palabras tomando en cuenta tanto su origen como las transformaciones que han sufrido. La etimología está íntimamente ligada a la morfología, porque ambas estudian el sign l n ü s i oe s e t u t r . o igítc n u srcua El castellano tuvo su origen en el latín vulgar, llevado a España cuando ésta fue conquistada por Roma en el siglo III a.C. En la península había pueblos celtas e iberos, que aunque desaparecieron por efecto de la romanización, dejaron algunas palabras como testimonio de su presencia, como Navia (nombre de u r o p r q ea t sd s g óad o e d t d sl sc r i n e a u s s .E l t n n í, eo u ne ein iss e oa a orets coa) l aí sufrió la influencia del griego y nos transmitió muchas palabras de dicho idioma. Además, en el sur de la Península Ibérica había colonias griegas cuya influencia fue directa. Así se formó el castellano, al igual que las demás lenguas noaia. eltns Cuando los godos (germanos) se establecieron en España (siglo V), dejaron palabras bélicas como bandera, blasón, botín y otras de diferentes materias. Los árabes dominaron parte de España durante ocho siglos, del VIII al XV. Incluye-
  • 23. LIBRO DE CONSULTA 25 r n2 m lp l b a e e c s e l n ,c m a r z a a r n a a a ,t b c ,b r e u , o 0 i aars n l atlao oo ro, zfá, zhr aao ocgí ectr. téea Al ser descubierta y conquistada América, las lenguas indígenas aportaron nuevas palabras al idioma. Del Caribe: canoa, maní. Del quechua: alpaca, papa, l a t .D lg a a í l a a c n o .D lm y ,n h a lyt r s o c o o a e c a o o e lna e urn: lm, ódr e aa áut aac: hclt, hppt, t a g i ,t m l c m l inus aa, oa. Las perniciosas influencias siguientes son del invasor periodo napoleónico: r s a r n e h t l c o e ,e c ,yd i f u n i e t d n d n e c e a ,l n h m n g r etuat, oe, hfr t. e nleca sauies: hcr oc, aae, j n o ,e c t r . uir téea Además, existen voces llamadas históricas, como nicotina (de Juan Nicot, su descubridor), o palabras onomatopéyicas, como bisbisear (hablar entre dientes). Si ignoramos la etimología de una palabra no es posible que conozcamos su significado auténtico, menos aún el significado del enorme conjunto de denominaciones técnicas o tecnicismos puestos a objetos que, a pesar de que la civilización helénica nunca los tuvo, sus elementos han sido tomados de la lengua griega para denominarlos. Por ejemplo: El electrómetro es un aparato que sirve para medir la cantidad de electricidad de un cuerpo. Esta palabra se comp n d d sg i g s e e t ó ,n m r g i g d lá b r u ar s n f s le e t i a oe e o rea: lcrn obe reo e ma, n eia ói lcrzble por frotación, y metron medida metro. , Otro ejemplo: pulso, nombre con que se denomina al latido intermitente de las arterias. Esta palabra viene del verbo latino péllere ( pulsum) que significa b t r a r j r E i o ó i a e t ,e p l oe l s n r q ee c r z na r j al s ai, roa. tmlgcmne l us s a age u l oaó roa a atra. reis V l rs n á t c ao itcio S n a i v e ed lg i g ys g i i a c no d n E t p r ed l g a á i ae t itxs in e reo infc o re. sa at e a rmtc su dia la construcción ordenada de las palabras y la función que desempeñan en un pensamiento, es decir, la palabra como parte integrante de un enunciado. Cuando un vocablo tiene una función lógica dentro de un enunciado, adquiere entonces un valor sintáctico. Ejemplo: “La técnica se puede usar para domesticar a los pueblos, o poner al servicio de los pueblos para liberarlos”, Che Guevara. Según el oficio que desempeñan las palabras en un enunciado, están integradas en elementos: sujeto y predicado. Dentro del sujeto: el núcleo y sus modificadores. Dentro del predicado: el núcleo y sus modificadores. Como ejemplo
  • 24. 26 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN p d m s a a i a s n á t c m n e l s g i n e o a i n El teatro experimental ha oeo nlzr itciaet a iuet rcó: j g d u p p lc n i n i a t e l e u a i nt a r l uao n ae ocetzne n a dccó eta. E tar eprmna: l eto xeietl tar: eto e ,e p r m n a : l xeietl h j g d u p p lc n i n i a uao n ae ocetz n ee l e u a i nt a r l at n a dccó eta: ha jugado: un papel concientizante: e l e u a i nt a r l n a dccó eta: sjt ueo n c e d ls j t úlo e ueo modificadores peiao rdcd núcleo del predicado (siempre será un verbo) ojt drco beo iet crusaca icntnil Aunque la sintaxis obliga a un orden regular en la formación de los enunciad s p r m y re e g ad l se p e i n s p r i ec e t sl c n i sc n r r a , o, aa ao nrí e a xrsoe, emt ira ieca otais alterando el orden de la colocación de las palabras, omitiendo unas, añadiendo otras y quebrantando las reglas de la concordancia, siempre y cuando se conserv l caia d l epein e a lrdd e a xrsó. CONEXIÓN ENTRE LA PALABRA Y LA IDEA Si percibimos en forma sensible, emotiva, no es indispensable la palabra. La palabra es necesaria para pensar. Necesitamos las palabras cuando nuestra imaginación no puede representar indistintamente los objetos; entonces necesitamos combinar varias ideas. Es indispensable que el concepto o idea y la palabra estén conectados. De acuerdo como pensamos es nuestra manera de hablar. Hablando se refleja el que habla. No es igual la lengua de un niño que el de la mujer o el hombre, el de un oriental, un europeo o un americano. El de los pueblos y razas diferentes. En la lengua se quedaron las huellas del proceso y la c l u ad l st e p sp s d s L l n u s r ep r s m l f c r p e i a yf j r utr e o imo aao. a ega iv aa ipiia, rcsr ia nuestro pensamiento. La palabra analiza y perfecciona las ideas y consigue finalmente que la expresión, o lo que queremos decir, sea exactamente lo que pensamos. El pensamiento es una actividad viva; aunque recordemos imágenes o hechos pasados, tenemos que servirnos de la palabra como punto de enlace. La inteligencia es capaz de percibir lo que nos rodea, basta que encontremos las
  • 25. LIBRO 27 DE CONSULTA palabras adecuadas y bien conectadas con nuestras ideas para poder expresarlas. La falta de conexión entre la palabra y la idea demuestra anormalidad. EL SIGNO LINGÜÍSTICO Saussure establece que el signo lingüístico es una entidad psíquica compuesta p rd se e e t s e s g i i a t ye s g i i a o o o lmno: l infcne l infcd. El significante o imagen acústica es la huella psíquica que nuestro cerebro produce, por ejemplo, cuando oímos la palabra árbol. Inmediatamente unimos la palabra con el concepto, el significado que todos tenemos de lo que es un árbol. Los dos elementos están íntimamente ligados, como las dos caras de una hoja. Ambos están dominados por las siguientes leyes: a E c r c e a b t a i d s sr l c o e .P e i m n es h e t b e i op rc n e ) l aátr rirro e u eains rvaet e a salcd o ovniencia de los hablantes de un idioma un acuerdo en la expresión que se va a dar a cada contenido. b E c r c e l n a d l s g i i a t .C m p i c p on p e e a a e e e u m s ) l aátr iel e infcne oo rnii o udn prcr n n imo mensaje dos significantes. Necesariamente uno tiene que seguir al otro. Ejemplo: árbol + verde. Este principio del signo lingüístico se amplía en la misma teoría, al concebir la lengua como un conjunto de signos mutuamente relacionados y recíprocamente unidos. ) El signo lingüístico es articulado. Se compone de partes más pequeñas y puede c descomponerse. También se puede unir a otros para formar signos lingüísticos más complejos. Ejemplo: fo lr fo aail lr mrla u af o a a i l n lr mrla tenemos una flor amarilla tenemos para adornar una flor amarilla d L d b ea t c l c ó d ls g ol n ü s i o E s g ol n ü s i oe a t c l d ;s ) a ol riuain e in igítc. l in igítc s riuao u a t c l c ó e d b e S d s o p n e d sn v l s s p r o ei f r o . riuain s ol. e ecmoe n o iee: ueir neir • El nivel superior o primera articulación es cuando el signo lingüístico se descompone en otros hasta llegar al mínimo. A este signo lingüístico mínimo se le llama morfema. Tiene significado y contenido.
  • 26. 28 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN • El nivel inferior o segunda articulación es cuando el signo lingüístico se descompone en unidades mínimas de expresión que se llaman fonemas. Tiene expresión pero no tiene contenido. El signo lingüístico es el más importante y accesible medio de comunicación humana. Nosotros hablamos y nos comunicamos con nuestros semejantes combinando signos lingüísticos, encadenándolos unos tras otros. De esta manera creamos signos lingüísticos cada vez más complejos; a esto se le ha denominado cadena del habla. A NTÓNIMOS Y SINÓNIMOS El uso que hacemos de las palabras en forma aislada, o bien, relacionadas con otras dentro de un enunciado, aumenta la extensión de su significado, lo limita y lo modifica. En nuestro vocabulario existen voces cuya relación es muy precisa, el conocerlas y utilizarlas facilita la expresión y enriquece el vocabulario tanto oral como escrito. Estas voces que caen dentro del campo de la semántica son los sinónimos y los antónimos. Son sinónimos las palabras que se escriben y pronuncian distinto, pero que tienen semejanza de significado. Aunque los sinónimos perfectos no existen, estas voces se emplean como si fueran iguales, sin establecer diferencias de s g i i a oe t ee l s infcd nr la. Los sinónimos se utilizan en una relación o una conversación, para no repetir la misma palabra o expresar la misma idea con otra serie de vocablos. Un sustantivo se sustituye por otro sustantivo, un verbo por otro verbo semejante, un a j t v p ro r a j t v ,e c A s s i u rl p l b ae i d s e s b eq en s deio o to deio t. l utti a aar s nipnal u o e p e d e s n i od l q es q i r d c r E e e e p od l s g i n ep g n , ira l etd e o u e uee ei. n l jml e a iuet áia el primer párrafo está totalmente sustituido por sinónimos, en el segundo ejemplo páginas adelante sólo las palabras en cursivas han sido cambiadas. Son voces antónimas aquellas que tienen significado opuesto, además de que se escriben de diferente manera. Al emplearlas damos una idea contraria. En el siguiente ejemplo las palabras subrayadas están sustituidas por antónimos, así como en el ejemplo anterior se hizo por sinónimos. Podemos notar cómo cambia por completo la idea del autor. Primera Epístola de San Pablo a los corintios, en la que recrimina a éstos por haber llegado a una sociedad depravada hasta la homosexualidad. En ella habla de la caridad como camino a la libertad.
  • 27. LIBRO 29 DE CONSULTA ENCÍCLICA “MATER ET MAGISTRA” T x oo i i a et rgnl DE JUAN XXIII Texto modificado L sd b r sd l j s i i h nd r s e o eee e a utca a e eptarse no solamente en la distribución de los bienes que el trabajo produce, s n t m i ne c a t a e t al sc n io abé n uno fca a od c o e g n r l se q es d s n u l e iins eeae n u e eevev l a t v d dl b r l P r u e l n t a ciia aoa. oqe n a au r l z h m n e t a r i a al e i e aea uaa sá ragd a xgn c ad q e e e e e c c od l a t v d d i e u, n l jrii e a ciia e o ó i a l s ap s b ea h m r a u cnmc, e e oil l obe smir la responsabilidad de lo que hace y p r e c o a s as m s o efcinre í im. Las obligaciones del derecho deben considerarse no únicamente en el reparto de la riqueza que toda labor genera, sino además en lo que atañe al c r c e t t le q es d s r o l nl s aátr oa n u e earla o trabajos ocupacionales. Ya que en la humanidad se encuentra la necesidad de que, en la praxis del desenvolvimiento económico, puedan los homb e t n rc n i n i d l q er a i a rs ee oceca e o u elzn yl g a s s p r c ó . orr u ueain De donde se desprende que si el funcion m e t yl se t u t r se o ó i a d aino a srcua cnmcs e un sistema productivo ponen en peligro la dignidad humana del trabajador, o d b l t ns s n i od r s o s b l d d eiia u etd e epnaiia, ol i p d n l l b ee p e i nd s i i e mie a ir xrsó e u nc a i ap o i ,h yq e a i m rq ee t itv rpa a u fra u se o d ne o ó i oe i j s o a ne e c s re cnmc s nut, u n l ao d q e p rh p t s s l r q e ap o u i e u, o ióei, a iuz rdcd e é a c n eu a t n v lys d s r a n l lac n lo ie e iti b y s g nc i e i sd j s i i ye u d d ua eú rtro e utca qia. P rl q es e t e d q es e f n i o o u e nine u i l uco n m e t yl o g n z c ó e o ó i ad aino a raiain cnmc e un sistema ponen en riesgo la dignidad humana del trabajador, o exprimen su s n i od r s o s b l d d oc a t n l etd e epnaiia, ora a l b ee p e i nd s i i i t v p o i , ir xrsó e u ncaia rpa hay que declarar que este orden económ c n e j s o a ns p n e d q e e io o s ut, u uoino u, n t o í ,l r q e ap o u i ae é ,a c n era a iuz rdcd n l lac u a t g a o ys r p r as g nc i e n lo rd e eat eú rt r o d j s i i ye u d d eis e utca qia. LENGUA ORAL Hay dos formas de expresión de la lengua del hombre. La lengua oral y la lengua escrita. La primera es la lengua hablada, verbal. Social y genéticamente la lengua es antes hablada que escrita. Los niños y todo ser social aprenden a hablar primero que a escribir. En muchas ocasiones la injusticia de los gobiernos provoca que los hombres hablen sin enseñarlos a escribir. Cuando los pueblos escriben, son capaces de producir las grandes obras de la literatura. Es de gran
  • 28. 30 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Texto modificado T x oo i i a et rgnl Aunque hablara las lenguas de los homb e yd l sá g l s s n t n ol b r rs e o nee, i o eg ietad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los m s e i syt d l c e c a a n u t itro oa a ini; uqe u v e ap e i u d f c m p r t a l d r ir lntd e e oo aa rsaa montañas, si no tengo libertad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bien s ye t e a am c e p al sl a a , e, nrgr i uro a lms s n t n ol b r a ,n d m a r v c a i o eg ietd aa e poeh. L l b r a e p c e t ,e s r i i l a ietd s aine s evca; l l b r a no es envidiosa n e jaca ietd , o s t n i s n s e g í e d c r s ;n b s a acoa o e nre s eooa o uc su interés; no se irrita; no toma en cet e ml n s aer d l ijsi una l a; o e lga e a nutc a s a e r c nl v r a .T d l e i, e lga o a edd oo o x c s .T d l c e .T d l e p r .T d ua oo o re oo o sea oo l spra o oot. Aunque hablara las lenguas de los homb e yd l sá g l s s n t n ol b r rs e o nee, i o eg ietad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los m s e i syt d l c e c a a n u t itro oa a ini; uqe u v e ap e i u d f c m p r t a l d r ir lntd e e oo aa rsaa montañas, si no tengo libertad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bien s ye t e a am c e p al sl a a , e, nrgr i uro a lms s n t n ol b r a ,n d m a r v c a i o eg ietd aa e poeh. L l b r a e i p c e t ,e d s o a ietd s maine s ecr t s l l b r a e e v d o an e h m l e é; a ietd s niis o s uid n s m r i i ae s b r i ; b s as i o e otfc s oeba uc u n ; terés; no se contenta no toma en cuent e b e ;n s a e r d l j s i i ,s a l in o e lga e a utca e entristece con la verdad. Nada excusa. De todo desconfía. Todo lo abandona. T d l a a a oo o tc. i p r a c ad s r o l rp i e oe t a a oo a ,u i oal e p e i n e r t o l motni earla rmr l rbj rl nd a xrsó, l im, a mímica y la dramatización. Ser pasivo, no hablar, ocasiona graves problemas para la adaptación en la sociedad. Psicológicamente la posibilidad de expresión oral es mayor que la escrita. La lengua oral se compone principalmente de sonidos articulados. También la entonación y el acento tienen un papel importantísimo. En nuestra sociedad actual el desarrollo de la expresión oral es fundamental, ya que la necesidad de superación de los pueblos exige cada día más que los hombres hablen y unifiquen sus ideales. Su finalidad es la comunicación inmediata. LENGUA ESCRITA La lengua escrita es la expresión representada gráficamente por signos (palabras). El que escribe necesita conocer la herramienta de su trabajo, o sea el
  • 29. LIBRO 31 DE CONSULTA lenguaje y las palabras, en la misma forma en que un pintor necesita conocer los colores, los volúmenes y las formas. Se ha llegado a considerar tema de discusión si fue el lenguaje el que nació de la sociedad o fue la sociedad la que nació del lenguaje. Lograrán mejor comunicación todos aquellos que sean más precisos en hacerse entender mejor. Se abrirán mejor paso quienes tengan mayores recursos de lenguaje porque lograrán mejor trato con sus semejantes. Hablar y escribir es convencer. Las ideas y los sentimientos pueden ser vagos, inconc e o s n s t a u e e l sp l b a c r e t s E l a t a i a ,l sp i ó o rts i o e rdcn n a aars orca. n a culdd o sclgos consideran el lenguaje como el índice más seguro para determinar la capacidad del desarrollo mental del individuo. Hablar y escribir correctamente no es fácil. Hay que rechazar todo lo que perjudique la comunicación y la expresión y aceptar todo lo que las beneficie. Hay que romper la barrera que i p d p d rd c rl q eq e e o .H yq ea q i i l sj s a a m sl n ü s i a mie oe ei o u urms a u durr a uts ra igítcs p r u i i a l s S f n l d de m d a ayg r n i al c n e v c ó yl t a s i aa tlzra. u iaia s eit aatz a osrain a rnmsión del pensamiento. FORMAS Y MODOS DE LA LENGUA El empleo de la lengua está no sólo de acuerdo con lo que queremos decir sino también con la forma y el modo de decirlo. Aun las personas que hablan un mismo idioma, no lo hablan de la misma manera. Podemos decir que hablan “diferentes lenguas”. De acuerdo con la actividad o el trabajo que se realice, con el grado de cultura, con el lugar o la situación, empleamos una determinada lengua. Las más importantes formas que adquiere la lengua son: coloquial o f m l a ,t c i aoc e t f c ,l t r r a aiir énc iníia ieai. Lnu clqil ega ooua Es la lengua usual, corriente, de la que nos valemos de una manera cotidiana para expresarnos en el hogar, en la escuela, en el trabajo, con nuestros padres y amigos. Es la lengua diaria que empleamos continua y sencillamente, es clara y generalmente afectuosa. El propósito de la lengua coloquial o familiar es siempre lograr una comunicacion inmediata. Hay que tomar siempre en cuenta que es predominante este propósito en la lengua hablada. Ejemplo: Carta de la celadora de una prisión de EU a Ángela Davis.
  • 30. 32 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN M q e i aÁ g l , i urd nea Mis pensamientos y mi corazón han estado contigo desde aquella triste noche. Te echamos de menos, la melancolía se ha abatido sobre la cárcel, porque tu luz yt i s i a i ns h ni o u nprcó e a d. Si te parecíamos hermosas, es porque tú nos hiciste así. Simpatizamos contigo y con tu lucha de tantas maneras. Lo poco que pude hacer por darte un poquitín de comodidad y consuelo, nada fue comparado con lo que nos diste a nosotras. Te echo de menos, y echo de menos mis preocupaciones por las cositas que por t p d ah c r i oí ae. Oigo y leo todo lo que me llega acerca de ti y de tu lucha. Conocerte a ti es uno de los mayores placeres que una persona puede experimentar. Eres hermosa. Conmoviste muchos de nuestros corazones y vidas. Cuando me siento enojada o impaciente con mis hermanos y mis hermanas, me acuerdo de todo lo que me enseñaste y mis ojos se llenan de lágrimas por las luchas e q et d b t s n u e eae. Lleva la frente levantada y recuerda que te llevo siempre en mis pensamientos y mi corazón. Todo el poder para ti, Ángela... Siempre te querré. 26 de diciembre de 1970. Lnu tcia ega énc Es la lengua que se emplea en cualquier disciplina de la técnica o de la ciencia, y la utilizan personas de la misma profesión, técnicos o artistas. Esta lengua especializada es difícilmente comprensible fuera de los círculos de los que la emplean. Las palabras peculiares de esta lengua se llaman tecnicismos. Ejemplo: lengua contable, legal, médica, matemática, automotriz, etcétera. Para ejemplificar la lengua técnica elegiremos la utilizada en derecho y la empleada en la psicología. Lengua legal, fracción XVIII del Art. 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. X I I L sh e g ss r nl c t sc a d t n a p ro j t c n e u re e u l b i e t e VI. a u l a e á í i a u n o e g n o b e o o s g i l q i i r o n r los diversos factores de la producción, armonizando los derechos del trabajo con los d lc p t l E l ss r i i sp b i o s r o l g t r op r l st a a a o e d ra i o e aia. n o evco úlcs eá biaoi aa o rbjdrs a vs, con diez días de anticipación, a la Junta de Conciliación y Arbitraje, de la fecha
  • 31. LIBRO DE CONSULTA 33 s ñ l d p r l s s e s ó d lt a a o L sh e g ss r nc n i e a a c m i í i a eaaa aa a upnin e rbj. a ula eá osdrds oo lcts únicamente cuando la mayoría de los huelguistas ejerciere actos violentos contra las personas o las propiedades, o en caso de guerra, cuando aquéllos pertenezcan a los establecimientos y servicios que dependan del gobierno. Los obreros de los establecimientos fabriles militares del Gobierno de la República, no estarán comprendidos e l sd s o i i n sd e t f a c ó ,p rs ra i i a o a E é c t N c o a . n a ipscoe e sa rcin o e smlds l jrio ainl L n u c e t f c ,f a m n od lM n f e t “ e p l ,i c u d e e l b oS x a ega iníia rget e aiiso Sxo” nlio n l ir eulidad: libertad o represión, del psicoanalista ucraniano Wilhelm Reich. (Converg nt r i o c e t f c s s c o ó i o yp l t c s ) e émns iníio, oilgcs oíio. La reacción política se desgañita afirmando unánimemente, en los distintos terrenos, q el c l u ae l q i t e e c ad l s c e a yq e p re l ,d b s rp o e i a u a utr s a una sni e a oidd u, o lo ee e rtgd. Sin embargo, eso mismo que defiende tan a gritos y con tanto misticismo, lo nieg e l p á t c .P re c n r r o l r v l c ó s c a p e e d a i m rp á t c m n a n a rcia o l otai, a eouin oil rtne fra rciaet l v d yc e rt d sl sp e i a e o ó i a n c s r a p r e l . e a ia ra oa a rmss cnmcs eeais aa lo En el capitalismo, las necesidades de los hombres están al servicio de la caótica e o o í d li t r sc p t l s a E s c a i m r v l c o a i i t r a i n ls e f e cnma e neé aiait. l oilso eouinro nencoa e sur z e i v r i l r l c ó :l e o o í d b e t rp a i i a aa s r i i d l s t s a a n netr a eain a cnma ee sa lnfcd l evco e a aifc ción humana de las necesidades. En el capitalismo, la mayoría de la población vive en una miseria real y en una satisfacción ilusoria. El socialismo busca la realización de una economía que reemp a el s t s a c ó i u o i yl m s r ar a p rl s t s a c ó u i e s ld l v d lc a aifcin lsra a iei el o a aifcin nvra e a ia r a ;s c n i n e :g r n í d f l c d dv t ls b el T e r . el u osga s aata e eiia ia or a ira En el capitalismo, las masas son juguete de procesos económicos incontrolados y de diplomáticos intrigantes que se sirven de esa economía y que provocan guerras cuando han llegado al límite de su arte diplomático. Sin embargo, ¿por qué la idea de la economía planificada y de vida racional penetra tan difícilmente, e incluso no penetra, en la masa de la población mundial? ¿Por qué la reacción política ha alcanzado un progreso tan considerable después de esa prolongada crisis económica mundial? Las masas no comprenden nada de lo que sucede a su entorno, ni se interesan por e l .S l c n c ns sm s r a f s c syp í u c s n l sc u a o j t v sd é t s lo óo ooe u ieis íia sqia, o a ass beia e sa. Parece como si la opresión material y cultural de la vida hubiera arraigado en estas masas de oprimidos, ya sea bajo la forma de la pasividad o bajo actitudes polít c sq ec n r d c ns si t r s sr a e .P r c c m s l e t u t r h m n e t ia u otaie u neee els aee oo i a srcua uaa su v e at t l e t s j z a aac a q i ra t r d dyt m e al v d q eq e r ar a i a . ir oamne ougd ulue uoia eir a ia u urí elzr Y, por otra parte, el movimiento revolucionario aún no ha explicado a las masas –por lo menos hasta el presente– lo que significa concretamente la libertad. La conf s ó e i t n er s e t al sr l c o e e t eN t r l z yC l u a I s i t yM r l uin xset epco a eains nr auaea utr, ntno oa,
  • 32. 34 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Sexualidad y Trabajo, todavía contribuye más a la negación catastrófica de la vida entre las masas de la población mundial. El miedo al “caos moral”, en el caso de que s p o u e au as b e s ó s c a d l sr l c o e e t b e i a ,y n d m n s l e rdjr n uvrin oil e a eains salcds a o oia oa m n eal r a c ó p l t c ys d r c i n s n t m i naa p i ss c o e d l d r c et a ecin oíia u iecó, io abé mlo etrs e a iec ó s c a i t ,a íc m al sm s si f c a a p rl m r ln g d r d l v d . in oilsa s oo a aa netds o a oa eaoa e a ia Nuestra intención sólo puede consistir, por el momento, en contribuir a la explicación de una contradicción aparentemente insoluble, pero que en realidad tiene una s l c ó .L o o i i ne t ei s i t yc l u a v d s x a yt a a o t d v as b i t . ouin a pscó nr ntno utr, ia eul rbj, oaí usse En efecto, la represión moral y autoritaria de la vida ha provisto al hombre de instintos asociales peligrosos. El hambre ha engendrado el robo, la ascesis moderna ha engendrado la violencia sexual. Por consiguiente, existen razones que explican la angustia del caos; pero no debe olvidarse el hecho de que la corrupción y la destrucción de la sexualidad humana natural ha tenido un origen y ha engendrado el caos desde hace no poco tiempo. La mayoría de la gente considera lo que los hombres actuales practican en la vida familiar y en la guerra, el vandalismo y el crimen, como sus “disposiciones” naturales, hereditarias, concluyendo que la necesidad de la regulación y del freno sexual existen naturalmente en el interés de la cohesión social, que la cultura humana se hundiría si fuera abolido el orden moral autoritario. A pesar que la vida lo demuestra a cada momento, permanece inédito que el núcleo del proceso cultural es el proceso sexual de los hombres, del mismo modo que la base de esos dos procesos es la producción económica. Una reflexión revolucionaria sobre la cultura no puede aceptar y defender la actual cultura, como tamp c p e ea e t rn l m r la t r t r ad m n n en l r p e i ni s i t v :d b oo ud cpa i a oa uoiai oiat i a ersó ntnia ee r s l e l c n r d c i ne t en t r l z yc l u a i s i t ym r l yr a i a l eovr a otaicó nr auaea utr, ntno oa, elzr a unificación de ambos dominios. Para ello será necesario que previamente alcance a d s i g i a u l oq ee r i i d c c ó v t ln t r ld l q ee i p l oh s i a itnur qel u s evniain ia aua e o u s mus otl la sociedad, instinto asocial engendrado por la moral. La cuestión cultural no puede ser resuelta si no se concibe su esencia –el modo de vida sexual de los hombres– de un modo racional y afirmando su principio: el placer. Lnu ltrra ega ieai La lengua literaria siempre tiene un propósito común. La lengua literaria es la e p e i nd m sa t s g i i a i n E l q eu i i a l se c i o e a c e ru xrsó e á la infccó. s a u tlzn o srtrs l ra n libro. No es sustancialmente diferente a la lengua común; su calidad extraordinaria radica en que aspira a llegar más allá de la comunicación inmediata y p á t c ,p r u q i r r p e e t ryp r u a .L l n u l t r r as d s í d l rcia oqe uee ersna edrr a ega ieai e eva e a lengua diaria, omite las normas cotidianas y el uso acostumbrado de la lengua.
  • 33. LIBRO DE CONSULTA 35 Cada autor va configurando su propia lengua literaria que, más tarde, puede ser reconocida. Todas las obras que constituyen la literatura, como es lógico supon r e t ne c i a e u al n u l t r r a e, sá srts n n ega ieai. Ejemplo: fragmento del relato secuencia por secuencia de la película El Acorazado Potiomkin de Sergéi M. Eisenstein, escrito por Georges Sadoul. —¡Ahora, muchachos: es el momento! Vakulenchuk se había separado un poco de sus camaradas y les hacía frente. Se volteó y señaló los cañones con amplio gesto. —¡Todos a la torre! Casi todos los marineros empezaron a correr hacia la torre blindada. Otros se d r g e o e s n i oc n r r o h c al p p .A g n sc m i r nd i e yc r i i iiirn n etd otai, ai a oa luo abao e da orge ron, tratando de alcanzar a Vakulechuk y a sus camaradas que se agrupaban cerca de l t r e b j l sg u s sc ñ n s a or, ao o reo aoe. L sú t m sm r n r s a s a o ap p ,q i i r na c n a a g u s d le u p j , o lio aieo, ilds oa useo lazr l reo e qiae pero el segundo oficial había tomado el mando de los fusileros y gritó: —¡Alto, ni un paso más! Una veintena de hombres quedaron aislados, en un estrecho espacio triangular, cnr e epleao ota l maltd. En el centro de la cubierta de popa había una escotilla cuadrada, que era la entrada a la escalera que conducía a la cabina del comandante. Algunos marineros intentaron dirigirse hacia aquella escalera, la única salvación. El comandante Golikov observó el movimiento y les gritó: —¡Quietos! ¡Dónde están, canallas! Los marineros no tienen derecho a utilizar la escalera del comandante. G i i r v k c r i h c aa e a t yl sc r óe p s .E aa t yf e t .U m r ulaosi oró ai dlne e er l ao r lo ure n ai nero al que empujó cayó de espaldas sobre el puente. —¡Voy a fusilarlos como a perros! La amenaza había sido proferida por la fuerte voz del comandante Golikov, en el paroxismo de la ira. —Tráiganme una lona. La orden había sido dada por Guiliarovski. El segundo oficial quería evitar que la s n r d l sf s l d sm n i l r e p e t . age e o uiao aclaa l une —A sus órdenes. Un contramaestre le saludó militarmente. Acompañado por otros varios contram e t e ,s a e óc r i n op re p e t . asrs e lj ored o l une Atrás, en el estrecho triángulo que les mantenía prisioneros, los condenados se apretujaban unos contra otros, enloquecidos por el temor del fusilamiento inmnne iet.
  • 34. 36 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Los contramaestres volvieron rápidamente con un rollo de lona, el que cargaban como si fuera la mortaja de un cadáver. Los fusileros estaban alineados frente a los condenados. Algunos desviaban la mirada para no ver los ojos de sus camaradas, próximos a morir. En el suelo, frente al pequeño grupo de prisioneros, los suboficiales depositaron l ln. a oa —Cubrirlos con la lona —ordenó Guiliarovski. Los suboficiales desenrollaron la lona. Aterrados, los condenados se apretaban unos contra otros, apretujados contra el empalletado. La lona fue arrojada contra el grupo. Parecía un grupo de fantasmas, no se les veía más que las piernas. L ss b f c a e s r t r r n F e t a d s i h d g u o l sf s l r sd l g a o uoiils e eiao. rne l edcao rp, o uieo e a ur d a i b i o e s sb u a a u m r n ,p r a e í ne e t s e a m a p e Ya r s i, muds n u lss zl aio emnca rco, l ra l i. tá, agrupado sobre la torrecilla, bajo los cañones, el grueso del equipaje observaba. L so i i l ss h b a f r a oal i q i r ad l g a d a yf e t ae l ss o fcae e aín omd a zued e a uri, rne lo e formó el grupo de los contramaestres. —¡Firmes! L sf s l r sr c i i a o l p s c ó ys o óe c o a d l st c n s o uieo etfcrn a oiin e y l hcr e o aoe. —Dos pasos al frente —ordenó el comandante Golikov. Los hombres, en perfecto orden, como en los desfiles, dieron dos pasos al fet. rne Los oficiales miraban la escena; lo mismo hacían los hombres agrupados alrededor de Vakulenchuk. El silencio fue roto por una voz que salmodiaba: —Oh, Señor Todopoderoso, apacigua el corazón de los rebeldes y dirige otra vez a los pecadores hacia el camino recto. El pope del Potiomkin había aparecido en lo alto de la escalera que dominaba la cubierta de popa. El capellán era un hombre viejo, de talla mediana y de largos cabellos blancos. Su barba, abundante y rizada, enmarcaba una cara arrugada. Blandía una cruz de bronce y murmuraba padrenuestros. —Dispararéis sobre la lona —ordenó el teniente Guiliarovski, dirigiéndose a los fslrs uieo. —¡La lona! Van a disparar sobre la lona —gritó Vakulenchuk a los marineros que l rdaa. e oebn El pope había cesado de salmodiar sus rezos. Se golpeaba rítmicamente la palma de la mano izquierda con su crucifijo de bronce dorado. Atrás, la lona cubría el grupo de condenados, como una gran mortaja colectiva. —¡Apunten! —gritó el segundo oficial Guiliarovski. L sf s l r sa u t r nas sc m r d s B j l l n ,l sp e n sd l sm r n r s o uieo pnao u aaaa. ao a oa a ira e o aieo temblaban. Dos marineros doblaron las rodillas y cayeron. El pope se golpeaba la mano con su crucifijo. Los oficiales permanecían en posición de firmes. Los dos cañones dominaban la tragedia. Sobre la lona se leían las
  • 35. LIBRO 37 DE CONSULTA palabras Acorazado Potiomkin, Príncipe de Táuride, y frente a ella, un escudo de b o c ,c ne á u l z r s a l c al m s ai s r p i n rne o l gia ait, uí a im ncicó. En medio de sus camaradas, Vakulenchuk levantó el brazo. Iba a hablar. Pero a t sq el h c e ae s g n oo i i lG i i r v k g i ó ne u o iir l eud fca ulaosi rt: —¡Fuego! La voz de Vakulenchuk se elevó, gritando con todas sus fuerzas: —¡Hermanos! ¿Sobre quiénes vais a disparar? ¿Sobre vuestros hermanos? Los fusiles temblaron, pero no se oyó ningún disparo. —¡Fuego, les digo! ¡Disparen! L i ai v d al c r d G i i r v k yl h c af u c rl sl b o ,e s ñ n os s a r naí a aa e ulaosi e aí rni o ais nead u dientes blancos bajo su negro mostacho. —¡Disparen! ¡Pero van a disparar, canallas! L sf s l ss h m l a o yl sf s l r sd l g a d av l i r ne a m at e r . o uie e uilrn o uieo e a uri oveo l ra ira E s g n oo i i lG i i r v k s p e i i óh c al sf s l r s l eud fca ulaosi e rcpt ai o uieo. Les gritaba en sus mismas caras: —Vuelvan a tomar el arma. Les ordeno que vuelvan a apuntar y hagan fuego. A p ed l t r e i l ,V k l n h kl n óo r o d nal sm r n r sq el r d a l i e a orcla auecu az ta re o aieo u e oebn a: —¡Hermanos, a las armas! ¡Tomemos las armas! Para hacerse oír mejor, subió algunos escalones y repitió: —A las armas, ¡hermanos! ¡A las armas contra estas bestias feroces! Librándose de la lona que los cubría, los marineros salvados corrieron hacia sus c m r d s L j sd c r a l se p s ,l sf s l r sd l g a d as l su i r n d n o aaaa. eo e erre l ao o uieo e a uri e e neo, ad e p l o e al so i i l syal ss b f c a e . melns o fcae o uoiils En este momento toda la tripulación accionaba como un solo hombre. En señal de victoria, uno de los marineros blandió su boina de largos listones. S ENTIDO RECTO La lengua puede emplearse en dos sentidos: recto y figurado. Nos centraremos en el primero. La lengua en sentido recto es en su expresión cierta, posible, lógica y plena de realidad. La lengua recta es directa y verdadera. Consigna las i e s l ss n i i n o ,l ss r syl sc s ss nr d o ,s ni t r u p rl v r i da, o etmets o ee a oa i oes i nermi a etcalidad de su orientación. Como ejemplo de la lengua en sentido recto transcribimos la inmortal carta del comandante Che Guevara, cuyo texto breve reúne la pureza de su verdad.
  • 36. 38 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN As sh j s u io: Q e i o H l i a A e d t ,C m l ,C l ayE n s o urds idt, liia aio ei ret: Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre Uds. Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada. Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus cnicoe. ovcins Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda d u rvlcoai. e n eouinro Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un abrazo de PAPÁ S ENTIDO FIGURADO Como su nombre lo indica, la lengua en sentido figurado se manifiesta con base en figuras y metáforas. Se llama metáfora a la expresión que establece una semejanza. Es la comparación que se hace de lo que se está hablando con algo que aparentemente no tiene relación, pero que da mayor fuerza y firmeza. Si n sb s m se l l g c ,e t l n u e i r a ,i c e t ei p s b e p r e e t o aao n a óia sa ega s rel nira moil, eo fci va porque todo cuanto trata lo exalta. El siguiente ejemplo seleccionado por la maestra Irma Molina Segura, en uno de sus estudios nos ilustra: fragmento de Ariel de J. Enrique Rodó (1872-1917). La humanidad, renovando de generación en generación su activa esperanza y su ansiosa fe en un ideal, a través de la dura experiencia de los siglos, hacía pensar a Guyau en la obsesión de aquella pobre enajenada cuya extraña y conmovedora locura consistía en creer llegado, constantemente, el día de sus bodas. Juguete de su ensueño, ella ceñía cada mañana a su frente pálida la corona de desposada y suspendía de su cabeza el velo nupcial. Con una dulce sonrisa, disponíase luego a recibir al p o e i oi u o i ,h s aq el ss m r sd l t r e t a e v n e p r r t a a l rmtd lsro at u a oba e a ad, rs l ao sea, rín a decepción a su alma. Entonces tomaba un melancólico tinte su locura. Pero su ingenua confianza reaparecía con la aurora siguiente, y ya sin el recuerdo del desencanto
  • 37. LIBRO 39 DE CONSULTA pasado, murmurando: “Es hoy cuando vendrá”, volvía a ceñirse la corona y el velo y a sonreír en espera del prometido. Es así como, no bien la eficacia de un ideal ha muerto, la humanidad viste otra vez sus galas nupciales para esperar la realidad del ideal soñada con nueva fe, con tenaz y conmovedora locura. Provocar esa renovación, inalterable como un ritmo de la naturaleza, es como en todos los tiempos la función y obra de la juventud. De las almas de cada primavera humana está tejido aquel tocado de novia. Cuando se trata de sofocar esta sublime terquedad de la esperanza, que brote alada del seno de la decepción, todos los pesimismos son vanos. Lo mismo los que se fundan en la r z n q el sq eb o a d l e p r e c a h nd r c n c r ei ú i e p r c n r s aó, u o u rtn e a xeini, a e eooes ntls aa otatar el altanero, “no importa”, que surge del fondo de la vida. Hay veces en que, por una aparente alteración del ritmo triunfal, cruzan la historia humana generaciones d s i a a ap r o i i a d s el c n ,l v c l c ó ye d s l e t .P r e l sp s n etnds esnfcr ed a ua a aiain l eaino eo la aa —no sin haber tenido quizás su ideal como las otras en forma negativa y con amor inconsciente—, y de nuevo se ilumina en el espíritu de la humanidad, la esperanza en el esposo anhelado, cuya imagen, dulce y radiosa como en los versos de marfil de los místicos, basta para mantener la animación y el contento de la vida, aun cuando nunca hayan de encarnarse en la realidad. La juventud que así significa en el alma de los individuos y la de las generaciones l z a o ,e e g a e i t yl s g i i at m i ne e p o e oe o u i od l ss c e u, mr nrí, xse o infc abé n l rcs vltv e a oidades. De los pueblos que sienten y consideran la vida como vosotros, serán siempre la fecundidad, la fuerza, el dominio del porvenir. VARIANTES DE LA LENGUA E h b ae l f r ai d v d a d l l n u .E h b ae s s e t b ed d f r l al s a om niiul e a ega l al s ucpil e eomarse a través del tiempo y de las circunstancias sociales por el mal empleo que s l d .L sm sc n i e a l sv r a i n sd l l n u s nl j r a e c l yl s e e é a á osdrbe aicoe e a ega o a eg, l aó o modismos. Jra eg Se llama jerga a la lengua especial que usan familiarmente los individuos de c e t so i i sya t v d d s I c u ep l b a n e a oc m u s a .E t eo r s iro fco ciiae. nly aars uvs opets nr ta: l j r ad l st r r s d l sm c n c s d l sa b ñ l s d l sc r i t r s d a eg e o oeo, e o eáio, e o laie, e o apneo, e l sc r i e o ,e c E e p o d j r ad p r i a o ancrs t. jmls e eg eotv: B i b l A o t b a q e a T b s o2 0 E t c d rm ss g r d l l n af l óe éso: csa lnuó l aac -. l oao á euo e a íe al n s c i i i e e a od f u a c t h rR s s arfco lvd e ol l ace oa.
  • 38. 40 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN F t o :T e e d g l z d l sc i a al sá u l sd lA é i a5 1 E g l a o ubl rmna oia e a hvs a gia e mrc -. l oedr i v d óc n h yc l u c ñ n z . nai aca oó n aoao T r s D s e l e e q i t ,p r e a t d s v l i m sq e a o s l óc nu r m oo: etló n l uno eo l sao e ovó á udd, ai o n eo q e eye p t n . ut mioó Cl aó Caló es un conjunto de términos de origen impreciso y de significación dudosa. El caló lo emplean en determinados sectores sociales. Hay un caló empleado por estudiantes, por delincuentes, por gente de determinados barrios, etc. Ejemplos: nel, en lugar de no. Luz, en vez de dinero. Simón, en vez de sí. El caló es apocopado. En vez de compañero: compa, ñero, compita, ñeris, ñis y hasta is, que también se emplea como sí. Las necesidades de los que emplean el caló determinan el uso específico de su lengua. Este uso se convierte en la norma del gremio que lo utiliza. Modismos Se llaman modismo a la “manera de decir tan propia de una lengua, que suele traspasar las leyes comunes de la gramática o de la diaria construcción”. Formas análogas del modismo son el refrán, el adagio y el proverbio. Los modismos son términos peculiares que son empleados en una determinada región. Los regionalismos son modismos. Ejemplos: E e b n a í d l f m l a p r e e m n rd l sh j s T n os i c i p y t s p r s l ejmn e a aii, o: s l eo e o io. eg es hlaae, o: tnosi hjs eg es io . E e n r e d l p í s n e e p o : e e b t y n v n ,o e e h e c y n v n , p r n l ot e as o jmls s ao a o io s uro a o io o: e em c a h oe en ñ y n v n e o . s uhco s io a o iirn Otros ejemplos: • Aquí hay gato encerrado. • At n a yal c s ots oa. • Ap ej n i l s i utla. • A ojo de buen cubero. • C r a ap e r yl d . err ida oo La diferencia entre modismo y caló es que mientras que el modismo es usado, comprendido y prácticamente aceptado en toda una región, el caló es her-
  • 39. LIBRO 41 DE CONSULTA mético, de doble sentido, empleado y entendido únicamente por un pequeño grupo social o barrio. El modismo es abierto y se usa francamente. El caló es una defensa para que los extraños no comprendan lo que se dice. En el barrio d T p t ,e c l s u i i ac n r l sc e p sr p e i o c a d “ e n n a b e eio l aó e tlz ota o uro ersvs uno pia” ri t a i m n el z n . rraet a oa DIALECTO D ll t nd a e t s h b a . S l a ad a e t ac d u ad l sv r e a e d u e aí ilcu: alr e lm ilco aa n e a aidds e n idioma, que tiene cierto número de accidentes propios, y frecuentemente se usan en determinados territorios de una nación, a diferencia de la lengua gener lyl t r r a a ieai. El dialecto es un habla integrante de un idioma común, ya que de acuerdo c nc e t sd f n c o e g o r f c s e o ó i a yp l t c ss d t r i ae u o o ira eiiins egáia, cnmcs oíia e eemn l s de una norma. Esto quiere decir que todo hombre habla al mismo tiempo un idioma y un dialecto. Ejemplo: el dialecto madrileño, el burgalés o el bonaerense se diferencian entre sí, pero son parte del mismo español.
  • 42. D n eyV r i i e e I f e n at iglo n l niro Divina Comedia Dante Alighieri
  • 43. LECTURA EN VOZ ALTA En la expresión escrita participa el mundo del que escribe. La expresión es participación, comunicación, y con mayor razón aún la expresión escrita de la l n u l t r r a E n r a o ,e p e a u i i a c m p e t p r l c m n c c ó ega ieai. l ardr l ot, tlzn oo une aa a ouiain su arte escrito, y lo hacen manifestándose a los demás con la responsabilidad y el auténtico sentido humano, que les permite el tratar de comprender a los otros y haberse comprendido a sí mismos. Para apreciar y valorar todo el conocimient a e t d e l sl b o ,e p c a m n ee l l t r t r ,e n c s r or s o d r o snao n o irs seilet n a ieaua s eeai epne a esa forma de comunicación. El medio es la lectura. Hay obras que pueden leerse en forma particular, personal, silenciosamente. Otras obras es indispensable que sean leídas en voz alta. Leer en voz alta significa interpretar con toda la cooperación posible lo que otros han dicho. La lectura en voz alta es rvvr rcer rpoui l or ltrra eii, era, erdcr a ba ieai. Es importante saber leer, puesto que todo lo que nace de nuestro pensamiento y de nuestras emociones ha sido escrito por todas las generaciones que nos han precedido. No podemos partir de cero. Otros han aportado y aclarado la historia, los ideales y la lucha de los pueblos. Nos toca abrazar lo auténtico y p s t v yr c a a l i n b eyo o t n s a P r i t r r t r c m r n e ,a a oiio ehzr o nol pruit. aa nepea, opedr nl z r e i d s e s b es b rl e . ia, s nipnal ae er APTITUDES DE LA LECTURA Para leer bien deben adquirirse y hacer uso de algunas aptitudes. Las más importantes son: dicción, modulación y puntuación. 45
  • 44. 46 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Dcin icó Dicción es pronunciación; esto es, articular como es debido. Serena, firme y c a a e t d b np o u c a s l sl t a ,l ss l b s l sp l b a yl sp s j s lrmne ee rnnire a ers a íaa, a aars o aae. Para corregir nuestra dicción es importante vocalizar, acentuar y emitir debidamente los sonidos. Es recomendable autoescucharse para descubrir los errores, y tratar de corregirlos. El método tradicional de pronunciar las palabras abriendo la boca y exagerando las posiciones de cada letra, corrige muchas fallas. Es frecuente, si escuchamos atentamente la pronunciación o dicción de otras personas con quienes hablamos, darnos cuenta de que tienen muchos defectos. Entre los más frecuentes está el no pronunciar o pronunciar mal las vocales: a la a se le da un sonido parecido al de la e, oscuramente, o se pronuncia la e confundiéndola con la i y hasta con la u. Las vocales son como notas musicales de las palabras. Las consonantes son como ruidos. Basta que pronunciemos varias vocales juntas y las comparemos con varias consonantes juntas para comprobarlo. Las vocales dan musicalidad a las palabras enlazando las consonantes. Son también las vocales las que nos permiten cambiar el acento grave, dulce o fuerte. Hay palabras difíciles de pronunciar. En vez de decirlas rápidamente debemos decirlas con mayor lentitud, con mucha atención y firmemente. La fonación es de acuerdo con el organismo de cada uno. El órgano de la voz e l l r n e s t a ae l p r ea t r o d lc e l ys c m n c c nl t á u a s a aig, iud n a at neir e ulo e ouia o a rqe y con la cavidad bucal. La forma de la laringe semeja a la de una herradura, consta de nueve cartílagos que se relacionan por un sistema de ligamentos, de músculos y de unos repliegues interiores que conocemos como cuerdas vocales. Las cuerdas vocales contribuyen a la emisión de la voz, que se produce cuando vibran a consecuencia de la columna de aire que envían los pulmones a través d l t á u a E i t r s n eo s r a q ee t m ñ d l e i l t s c r í a od e a rqe. s neeat bevr u l aao e a pgoi, atlg e la laringe, es mayor en el hombre que en la mujer. Esto origina que la voz masculina sea más grave y la voz femenina más aguda. El cerebro controla nuestro lenguaje. Son los nervios cerebrales los que ponen en movimiento los músculos de nuestra cara para que participen fonéticamente. Y son nuestros pulmones, la tráquea y la laringe, los que permiten el sonido. Respirar profund m n e a p r rr t i a e t e a r s nr g d z e i a áq es o s r y oa e aet, sia ímcmne l ie i iie, vtr u e btua fc t e a i n oa e i i l ss n d s I p s a l v z os a a o a c ne a d m n e l let l mtr o oio. motr a o, e, pyr o l boe en vez de la propia garganta, hacer ejercicios de respiración, proporciona buen timbre, buen nivel de voz y mayor sonoridad sin lastimar las cuerdas vocales.
  • 45. LIBRO 47 DE CONSULTA Modulación Una vez que hemos logrado una buena dicción, necesitamos dominar nuestra voz, moldearla, timbrarla, hacer que responda efectivamente al estado de ánimo o al sentido de las ideas que estamos expresando. Algunos han llamado a esto, cultivar la voz. Debemos semejar el tono de la voz a los conceptos que e p e a o :d l r t i t z ,i a a e r a s t l z ,o i ,v o e c a s n e i a ,b r a xrsms oo, rsea r, lgí, uiea do ilni, icrdd ul, etcétera. Es importante pronunciar las mismas palabras en el tono de diferentes estados de ánimo hasta dominarlos. Ejemplo: • Espérame (tono de súplica) Ven • Espérame (tono amoroso) Ven • ¡Espérame! (tono de orden) ¡Ven! La intensidad de la voz es también parte de la modulación. Debemos reconocer y emitir varios volúmenes y velocidades: bajo, medio, alto o fuerte, grave, agudo, lento, apresurado. La respiración no únicamente es indispensable para nuestro funcionamiento orgánico, sino para realizar las posibilidades de la modulación. Hay personas cuya precisa modulación de voz puede emocionarnos hondamente al transmitirnos un pasaje literario, un mensaje o un comunicado. Pnucó utain L p n u c ó s g i i ar s e a l ss g o g a a i a e d u t x o E t r s e a utain infc eptr o ins rmtcls e n et. se epto obligará en forma inconsciente que cuando hablemos, nosotros mismos respetemos la “imaginaria” puntuación que se requiere. La mayoría de los signos de puntuación: coma, punto y coma, dos puntos, punto y seguido, punto y aparte, puntos suspensivos, comillas, interrogación, admiración, deben sentirse en l l c u a T d se l se t ni t r a a o e l sp r a o l t r r o .L p n u a etr. oo lo sá neclds n o árfs ieais a uta ción varia de acuerdo con cada escritor, con su época, con su sensibilidad, con su manera de sentir, con su manera de expresarse. En términos generales, la puntuación es pausa. Entre otros anotaremos la coma: pausa breve terminando agudo. Punto: pausa mayor terminando grave. Punto y coma: pausa intermedia. Tres puntos: dejando el tono de la voz en suspenso. Comillas: dando otro tono de voz. Signos de interrogación: formulando la pregunta. Signos de admiración: haciendo la exclamación. Guión: cambio de entonación.
  • 46. 48 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Ejemplo: Juan entra (afirmación). Juan, entra (orden). Una buena dicción, modulación y puntuación permitirá tanto al que lee como al que escucha, comprender el texto. DEFECTOS DE LA LECTURA Así como debemos observar las cualidades de la lectura, debemos evitar los defectos de la misma, pues la perjudican seriamente. Los defectos más frecuent ss n l i i t l g b l d d m n t n a l n i u ya r s r m e t . e o: a nneiiiia, oooí, ettd peuaino Iitlgbldd nneiiiia La falta de dicción, la falta de claridad, la falta de puntuación y sobre todo la e c s v r p d z o a i n nl i i t l g b l d d L i i t l g b ee l q en s xeia aie, csoa a nneiiiia. o nneiil s o u o e comprende fácilmente. La lectura se hace ininteligible cuando los oyentes no la captan. La causa que ocasiona primordialmente este error es el no comprender lo que se está leyendo. Para evitar esta falta grave hay que comprender la lectur p i e o j m sa r p l a s ,n n ai r p d m n e s n p rl c n r r o d t a rmr, aá toelre uc r áiaet, io o o otai, ee nida, pausadamente Monotonía Monos quiere decir uno. Monotonía es por tanto un solo tono. No tener modulación es lo que vulgarmente se denomina “sonsonete”. Lo monótono cansa, aburre, hace que se pierda el interés. Leer en forma monótona es leer parejo, sin altibajos, impropia e inadecuadamente. Los oyentes de un lector con este defecto se distraen, olvidan la lectura y acaban por quedar al margen de ella. L n i u ya r s r m e t ettd peuaino Leer lentamente es tan grave defecto como leer apresuradamente. Leer bien no s g i i al e r p d n l e d s a i .L e b e e a o t ru av l c d dn r a infc er áio i er epco er in s dpa n eoia oml que puede aumentarse o disminuirse de acuerdo con las emociones, tanto del autor de la obra como del lector de la misma. La lentitud excesiva es conse-
  • 47. LIBRO 49 DE CONSULTA c e c ad l f l ad e e c c oe l l c u a e o r sp l b a ,p rn s b rl e . uni e a at e jrii n a etr, n ta aars o o ae er El apresuramiento es nerviosismo del lector por encontrarse en un estado de ánimo incontrolable. Ninguno de los dos, ni la lentitud ni el apresuramiento deben manifestarse, pues perjudican la comprensión de lo leído. R AZONAMIENTO DE LA LECTURA Cuando se lee es para que el que oye entienda lo que se ha escrito. Y para entenderlo es necesario haber captado las ideas y haberlas comprendido. Quien ha percibido la lectura habrá podido distinguir lo más importante o principal de ésta, y lo que pasa a segundo término o accesorio. También cuando se habla es indispensable proyectar en la exposición de los propios pensamientos lo fundamental y lo transitorio. La buena forma de expresar la lectura permite la comp e s ó yl i t r r t c ó . rnin a nepeain Interpretar un texto después de haberlo leído o escuchado es explicarlo en forma personal, lo que podríamos decir en otras palabras, entender lo que nos quiso decir el autor, lo que nos transmite, lo que nos comunica. La interpretación siempre se realiza de acuerdo con las ideas y la forma de expresarse de cada uno. Como ejemplo transcribimos el cuento de Franz Kafka, Ante la Ley, y un poema del poeta negro Langston Hughes, El negro, así como la interpretación de els lo. ANTE LA LEY Franz Kafka Ante la Ley hay un guardián. Un campesino se presenta frente a este guardián y solicita que le permita entrar en la Ley. Pero el guardián contesta que por ahora no p e ed j r oe t a .E h m r r f e i n ,yp e u t s m st r el d j r ne t a . ud eal nrr l obe elxoa rgna i á ad o eaá nrr —Es posible —dice el portero—, pero no ahora. La puerta que da a la Ley está abierta, como de costumbre; cuando el guardián s h c au l d ,e h m r s i c i ap r e p a .E g a d á l v ,s r eyl d c : e ae n ao l obe e nln aa sir l urin o e e í e ie —Si tanto es tu deseo, haz la prueba de entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda que soy poderoso. Y sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y salón también hay guardianes, cada uno más poderoso que el otro. Ya el tercer guardián es tan terrible que no puedo soportar su aspecto.
  • 48. 50 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN El campesino no había previsto estas dificultades; la Ley debería ser siempre a c s b ep r t d s p e s é ,p r a f j r ee e g a d á ,c ns a r g d p e e , ceil aa oo, ina l eo l ias n l urin o u bio e ils su nariz grande y aguileña, su barba larga de tártaro, rala y negra, decide que le conviene más esperar. El guardián le da un banquito, y le permite sentarse a un c s a od l p e t .A l e p r d a ya o .I t n ai f n t sv c se t a ,yf t g a otd e a ura lí sea ís ñs net niia ee nrr aia l guardián con sus súplicas. Con frecuencia el guardián mantiene con él breves conversaciones, le hace preguntas sobre su país y sobre muchas otros cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y para terminar siempre le repite que todavía no puede dejarlo entrar. El hombre, que se ha provisto de muchas cosas para el viaje, sacrifica todo, por valioso que sea, para sobornar al guardián. É t a e t t d ,e e e t ,p r l d c : se cpa oo n fco eo e ie —Lo acepto para que no creas que has omitido algún esfuerzo. Durante esos largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se o v d d l s o r s y l p r c q e é t e e ú i o o s á u o q e l s p r d l Le . lia e o to, e aee u se s l nc btcl u o eaa e a y Maldice su mala suerte, durante los primeros años temerariamente y en voz alta; más tarde, a medida que envejece sólo murmura para sí. Retorna a la infancia, y como en su larga contemplación del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de piel, también suplica a las pulgas que lo ayuden y convenzan al guardián. F n l e t ,s v s as d b l t ,yy n s b s r a m n eh ym n sl z os s l l iamne u it e eiia a o ae i elet a eo u, i óo o engañan sus ojos. Pero en medio de la oscuridad distingue un resplandor, que surge i e t n u b ed l p e t d l L y nxigil e a ura e a e. Ya le queda poco tiempo de vida. Antes de morir, todas las experiencias de esos largos años se confunden en su mente en una sola pregunta, que hasta ahora no ha formulado. Hace señas al guardián para que se acerque, ya que el rigor de la muerte endurece su cuerpo. El guardián se ve obligado a agacharse mucho para hablar con él, porque la disparidad de estaturas entre ambos ha aumentado bastante con el tiempo, para desmedro del campesino. —¿Qué quieres saber ahora? —pregunta el guardián— Eres insaciable. —Todos se esfuerzan por llegar a la Ley —dice el hombre—: ¿cómo es posible entonces que durante tantos años nadie más que yo pretendiera entrar? El guardián comprende que el hombre está por morir, y para que sus desfallecientes sentidos perciban sus palabras, le dice junto al oído con voz atronadora: —Nadie podría pretenderlo, porque esta entrada era solamente para ti. Ahora v yc r a l . o erra Itrrtcó nepeain Todos tenemos derecho a la libertad, porque la libertad es para todos. Para obtener la libertad debemos atrevernos a luchar por ella. Hay tiranos que no permiten que nos acerquemos a la ley. Para ello utilizan las amenazas y la vio-
  • 49. LIBRO 51 DE CONSULTA lencia. Hay ambiciosos que son capaces de engañarnos, quitarnos lo que nos pertenece y humillarnos con tal de no permitir que seamos libres. Se nos plantean dos caminos: el esperar a que gratuitamente nos ofrezcan la ley y la libert dyp s r o t d u av d s ng z rd e l s p r m r rv e o ye c a i a o ; a aans oa n ia i oa e la, aa oi ijs slvzds ot n re c r j s f c e t d p l a p r l g a l .L p s b l d de i t .E r a . ee l oae uiine e eer aa orro a oiiia xse s el Podemos lograrlo. Somos nosotros quienes debemos decidir. EL NEGRO Langston Hughes Yo soy un negro: Negro como la noche negra, negro como las profundidades de mi África. Yo he sido un esclavo: César me ordenó tener limpia la escalinata de su casa. Yo limpié las botas de Washington. Yo he sido un obrero: De mi mano surgieron las pirámides. Yo hice mezcla para el edificio Woolworth. Yo he sido un cantante: Desde el África hasta Georgia l e ém sc n i n sd t i t z . lv i acoe e rsea Y hc e rg o ie l a. Yo he sido una víctima: Los belgas me cortaron las manos en el Congo. Ahora me linchan en Texas. Yo soy un negro: Negro como la noche negra, negro como las profundidades de mi África. Itrrtcó nepeain Todos los hombres son iguales. Todos los hombres deben ser libres y tener los mismos derechos. No hay diferencia entre ellos. Pero hay hombres cuya defor-
  • 50. 52 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN mación y crueldad obliga a otros hombres a establecer diferencias por el color, la raza, las clases sociales. Los negros de todo el mundo sufren el desprecio de l sr c s a .At a é d l h s o i l sn g o h ns d t d :e c a o ,o r r s o aits rvs e a itra o ers a io oo slvs beo, cantantes, víctimas. En los Estados Unidos nunca han sido respetados, ni siquiera considerados iguales. Sin embargo, estos negros ofendidos, perseguidos, asesinados, han ayudado a construir el arte y los más altos edificios de EU. El negro estadunidense, como el de África y como todos los hombres tienen el mismo valor.
  • 52. Llámame sólo “amor mío” Romeo y Julieta Saepae hkser
  • 53. CONDICIONES DE LA EXPRESIÓN ORAL El leer bien nos permite interpretar a los demás por medio de su lengua escrita. Es tiempo ahora de intepretarnos a nosotros mismos, de decir las ideas y sentimientos que producimos. Hablar a los demás, públicamente, se llama expresión oral. Para expresarnos en forma oral son necesarias algunas condiciones que dividiremos en dos grupos: subjetivas y objetivas. SUBJETIVAS Lo subjetivo es lo que pertenece o se refiere al sujeto, a nuestro modo de pensar yd s n i .E l r l t v an s t o ,an e t oi t r o ,an e t ae e c ah m e etr s o eaio oors usr neir usr sni ua na. Las condiciones subjetivas más importantes son: el autodominio, la organización de las ideas y la proyección de las emociones. Autodominio Autodominio es dominarse a sí mismo. Es valor y voluntad. El enfrentarnos a un auditorio nos impone, nos provoca un estado de nervios que puede ser incontrolable. El control del temor, del nerviosismo, es autodominio. Es posible que el propio auditorio pueda desatendernos, hablar, vociferar, hacernos motivo de burla impidiendo que podamos expresamos oralmente. La principal y primera condición para poder hablar es estar perfectamente controlado, autodominado. Sin autodominio las ideas no acudirán a nuestra mente, o serán 55
  • 54. 56 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN emitidas desordenada y deformadamente. No podremos pensar; la voz reflejará el nerviosismo con un inadecuado tono, un mal nivel o simplemente podemos enmudecer. Nuestro cuerpo presentará una rigidez y una torpeza ridiculizante. Para obtener el autodominio necesitamos echar mano de nuestro coraje y enfrentarnos, podríamos decir heroicamente las primeras veces a los demás reunidos. Es importante hacer este ejercicio, oír las críticas de los otros y salvar todos los obstáculos hasta dominarnos. Todos los grandes oradores sienten temor antes de hablar en público, pero en el momento de la acción ese temor es vencido. La timidez imposibilita actuar y pensar. La postura correcta nos da seguridad y confianza. Nuestros familiares, nuestros compañeros de clase o de trabajo pueden ayudarnos para ir logrando el autodominio. Pero el verdadero autodominio sólo lo dará la voluntad y la práctica. C n c m e t yo g n z c ó d l si e s ooiino raiain e a da Antes de dirigirnos a una reunión o a un público, antes de hablar, es imperativo saber lo que se va a decir. Primero debemos estar conscientes de lo que queremos comunicar, para comunicarlo exactamente, no más ni menos. Pericles oraba a los dioses antes de subir a la tribuna para que no le permitieran decir más de lo que debía decir. Es un ejemplo. El orador debe pensar bien, esto es, organizar sus ideas. Cada una de sus palabras debe servir para expresar esas ideas. Hay que desconfiar de los que hablan muy poco y de los que hablan demasiado. Los primeros pueden ser tímidos o resentidos. Los segundos son necios. Organizar las ideas significa anotar todos y cada uno de los puntos que vamos a tratar de acuerdo con el orden conveniente. La buena organización de nuestras ideas nos permitirá seguir adelante en una forma ordenada y consecuente. Hay que comenzar con las ideas que pueden servir de introducción a la idea central que origina nuestra plática. Como en las formas musicales, debemos ir en aumento hasta lograr el momento del clímax en que nuestra atención debe concentrarse a fin de proyectar de una manera efectiva lo más importante que queríamos decir. Debemos ir preparando hábilmente el desarrollo de las ideas hasta llegar al momento de mayor tensión. Nunca debemos exagerar esos momentos de tensión. Todo abuso ocasiona daños. Desarrollar ordenadamente las ideas nos garantiza la coherencia y la efectividad. Recomendamos ejercicios de memorización en el orden de diferentes ideas, af nd a q i i l e p r e c an c s r a i e durr a xeini eeai.
  • 55. LIBRO 57 DE CONSULTA P o e c ó d l se o i n s rycin e a mcoe Lo que causa interés facilita las emociones. Quien se expresa oralmente en público nunca debe olvidar que por el hecho de participar con su presencia los reunidos están dispuestos a captar y recibir las emociones que les ofrezcan. Participar, proyectar las emociones significa compartir un determinado estado de ánimo con los demás. Es cierto que hay muchas personas con disposición natural para impresionar, convencer, sugestionar y emocionar, pero también es cierto que el conocimiento y buen empleo de estas condiciones de la expresión oral permitirán al orador, que sus palabras causen efecto en quienes escuchan. La práctica puede desarrollar las cualidades oratorias en mayor o menor grado. La expresión oral, llamada elocuencia, tiene el poder de hacernos sentir lo que quiere el hablante. Es capaz de provocar en nosotros el dejar de hacer algo o el realizar determinada acción. Los antiguos galos representaban a la elocuencia con la figura de Hércules, de cuyas manos colgaban cadenas de oro que llegaban hasta los oídos de los demás; pero las cadenas no eran tirantes, sino flojas, señalando la suavidad del dominio de la elocuencia. Los auténticos líderes de la humanidad han sabido hacer uso de la palabra para transformar la propia histor ad l sp e l s i e o ubo. O BJETIVAS Lo objetivo es lo perteneciente o relacionado al objeto, es decir, todo lo que puede ser materia de conocimiento o de sensibilidad por parte del sujeto. Las condiciones objetivas de la expresión oral son el conocimiento del auditorio y el empleo del lenguaje adecuado. C n c m e t d la d t r o ooiino e uioi El orador que sabe proyectar sus emociones, que sabe controlarlas dentro de él mismo y que evita cualquier situación personal emotiva que le ocasione omisiones o tropiezos, nunca debe olvidar que le es fundamental tomar en cuenta e t p d p b i oa q es v ad r g r e t e ,c n c ra a d t r o E o a o l io e úlc l u e a iii, so s ooe l uioi. l rdr responsable nunca podrá dirigirse –si quiere ser certero– en igual forma a todos los grupos, porque no todos los grupos piensan, sienten y asimilan en forma directa de idéntica manera. No es posible hablar igual a un grupo de médicos, de amas de casa, de campesinos, de estudiantes, de sacerdotes, etc. Sus propias
  • 56. 58 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN d s i l n sr q i r nl i t n i nd u l n u j c n c e t yd r g d .A t sd icpia euee a necó e n egae osine iiio ne e hablar el orador debe conocer a su público, cambiar impresiones con él, atender a su actividad, sus intereses, su manera de pensar, sus costumbres, en una palabra, su forma de vivir y su forma de ser. El ambiente en que conviven, sus necesidades, sus aspiraciones, sus problemas, sus luchas, no sólo deben tomarse en cuenta sino ser la razón y la materia en que se fundamentarán las palabras del orador. Muchas de las intervenciones oratorias de los politiqueros y embaucadores van a dar al vacío porque no se han puesto a pensar en el público al que se dirigen. El pueblo quiere oír lo que necesita oír. Y el pueblo posee una gran inteligencia que le permite saber quiénes le hablan con la verdad y quiénes l u i i a yl e g ñ n o tlzn o naa. Si encontramos grupos homogéneos (integrados por elementos semejantes) no ofrecerán mayor problema, después de haber observado lo que hemos dicho anteriormente. Es posible asimismo, que encontremos grupos heterogéneos (integrados por elementos diferentes); en estos casos debemos considerar todos los elementos que los configuran y fijar nuestra atención en el efecto que produzcan nuestras palabras en ellos. Sus rostros, sus actitudes, sus movimientos, nos dirán si están recibiendo nuestros conceptos o si los están rechazando. En e t sc s ss l l h b l d dn sh r a a z ror t o e e ,h s al g a e o j so ao óo a aiia o aá vna ercdr at orr l be tivo propuesto. No hay que olvidar que el individuo reacciona en forma diferente cuando está en grupo; por ello, el orador nunca debe mirar al vacío como el actor, que sólo representa un papel. El orador está viviendo un nuevo papel. Siempre deberá dirigirse a alguno o algunos del auditorio. Entablar mínimos y r p d sd á o o s e n c s r o e p e rc e t sr c r o s h yi d c o d d s áio ilgs i s eeai, mla iro euss i a niis e itracción, como silencios, voces más altas o golpes sobre un mueble. También puede hacer preguntas que provocarán un sí o un no generales. De esta forma los hará participar y unificarse más hacia su voluntad. Las multitudes de los diversos pueblos ocasionan al orador un problema más serio, porque necesitará primero unificarlas, lograr la consigna “todos somos uno”; habiéndose hecho a un lado las diferencias de temperamento y reacciones. El carácter latino es eminentemente emotivo, a diferencia de los pueblos sajones que son reflexivos. La emotividad es el mejor detonante de la gran eloceca uni. Empleo de la lengua adecuada Es necesario seleccionar las palabras con mucho cuidado. De la elección de ellas depende la efectividad de la elocuencia. En términos generales las pala-
  • 57. LIBRO 59 DE CONSULTA b a d b ns ra t n i a ,p o i s p e i a ,c n i a ,c a a ,a m n o a ye é rs ee e uétcs rpa, rcss ocss lrs roiss nr gicas. Jamás deben utilizarse palabras que han caído en desuso, menos aún pal b a i c r e t s L f l ad c a i a p o u ec n u i n yl f l ad n t r l d d ars norca. a at e lrdd rdc ofsó, a at e auaia oain rs. csoa ia Si conocemos lo que vamos a decir (puesto que hablar de lo que no se conoce es hacer el ridículo) de igual forma debemos emplear las palabras usadas y c n c d sp rt d s Q i n si t n a u i i a p l b a d f c l sp r u l sp ooia o oo. uee netn tlzr aars iíie oqe e a rezcan “elegantes”, harán difícil tanto el usarlas como el que las entiendan. La falta de armonía hará de nuestra lengua una amalgama de ásperos sonidos, lo que se llama cacofonía y que distorsiona al oído. Finalmente, es indispensable d rv g ral se p e i n s d l n a l s p e e t r a c nd t r i a i nye e a io a xrsoe, eiera, rsnals o eemncó nr gía. La energía y la seguridad son los mejores aliados de la elocuencia. FORMAS DE EXPRESIÓN ORAL La expresión oral tiene como objetivo exponer todo lo que somos capaces de percibir, desde los más íntimos sentimientos y pensamientos hasta nuestra explicación y forma de contemplar el universo. La expresión oral, además de esto, nos permite corregir, pulir y acrecentar nuestra lengua, nos relaciona con los principales aspectos de la comunicación, nos sociabiliza al darnos a conocer e identificarnos con los demás, enriquece nuestras imágenes, nos obliga a aprender de los otros, vincularnos con todos, en una palabra: tener un claro conocimiento de los hombres y del mundo que nos rodea. Hay muchas formas de expresión oral, las que sobresalen son: la conversac ó ,l e t e i t ,l d s r a i nye d s u s . in a nrvsa a ietcó l icro Cnescó ovrain Dentro del terreno de la psicología se delimitan dos campos: lo que hacemos y lo que sabemos que hacemos. Es cierto que conversamos diariamente, pero es importante saber qué estamos conversando y cómo debemos conversar. En todas las actividades de la expresión oral, como en el propio aprendizaje del individuo, se debe comenzar por lo más inmediato y primordial. Los temas de nuestra conversación deberán ser primero los que se relacionen con nosotros mismos, con nuestras cosas, con nuestra familia, con nuestras costumbres, con
  • 58. 60 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN nuestro pueblo. Al ejercitar este proceso lo sistematizamos. Entonces estamos en condiciones de estudiar, reflexionar y enjuiciar. Todo empieza con un diálogo, con el intercambio sencillo de contenidos emotivos y experiencias. El campo de comprensión se amplía y se traspasa el entendimiento común. La buena conversación no puede hacer a un lado los siguientes puntos: 1. Desarrollar un diálogo amable. 2. Un intercambio de ideas claro y entusiasta. 3. Exponer las ideas en forma clara sin perder el tema central. 4. Tratar un tema interesante. 5. Hacer que todos participen. 6. Emplear un lenguaje adecuado al tema. Como principio es conveniente ejercitar la conversación entre dos, tres, cuatro personas y así sucesivamente hasta llegar a grupos más o menos numerosos. Ejemplo: plática de dos estudiantes que se presentan a un examen de admsó: iin —Hola, ¿tienes la ficha núm. 90? —Sí. —Entonces me toca después de ti. ¿Cómo te llamas? —Manuel, ¿y tú? —Ángela. ¿Vas a estudiar aquí? —Sí, si me aceptan. Son muchos los que quieren entrar. —Yo creo que deberían aceptarnos a todos. Todos tenemos derecho, ¿no crees? —Sí. —¿Por qué vienes a estudiar aquí? Eres de fuera, ¿no? —Soy de Tlaxcala. Necesito estudiar para terminar pronto. —¿Para qué? —En mi pueblo tenemos muchos problemas; somos muchos, comemos mal. Mi padre debe mucho y las cosechas no se dan bien. Yo tengo que ayudarlo. Voy a e t d a u a oyat a a a . suir n ñ rbjr —¿Vas a dejar luego la escuela? —No, voy a hacer las dos cosas. —Arrímate para adelante, no se vaya a meter otro. ¿Y no te sientes solo en la cua? idd —Sí. —Pero vas a encontrar compañeros. Si me toca el mismo grupo que tú te ayudo a estudiar. Mis papás sí pueden comprarme libros; lo importante es que aquí de veras nos enseñen. ¿Te gusta tener amigos?
  • 59. LIBRO 61 DE CONSULTA —Sí. —A mí también. Verás, luego que nos juntemos con otros haremos muchas cosas, ¿estás preocupado? —Sí. —¿Por qué? —No conozco a nadie; si no me aceptan nos lleva el diablo a todos. —No te preocupes, te van a aceptar. —¿Tú crees? —Estoy segura. De mi secundaria se van a inscribir muchos, y juntos no nos vamos a dejar. Me canso, ya verás. ¿Eres dejado? —¿Qué es eso? —Miedoso, que le saques a las cosas. —¿A las cosas? —A los problemas. —No, a mí nada me da miedo. El que me friegue no lo hace dos veces. Soy dcdd. eiio —Así se habla; entonces verás cómo vamos a lograr todo lo que queremos hacer. Vente, nos toca en aquel salón. —Vamos. Eteit nrvsa La entrevista es un diálogo en el que una persona (entrevistador) formula una serie de preguntas a otro (entrevistado), sobre diversos aspectos relativos a su actividad o a su criterio. Es utilizada en la actualidad con mucha frecuencia en l sa u t sp r o í t c s p r p rs sc r c e í t c sp o i se t d n r d l o sno eidsio, eo o u aatrsia rpa sá eto e a e p e i no a .E l e t e i t p r i i a e ol se t e i t d r sye ol se xrsó rl n a nrvsa atcpn l o nrvsaoe l o n t e i t d s L e t e i t t e ed so j t v s d c rq i ne yc m e e e t e rvsao. a nrvsa in o beio: ei ué s óo s l nrvistado o bien, decir cómo piensa, qué hace y cuál es su posición respecto a un problema o hecho concreto que interese a la comunidad. A t sd q ee e t e i t d rr a i el e t e i t ,d b r c n c rye t d a ne e u l nrvsao elc a nrvsa eeá ooe suir a la persona entrevistada para prever cómo va a reaccionar, ya que existen personas que adoptan una actitud de supuesta importancia, falsa, o bien, se dejan llevar por el temor. Otros, por el contrario, hablan con aplomo y seguridad. También es conveniente que el entrevistador conozca además toda la informac ó r l t v a e t e i t d ,af nd q en l s ae t a o in eaia l nrvsao i e u o e e xrñ. El entrevistador deberá siempre saber describir el lugar y los hechos, su visión será aguda para proyectar la personalidad del entrevistado y, sobre todo, dominar el diálogo. La entrevista puede realizarse de “forma instantánea” o con
  • 60. 62 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN un sentido profundo. La primera comunicará los detalles en conjunto, lo vistoso y llamativo. La segunda deberá ofrecer una imagen completa, clara, fiel reflejo de la personalidad y los puntos de vista del entrevistado. El hombre es un carácter, se refleja en todo lo que le rodea: sus cosas, su casa, sus ademanes, su rostro, su mirada, sus manos, etc. Lo más importante son los rasgos de su carácter y éstos se traslucirán en sus palabras y su pensamiento. En ocasiones es más difícil no lo que se dice, sino cómo se dice. El entrevistador debe tener habilidad para el arte de preguntar y dialogar, cuidará siempre no sólo lo que pregunta sino cómo lo pregunta. La entrevista sucesiva con base en la pregunta-respuesta, nunca será profunda. El entrevistado deberá ser lo suficientemente auténtico y sincero para reflejar en sus respuestas su pensamiento y su carácter. Debe considerar que él es el centro de la entrevista. También deberá dialogar y jamás responder monosilábicamente “sí” o “no”. Sin su participación notoria, carecerá de vida la entrevista. Sus respuestas deberán ser fundamentadas y debidamente aclaradas. Debemos “ver” al entrevistado por lo que él mismo está diciendo. El entrevist d n d b l c rs h b l d dp r e c b l i l sp e u t s s n r p n e l se ao o ee ui u aiia aa saulr a rgna, io eodra i t n a p o e t rs p r o a i a . netr ryca u esnldd La entrevista puede realizarse confiando en la memoria cuando se tiene la suficiente experiencia, pero aun así es preferible tomar notas o valerse de una grabadora, pues interpretar las declaraciones del entrevistado altera la información. Los valores del entrevistado podrían no reproducirse originalmente, t a c o a s ,yp r e s a t n i i a . riinre edr u uetcdd Ejemplo: entrevistas realizadas por la periodista uruguaya Ma. Esther Gilio, c n e i a e s l b oL g e r l at p m r ,e r l c ó c nl h e g d lF i o otnds n u ir a uril uaaa n eain o a ula e rgrífico Artigas, 1970. Comienza la autora con una pequeña explicación y a continuación procede a entrevistar a dos obreros y un niño. …Sí, la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia. Una huelga como Dios manda… Una ojeada aun rápida sobre la larga huelga que los obreros de la carne llevaron a cabo, parece mostrar aspectos, m t c sn e o q el d f r n i nd o r s S b ee t e p r e c af e o p e u t d s aie uvs u a ieeca e ta. or sa xeini urn rgnao a a a ,s ne e i ,o r r s m j r sd o r r s h j sd o r r s l zr i lgr beo, uee e beo, io e beo. B C ,3 a o ,o r r . . . 8 ñs beo —¿Le parece que esta huelga ha tenido características que pueden diferenciarla de ors ta?
  • 61. LIBRO DE CONSULTA 63 —Para nosotros, los del Frigorífico Artigas, no hubo nunca huelgas, así que no había de qué diferenciarla. Teníamos un sindicato que era para la risa. Nunca solidarizábamos con nadie. Los dirigentes que ni sé cómo se elegían, siempre defendían al p t ó .I a í e eq ee s n i a oe t b d n r d le t b e i i n o H c ad e a o arn mgns u l idct saa eto e salcmet. aí iz ñs que no entrábamos en una huelga. — Para hacer diez años les tocó una buena… — Sí, de primera. — ¿Cuál es para usted la enseñanza que dejó esta huelga, si es que dejó alguna? — En primer término una idea clara de lo que vale la unidad. — ¿La de todos los obreros que participaban en la huelga? — No, de esa unidad ni se habla. Si no existe no hay huelga. — No lo entiendo bien. —Yo le estoy hablando de la unidad de la gente del cerro, y de la gente del centro que nunca le vio la cara a uno. Cuántas veces, en otras huelgas, uno salía a vender bonos y se daba cuenta de que la gente pensaba: ¿por qué no vas a trabajar en lugar de andar mangueando? Ahora, todos los que salíamos por ahí a vender bonos o a cualquier otra tarea, sentíamos que la gente estaba con nosotros. — ¿A eso le llama usted la unidad? — Sí, esa unidad fue lo más grande que tuvo esta huelga, cuando un gremio consigue que todo el pueblo entienda, consiguió lo más grande. B C ,4 a o ,o r r . . . 0 ñs bea —¿Qué le pareció esta huelga? —Una huelga como Dios manda. —¿Será que Dios manda en esto de las huelgas? —En algunas manda el diablo, pero en ésta no se metió. —¿En qué se notó que no se metía? —En la forma como se organizó todo, como funcionaron los campamentos. Los que tenían problemas para comer sabían que allí había para ellos y para sus hijos. —¿Cómo se llegó a esta solución? —Por la colaboración de la población en general y especialmente de los estudats ine. —¿La colaboración económica de los estudiantes? —No solamente económica, intervinieron en nuestras reuniones, discutieron con nosotros nuestros problemas. —Aquello de unidad obrero-estudiantil dejó entonces de ser una frase para los primeros de mayo… —Tal vez no sea ésta la primera vez que se dio, pero es la primera vez que se dio de esa manera. Eran como otros de los nuestros y cuando había que enfrentar a la p l c aoh c rb r i a a ,f e o l sp i e o . oií ae arcds urn o rmrs
  • 62. 64 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN —¿En ese sentido no considera que hubo una diferencia importante con huelgas atroe? neirs —¿En qué sentido? —En el de la violencia. —Es posible; hubo otras huelgas muy violentas; sin embargo, hay algo en que p d í e t rl d f r n i . ora sa a ieeca —Sí… —Yo creo que esta vez uno no sabía a dónde podía llegar. —¿En qué sentido? —En el sentido de que… No sé, hubo momentos en que se tenía la sensación de que el cerro entero iba a arder. La gente no tenía miedo, nada de miedo… no sabe cuántos mocosos de 12, 14 años hubo que sacar de entre las patas de los caballos. R Z 1 a o ,h j d u o r r d lF i o a .V n í b n sal s l d d lp e t d lr o . . 0 ñs io e n beo e rgnl eda oo a aia e une e í pnaoo atns. —Contame todo lo que sepas de la huelga. —Yo no sé nada. Yo vendo bonos. —¿Te divierte vender bonos? —Sí. —¿Entonces vendés bonos para divertirte? —No… vendo bonos porque todos tienen que colaborar. —¿Por qué todos tienen que colaborar? —Porque si no la huelga se pierde. —¿Y si todos colaboran? —Si todos colaboran se gana. —¿Siempre es así? —Sí. —¿Además de vender bonos qué otras cosas se pueden hacer para colaborar? —¿Usted quiere colaborar? —¿Yo? Bueno. —Puede comprar bonos. Dsrain ietcó Disertar es discurrir, razonar detenida y metódicamente sobre un determinado tema o materia para exponerlo lo mejor posible. La disertación puede destinars ap r i i a u at s soar f t rh p t s suo i i n sa e a . e atcpr n ei eua ióei pnoe jns Las conferencias son disertaciones, exposiciones de un tema, explicaciones, análisis, detalles y comprobaciones del mismo. La conferencia tiene casi siem-
  • 63. LIBRO DE CONSULTA 65 pre una sola idea como núcleo de la disertación. La conferencia la lleva a cabo e c n e e c s aod s r a t a t e p b i ooa d t r or u i o Q i nd s u r l ofrnit ietne ne l úlc uioi end. ue icra no deberá olvidar nunca las condiciones de la expresión oral. La conferencia o disertación puede sostenerse con la sola palabra, o bien, con la ayuda de imágenes cinematográficas, diapositivas, discos, pasajes de libros, testimonios, participación presencial de otras personas, etc. Todo esto recibe el nombre de “ilustración de la conferencia”. El disertante debe considerar que no puede ser breve ni tampoco extenderse demasiado. No será repetitivo, sino todo lo contrario, conciso y directo. La duración de una conferencia puede variar de una a dos horas. La reunión de varias personalidades con el fin de discutir sobre alguna materia, tema o suceso, se llama mesa redonda. En ella se discuten y se manifiestan los diferentes puntos de vista, coincidentes u opuestos de los participantes. La disertación también se lleva a cabo en el congreso y el simposium. Ejemplo: José Martí diserta acerca de la pregunta ¿a quién tememos? ¿A qué es, pues, a lo que habremos de temer? ¿Al que más ha sufrido en Cuba por la privación de la libertad le tendremos miedo, en el país donde la sangre que derramó por ella se la ha hecho amar demasiado para amenazarla? ¿Le tendremos miedo al negro, al negro generoso, al hermano negro, que en los cubanos que murieron por él ha perdonado para siempre a los cubanos que todavía lo maltratan? Pues yo sé de manos de negro que están más dentro de la virtud que las de blanco alguno que conozco: yo sé del amor negro a la libertad sensata, que sólo en la intensidad mayor y natural y útil se diferencia del amor a la libertad del cubano blanco: yo sé que el negro ha erguido el cuerpo noble, y está poniéndose de columna firme de las libertades patrias. Otros le teman: yo lo amo: a quien diga mal de él, me lo desconozca, le digo a boca llena: “Mienten”. ¿Al español en Cuba habremos de temer? ¿Al español armado, que no nos pudo vencer por su valor, sino por nuestras envidias, nada más que por nuestras envidias? ¿Al español que tiene en el Sardinero o en la Rambla su caudal y se irá con su caudal, q ee s ú i ap t i ;oa q el t e ee C b ,p ra e oal t e r op rl r í d u s u nc ara l u o in n ua o pg a ira o a az e los hijos, y por miedo al castigo opondrá poca resistencia, y por sus hijos? ¿Al español llano, que ama la libertad como la amamos nosotros, y busca con nosotros u ap t i e l j s i i ,s p r o a a e oau ap t i i c p zei j s a a e p ñ lq e n ara n a utca ueir l pg n ara naa nut, l sao u padece, junto a su mujer cubana, del desamparo irremediable y el mísero porvenir de los hijos que le nacieron con el estigma de hambre y persecución, con el decreto de destierro en su propio país, con la sentencia de muerte en vida con que vienen al mundo los cubanos? ¿Temer al español liberal y bueno, a mi padre valenciano, a mi fiador montañés, al gaditano que me velaba el sueño febril, al catalán que
  • 64. 66 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN juraba y votaba porque no quería el criollo huir con sus vestidos, al malagueño que saca en sus espaldas del hospital al cubano impotente, al gallego que muere en la nieve extranjera, al volver de dejar el pan del mes en la casa del general en jefe de la guerra cubana? ¡Por la libertad del hombre se pelea en Cuba, y hay muchos españoles que aman la libertad! ¡A estos españoles los atacarán otros: yo los ampararé toda mi vida! A los que no saben que esos españoles son otros tantos cubanos, les decimos: “¡Mienten!” ¿Y temeremos a la nieve extranjera? Los que no saben bregar con sus manos en la vida, o miden el corazón de los demás por su corazón espantadizo, o creen que los pueblos son meros tableros de ajedrez, o están tan criados en la esclavitud que necesitan quién les sujete el estribo para salir de ella, ésos buscarán en un pueblo de componentes extraños y hostiles la república que sólo asegura el bienestar cuando se le administra en acuerdo con el carácter propio, y de modo que se acendre y r a c .Aq i nc e q ef l aal sc b n sc r j yc p c d dp r v v rp rs e l ele ue ra u at o uao oae aaia aa ii o í n a tierra creada por su valor, le decimos: “Mienten”. Y a los lindoros que desdeñan hoy esta revolución santa, cuyos guías y mártires primero fueron hombres nacidos en el mármol y seda de la fortuna, esta santa revolución que en el espacio más breve hermanó, por la virtud redentora de las guerras justas, al primogénito heroico y al campesino sin heredad, al dueño de hombres y a sus esclavos; a los olimpos de pisapapel, que bajan de la trípode calumniosa para preguntar aterrados, y ya con ánimos de sumisión, si ha puesto el pie en tierra este peleador o el otro, a fin de poner en paz el alma con quien puede mañana distribuir el poder; a los alzacolas que fomentan, a sabiendas, el engaño de los que creen que este magnífico movimiento de almas, esta idea encendida de la redención decorosa, este deseo triste y firme de la guerra inevitable, no es más que el tesón de un rezagado indómito, a la correría de un general sin empleo o la algazara de los que no gozan de una riqueza que sólo se puede mantener por la complicidad con el deshonor o la amenaza de una turba obrera, con odio por corazón y papeluchos por sesos, que irá, como del cabestro, por donde la quiera llevar el primer ambicioso que la adule o el primer déspota encubierto que le pase por los ojos la bandera –a lindoros o a olimpos, y a alzacolas–, les diremos: —M e t n ¡ s ae l t r ao r r ,e a c d n e t aa i n a e t h l ,b r a o ine. Et s a ub bea l ra e usr laz, l aaí odd de mano de mujer, donde se ha guardado la espada de Cuba, el arenal redentor donde se edifica y se perdona, y se prevé y se ama! ¡ a t ,b s ad m r sp l b a ! Bsa at e ea aars Dsus icro El discurso es la facultad intelectual que nos permite dirigirnos a los demás para comunicarles algo de primerísima importancia. La materia noble del dis-
  • 65. LIBRO DE CONSULTA 67 curso es la emoción. La práctica del discurso ha dado como resultado todo un g n r :l o a o i . éeo a rtra La oratoria es el arte de expresarse con belleza y realidad por medio de la palabra hablada ante un público, su intención es dirigir un mensaje. Los griegos fueron los primeros que consideraron a la oratoria como un arte. A los primeros oradores griegos se les llamó logógrafos, porque escribían discursos para que fueran pronunciados por personajes destacados públicamente. Los dos más grandes oradores griegos fueron Demóstenes y Esquines, rivales no sólo en los torneos de oratoria sino en sus ideas políticas. Demóstenes, con un concepto cercano a la democracia, y Esquines conservador y reaccionario. Demóstenes siempre defendió la hegemonía de Atenas enfrentándose a Filipo de Macedonia, imperialista. Contra él pronunció sus “Filípicas”. Entre los latinos, el más importante orador es Cicerón, quien da nombre a su época. Al descubrir la conspiración de un aristócrata romano de nombre Catilina, pronuncia sus patrióticos y vibrantes discursos ante el pueblo y el Senado, conocidos como “catilinarias”. Los grandes oradores de la época de la Revolución Francesa, como Robesp e r ,e r v l c o a i ,d f n i r nl l b r a q et a d r sc m N p l ó I ire l eouinro eedeo a ietd u rioe oo aoen yl b r u s al a r b t r na p e l . a ugeí e reaao l ubo Célebres son ya en nuestro siglo los extraordinarios discursos de Vladimir I i hL n n c n t u t rd l l b r a d lp e l s v é i o lc ei, osrco e a ietd e ubo oitc. En nuestra América, conciencia libertadora contuvieron los discursos de revolucionarios como Hidalgo, Simón Bolívar, José Martí, José de San Martín, etc. Los precursores de la revolución de 1910, Enrique y Ricardo Flores Magón, expusieron valientemente sus ideas patrióticas en enérgicos discursos. Así lo hizo también Belisario Domínguez, a quien le costó la vida el haber desenmascarado la dictadura de Victoriano Huerta. También fueron grandes oradores el libertador de China, Mao Tse Tung, y los libertadores de Cuba Ernesto Guevara y Fidel Castro. Es importante subrayar que la palabra discurso ha sido ligada históricamente a la realidad y a la liberación. El discurso debe ser sinónimo de liberación. En uno de sus estudios, la maestra Elsa Margarita Camacho resume los siguientes conceptos de Marco Tulio Cicerón: Nada hay en mi juicio más excelente —nos cuenta Cicerón que dijo Craso— que poder, con la palabra, gobernar las sociedades humanas, atraer los entendimientos, mover las voluntades y traerlas o llevarlas a donde se debe.
  • 66. 68 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN No hay materia ajena del orador, siempre que éste sepa tratarla con gravedad y responsabilidad. A él pertenece el dar la prudente sugerencia a los problemas, a él, levantar al pueblo de su apatía o refrenar sus ímpetus mal encauzados. La elocuencia s r eal v zp r c s i a e f a d ys l a a i o e t . iv a e aa atgr l rue avr l ncne Así como el orador en ocasiones puede hablar con acierto de todas las materias aunque superficialmente las conozca, así los cultivadores de otras artes pueden hablar con elegancia si han aprendido algo de retórica, pero no porque el labrador use un estilo elegante en las cosas rústicas, o el médico al tratar las enfermedades, o el pintor de pinturas, hemos de creer que la elocuencia entra en sus respectivos conocimientos, porque es tal la fuerza del ingenio humano, que muchos sin especial cultur ,c n i u na i i a a g d t d sl sa t syc e c a . a osge dvnr lo e oa a re inis Si algo ha cambiado radicalmente en su finalidad, es el discurso. Habitualmente el discurso ha sido deformado y reducido al acto de hablar desde un estrado a un grupo numeroso de personas que a priori deberían presenciar y aceptar lo que les comunicase el orador. Hoy el discurso es la más alta forma directa de comunicación humana. El discurso ha orientado, modelado y construido la historia del siglo XX. El discurso ha servido como eje para modificar el curso de la humanidad, para transformar la civilización, la evolución de la vida cultural y política de los pueblos. Por medio del discurso han sido posibles los cambios radicales y violentos de los pueblos y sus revoluciones. Si algún t s i o i q e a ac m c r c e í t c d ls g op s d ,s r a l sd s u s sd etmno udr oo aatrsio e il aao eín o icro e sus grandes libertadores, de sus grandes revolucionarios que se levantaron por encima de la estatura humana y le dieron a la palabra su verdadera dimensión. El discurso es participación directa entre quien acepta la responsabilidad de hablar por los demás y su comunidad. Es la identificación colectiva de mayor envergadura y la forma de habla masiva más directa. El discurso es la necesidad imperiosa del hombre por satisfacer lo más noble de su conciencia. Por ello, el orador que toma la palabra para decir un discurso a los detnás, tiene la grave responsabilidad histórica de emplear esa palabra con verdad y ponerla al servic od q i n sv ad r g r a i e uee a iiil. E i i i d l m y rd l st a c o e e d r g r eal sp e l se u d s u s l nco e a ao e a riins s iiis o ubo n n icro tendencioso, hipócrita y demagógico. Porque los pueblos cuando se reúnen esp r nv s u b a e c m n d l l g t m d d l j s i i yl l b r a ,s ñ l d ea ilmrr l aio e a eiiia, a utca a ietd eaao por todas y cada una de las palabras que forman el discurso. Nada más innoble y más indigno que utilizar el discurso para engañar, corromper y sojuzgar a los pueblos. Nada más inhumano y servil que emplearlo domesticadamente para servir a intereses mezquinos ajenos a la comunidad. Quien pronuncia un dis-
  • 67. LIBRO DE CONSULTA 69 curso debe saber que la fuerza emotiva de sus palabras y sus ideas pueden romper o forjar cadenas. Para el discurso hay que utilizar todos los conocimientos que hemos estudiado anteriormente en la expresión oral. Con mayor afirmación el conocer el auditorio y saber con precisión lo que se va a decir, cómo se va a decir, por qué se va a decir y qué acción deberá resultar. En su forma, el discurso tiene tres p r e :i t o u c ó ,c e p ,c n l s o e . ats nrdcin uro ocuins Itoucó nrdcin La introducción del discurso se inicia siempre con un saludo. En él deberá identificarse el orador con su público. En primer lugar, el orador deberá entrar e t r e o d s a i ,p r c ns g r d d p r c p a e i t r syl a e c ó d l n ern, epco eo o euia, aa atr l neé a tnin e público que no deberá dejar escapar en todo el trayecto. Pero lo más importante es que sus palabras deberán ir orientadas a ganar la aceptación del auditorio, su confianza, su credulidad, su certeza de que no sólo hablará sinceramente, sino q ed r l q ee p e i od c r l q es n c s t v t l e t o r u iá o u s rcs ei, o u e eeia iamne í. En la introducción no es conveniente abordar la idea fundamental del discurso. La introducción deberá ser breve, hasta donde sea necesario, siempre y cuando se logren los objetivos anteriores. Una mala introducción provocará desconfianza, incredulidad y rechazo inmediato del auditorio. Los elementos fundamentales para la introducción son: autodominio, firmeza, seguridad, dicción y sobre todo, cuidar los ademanes del cuerpo y la expresión del rostro. Cep uro El cuerpo está formado por tres partes principales: el desarrollo, la arenga y el clímax. En el cuerpo del discurso se dirá todo lo que se había propuesto yd b d c r e ee eis. Desarrollo. Es abordar el tema o la tesis de manera creciente y con inteligencia. En esta parte, la profundidad y certeza de lo que se dice es fundamental. No hay que olvidar, como hemos dicho, que nuestro carácter latino es esencialmente emotivo, y que lo que nos llega al espíritu pasa primero por nuestra emoción. Ir cuidando, guiando y fortaleciendo esa emoción es la actividad básica d ld s r o l d ld s u s . e earlo e icro
  • 68. 70 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Arenga. Al terminar el desarrollo efectivo y certero, y antes de empezar la a e g ,e o a o d b c r i r r ed q ee p b i oe t d f n t v m n ec né . rna l rdr ee ecoas e u l úlc sá eiiiaet o l Que una palabra, un silencio, un ademán, un gesto, son seguidos por el auditorio. Con esta certitud comienza la arenga. Antes no. La arenga es llevar la emoción al máximo. En el momento de la arenga hay que decir las palabras claves que en unas cuantas líneas resuman toda la intención del discurso, el meollo del asunto. La arenga es el sacudimiento emocional, es el eje que producirá los efectos previstos. Arengar significa comprometer la voluntad y provocar las emociones y actos consecuentes. Arenga es poner en pie el vigor y la fuerza del espíritu. En la arenga, el auditorio se condicionará y aclarará su posición y participación personal ante el acontecimiento o los hechos que motivaron el discurso. Se sentirán “ella” o “él” frente a la realidad. Más aún, el orador se comprometerá conscientemente, ya que no tendrá más que una sola alternativ :p r i i a on g r e a atcpr eas. Clímax. En este momento se ha producido ya la unificación entre el orador y las masas. Podríamos decir que el orador ha dejado de tener rostro para convertirse en el rostro innumerable de todos (buena prueba es que el orador se mirara interiormente, y en caso de que siguiera siendo él, debería darse cuenta de que es falso). Este es el momento máximo, el climático. Aquí deberán seleccionarse las palabras exactas cuyo peso significará movilización, acción y consecuencias. En el momento clímax de un discurso el orador sabe que podría llevar a la construcción (Lenin) o a la destrucción (Hitler), no sólo a un pueblo sino a todos los hombres de la Tierra. Lo diremos aceptando el profundo lenguaje popular: “ el momento de la verdad”. En el clímax, el orador dirigirá todo ese es potencial humano, del cual ya forma parte, a lograr la radical reivindicación de los demás. Ese momento no es ni de interpretación ni de “vivencia”, es el centro en el que converge la existencia humana. Cnlsoe ocuins El momento colectivo se ha dado. Y cualquier momento colectivo es histórico. Es tiempo de que se vuelva hecho lo hablado. El orador deberá tener la fortaleza suficiente para sobreponerse al vértigo al que él mismo se ha dejado llevar, y en tono razonado, y en calma, pero con la seguridad de todo lo anterior deberá precisar lo que aportaron finalmente todas sus palabras. Dirá para todos y para cada quien por ello mismo, lo que se deberá hacer. Lanzará las consignas
  • 69. LIBRO 71 DE CONSULTA necesarias; esto es, aclarará lo que cada uno debe hacer. Finalmente, y como segundo y último punto de las conclusiones, se marcará la acción a seguir. Acción a seguir. Si un discurso solamente emocionó o “enardeció”, no es efectivo. Todo discurso debe producir una acción. Los discursos que producen pasividad o indiferencia, más aún, desprecio, no han sido discursos sino comedias en las que solamente creen los invertebrados oradores que los han dicho. Después del discurso se cree, se aclara, se sabe, se tiene conciencia, se vive y se acciona. Las palabras son hechos, somos por nuestros hechos. En ese momento se marca la trayectoria general. El conocimiento del que ha hablado, su vigor, su análisis, sus palabras comprometedoras, dejan de ser subjetivos porque ya son de todos, porque realmente fueron impulsados por todos y consecuentemente ha llegado el momento de convertirlos en hechos, quien no es consecuente con sus ideas no debía siquiera haber concebido ideas. Todos sabrán, porque así deberá hacérselo sentir el orador, lo que deben hacer. El discurso cumple sólo con esta forma su verdadera función. Su función masiva, su función de liberación. Consideramos que para ejemplificar debidamente el discurso es necesario t a s r b rl ss g i n e p s j sd d s u s d t e g í sp p l r s rncii o iuets aae e icro e rs ua ouae. Nuestro primer ejemplo es el discurso de Ricardo Flores Magón “La patria burguesa y la patria de los trabajadores”, pronunciado el 19 de septiembre de 1915. I NTRODUCCIÓN Camaradas: La humanidad se encuentra en uno de los momentos más solemnes de su historia. En el universo nada es estable: todo cambia, y nos encontramos en el momento en que un cambio está por efectuarse en lo que se refiere al modo de agruparse de los seres humanos y al conjunto de instituciones económicas, políticas, s c a e ,m r l syr l g o a q ec n t t y nl q es l a as s e ac p t l s a os a oils oae eiiss u osiue o u e lm itm aiait, e, el sistema de la propiedad privada o individual. CUERPO El sistema capitalista muere herido por sí mismo, y la humanidad, asombrada, presencia el formidable suicidio. No son los trabajadores los que han arrastrado a las naciones a echarse unas sobre las otras; es la burguesía misma la que ha provocado el conflicto, en su afán por dominar los mercados. No se litiga en los campos de Europa el honor de un pueblo, de una raza o de una patria, sino que se disputa, en
  • 70. 72 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN esa lucha de fieras (Primera Guerra Mundial), el bolsillo de cada quien; son lobos hambrientos que tratan de arrebatarse una presa. No se trata del honor nacional herido ni de la bandera ultrajada, sino de una lucha por la posesión del dinero, del dinero que primero hizo sudar al pueblo en los campos, en las fábricas, en las minas, en todos los lugares de explotación y que ahora se quiere que ese mismo pueblo explotado lo guarde con su vida en los bolsillos de los que lo robaron. ¡Qué sarcasmo! ¡Qué ironía sangrienta! Se hace trabajar al pueblo por un mendrugo, quedándose los amos con la ganancia, y después se hace que los pueblos se destrocen unos a otros para que esa ganancia no sea arrancada de las uñas de sus verdugos. Protegernos los pobres, está bien; ése es nuestro deber, ésa es la obligación que nos impone la solidaridad. Protegernos los unos a los otros, ayudarnos, defendernos mutuamente, es una necesidad que debemos satisfacer si no queremos ser aniquilados por nuestros señores; pero armarnos y echarnos unos sobre otros para defender el bolsillo de nuestros amos, es un crimen de esa clase; es una felonía que debemos rechazar indignados. A las armas, está bien; pero contra los enemigos de nuestra clase, contra los burgueses, y si nuestro brazo ha de tronchar alguna cabeza, que sea la del rico; si nuestro puñal ha de alcanzar algún corazón, que sea el del burgués. Pero no nos destrocemos los pobres unos a los otros. En los campos de Europa los pobres se destrozan unos a los otros en beneficio d l sr c s q i n sl sh c nc e rq el c a e b n f c od l p t i .Yb e ,¿ u e o io, uee o ae re u uhn n eeii e a ara in qé patria tiene el pobre? Él no cuenta más que con sus brazos para ganarse el sustento, sustento del que carece si al amo maldito no se le antoja explotarlo. ¿Qué patria tiene? Porque la patria debe ser algo así como una buena madre que ampara por igual a todos sus hijos. ¿Qué amparo tienen los pobres en sus respectivas patrias? ¡Ninguno! El pobre es un esclavo en todos los países, es desgraciado en todas las patrias, es un mártir bajo todos los gobiernos. Las patrias no dan pan al hambriento, no consuelan al triste, no enjugan el sudor de la frente del trabajador rendido de f t g ,n s i t r o e e t ee d b lye f e t p r q eé t n a u ed lp i e o aia o e nepnn nr l éi l ure aa u se o bs e rmr, pero cuando los intereses del rico están en peligro, entonces se llama al pobre para que exponga su vida por la patria, por la patria de los ricos, por una patria que no es nuestra, sino de nuestros verdugos. ARENGA Abramos los ojos, hermanos de cadena y de explotación; abramos los ojos a la luz de la razón. La patria es de los que poseen, y los pobres nada poseen. La patria es la madre cariñosa del rico y la madrastra del pobre. La patria es el polizonte armado de un garrote que nos arroja a puntapiés al fondo de un calabozo o nos pone el cordel en el pescuezo cuando no queremos obedecer las leyes escritas por los ricos e b n f c od l sm s o r c s L p t i ( i t m c p t l s a n e n e t am d e ¡ s n eeii e o ims io. a ara ssea aiait) o s usr ar, e nuestro verdugo!
  • 71. LIBRO 73 DE CONSULTA Y por defender a ese verdugo, nuestros hermanos los proletarios de Europa se arrancan la existencia los unos a los otros. Imaginaos el espacio que ocuparán más de 6 millones de cadáveres; una montaña de cadáveres, ríos de sangre y de lágrimas, eso es lo que ha producido hasta este momento la guerra europea. Y esos muertos son nuestros hermanos de clase, son carne de nuestra carne y sangre de nuestra sangre. Son trabajadores que desde niños fueron enseñados a amar a la patria burguesa, para que, llegado el caso, se dejasen matar por ella. ¿Qué poseían de sus patrias esos héroes? ¡Nada! No poseían otra cosa que un par de brazos robustos para procurarse e s s e t p o i ye d s sf m l a .A o al sv u a ,l sd l e t sd e o t a a l utno rpo l e u aiis hr a ids o oine e ss rbjadores tendrán que morirse de hambre. Las mujeres se prostituirán para llevar a la boca un pedazo de pan, los niños robarán para llevar algo de comer a sus ancianos p d e ,l se f r o i á a h s i a yal t m a B r e ,p e i i ,h s i a ,m e t ars o nems rn l optl a ub. udl rsdo optl ure miserable: he ahí el premio que recibirán los deudos de los héroes que mueren por su patria, mientras los ricos y los gobernantes derrochan en francachelas el oro que h h c os d ra p e l e l f b i a e e t l e ,e l m n .¡ u c n r s e S c i a eh ua l ubo n a árc, n l alr n a ia Qé otat! arficio, dolor, lágrimas para los que todo lo producen, para los creadores abnegados de la riqueza. Placeres y dichas para los holgazanes que están sobre nuestros hombros. Sacudámonos, agitémonos, obremos para que caigan a nuestros pies los parásitos que acaban con nuestra existencia. Pongamos resueltamente nuestros puños en el cuello del enemigo. Somos más fuertes que él. Un revolucionario dijo esta inmensa v r a : L s t r n s n s p r c n g a d s p r u e t m s d r d l a , ¡ e a t m n s edd o iao o aee rne oqe sao e oils lvnéoo! C LÍMAX Yb e ,h r i l c m e l c r i e í i s n a aq ec n i r ee m t d r e t r i o in orbe oo s a ancra nest u ovet n aaeo l ertrio del viejo mundo, ella tiene que producir inmensos bienes a la humanidad, y en l g rd e t e a n sat i t sr f e i n sc n i e a d t ns l e d l r l sl g i a ua e nrgro rse elxoe osdrno a oo l oo, a árms y la sangre, alegrémonos, regocijémonos de que tal hecatombe haya tenido lugar. La catástrofe mundial que contemplamos es un mal necesario. Los pueblos, envilecidos por la civilización burguesa ya no se acordaban de que tenían derechos, y se hacía indispensable una sacudida formidable para despertarlos a la realidad de las cosas. Hay muchos que necesitan del dolor para abrir sus cerebros a la razón. El maltrato envilece al apocado y al tímido, pero en el pecho del hombre de vergüenza despierta sentimientos de dignidad y de noble orgullo que lo hacen rebelarse. El hambre doblega al cobarde y lo entrega de rodillas al burgués; pero es al mismo tiempo un a i a eq eh c e c b i a al sp e l s E s f i i n op e ec n u i al r s g a cct u ae nartr o ubo. l urmet ud odcr a einción y a la paciencia; pero también puede poner en las manos del hombre valiente el puñal, la bomba y el revólver. Y esto será lo que suceda cuando termine esta guerra infame, o lo que hará terminar. Las grandes batallas campales terminarán con la barricada y el motín de los pueblos rebelados, y las banderas nacionales se desvanecerán en el espacio, para dar lugar a la bandera roja de los desheredados del mundo.
  • 72. 74 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Entonces la revolución que nació en México, y que vive aún como azote y un castigo para los que explotan, los que embaucan y los que oprimen a la humanidad, extenderá sus flamas bienhechoras por toda la Tierra y en lugar de cabezas de proletarios rodarán por el suelo las cabezas de los ricos, de los gobernantes y de los s c r o e ,yu s l g i os b r a e p c o e c p d d lp c od m l o e ym l o aedts n oo rt uiá l sai, saao e eh e ilns ilnes de seres humanos: ¡Viva Tierra y Libertad! Y por primera vez el sol no se avergonzará de enviar sus rayos gloriosos a esta mustia tierra, dignificada por la rebelión, y una humanidad nueva, más justa, más sabia, convertirá a todas las patrias en una sola patria, grande, hermosa, buena: la patria de los seres humanos; la patria del hombre y de la mujer, con una sola bander ,l d l f a e n d du i e s l a a e a rtria nvra. Saludemos, compañeros de fatigas y de ideales, a la Revolución Mexicana. Saludemos esa epopeya sublime del peón convertido en hombre libre por la rebeldía, y pongamos todo lo que esté de nuestra parte, nuestro dinero, nuestro talento, nuestra energía, nuestra buena voluntad, y si es necesario sacrifiquemos nuestro bienestar, nuestra libertad y aun nuestra vida para que esa Revolución no termine con el encumbramiento de ningún hombre al poder, sino que, siguiendo su curso reivindicador, termine con la abolición del derecho de propiedad privada y la muerte del principio de autoridad; porque mientras haya hombres que poseen y hombres que nada tienen, el bienestar y la libertad serán un sueño, continuarán existiendo tan solo como u ab l ai u i nj m sr a i a a n el lsó aá elzd. La Revolución no debe ser el medio de que se valgan los malvados para encumbrarse, sino el movimiento justiciero que dé muerte a la miseria y a la tiranía, cosas que no mueren eligiendo gobernador sino acabando con el llamado derecho de propiedad privada. Este derecho es la causa de todos los males que sufre la humanidad. No hay que buscar el origen de nuestros males en otra cosa, pues por el derecho de propiedad hay gobierno y hay sacerdotes. El gobierno es el encargado de ver que los ricos no sean despojados por los pobres, los sacerdotes no tienen otra misión que infundir en los pechos proletarios la paciencia, la resignación y el temor de Dios, para que no piensen jamás en rebelarse contra sus tiranos y explotadores. El Partido Liberal Mexicano –unión obrera revolucionaria– comprende que la libertad y el bienestar son imposibles mientras existan el capital, la autoridad y el clero, y a la muerte de estos tres monstruos o de ese monstruo de tres cabezas tienden todos sus esfuerzos, y a la propaganda y a la acción de los miembros de este partido se debe el hecho que no hay un gobierno estable en México, esto es, que no se fortalezca una nueva tiranía. No queremos ricos, no queremos gobernantes ni sacerdotes, no queremos bribones que exploten las fuerzas de los trabajadores; no queremos bandidos que sostengan con la ley a esos bribones, ni malvados que en nombre de cualquier religión hagan del pobre un cordero que se deje devorar de los l b ss nr s s e c ays np o e t . oo i eitni i rtsa
  • 73. LIBRO 75 DE CONSULTA Aquellos de vosotros que queráis conocer a fondo por qué lucha el Partido Liberal Mexicano, no tenéis que hacer otra cosa que leer el manifiesto de 23 de septiembre de 1911, promulgado por la junta organizadora del partido. Así como la guerra europea es un mal necesario, la Revolución Mexicana es un b e .H ys n r ,h yl g i a ,h ys c i i i s e c e t ;p r ¿ u g a d c n u s a in a age a árms a arfco, s iro eo qé rne oqit ha sido obtenida entre fiestas y placeres? La libertad es la conquista más grande que puede apetecer un pecho digno, y la libertad sólo se obtiene arrostrando la muerte, l m s r aye c l b z . a iei l aaoo Pensar que de otra manera se puede conquistar la libertad, es equivocarse lamentbeet. almne Nuestra libertad está en las manos de nuestros opresores; de ahí que no podemos a q i i l s nl c ays ns c i i i . durra i uh i arfco ¡ d l n e S e E r p s c m a et d v ap rl p t i ,e t e ,p rl sr c s e Aeat! i n uoa e obt oaí o a ara so s o o io, n México se lucha por: ¡Tierra y Libertad! ¡Adelante! El momento es solemne. En México el sistema capitalista se derrumba a los golpes de la plebe dignificada, y los clamores de los ricos y los clérigos llegan a Washington a trastornar el seso de ese pobre juguete de la burguesía que se llama Woodrow Wilson, el presidente enano, el funcionario de sainete que, por ironía del destino, le ha tocado ser actor en una tragedia en la que solamente deberían tomar parte personajes de hierro. ¡ d l n e E r m d oe t an e t oa c n e P r a a a c ne s s e ac p t l s a Aeat! l eei sá usr lac. aa cbr o l itm aiait no tenemos otra cosa que hacer que poner nuestras manos sobre los bienes que se encuentran en las garras de los ricos y declararlos propiedad de todos, hombres y mujeres. El hombre arriesga su vida por encumbrar a un gobernante, que por más amigo del pobre que se diga ser, nunca lo será más que lo es del rico, ya que su misión es velar porque la ley sea respetada, y la ley ordena que se respete el derecho de propiedad privada o individual. C ONCLUSIONES La expropiación, éste es el remedio; pero debe ser la expropiación para beneficio de todos y no de unos cuantos. La expropiación es la llave de oro que abre las puertas de la libertad, porque la posesión de la riqueza da la independencia económica. El q en n c s t a q i a s sb a o p r v v r e ee l b e u o eeia lulr u rzs aa ii, s s ir. ¡Adelante! No es posible detenerse y ser simples espectadores del drama formidable. Que cada cual se una a los de su clase: el pobre con el pobre, el rico con el r c ,p r q ec d q i ns e c e t ec nl ss y sye s p e t e l b t l af n l io aa u aa ue e nunr o o uo n u uso n a aal ia, la de los pobres contra los ricos; la de los oprimidos contra los opresores; la de los hambrientos contra los hartos, y cuando el humo del último disparo se haya disipado y del edificio burgués no quede piedra sobre piedra, que el sol alumbre nuestras frentes ennoblecidas y a la Tierra le quepa el orgullo de sentirse pisada por hombres y no por rebaños.
  • 74. 76 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Con mano robusta se han hecho pedazos las rejas de los presidios y con los b r o e h nh n i oe c á e d j e e yc g t n a .A b r u sl h na a i i d e arts a udd l rno e ucs aaits l ugé e a crcao l pescuezo con la cuerda de los ahorcados, y con gesto heroico, jamás presenciado por los siglos, han puesto la mano sobre la tierra que palpita emocionada al sentirse poseída por hombres libres... ¡Adelante! Que en este momento solemne cada quien cumpla con su deber. ¡Viva el Partido Liberal Mexicano! ¡Viva Tierra y Libertad! Pasemos ahora a otro discurso, el del libertador de China, Mao Tse Tung, al que tituló “El viejo tonto que removió las montañas”, pronunciado el 11 de junio de 1945 ante el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China. Camaradas: Hemos celebrado un Congreso muy fructífero. Hemos hecho tres cosas. Primera, determinamos la línea de nuestro Partido, que consiste en movilizar audazmente a las m s s y r b s e e l s f e z s p p l r s a f n d q e b j l d r c i n d l P r i aa outcr a ura ouae i e u, ao a iecó e atdo, derroten a los agresores japoneses, consigan la liberación de todo el pueblo y construyan una China de nueva democracia. Segunda, aprobamos los nuevos Estatutos del Partido. Tercera, elegimos el organismo dirigente del Partido: el Comité Central. De ahora en adelante nuestra tarea es dirigir a todo el Partido en la aplicación de su línea. El nuestro ha sido un congreso de victoria, un congreso de unidad. Los delegados han formulado excelentes observaciones sobre los tres informes. Muchos camaradas se han hecho autocrítica; partiendo del afán de unidad, se ha logrado la unidad mediante la autocrítica. Este Congreso ha sido un modelo de unidad, de autocrítica y de democracia interna del Partido. Clausurado el Congreso, muchos camaradas regresarán a sus puestos de trabajo op r i á p r l sd v r o f e t sd b t l a atrn aa o iess rne e aal. Adonde quiera que vayan, camaradas, deben divulgar la línea del Congreso y, por i t r e i d l sm l t n e d lP r i o e p i a l al sg a d sm s sp p l r s nemdo e o iiats e atd, xlcra a rne aa ouae. Al divulgar la línea del Congreso, nos proponemos infundir a todo el Partido y a todo el pueblo la convicción que la revolución triunfará. Ante todo, debemos elevar la conciencia política de la vanguardia, de modo que sea resuelta, no tema ningún sacrificio y supere todas las dificultades para conquistar la victoria. Pero esto no basta; también debemos despertar la conciencia política de las grandes masas populares de todo el país para que, voluntariamente y de buen grado, luchen junto con nosotros por la victoria. Debemos inflamar a todo el pueblo con la convicción de que China pertenece al pueblo chino y no a los reaccionarios. Hay una antigua fábula china llamada “El viejo tonto que removió las montañas”. Cuenta que hace mucho tiempo vivía en el norte de China un anciano conocido como el Viejo Tonto de las
  • 75. LIBRO DE CONSULTA 77 Montañas del Norte. Su casa miraba al sur, y frente a ella, obstruyendo el paso, se alzaban dos grandes montañas: Taijang y Wangwu. El Viejo Tonto decidió llevar a sus hijos a remover con azadones las dos montañas. Otro anciano, conocido como el Viejo Sabio, los vio y, riéndose, les dijo: “¡Que tontería! Es absolutamente imposible que vosotros, siendo tan pocos, logréis remover montañas tan grandes.” El Viejo Tonto respondió: “Después que yo muera, seguirán mis hijos; cuando ellos m e a ,q e a á m sn e o ,yl e os sh j syl sh j sd s sh j s ya íi d f n urn udrn i its ug u io o io e u io, s neii damente. Aunque son muy altas, estas montañas no crecen y con cada pedazo que les sacamos se hacen más pequeñas. ¿Por qué no vamos a poder removerlas?” Después de refutar la errónea idea del Viejo Sabio, siguió cavando día tras día, sin cejar en su decisión. Dios, conmovido ante esto, envió a la Tierra dos ángeles que se llevaron a cuestas ambas montañas. Hoy, sobre el pueblo chino pesan también dos grandes montañas, una se llama imperialismo y, la otra feudalismo. El Partido Comunista de China hace tiempo que decidió eliminarlas. Debemos perseverar en nuestra decisión y trabajar sin cesar; también conmoveremos a Dios. Nuestro Dios no es otro que las masas populares de China. Si ellas se alzan y cavan junto con nosotros, ¿por qué no vamos a poder eliminar esas montañas? Ayer, durante una conversación con dos norteamericanos que regresaban a su país, dije que el gobierno de los Estados Unidos trata de socavar nuestra causa y que eso no lo toleraremos. Nos oponemos a la política de ese gobierno de apoyar a Chiang Kai-shek contra los comunistas. Pero debemos establecer una distinción, primero, entre el pueblo y el gobierno de los Estados Unidos y, segundo, dentro de ese gobierno, entre los que deciden la política y los funcionarios en general. Dije a estos dos norteamericanos: “Comuniquen a los fabricantes de la política de su gobierno que nosotros les prohibimos entrar en las regiones liberadas, porque su política es apoyar a Chiang Kai-shek contra los comunistas, y no les tenemos confianza. P e e v n ral sr g o e l b r d ss s p o ó i oe c m a i a J p n p r a t s udn ei a eins ieaa i u rpst s obtr l aó, eo ne hay que llegar a un acuerdo. No les permitiremos andar husmeando por donde se les antoje. Dado que Patrick J. Hurley declaró públicamente que no habría cooperación con el Partido Comunista de China, ¿para qué desean ustedes venir a merodear e neta rgoe lbrds” n usrs eins ieaa? La política del gobierno yanqui de apoyar a Chiang Kai-shek contra los comunistas revela lo desenfrenada que es la reacción norteamericana. Pero está condenado al f a a ot d i t n od l sr a c o a i s c i o oe t a j r s p r i p d rl v c rcs oo net e o ecinro, hns xrneo, aa mei a itoria de nuestro pueblo. La democracia constituye la corriente principal en el mundo actual, mientras que la reacción antidemocrática es sólo una contracorriente. Esta c n r c r i n er a c o a i i t n ap e o i a s b el c r i n ep i c p ld i d otaoret ecinra net rdmnr or a oret rnia e ne pendencia nacional y democracia popular, pero jamás pasará a ser corriente principal. Actualmente existen aún en el viejo mundo tres grandes contradicciones, que hace ya tiempo señaló Stalin: la primera, entre el proletariado y la burguesía dentro
  • 76. 78 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN d l sp í e i p r a i t s l s g n a e t el sd v r a p t n i si p r a i t s yl e o ass meilsa; a eud, nr a iess oeca meilsa, a t r e a e t el sp í e c l n a e ys m c l n a e yl sm t ó o i i p r a i t s ecr, nr o ass ooils eiooils a erpls meilsa. Estas contradicciones no sólo siguen existiendo, sino que se desarrollan tornándose m sa u a ya p i s Yac n e u n i d s e i t n i yd s r o l ,l e a áe d ae á gds mla. osceca e u xseca earlo lgr l í n que sea barrida la contracorriente reaccionaria antisoviética, anticomunista y a t d m c á i a q eh yt d v ae i t . nieortc, u o oaí xse En estos momentos se celebran dos congresos en China, el VI Congreso del Kuomintang y el VII Congreso del Partido Comunista. Tienen objetivos diametralmente opuestos: uno pretende aniquilar al Partido Comunista y demás fuerzas democráticas de China y así sumergir a nuestro país en las tinieblas; el otro aspira a d r o a a i p r a i m j p n sys sl c y s l sf e z sf u a e c i a ,c n t u r ercr l meilso aoé u aao, a ura edls hns osri una China de nueva democracia y, de esta manera, conducir a nuestro país hacia la luz. Estas dos líneas luchan entre sí. Tenemos la firme convicción de que, dirigido por el Partido Comunista de China y guiado por la línea de su VII Congreso, el p e l c i oa c n a ál v c o i t t l m e t a q el l n ac n r r e o u i n r a ubo hn lazr a itra oa, inrs u a íe otarvlcoai del Kuomintang fracasará. Del Comandante Fidel Castro, fragmentos de su discurso pronunciado en la Velada Solemne en Memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, en la Plaza de la Revolución, el 18 de octubre de 1967. Compañeras y compañeros revolucionarios: Fue un día, después de julio, de agosto de 1955, cuando conocimos al Che. Y en una noche, como él cuenta en sus narraciones, se convirtió en un futuro expedicionario del Granma. Pero en aquel entonces, aquella expedición no tenía ni barcos ni armas ni tropa. Y fue así como, junto con Raúl, el Che integró un grupo de los tres primeros de la lista. Han pasado desde entonces 12 años. Han sido 12 años cargados de lucha, a lo l r od l sc a e l m e t s g m c a v d sv l o a ei r p r b e .P r al v z ag e o uls a ure eó uhs ia aiss reaals eo a e, además de esto, surgieron personas extraordinarias en estos años de nuestra Revolución, y se forjaron entre los hombres de la Revolución, y entre los hombres y el pueblo, lazos de afecto y lazos de amistad quedaron más allá de toda expresión psbe oil. En esta noche nos reunimos, ustedes y nosotros, para tratar de expresar de algún modo ese sentimiento en relación con quien fue uno de los más familiares, uno de los más admirados, uno de los más queridos y, sin duda alguna, el más extraordinario de nuestros compañeros de Revolución. Expresar esos sentimientos a él, y a los otros que con él han combatido, y a los otros que con él han caído, de ese, su ejército internacionalista que ha estado escribiendo una página gloriosa e imborrable de la
  • 77. LIBRO DE CONSULTA 79 h s o i …E ae au ad s sc r c e í t c se e c a e :l d s o i i ni m d a a i s itra s r n e u aatrsia snils a ipscó neit, nt n á e ,ao r c r ep r r a i a l m s ó m sp l g o a Ya u l o n t r l e t , atna fees aa elzr a iin á eirs. qel, auamne suscitaba la admiración y la doble admiración hacia aquel compañero que luchaba junto a nosotros, que no había nacido en esta tierra, que era un hombre de ideas profundas, que era un hombre en cuya mente bullían sueños de luchas en otra parte d lc n i e t .Ys ne b r o a u la t u s o a u ld s n e é ,a u l ad s o i i na e otnne i mag, qe lrim, qe eitrs qel ipscó hacer siempre lo más difícil, a arriesgar su vida constantemente. Fue así como se ganó los grados de Comandante y de Jefe de la Segunda Columna que se organizaba en la Sierra Maestra. Fue así como comenzó a crecer en su prestigio, como comenzó a adquirir su fama de magnífico combatiente que hubo de llevar a los grados más altos en el transcurso de la guerra. Che, era un insuperable soldado. Che, era un insuperable jefe. Che, era, desde el punto militar, un hombre extraordinariamente capaz, extraordinariamente valeroso, extraordinariamente agresivo. Si como g e r l e ot n au “ a ó d A u l s ,e t t l nd A u l se as e c s v a r s v urilr eí n tln e qie” se aó e qie r u xeia geii dad, era su absoluto desprecio al peligro. Los enemigos pretenden sacar conclusiones de su muerte. Che, era un maestro de la guerra. Che, era un artista de la lucha guerrillera. Y lo demostró infinidad de veces… Lo demostró sobre todo en su audaz ataque a la ciudad de Santa Clara, penetrando con una columna de apenas 300 hombres en una ciudad defendida por tanques, artillería, y varios miles de soldados de infantería. Por haberse influido profundamente en su conducta la idea de que los hombres tienen un valor relativo en la historia, la idea de que las causas no son derrotadas cuando los hombres caen. Y la i c n e i l m r h d l h s o i n s d t e e n s d t n r a t l c í a d l s notnbe aca e a itra o e ein i e eedá ne a ad e o pbe. ors Nuevos jefes surgirán. Y los hombres, los oídos receptivos, y las manos que se e t e d n n c s t r nj f sq es r i á d l sf l sd lp e l ,c m h ns r i ol s xina, eeiaá ee u ugrn e a ia e ubo oo a ugd o jefes en todas las revoluciones. Y es en ese campo, en el campo de las ideas, en el campo de los sentimientos, en el campo de las juventudes revolucionarias, en el camp d l i t l g n i ,e ,a a t d s sv r u e m l t r s e q en s t o s n i o l o e a neieca s pre e u itds iiae, n u oors etms a tremenda pérdida que para el movimiento revolucionario ha significado su muerte. Porque Che unía en su extraordinaria personalidad virtudes que rara vez aparecen juntas. Él descolló como hombre de acción insuperable, pero Che no fue sólo un hombre de acción insuperable. Che era un hombre de pensamiento profundo e inteligencia visionaria; un hombre de profunda cultura: es decir, que reunía en su persona al hombre de ideas y al hombre de acción. P re ol h l g d al sg n r c o e f t r sn s l s e p r e c a s sc n c o s e a eao a eeains uua o óo u xeini, u ooi mientos como soldado del pasado, sino, y a la vez, las obras de su inteligencia. Sus escritos, no dudamos de que pasarán a la posteridad como monumentos clásicos del pensamiento revolucionario… Los días reglamentarios de descanso, los dedicaba al trabajo voluntario… Como revolucionario comunista, verdaderamente comu-
  • 78. 80 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN n s a t n au ai f n t f e l sv l r sm r l s T n au ai f n t f e l c n i n i it, eí n niia e n o aoe oae. eí n niia e n a oceca de los hombres… ¿Cómo debemos mirar nosotros el ejemplo del Che? Acaso pensamos que lo hemos perdido. Cierto es que no volveremos a ver nuevos escritos. Cierto es que no volveremos a escuchar de nuevo su voz. Pero el Che le ha dejado al mundo un patrimonio, un gran patrimonio. Y de este patrimonio, nosotros que lo conocimos tan de cerca, seremos, debemos ser, en grados considerables, herederos suyos. Y éste fue: su pensamiento revolucionario. Y éste fue: sus virtudes revolucionarias. Y éste fue: su carácter, su voluntad, su tenacidad, su espíritu de trabajo. En una palabra, nos dejó su ejemplo. Y el ejemplo del Che debe ser un modelo para nuestro pueblo. El ejemplo del Che debe ser modelo ideal para nuestro pueblo. Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militantes, nuestros hombres; debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡Que sean como el Che! Si queremos expresar cómo queremos que sean los hombres de las futuras generaciones, debemos decir: ¡Que sean como el Che! Si queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestros niños, debemos decir sin vacilación: ¡Queremos que se eduquen en el espíritu del Che! Si queremos un modelo de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de hombre que pertenece a los tiempos futuros, de corazón digo que ese modelo, sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación: ¡Ese modelo es el Che! Si queremos saber cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón de vehementes revolucionarios: ¡Queremos que sean como el Che! Che se ha convertido en un modelo de hombre no sólo para nuestro pueblo, sino p r c a q i rp e l d A é i aL t n .C el e óas m sa t e p e i ne e t i i t aa ulue ubo e mrc aia h lv u á la xrsó l socsa r v l c o a i ,e e p r t d s c i i i r v l c o a i ,l c m a i i a d lr v l eouinro l síiu e arfco eouinro a obtvdd e eou c o a i ,e e p r t d t a a od lr v l c o a i .YC el e ól si e sd lm r i inro l síiu e rbj e eouinro h lv a da e axs mo-leninismo a su expresión más fresca, más pura, más revolucionaria. Ningún hombre como él en estos tiempos ha llevado a su nivel más alto el espíritu internac o a i t p o e a i .Yc a d s h b ed i t r a i n l s ap o e a i ,yc a d s inlsa rltro uno e al e nencoait rltro uno e busque un ejemplo de internacionalista proletario, ese ejemplo, por encima de cualquier otro ejemplo, es el ejemplo del Che. En su mente y en su corazón habían d s p r c d l sb n e a ,l sp e u c o ,l sc o i i m s l se o s o .Ys s n r eaaeio a adrs o rjiis o hvnso, o gíms u age g n r s e t b d s u s oav r i l p rl s e t d c a q i rp e l ,p rl c u ad eeoa saa ipet etra o a ure e ulue ubo o a as e c a q i rp e l ,yd s u s oav r i l e p n á e m n e yd s u s oav r i l i s ulue ubo ipet etra sotnaet, ipet etra ntantáneamente. Y así, sangre suya fue vertida en esta tierra cuando lo hirieron en diversos combates. Sangre suya por la redención de los explotados y los oprimidos, de los humildes y los pobres, se derramó en Bolivia. Esa sangre se derramó por todos los explotados, por todos los oprimidos. Esa sangre se derramó por todos los pueblos de América y se derramó por Vietnam.
  • 79. LIBRO DE CONSULTA 81 Porque él, allá, combatiendo contra las oligarquías, combatiendo contra el imperialismo, sabía que brindaba a Vietnam la más alta expresión de su solidaridad. Es por eso, compañeros y compañeras de la Revolución, que nosotros debemos mirar con firmeza el porvenir, y con decisión. Es por eso que debemos mirar con optimismo el porvenir, y buscaremos siempre en el ejemplo del Che la inspiración. L i s i a i ne l l z l i s i a i ne l t n c d d l i s i a i ne l i t a s g n a nprcó n a u, a nprcó n a eaia, a nprcó n a nrniec af e t a e e i oyl i s i a i ne e s n i i n oi t r a i n l s a E p re o i rne l nmg a nprcó n l etmet nencoait. s o s que nosotros en la noche de hoy, después de este impresionante acto, después de esta increíble –por su magnitud, por su disciplina y por su devoción– muestra multitudinaria de reconocimiento que demuestra cómo éste es un pueblo sensible, que demuestra cómo éste es un pueblo agradecido, que demuestra cómo este pueblo sabe honrar la memoria de los valientes que caen en el combate, que demuestra cómo este pueblo sabe reconocer a los que le sirven, que demuestra cómo este pueblo se solidariza con la lucha revolucionaria, cómo este pueblo levanta y tendrá siempre en alto y cada vez más en alto las banderas revolucionarias y los principios rvlcoais eouinro. Hoy, en estos instantes de recuerdo debemos elevar nuestro pensamiento y con optimismo del futuro, con optimismo absoluto en la victoria definitiva de los pueblos, le digamos al Che, y con él a los héroes que combatieron y cayeron junto a él: ¡ a t l v c o i ,s e p e ¡ a r aom e t :V n e e o ! Hsa a itra imr! Pti ure ecrms
  • 82. Esta Calavera tenía lengua y podía hablar Hamlet Shakespeare
  • 83. FORMAS LITERARIAS La manifestación que hacemos de nosotros, de nuestros pensamientos y sentim e t sp rm d od l l n u e c i as l a ae p e i ne c i a E c i i s g i ino o ei e a ega srt e lm xrsó srt. srbr infica comunicarnos mediante el ordenamiento de la lengua redactada. Porque escribir es redactar. Para expresarnos oralmente sólo es necesario dejar fluir nuestras ideas y hacerlas que concuerden con las palabras que pronunciamos. El hecho de pensar y hablar se va dando paralelamente. Para la expresión escrita hay dos condiciones que debemos tomar en cuenta: primero, que las ideas fluyen más rápidamente que la habilidad de escribir. Segundo, que las ideas deben transcribirse para ser asentadas por la lengua escrita. Conocer bien la concordancia y la sintaxis, usar adecuadamente los signos de puntuación, poseer un vocabulario considerable originado por la lect r ,d s r o l re s n i od a t c í i ayl p á t c c n t n e n sp r i i á ua earla l etd e uortc a rcia osat, o emtrn comunicarnos correctamente en forma escrita. Hay varias formas y géneros de expresión escrita de la lengua literaria. Las formas literarias fundamentales son la descripción, la narración, el diálogo y la exposición. La disciplina literaria que utiliza estas cuatro formas es el peroim. idso L dsrpin a ecicó Describir es detallar todo lo que puede percibirse de determinados personajes, lugares, hechos y circunstancias. La descripción ha de ser tan fiel y precisa que debe conseguir, mediante la sucesión de imágenes, que se logre ver el objeto descrito. En la descripción, el adjetivo es esencial, ya que caracteriza a los 85
  • 84. 86 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN p r o a e ,l sl g r s l sh c o ,e c ,q es d s r b n S np e i a e t l s esnjs o uae, o ehs t. u e ecie. o rcsmne o adjetivos los que dan el detalle de lo descrito. La descripción es el fondo de la ltrtr. ieaua Siempre debe evitarse la vulgaridad o la exageración, ya que dañan seriamente una buena descripción. Hay dos tipos de descripción: la objetiva y la subjetiva. La descripción es objetiva cuando el que escribe es simplemente espectador y muestra lo que ve, s ni c u re l d s r p i na r c a i n sp r o a e . i nli n a ecicó peicoe esnls La descripción es subjetiva cuando el que escribe incluye en la descripción, sentimientos que experimenta al estar frente a la persona, lugar u objeto que dsrb. ecie P r l d s r p i ne i d s e s b ed s r o l rv r o s n i o : aa a ecicó s nipnal earla ais etds S n i od o s r a i n U av ze e i oe o j t ad s r b r yp r l g a q e etd e bevcó. n e lgd l beo ecii, aa orr u el lector “vea” lo que se quiere describir, es necesario primero que hayamos visto profundamente y observado con detenimiento y precisión las personas, lugares o hechos que queremos describir. Si una descripción es mala, puede ser porque el que la escribió no supo observar suficientemente. El sentido de observación se logra fijando toda la atención, concentrándose y poniendo los cinc s n i o ,l v s a e o d ,e g s o e o f t ye t c o e l q ev ad s r b r e o etds a it, l ío l ut, l lao l at, n o u a eciis. Cualquier distracción perjudica. Entre mayor profundidad de observación se tenga, más fielmente se reflejará la condición de lo que se describe. S n i od r f e i n N e s f c e t o s r a .F s c m n ee n c s r ol e a etd e elxó. o s uiine bevr íiaet s eeai lgr siempre hasta el fondo de las cosas. Reflexionar es analizar, valorar. Nunca debemos quedarnos en la superficie, siempre hay que intentar llegar al fondo, bien sea de una persona, un lugar o un hecho. Hay que penetrar en toda su autenticidad y toda su belleza. Un personaje puede interesar a varios pintores de manera diferente. A los más superficiales podrá interesarles su porte, su forma de vestir, su manera de posar. A los más profundos no les bastará con e t ,s n i v s i a á yp o u d z r ns e p e i n l q es i t r o p o e t , so io netgrn rfniaá u xrsó, o u u neir ryca la finalidad que tiene dentro de la sociedad, lo que representa, lo que vive. En una palabra, lo que es. El primer retrato será un retrato fiel como lo puede ser una fotografía. El segundo retrato será realmente una obra maestra. Entre más sentido de reflexión desarrollemos, mayor calidad literaria adquir r n e t ad s r p i n iá usr ecicó. S n i o c í i o. D s u s d o s r a y r f e i n r s a r r p s n e t o p n o etd rtc epé e bevr elxoa e biá ao usr ut de vista. El punto de vista es cómo nosotros –quien escribe–, apreciamos y valoramos el objetivo a describir. Nuestro sentido crítico es lo más importante
  • 85. LIBRO DE CONSULTA 87 para los demás, ya que es posible que un mismo hecho pueda ser descrito de maneras muy distintas, de acuerdo con la agudeza del sentido crítico y puntos de vista. Nuestro modo de ver las cosas, nuestra forma de percibirlas, de acuerdo con la educación, trabajo, sensibilidad y emotividad de que somos capaces será lo que dé el tono humano a la descripción. Es condición fundamental ser verdaderamente sinceros con nosotros mismos y con los demás al desarrollar el sentido crítico. Él mismo nos dirá lo que debemos destacar y lo que debemos abandonar. Pero lo fundamental será nuest op n od v s as n u a yp r o a . r ut e it iglr esnl Sentido de organización. Habiendo desarrollado los sentidos anteriores tenemos ya la esencia para comenzar la descripción. El paso siguiente será llevarla a cabo, realizarla. Como toda iniciativa humana será preciso primero organizar un plan de trabajo, ordenando todo el material de datos, testimonios y sobre todo ver cuáles son nuestras ideas más importantes y cuáles las que pueden pasar a segundo término, esto es, seguir el orden lógico que creamos conveniente. No debemos perder de vista en este momento realzar los datos que provoquen mayor interés para que desde la primera línea de nuestra descripción captemos la atención del lector. También es fundamental tener muy en cuenta la intención que estamos persiguiendo: decir la realidad, la vida oral de lo dsrt. ecio Una vez que se ha observado y organizado la descripción, conviene advertir que debemos seleccionar las palabras precisas de acuerdo con el vocabulario que responda a lo que hemos decidido describir. En muchas ocasiones no es preciso decir todo lo que vemos, pero sí todos los detalles característicos que definen lo que escribimos. La lengua que utilizamos debe ser: Viva E t e u a l n u á i , r p d , c a a p l i a t y p á t c . L s p r a . so s n ega gl áia lr, aptne lsia o árfos deben ser cortos, bien estructurados, para mantener latente la descripción. L sp r a o l r o ,l n o yr p t t v sc n a ya a a p ra u r ra l c o . o árfs ags ets eeiio asn cbn o bri l etr Actual. Nuestro estilo debe corresponder definitivamente a la época que estamos viviendo. Más aún, debe contener una gran carga de realidad. Debe estar plenamente al servicio de nuestros contemporáneos. Debe ser entendido por todos sin desvirtuar el hecho y llegar a lo tendencioso. Escribir como lo hacían en el pasado es anacrónico. La lengua, como la realidad y los hombres, vive su éoa pc. Directa. El estilo debe ser conciso. Las palabras deben tener una función prec s ,e p c f c .N e n c s r o– a v i t n i ne p e a ,q es r p t l q e ia seíia o s eeai slo necó xrs– u e eia o u ya se ha dicho. Cada palabra debe aportar; si no es así, debe quedar fuera. Pala-
  • 86. 88 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN bra que no agrega, quita. Los párrafos deben tener limpidez; nada de pérdidas, vueltas y rodeos inútiles que no conducen sino al tedio. Cada párrafo debe ser consecuente al anterior y cada palabra descendiente de la que la precede. Atrayente. Si desde el principio hemos captado la atención del lector y si cuidamos, alimentamos y hacemos que esa atención se mantenga, de ninguna manera convendrá cometer errores que provoquen que se pierda. Debemos renovar continuamente el interés del lector. Favorecer y estimular sus emociones en un juego leal y respetuoso. Llevarlo de una situación a otra sin brusquedades, sino cautivada, sugestivamente. Además de la descripción literaria existen las descripciones de las demás artes: descripción pictórica, cinematográfica, musical, de danza o coreografía, tarl ectr. eta, téea Ejemplo: Relato que Baltasar Dromundo hace del asesinato oficial del general Emiliano Zapata en la hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de 1919. Cuando Emiliano regresó a Chinameca, preguntó inmediatamente por Palacios, a q i nh b ae v a op r r c g rc n om lc r u h sq el st n ao r c d sG a a d . ue aí nid aa eoe ic i atco u e eí feio ujro Con este motivo se presentó el capitán Ignacio Castillo, acompañado de un sargent ,yan m r d G a a d i v t a c u i l p r q ep s r a i t r o d l h c e o obe e ujro nió l adlo aa u aaa l neir e a ain da, “donde Guajardo estaba con Palacios arreglando la cosa del parque”. Todavía departieron con Castillo cerca de treinta minutos. Entretanto, Guajardo simulaba beber mezcal en la hacienda para tratar de emborrachar a Palacios, con quien conversaba, manifestándole su “camaradería” en el uso de palabras soeces. Después de nuevas y reiteradas invitaciones de Castillo, el héroe cedió: “Vamos a ver al coronel –dijo–; que vengan nada más diez hombres conmigo”. Montó el c b l oa a á q el r g l r p c a t sG a a d y s g i od s sl a e ,s d r g ó aal lzn u e eaaa oo ne ujro , eud e u els e iii a la hacienda. “Los demás quedaron sombreándose bajo las hojas de los árboles y con las carabinas enfundadas.” En la hacienda estaba impecablemente formada la guardia que iba a hacerle los honores al caudillo a su paso. El clarín tocó por tres veces “llamada de honor”. Se apagaban las últimas notas; el héroe pasaba el umbral, cuando esa misma guardia, obedeciendo la consigna recibida, volvió sus armas contra él y le disparó a quemarropa. Disparaban sobre Zapata desde las puertas, apostados en la azotea, desde el patio, desde todos los lugares donde podían hacer presa en él. Aún tuvo aliento el a ó t l p r l e a s l m n a l p s o a p r l m e t p r l z s g s o h c é pso aa lvre a ao a itl, eo a ure aaió u et, ain dl ce isatnaet. oe ar ntnáemne
  • 87. LIBRO 89 DE CONSULTA Había muerto el caudillo, el apóstol, el líder de los campesinos, de los peones indios y mestizos, el verdadero hombre puro de la Revolución, la única bandera de l c ap rl i e l g aa r r s ad l sd s e e a o . uh o a dooí gait e o ehrdds Su traje de charro iba llenándose rápidamente de sangre, que salía de su cuerpo por muchas heridas y que sobre las piedras y a la luz derecha del sol semejaba la última protesta del héroe. Junto a él, atravesado también por las balas y sin haber p d d d f n e s ,e t b s f e a i t n eA u t nC r é . oio eedre saa u il sset gsí ots Feliciano Palacios moría a manos de Guajardo cuando, al oír la primera descarga cerrada, inquirió sobre la causa de todo aquello: “Por esto”, dijo Guajardo al desenfundar su pistola, y la vació sobre el jefe zapatista. Cerca de mil hombres parapetad se b r a c s a t r yl a o s g í nd s a a d s b el sz p t s a c n t r a o , o n arna, lua ln, eua iprno or o aaits osends que en unos cuantos minutos cayeron muertos o tuvieron que batirse precipitadam n ee r t r d . et n eiaa Así murió Emiliano Zapata. Narración Tradicionalmente narrar es “escribir para contar los hechos en que intervienen las personas”. La narración es un conjunto de descripciones de hechos y acontecimientos en el tiempo y en el espacio. Narrar es contar una o varias acciones mediante un encadenamiento de escenas e imágenes. La diferencia entre desc i c ó yn r a i ne q el d s r p i nt e ev d e t r o yl n r a i nt e e rpin arcó s u a ecicó in ia xeir a arcó in vida interior. La descripción se contenta con el aspecto externo de las cosas o hechos percibidos por nuestros sentidos; en cambio, la narración va mas allá, hasta averiguar o conocer. Se une a las acciones, los sentimientos, el carácter y todo lo que puede impulsar a la creación del hombre. En la narración el verbo es fundamental, ya que a través de él se señalan y precisan las acciones que se rltn eaa. C H n e ,e s l b oL t c i ad le t l ,e t b e ed sl y sf n a e t l s . alt n u ir a énc e sio salc o ee udmnae para la narración: la unidad y el movimiento. Unidad. La unidad se logra con el punto de vista, o sea la idea que el narrador tiene de los hechos; el punto de vista del acoplamiento de las descripciones, donde las ideas útiles son conservadas y las inútiles rechazadas. M v m e t .L n r a i nn e f j ,d b m v r e d s r o l r e t a s o m r e oiino a arcó o s ia ee oes, earlas, rnfras. Al movimiento lo regula el interés que se logre del lector. Narrar es relatar hábilmente manteniendo continuamente la atención del lector. El interés se logra con base a tres principios: un buen comienzo, evitar explicaciones inform t v s e i a u f n lr t n o aia, vtr n ia oud.
  • 88. 90 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN • Un buen comienzo. Es esencial en toda narración comenzar bien. Un mal comienzo, débil, blando, explicativo, no permitirá llegar a ninguna parte. Hay que buscar un buen principio que puede ser una línea impactante, un h c oi p r a t ou ai e s g i i a i a E t a r e áyf j r l a e c ó eh motne n da infctv. so tar iaá a tnin d l sl c o e . e o etrs • E i a e p i a i n si f r a i a .E p i a n e i f r a n n t f c r m n s vtr xlccoe nomtvs xlcr o s nomr i oiia, eo aún ser obvio y mostrar desde el principio lo más esencial que debe quedar en sustancia. El secreto es descubrir siempre a medias. No descubrir del t d p r u e t t r i ac nl c r o i a .N r a e s g r r d c r e p i oo oqe so emn o a uisdd arr s uei, ei, xlc ram d a ,e e t f r as o l g a l c o ac l b r rc ne a t re l a eis n sa om e bia l etr oaoa o l uo n a comprensión de lo que quiere decirle el relato. • Evitar un final rotundo. Nunca hay que terminar rotunda, completamente. El final no debe ser definitivo, aplastante, seco. La mayoría de las veces el f n ld b s rr a ,b l o a t s i oym sb e i d t r i a o i p e i o E ia ee e el el, rítc á in neemnd, mrcs. n nuestra vida nada acaba de golpe, sólo la muerte, y a pesar de ello no tiene un final definitivo. En la vida todo acaba y no. Porque donde algo acaba a g p i c p a s c e ,s r g n r . lo rnii, e ra e eeea La narración debe ser esencialmente humana y por ello vigorosa, sincera, o i i a .L sa g m n o d l n r a i np e e s rl m t d s p r l v s ó d l rgnl o ruets e a arcó udn e iiao, eo a iin e hombre es ilimitada. Ejemplo: pasaje de El apando del escritor mexicano José Revueltas (191417) 96. Polonio ya no pudo soportar por más tiempo con la cabeza incrustada en el postigo, y decidió ceder el puesto de vigía para que Albino lo ocupara, pero al mirar de soslayo muy forzadamente hacia el interior de la celda, le pareció advertir movimientos extraños, a la vez que se daba cuenta de que El Carajo había cesado de gemir después de haberlo hecho sin parar desde que recibiera el puñetazo en el estómago. Con gran cuidado y lentitud, atento, precavido, se dobló la oreja que sobresalía del marco, para retirar hacia atrás la cabeza, con la preocupación de si, entretanto, Albino no habría terminado ya de estrangular al tullido. En realidad –pensó– no le faltaban razones para hacerlo, pero que esperara un poco, lo matarían entre los dos en circunstancias más propicias y cuando la droga ya estuviera segura e s sm n s n a t sn a u d n r d l c l a p e e p a p d í v n r eat e r n u ao, o ne i qí eto e a ed, us l ln ora eis ira y, lo quisieran o no, la madre de El Carajo contaba de modo principal en todo aquello. Era cuestión de pensar bien dónde y cuándo matarlo después (o despuesito si así lo quería Albino), pero todas las cosas en su punto. En efecto, se había
  • 89. LIBRO 91 DE CONSULTA puesto a gemir sin detenerse, desde que Polonio le propinara el puñetazo y el puntap é e u af r ai r t n e r p t d ,m n t n ,a t f c o a c nl q ee p e a as n i, n n om riat, eeia oóoa riiis, o a u xrsb i embozo alguno, en todos los detalles, la monstruosa condición de su alma perversa, ruin, infame, abyecta. Los golpes no habían sido para tanto y a más y mayores y más brutales estaba acostumbrado su cuerpo miserable, así que esta impostura del dolor, hecha tan solo para apiadar y para rebajarse, obtenía los resultados opuestos, una especie de asco y de odio crecientes, una cólera ciega, que desataba desde el fondo d lc r z nl sm sv v sd s o d q es f i r ae t e o i c e b e ys l i f i i e oaó o á io ees e u urea xrms nríls e e nlge ra algún dolor más real, más auténtico, capaz de hacerlo pedazos (y aquí un recuerdo de su infancia), igual a una tarántula maligna, con la misma sensación que invade los sentidos cuando la araña, bajo el efecto de un ácido, se encrespa, se encoge sobre sí misma –produce, por otra parte, un ruido furioso e impotente–, se enreda entre sus propias patas, enloquecida, y sin embargo no muere, no muere, y uno quisiera aplast r ap r t m o ot e ef e z sp r e l ,n s a r v ,l r s l ai p s b eh s ac s al eo apc in ura aa lo o e tee e eut moil at ai s l a s al o a . otre lrr Dáoo ilg La maestra María Elena Peniche Léger dice que cuando en la obra literaria una o varias personas exponen sus puntos de vista en forma de conversación, el procedimiento empleado es el diálogo. El autor desaparece entonces y queda tras los personajes que expresan sus ideas y afectos por sí mismos. El diálogo se construye anteponiendo un guión (—) a la palabra inicial de lo que dice cada uno los personajes. E d á o os u i i ae t d sl so r sl t r r a ,p r e l so r sd t a r l ilg e tlz n oa a ba ieais eo n a ba e eto se emplea mayormente. En el diálogo, tanto los verbos como los adjetivos y los sustantivos abstractos pueden jugar un papel fundamental de acuerdo con el sentido del diálogo mismo, puesto que el personaje que habla puede narrar, describir o exponer. Aquí lo fundamental es que lo haga por sí mismo y no a partir del autor. Ejemplo: EL DON QUIJOTE ( FRAGMENTO ) INGENIOSO HIDALGO DE LA MANCHA Mge d Crats iul e evne —La aventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco más des-
  • 90. 92 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN aforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que ésta es buena guerra y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la Tierra. —¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza. —Aquellos que allí ves —respondió su amo— de los brazos largos, que los s e e t n ra g n sd c s d sl g a . uln ee luo e ai o eus —Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, hacen andar la piedra del molino. —Bien parece —respondió Don Quijote— que no estás cursado en esto de las a e t r s e l ss ng g n e ,ys t e e m e o q í a ed a íyp n ee o a i ne e vnua; lo o iats i ins id, utt e h ot n rcó n l e p c oq ey v yae t a c ne l se f e ayd s g a b t l a ” sai u o o nrr o lo n ir eiul aal. Epscó xoiin En la exposición se manifiesta el pensamiento del redactor, de tal manera que al exponer un tema científico, literario, político o filosófico, se conocen sus puntos de vista, así como los datos necesarios para comprender el concepto q es e p i a u e xlc. Como medios expresivos en la exposición se utilizan especialmente los verbos y sustantivos abstractos, que son las categorías que permiten la manifestac ó d l si e sd la t r in e a da e uo. El procedimiento expositivo está más relacionado con la inteligencia que los sentimientos o emociones. La cualidad más importante en la exposición es la claridad. Como ejemplo presentamos el fragmento de una narración de Menéndez y Pelayo. Los medios que empleó Cervantes para realizar esta obra maestra del ingenio humano fueron de admirable y sublime sencillez. El motivo ocasional, el punto de partida de la concepción primaria, pudo ser una anécdota corriente. La afición a los libros de caballerías se había manifestado en algunos lectores con verdaderos rasgos de alucinación y aun de locura. El desarrollo de la fábula primitiva estaba en algún modo determinado por la parodia continua y directa de los libros de caballerías, de la cual poco a poco se fue emancipando Cervantes, a medida que penetraba más y más en su espíritu la esencia p é i ai d s r c i l q ee o l b o c n e í n yq el g a aa b r a s ,p rf n e otc netutbe u ss irs otna, u orb legre o i, n un templo digno de ella.
  • 91. LIBRO 93 DE CONSULTA UTILIZACIÓN Y DEFORMACIONES DE LA EXPRESIÓN ESCRITA “Toda obra maestra, literaria o pictórica, provocará en ínfimo nivel ridículas caricaturas”, dijo el pintor mexicano José Hernández Delgadillo a sus gratuitos atacantes. Las caricaturas son exageraciones de quien no alcanza a comprender algo o se queda lastimosamente en la superficie. Las grandes obras de la literatura, así como los artículos periodísticos más notables, tendrán a su vez abs r a c p a yf l i i a i n s E l d s r p i n e l n r a i nye l n v l , uds ois asfccoe. n a ecicó, n a arcó n a oea no es simplemente la historia lo que importa; ésta puede ser de segunda importancia. Lo fundamental es lo que el autor piensa, siente y proyecta cuando se c m n c c nn s t o .Q e a s e l e t r l d dd u at a ac a q i r e c n ouia o oors udre n a seiia e n rm uluea s oformarse con las sobras literarias. Las telenovelas, las radionovelas, las f t n v l s l sr v s a yt d e as r ed p i i i a e p e i n s n t e e y oooea, a eits oa s ei e rmtvs xrsoe, o inn a n d q ev rc nl l t r t r oc ne a t .E i u lf r ae t nl sh s o i t s aa u e o a ieaua o l re n ga om sá a itrea y revistas seudocómicas. No merecería mayor espacio el hablar de estas deformidades, si no tuvieran tan exagerada y multiplicada difusión. Y no es simplemente por la avidez irrefrenable de especuladores sin escrúpulos. El peligro radica esencialmente en que son el más cobarde y velado vehículo de enajenación y embrutecimiento c l c i o C e e e t d o ad le p r t e i p s b l t r e m sa n c s r r e oetv. ar n sa rg e síiu s moiiias, á ú, atas para llegar a comprender, analizar y enfrentar la propia realidad humana y social. Nada crea un concepto más falso de la realidad que estas deformidades. En los países con mayor grado de opresión, incultura y enajenación, estas deformaciones no solamente son permitidas sino hasta auspiciadas por las autoridds ae. Proim eidso Periodismo es la disciplina literaria que informa los hechos. Todo hecho que ataña a la colectividad es importante. Todo hecho importante es noticia. El periodismo se basa en la noticia, que es todo cuanto el lector debe y necesita saber. Es aquello de lo que el público quiere hablar. La mejor noticia es la que provoca mayores comentarios y polémicas, la que interesa a mayor cantidad de personas. El periodismo va dirigido a toda la colectividad, y quien haga periodismo debe tomar en cuenta su compromiso auténtico y real con la comunidad. Informar un hecho dentro de la más estricta verdad es el trabajo del periodista. El periodista debe ser consciente de que su opinión influirá en el pensamiento
  • 92. 94 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN d ll c o yp re l d b s rl a yd g oa i f r a l yo i n a l .L n t c a e etr o lo ee e el in l nomre retro a oii debe ser actual, puesto que informa de los hechos que acontecen momentos antes de que se redacte el artículo. La noticia debe tener dos condiciones fundamentales: debe ser breve y completa. Breve. La redacción de la noticia requiere brevedad, por economía de tiempo, de papel y por redundar en la mayor atención del lector. Una noticia, un artículo árido y extenso se hace cansado. No se lee. Toda noticia debe ir precedida de un resumen inicial que deberá contener lo esencial de la información. Después, el desarrollo en detalle de dicha información. Los titulares y los encabezados son precisamente resúmenes de la noticia en una línea. Completa. La noticia, aunque breve, debe contener toda la información que permita el conocimiento del suceso para formarse un criterio. Es importante señalar que todos los principios de expresión escrita y del estilo deberán aplicarse a fin de lograr una redacción correcta, ágil y directa. El único contacto entre el hecho y el lector es la información que proporciona el periodista. Es importante plantearse varias cuestiones antes de redactar una información, bien sea en materia periodística o simplemente informativa de cualquier otra actividad. Martín Vivaldi plantea las siguientes preguntas a las que debe responder la información: • ¿Quién? – Sujeto de la información. • ¿Qué? – El hecho, lo que ha sucedido. • ¿Cómo? – El método, la manera de producirse el hecho. • ¿Dónde? – El sitio, el lugar o donde se produjo el acontecimiento. • ¿Cuándo? – Factor tiempo. Año, día, hora, minuto. La precisión de la fecha depende del hecho. • ¿Por qué? – La causa fundamental que nos da razón de lo que ha pasado. Y más adelante ejemplifica estos elementos: • E s j t ( u é ) “ lf m s t r r M r n t d H e v . l ueo qin. E aoo oeo oeio e ula” • E h c o ( u ) “ terremoto de escasa duración f e a v r i o e l t r e d l e h q é . Un u detd n a or e cnrl” oto. • El modo (cómo). “Vestido de chino, pretendió entrar en el palacio.” • El lugar (dónde). “En un taxi, dio a luz un niño”. (Se refiere a la madre.) • El tiempo (cuándo). “A las 11 de la noche, tras seis horas de deliberación, terminó el Consejo de Guerra.” • L c u a ( o q é . “ cigarrillo encendido a r j d a u c b d g s l n . a a s p r u ) Un roao n uo e aoia”
  • 93. LIBRO DE CONSULTA 95 C n i i n sd l n t c a odcoe e a oii Una noticia bien redactada debe reunir las siguientes condiciones: Ser veraz. Quien la redacte debe participarnos de su verdad y auténtica sincer d d t lc m é l v yl c n i e ia, a oo l a e a ocb. Ser exacta. Debe responder a la realidad lo más fielmente posible. Después de haber observado, seleccionado y estimado los hechos. S ri t r s n e D b b s a s s e p el e e c a l s s a c a l f n a e t l e neeat. ee ucre imr a sni, a utni, o udmna q ec n t t y l n t c ayh c ré t á i ys g s i a u osiue a oii ae sa gl uetv. Ser completa. En otras palabras, responder a los seis puntos planteados anteromne iret. S r c a a. E t e , l l n u q e s u i i e d b e t r a a c n e y l c m r n e lr so s a ega u e tlc ee sa l lac a opesión de todos. Exponer los conceptos expuestos limpia y directamente. La redacción correcta y nunca un vocabulario demasiado técnico o científico. P r e p i c p l sd u p r ó i o ats rniae e n eidc Las principales secciones de un periódico son: •Eioil dtra • Información política y económica internacional • Información política y económica nacional • A t c l sd f n o( u t r l s ríuo e od cluae) • Sección deportiva • Sección de espectáculos • S c i np l c a a ecó oiic • Sección de sociales • Sección de avisos • Sección humorística Cada una de estas secciones tiene una finalidad determinada y específica. Por lo que se refiere a las personas que intervienen en la elaboración de un próio picplet sn eidc, rniamne o: • Cuerpo directivo • Cuerpo de redacción
  • 94. 96 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN • Reporteros y corresponsales • C í i o yc m n a i t s rtcs oetrsa •F t g a o oórfs • Otros colaboradores Todos ellos permiten que el periódico sea un medio de información escrita dirigido al público, y pretenden formar un criterio general al que llaman “opinó pbia. in úlc” Ejemplo: Copiamos el breve y fogoso artículo de Beatriz Münch publicado en 1974. LUCHAR NO ES PRIVILEGIO DE LOS HOMBRES Como todo el pueblo de México sabe, un grupo de obreras que ha sostenido un largo y duro movimiento lo constituyen las obreras de Medalla de Oro de Monterrey. Represiones de todo tipo, desde el despido injustificado y masivo hasta haber sido golpeadas por granaderos en pleno Paseo de la Reforma el 18 de noviembre de 1972, cuando realizaban una marcha para exigir sus derechos. Las 200 trabajadoras han exhibido a las autoridades laborales. Despedidas desde octubre de 1972, han sido engañadas y enfrascadas en contiendas legalistas, ordenadas por los ricos emp e a i saj e e yd l g d s rsro ucs eeao. En todo ese tiempo se les ha respondido con simples declaraciones en papel, destinándolas a la muerte por hambre. Como si esto fuera poco, la CTM, obede, ciendo al patrón de Medalla de Oro cerró la fábrica sin importar las familias de las t a a a o a ,d j n o a e l c l es ns s e t n f e t d t a a o rbjdrs eádls n a al i utno i une e rbj. No hay día que pase sin que en el país haya nuevos estallamientos de huelga. Si bien es cierto que esto obedece a la única respuesta de los trabajadores a su negación y el alto costo de la vida, también obedece a que han adquirido la más elemental toma de conciencia. Obreros, maestros, campesinos, trabajadores de la Universidad, colonos y estudiantes progresistas se ven diariamente vinculados en contiendas c n r l si t r s sd e p e a i s i d s r a e yb n u r s C e m sq e h l e a ota o neee e mrsro, nutils aqeo. reo u a lgdo el momento de que estos problemas que atentan a la supervivencia, sean resueltos. Hoy más que nunca es necesaria la unidad entre todos los sectores desposeídos, estos que numéricamente son mucho mayores que los que constituyen los ricos en el país. Hoy más que nunca es importante la interacción de dichos sectores y su organización popular para hacer frente a los ataques despiadados de los que diariamente hacen imposible vivir. La verdadera solidaridad consiste en actividad, en acción, en m l t n i ,e t a a oc n r t ye u i i a i n iiaca n rbj oceo n nfccó.
  • 95. LIBRO DE CONSULTA 97 El llamamiento lo han hecho las trabajadoras de Medalla de Oro, S.A. de Monterrey, el primer grupo numeroso de mujeres que dio aliento a la lucha de los trabajadores y al movimiento obrero de hoy. Compañeras que se han dado cuenta de que exigir los derechos laborales de ninguna manera es privilegio de los hombres; que la trabajadora, la maestra, la campesina, la estudiante y la madre deben ser participantes activas y propiciar el cambio de sistema de nuestro país. D f r a i nd lp r o i m eomcó e eidso Hemos señalado que para tener derecho a redactar un artículo periodístico, debe reunirse verdad, autenticidad, nobleza, dignidad, responsabilidad y sentido de trabajo para la comunidad. En nuestros días, la mayoría de los que se dedican al periodismo carecen de algunos o de todos estos atributos; utilizan el periodismo como un negocio que vende palabras, a cambio de beneficios económicos. El periodismo nunca debe ponerse al servicio de las clases poderosas, de los explotadores, de los demagogos o de los tiranos. El periodista que vende su expresión, trafica con la verdad, falsea los hechos y comercia con las ideas desorientando, confundiendo y corrompiendo la opinión pública, es un traidor no sólo a los principios literarios sino a él mismo, y lo más grave aún, traidor hacia su propio pueblo. El periodismo no es ni adaptación de los hechos según convenga a los manipuladores ni medio de enajenación colectiva. El periodismo no son halagos gratuitos a seudopolíticos y enriquecidos. El periodismo es juicio, razonamient ,v r a ,a t n i os n i od s r i i s c a . o edd uétc etd e evco oil Cmnai oetro Dentro de la expresión escrita del periodismo, además de la información de l n t c a e t e c m n a i .C m n a e i t r r t r e j i i ryo i a .I t r a oii, sá l oetro oetr s nepea, nuca pnr nepretar lo sucedido, aprender la lección del hecho y prever que no vuelva a acontecer, si atenta contra la integridad ciudadana. El comentario requiere agudeza crítica para saber lo que es trascendente y lo que tiene poca importancia; req i r p r o a i a ,os a f r e ayc n i c ó d j i i ;r q i r c l u ays uee esnldd e, imz ovcin e uco euee utr e d b t a u i e ac l u aan v ld c m r n i nd t d s R q i r v l r c a d ee rdcr s utr ie e opesó e oo. euee ao, uno necesite enjuiciar y condenar algún hecho o a quienes lo ocasionaron atentando contra los demás. Requiere independencia de juicio para forjar la opinión, para
  • 96. 98 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN percibir y para tener la suficiente visión de lo que puede sobrevenir. Requiere sentido histórico y filosófico para abarcar lo que acontece y fundamentar la posición que debe adoptarse. Pero sobre todo, el comentario nunca debe ser derrotista, conformista o enajenado; sino positivo, vigoroso y siempre señalar una posible solución o salida. Un excelente comentario se encuentra en los terrenos del ensayo, que más tarde estudiaremos. No se puede redactar una noticia o un comentario si no se conoce el tema que se abordará. GÉNEROS LITERARIOS Antes de estudiar los géneros literarios es conveniente hacer una distinción. La expresión escrita puede manifestarse en verso o en prosa, ya que la mayoría de los géneros literarios puede tener una u otra forma. D f r n i se t ev r oyp o a ieeca nr es rs Verso y prosa son los dos tipos de expresión con los que el escritor utiliza la lengua literaria. Verso es la lengua sometida a un ritmo determinado que se repite con regularidad. También se llaman versos cada una de las líneas en que se dispone una composición. Prosa es la forma natural de la lengua no sujeta a medida o cadencia. Es el modo habitual de expresión. e srtr rslñ rnic E e p o d p o a e l Cartilla del campesino d l e c i o b a i e o F a c s o jml e rs s a Juliao. Transcribimos dos fragmentos. Después de la Guía, del ABC y del Mensaje, te mando, campesino, esta Cartilla. Tengo una buena noticia para darte. Tu enemigo cruel –el latifundio– no anda bien de salud. Y te garantizo que la enfermedad es grave. No tiene remedio. Morirá echando espuma por la boca, como un perro rabioso. O como un león viejo que perdió las garras. Morirá como murió en China, un país muy parecido a nuestro Brasil. Morirá como fue muerto en Cuba donde el gran Fidel Castro entregó a cada campesino un fusil y dijo: “Democracia es el gobierno que arma al pueblo”. Yo estuve allá y lo vi todo, campesino. En Cuba no hay más “cambao” ni “media” ni “tercio” ni “vale del barrancón” ni capangas. En aquella isla liberada nadie arranca m sl sp a t o .N d r i al sc s s N e h e g n d e l sc l i o .N c b ap r á o lnís i erb a aa. i ca l aao n o utvs i or o un cuadro de tierra 150 kilos de algodón. No hay más “engaño de vara” ni “engaño
  • 97. LIBRO DE CONSULTA 99 d l p z ,c m a u .Y e t v a l yv t d c a i o L t e r ,a o a e d q i nl e ái” oo qí o sue lá i oo lrt. a ira hr, s e ue a trabaja y no de quien hace uso de ella para esclavizar. Como todavía sucede aquí. Allá el campo que era viejo y triste se está volviendo nuevo y alegre. Todo, ahora, se transformó en cooperativa. Cada campesino tiene una casa de ladrillo y teja. Con el mobiliario nuevo en hoja. Hasta las imágenes de los santos son nuevas. La mujer no da más a luz en una estera o en un canasto de varas, sino en la maternidad. El médico vive en el campo. Y no faltan remedios. Ni escuelas. Ni semillas. ¿Sabes, campesino, cómo ocurrió ese milagro? Este milagro se hizo a causa de la “unión” de los campesinos. Se unieron todos aF d lC s r p r a a a c nl t r n a c ne c p n a c nl m d a c ne t r i , ie ato aa cbr o a iaí, o l aag, o a ei, o l eco con la sardina podrida, con la emigración, con el atraso, con la miseria. El hambre no lleva más al niño al cementerio ni a la moza a la perdición ni al hombre a la e c a i u n a v e oal p e t d l i l s aoal e t c ó d lf r o a r lc nl m n slvtd i l ij a ura e a gei a sain e ercri o a ao tendida para pedir limosna por el amor de Dios. Fue la unión lo que terminó con todo eso en Cuba. Y así también fue en China. Y será aquí en el Brasil. Te digo y te repito, campesino, como te dije en la Guía: separado, serás una gota de agua; unido, serás una catarata. Mientras marchas solo, tu enemigo se burla de tu debilidad, aumenta la renta que pagas, echa el ganado en los sembrados, arranca tus cultivos, derriba tu choza, te obliga a dar “cambao” o te expulsa de la tierra, aplasta tu derecho y mata tu libertad. No se puede esperar mucho de la justicia cuando ella dice que no hay otro camino sino cumplir con la ley. Es que el juez acepta siempre lo que está escrito. No se rebela. Descansa su conciencia sobre la ley. Y de eso vive. ¿Cuál es el camino? Cambiar la ley. ¿Y cómo cambiar la ley? Con la unión de todos. Con el movimiento de la masa. Con la presión. Para eso existe la Liga. Para eso debe haber unión. Si la violencia del capanga y la opresión de la policía no te vencen, ya que tienes una gota de luz en tu conciencia y estás pronto a morir por tu libertad, el latifundio se vale del nombre de Dios. ¿Cómo? Te explico. El latifundio dice así: “Dios castiga a a u lq es r b l c n r é .S u oe r c yo r e p b e s u ot e et e r yo r qe u e eea ota l i n s io to s or, i n in ira to no, si uno debe trabajar con la azada para dar el ‘cambao’ y el otro se mantiene y se enriquece con el fruto de ese ‘cambao’, si uno vive en un palacio y el otro en una choza, es porque Dios quiere. Quien se rebela contra eso se rebela contra Dios. S f el sc s i o d lc e o p s e g e r ,h m r .Yc a d m e ev a i f e n .E ur o atgs e il: et, ura abe uno ur a l niro l pobre debe ser pobre para que el rico sea rico. El mundo siempre fue así. Y ha de ser siempre así. Es Dios quien lo quiere.” Así habla el latifundista, campesino. Usa el nombre de Dios para asustarte. Porque tú crees en Dios. Pero ese Dios del latifundista no es tu Dios. Tu Dios es manso como un cordero. Se llama Jesús Cristo. Nació en un establo. Vivió entre los pobres. Se rodeó de pescadores, campesinos, obreros y mendigos. Quería la liberación de todos ellos. Decía que la tierra debía ser de quien la trabaja. Y que el fruto era
  • 98. 100 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN común. Suyas son estas palabras: “Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico salvarse.” Porque dijo éstas y otras cosas fue crucificado p rl sl t f n i t sd s t e p ;h ys r af s l d .S n l e c r a a e u a i o o o aiudsa e u imo o eí uiao i o o nerrn n n sl d lcs e oo. O preso como comunista. Escucha bien lo que te digo, campesino. Si un cura o un pastor te habla en nombre de un Dios que amenaza al pueblo con peste, guerra y hambre, rayos y centellas y aun con el fuego del infierno, sabe que ese cura o ese pastor son títeres del latifundio. No es un ministro de Dios. Ese cura es falso. Ese pastor no sirve. El padre verdadero o el pastor bueno es aquel que se levanta para decir: “Dios hizo la tierra para todos pero los más audaces se apoderaron de ella. Ganarás el pan con el sudor tu frente y no con el sudor de la frente ajena. Nadie debe ser esclavo de nadie. Ni un pueblo de otro pueblo. Ni un hombre de otro hombre. Porque todos son iguales delante de la ley. Y delante de la naturaleza. Y delante de Dios. Si esto es comunismo, entonces Dios es comunista. Porque eso es lo que dice la Sagrada Escritura. Y Cristo. Y todos sus apóstoles.” Durante muchos siglos el verso fue la forma usual en las manifestaciones l t r r a .L p o aa c n ac t g r al t r r ae n e t oi i m c ne C d g d ieais a rs laz aeoí ieai n usr doa o l óio e l sS e eP r i a d A f n oXe e s g o X I .E v r op e es rr m d ol b e a i t a t d s e l o s n l i l II l e s u d e i a o i r . V r or m d es iao El verso rimado está sometido a una serie de reglas que combinan la lengua en periodos rítmicos fijos, la repetición de determinados elementos: acentos, pausas, sonidos y su conjugación para lograr determinada métrica. Todo esto señalará el tipo de poema: décima, soneto, lira, romance, etcétera. El verso rimado puede tener rima tradicional o ser moderno y revolucionario como el Romance de la guardia civil, del poeta español Federico García Lorca, poema que le costó la vida al ser asesinado por los fascistas de la falange franquista en 1936. ROMANCE DE LA GUARDIA CIVIL ESPAÑOLA A Juan Guerrero C n u g n r ld l P e í ósl eea e a osa Los caballos negros son. Las herraduras son negras. Sobre las capas relucen
  • 99. LIBRO 101 DE CONSULTA manchas de tinta y de cera. Tienen, por eso no lloran, de plomo las calaveras. Con el alma de charol v e e p rl c r e e a inn o a artr. Jorobados y nocturnos, por donde animan ordenan silencios de goma oscura y miedos de fina arena. P s n s q i r np s r aa, i uee aa, y ocultan en la cabeza una vaga astronomía d psoa icnrts e itls nocea. * ¡Oh ciudad de los gitanos! En las esquinas banderas. L l n yl c l b z a ua a aaaa con las guindas en conserva. ¡Oh ciudad de los gitanos! ¿Quién te vio y no te recuerda? Ciudad de dolor y almizcle, c nl st r e d c n l . o a ors e aea * Cuando llegaba la noche, noche que noche nochera, l sg t n se s sf a u s o iao n u rga f r a a s l syf e h s ojbn oe lca. Un caballo malherido, l a a aat d sl sp e t s lmb oa a ura. Gallos de vidrio cantaban por Jerez de la Frontera. El viento vuelve desnudo l e q i ad l s r r s , a sun e a opea en la noche platinoche noche, que noche nochera.
  • 100. 102 TALLER * La Virgen y San José p r i r ns sc s a u l s edeo u atñea, y buscan a los gitanos p r v rs l se c e t a . aa e i a nunrn La Virgen viene vestida c nu t a ed a c l e a o n rj e lads de papel de chocolate c nl sc l a e d a m n r s o o olrs e leda. San José mueve los brazos bajo una capa de seda. Detrás va Pedro Domecq c nt e s l a e d P r i . o rs utns e esa La media luna, soñaba u é t s sd c g e a n xai e iüñ. E t n a t syf r l s sadre aoe i v d nl sa o e s nae a zta. P rl se p j ss l o a o o seo olzn b i a i a s nc d r s alrns i aea. Agua y sombra, sombra y agua por Jerez de la Frontera. * ¡Oh, ciudad de los gitanos! En las esquinas banderas. Apaga tus verdes luces q ev e el b n m r t . u in a eeéia ¡Oh ciudad de los gitanos! ¿Quién te vio y no te recuerda? D j d al j sd lm r eal eo e a, s np i e p r s sc e c a . i ens aa u rnhs * Avanzan de dos en fondo al c u a d l f e t . a idd e a isa Un rumor de siemprevivas i v d l sc r u h r s nae a atcea. DE LECTURA Y REDACCIÓN
  • 101. LIBRO 103 DE CONSULTA * Avanzan de dos en fondo. Doble nocturno de tela. E c e o s l sa t j , l il, e e noa u av t i ad e p e a . n irn e suls * La ciudad libre de miedo, m l i l c b s sp e t s utpiaa u ura. Caet gada cvls urna uris iie e t a as c p re l s nrn ao o la. L sr l j ss p r r n o eoe e aao, ye c ñ cd l sb t l a l oa e a oels se disfrazó de noviembre para no infundir sospechas. Un vuelo de gritos largos s l v n óe l sv l t s e eat n a eea. L ss b e c r a l sb i a o als otn a rss q el sc s o a r p l a . u o acs toeln Por las calles de penumbra h y nl sg t n sv e a ue a iaa ijs con los cabellos dormidos y las orzas de monedas. P rl sc l e e p n d s o a als miaa s b nl sc p ss n e t a , ue a aa iisrs dejando atrás fugaces r m l n sd t j r s eoio e iea. En el portal de Belén l sg t n ss c n r g n o iao e ogea. S nJ s ,l e od h r d s a oé ln e eia, amortaja a una doncella. Tercos fusiles agudos por toda la noche suenan. La Virgen cura a los niños c ns l v l ad e t e l . o aiil e srla Pero la Guardia Civil avanza sembrando hogueras, donde joven y desnuda
  • 102. 104 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN la imaginación se quema. Rosa la de los Camborios, gime sentada en su puerta con sus dos pechos cortados puestos en una bandeja. Y otras muchachas corrían p r e u d sp rs st e z s esgia o u rna, en un aire donde estallan rosas de pólvora negra. Cuando todos los tejados ea sro e l ter, rn ucs n a ira el alba meció sus hombros e l r op r i d p e r . n ag efl e ida * ¡Oh, ciudad de los gitanos! L G a d aC v ls a e a a uri ii e lj p ru t n ld s l n i o n úe e ieco m e t a l sl a a t c r a . inrs a lms e ecn ¡Oh, ciudad de los gitanos! ¿Quién te vio y no te recuerda? Que te busquen en mi frente. Juego de luna y arena. V r ol b e es ir Como su nombre lo indica y sin condicionamiento alguno, como la propia libertad, el verso libre nace abierto y espontáneamente. No tiene más forma que la de su creador. Su lengua es voluntaria, emotiva y directa. Las líneas pueden ser cortas o largas. En cuanto a su longitud, puede ser breve o extenso. El verso libre es el verso actual. Es como la tierra que puede ser cultivada en mayor o menor extensión de acuerdo con la decisión y fuerza de trabajo del campesino. El verso libre rechaza los rebuscamientos, las complicaciones y los culteranismos. Se ofrece como el resumen de la lengua de todos. El ejemplo de verso libre es el poema Su nombre, Ho Chi Minh, puede ponerse en versos, del poeta cubano nacido en 1909, Félix Pita Rodríguez.
  • 103. LIBRO 105 DE CONSULTA SU NOMBRE , HO C HI MINH, PUEDE PONERSE EN VERSOS Hay aquellos que luchan una hora y son buenos. Hay quienes luchan un año y son mejores. Hay aquellos que luchan muchos años y son muy buenos. Pero pocos lca l vd etr. uhn a ia nea Esos son los imprescindibles. BERTOLT BRECHT Porque usted, presidente Ho Chi Minh, poeta Ho Chi Minh, sereno campesino vietnamita Ho Chi Minh, t e es t n ays e ea o d l c ae v d e t r , in eet it ñs e uh n ia nea y porque usted ha dejado de ser todos sus nombres, una voz, un aliento, una mirada, para ser solamente y nada menos q et e r ys n r yh e o d l p t i . u ira age uss e a ara Y porque a usted le duelen las heridas de cada niño de Vietnam mutilado por los yanquis, y cada cabaña destruida por los pilotos del Pentágono deja sin techo a su corazón. Porque en cada aldea arrasada por el napalm de Norteamérica un pedazo de su pecho se abrasa dolorosamente, su nombre, Ho Chi Minh, puede ponerse en versos. Porque usted sufrió todas las hambres de ayer y murió dos millones de veces durante la hambruna de 1944. Porque usted ha vestido todas las ropas remendadas y caminó descalzo con cada pie desnudo de Vietnam. Y porque almacenó la humillación de todos, y porque recibió los golpes todos que recibió su pueblo, en la época en que los colonos franceses mezclaban la hulla de Hongai con la sangre de los mineros (vietnamitas, y mezclaban el caucho del sur con la sangre de los peones (vietnamitas, y mezclaban el arroz de los deltas con la sangre de los campesinos (vietnamitas,
  • 104. 106 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN para convertirlos en más oro. Porque usted se sintió agostar y morir con las sequías en cada arrozal muerto de sed, un año y otro año, y cargó sobre su corazón cada planta asesinada por las inundaciones un año y otro año su nombre, Ho Chi Minh, puede ponerse en versos. Porque usted estuvo allí entre los coolies de Shangai y Cantón, midiéndoles el hambre y la desnudez y en África del Sur midió la desnudez y el hambre de los parias de la India, que iban en busca de su pan. Porque usted estuvo con los peones que excavaban su propia tumba, cuando excavaban el canal de Panamá. Y fue así como vio que el hombre era uno y su hambre también una, y así como supo que uno solo había de ser su odio y uno su camino. Por todas estas cosas y por muchas otras q ee d f c le c r a e j u a d p l b a . u s iíi nerr n als e aars Y porque para usted la dignidad del hombre e m sa t q ee p n m sa t q el g o i , s á la u l a, á la u a lra más alta que la propia supervivencia, su nombre, Ho Chi Minh, puede ponerse en versos. A usted puede cantársele como se canta al mar y a las montañas, al Mekong y al río Rojo. De usted puede decirse lo que se dice de la bahía de Along, de Dien Bien Phu, de la pagoda de Cot Mot o de los arrozales de los deltas. Por todo eso puede hablarse de usted con las mismas palabras con que se habla de los bambúes o de los grandes árboles d lth. e icí Porque cantarle a usted, presidente Ho Chi Minh, poeta Ho Chi Minh, sereno campesino vietnamita Ho Chi Minh, es cantarle a la tierra hermosa y atormentada de Vietnam. A la tierra de Vietnam, que no tiene ya la forma de la vara de bambú con una cesta en cada extremo, sino la forma gloriosa de la única puerta por la que puede entrarse al mundo del futuro. En la misma forma en que un artista plástico puede recurrir a diversas posibilidades para expresar sus sentimientos: pintura, escultura, grabado, etc., el
  • 105. LIBRO 107 DE CONSULTA escritor cuenta con distintas posibilidades para comunicarse. Estas diferentes maneras se conocen con el nombre de géneros literarios. Los géneros literarios agrupan distintas clases de obras con características s m j n e .O i i a m n es nt e l sg n r s p e í ,d d c i ayo a o i .D eeats rgnlet o rs o éeo: osa iátc rtra e ellos sólo nos referiremos al primero y otros posteriores, en clasificación. Hay que aclarar que la palabra género ha ampliado tanto su semántica que ya comúnmente suele llamarse géneros a los subgéneros o especies de los mismos. D e l se t d a e o :p e í é i a l r c ,t a r ( r m t c ) c e t ,n v l y e lo suirms osa pc, íia eto daáia, uno oea ensayo. Es importante señalar que no existe ningún género ni subgénero puro. Todos se entremezclan, aunque siempre predomine uno. Peí osa Edgar Allan Poe decía: “La música combinada con una idea, es poesía, la música sin la idea es simplemente música, la idea sin la música, es prosa.” Poesía es e g n r l t r r od n ee a t rp r i i ai e s s n i i n o ,s n i i i a y l éeo ieai od l uo atcp da, etmets esbldd sentidos entendidos en un poema. El poema es un extracto de la realidad del hombre. Detrás de las formas externas siempre existe otra cosa, a veces mister o a d f c ld e p e a ,d f c ld v rop r i i p rl sd m s L p e í e l is, iíi e xrsr iíi e e ecbr o o eá. a osa s a concisión del propio ser, la precisión del vivir, la relación del hombre con todo lo conocido y desconocido. Lo que constituye la poesía es la expresión de la realidad y la belleza, sus creaciones, sus imágenes, pero ante todo su entrega. Lo que ha existido y lo que puede existir es contemplado por la poesía. Algunos llaman poesía a toda composición escrita en verso. Su nombre correcto es poema. La poesía, por la forma de su elocución, se divide en tres g n r s é i a l r c yd a á i a( e t o . éeo: pc, íia rmtc tar) Éia pc Narra poéticamente hechos y sucesos exteriores al espíritu del poeta. Inicialmente la épica fue invención de seres heroicos, después se convirtió en r a i a i nye o a i nd l sh r e .L sj g a e r c g a l t a i i np p l r elzcó vccó e o éos o ulrs eoín a rdcó oua y sus hazañas, como los antiguos aedas, y con ellos integraban sus cantos. El poema épico es heroico de interés universal y presenta a los héroes populares
  • 106. 108 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN epopéyicamente. Desde el Cid y Rolando hasta nuestros días, la poesía épica se nutre con las hazañas, el coraje y la sangre de los grandes hombres. Ejemplo de poema epopéyico es el siguiente fragmento del Canto Segundo de La Araucana de Alonso de Ercilla y Zúñiga (1533-1594). Caciques, del Estado defensores codicia del mandar no me convida a pesarme de veros pretensores de cosa que a mí tanto era debida; porque, según mi edad, ya veis, señores, que estoy al otro mundo de partida; mas el amor que siempre os he mostrado a bien aconsejaros me ha incitado. ¿Por qué cargos honrosos pretendemos y ser en opinión grandes, temidos, pues que negar al mundo no podemos haber sido sujetos y vencidos? Y en esto averiguarnos no queremos, estando aún de españoles oprimidos; m j rf e ae af r ae e u a l eo ur s ui jctla c n r e f e oe e i oe l b t l a ota l ir nmg n a aal. ¿ u f r re e v e t o ¡ h a a c n s , Qé uo s l usr, o, ruao! q eap r i i no l e as ns n i o u edcó s lv i etd? ¿Contra vuestras entrañas tenéis mano yn c n r e t r n e r s s i l ? o ota l iao n eitlo ¿ e i n ot nag l eal sc i t a o , Tned a op o rsins v l é sc n r v s t o e c c i l ? ovi ota oors l uhlo Si gana de morir os ha movido no sea en tan bajo estado y abatido. Volved las armas y ánimo furioso a los pechos de aquéllos que os han puesto en duda sujeción, con afrentoso partido, a todo el mundo manifiesto; lanzad de vos el yugo vergonzoso; mostrad vuestro valor y fuerza en esto.
  • 107. LIBRO 109 DE CONSULTA Un poema épico de principios del siglo pasado es Mi primero de mayo, escrito en 1918 por el poeta soviético Vladimir Miacovsky (1893-1930). A todos, l sq em r h np rl sc l e , o u aca o a als yd t e e l sm q i a yt l e e . einn a áuns alrs A todos, d s o o d l e a an e t af e t , eess e lgr usr isa c nl se p l a c r a a d t a a o o a sads agds e rbj. ¡Salid el 1° de mayo al primero de los mayos! Recibámoslo, camaradas, con las voces entrelazadas de canciones. ¡Primavera mía, d r i el sn e e ! ert a ivs ¡Yo soy obrero, este Mayo es mío! ¡Yo soy campesino, este Mayo es mío! A todos, t n i o e l st i c e a , edds n a rnhrs e p r n oal m e t i f n t : sead a ure niia at d s oo, los que desde un blindado, apuntan contra sus hermanos, hoy es primero de Mayo. Vayamos al encuentro, del primero de los Mayos nuestros, e l z n ol sm n sp o e a i s naad a ao rltra. ¡ a l dv e t ol d i o m r e o ! Cla usr ard, otrs ¡ieco aerlaoa Slni, mtaldr! ¡Yo soy soldado, este Mayo es mío! A todos, al sc s s a aa, al sp a a , a lzs
  • 108. 110 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN al sc l e , a als e c g d sp re h e oi v r a . noia o l il nenl A todos, hambrientos de hambre, etps sea, bosques, campos. ¡Salid en este primero de Mayo! ¡Gloria, al hombre fecundo! ¡Desbordaos en esta primavera! ¡Verdes campos, cantad! ¡ o a s r n syp t s Snd iea io! ¡ os yd h e r , Y o e iro este Mayo es mío! ¡ os yl t e r , Y o a ira este Mayo es mío! Otro poema épico, es el que fue cantado por las Fuerzas de la Resistencia Italiana en los años de 1943 a 1945, en que los patriotas italianos lucharon heroicamente contra el fascismo. Conocemos este Poema anónimo, por el comandante de la Brigada Partisana Pablo Castagnino, quien hizo la recolección. Y nosotros haremos del mundo un baluarte seremos capaces de morir y despreciar la vida. P rn s t o r s r i á l n e aI a i o oors eugr; a uv tla c nl g e r l a o a uril. Para todas nuestras víctimas no vengadas, p r l b r a an e t ag n eo r m d , aa ietr usr et piia r g e as e p ei v c oal l c a ers imr nit a uh e ptit. l aroa Nuestro grito es Libertad o Muerte. En el áspero monte nos volvimos lobos; a l a ob j m sp r l b t l a l ln aao aa a aal yl v c o i . a itra Hambrientos de paz y de justicia d s r i e o e f s i m yl st r n s eturms l acso o iao:
  • 109. LIBRO 111 DE CONSULTA rojos de sangre, cargados de gloria, e l f o d l sa o . n a lr e o ñs A nuestros muertos cavaremos la fosa; e l sr c s sc m se t r p e t . n a ooa ia saá usa P r e l sr s r i ál n e aI a i aa lo eugr a uv tla c nl g e r l a o a uril. Lrc íia El poema lírico expresa los sentimientos más íntimos del autor. El contacto de su personalidad con la realidad del medio que lo rodea. La lírica se revela con amor, con fuerza y con vitalidad. La lírica nace con los griegos, quienes acompañaban musicalmente sus poemas líricos con una lira, de ahí su nombre, aunque desde los cantos de David encontramos la esencia de este género. Después, los españoles añadieron una c e d m sal l r :l r m .E l p e í l r c s c n aa a o ,l n t r l z , ura á a ia a ia n a osa íia e at l mr a auaea la belleza o la angustia, la tragedia, en una palabra, a todo lo que es capaz el poeta de vivir como hombre. Cuanto lo atrae, lo oprime y lo amordaza. Desde las más simples ideas en una forma imaginativa y llena de sonido, hasta el dramatismo, el ansia y la responsabilidad de sentir profundamente la libertad de su s g o T d v b ap r u t d s d c e l p e í l r c . il. oo ir oqe oo e ie n a osa íia Ejemplo de poema lírico, con un puro sentido del amor de nuestro tiempo, es T q i r ,d M r oB n d t i e ueo e ai eeet. Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos te quiero porque tus manos t a a a p rl j s i i rbjn o a utca si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada te quiero por tu mirada
  • 110. 112 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN que mira y siembra futuro tu boca que es tuya y mía tu boca no se equivoca te quiero porque tu boca sb gia rblí ae rtr eeda si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos y por tu rostro sincero y tu paso vagabundo y tu llanto por el mundo porque sos pueblo te quiero y porque amor no es aureola ni cándida moraleja y porque somos pareja que sabe que no está sola te quiero en mi paraíso es decir que en mi país l g n ev v f l z a et ia ei aunque no tenga permiso si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos Hermoso ejemplo de lírica es el poema Canto a mí mismo del poeta estadunidense Walt Whitman (1819-1892), a quien se le conoce como cantor de la democracia. Transcribimos dos fragmentos. Me celebro y me canto a mí mismo. Y lo que diga ahora de mí lo digo de ti, porque lo que yo tengo lo tienes tú y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.
  • 111. LIBRO DE CONSULTA Vago… e invito a vagar a mi alma. Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra para ver cómo crece la hierba del estío. Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí, e e t t e r yd e t sv e t s n sa ira e so ino. Me engendraron padres que nacieron aquí, de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí, de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también. T n ot e n ays e ea o .M s l de p r e t . eg rit it ñs i au s efca Y con mi aliento puro comienzo a cantar hoy y no terminaré hasta que muera. Q es c l e a o al se c e a yl sc e o . u e aln hr a suls o rds A r s As s t o tá. u ii. Sé cuál es su misión y no la olvidaré: q en d el o v d . u ai o lie Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal, d j h b a at d ss nr s r c i n eo alr oo i eticó, ya r d p re p rl sp e t sd l e e g ae p r t a bo e a n a a ura e a nrí siiul d l ntrlz dsnrnd. e a auaea eefeaa ............. ¿Qué es esto?, me dijo un niño mostrándome un puñado de hierba. ¿Qué podía yo responderle? Yo no sé lo que es la hierba tampoco. Tal vez es la bandera de mi amor, tejida con la sustancia verde de la esperanza. Tal vez es el pañuelo de Dios. un regalo perfumado que alguien ha dejado caer con alguna intención amorosa. Acaso en alguno de sus picos, ¡mirad bien!, hay un nombre una inicial por donde conozcamos a su dueño. Pienso también que la hierba es un niño, el recién nacido del mundo vegetal. ¿O es un jeroglífico uniforme cuyo significado es nacer 113
  • 112. 114 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN e t d sp r e : n oa ats en las zonas pequeñas, ye l sg a d s n a rne, e t el sn g o nr o ers yl sb a c s o lno, para darse a todos yp r r c b rat d s aa eii oo? Otro ejemplo de lírica, profundo sentido de arraigo a la naturaleza y a la tierra, es el poema III, del poeta dominicano Pedro Mir (1913-). S a g i nq i r s b rc á e m p t i i lue uee ae ul s i ara s l d r a g nd a e o ié lú í. Cuando hayan florecido los camellos en medio del desierto. Cuando digan que las mujeres bajan sus dos manos d l c b z yl a z ne l b i a e a aea a la n a rs, c a d l st e e s l a al c l e uno o rns agn a al e d ad l f e t c ns sv a l í e a isa o u ís bajo el brazo y descanse el fogonero. Cuando la caña se desnude y rían los machetes en fuga hacia el batey dejando en paz las manos sorprendidas. Cuando todo milagro sea posible y ya no sea milagro el de la vida. Cuando empiece a bajar esta marea de ignominia yd j a d s u i r oh c al a r r ee l ecbet ai a uoa el fondo firme de los pueblos. Día j s od e u e a l sc r i l r s ut e nmrr a odlea yd c rc á e s nl ss e er s s ei uls o a it ia de la nueva semana yc á e s n uls o l sm s sq ec n i n na e r a o ee u otee lgí. Entonces se sabrá cuál es mi patria y mucha gente irá con sus camisas de todos los colores y ciudades. Llenarán sus costuras con la firma n e t a d n e t al b r a ye t n e usr, e usr ietd nocs
  • 113. LIBRO 115 DE CONSULTA i á ar p r i l s rn eatra. L l e a á a v e t p rl sv l e a lvrn l ino o o als e t d sl sA t l a . n oa a nils Ejemplo de la más bella lírica, de afecto entrañable y compañerismo, son los poemas Miliciano muerto y Capitán Ximeno, del poeta y combatiente de la Guerra Civil Española, Pedro Garfias (1901-1967). MILICIANO MUERTO Qué dulce muerte le dio la bala que lo mató. L v s b el t i c e a e i or a rnhr derribado con el fusil empuñado. T e n sp i a e e f o iro asjs n lr l f u a al so o e lín o js que la muerte no cerró. Yo vi en sus ojos su vida. Vi su niñez espantada su juventud desolada s nu ai t r o a i n i n nergcó. Yv s sd a i u l s i u ís gae. Yv s r s g a i n i u eincó. Qué dulce muerte le dio la bala que lo mató. Le sacudieron los vientos rble e crzn eeds l oaó. Con el fusil en la mano y en la garganta un clamor s l óad f n e s t e r , ai eedr u ira la que nunca poseyó. La muerte le ha derribado con brusquedad de ciclón. Camarada miliciano: la bala que te mató s f ec n a d l g o i e u atno a lra
  • 114. 116 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN de un hombre que se salvó. Porque has muerto por el pueblo ¡qué dulce muerte te dio la bala que te mató! CAPITÁN XIMENO Mirada azul de Ximeno en cara de niño bueno. Mirada de azul cuajado, de azul acero templado t ni o e t a ncne b j l p zd l f e t . ao a a e a rne Dicen, Ximeno, que fuiste bandolero y que supiste de la fuga por los montes h c aa u l o h r z n e ai qels oiots donde nadie sabe dónde un tibio rincón se esconde para el hombre como el ave sdet d lbra. eino e ietd Y quién sabe si fue mentira o verdad. Yo te he visto Capitán e e fet croé: n l rne odbs Capitán del Batallón de Garcés. V l e t ,s r o c l a o aine ei, ald, gran soldado sobre tu caballo alzado qué buena estampa tenías tu mirada, como el cielo desperezando su vuelo s b el n a l j n a . or ets eaís Y ahora irás por las veredas ye t eb e a yj r l s nr rñs aae –no por blandas alamedas ni por caminos reales– al m e t .B e v a e a ure un ij. Tu pistola sin reposo
  • 115. LIBRO 117 DE CONSULTA y tu caballo nervioso s r nt s l e u p j . eá u oo qiae Yt s l n i yt a á u ieco u fn desolados… Capitán de bandidos y soldados. Y a mí qué si yo siempre te veré con la muerte terca enfrente y tu mirada inocente m r n o af j m n e iádl iaet. ¡Ay, Ximeno, Capitán del Batallón de Garcés; Capitán d l c b z al sp e ! e a aea o is Ejemplo de lírica profunda son los siguientes poemas que nos obligan a sentir la angustia humana y todo el dramatismo del ansia de libertad. En ellos vibra nuestro siglo. Su autor es León Felipe (1884-1968), republicano español; abandonó su patria al ser derrotada por el fascismo, asilándose en México. A él se le ha llamado como dos de sus libros El poeta maldito y El poeta prometeico . Voy con las riendas tensas yr f e a d e v e o ernno l ul, porque no es lo que importa llegar solo ni pronto sino llegar con todos y a tiempo. XXIV Ahora a mí me sucede lo contrario que al hidalgo manchego: que tomo por rebaños l se é c t s o jrio. XXV ¿Qué más da ser Rey que ir de puerta en puerta?… ¿Qué va de miseria a miseria?…
  • 116. 118 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN ¡NO! ¡Morir!… ¿Dormir?… ¡No! No quiero que la muerte sea un sueño Del sueño se despierta. Que no entre más el viento sigiloso p rl sn r c sd m a c l a ab s r eo r v z o a aie e i ril, eam ta e. Los ojos cerrados para siempre. Quiero un sueño sin sueños… Nada. C ANCIÓN Una tumba es del tamaño y la forma de una cama… El muerto, que traiga luego por lo menos una sábana. Que una sábana es un lienzo que sirve para dormir, lo mismo que una mortaja. ¡A dormir, a dormir, que una tumba es una cama! TESTAMENTO Todo para el fuego. Nada para el gusano de la tierra… Todas mis pertenencias para el fuego: e t se p j s so seo, estos curvos y rotos espejos con su torcido y sucio azogue fantasmal de veneno… S l e i t ne p j s óo xse seo: el mar y esta lágrima… esta gotita amarga de agua. No quiero verme más. Nada para el gusano de la tierra que se lo come un pez y al pez un Rey y el Rey vuelve a mirarse en un espejo. Todas mis pertenencias para el fuego: Mi sangre helada, mi carne paralítica también… ym e q e e o i sult, esta jaula grotesca de mis huesos donde cantaba ayer el mirlo ciego. Al fuego todo… ¡También el mirlo ciego!
  • 117. LIBRO 119 DE CONSULTA HAY DOS ESPAÑAS Hay dos Españas: la del soldado y la del poeta. La de la espada fratricida y la de la canción vagabunda. Hay dos Españas y una sola canción. Y ésta es la canción del poeta vagabundo: F a c ,t y e l h c e d , rno ua s a aina l cs a aa e cblo l aal yl p s o a a itl. M ae l v za t g ad l t e r . í s a o niu e a ira Tú te quedas con todo y me dejas desnudo y errante por el mundo… Mas yo te dejo mudo… ¡mudo! Y ¿cómo vas a recoger el trigo yaa i e t re f e o lmna l ug si yo me llevo la canción? O TRO RELINCHO The most beautiful neigh in the world. El relincho más hermoso del mundo. Al Che que sabía y nos enseñó cómo s h c nl sh r e . e ae o éos L g n es e ed c r a et ul ei, l sa e i a o , o mrcns l sn r e m r c n ss e e d c r o otaeiao uln ei: León-Felipe es un “Don Quijote”. N t n og n l m n n t n o o at etee, o at. Sostengo al héroe nada más. Y sí, puedo decir y me gusta decir: que yo soy Rocinante. No soy el héroe pero le llevo sobre el magro espinazo de mis huesos… y le oigo respirar… y he aprendido a respirar como él…
  • 118. 120 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN yar l n h r eica, y a blasfemar yai j r a nuir y a maldecir… ¡h h d pts O, i e ua! ¿Cómo es aquel relincho, americanos? Aquél que empieza: ¡Jsiii…i! ¡utiiica! Aquí el acento cae sobre la i… muy agudo y sostenido como un vibrante y estridente cornetín. ¡Jsiii…i! ¡utiiica! ¡ Q éb n t r l n h ! ¡u oio eico! Vamos a relinchar ahora todos juntos americanos… d s ee C p t l od W s i g o ,¡ u r e f e t ,f e t ! ed l aioi e ahntn fet, ure ure Hasta que el relincho llegue a Vietnam yl o g nl sv e n m t s o ia o itaia. como el cornetín de la Victoria… hasta que lo oigan todos los hombres como el cese de todas las hostilidades del planeta ¡Jsiii…i! ¡utiiica! ¡Oh, qué hermoso relincho! T em s b a t f ln i ho t ew r d h ot euiu eg f h ol. Hoy, el poeta se nutre de la realidad. Forma la conciencia social y sabe que la poesía debe participar los hechos y los héroes populares, el amor y la belleza, la angustia humana y el ansia de libertad. Hoy la poesía rebasa el aspecto formal de los géneros poéticos y se convierte en el testimonio de los hombres de su tiempo, en el despertar de su conciencia, en el resumir los cantos libertarios de todos los pueblos, en atestiguamiento de los hombres unificados en su liberación. Hoy el poema no es exquisito ni perteneciente a unos pocos. Hoy el poema nace de la palabra de todos y con el rostro de todos. Porque el poema en nuestros días se forma con el lenguaje y con el espíritu de los pueblos a los que se suma el poeta y su creación. Tanto el prosista como el poeta escriben y se expresan mediante la lengua e c i a p r e t el q eu oyo r e c i e n d b e i t rm sq el d f r n srt, eo nr o u n to srbn o ee xsi á u a ieecia en forma. Lo que un novelista narra en un capítulo, el poeta lo resume en una página. Pero el compromiso, la actitud y la acción creadora deben ser simil r s E p o i t s s r ed l sp l b a ,l sr ú e l se t e d ys p o e t . ae. l rssa e iv e a aars a en, a xine e ryca
  • 119. LIBRO DE CONSULTA 121 El poeta las sustancia y las obliga a representar todo lo que puedan dar de sí. Pero en ninguno de los dos casos las palabras son objetos. La palabra pasa a través de la mirada como la limpidez de la luz. “Toda la luz del mundo cabe en un solo ojo”, escribió Lope de Vega. Ese es el ojo del poeta a diferencia de la mirada observadora y analítica de los dos ojos del novelista. La prosa es también una forma de expresión de la lírica. Esto lo podemos comprobar en dos de los más grandes exponentes de la lírica en prosa de nuestro siglo: el hindú Rabindranath Tagore (1861-1940), y el español Juan Ramón Jiménez (1881-1957). El siguiente ejemplo es del libro Gintajali de Tagore. , El niño vestido de príncipe, colgado de ricas cadenas, pierde el gusto de su juego, porque su atavío le estorba a cada paso. Por temor a rozarse o a empolvarse, se aparta del mundo, y no se atreve ni s q i r am v r e iuea oes. Madre, ¿gana él algo con ser esclavo de ese lujo que le aparta del polvo saludable d l t e r ,q el r b e d r c od e t a e l g a f e t d l v d d t d sl s e a ira u e oa l eeh e nrr n a rn isa e a ia e oo o hombres? T a r ( o s ad a á i a eto peí rmtc) Las obras dramáticas o teatrales se desarrollaron de manera decisiva para el mundo en Grecia. No faltan indicios de representaciones en pueblos antiquísimos. Este género se destina a ser interpretado por varios personajes que emplean el diálogo para representar la acción en el marco de un escenario. Las obras de teatro pueden estar escritas en verso (poesía dramática) o en prosa. Cuando están escritas en prosa se consideran como sucesoras del romanticismo del siglo XVIII que predomina en la actualidad. Los grandes géneros de la dramática son: tragedia, comedia y drama. Si la o r e t n ayt e eu f n lt á i o s r t a e i .S e c m i e l g r yc n ba s es in n ia rgc, eá rgda i n abo s iea o un final feliz, entonces es comedia. Cuando ambas se combinan se produce el drama (del griego drao El carácter esencial de la obra teatral debe contener: ). • Medida. Duración no excesiva de la representación. • Comprensibilidad. El espectador debe entender y captar todo el desarrollo d l acó. e a cin • Técnica escénica. Los personajes deben moverse ágilmente, evitando la monotonía y los diálogos deben captar la atención y el interés del público.
  • 120. 122 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN En la obra de teatro, los actores representan frente a los espectadores en el escenario hechos como si realmente sucedieran. Su lenguaje y sus actividades son los que el autor les ha dotado. Entre más se crea la verdad de lo que acontece, mayor sentido de participación y vivencialidad se provocará en el público. Fundamentalmente, los elementos del teatro son la acción, los parlamentos y la representación. En el teatro intervienen además de los actores y el propio e c n r o l se c n g a o ,c r ó r f s d c r d r s t a o i t s m s c s e c , seai, o seórfs oegao, eoaoe, rmysa, úio, t. que trabajan con el fin de dar mayor realidad a la obra. Cuando un solo personaje habla en el escenario se llama monólogo. Si hay dos personajes se llama diálogo. Tres personajes o más: decir cada uno su parlamento. Ejemplo: fragmento del Cuadro Primero de Ana, “la Valor” de Bertolt Brecht (1898-1956). EL CABO. ¿Me quieres tomar el pelo? Ya te callaré yo tus desplantes. Lo primero, que n c s t sl e a p t n e eeia lvr aet. ANA. ¡A ver si sabe portarse! ¡Qué es eso de decirme, delante de mis hijos que le quiero yo tomar nada! Yo no me he insinuado con usted. Ni siquiera le conozco. En el Segundo Finlandés, para patente, me basta con mi cara de persona decente. Y si no sabe leer en ella, lo siento por usted. No la voy a cambiar por eso. EL ENGANCHADOR. Cabo, se me hace que esta señora tiene inclinaciones subversiv s Ye e e é c t ,n sg s ae o d n a. n l jrio o ut l re. ANA. Lo que os gusta, es comer. EL CABO. ¿Tu nombre? ANA. Ana Fierling. Sí. Con mi carreta, he dado la vuelta al mundo. EL CABO. Vamos a apuntar todo esto. EL ENGANCHADOR. (A los dos hijos.) Nombres de bestias son los que debíais llevar, pues no parece sino que lo sois. Mucho me extrañaría que algún día os desengancharan del carricoche. EILIF. Madre, ¿me permites que le aplaste el hocico de un puñetazo? De veras que m gsaí. e utra ANA. Te lo prohíbo. ¡A estarse quieto! Bien, y pasando a otra cosa, de casualidad, s ñ r so i i l s ¿ on c s t r a u ab e ap s o aou ah b l ap r e c n u ó ? eoe fcae, n eeiaín n un itl n eil aa l itrn ( lc b . L s y ,y e t d s a t d . A ao) a ua a sá egsaa EL CABO. No es una hebilla lo que me hace falta. Aquí tenemos a dos mozarrones, más derechos que un huso, anchos de espaldas, con pantorrillas que parecen de a e o . N s aq ée p r np r a i t r e . cr.. o é u sea aa lsas.. ANA. (Rápida.) ¡Ni soñarlo, cabo! Mis hijos no están hechos para empuñar armas.
  • 121. LIBRO DE CONSULTA 123 EL ENGANCHADOR. ¿Y por qué no? En el Ejército pueden ganar honra y provecho. Traficar con zapatos, eso es cosa de mujeres. (A Eilif.) A ver, da un paso hacia adelante. Que veamos si eres un hombre, o una damisela. ANA. Es una damisela. Basta con que se le mire con enojo, y se desmaya. EL ENGANCHADOR. (Burlón). Pero ¿qué me dices? (intenta llevarse a Eilif.) ANA ¡Ya lo estás soltando! ¡Ni que se lo piensen! No se lo llevarán. EL ENGANCHADOR. Me ha faltado al respeto. Dijo que mi boca era un hocico. Vente conmigo hacia ese prado. Eso lo tenemos que poner en claro como dos hombres. EILIF. No te preocupes, madre. Ya está listo. ANA. De aquí no te mueves, bergante. Te conozco: sólo te gusta andar a la greña. (Al enganchador.) Lleva un cuchillo. Te va a desangrar como a un pollo. EL ENGANCHADOR. El cuchillo se lo saco como si fuera un diente de leche. Vente por acá, mocito. AN . Cabo, se lo diré al coronel. Y os meterá a los dos en chirona. El teniente le hace A el amor a mi hija. EL CABO. Poco a poco, camarada. ¿Qué es lo que tienen contra el Ejército? El padre de este chico ¿era, o no era soldado? Murió como un valiente, tú misma lo has dco ih. ANA. Murió, y eso es todo. (Señalando a Eilif.) Si aún es un niño. Os conozco. Me lo l e á sa m t d r ,yp re et a a i oc b á sc n of o i e . lvi l aaeo o s rbjt ori ic lrns EL ENGANCHADOR. Lo primero que le darán, un chacó precioso y unas botas hasta aá. c.. EI I . (Con odio.) De ti, no quiero nada. LF ANA. Sí, “ayúdame a preparar un guisado”, le dice el cocinero al conejo. (Al Alpino.) Anda, corre a gritarles a todos que nos quieren robar a tu hermano. (Saca un cuchillo de la carreta.) ¡A ver si hay quién se atreve a robármelo! Os voy a sangrar como a puercos. ¡Bandidos! Ya os enseñaré yo a hacer la guerra a costa de mis hijos. Nosotros traficamos honradamente con lienzos y con embutidos. Somos gne pcfcs ets aíia. EL CABO. ¿Pacíficas, eh? Ya lo dice tu cuchillo. ¿No te da vergüenza? Anda, esconde y l sg r a ,¡ r b n !L g e r e t o i i ,t m s al h sd c o D l g e r a a ars bioa a ura s u fco ú im o a ih. e a ura v v s P e b e ,s ns l a o ,¡ oh yg e r ! ie. us in i odds n a ura ANA. Pero mis hijos, ¡no! EL CABO. Lo que tú quieres es quedarte con la carne y, para la guerra, los huesos. La guerra es la que os engorda, a ti y a los tuyos, y tú, a cambio ¿qué le das? Nada. Te dicen “la Valor”, y le tienes miedo a la guerra. Te apuesto lo que quieras a que tus h j sn l t e e m e o io o e inn id. EILIF. Yo no le tengo miedo a la guerra.
  • 122. 124 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN EL CABO. ¿Y por qué demonios se lo ibas a tener? Mírame a mí, ¿a poco no me s e t e s rm l t r E p c n b e c m l d sl sd e i i t . ina l e iia? meé o in upio o icsee ANA. Todavía no cumpliste los setenta. EL CABO. Todo llegará. ANA. Sí. A lo mejor, bajo tierra. EL CABO. ¿Es que me insultas? ¿Quieres decir que me voy a morir? AN . ¿Y si así fuera? ¿Y si estuvieras ya marcado? ¿Y si te dijera que ya sólo eres un A c d v rc nl c n i ?¿ u t l aáe o ieca Qé a? Una de las obras actuales que revelan hasta qué punto la opresión psicológica ha distorsionado la vida del negro estadounidense es “El metro”, del combatiente de color LeRoi Jones. De la primera Escena, el siguiente fragmento: CLAY. ¿Estás molesta por algo? ¿Dije algo que no debía decir? LULA. Todo lo que dices está mal. (Simula una sonrisa.) Eso es lo que te hace tan atractivo. ¡Ja! ¡Con esa chaqueta de muñequitos con todos esos botones! (Más a i a a s j t n o el c a u t . ¿ a aq ét p n se ac a u t ye ac r a ac ne nmd, ueádl a hqea) Pr u e oe s hqea s obt o l calor que hace? ¿Y por qué te pones una chaqueta y una corbata como ésas? ¿Acaso tu gente alguna vez quemó brujas o inició una revolución protestando por el precio del té? ¡Muchacho! ¡Esa ropa de hombros estrechos proviene de una tradición por la que debías sentirte oprimido! Una chaqueta de tres botones. ¿Qué derecho tienes para ponerte un traje de tres botones y una corbata a rayas? Tu abuelo fue un esclavo, no fue alumno de Harvard. CLAY. Mi abuelo fue sereno nocturno. LULA. Y tú fuiste a una escuela para niños de color donde todo mundo creía que eras Averell Harriman. CLAY. Todos, excepto yo. LULA. ¿Y quién creías tú que eras? ¿Qué piensas, que eres ahora? C A .( í c m p r d rl g r z a s s od l c n e s c ó . B e ,e e c l g oy p n a a LY R e o o a a a i e e a l e g e a o v r a i n ) i n n l o e i o e s b que era Baudelaire. Pero desde entonces he reducido mi aspiración. LULA. Apuesto a que nunca pensaste que eras un negro bien negro. (Simula seriedad, l e og i ayr eac r a a a .CA e t a r m d ,p r d s u sd l r a c ó i i i lt a ad u g r t í a c j d s LY s á b u a o e o e p é e a e c i n n c a r t e tomarlo a broma. L L casi grita. ¡ n B u e a r n g o UA ) U adlie er! CLAY. Efectivamente. LULA. Muchacho, eres cursi. Retiro lo que dije antes. Todo lo que dices no está mal. Es perfecto. Deberías estar en un programa de televisión. CLAY. Tú actúas como si ya estuvieses en la televisión. LULA. Es porque soy una actriz. CLAY. Ya me parecía.
  • 123. LIBRO DE CONSULTA 125 LULA. Pues bien, estás equivocado. No soy actriz. Ya te dije que miento siempre. No soy nada, querido, y no olvides eso nunca. (Con tono más ligero.) Aunque mi madre fue una comunista. La única persona en mi familia que valía algo. CLAY. Mi madre era republicana. LULA. Y tu padre prefería votar por el candidato y no por el partido. C a .¡ x c o ly Eat! LULA. ¡Bien, hace muy bien, pero muy bien! CLAY. ¡Y bien! LULA. ¡Y bien por Estados Unidos, donde uno es libre de votar por la mediocridad de su propia elección! ¡Muy bien! CLAY. ¡Muy bien! LULA. Y muy bien por tus padres que aunque diferían sobre un asunto tan decisivo como la estructura política, aun así forjaron una unión de amor y sacrificio que estaba destinada a florecer con el nacimiento del noble Clay… ¿cuál es tu segundo nombre? CLAY. Williams. LULA. Una unión de amor y sacrificio que estaba destinada a florecer con el nacimiento del noble Clay, Clay Williams. ¡Bien! ¡Y más que bien todo muy bien por t ,C a ,C a !¡ lB u e a r n g o ¡ í s ñ r ( c nc n s oc r a t . M C i t .M i ly ly E adlie er! S, eo! Y o iim otne) i rso i Cit. rso CLAY. Gracias, señora. LULA. Ojalá el pueblo te acepte como un fantasma del porvenir. Y te ame, para que no intentes matarlos cuando puedas matarlos. CLAY. ¿Cómo? L L .E e u a e i o C a ,yt l s b s ( uv zs e s m r c ys c r ad s n i o ) UA r s n s s n , l y ú o ae. S o e nobee e ag e etd. Sabes perfectamente bien lo que quiero decir. CLAY. ¿Qué lo sé? LULA. Así es que simulemos que el aire es ligero y está lleno de perfume. C A .( l s u a d l b u a d L l . A í e . LY O i q e n o a l s e u a ) s s LULA. Y simulemos que la gente no puede verte. Es decir, los ciudadanos. Y que eres libre de tu propia historia. Y yo estoy libre de mi historia. Simularemos que somos bellezas anónimas destrozándolo todo mientras atravesamos las entaa d l cua. rñs e a idd Cet uno Cuento es la narración más o menos breve de un hecho o acontecimiento. El cuento generalmente no plantea una serie de sucesos, sino que se concentra en
  • 124. 126 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN u aa é d t c n r l c n r t .E c e t e l n r a i nd u aa c ó f c i i , n ncoa eta, ocea l uno s a arcó e n cin itca de carácter sencillo y breve extensión. El cuento no es la creación de un ambiente, no es un mundo, sino un acontecimiento sorprendente, inédito, estimulante, que escapa a lo habitual. En ocasiones, el hecho que narra el cuento puede ser real, siempre digno de ser contado, siempre inaudito. En este sentido, la técnica de construcción del cuento es muy distinta a la de la novela, porque parte de otra concepción estética. El origen del cuento es el oriente, su cuna natural, y aparece como producto de una fantasía desbordante hasta llegar a nosotros, pasando por la Edad Media, que es cuando adquiere un sentido pintoresco de la vida propio de la burguesía de entonces (Bocaccio y Chauser). En la época moderna el cuento vuelve a lo fantástico, revitalizado por el romanticismo (Irving, Poe, Grimm, Andersen). Aquí la narración se cubre de atmósfera poética. Cuando aparece el realismo, el ambiente del cuento se hace consecuente (Chéjov). También aparece el relato breve con base psicológica (James Joyce). Ejemplo de cuento con una sutil atmósfera poética es Dé, la que cayó de la luna, del cubano Félix Pita Rodríguez (1909-1990). Para Ky, Dé era una muchachita mayor. Tal vez tuviera diez años, quizá once, pudiera ser que nueve. Para Ky era simplemente una muchachita mayor. Para Ky todas las muchachitas, mayores o menores, eran iguales: sencillamente un mundo aparte y sin interés. Por lo tanto, él no tenía por qué ocuparse de ellas. Pero con Dé ocurría algo especial que había hecho que Ky se interesara por ella. Ky oyó decir muchas veces y a diferentes personas mayores: “¡Esta Dé parece que se hubiera caído de la luna!” Y esto, naturalmente, le había llamado la atención. ¿Cómo habría podido Dé subirse a la luna que estaba tan alta? Que se cayera era fácil de comprender, porque al fin y al cabo, Dé era una muchachita. Lo que ocurría realmente era que Dé estaba siempre un poco distraída, un poco como en otra parte y no donde efectivamente estaba. Y por eso a veces contestaba una cosa cuando le estaban hablando de otra. Y a veces preguntaba muy asombrada por cosas que todo el mundo sabía. Pero lo peor era que Dé tenía como la enfermedad de hablar. Era como si estar c l a al d l e ayp r n s n i d l r h b a as e p e ald e oir aa o etr oo, alb imr. Contaba todo lo que veía, todo lo que oía, todo lo que sentía. Contaba lo que pasaba en su casa y lo que había presenciado en la calle o en la orilla del arroyo meta lvb l rp. inrs aaa a oa Por ser Dé como era, con aquella manía de hablar siempre, y aquel estar distraída y como pensando en otra cosa, fue que todos en la aldea se espantaron cuando una p t u l d s l a o t t r ss l l e ód t n d . arla e odds íee e a lv eeia
  • 125. LIBRO DE CONSULTA 127 Y en verdad que había muchas razones para que se espantaran. Dos hermanos de Dé eran guerrilleros y ella sabía dónde estaba el campamento de su grupo, por haber ido muchas noches con otras muchachitas a llevarles víveres o municiones. Además, Dé había trabajado como todos los de la aldea excavando los túneles s c e o ,l sr f g o ,l sd p s t sd a m s erts o euis o eóio e ra. Sin la voluntad de hacer mal, dijeron muchos. Dé puede hacerlo. Esos diablos de l st o a t t r sl p e u t r nm lc s s Ye l ,c ns e p r t s m l ,c e áe l a rps íee e rgnaá i oa. la o u síiu ipe ar n a trampa. Se pondrá a hablar y hablar, como siempre. Hay que advertir a los guerrilleros para que tomen sus medidas y estén alertas. Así se hizo y además, rápida y sigilosamente se vaciaron los depósitos de armas y municiones, se cegaron las entradas de algunos túneles, se trató de disimular aún más e a c s al sr f g o . l ceo o euis Pero todo aquello fue pena perdida, trabajo inútil. Los grupos de soldados títeres que todos esperaban ver llegar de un momento a otro, no llegaron. Los hombres más comprometidos de la aldea que se habían escondido pensando que vendrían a a r s a l s s l e o d s se c n i e .¿ u h b ap s d ? retro, airn e u sodts Qé aí aao Fue Dé quien trajo la respuesta cuatro días después. Había adelgazado y estaba hambrienta y tan agotada, que no tenía ganas de hablar. Todos los vecinos de la aldea la rodearon y ella no hacía más que sonreír. —¿Quisieron hacerte hablar? —le preguntó uno. —¿Te torturaron? —le preguntó otro. —Las dos cosas —respondió Dé sonriendo. Luego les mostró los verdugones y l sd s a r d r sq et n ap rt d sp r e . a egraua u eí o oa ats —Pero tú no hablaste —dijo otro—. Aquí no vinieron. —Oh, ¡sí! —contestó Dé—. Hablé mucho, mucho, pero no de lo que ellos querían que hablara. Casi los vuelvo locos con tanto hablar. Pero ellos me preguntaban una cosa y yo les contestaba otra. Y luego seguía hablando, hablando. Se enfurecían y me pegaban y volvían a preguntarme. Y yo les hablaba de otra cosa, como si todo l e t n i r a r v s A f ns c n a o ym d j r nq ev l i r a u . o nedea l eé. l i e asrn e ieo u ovea qí Después de aquel día, ya nadie en la aldea, diga lo que diga Dé, ha vuelto a decir: ¡Esta muchachita! ¡Parece que se hubiera caído de la luna! Un notable ejemplo de cuento que reúne todas las características que hemos anotado es La tristeza, del ruso Antón Chéjov (1860-1904). La capital está envuelta en las penumbras vespertinas. Cae lentamente la nieve en g u s sc p s g r a r d d rd l sf r l se c n i o ,s e t e d ,e f n ,b a c reo oo, ia leeo e o aoe nedds e xine n ia lna capa, sobre los tejados, sobre los lomos de los caballos, sobre los hombros humanos, sobre los sombreros.
  • 126. 128 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN El cochero Yona está todo blanco, como un aparecido. Sentado en el pescante de su trineo, encorvado el cuerpo cuanto puede estarlo un cuerpo humano, permanece inmóvil. Diríase que ni un alud de nieve que cayese encima le sacaría de su quietud. S c b l oe t t m i nb a c ei m v l P rs i m v l d dp rl sl n a r g d s u aal sá abé lno nói. o u noiia o a íes íia de su cuerpo, por la tiesura de palo de sus patas, parece, aun mirando de cerca, un caballo de dulce de los que se les compran a los chiquillos por un copec. Hállase sumido en sus reflexiones; un hombre o un caballo, arrancados del trabajo campestre y lanzados al infierno de una gran ciudad, como Yona y su caballo, están siempre entregados a tristes pensamientos. Es demasiado grande la diferencia entre la apacib ev d r s i ayl v d a i a a t d r i oya g s i ,d l sc u a e r l m r n e l ia útc a ia gtd, oa ud nuta e a idds eubats d lcs e ue. Hace mucho tiempo que Yona y su caballo permanecen inmóviles. Han salido a la calle antes de almorzar; pero Yona no ha ganado nada. Las sombras se han adensado. La luz de los faroles se va haciendo más intensa, más brillante. El ruido aumenta. —¡Cochero! —oye de pronto Yona—. ¡Llévame a Viborgskaya! Yona se estremece. Al través de las pestañas cubiertas de nieve ve a un militar con impermeable. —¿Oyes? ¡A Viborgskaya! ¿Estás dormido? Yona le da un latigazo al caballo, que se sacude la nieve del lomo. El militar toma a i n oe e t i e .E c c e oa r aa c b l o e t r e c e l c m u c s eya i a set n l rno l ohr re l aal, sia l ulo oo n in gt e l t g .E c b l ot m i ne t r e c e l ,l v n al sp t sy s na r s r r es p n l áio l aal abé sia l ulo eat a aa , i peuas e oe en marcha. —¡Ten cuidado! —grita otro cochero invisible, con cólera— ¡Nos vas a atropel a ,i b c l ¡ l d r c a lr méi! A a eeh! —¡Vaya un cochero! –dice el militar— ¡A la derecha! Siguen oyéndose los juramentos del cochero invisible. Un transeúnte que tropieza con el caballo de Yona gruñe amenazador. Yona, confuso, avergonzado, descarga a g n sl t g z ss b ee l m d lc b l o P r c a u d d ,a o t d ,ym r a r d luo aiao or l oo e aal. aee trio tnao ia lee dor como si acabase de despertarse de un sueño profundo. —¡Se diría que todo el mundo ha organizado una conspiración contra ti! —dice con tono irónico el militar—. Todos procuran fastidiarte, meterse entre las patas de tu caballo. ¡Una verdadera conspiración! Yona vuelve la cabeza y abre la boca. Se ve que quiere decir algo; pero sus labios están como paralizados, y no puede pronunciar una palabra. E c i n ea v e t s se f e z syp e u t : l let dire u suro rgna —¿Qué hay? Yona hace un nuevo esfuerzo y contesta con voz ahogada: —Ya ve usted, señor… He perdido a mi hijo… Murió la semana pasada…
  • 127. LIBRO DE CONSULTA 129 —¿De veras?… ¿Y de qué murió? —No lo sé… De una de tantas enfermedades… Ha estado tres meses en el hospital y a la postre… Dios que lo ha querido. —¡A la derecha! —óyese de nuevo gritar furiosamente—. ¡Parece que estás ciego, ibcl méi! —¡A ver! —dice el militar—. Ve un poco más aprisa. A este paso no llegaremos n n a ¡ a ea g nl t g z a c b l o uc. Dl lú aiao l aal! Yona estira de nuevo el cuello como un cisne, se levanta un poco, y de un modo t r e p s d ,a i ae l t g . op, eao gt l áio S v e v r p t d sv c sh c as c i n e d s o od s g i l c n e s c ó ,p r e ule eeia ee ai u let, ees e eur a ovrain eo el otro ha cerrado los ojos y no parece dispuesto a escucharle. P rf n l e a aV b r s a a E c c e os d t e ea t l c s i d c d ;e c i n e o i, lgn iogky. l ohr e ein ne a aa niaa l let se apea. Yona vuelve a quedarse solo con su caballo. Se estaciona ante una taberna y espera, sentado en el pescante encorvado, inmóvil. De nuevo la nieve cubre su cuerpo y envuelven en un blanco cendal caballo y trineo. Una hora, dos… ¡Nadie! ¡Ni un cliente! Mas he aquí que Yona torna a estremecerse; ve detenerse ante él a tres jóvenes. Dos son altos, delgados; el tercero, bajo y chepudo. —¡Cochero, llévanos al puesto de policía! ¡Veinte copecs por los tres! Yona coge las riendas, se endereza. Veinte copecs es demasiado poco; pero, no o s a t ,a e t ;l q eaé l i p r ae t n rc i n e . btne cpa o u l e mot s ee lets Los tres jóvenes, tropezando y jurando, se acercan al trineo. Como sólo hay dos asientos, discuten largamente cuál de los tres ha de ir de pie. Por fin se decide que vaya de pie el jorobado. —¡Bueno, en marcha! —le grita el jorobado a Yona, colocándose a su espalda— ¡Qué gorro llevas, muchacho! Me apuesto cualquier cosa a que en toda la capital no se puede encontrar un gorro más feo… —El señor está de buen humor! —dice Yona con risa forzada— Mi gorro… —¡Bueno, bueno! Arrea un poco a tu caballo. A este paso no llegaremos nunca. Si no andas más aprisa te administraré unos cuantos sopapos. —Me duele la cabeza —dice uno de los jóvenes—. Ayer, yo y Vaske nos bebimos en casa de Dukmasov cuatro botellas de caña. —¡Eso no es verdad! —responde el otro—. Eres un embustero, amigo, y sabes q en d et c e . u ai e re —¡Palabra de honor! —¡Oh, tu honor! No daría yo por él ni un céntimo. Yona, deseoso de entablar conversación, vuelve la cabeza y, enseñando los dient s r ea i l d m n e e, í tpaaet. —¡Ji, ji, ji!… ¡Qué buen humor!
  • 128. 130 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN —¡Vamos, vejestorio! —grita enojado el chepudo— ¿Quieres ir más aprisa o no? Dale de firme al gandul de tu caballo. ¡Qué diablo! Yona agita su látigo, agita las manos, agita todo el cuerpo. A pesar de todo, está contento; no está solo. Le riñen, le insultan; pero, al menos, oye voces humanas. Los jóvenes gritan, juran, hablan de mujeres. En un momento que se le antoja oportuno, Yona se vuelve de nuevo hacia los clientes y dice: —Y yo, señores, acabo de perder a mi hijo. Murió la semana pasada… —¡Todos nos hemos de morir! —contesta el chepudo— ¿Pero quieres ir más a r s ?¡ s oe i s p r a l !P e i r i ap e pia Et s nootbe rfeo r i. —Si quieres que vaya más aprisa dale un sopapo —le aconseja uno de sus camards aa. —¿Oyes, viejo estafermo? —grita el chepudo— Te la vas a ganar si esto continúa. Y hablando así, le da un puñetazo en la espalda. —¡Ji, ji, ji! —ríe, sin gana, Yona— ¡Dios les conserve el buen humor, señores! —Cochero, ¿eres casado? —pregunta uno de los clientes. —¿Yo? ¡Ji, ji, ji! ¡Qué señores más alegres! No, no tengo a nadie… Sólo me espera la sepultura… Mi hijo ha muerto; pero a mí la muerte no me quiere. Se ha equivocado, y en lugar de cargar conmigo ha cargado con mi hijo. Y vuelve de nuevo la cabeza para contar cómo ha muerto su hijo; pero en este momento el chepudo, lanzando un suspiro de satisfacción exclama: —¡Por fin, hemos llegado! Y n r c b l sv i t c p c c n e i o yl sc i n e s a e n L ss g ec nl s oa eie o ene oes ovnds o lets e pa. e iu o o ojos hasta que desaparecen en un portal. Torna a quedarse solo con su caballo. La tristeza invade de nuevo, más dura, más cruel, su fatigado corazón. Observa a la multitud que pasa por la calle, como buscando entre los miles de transeúntes alguien que quiera escucharle. Pero la gente p r c t n rp i ayp s s nf j r ee é . aee ee rs aa i ias n l S t i t z e ac d m m n om si t n a E o m ,i f n t ,s p d e as l rd s u rsea s aa oet á nes. nre niia i uir ai e u pecho inundaría el mundo entero. Yona ve a un portero que se asoma a la puerta con un paquete y trata de entablar conversación con él. —¿Qué hora es? —le pregunta, melifluo. —Van a dar las diez —contesta el otro—. Aléjese un poco; no debe usted permanecer delante de la puerta. Yona avanza un poco, se encorva de nuevo y se sume en sus tristes pensamientos. S h c n e c d d q ee i ú i d r g r eal g n e e a ovnio e u s ntl iiis a et. P s o r h r .S s e t m lyd c d r t r r e S y r u ,a i ae l t g . aa ta oa e ine a eie eias. e ege gt l áio —No puedo más —murmura— Hay que irse a acostar. El caballo, como si hubiera entendido las palabras de su viejo amo, emprende un p e u o ot o e rsrs rt.
  • 129. LIBRO DE CONSULTA 131 Una hora después Yona está en su casa, es decir, en una vasta y sucia habitación, donde, acostados en el suelo en bancos, duermen docenas de cocheros. La atmósfer e p s d ,i r s i a l .S e a r n u d s a s eaa reprbe unn oqio. Yona se arrepiente de haber vuelto tan pronto. Además, no ha ganado casi nada. Quizá por eso –piensa– se siente uno tan desgraciado. En un rincón, un joven cochero se incorpora. Se rasca el pecho y la cabeza y busca algo con la mirada. —¿Quieres beber? —le pregunta Yona. —Sí. —Aquí tienes agua… He perdido a mi hijo… ¿Lo sabías?… La semana pasada, en el hospital… ¡Qué desgracia! Pero sus palabras no han producido efecto alguno. El cochero no le ha hecho caso, se ha vuelto a acostar, se ha tapado la cabeza con la colcha y momentos desp é s l o er n a . us e e y ocr Yona exhala un suspiro. Experimenta una necesidad imperiosa, irresistible, de hablar de su desgracia. Casi ha transcurrido una semana desde la muerte de su hijo; pero no ha tenido aún ocasión de hablar de ella con una persona de corazón. Quisiera hablar de ella largamente, contarla con todos sus detalles. Necesita referir cómo enfermó su hijo, lo que ha sufrido, las palabras que ha pronunciado al morir. Quisiera también referir cómo ha sido el entierro… Su difunto hijo ha dejado en la aldea una niña, de la que también quisiera hablar. ¡Tiene tantas cosas que contar! ¡Qué no daría él por encontrar alguien que se prestase a escucharle sacudiendo compasivamente la cabeza, suspirando, compadeciéndole! Lo mejor sería contárselo todo a cualquier mujer de su aldea; a las mujeres, aunque sean tontas, les gusta eso, y basta d c r e d sp l b a p r q ev e t nt r e t sd l g i a . eils o aars aa u ira orne e árms Yona decide ir a ver a su caballo. S v s eys l al c a r . e it ae a uda El caballo, inmóvil, come heno. —¿Comes? —le dice Yona, dándole palmaditas en el lomo—. ¡Qué se le va a hacer, muchacho! Como no hemos ganado para comprar avena, hay que contentarse con heno… A decir verdad, yo no debía ya trabajar; mi hijo me hubiera reemplazado. Era un verdadero, un soberbio cochero; conocía su oficio como pocos. Desgraciadamente, ha muerto… Tras una corta pausa, Yona continúa: —Sí, amigo…, ha muerto… ¿Comprendes? Es como si tú tuvieras un hijo y se muriera… Naturalmente, sufrirías, ¿verdad? El caballo sigue comiendo heno, escucha a su viejo amo y exhala un aliento húmedo y cálido. Yona, escuchado al cabo por un ser viviente, desahoga su corazón contándoselo td. oo
  • 130. 132 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Nvl oea Novela es una extensa, detallada y profunda narración en la que se describen sucesos, caracteres, pasiones y costumbres de personajes en una atmósfera que puede ser ficticia, real o ambas. La novela es la más alta expresión en prosa de la lengua escrita. Se caracteriza principalmente por la profundización y dinamismo de cada uno de sus personajes, por el tema o trama universal e intemporal, yp rl a c ó q es d s r o l l e ad i t r syp a e e t t c . o a cin u e earla ln e neé lcr séio La novela es un género relativamente moderno. La creación de un mundo con finalidad estética y la compleja visión que refleja es algo propio de épocas no primitivas. En la novela hay un espíritu crítico, un conocimiento consciente de la realidad. Esto no puede darse en épocas ingenuas, nos dice la maestra Socorro Mastachi, en su estudio sobre la novelística. La épica recoge hechos ya dados, previamente conocidos. La novela crea una serie argumental imaginada como una realidad nueva. El personaje de la nov l n e e m t e t t c d l é i a E r l t e p e i a e t e p o e od l ea o s l io sáio e a pc. l eao s rcsmne l rcs e a evolución del mito. Las figuras de la novela se van haciendo a través de ella, como nos hacemos los hombres en la vida. El personaje nace de cara hacia el futuro, frente a los conflictos de su época. Podemos observar esto en toda la novelística, desde Cervantes hasta Dostoievski, Huxley, Faulkner, Kafka, C r e t e ,C r á a . apnir otzr En América se asigna a El periquillo sarniento, de Fernández de Lizardi (17761827), el valor de haber sido la primera novela continental. Lizardi, en el marco de la independencia mexicana, inicia el tema social, abordado posteriormente por la novela hispanoamericana. Debemos mencionar también a otros grandes novelistas que pertenecen al grupo de escritores que luchan por su país. Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), quien escribió un violento alegato cont ae g b r a t d s p t i ,e C v l z c ó yb r a i .J s M r í( 8 3 1 9 ) r l oenne e u ara n iiiain abre oé at 15-85, el pensador de América, es la más apasionante figura surgida en la postrera etapa de la emancipación de Latinoamérica. Su prosa, como su pensamiento y su acción, estuvieron al servicio de Cuba, su patria. Es el iniciador de la nacional d dc b n . ia uaa El nuevo pueblo adquiere contorno y realidad en su prosa. El mayor exponente de la novela mexicana en el siglo XIX es Ignacio M. Altamirano; toda su obra novelística está llena de realismo, humanismo y grandeza. Más tarde, Mariano Azuela (1873-1952), José Rubén Romero (1890-1952), y otros que estudiaremos más adelante.
  • 131. LIBRO DE CONSULTA 133 Uno de los más grandes novelistas actuales es el cubano Alejo Carpentier, quien critica duramente a los escritores jóvenes que no tienen qué expresar, qué contemplar, lo que él llama “el elemento épico”, y dice: S e h c oé i of l a s m l i l c e o r sl g r s S l st m sd l sn v l sf l a i l eh pc at, e utpia n to uae. i o ea e a oea atn aquí, los hay y muy abundantes en Vietnam, en el Oriente Medio, en China, en las guerrillas de América Latina. Yo pertenezco a un país pequeño: Cuba, donde, en el momento más recio de la ascensión del socialismo, Fidel Castro, reunido con los e c i o e ya t s a d s p í ,l sh d c o a a oc no r sp l b a :“ a a l q e srtrs rits e u as e a ih, cs o ta aars Hgn o u quieran, exprésense como quieran, trabajen como quieran, pero no trabajen contra la Revolución. Con la Revolución, con el pueblo, todo. Contra la Revolución, contra e p e l ,n d . L e o e e i v e t a h r a i n a ,v e t a f r a ,v e t a t c l ubo aa” ug, lgd usrs ermets usrs oms usrs én c s p r n p r á se s n i or a d l é i av v e t q eo c r u d yq es h ia, eo o edi l etd el e a pc iine u s icna u e a dsrold. earlao Carpentier establece definitivamente la función del novelista, su tarea: Ent n e s c ne m n o c ne p e l c m a i n e c i i a l ,a e t r o a a l , edre o l ud, o l ubo obtet, rtcro cpal, mro c m r n e l ,h b a l ,m s r r o s ñ l r es se r r s s sg a d z s s sm opedro alre otal, eaal u roe, u rnea, u i serias, decirle todo lo que le sea posible para removerlo, acompañarlo en su dolor, su alegría y sobre todo en su sentido y acción libertadores. En esta forma, el novelista podrá encontrar su verdadera dimensión y quizá su grandeza, anota el maestro Sánchez Vázquez. Para ejemplificar la novela, transcribimos un fragmento de Yawar Fiesta, del escritor peruano José María Argüedas (1911-1969), novela de gran dimensión que intenta recuperar la realidad humana del indio insertada en su contexto s c a ys e p r t d r z . oil u síiu e aa Pero siguieron entrando y rodeando la placita de eucaliptos, dejando un claro en la puerta, frente a los “civiles”. Por las cuatro esquinas llegaban indios y mestizos, y e p z r nas b ral sp r d sya t c od l sc s s al t r eyal c p l a meao ui a aee l eh e a aa, a or a ail. —¡Jesús! ¡Señor sargento! ¡Nunca han venido así las corridas! —dijo el teniente de Chaupi. Los guardias miraban asustados a la indiada que seguía aumentando, que aparecía s b el sr l j sd l sp r d s s b ee t j d d l sc s sv c n sye e t c od l or o eee e a aee, or l eao e a aa eia n l eh e a capilla. Desde el fondo de la plaza se esparcía un olor a suciedad, a aguardiente, y llegaba hasta la cara de los civiles un vapor pesado y fuerte. El sargento empezó a sentir miedo: “Si tan sólo se mueven, si se arriman, nos aplastan contra los palos de eucaliptos. ¡Mi madre! ¡Qué indiada!” Llamó al teniente de Pichk´achuri.
  • 132. 134 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN — í a e q ea o i al e a l sa t r d d syl sv c n s q et a d l sa t r d Dgls u hrt lgn a uoiae o eio; u rs e a uoia des van a entrar ellos a la plaza. No los amenace. Dígales a buenas. E t n e t s e p n j n oa s r e t ,yg i ó l eine e mió ut l agno rt: —¡Cumunkuna! (Comunero.) Les habló largo, explicándoles que tuvieran paciencia, que ya iban a llegar las autoridades; que, en cuanto se presentaran en la esquina, abrieran calle para que psrn aaa. — E t b n t y a ( a r )t n e t !¡ s áb n – o t s óe v r y k ( l a d i d o ¡sá i, aty pde eine Et i! cnet l aao’ acle ni) a c l ed K a a . lad e ’yu E s r e t m n óa m s ot n e t p r q ea i a aa s b r f c o a a c l e a l agno ad l im eine aa u vsr l upeet, l lad, l torero y a los vecinos, que se apuraran, que los guardias estaban en peligro. El teniente se abrió campo entre la indiada, rogando y anunciando que iba por el alcalde, para que de una vez empezara la corrida. Cuando el teniente estaba en media plaza, abriéndose paso y suplicando, los cmndd níea meao oa l c r e e o d l s c a r ayllus ( o u i a i d g n ) e p z r n a t c r e turupukllay ontrs e o uto (corrida de toros), el verdadero, el del yawar punchay, día de sangre. Los comuneros se movieron, sus ojos se redondearon y miraron derecho, sin moverse, la entrada de l p a a E t n e t s p r u r t ;e t r p k l y s n b f e t e l p a a p r c a a lz. l eine e aó n ao l uuula oaa ure n a lz, aeí golpear el pecho; como una desesperación crecía dentro de la conciencia. —¡Campu, taytay! ¡Campu! (Deje pasar, padre.) El teniente empujó más fuerte a los indios, y se abrió campo con los codos; como si se estuviera escapando de la plaza. — ¡Otra vez esta música! ¡Cómo podrán tocar tan triste! Y en un día así, de tanto s l t nc l e t . o, a aine El sargento miraba nervioso a la indiada, su corazón latía apurado. —¡Mi sargento! Si tardan nos van a fregar —decía un guardia. —Ya no deben tardar. ................ El Wallpa (apodo) se hacía el hombre todavía; se paró difícil, agarrándose de la barrera, y templó sus piernas, para no derrumbarse. Estaba frente al palco de los p i c p l s C s t d sl sn ñ syl sm s i l e t b nm r n o D r p n e s h n h rniae. ai oa a ia o its o saa iad. e eet, e ica ron sus pantalones sobre sus zapatos gruesos de suela, y salió por la boca de su wara (taparrabo), borbotando y cubriendo los zapatos, un chorro grande de sangre y empezó a extenderse en el suelo. Un dinamitazo estalló en ese instante, cerca del toro. El polvo que salió en remolino desde el ruedo oscureció la plaza. Los wak’ra-pukus (músicos) tocaron una tonada de ataque y las mujeres cantaron de pie, adivinando el suelo de la plaza. Como disipado por el canto se aclaró el polvo. El Wallpa seguía, parado aún, agarrándose
  • 133. LIBRO DE CONSULTA 135 de los palos. El Misitu (apodo) caminaba a pasos con el pecho destrozado; parecía ciego. El “Honrao” Rojas corrió hacia él. slae l rtb, bino o rzs — ¡ u r , p e , m é e e sallk’a! ( a v j ) — e g i a a a r e d l s b a o . Mee us urt, —¿Ve usted, señor subprefecto? Éstas son nuestras corridas. ¡El yawar punchay verdadero! —decía el alcalde al oído de la autoridad. Ejemplo de gran prosa es la obra novelística de Alejo Carpentier, el escritor representativo de la Revolución cubana. Transcribimos un fragmento de su n v l L sp s sp r i o . oea o ao edds Y así, atraído ahora por la mañanera frescura de un viejo cementerio, andaba a la sombra de sus cipreses, entre tumbas que estaban como olvidadas en medio de yerbas y campánulas. A veces, tras de un cristal empañado por los hongos, se ostentaba el daguerrotipo de quien yacía bajo el mármol: un estudiante de ojos afiebrados, un veterano de la Guerra de Fronteras, una poetisa coronada de laurel. Yo contemplaba el monumento a las víctimas de un naufragio fluvial, cuando el aire fue desgarrado, en alguna parte, como papel encerado, por una descarga de ametralladoras. Eran los alumnos de una escuela militar, sin duda, que se adiestraban en el manejo de las armas. Hubo un silencio y volvieron a enredarse los arrullos de palomas que hinchaban el buche en torno a los vasos romanos. Esto, Fabio ¡ay dolor!, que ves agora, campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo itálica famosa. R p t ayv l í ar p t re t sv r o q em r g e a a aj r n sd s el l e a eeí ova eei so ess u e ersbn ioe ed a lgda, y por fin se habían reconstruido en mi memoria, cuando se oyó nuevamente, con más fuerza, el tableteo de las ametralladoras. Un niño pasó a todo correr, seguido de una mujer despavorida, descalza, que llevaba una batea de ropas mojadas en b a o ,yp r c ah i d u g a p l g o U av zg i óe a g n p r e d t á d l s rzs aeí ur e n rn eir. n o rt n lua at, ers e a tapias: “¡Ya empezó! ¡Ya empezó!” Algo inquieto salí del cementerio y regresé hacia la parte moderna de la ciudad. Pronto pude darme cuenta de que las calles estaban vacías de transeúntes y los comercios habían cerrado sus puertas y cortinas metálicas con una prisa que nada bueno anunciaba. Saqué mi pasaporte, como si los cuños estampados entre sus tapas tuvieran alguna eficacia protectora, cuando un grito me hizo detener, realmente asustado, al amparo de una columna. Una multitud vociferante, hostigada por el miedo, desembocó de una avenida, derribándolo todo por huir de una recia fusilería. Llovían cristales rotos. Las balas topaban con el metal de los postes del alumbrado, dejándolos vibrantes como tubos de órgano que hubieran recibido una pedrada. El
  • 134. 136 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN l t g z d u c b ed a t t n i na a ód d s e a l c l e c y a f l os e c n aiao e n al e la esó cb e epjr a al, uo sat e nedió a trechos. Cerca de mí, un vendedor de naranjas se desplomó de bruces, echando a rodar las frutas que se desviaban y saltaban al ser alcanzadas por un plomo a ras del suelo. Corrí a la esquina más próxima, para guarecerme en un soportal de cuyas pilastras colgaban billetes de lotería dejados en la fuga. Sólo un mercado de pájaros me separaba ya del fondo del hotel. Decidido por el zumbar de una bala que, luego de pasar sobre mi hombro, había agujereado la vitrina de una farmacia, emprendí la c r e a S l a d p re c m d l sj u a ,a r p l a d c n r o ,p t a d c l b í s arr. atno o nia e a als toelno aais aeno oire, derribando posaderos de cotorras empavorecidas, acabé por llegar a una de las puertas de servicio que había permanecido abierta. Un tucán, que arrastraba un ala rota, venía saltando detrás de mí, como queriendo acogerse a mi protección. Detrás, erguido sobre el manubrio de un velocípedo abandonado, un soberbio guacamayo permanecía en medio de la plaza desierta, solo, calentándose al sol. Subí a nuestra hbtcó. aiain Mouche seguía durmiendo, abrazada a una almohada, con la camisa por las cader syl sp e e r d d se t es b n s T a q i i a oe c a t ae l r s e t b ,b j a o is neao nr áaa. rnulzd n uno la epcaa aé a h l e b s ad e p i a i n s l al n uc e xlccoe. Se hablaba de una revolución. Pero esto poco significaba para quien, como yo, ignoraba la historia de aquel país en todo lo que fuera ajeno al Descubrimiento, la Conquista y los viajes de algunos frailes que hubieran hablado de los instrumentos musicales de sus primitivos pobladores. Me puse, pues, a interrogar a cuantos, por mucho comentar y acalorarse, parecían tener una buena información. Pero pronto observé que cada cual daba una versión particular de los acontecimientos, citando los nombres de personalidades que, desde luego, eran letra muerta para mí. Traté entonces de conocer las tendencias, los anhelos de los bandos en pugna, sin hallar m sc a i a . á lrdd Esy nao El ensayo es el análisis y la exposición profunda que se hace de un determinado tema. Todo puede ser tratado en un ensayo, desde lo más trascendental hasta lo más frívolo. Desde las inquietudes actuales hasta las preocupaciones pasadas o del futuro. El ensayo es un género literario moderno, en el que una persona reacciona ingeniosamente y sin prejuicios. Ensayar es probar a partir del entendimiento. El ensayo es una prueba literaria. Así como los ensayos en teatro son necesar o p r l r p e e t c ó d f n t v ,a íl se s y sl t r r o s r q i r np r is aa a ersnain eiiia s o nao ieais e euee aa la creación de una obra más completa. Puede haber ensayos, estudios y análisis
  • 135. LIBRO DE CONSULTA 137 p l t c s s c o ó i o ,f l s f c s p i o ó i o ,e c P re e p o i v s i a i n oíio, oilgcs ioóio, sclgcs t. o jml: netgcó sobre la vida de las abejas, análisis sobre los problemas de la juventud, profundización sobre la conquista de la Nueva España, ensayo crítico sobre determinado libro o pintura. En el ensayo, lo fundamental es el punto de vista, la valoración y la opinión del que redacta. El ensayo requiere una amplia labor de investigación, de recopilación de datos, de conjunción de opiniones. Nuestra ilustración son fragmentos del ensayo de Adolfo Gurrieri y Edelberto T r e - i a ,S t a i nd l j v n u d A é i aL t n ,d l st x o d lI s i u o orsRvs iucó e a uetd e mrc aia e o ets e nttt Mexicano de Planificación Económica y Social, publicados conjuntamente por l e i o i lS g oX I E i o e d M x c yl E i o i lU i e s t r ad S n i a dtra il X, dtrs e éio a dtra nvriai e ata g d Cie o e hl. LA JUVENTUD COMO PROBLEMA SOCIAL EN UN MUNDO CAMBIANTE La insuficiencia del ritmo de crecimiento económico de América Latina con respecto a su expansión poblacional y el retraso en el desarrollo social de los últimos años colocan en el centro de los problemas por resolver aquellos que afectan a la infancia y a la juventud, el grupo demográfico más numeroso del continente. Salvadas las d f r n i sn c o a e ,l si t r s se g n r ld ls c o i f n o u e i d l p b a ieeca ainls o neee n eea e etr natjvnl e a olción han vuelto crítica cualquier política económica que no los considere adecuadamente. El destino de la joven generación de latinoamericanos obliga actualmente a conformar una estrategia específica que tome en cuenta, sobre todo, su capacidad de generar energías que, convenientemente canalizadas, puedan convertirse en un decisivo factor de cambio y renovación social. El interés téorico por los problemas de la juventud no siempre ha marchado de la mano con una política social coherente; antes bien, pareciera que el divorcio entre ambos aspectos ha retardado la aplicación de medidas que faciliten la adaptación de la juventud, de manera íntegra, a la sociedad en proceso de cambio. En la literatura social dicho interés es un fenómeno recurrente y durante los últimos años han aumentado los estudios e investigaciones sobre los que genéricamente se denominan “ r b e a d l j v n u ” S e t e d nb j t lc l f c c ó l ss t a i n ss r i a polms e a uetd. e nine ao a aiiain a iucoe ugds e u ae a ad t r i a ad l v d d r n el c a s nd c s v st n ol si f u n i s n n tp eemnd e a ia uat a ul o eiia at a nleca yl so i n a i n sr c b d sc m l s t s a c ó d c e t si t r s sv t l s D a í a retcoe eiia oo a aifcin e iro neee iae. e h que el interés por la situación juvenil esté estrechamente asociado al problema más general del desarrollo económico y social de la sociedad latinoamericana. El planteamiento de la juventud como fenómeno sociológico debe elucidar en principio qué se entiende por juventud. Este periodo vital parece condicionado tanto por determinantes biopsicológicas como socioculturales, de tal suerte que aun
  • 136. 138 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN dentro de una sociedad nacional la juventud adopta formas sociales específicas y d v r a .E d c r l s“ o t s q ep e e i t n a s o i n a e a á i i h c ac t iess s ei, o cre” u udn netre retn l nlss ai ae g r a q ee p c f c ne a f r a s c a e p e e t se l e t u t r t t l S l u i oís u seiia ss oms oils rsne n a srcua oa. óo tl z n ou ag n r l z c ó q ev e v i s t s a t r a l sc n l s o e p e eh b a s iad n eeaiain u ule naifcois a ocuins ud alre en abstracto del problema juvenil. En efecto, la presentación de este problema como núcleo de una temática debe considerar situaciones sustancialmente distintas como el subempleo del adolescente de origen obrero o la rebeldía antiautoritaria del movimiento estudiantil universitario, por lo común de clase media. L si v s i a i n sd s r p i a yl se t d o t o i o s b ed s i t ss g e t s a netgcoe ecitvs o suis ércs or itno emno d l j v n u l t n a e i a at a a ,e ú t m i s a c a d r s o d ral i t r o e a uetd aiomrcn rtn n lia ntni, e epne a nergante de qué es lo juvenil de nuestra época contemporánea y por qué en muchos aspectos se vuelve crítica su presencia. En una región como América Latina, donde g u o yl d r sj v n l se t v e o s e p ep e e t se d v r a e c u i a a h s rps íee ueie suirn imr rsne n iess nrcjds it r c s h yd av e v as ri p r a t l p e e c aj v n l óia, o í ule e motne a rsni uei. Pueden encontrarse, por lo menos, dos vertientes explicativas para intentar una respuesta. Una, de naturaleza cuantitativa, se apoya sobre un hecho demográficamente comprobado: la creciente importancia numérica de los grupos juveniles en la distribución de la población latinoamericana, por grupos de edad, aspecto al cual se hará r f r n i c nm y rd t l em sa e a t .L o r ,d n t r l z c a i a i ayr l eeeca o ao eal á dlne a ta e auaea ulttv ea cionada con la anterior, se manifiesta a través de una presión juvenil por lograr m y rp r i i a i ne e t v e e t a a o e e e t d o e l v d s c a yh s ae e ao atcpcó fcia n l rbj, n l sui, n a ia oil at n l mundo de la política. Esta situación se produce en un momento crítico, cuando los canales de acceso se manifiestan notoriamente débiles o insuficientes para aprovec a om d f c rt l sp e i n s hr oiia ae rsoe. La familia, que durante la infancia es el agente socializador por excelencia, comienza a perder importancia en la adolescencia en la medida en que la preparación para los papeles adultos implica desarrollar actitudes de mayor independencia personal, de autoconfianza y de rechazo a ciertas formas de autoridad. Como el desempeño de tales papeles se basa en el reconocimiento social de personas que están fuera del contexto familiar, adquieren importancia otras instancias socializadoras que, en el mundo contemporáneo, reducen más aún el papel del grupo familiar. Es probable que éste sea el fenómeno más significativo que afecta al joven de esta sociedad que se moderniza en algunos aspectos muy rápidamente y que disloca las bases tradicionales de su preparación para la vida adulta. No sólo el sistema educacional amplía sus funciones como agente de socialización, sino que también la creciente importancia de los grupos amigos o “pares” iguales en edad hace posible la decisiva influencia de los hipertrofiados medios de comunicación de masas. No se ha estudiado con la profundidad requerida la importancia del cine y la radio, de las r v s a j v n l syl t l v s ó ,p r l j v n u l t n a e i a a e p c a m n ep r eits ueie a eeiin aa a uetd aiomrcn, seilet aa l q er s l am sr c p i aal i f u n i . a u eut á eetv a nleca
  • 137. LIBRO DE CONSULTA 139 Lo cierto es que los jóvenes en general, forman, desde cierto punto de vista, un grupo psicológicamente muy dependiente, y para completar su proceso de “identificación” necesitan la internalización de símbolos, valores y normas proporcionadas cada vez más por los medios de comunicación modernos, muchos de ellos controlados comercialmente y que se dedican a estimular, en función de propósitos que n d t e e q ev rc nl f r a i nc l u a ye p r t a d la o e c n e l a h s ó aa inn u e o a omcó utrl siiul e dlset, a dein a una cultura simbólica que “distorsiona” la socialización juvenil respecto a un mod l op t ó i e l eo arn da. Es prudente agregar que estos problemas de la socialización juvenil en un mundo cambiante se expresan de diversa manera y tienen consecuencias distintas a medida que son mayores los desniveles sociales en cada sociedad nacional. Algunos grupos de la nueva generación encuentran dificultades de adaptación cuando intentan innovar hábitos y comportamientos sociales reconocidos por el mundo adulto; las formas de conducta excéntrica o desordenada, las manifestaciones de rebeldía aparentemente sin causa, un cierto abandono por los valores oficiales y, en general, nuevas formas de expresión de la energía vital en este periodo, corresponden al desajuste que se produce por el tipo de cambio que afecta a la sociedad contempor n a i c u d l s c e a l t n a e i a ac nt d ss sd s q i i r o e t u t r l s áe, nlia a oidd aiomrcn o oo u eeulbis srcuae. Otros sectores, en cambio, encuentran límites para sus deseos de incorporación p rl f r ac m f n i n l e t u t r i s i u i n l e p e a ae l sd f c l a e o a om oo ucoa a srcua nttcoa, xrsd n a iiutds para estudiar y/o trabajar, en un momento en que estas aspiraciones constituyen n c s d d sr a e ap r i d l s t a i ns c o c n m c d l q ep o e ee j v n eeiae els atr e a iucó oieoóia e a u rcd l oe. Tal es, por ejemplo, el drama del muchacho o la muchacha de origen obrero que no puede estudiar por sus escasos recursos familiares, pero que tampoco puede trabajar porque la demanda ocupacional disminuye constantemente en términos relativos. ......................... Ayudar a la juventud a incorporarse como un sector social útil constituye el núcleo de una problemática común que ha debido enfrentarse con dilaciones y obstáculos de diversa naturaleza, derivados de una situación más general vinculada con la est u t r ye f n i n m e t d ls s e ae o ó i oyp l t c d l sd s i t ss c e rcua l ucoaino e itm cnmc oíio e a itna oid d sl t n a e i a a . ae aiomrcns En efecto, la mayoría de ellas atraviesa un periodo de lento crecimiento económico –sobre cuyas causas no cabe explayarse aquí– que se expresa en la limitada absorción productiva de una mano de obra que se expande como consecuencia del crecimiento demográfico. Esta insuficiencia dinámica afecta de manera primordial a los grupos juveniles que anualmente se incorporan a la oferta de trabajo, ya sea en el campo o en las ciudades. Lo mismo sucede en el campo político, donde las oportunidades de participación no se han incrementado como consecuencia de la perma-
  • 138. 140 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN nencia de estructuras de poder que tienden a limitarlas o a expandirlas en grado menor que el esperado. EL SECTOR ESTUDIANTIL Los problemas creados por la desigual y a veces por la declinante modernización de las sociedades latinoamericanas, afectan de diversa manera a sus sectores juveniles. Los estudiantes, por la posición que ocupan en la estructura social, viven de manera intensa o perciben de manera más aguda tales problemas y tienen mayor posibilidad de participar de manera activa y eventualmente de influir en los asuntos generales de la sociedad. Ello se debe a que los denominados sectores estudiantiles se reclutan en su inmensa mayoría en las capas medias de la población, especialmente en las áreas urbanas donde estos estratos sociales están localizados y donde son mayores las facilidades y oportunidades para estudiar. ………………………….……… L r d c l z c ó d l j v n u e t d a t lye e p c a l v g r s a t a i nd s s a aiaiain e a uetd suini n seil a iooa cucó e u organizaciones en campos no estrictamente gremiales, no puede ser considerada exclusivamente como una tendencia persistente al rechazo de los valores del mundo adulto por parte de un transitorio grupo de edad, sino como un esfuerzo de integrac ó c í i aya t v a m s o e t m l d p re d s n e é ,e s n i oj s i i r yl in rtc cia l im, siuaa o l eitrs l etd utceo a especial sensibilidad que caracterizan a la juventud. De ahí que los problemas estudiantiles sean vistos como problemas de la sociedad global y que la vida política nacional incluya la vida estudiantil en su conjunto: importantes grupos juveniles se incorporan a la actividad pública de sus países a través de luchas estudiantiles que reivindican derechos o se sienten portavoces de otros grupos sociales. LA JUVENTUD POBRE DE LAS CIUDADES Los jóvenes pobres de las ciudades tienen, por decirlo de alguna manera, una juvent db e e e l p oe t el i f n i yl v d a u t e t ne t e h q e p rf e t s u rv; l as nr a naca a ia dla s a srco u, o ure que sean las actitudes surgidas en esta etapa, no pueden cristalizar socialmente en comportamientos significativos. La incorporación prematura al trabajo y la formación temprana del hogar los liga precozmente al núcleo de sus mayores y les impide vivir con profundidad su periodo juvenil. De aquí que no existan en estos sectores una “cultura juvenil” ni una normatividad que, por serles propia, signifique una pos c ó f e t al s c e a g o a ,p rl c a l a t t dd r c a on s e ep o u i iin rne a oidd lbl o o ul a ciu e ehz o ul rdcr rebeldes sino perplejos. Con los años esa perplejidad se transformará unas veces en
  • 139. LIBRO 141 DE CONSULTA actividad en favor del mejoramiento de su situación y, en la mayoría de ellos, en cierto conformismo escéptico con su destino. En lo que respecta a la familia, por ejemplo, se ha señalado con insistencia el proceso defectuoso de socialización que deriva de la falta de la figura paterna como modelo de conducta. Siempre se ha interpretado este fenómeno como resultado de la “irresponsabilidad” familiar del padre y de su correspondiente “ausencia familiar”, psicológica o real. No cabe duda de que el comportamiento del padre tiene c p t li p r a c ae e p o e od s c a i a i nq es l e aac b e e s n d l aia motni n l rcs e oilzcó u e lv ao n l eo e a f m l a s ne b r o d b r ap e t r ea e c ó a h c o a a e t m n ep r d j c , aii; i mag, eeí rsas tnin l eh, prneet aaóio de que aunque los padres tengan una relación afectuosa con los hijos, en muchos casos no sirven como “personas de referencia” con base en los cuales puedan organizar los jóvenes su imagen de la sociedad y de sí mismos. ¿Acaso no será que los jóvenes perciben a sus padres como representantes concretos de un esquema de vida que rechazan? N ECESIDAD DE UNA TEORÍA DE LA JUVENTUD ORIENTADA HACIA LA PLANIFICACIÓN En resumen, este esquema de trabajo se basa en la aceptación de algunos supuestos que conviene explicitar. En primer lugar, la diversidad de situaciones que presentan los países de América Latina en cuanto a la situación de la juventud y, por ende, la necesidad de delimitar los estudios y acciones a los marcos de las sociedades nacionales, sin intentar de partida esquemas que las engloben a todas. De ningún modo significa esto suponer que no haya unidad real o posible debajo de esta diversidad, sino sólo que un esquema analítico totalizador apriorístico es demasiado abstracto para cumplir su indispensable función orientadora. En segundo lugar, que los problemas juveniles no deben ser estudiados aisladamente sino en s v n u a i nc nl e t u t r yl d n m c c n r t sd l s c e a n c o a e l u iclcó o a srcua a iáia ocea e a oidd ainl n a cual tienen lugar. En tercer l ugar, que existe una variada gama de estudios, que a menudo se olvidan, realizados en las últimas décadas en consonancia con la mayor c n i n i d l n c s d dd ld s r o l ,c y u i i a i ns s e á i ayc í i aa a o oceca e a eeia e earlo ua tlzcó itmtc rtc cs permita construir esquemas iniciales y sintéticos sobre la problemática juvenil en cada sociedad nacional.
  • 140. Blanca
  • 142. Mefistófeles tienta a Fausto con el placer Fausto Goethe
  • 143. ELEMENTOS E IMPORTANCIA DEL ESTILO LITERARIO El estilo es a la obra literaria como la personalidad al individuo. Hay tantos estilos como seres humanos. El estilo es el modo característico, original y propio de la expresión de cada autor para comunicar su pensamiento. El estilo es la f r ad s rl t r r ad c d u o E ,p d í m sd c r e c r c e l t r r o E om e e ieai e aa n. s orao ei, l aátr ieai. l estilo corresponderá siempre a la época en que vive el autor; aunque ha habido casos en la literatura de grandes escritores que se han adelantado a su tiempo. De cualquier manera, el estilo se ve determinado por el tiempo e influido por la c l u ayl c v l z c ó d c d p e l . utr a iiiain e aa ubo El estilo no se da espontáneamente. Es necesario lograrlo. Para esto debe educarse y formarse la expresión escrita. Leer las obras fundamentales de la l t r t r u i e s l e p r i i q es f c n e l si á e e yl ss n i o q e ieaua nvra, s emtr u e eudn a mgns o etds u producirán el trabajo literario. Esto permitirá además aprender los recursos y lgo d cd ecio. ors e aa srtr Pero leer no significa exclusivamente “mirar” sucesivamente las páginas de un libro, sino comprenderlas, meditarlas y descubrir el fondo de lo que se dice y todo lo que se sugiere; como por lo regular se dice: “leer entre líneas”. Para a q i i u b e e t l e n c s r oe t a a oye r g r L l c u ad l sc á i durr n un sio s eeai l rbj l io. a etr e o lscos hasta llegar a los modernos, ejercitarse continua y perseverantemente. Tod sl se c i o e q eh nl g a ot n ru e t l p o i ,a i u lq el sg a d s o o srtrs u a ord ee n sio rpo l ga u o rne maestros de la pintura, comenzaron imitando a los grandes de su tiempo, hasta que lograron ser ellos mismos literariamente. “Para desdibujar es preciso saber dibujar.” El estilo literario es una visión personal de todo lo que alcanzamos a comprender. 145
  • 144. 146 TALLER LENGUA DE LECTURA Y REDACCIÓN COLOQUIAL, TÉCNICA Y LITERARIA EN EL ESTILO En esencia, la lengua literaria es diferente a la lengua cotidiana o común. Esta afirmación de ninguna manera quiere decir que la lengua común no pueda ser lengua literaria. El autor se nutre de la lengua común, sólo que su función está en relación con la obra y no con la expresión cotidiana. La llamada lengua poética no depende de otra cosa sino del propósito, el contenido y la atmósfera de lo que se escribe. La lengua que hablamos, lengua común, puede ser literaria si s u i i ad b d m n e e tlz eiaet. En cambio, la lengua literaria no puede ser lengua común. No estamos de acuerdo en que la lengua literaria o poética sea una desviación de la cotidiana. Porque una cosa es la lengua empleada en la obra literaria y otra es la invención de una lengua nueva, “desviada”, nacida exclusivamente para la literatura. La l n u l t r r a p d í m sd c r e l a e u c ó d l l n u c t d a ayo e ega ieai, orao ei, s a dcain e a ega oiin bd c al sl y sp o i syp r o a e d l c e c ó d la t s a L l n u c m n ee a ee rpa esnls e a rain e rit. a ega oú, por sí sola, tampoco puede ser literaria, porque antes es preciso que obedezca a l i t n i nya f nq ep r i u e e c i o . a necó l i u esge l srtr El diálogo cotidiano será literario siempre y cuando lo que expresen los pers n j sf r ep r ed l o r l t r r a D o r m n r r s l a í f l o D r n oae om at e a ba ieai. e ta aea eutra as. uate mucho tiempo se consideró que la lengua común no podría formar parte de la literaria. Esto es un verdadero error porque no es posible que por el hecho de escribir una obra, se tenga que cambiar el habla original y verdadera, por ejemplo, de los trabajadores, de los campesinos y de los estudiantes. Nada más contradictorio que rechazar la lengua común dentro de la lengua literaria, y nada más erróneo que creer que copiar pasajes completos de la lengua común es ltrtr. ieaua La lengua literaria no es un sistema cerrado, porque no se origina exclusivamente para que se exprese el autor. No es predeterminada. La lengua literaria es simplemente la que se necesita y corresponde al mundo del escritor. El escritor no hace una lengua, porque sería tanto como inventarlo. Simplemente selecciona, elige y decide cuáles son las palabras que utilizará y que más tarde llamará “su lengua”,* pero que realmente no es sino una adecuación de la lengua de todos. Es cierto que en esta selección actúan fuerzas inconscientes. También es cierto que en contados casos actúa el azar. El surrealismo tuvo estos orígenes. Lo que es verdad es que la lengua literaria se ha hecho plenamente consciente, * Algunos lo llaman “su lenguaje”.
  • 145. LIBRO 147 DE CONSULTA lo que no pasa con la lengua común. Coincidimos en que el habla común es una corriente continua en la que no hay comienzo ni fin, y que la lengua literaria, como la empleada por Pável, por ejemplo, es de una conciencia incuestionable. Otra diferencia que podemos señalar entre la lengua literaria y la lengua común es que la literaria, para su expresión, debe estar organizada y la lengua común no siempre lo está sintácticamente. Pensar que la lengua literaria debe ser la que obedezca ciegamente los principios gramaticales lógicos y perspectivos d s g o ,a e á d s ru e t r o e e m sg a ed l se r r s L l b r a h e ils dms e e n sob, s l á rv e o roe. a ietd a sido y será siempre lo fundamental para la creación y la expresión. FIGURAS LITERARIAS Antes de estudiar cómo debe escribirse, es necesario mencionar algunas figuras literarias. Las más importantes son: prosopopeya, comparación, metáfora, epít t ,a e o í yp r d j .E l m y r ad l sc s s l sf g r sl t r r a n s eo lgra aaoa n a aoí e o ao, a iua ieais o e dan separadamente. Poooea rsppy Prosopopeya es la personificación de cosas abstractas o inanimadas, a quienes se les dan los atributos del hombre y de la vida. Ejemplos: El río corre presuroso hacia el mar. El arroyo murmura cerca de la cabaña. L sn b sd b j ne t a a f g r s a ue iua xrñs iua. Tú corres blandamente bajo la fresca sombra que el mangle con sus ramas espesas te formó y duermen tus remansos en la mullida alfombra que dulce primavera de flores matizó. ALTAMIRANO Comparación La comparación o símil es la figura que consiste en comparar expresamente una cosa con otra, para dar una idea viva y eficaz de una de ellas.
  • 146. 148 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN La comparación puede detectarse fácilmente por las partículas “como”, “par c a oe u v l n e .S s s p i i r ne t sp r í u a ,l c m a a i nd j r a eí” qiaets i e urmea sa atcls a oprcó eaí de serlo para convertirse en metáfora. Ejemplos: Eres como la noche callada y constelada. Tu cabello largo y negro como la noche. Las calles blancas como manos. Sus muslos se me escapaban como peces sorprendidos, la mitad llenos de lumbre, l m t dl e o d f í . a ia lns e ro FEDERICO GARCÍA LORCA Mtfr eáoa La metáfora es semejanza, consiste en dar a una cosa el nombre de otra que se le parece, para realzarla o darle mayor fuerza. Puede decirse que la metáfora es una comparación abreviada. Nunca la metáfora tiene las partículas “como”, “parecía” o equivalentes, porque sería comparación. Ejemplos: E iven d l vd. l niro e a ia “Boina gris, voz de pájaro y corazón de casa.” “ i p l b a l o i r ns b et ,a a i i n o e ” Ms aars lveo or i crcádt, “ us l n i e d e t e l s ” T ieco s e srla. Aquella noche corrí el mejor de los caminos montado en potra de nácar s nb i a ys ne t i o . i rds i srbs FEDERICO GARCÍA LORCA Eíeo ptt El epíteto es un adjetivo o frase adjetivada que marca una cualidad esencial del s s a t v .E e í e os a a ea s s a t v p r d r em y rr a c ;s ne b r utnio l ptt e ñd l utnio aa al ao ele i ma-
  • 147. LIBRO 149 DE CONSULTA go, no es fundamental para determinar el sentido de éste. El epíteto es un adjetivo, pero no todo adjetivo es epíteto. Los epítetos deben ser apropiados al sujeto y en relación con las acciones o situaciones propias del sujeto. Nunca deben ser exagerados. Se caracterizan por su condición de innecesarios. Ejempo: ls L b a c n e ec í s b el c u a . a lna iv aa or a idd L sf r c sl b sp r e u a a h m r h r d . o eoe oo esgín l obe eio L n g a n c el a e o i a a a er oh a tmrzb. L f o i ap i a e at a oc n i ol a e r a a lrd rmvr rj osg a lgí. Ejemplos de expresiones o frases adjetivadas: La Décima Musa, Sor Juana. E P d ed l P t i ,H d l o l ar e a ara iag. E C n a r d lN r e F a c s oV l a l etuo e ot, rnic il. E C u i l d lS r E i i n Z p t . l adlo e u, mlao aaa A u l ai t é i aj v n u qel nrpd uetd con sus cuerpos vigorosos detenía como muro resistente l s l a ee b s i a a avj metd. S. DUEÑAS Aeoí lgra La alegoría es una sucesión continua de metáforas; es decir, varias metáforas u i a ,c n e u i a .L a e o í c n i t e s s i u ru o j t p ro r q el nds osctvs a lgra osse n utti n beo o to u o evoca. Hace comprensibles conceptos abstractos que resultan difíciles en sí mismos. La alegoría permite dar a entender una cosa y sugerir otra más. En la alegoría siempre hay una equivalencia resuelta. Ejemplos: Su cuerpo de espadas penetró en mis ojos salvajes, en medio de los brazos de la l z a o a ap re d s o u, gtd o l ee. “El carro del Estado navega sobre un volcán” (Prudón). El elemento que se evoca es el pueblo en rebeldía. La parábola y la fábula son ejemplos muy claros de alegoría. Ejemplo:
  • 148. 150 TALLER LA ZORRA A UNA DE LECTURA Y REDACCIÓN M ÁSCARA Vio por casualidad la zorra una Máscara de Farsa, y dijo luego: “¡Oh, qué bella c b z ,p r s ns s ! aea eo i eo” Esto se ha dicho por aquellos a quienes la fortuna colmó de honor y gloria, p r l sn g e j i i . eo e eó l uco (Los honores no honran a los necios.) FEDRO Prdj aaoa La paradoja consiste en presentar unidos dos pensamientos opuestos. Es “un absurdo aparente formado por ideas que parecen contradictorias, pero que en realidad no lo son. La paradoja, bajo la apariencia de un desatino, suele esconder una verdad nueva o un modo nuevo de ver esa verdad” (Vivaldi). Ejempo: ls Blanca negrura, seca fertilidad, estéril abundancia, difícil facilidad, docta i n r n i ,a e r aa a g ,r í l o a d . goaca lgí mra er lrno C c e u “ s r b rs ns re c i o . ota: Ecii i e srtr” Wilde: “La vida es una cosa demasiado importante para hablar de ella en sro” ei. Santa Teresa: “Vivo sin vivir en mí.” Yo no puedo tenerte ni dejarte, n s p rq é a d j r eoa t n r e i é o u, l eat l eet, se encuentra un no sé qué para quererte y muchos si sé qué para olvidarte. Pues ni quieres dejarme ni enmendarte, yo templaré mi corazón de suerte q el m t ds i c i eaa o r c r e u a ia e nln breet aunque la otra mitad se incline a amarte. Si ello es fuerza querernos, haya modo que es morir el estar siempre riñendo: no se hable más en celo y en sospecha, y quien da la mitad, no quiera el todo;
  • 149. LIBRO 151 DE CONSULTA y cuando me lo estás allá haciendo, sabe que estoy haciendo la deshecha. SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ CUALIDADES DEL ESTILO Tradicionalmente las cualidades del estilo fueron señaladas por Azorín, y por válidas se tomaron durante el siglo XX. Azorín considera cuatro cualidades primordiales del estilo, agregaremos una más. Las cualidades son normas que deben seguirse para redactar correctamente. Son reglas o requisitos que debe contener un buen texto. Éstas son: claridad, c n i i n s n i l z n t r l d dyo i i a i a . ocsó, ecle, auaia rgnldd Caia lrdd Claridad significa escribir con un pensamiento diáfano, comprensible, directo, c nl sc n e t sb e d g r d s L c a i a e l e p s c ó l m i ,l s n a i o o ocpo in ieio. a lrdd s a xoiin ipa a itxs correcta; es redactar un texto entendible sin que dé lugar a dudas. Cuando el pensamiento del que escribe es captado sin esfuerzo por la mente del lector, hay claridad. La claridad permite la total comprensión del texto. El riesgo que corre un texto que no tiene claridad es el de no entenderse, entenderse dudosamente o en parte. Ejemplo de claridad es el fragmento del poema Vámonos patria a caminar, del poeta guatemalteco Otto René Castillo, maestro del frente Edgar Ibarra de las FAR, muerto en Sierra de Minas en 1967. VÁMONOS PATRIA A CAMINAR , YO TE ACOMPAÑO Yo bajaré los abismos que me digas. Yo beberé tus cálices amargos. Yo me quedaré ciego para que tengas ojos. Yo me quedaré sin voz para que tú cantes. Yo he de morir para que tú no mueras, para que emerja tu rostro flameando al horizonte
  • 150. 152 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN de cada flor que nazca de mis huesos. T e eq es ra í i d s u i l m n e in u e s, nictbeet. Ya me cansé de llevar tus lágrimas conmigo. Ahora quiero caminar contigo, relampagueante. Acompañarte en tu jornada, porque soy un hombre del pueblo, nacido en octubre para la faz del mundo. Cniin ocsó Concisión es la cualidad que obliga a emplear únicamente las palabras que sean absolutamente precisas y necesarias para expresar lo que queremos. Formular nuestros pensamientos con el menor número de palabras, sin restar por ello lo principal al texto. La concisión hace que cada línea, cada frase y cada párrafo, estén plenos de sentido. El no considerar esta cualidad hace un texto vago, impreciso, cargado de p l b a ,r t r c . aars eóio Ejemplos de concisión son los textos que copiamos a continuación: “Y el reposo del fuego es tomar forma.” “Fuego es el mundo que se extingue y prende.” “Las cosas hoy dispersas se reúnen y las que están más próximas se alejan.” “Otro, el emperador, el responsable, junto a quien consintió, busca que nada alcance a perdurar y continúe.” “Serás polvo llevado por el mundo. En tanto que nosotros duraremos.” JOSÉ EMILIO PACHECO “La libertad del hombre está en su conciencia.” “Es tan corto el amor y tan largo el olvido.” PABLO NERUDA
  • 151. LIBRO 153 DE CONSULTA En los últimos días de su vida Fernando Krauze le cantaba a su hija Camila. Camila tiene 3 años. Algún día ella le cantará a su padre e l sc l e l b e d C i e n a als irs e hl. BELTRÁN RÍOS Snilz ecle L s n i l ze u i i a p l b a of a e d f c lc m r n i n T d l a t f c o a ecle s tlzr aars rss e ái opesó. oo o riiis ,f l ooc m l c d e c n r r oal s n i l z L s n i l z e t m i na t n o as opiao s otai a ecle. a ecle s abé ueticidad, buena fe. Un texto sencillo inspira confianza por su sinceridad, jamás es exagerado. Un texto sencillo es creíble. Así como una de las grandes virtudes humanas es la sencillez, ya que el verdaderamente culto o valiente no necesita demostrarlo a cada momento; así también el estilo debe ser verdadero. La sencle e l grní d l vra. ilz s a aata e a edd E e p o d s n i l z e e f a m n o d l p e a Tal vez mi última carta a Memet, jml e ecle s l rget e om del poeta turco Nazim Hikmet. S h s f i o s s g i ás f i n ot d v a e a urd, e eur ured oaí, pero a pesar de todo habrá un futuro espléndido. Tú en nuestra tierra, con tu pueblo construirás el mundo. Con tus ojos lo verás. Con tus manos lo tocarás. Memet, yo moriré tal vez muy lejos de mi idioma lejos de mis canciones muy lejos de mi sal y de mi pan con la nostalgia de tu madre y de ti y de mi pueblo y de mis camaradas pr n e e eii eo o n l xlo mas no en el extranjero en el país de mis sueños moriré en la blanca ciudad de mis más bellos días. Memet, mi niño t c n í aT r u a e ofo uqí. Me voy, pero estoy calmo.
  • 152. 154 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN La vida que se va extinguiendo en mí proseguirá por largo tiempo en ti y en nuestro pueblo, eternamente. Naturalidad Esta cualidad se refiere al tono, o sea a emplear la lengua más usual, más habitual. Quien escribe sirviéndose de su propio vocabulario es natural. Lo contrar od n t r l d de r b s a i n o e u i i a p l b a q en s e p e n c s i e auaia s eucmet, s tlzr aars u o e mla, ai desconocidas o muy difíciles de entender. El tono afectado no tiene naturldd aia. El riesgo de la falta de naturalidad es que el lector se vaya frenando a cada momento, distrayendo, aburriendo hasta que rechace el texto por ostentoso y rdcl. iíuo Ejemplo de naturalidad es el poema Muchacha de Vietnam del poeta cubano Roberto Fernández Retamar (1930-). Esta ruda muchacha de Vinh no tuvo miedo cuando el avión a chorro norteamericano descendió en picada, disparando, sobre su grupo; no tuvo miedo cuando el avión llegó a setecientos metros; no tuvo miedo cuando entró en su mirilla, y esta muchacha disparó y disparó yv oc e e v e t e l a a a t r i l a a a o i ar nulo n lms l erbe prt; esta muchacha sólo tuvo miedo cuando le pedimos que lo contara a nosotros – á a a ,l c s l p c s p p l s ; cmrs ue, áie, aee– a nosotros, impresionados del otro lado de la mesa, ante esta terrestre niña de Vinh que esconde la cara entre las manos temblorosas. Oiiaia rgnldd Esta cualidad va unida al término “nosotros mismos”. El escritor es original cuando es él mismo sin copiar a nadie, sin hacer uso de frases hechas, de las e p e i n syt p c su i i a o h s ae c n a c o xrsoe óio tlzds at l asni.
  • 153. LIBRO 155 DE CONSULTA E e t l o i i a e e e t l i d v d a .E c m u as m l av t l L o i i l sio rgnl s l sio niiul s oo n eil ia. o rgnal es lo fundamental. Ser original al tratar un tema es llegar hondo, penetrar más en sí mismo para expresarse con mayor autenticidad. La expresión escrita, e e t l l t r r o e c m l t m n ep r o a ,p o i ,s b e i o s n u a .T d s l sio ieai, s opeaet esnl rpo ujtv, iglr oa las cualidades deben observarse y ponerse siempre al servicio de la originalid d d l f r a de ser literaria de quien re acta. a, e a om d Ejemplo de originalidad son los fragmentos del poema América del poeta peruano Manuel Escorza. América, no puedo escribir tu nombre sin morirme. Aunque aprendí de niño, no me salen derechos los renglones; a cada sílaba tropiezo con cadáveres, detrás de cada letra encuentro un hombre ardiendo y no puedo ni cerrar la A porque alguien grita como si se quedara adentro. ... ... ¡Pobre América! En vano los poetas dsoa rieoe. ehjn usñrs No verán tu rostro mientras no se atrevan a llamarte por tu nombre ¡América mendiga! América de los encarcelados, América de los perseguidos, América de los parientes pobres. ¡Nadie te verá si no deshacen este nudo que tengo en la garganta! Los lingüistas modernos, además de las cualidades del estilo consideran cualidades de la palabra. En la lengua literaria, las palabras varían, modifican y m l i l c ns sf n i n s L p l b ae l h r a i n ad lt a a a o l t r r o utpia u ucoe. a aar s a ermet e rbjdr ieai. Nosotros coincidimos en este aspecto con el maestro Arturo Souto y anotamos las cualidades de la palabra: musicalidad, afectividad, evocatividad, concept a i a ,s m o i i a . uldd iblcdd
  • 154. 156 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Mscldd uiaia La musicalidad es la belleza fonética o rítmica armoniosa, melodiosa, modulada y consonante. El acento, la entonación y el ritmo son fundamentales. La calidad musical combate todo lo malsonante y estridente en la lengua. Es importante señalar que deben observarse todas las cualidades, pues el reducirse a u as l p e es rr e g s .E l sc r i n e l t r r a ,c l e a i t s s m o i t s n oa ud e isoo n a orets ieais utrnsa, iblsa y modernistas, la musicalidad tuvo una gran preponderancia. Como claro ejemplo de musicalidad tenemos el poema del cubano Nicolás Guillén, Sensemayá. SENSEMAYÁ CANTO PARA MATAR UNA CULEBRA ¡Mayombe-bombe-mayombé! ¡Mayombe-bombe-mayombé! ¡Mayombe-bombe-mayombé! L c l b at e el so o d v d i ; a uer in o js e iro la culebra viene y se enreda en un palo; con sus ojos de vidrio, en un palo, c ns so o d v d i . o u js e iro La culebra camina sin patas; l c l b as e c n ee l y r a a uer e sod n a eb; caminando se esconde en la yerba, caminando sin patas. ¡Mayombe-bombe-mayombé! ¡Mayombe-bombe-mayombé! ¡Mayombe-bombe-mayombé! Tú le das con el hacha y se muere: ¡ a ey ! dl a ¡No le des con el pie, que te muerde, n l d sc ne p e q es v ! o e e o l i, u e a Sneaá l clba esmy, a uer, sensemayá. Sensemayá, con sus ojos,
  • 155. LIBRO 157 DE CONSULTA sensemayá. Sensemayá, con su lengua, sensemayá. Sensemayá, con su boca, sensemayá. La culebra muerta no puede comer; la culebra muerta no puede silbar; no puede caminar, no puede correr. La culebra muerta no puede mirar; la culebra muerta no puede beber; no puede respirar, ¡no puede morder! ¡Mayombe-bombe-mayombé! Sneaá l clba esmy, a uer… ¡Mayombe-bombe-mayombé! Sneaá n s mee esmy, o e uv… ¡Mayombe-bombe-mayombé! Sneaá l clba esmy, a uer… ¡Mayombe-bombe-mayombé! ¡ e s m y ,s m r ó Sneaá e ui! Aetvdd fciia Como un carácter actúa de manera diferente, ante diferentes espectadores, de acuerdo con su sentimiento y emoción; las palabras, los nombres, también se perciben de manera distinta. La carga sentimental o emotiva que pueden conten rl sp l b a e r c b d p re l c o s g ns f r ad a r c a l sc s s d e a aars s eiia o l etr eú u om e peir a oa, e acuerdo con su potencial afectivo. Esta apreciación afectiva se da únicamente c a d e l c o s h l aa e t a oe e t x ol t r r o L c a i a a e t v d uno l etr e al dnrd n l et ieai. a uldd fcia e las palabras deberá emplearse de acuerdo con la intención que se pretenda lograr. Ejemplo de afectividad es el siguiente fragmento del poema número 15 del chileno Pablo Neruda.
  • 156. 158 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso t c r a al b c . e err a oa Como todas las cosas están llenas de mi alma emerges de las cosas, llena del alma mía. Mariposa de sueño, te pareces a mi alma y te pareces a la palabra melancolía. Eoaiia vctvdd Las palabras pueden ser a veces elementos mágicos que nos traigan recuerdos y que por momentos simbolicen las cosas que hemos visto o que hemos sentido. Las palabras, la lengua, además de sentimientos y momentos vividos pueden evocarnos luz, color, olor, textura, etc. De igual manera que la psicología nos dice de lugares y aun momentos que reconocemos como si hubiéramos vivido, las palabras tienen el poder de traernos hechos pasados o sucesos que ni siquiera nos han ocurrido. Ejemplo de evocatividad es el poema Salmo 16 del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (1925). Oye Señor mi causa justa atiende mi clamor. Escucha mi oración que no son slogans. Júzgame Tú y no sus Tribunales. Si me interrogas de noche con un reflector con tu detector de mentiras no hallarás en mí ningún crimen. Yo no repito lo que dicen los radios de los hombres ni su propaganda comercial ni su propaganda política. Yo guardé tus palabras y no sus consignas. Yo te invoco porque me has de escuchar. Oh Dios oye mi palabra. Tú eres el defensor de los deportados y de los condenados en Consejos de Guerra y de los presos en los campos de concentración guárdame como a la niña de tus ojos debajo de tus alas escóndeme
  • 157. LIBRO 159 DE CONSULTA libértame del dictador y de la mafia de los gangsters Sus ametralladoras están emplazadas contra nosotros y los slogans de odios nos rodean. Los espías rondan mi casa los policías secretos me vigilan de noche estoy en medio de los gangsters Levántate Señor sal a su encuentro derríbalos. Arrebátame de las garras de los bancos con tu mano Señor líbrame de los hombres de negocios y del socio de los clubes exclusivos ¡de esos que ya han vivido demasiado! l sq et e e r p e a s sr f i e a o a o u inn elts u ergrdrs y sus mesas llenas de sobras yd ne c v a al sp r o . a l air o ers Nosotros no tenemos entrada a su Club pero Tú nos saciarás cuando pase la noche. Cnetaia ocpuldd La cualidad conceptual es la posibilidad de proyectar una descarga de pensamiento muy intenso, que va más allá de lo aparentemente dicho. Esta cualidad solamente se da en escritores con una gran capacidad de pensamiento, porque las palabras definen ideas, expresan conceptos y pensamientos, y por ello mismo elaboran un concepto. El pueblo es conceptual. Los dichos y los refranes son conceptuales por el profundo valor de la idea que transmiten. Ejemplos: “Al hombre bueno no le busques abolengo.” “La ley del embudo.” “Lo que nunca se hizo, nunca se dijo.” “General de dedo.” “ lg l ea i a ” E op vs. “La mejor manera de decir es hacer” (Martí). Ejemplo de cualidad conceptual es e! siguiente fragmento de Luzbela, del escritor mexicano Arqueles Vela (1899-1977).
  • 158. 160 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN El cnly: la ocuó —… bien interpretaríais… de las 36 situaciones dramáticas… el perseguidor, el infortunado, el culpable, el fugitivo, el desastroso, el desdichado, el conspirador, e o a o e r p o ,e e i m t c ,e a v r a i ,e r v l e a ú t r ,e f e ,e f t l e l sd, l atr l ngáio l desro l ia, l dleo l il l aa, l l c ,e i p u e t ,e r v l d r e a a i n d ,e s c i i a o ,e d v t ,e c m l oo l mrdne l eeao, l psoao l arfcdr l eoo l opi c d ,e s m l ,e i p s b e e p i e a a t ,e p i e a i o e ú t m a a t ,e ao l ipe l moil, l rmr mne l rmr mg, l lio mne l ú t m a i o e i d f r n e e i r f e i o e i m r a ,e p r i o o e e c n r d , lio mg, l nieet, l relxv, l notl l edds, l notao e e p c a o ,e p c e z d ,e d s s e a o e v n e o ,e i f i g b e e s ñ d r e l setdr l ainuo l eeprd, l ecdr l nrnil, l oao, l culbutador, el desdeñoso, el ausente… Viendo que permanecía alejado, concluyó: — … parecéis de piedra… —… te sobraron algunos… —repuse— …pero te faltó el principal… el alborozado por ti… Consternada, se echó sobre las sábanas; envolviéndose después en forma de cuerpo extraño, convulsiva por sus deseos. Sus ojos iluminados se entrecerraron, sus labios entreabiertos se secaron como los surcos de las tierras fragosas… Ahora, su desnudez y postura, eran clásicas, en sus partes… aunque conservaba en el todo de sus formas, un no sé qué más acá… de lo antiguo… identificada con una mujer del pueblo en su actitud ruborosa, como si hubiera perdido la serenidad l n a oi d f r n i …ys p o u i r a í t lc a e a iel nieeca e rpsea s, a ul r… Permaneció algún tiempo pensando; luego dijo: —Por vuestra maldad… seréis castigados… —… Dios se sirve de los malvados para hacer sus favores… repuse, estrechándola en mis brazos. —… iréis al infierno… –balbuceó, zalamera. —… qué le hace… soy de tierra caliente. Entonces, ella se me quedó mirando extasiada, y en seguida me abrazó, diciendo: —… me voy contigo… —… al infierno… Smoiia iblcdd Cualidad simbólica es emplear la palabra en toda su representatividad y significado. En la misma forma en que una metáfora realza y engrandece los concept s l sp l b a d b ns m o i a ,s g i i a ,c m e d a yp r o i i a l q e o, a aars ee iblzr infcr opnir esnfcr o u quiere decirse. Lo simbólico no quiere decir reducir la palabra únicamente en su forma, como lo hicieron los modernistas, sino por el contrario, darle la mayor amplitud, o sea, todo lo que puede manifestar. La palabra puede hacer las veces de lo que queremos decir.
  • 159. LIBRO DE CONSULTA 161 Como ejemplo, el siguiente fragmento del poema Declaración de odio, del poeta mexicano Efraín Huerta (1914-1982). Ciudad tan complicada, hervidero de envidias, criadero de virtudes deshechas al cabo de una hora páramo sofocante, nido blando en que somos como palabra ardiente desoída, superficie en que vamos como tránsito oscuro, desierto en que latimos y respiramos vicios, ancho bosque regado por dolorosas y punzantes lágrimas, lgia d dsrco lgia islats árms e epei, árms nutne. Te declaramos nuestro odio, magnífica ciudad. At ,at st i t syv l a í i o b r u s s i u rse ugrsms ugee, at sc i a d a r ,c r m l syf l sa e i a o , u hcs e ie aaeo im mrcns at sj v n u e i ec e mr l e a d b s r , u uetds c ra elns e aua a tus desenfrenados maricones que devastan l se c e a ,l p a aG r b l i a suls a lz aiad, la viva y venenosa calle de San Juan de Letrán. Te declaramos nuestro odio perfeccionado a fuerza de sentirte cada día más inmensa, cada hora más blanda, cada línea más brusca. Y si te odiamos, linda, primorosa ciudad sin esqueleto no lo hacemos por chiste refinado, nunca por neurastenia, sino por tu candor de virgen desvestida, por tu mes de diciembre y tus pupilas secas, por tu pequeña burguesía, por tus poetas publicistas, ¡por tus poetas, grandísima ciudad!, por ellos y su enfadosa categoría de descastados, por sus flojas virtudes de ocho sonetos diarios, por sus lamentos al crepúsculo y a la soledad interminable, por sus retorcimientos histéricos de prometeos sin sexo o estatuas del sollozo, por su ritmo de asnos en busca de una flauta. La redacción correcta de acuerdo con el estilo literario se logrará observando tanto las cualidades del estilo como las cualidades de la palabra. Dependien-
  • 160. 162 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN do de cada género literario, deberá darse mayor importancia a estas cualidades. Por ejemplo, el ensayo tendrá en primer plano lo conceptual; la poesía, lo music lyl s m ó i o L q ee i d s e s b es ñ l re q el sg a d so r sd l a o iblc. o u s nipnal eaa s u a rne ba e a literatura universal deben tener una lengua literaria que todos puedan entender y comprender. VICIOS DEL ESTILO Para tener un buen estilo en redacción no basta con observar las cualidades, sino evitar los vicios y defectos. Los vicios del estilo son frases incorrectas, tanto en la estructura de las palabras como en la sintaxis. Los vicios del estilo e h np rt e r c a q i rr d c i n S nv c o d le t l l c c f n a l r p ca o ira ulue eacó. o iis e sio a aooí, a ee t c ó yl a f b l g a iin a niooí. Ccfna aooí Cacofonía es la aspereza, brusquedad y altisonancia de una expresión. Es la ruptura de la armonía, la disonancia que se produce en el encuentro de dos p l b a ol t a c ns n d ss m l r s L r u i nd l sm s a l t a ys l b s aars ers o oio iiae. a enó e a ims ers íaa en una oración. Ejemplos de cacofonía: Rápidamente regué las rosas rojas. T n ot n ot a a od r n et e t i e t e . eg at rbj uat rs rmsrs L l zd l l j n l n i u i al l g n . a u e a eaa ua lmn a aua Rptcó eeiin La repetición es la monotonía de utilizar siempre los mismos vocablos. La repetición demuestra pobreza de vocabulario. Es muy frecuente encontrar repetidamente la “y” como punto de unión, el “como” y la “o” como punto de comparación, etc. Al igual que en la expresión oral, la utilización de palabras como “este”, “bueno”, “pues”, “digo”, etc., sólo muestran lagunas mentales en la lengua escrita éstas equivalen a usar persistentemente las mismas palabras. Ejemplos: Carlitos miraba su libro, miraba la ventana, miraba las muchachas que pasaban p rl c l e m e t a e t d a al g r t o .H yy n e o o a al, inrs suib oaims o a i s.
  • 161. LIBRO 163 DE CONSULTA Salvador fue a la excursión, fue conmigo, fue con “el tiórico”, fue con sus hijos, fue con toda su sabiduría, fue sin dinero y fue con su traje de baño de bolitas. Afblga niooí Anfi s g i i a d s L a f b l g a e l f l a d c a i a e u a e p e i n C a infc o. a niooí s a at e lrdd n n xrsó. un do una frase da lugar a dos o más formas de entenderse o interpretarse, se dice que hay anfibología. Anfibología es la ambigüedad en una construcción dando doble sentido a lo que se enuncia. Ejemplos: Se obsequian mascadas para damas de seda. Deje pasar primero a la dama como caballero. Víctor como siempre presenta a su hermana a Ernesto.
  • 162. Blanca
  • 163. 7. INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS
  • 164. ¡Todo el poder para el pueblo! —gritó Pável La madre Gorki
  • 165. I NVESTIGACIÓN Hablando en los terrenos del sentido figurado, la vida radica en lo que el hombre es capaz de respirar. Decimos esto tanto física como intelectualmente. Siempre el ser humano ha querido respirar el conocimiento de todo lo que le ha sido dado entender. Desde que respiró el día de la creación según como lo interpreta e G n s s h i t n a oe p i a s e t e p ,l n t r l z ,l v d ya t s i a l éei, a netd xlcre l imo a auaea a ia rítcmente las formas, los colores, los sonidos. Esta ansia de respirar y descubrir todo lo que llega a percibirse no sólo forma y desarrolla al hombre, sino lo r a i ac m t l E t e i v s i a . elz oo a. so s netgr Investigar es conocer, saber. El hombre cumple el conocimiento y lo aplica para beneficio de su colectividad. La investigación es método y organización, puede definirse como el ir hasta las fuentes originales de lo que trata de descubrir; lo nuevo, hasta haberlo indagado y superar así lo ya conocido por el hombre. Ejemplo de investigación antropológica fue el ir hasta los orígenes más recónditos históricos y sociológicos que tuvo que realizar la antropóloga Eulalia Guzmán, hasta localizar los restos del más digno de los combatientes prehispánicos: Cuauhtémoc. Después de la investigación difícil y envidiada, logra poner en claro y recuperar para el conocimiento y la historia, el paradero del cuerpo mortal del héroe. F c ab b i g á i a ih ilorfc El trabajo de investigación no únicamente necesita un método sino el desarrollo de toda la atención y disposición del que investiga. Tanto para realizar la investigación como para el ordenamiento de los conocimientos asentados en 167
  • 166. 168 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN los libros, lo que equivale también al ordenamiento de los propios libros, requiere representaciones escritas que nos permitan localizar rápidamente y conocer el contenido y todos los datos relacionados con una determinada obra. El auxiliar en la investigación a este respecto recibe el nombre de ficha bibliogáia rfc. La ficha bibliográfica es una pequeña tarjeta de 12.5cm × 7.5cm, donde se asientan los datos más importantes de las obras. Por lo general contiene los sgine dts iuets ao: •a t r uo •t t l íuo •e i o i l dtra • país y año •t m t c eáia Alccó: piain FICHA Atr uo Ttl íuo Eioil dtra Tmtc eáia BIBLIOGRÁFICA V a i i I i hL n n ldmr lc ei. L eacpcó d l mjr a mniain e a ue. Progreso País URSS Año 1971. Lo que revolucionariamente requiere la mujer de hoy para emanciparse y realizarse.
  • 167. LIBRO 169 DE CONSULTA L f c ab b i g á i ap e eu i i a s n s l p r e t f n l d d s n p r a ih ilorfc ud tlzre o óo aa sa iaia, io aa cualquier labor de estudio o monografía. Su aplicación y manejo se estudia y practica a fondo en la Técnica de Investigación, aunque en forma particular también es muy usual. F c ad t a a o ih e rbj La investigación impone un método adecuado. Es necesario primero organizar todo el material de que se disponga y clasificarlo separadamente en ficheros, en los que deberá anotarse su contenido. Los libros de consulta y bibliográficos que se necesiten. Y, sobre todo, anotar limpia, clara y cuidadosamente todas n e t a i v s i a i n se l st r e a d t a a o usrs netgcoe n a ajts e rbj. La ficha de trabajo es una tarjeta que tiene dos objetivos fundamentales: Ir ordenando las fuentes de información de acuerdo con los conceptos e ir relacionando los comentarios y juicios personales del que investiga. Hay varias fichas de trabajo para fines específicos. Por ejemplo, la tarjeta de Universal Alexander, la de la UNESCO, etc. Para nuestra finalidad de análisis de obras y de conceptos de estudio escolar, consideramos de mayor operabilidad el model q ec n i n l ss g i n e d t s o u otee o iuets ao: •atr uo • tema que se investiga • t t l d ll b o íuo e ir • e i o i l l g ryf c a dtra, ua eh • p g n d ll b oq es t a s r b áia e ir u e rncie • r f r n i t x u le t ec m l a eeeca eta nr oils • comentario o juicio personal. Un ejemplo de la aplicación de la ficha de trabajo se muestra en la siguiente pgn: áia
  • 168. 170 TALLER FICHA DE LECTURA Y REDACCIÓN DE TRABAJO Germán Guzmán Campos -El Padre Camilo Torres Siglo XXI Editores, México, 7a. Ed., 1978. pp. 99 a 102 Plataforma Política 1.– “La propiedad de la tierra será del que la esté trabajando directamente. 2.– Todos los habitantes de casas en las ciudades y pueblos serán propietarios de la casa en donde habiten. 3 –S h r u p a d c r c e o l g t r o t n e t as s i u ri p r a i n s . e aá n ln e aátr biaoi, edne utti motcoe, a m n a l se p r a i n sei d s r a i a e p í . uetr a xotcoe nutilzr l as 4.– Se cobrará un impuesto progresivo a los que reciban rentas superiores a las requeridas para vivir decorosamente. 5 –L sb n o ,c m a í sd s g r s h s i a e ,c í i a ,c n r sd f b i a . o acs opña e euo, optls lncs eto e arcc ó yd s r b c ó d d o a ,l st a s o t sp b i o ,l r d oyt l v s ó yl in itiuin e rgs o rnpre úlcs a ai eeiin a e p o a i nd l sr c r o n t r l s s r nd lE t d . xltcó e o euss auae, eá e sao 6.– El Estado dará gratuitamente educación a todos los colombianos. 7 –L e u a i ns r o l g t r ah s af n l z rl e u a i ns c n a i ot c . a dccó eá biaoi at iaia a dccó eudra énica. Habrá sanciones penales para los padres que no cumplan con la obligación d h c re u a as sh j s e ae dcr u io. 8.– La propiedad del subsuelo será del Estado. 9.– Colombia tendrá relaciones con todos los países del mundo e intercambios de comercio y de cultura en condiciones de equidad y de mutuo beneficio. 10.–El Estado implantará un plan integral y progresivo de seguridad social que garantice gratuitamente a la población el derecho a la salud y a la atención médic. a” La plataforma del Padre Camilo es indispensable para que realmente exista un cambio revolucionario en un país. Bbigaí ilorfa Se llama bibliografía a la relación de todas las obras consultadas para hacer una ivsiain u taao u lbo ectr. netgcó, n rbj, n ir, téea
  • 169. LIBRO 171 DE CONSULTA U i i a i nd l sf e t sd i f r a i n tlzcó e a une e nomcó Para poder realizar el trabajo de la investigación hay que recurrir a las fuentes de información. Las fuentes de información son receptáculos que tienen, en forma especializada, gran cantidad de elementos que proporcionan los datos n c s r o p r f c l t re t a a od i v s i a i n E l g c s p n rq et d eeais aa aiia l rbj e netgcó. s óio uoe u oo trabajo de investigación necesita fuentes de información de calidad, pues al basarse en fuentes erróneas traería como consecuencia una investigación equivocada. Consideramos esencialmente una buena bibliografía, así como libros de consulta y referencia, como primera fuente de información. Otras fuentes de información indispensables son: la biblioteca, la hemeroteca y los centros de información. Bbitc iloea Se llama biblioteca al sitio o lugar donde se localizan debidamente clasificados y ordenados libros a disposición del público. La biblioteca es un lugar vivo que guarda una parte del saber humano asentado en libros y papeles. La historia, el a t yl c v l z c ó d l sp e l se t nc l s m n eg a d d sp rl sb b i re a iiiain e o ubo sá eoaet urao o a ilo t c s s st a i i n st m i n H yb b i t c se p c a i a a h s ó i a c e t ea; u rdcoe abé. a iloea seilzds itrc, iní f c ,g o r f c ,m t m t c ,f l s f c m n e af nd h c rm sf c le a c s ia egáia aeáia ioóiaet, i e ae á ái l ceo a los volúmenes. El verdadero estudioso aclara, reafirma y agranda su cultura consultando una biblioteca. Entre las bibliotecas más célebres e importantes del mundo podemos mencionar: a) La biblioteca de Asurbanipal, localizada en l s r i a d l p l c o r a d N n v , l m s f m s d l O i n e b) L b b i t c a uns e aai el e íie a á aoa e ret. a iloea de Pérgamo, en Asia Menor. c) La biblioteca de Alejandría en Egipto, parcialmente destruida por los bárbaros, la más célebre de los griegos. d) La biblioteca del Pórtico de Marcello en Roma, después La Palatina, primera biblioteca públic i s a a a p r C s r A g s o e) L s b b i t c s b n d c i a e v r o p í e ; a ntld o éa uut. a iloea eeitns n ais ass la Orden de la Edad Media se dedicó a copiar manuscritos de los clásicos. En la actualidad las más importantes son: el Museo Británico en Londres, la Biblioteca Nacional en París, la Biblioteca Vaticana en Roma y la Biblioteca Pública de Berlín. En América la más importante es la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México (antes Real y Pontificia Universidad), fundada el 21 de septiembre de 1551 y que actualmente está en Ciudad Universitaria. En nuestro país también es notable la Biblioteca Nacional que
  • 170. 172 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN también se encuentra en Ciudad Universitaria y la Capilla Alfonsina en Tacub y ,D F aa .. Hmrtc eeoea La palabra hemeroteca tiene su origen en el griego hemera: día, y theke: estante. La hemeroteca es por su raíz: los estantes que guardan los diarios o periódicos. La hemeroteca es el sitio donde se encuentran debidamente clasificados y o d n d sl sp r ó i o ,l sr v s a yl sp b i a i n s c ne f nd e t ral reao o eidcs a eits a ulccoe, o l i e sa a d s o i i nd lp b i op r s c n u t ei v s i a i n P r f c l t rs m n ipscó e úlc aa u osla netgcó. aa aiia u ae jo, la hemeroteca elabora catálogos completos en los que aparecen los tipos, las épocas y los nombres de los volúmenes que contienen. En nuestro país, en el año de 1539, al ser introducida en la Nueva España la primera imprenta del continente, se formó en la Real y Pontificia Universidad de México lo que más tarde sería la Hemeroteca Nacional, cuyo archivo es de los más antiguos e importantes de América. Entre los primeros diarios que la formaron se cuentan las célebres Hojas Volantes y las Gacetas de 1677. También se encuentran las publicaciones periódicas de don Ignacio María Castorena Ursúa y Goyeneche, que datan de 1722. Otros ejemplos notables de la Hemeroteca Nacional son El Despertador Americano, periódico liberal que comenzó a circular poco antes de la Independencia y en toda la época de Hidalgo y Allende. El Renacimiento, diario que contiene poemas inéditos de autores modernistas del s g o X X. El periódico Regeneración, diario revolucionario, precursor del moviil I miento armado de 1910, publicado por los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón. Es obligado recordar que el dictador Porfirio Díaz tenía miedo a estos dos ideólogos y confianza en Madero, pues consideraba que este último era de sus mismas ideas. Los hermanos Flores Magón fueron hechos prisioneros y llevados a Estados Unidos, lugar donde fueron arteramente asesinados el 22 de noviembre de 1922, en Leavenworth, Kansas. Ricardo murió ciego. Antes se les había prometido la vida a cambio que desdijeran sus afirmaciones periodístic s p r e l sr s o d e o l s g i n ef a eq eq e óc m s e i a i :“ u s a, eo lo epnirn a iuet rs u ud oo u ptfo Netros amigos dirán que fuimos idealistas. Nuestros enemigos dirán que fuimos locos, pero nadie dirá que fuimos claudicantes de nuestras ideas.” La Hemeroteca Nacional de México tiene gran prestigio internacional, es una de las más importantes del continente. Se encuentra ubicada en Ciudad Universitaria.
  • 171. LIBRO 173 DE CONSULTA C n r sd i f r a i n eto e nomcó Los centros de información son instituciones al servicio de la comunidad que tienen como función proporcionar la información suficiente sobre: a A t v d d sc l u a e . ) ciiae utrls b) Centros de estudio. c S t o d i t r sa t s i oya t o o ó i o ) iis e neé rítc nrplgc. d) Obtención de becas. Los centros de información permiten el acceso a la cultura de un país, tanto para el nacional como para el visitante extranjero. Los centros de información se valen de medios de información directa para llevar a cabo su servicio: revists ctlgs bltns ectr. a, aáoo, oeie, téea a) Actividades culturales. Son los actos culturales como representaciones teat a e ,c n i r o ,e p s c o e d a t sp á t c s r c t l syc n e e c a , rls ocets xoiins e re lsia, eiae ofrnis r s ñ sys l sd a t c n m t g á i a ,f n i n syr p e e t c o e d b l e eea aa e re ieaorfcs ucoe ersnains e alt yd n a a t v d d sd p r i a d c r c e e t t c ,e t eo r s az, ciiae eotvs e aátr séio nr ta. b) Centros de estudio. Los centros de estudio son centros de cultura, como u i e s d d s b b i t c s h m r t c s p n c t c s( i t r s ,c n t c s( e nvriae, iloea, eeoea, iaoea pnua) ieea pl c l s ,d s o e a ,f n t c s( r b c o e )yo r sc n r sc l u a e . íua) ictcs ooea gaains to eto utrls c C n r sd i t r sa t s i oya t o o ó i o A t s i o M s o d a t ,c á i o ) eto e neé rítc nrplgc. rítc: ues e re lsc y moderno, galerías. Antropológico: Ruinas y vestigios prehispánicos o coloniales, como Teotihuacán, Chichén-Itzá, Mitla, Palenque, etc., y palacios y t m l sc l n a e . epo ooils Los Centros de Información con los que cuenta nuestro país se encuentran dispersos y dependen principalmente de las siguientes instituciones: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, El Colegio de México, Museo Nacional de Antropología, etcétera. En algunos diarios y suplementos culturales del país se proporciona parte de esta información. Desgraciadamente no contamos con una institución oficial al servicio del pueblo, capacitada para reunir centralizadamente todas las fuentes de los centros de información, necesidad indispensable para nuestra cultura.
  • 172. 174 TALLER ANÁLISIS DE LECTURA Y REDACCIÓN LITERARIO Para entender algo es necesario analizarlo. Para comprender la obra literaria es n c s r or a i a u a á i i l t r r o A á i i l t r r oe e e t d oye a e eeai elzr n nlss ieai. nlss ieai s l sui xmn que permite saber la composición de una obra de literatura. Observar, separar, distinguir todos y cada uno de los elementos de que está compuesta, poder c a i i a s e t u t r ,s c n e i o s i t n i n s f n i n e c L f n i n lrfcr u srcua u otnd, u necó, u ucó, t. a ucó d l o r l t r r ae e i e t m n es c a .P rl t n o e a á i i l t r r on e a ba ieai s mnneet oil o o at, l nlss ieai o únicamente comprende la estructuración estilística o modo característico de desarrollar las ideas escritas, sino también la realidad representada, o sea, el mundo creado por el autor y la función social que desempeña la obra literaria; e o r sp l b a ,p r q él s r el o r l t r r aal c m n d d al c l c i n ta aars aa u e iv a ba ieai a ouia, a oetvdd a pel. ia, l ubo Sabemos que los elementos de que se vale el escritor pueden ser reales o f n á t c s p r d c a q i rf r al p o i o r c n t t y u ar a i a d f atsio, eo e ulue om a rpa ba osiue n eldd ie rente con vida propia que podemos llamar una nueva realidad. Entrar en contacto con esta nueva realidad, comprenderla unitariamente y, sobre todo, compararla para extraer de ella todas las ideas y emociones que el autor comunica como resultado de una época y de una circunstancia. Comprender también l sp r o a e yl r a i a d é t se e o j t v d la á i i l t r r o E e t o esnjs a eldd e so s l beio e nlss ieai. n sa forma y después de haber desarrollado todos y cada uno de los puntos del análisis literario, estaremos en condiciones de formular una opinión o emitir un j i i c í i od l o r a a i a a uco rtc e a ba nlzd. El análisis literario debe hacerse por escrito y contener el desarrollo de los sgine pno: iuets uts a) Trama o argumento. b C n i i n ss c a e . ) odcoe oils c Proae picpls ) esnjs rniae. 1) Físicamente. 2) Psicológicamente. d) P r o a e s c n a i s e i c d n a e . esnjs eudro nietls e) Proyección emotiva de la obra. f)I e sp i c p l s da rniae. g)C a i a e e t l s i a d l o r . uldds siítcs e a ba h) Enseñanza obtenida. i) Opinión personal.
  • 173. LIBRO 175 DE CONSULTA Trama o argumento La trama es el resumen, la sinopsis, el asunto o hilo anecdótico que hacemos de una obra literaria. Es el sumario de lo que acontece, de lo que pasa y es narrado en la obra. La trama es la historia misma o la descripción de los sucesos. Para el análisis literario se debe sintetizar la historia en unos cuantos renglones que nunca deben exceder de lo estrictamente necesario. La trama está compuesta por los hechos más sobresalientes de la obra, por los sucesos más notorios. La trama no debe confundirse con volver a escribir la obra, pues es todo lo contraro e etat d el. i, s xrco e la C n i i n ss c a e odcoe oils Las condiciones sociales son la atmósfera en la que se desarrolla la obra tanto en época como en tiempo, país, lugar, forma de gobierno, en otras palabras, la realidad en la cual se mueven los personajes y el ambiente que prevalezca. Es importante clarificar y precisar las condiciones sociales para saber la razón de ser de los personajes, así como la actuación y reacciones que tengan. Las condiciones sociales varían como es natural, no sólo de acuerdo con el aspecto histórico, sino también según la clase social (término que definitivamente desaparecerá) en que se mueven los personajes. En este mismo renglón hay que aclarar también la condición cultural, moral, r l g o a p l t c ,p i o ó i aq ep e o i ae e e c n r od n es r a i al eiis, oíia sclgc u rdmn n l seai od e elz a obra. En muchas ocasiones las condiciones sociales de una obra están vinculad sc nl sc n i i n sa t o o ó i a ,é n c s e o ó i a yg o r f c s a o a odcoe nrplgcs tia, clgcs egáia. Proae picpls esnjs rniae Los personajes principales son las personas que tienen mayor importancia, alrededor de los que gira la historia. Son quienes intervienen en primer plano. Tamb é s l sl a ap r o a e c n r l s in e e lm esnjs etae. Ellos permiten en sus diálogos y en sus parlamentos oír la opinión, las dudas, la controversia del autor. El autor se refleja y habla en boca de sus personajes principales. Por ellos lo conocemos y sabemos cómo es, siente y piensa. L sp r o a e p i c p l sd b ns ro j t d u e t d om sd t n d ,p e t o esnjs rniae ee e beo e n sui á eeio uso que son el eje de la obra. Hay que dilucidar no sólo cómo son exterior o físicamente, sino también cómo son interior o psicológicamente.
  • 174. 176 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Físicamente. No cabe duda de que una persona se manifiesta como es, tanto en sus rasgos físicos como en sus actitudes y costumbres. Es importante anotar la descripción física de los personajes, su complexión, su apariencia, la expresión de su cara, sus ojos, su boca, sus manos, el tamaño de su cabeza, así como s ss ñ sp r i u a e .A g n sp e s nq ee f s c o“ a e i o r l t v al s u ea atclrs luo ina u l íio prcd” eaio o animales (caracterología) nos da un indicio de la personalidad de la gente. La forma de vestir, su ocupación, su profesión, sus gustos, su forma de caminar, hablar, contar, deberán ser tomadas en cuenta en el análisis. Psicológicamente. El hombre no es sólo lo que manifiesta conscientemente, como se presenta. Hay un mundo, podemos decir, formado por hechos vividos, recuerdos de la infancia, la adolescencia, costumbres adquiridas por su educac ó f m l a ,e c l r e c n i i n m e t d s m d os c a ,s p í ,e c ,q e in aiir soa, l odcoaino e u ei oil u as t. u forman la parte mayor y la más desconocida de su ser. La psicología la llama: inconsciente. El inconsciente se manifiesta tanto en los sueños como en los actos fallidos, y en los hechos de toda nuestra vida. El inconsciente determina nuestra forma de ser. Analizar psicológicamente a los personajes es observarlos en sus reacciones, sus palabras, sus hechos, sus emociones, sus ideas, todo lo que puede mostrar lo que se llama su “yo”. Intuir la psicología de los personajes es descifrarlos y descubrirlos poniendo en claro cómo son en realidad. El análisis psicológico de los personajes principales es mayormente favorecido por el género de la novela, quien los describe en toda su compleja particularidad. P r o a e s c n a i sei c d n a e esnjs eudro nietls Se llaman personajes secundarios e incidentales los que aparecen en la obra literaria en forma breve y rápida. Son los que revisten una importancia secundaria. Aunque aparentemente su relevancia está supeditada a los personajes principales, pues se mueven alrededor de ellos como comparsas o corifeos, los personajes secundarios en muchas ocasiones no sólo llegan a tener importancia sino que marcan el tono de la obra y hasta determinan las características de ésta. Por ejemplo, los campesinos levantados en armas contra el criminal comendador que los oprimía en el pueblo de Fuenteovejuna de Lope, o los ladrones d l s b j s f n o d P r s e El Jorobado de Nuestra Señora de París P r o a e e o ao ods e aí n . esnjs secundarios son los que aparecen continuamente en segundo plano; en cambio los personajes incidentales aparecen una o dos veces en la obra.
  • 175. LIBRO 177 DE CONSULTA P o e c ó e o i ad l o r rycin mtv e a ba Cuando leemos una obra, si ésta nos ha comunicado ha producido en nosotros un estado de ánimo. Porque ha acentuado alguno de nuestros sentimientos. Esa fuerza emotiva que nos ha provocado ha sido proyectada directamente por la or d at. ba e re Analizar esa proyección de la obra literaria es muy importante porque es lo que el autor ha conseguido comunicar en su expresión escrita, y cuando la comunicación ha sido fructífera, esa emoción es la que quiso el autor que sintiéramos. Es cierto que de acuerdo con nuestra forma de ser reaccionamos ante la obra artística. Pero por más que no estemos de acuerdo, la obra de arte siembra. Es cierto que en ocasiones será notoria nuestra disidencia, pero también es c e t q el o r l t r r as e p en sp o u i áa g . iro u a ba ieai imr o rdcr lo Si leemos La Madre de Gorki, se inflamará nuestro sentido revolucionario y nos orillará a la acción; la emoción que nos produce es de grandeza y de lucha. Si leemos las Cartas desde la prisión de George Jackson, sentiremos una gran tristeza y un infinito odio por los carceleros blancos que lo privaron poco a poco de la vida, pero no acabaron con su indomable espíritu de negro combatiente. La emoción que nos produzca será una mezcla de tristeza y coraje. Si leemos los muros de las paredes de México en 1968 comprenderemos el pensamiento de los jóvenes conscientes. I e sp i c p l s da rniae El autor no únicamente quiere proyectarnos emociones. No busca solamente levantar nuestras sensaciones y engrandecer nuestros sentimientos haciéndolos vibrar; también quiere comunicarnos lo que piensa. Y lo que produce son ideas. Esas ideas nos las transmite tanto en sus descripciones como a través de sus personajes, como en la posición ideológica que manifiesta y defiende a todo lo largo de la obra. Las ideas son la razón de la obra. El autor nos comunicará muchas, pero siempre existirá alguna o algunas que sean las fundamental s l sm si p r a t s l sp i c p l s e, a á motne, a rniae. Es fundamental que analicemos qué nos quiso decir el autor, qué es lo que él piensa y quiere que nosotros pensemos. Qué es lo que él defiende y quiere que nosotros defendamos; por qué lucha él y quiere que nosotros luchemos. Qué es lo que él cree y quiere que nosotros creamos. Qué combate él y qué quiere que nosotros combatamos. Qué condena él y quiere que nosotros condenemos. En
  • 176. 178 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN una palabra, a quién ama y por qué, y a quién odia y por qué. Y ese por qué es el que resume todas las ideas que quiere que nosotros comprendamos. Caiae etlsia d l or uldds siítcs e a ba Las cualidades estilísticas de la obra son los medios o procedimientos que ha u i i a oe a t rp r c n t u rs o r l t r r a tlzd l uo aa osri u ba ieai. Hemos dicho que la literatura se vale de la lengua que está formada por palabras; que las palabras organizadas y todo lo que el autor diga y ordene son los contenidos de la obra. El autor ha seguido un plan; un bosquejo primero, un esquema después. Ha combinado todo el material que tiene en narrativa o en poesía y lo ha distribuido en párrafos, versos, capítulos, escenas, etc. Saber cómo ha edificado, cómo ha apuntalado, cómo ha realizado su obra estilísticamente. Ciertamente ha empleado las cualidades del estilo: claridad, c n i i n s n i l z n t r l d dyo i i a i a ,ym c a ot d sl sc a i a e ocsó, ecle, auaia rgnldd uhs oa a uldds de la palabra: musicalidad, afectividad, evocatividad, conceptualidad, simbolicidad. Ya las hemos anotado, ya las hemos estudiado. Hay que localizarl sa o ae l o r l t r r a a hr n a ba ieai. Las cualidades del estilo del autor son las que determinan el tratamiento literario que ha dado a la obra, y lo incluirán seguramente en alguna de las c r i n e l t r r a d s é o a T a i i n l e t l o r l t r r ae c a i i a orets ieais e u pc. rdcoamne a ba ieai s lsfcd c n i e a d c s s e p el sc a i a e e t l s i a d s r o l d s E o r s a osdrno ai imr a uldds siítcs earlaa. n ta p l b a ,e e t l l t r r o aars l sio ieai. Enseñanza obtenida El autor se ha comportado en forma muy particular dentro de la obra. Hemos anotado su posición, su intención, su actitud, su enjuiciamiento de la realidad y el sentido de la obra. Todo esto y su estilo han conformado la obra literaria. Es el momento de que el lector interprete la obra como un elemento que le aporta una nueva enseñanza o la reafirma. El lector, hasta el momento de terminar la obra, ha sido un testigo que ha observado lo que ocurre en la nueva realidad que le ha presentado el autor. Un testigo interesado, asombrado o solidarizado, pero indudablemente un receptor que ha obtenido una enseñanza. Esta enseñanza es la que aportará algo más a su vida. En ocasiones podrá reafirmar, rectificar, aclarar y hasta cambiar su forma de ser. La lectura nos en-
  • 177. LIBRO 179 DE CONSULTA grandece, nos indica el camino de nuestra realización. La enseñanza que obtengamos será el beneficio que el autor nos herede. Esta enseñanza debe ser: a q i i of r a e e n e t ac n i n i . durr otlcr usr oceca O i i np r o a pnó esnl Después de haber desarrollado todos los puntos de este análisis, después de dominar toda la perspectiva de la obra, ya estamos en condiciones de emitir nuestra opinión personal o nuestro juicio crítico. Nadie puede opinar ni enjuiciar lo que no comprende, éste es el defecto de muchos. Éste es el recurso de algunos. Ésta es la actitud torpe de otros. Nuestra opinión o juicio debe hacerse con toda honorabilidad. Principiaremos por el juicio para nosotros mismos al revisar comparativamente nuestros propios valores. Después participaremos nuestro juicio a los demás para que se sirvan de él. Los grandes juicios críticos han orientado el arte y la ciencia. Al emitir un juicio debemos cuantificar el peso de todos y cada uno de los conceptos que vamos a emitir. El juicio demuestra cómo somos, nuestro grado de comprensión y nuestro valor humano. E e e p oe e á a i i l t r r od lc e t N sh nd d l t e r ,d E l a o l jml s l nlss ieai e uno o a ao a ira e l ln en llamas del escritor mexicano Juan Rulfo. NOS HAN DADO LA TIERRA Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol ni una semilla de árbol ni una raíz de nada, se oye el l d a d l s p r o . arr e o ers Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo. Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente como s f e au ae p r n a i ur n seaz. Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que lo acerca. Hemos venido caminando desde el amanecer. Ahorita son algo así como las c a r d l t r e A g i ns a o aa c e o e t r l so o h c ad n ee t c l a o uto e a ad. lue e sm l il, sia o js ai od sá ogd e s lyd c : l o ie — Son como las cuatro de la tarde. Ese alguien es Melitón. Junto con él vamos Faustino, Esteban y yo. Somos cuatro. Yo los cuento: dos adelante, otros dos atrás. Miro más atrás y no veo a nadie. Entonces me digo: “Somos cuatro.” Hace rato, como a eso de las once, éramos
  • 178. 180 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN veintitantos; pero puñito a puñito se han ido desperdigando hasta quedar nada más este nudo que somos nosotros. Futn dc: asio ie — Puede que llueva. Todos levantamos la cara y miramos una nube negra y pesada que pasa por encima de nuestras cabezas. Y pensamos: “Puede que sí.” No decimos lo que pensamos. Hace ya tiempo que se nos acabaron las ganas de hablar. Se nos acabaron con el calor. Uno platicaría muy a gusto en otra parte, pero a u c e t t a a o U op a i aa u yl sp l b a s c l e t ne l b c c ne c l r qí usa rbj. n ltc qí a aars e aina n a oa o l ao d a u r ,ys l r s c nau oe l l n u h s aq ea a a c ne r s e l .A u a í e fea e e eea n n a ega at u cbn o l eulo qí s s nl sc s s P re oan d el d p rp a i a . o a oa. o s ai e a o ltcr Cae una gota de agua, grande, gorda, haciendo un agujero en la tierra y dejando una plasta como la de un salivazo. Cae sola. Nosotros esperamos a que sigan cayendo más y las buscamos con los ojos. Pero no hay ninguna más. No llueve. Ahora si se mira el cielo se ve la nube aguacera corriéndose muy lejos, a toda prisa. El viento que viene del pueblo se le arrima empujándola contra las sombras azules de los c r o .Yl g t c í ap re u v c c ó s l c m l t e r yl d s p r c e s s d ers a oa ad o qioain e a oe a ira a eaaee n u e. ¿Quién diablos haría este llano tan grande? ¿Para qué sirve, eh? Hemos vuelto a caminar, nos habíamos detenido para ver llover. No llovió. Ahora volvemos a caminar. Y a mí se me ocurre que hemos caminado más de lo que llevamos andado. Se me ocurre eso. De haber llovido quizás se me ocurrieran otras cosas. Con todo, yo sé que desde que yo era muchacho, no vi llover nunca sobre el l a o l q es l a al o e . ln, o u e lm lvr No, el llano no es cosa que sirva. No hay ni conejos ni pájaros. No hay nada. A no ser unos cuantos huizaches trespeleques y una que otra manchita de zacate con las hojas enroscadas; a no ser eso, no hay nada. Y por aquí vamos nosotros. Los cuatro a pie. Antes andábamos a caballo y traíamos terciada una carabina. Ahora no traemos ni siquiera la carabina. Yo siempre he pensado que en eso de quitarnos la carabina hicieron bien. Por acá resulta peligroso andar armado. Lo matan a uno sin avisarle, viéndolo a toda hora con “la 30” amarrada a las correas. Pero los caballos son otro asunto. De venir a caballo ya hubiéramos probado el agua verde del río, y paseado nuestros estómagos por las calles del pueblo para que se les bajara la comida. Ya lo hubiéramos hecho de tener todos aquellos caballos que teníamos. Pero también nos quitar nl sc b l o j n oc nl c r b n . o o aals ut o a aaia Vuelvo hacia todos lados y miro el llano.Tanta y tamaña tierra para nada. Se le resbalan a uno los ojos al no encontrar cosa que los detenga. Sólo unas cuantas lagartijas salen a asomar la cabeza por encima de sus agujeros, y luego que sienten la tatema del sol corren a esconderse en la sombrita de una piedra. Pero nosotros, cuando tengamos que trabajar aquí, ¿qué haremos para enfriarnos del sol, eh? Porque a nosotros nos dieron esta costra de tepetate para que la sembráramos.
  • 179. LIBRO DE CONSULTA 181 Nos dijeron: — Del pueblo para acá es de ustedes. Nosotros preguntamos: — ¿El llano? — Sí, el llano. Todo el Llano Grande. Nosotros paramos la jeta para decir que el llano no lo queríamos. Que queríamos lo que estaba junto al río. Del río para allá, por las vegas, donde están esos árboles llamados casuarinas y las paraneras y la tierra buena. No este duro pellejo de vaca q es l a ae L a o u e lm l ln. Pero no nos dejaron decir nuestras cosas. El delegado no venía a conversar con nosotros. Nos puso los papeles en la mano y nos dijo: — No se vayan a asustar por tener tanto terreno para ustedes solos. — Es que el llano, señor delegado... — Son miles y miles de yuntas. — Pero no hay agua. Ni siquiera para hacer un buche hay agua. — ¿Y el temporal? Nadie les dijo que se les iba a dotar con tierras de riego. En c a t a l l u v ,s l v n a áe m í c m s l e t r r n uno lí lea e eatr l az oo i o siaa. – Pero, señor delegado, la tierra está deslavada, dura. No creemos que el arado se entierre en esa como cantera que es la tierra del llano. Habría que hacer agujeros con el azadón para sembrar la semilla y ni aún así es positivo que nazca nada; ni maíz ni nd ncr. aa aeá —Eso manifiéstenlo por escrito. Y ahora váyanse. Es al latifundio al que tienen q ea a a ,n a g b e n q el sd l t e r . u tcr o l oiro u e a a ira —Espérenos usted, señor delegado. Nosotros no hemos dicho nada contra el Centro. Todo es contra el Llano… No se puede contra lo que no se puede. Eso es lo que hemos dicho… Espérenos usted para explicarle. Mire, vamos a comenzar por donde íbamos… Pero él no nos quiso oír. Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos s m l a d a g ,p r v rs a g r t ñ ys l v n a P r n d s l v n a ád a u . eils e lo aa e i lo eoa e eat. eo aa e eatr e qí Ni zopilotes. Uno los ve allá cada y cuando, muy arriba, volando a la carrera; tratando de salir lo más pronto posible de este blanco terregal endurecido, donde nada se mueve y por donde uno camina como reculando. M l t nd c : eió ie — Esta es la tierra que nos han dado. Futn dc: asio ie — ¿Qué? Yo no digo nada. Yo pienso: “Melitón no tiene la cabeza en su lugar. Ha de ser el calor el que lo hace hablar así. El calor que le ha traspasado el sombrero y le ha calentado la cabeza. Y si no, ¿por qué dice lo que dice? ¿Cuál tierra nos han dado,
  • 180. 182 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Melitón? Aquí no hay ni la tantita que necesitaría el viento para jugar a los remolins” o. M l t nv e v ad c r eió ule ei: — Servirá de algo. Servirá aunque sea para correr yeguas. — ¿Cuáles yeguas? —le pregunta Esteban. Yo no me había fijado bien a bien en Esteban. Ahora que habla, me fijo en él. Lleva puesto un gabán que le llega al ombligo, y debajo del gabán saca la cabeza algo a íc m u ag l i a s oo n aln. S ,e u ag l i ac l r d l q el e aE t b nd b j d lg b n S l v nl so o í s n aln ooaa a u lv sea eao e aá. e e e o js dormidos y un pico abierto como si bostezara. Yo le pregunto: — Oye, Teban, ¿de dónde pepenaste esa gallina? — ¡Es la mía! —dice él. — No la traías antes. ¿Dónde la mercaste, eh? — No la merqué, es la gallina de mi corral. — Entonces te la trajiste de bastimento, ¿no? —No, la traigo para cuidarla. Mi casa se quedó sola y sin nadie para que le diera de comer; por eso me la traje. Siempre que salgo lejos cargo con ella. — Allí escondida se te va a ahogar. Mejor sácala al aire. Él se la acomoda debajo del brazo y le sopla el aire caliente de su boca. Luego dc: ie — Estamos llegando al derrumbadero. Yo ya no oigo lo que sigue diciendo Esteban. Nos hemos puesto en fila para bajar a la barranca y él va mero adelante. Se ve que ha agarrado a la gallina por las patas y la zangolotea a cada rato, para no golpearle la cabeza contra las piedras. Conforme bajamos, la tierra se hace buena. Sube polvo desde nosotros, como si fuera un atajo de mulas lo que bajara por allí; pero nos gusta llenarnos de polvo. Nos gusta. Después de venir durante once horas pisando la dureza del llano, nos sentimos muy a gusto envueltos en aquella cosa que brinca sobre nosotros y sabe a tierra. Por encima del río, sobre las copas verdes de las casuarinas, vuelan parvadas de chachalacas verdes. Eso también es lo que nos gusta. Ahora los ladridos de los perros se oyen aquí, junto a nosotros, y es que el viento que viene del pueblo retacha en la barranca y la llena de todos sus ruidos. Esteban ha vuelto a abrazar su gallina cuando nos acercamos a las primeras casas. L d s t l sp t sp r d s n u e e l ,yl e oé ys g l i ad s p r c nd t á d e eaa a aa aa eetmcra ug l u aln eaaee ers e unos tepemezquites. — ¡Por aquí arriendo yo! —nos dice Esteban. Nosotros seguimos adelante, más adentro del pueblo. L t e r q en sh nd d e t a l a r b . a ira u o a ao sá lá ria
  • 181. LIBRO 183 DE CONSULTA ANÁLISIS LITERARIO DE NOS HAN DADO LA TIERRA, DE JUAN RULFO Trama: Cuatro campesinos caminan desde el amanecer a través del llano. Van hacia un pueblo. Al principio eran muchos. Ahora sólo quedan ellos. A cada momento la necesidad de llegar al pueblo hace que lo vean más cerca y que perciban su ruido y su olor. Creen que va a llover, pero saben que nunca, desde que eran niños, ha llovido en el llano. Antes también caminaban por ese llano, pero lo hicieron armados. Se habían unido al movimiento revolucionario. Cuando el movimiento armado terminó, los que triunfaron les quitaron las carabinas y los caballos. Ahora por todas partes había soldados que dispararían s e l st a e a a m s E l a oe l t e r q el sr p r i e g b e n .U l a o i lo rjrn ra. l ln s a ira u e eató l oiro n ln árido, donde a unos cuantos centímetros hay piedra y donde no puede sembrarse nada, porque nada se da. Una extensión árida donde no hay agua. Mientras el narrador va pensando, y mientras hablan poco, porque el mismo calor les tiene reseca la boca y la garganta, llegan al derrumbadero. Han atravesado durante once horas un extenso territorio que no sirve para nada. Es la tierra que les dieron. Finalmente, llegan al pueblo. Uno de éstos, Esteban, se va por otro camino. Dejan el llano que es suyo y se internan en la t e r b e a l t e r d n ee t e p e l ,l t e r q en e d e l s ira un, a ira od sá l ubo a ira u o s e lo. C n i i n ss c a e :E t e p e q ee a t rs t al o r e i m d a a e t odcoe oils l imo n u l uo iú a ba s neitmne después del movimiento armado de 1910. A la sombra de la Revolución se han hecho repartos de tierra a los campesinos. Tierra que para nada cuenta porque no tienen agua ni herramientas agrícolas ni forma de cultivarla o hacerla producir. Su miseria es igual o peor que antes. La única diferencia es que han abandonado sus armas y otros se encuentran en el poder, pero la realidad para ellos no cambió. Mientras en el país se organizan los gobiernos triunfantes, los hombres del campo, después de haber muerto un millón de veces, siguen padeciendo las mismas condiciones sociales. Personajes principales: Los personajes principales son el narrador, Melitón, Faustino y Esteban. Físicamente son hombres del campo, rudos, morenos, toscos, con su ropa de manta blanca, sus sombreros de paja, sus manos callosas p re t a a o s r s r t i t ys c m n rr t i o P i o ó i a e t ,e n r a o s o l rbj, u oto rse u aia ímc. sclgcmne l ardr e ha dado cuenta de todo, sabe del engaño de que han sido objeto, razona, analiza y nos cuenta lo que les ha sucedido. Melitón es todavía confiado. Cree que podrá hacer algo. Tiene esperanzas de que en alguna forma cambiará su situación. Faustino no se da cuenta de nada. No habla. Su silencio lo mantiene al margen; o tal vez de tanto vivir aquello, ya no tenga nada que decir. Esteban es
  • 182. 184 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN el hombre resignado, el que se ha conformado con lo que le ha pasado, pero que ya no puede continuar con la situación y prefiere abandonarlo todo e irse. P r o a e s c n a i sei c d n a e :E p r o a es c n a i e e d l g d d l esnjs eudro nietls l esnj eudro s l eeao e gobierno que les reparte el llano. Los personajes incidentales son los más de veinte campesinos que los acompañaban en un principio, pero que poco a poco se han ido desperdigando. Proyección emotiva de la obra: La obra nos produce dos estados de ánimo: primero, una infinita tristeza por mirar a los hombres del campo solos, desheredad s s f i n e e u m d oh s i yt r i l ;t i t z p re l s p rs sf m l a , o, urets n n ei otl erbe rsea o lo, o u aiis por sus mujeres, por sus hijos. Tristeza porque su vida es como ese llano árido, s c ,s nn d .T i t z p r u n t e e j s i i yl sh nd s i a oam r ra í eo i aa rsea oqe o inn utca o a etnd oi s, humillados, abandonados y engañados. Y nos produce también coraje, rencor, odio, hacia aquellos que se aprovecharon de su marginación y su incultura y los u i i a o p r l e a aa o e a s d l q en e ad e l s o t n a e p d ry tlzrn aa lgr pdrre e o u o r e lo, setr l oe no solamente engañarlos, sino hasta burlarse de ellos, al darles como premio a su lucha la inclemencia de un llano. I e s p i c p l s: E a t r n s d n n i u a r a i a c e t . S i e p i c p l da rniae l uo o euca n eldd ira u da rnia es mostrarnos cabalmente la verdad de los hechos, un acontecimiento histórico. La ambición del poderoso siempre engañará y hundirá al pobre en la miseria. El cinismo de algunos de los que representan la ley cuando dice: “No se les iba a dotar de tierras de riego.” La crítica severa a la burocracia (“manden su queja por escrito”), y la demagogia de decirles a los campesinos, a quienes les han quitado las armas que ataquen al latifundio sin considerar que es precisamente un gobierno revolucionario el que acaba con los latifundios. Otra más de las ideas es mostrar que un movimiento popular puede utilizarse desgraciadamente p r p o e e al sr c sys j z a al sp b e . aa rtgr o io ougr o ors C a i a e e t l s i a d l o r :E e t l l t r r od lc e t e c a op r u e uldds siítcs e a ba l sio ieai e uno s lr oqe s directo. Es conciso, puesto que las palabras que emplea tanto en la narración como en los diálogos son las precisas, las que se necesitan. Es sencillo, porque todos lo podemos entender y tiene una gran calidad literaria. Es evocativo, porque las palabras son elementos mágicos que nos llevan hasta el llano donde s c d l h s o i ,yp r c c m s l h b é a o v v d .E c e t c p an e t a uee a itra aee oo i o uirms iio l uno at usr atención, nos provoca interés y nos convence. Todo ello porque es natural y vraeo eddr. Enseñanza obtenida: De este cuento aprendemos que tenemos siempre que defender aquello por lo que estamos peleando; que debemos tener cuidado de que otros nos traicionen y después nos engañen y nos ataquen. Nunca debemos
  • 183. LIBRO DE CONSULTA 185 creer en el triunfo y abandonar nuestras armas de lucha hasta no ver que se ha logrado todo por lo que nosotros luchamos. Si esto puede pasar en nuestra vida, también puede pasar en la vida de los pueblos, en la Revolución. Opinión personal: El autor, Juan Rulfo, ha logrado en este cuento no únicamente la calidad literaria, sino lo que es más importante, ha logrado comunicarse con su pueblo a partir de una experiencia que pudo haber vivido o no, pero que sintió profundamente. Tanto las ideas como la enseñanza y la emoción que nos provoca la historia que nos narra, y al igual que los personajes que aparecen en ella, los sentimos nuestros, nos hace saber que sucedieron en nuestro país después de 1910; que sucedieron en muchos otros países, y que suceden y sucederán mientras el hombre no implante con su lucha la igualdad y la justicia para todos. Nunca hay que olvidar que el libro en la actualidad es, además de la expresión más alta de la literatura, un medio masivo de comunicación con una función muy específica de cultura, que llega a gran número de lectores. La obra es el medio a través del cual el autor se comunica con el lector que es el receptor de su mensaje. Tiene función paralela a otros medios de comunicación como el cine de arte, la televisión cultural y el teatro. Si cada obra que leemos fuera posteriormente analizada por nosotros en los puntos que hemos establecido, tendríamos la certeza no sólo de haber comprendido la obra sino de haber asimilado todo lo que el autor ha proporcionado en provecho de nuestra riqueza clua. utrl
  • 184. Blanca
  • 185. 8. PRINCIPALES ÉPOCAS Y CORRIENTES LITERARIAS
  • 186. ¡Qué Viva Villa! Los de abajo Azuela
  • 187. La literatura es una resultante de las condiciones sociales de una época determinada. Las épocas literarias son, por tanto, la consecuencia de las formas de vida y las condiciones sociales que han determinado los medios de producción. L s n i i i a d la t s aq eh c l l t r t r a t u ae t u t r s c a .D b a esbldd e rit u ae a ieaua ne n srcua oil ee entenderse esto como la respuesta y participación del escritor ante la realidad que vive, resultado de las relaciones de trabajo y capital. Desde la época esclavista, la época feudal, la época de la explotación burguesa, la época de e p n i nc p t l s ah s al e a al é o ai p r a i t .E h m r ,r p e e xasó aiait at lgr a pc meilsa l obe ersn t d p rl p l b ad le c i o ,d j t s i o i e s a t c m a t ryp r i i ao o a aar e srtr ea etmno n u re oo co atcpne at. Debemos relacionar siempre la producción artística y literaria con las condic o e s c a e d l é o aq el t c v v ra a t r ins oils e a pc u e oó ii l uo. La literatura y la sensibilidad han variado, como han variado las épocas y las condiciones sociales. El hombre no puede pensar, saber y decir lo mismo en las distintas épocas, simplemente porque las condiciones del medio donde vive h nv r a o a aid. En esta unidad vamos a abordar el proceso histórico de la literatura mediante un panorama general en el cual usaremos un procedimiento no casual. No es posible ver en nuestro curso todas las épocas y corrientes literarias desde el principio de la humanidad —o por lo menos desde lo que se conozca—, hasta nuestros días. Hemos empleado un criterio selectivo y por lo tanto nos hemos visto forzados a eliminar puntos que de manera total aparecen fundamentales. L l t r t r t e ec m f ne p e a l r a i a yl b l e am d a t l p l a ieaua in oo i xrsr a eldd a elz eine a aa b ae c i a r srt. E e s g oX Xe e q el ss s e a i p r a i t s c p t l s a yc l n a i n l il I n l u o itms meilsa, aiaits ooils tas han implantado una sobrevaloración técnica y el reconocimiento a falsos 189
  • 188. 190 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN valores como el éxito económico, el erotismo desmedido y la violencia dirigida, s h m n s r c a ol o r l t r r a e a eopeid a ba ieai. Es cierto que se trata de una época tecnócrata, pero la tecnología es un logro del hombre y está a su servicio, no viceversa. Hay quien considera, poniendo en evidencia su propia formación, que el estudio de la literatura es innecesario. Nosotros reafirmamos que es precisamente esta disciplina la que ensancha y depura la sensibilidad del hombre, sin la cual, éste no crearía jamás obras vivas ei m r a e . notls La literatura y el arte han reflejado desde siempre la manera de ser de los p e l s s si e l s s sa p r c o e .L sc v l z c o e p d í nr c n t u r e ubo, u dae, u siains a iiiains ora eosris de nuevo con el solo testimonio de su arte. Cada época ha sido reflejada por el escritor a través de su obra. Se llama época literaria a la que va acorde con el tiempo histórico en que se produce la obra literaria. Se llama corriente a la forma de escribir o a la temática común a determinado momento, de acuerdo con sus condiciones sociales. Pueden existir corrientes literarias que duren varias épocas o menos de una. Estudiaremos a los más grandes autores y sus obras representativas, vinculándolas siempre a las condiciones sociales que existieron en el momento de ser e c i a .D o r m n r s r ai p s b es q i r l c l z r a ,m n sa ne t n srts e ta aea eí moil iuea oaials eo ú ned r a .L sm si p r a t sé o a yc r i n e l t r r a c o o ó i a e t s n els a á motne pcs orets ieais rnlgcmne o: • • • • • • • • • • Época Antigua Época Clásica Edad Media Renacimiento Neoclásico Romanticismo Realismo Modernismo Época Contemporánea Época Actual ÉPOCA A NTIGUA L sm sa t g a l t r t r ss nl sl a a a o i n a e :e i c a h b e ,h n ú a á nius ieaua o a lmds retls gpi, era id, p r ayc i a S c r c e í t c p i c p le q es ns m ó i a yr l g o a . es hn. u aatrsia rnia s u o iblcs eiiss
  • 189. LIBRO 191 DE CONSULTA Ltrtr hbe ieaua era El pueblo hebreo tiene origen semítico, procede de Arabia; penetró a Egipto y d s u sp r g i óh c aP l s i a l t e r p o e i a d r g d p rM i é .L epé eern ai aetn, a ira rmtd, iiio o oss o gró gran auge bajo los gobiernos de David y de Salomón. Después se dividió y f ed s r i op rl sa i i syl sc l e sh s as rt r n z d p re i p r od u etud o o sro o ado at e iaiao o l mei e Roma. Su capital, Jerusalén, fue devastada por Tito en el año 70 de nuestra era. L l t r t r h b e t e ec m l b of n a e t ll B b i .E A t g oT s a a ieaua era in oo ir udmna a ila l niu etmento reúne todos los libros anteriores a la llegada de Cristo, desde el siglo X V h s ae s g oV a C L sl b o d lA t g oT s a e t e c i o e h b e a t at l il I . . o irs e niu etmno srts n ero ni g os c a i i a e l b o h s ó i o ,p é i o ,p o é i o yf l s f c - o a e . u e lsfcn n irs itrcs otcs rftcs ioóiomrls Los libros históricos más importantes son los que forman el Pentateuco: el Levítico, que contiene las leyes y ritos observados por los hebreos; Números, que contiene el primer censo; Deuteronomio, cuya base son los discursos de Moisés; el Génesis, que describe la creación del mundo y del hombre, y el Éxodo, que narra la peregrinación de los hebreos desde la salida de Egipto y el paso por el Mar Rojo, hasta la llegada al Monte Sinaí donde Moisés entrega las tablas de la l y L sl b o p o é i o s nl sd s i a o al sc n o d l sp o e a m y r s e. o irs rftcs o o etnds o ats e o rfts aoe (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel) y los 12 profetas menores, para mantener v v l f r l g o a d s s c m a r o a . L s m s i p r a t s s n Las lamentacioia a e eiis e u optits o á motne o nes de Jeremías, en el que narra el dolor de ver convertida a Jerusalén en ruinas, y el de Daniel sobre el cautiverio hebreo y la predicción del advenimiento del Msa. eís Los libros filosófico-morales son los que reúnen normas y enseñanzas para la conducta del hombre. El más importante es El libro de los proverbios, que se atribuye a Salomón. Los libros poéticos están realizados con una forma poética particular de los hebreos llamada paralelismo, que consiste en contraponer dos ideas para que surja un pensamiento. Están escritos en verso. Los más importantes son Los s l o ,E l b od J byE c n a d l sc n a e . ams l ir e o l atr e o atrs La segunda parte de la Biblia es el Nuevo Testamento; está formado por los l b o h s ó i o :E a g l o ,H c o d l sa ó t l s l sl b o f l s f c - o a e : irs itrcs vneis ehs e o psoe; o irs ioóiomrls E í t l s yl sp o é i o :A o a i s s psoa, o rftcs pclpi. E c n a d l sc n a e s l a r b y aS l m n h j d lr yD v d c n c d l atr e o atrs e e tiue aoó, io e e ai, ooio c m e R y S b o. S d s i g i p r s m d d i p r i j s i i . E c n a d l s oo l e ai e itnuó o u oo e matr utca l atr e o cantares es un poema extenso de carácter erótico escrito en forma de diálogo. T e et e i t r r t c o e : in rs nepeains
  • 190. 192 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN a Histórica. Salomón vive un amor con una pastora conocida como la sulamita. ) Salomón es “el esposo” y la sulamita es “la esposa”. b Popular. Tanto el esposo como la esposa son pastores que fingen encontrarse ) después de un tiempo de separación. ) Religiosa. El esposo es Dios y la esposa la Iglesia. Esta interpretación y la c traducción se deben a fray Luis de León en el Siglo de Oro, quien le da implicación mística en notables versos en octava rima. Pero el poema rebasa et arcain sa peicó. E c n a d l sc n a e l atr e o atrs El cantar de los cantares es la manifestación lírica del sentido del amor por excelencia, con toda la sensualidad y la hermosura del hecho amoroso. Las metáforas y las imágenes del poema son fuertemente eróticas, pero al mismo tiempo, sutilmente descritas. Transcribimos algunos fragmentos traducidos de acuerdo con la forma poética del original. EL ESPOSO ¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! Tienes ojos de paloma a través de tu velo Son tus cabellos rebañitos de cabras Que van ondulantes por los montes de Galaad. Tus dientes son como ovejas de esquila Que suben del lavadero con sus crías mellizas, ¡ n n u ae t r l Y ign séi! C m c n i l sr j ss nt sl b o , oo itlo oo o u ais Y tu voz es suave, suave… Son tus mejillas mitades de granadas, At a é d t v l . rvs e u eo Tu cuello es como la torre de David, Rodeada de trofeos y de escudos, E c d sd v l e t s suo e aine. ¿Y tus pechos? ¿Qué diré de tus pechos? Tus pechos son dos mellizos de gacela
  • 191. LIBRO 193 DE CONSULTA Que juegan entre los lirios… Eres del todo hermosa, amada mía, No hay tacha en ti Antes que apunte el día y huyan las sombras Subiré al monte de la mira, al collado del incienso ¡Ven del Líbano, oh esposa! ¡ e d lL b n ,l e a Vn e íao lg! Ven de la cumbre del Amana, De las cimas del Sanir y del Hermón, De las guaridas de los leones, De los montes de las panteras. Prendiste mi corazón, hermana, esposa: Prendiste mi corazón de una de tus miradas. D u ad l sp r a d t c l a . e n e a els e u olr ¡Cuán dulces tus caricias, hermana, esposa mía! Dulces más que los vinos son tus amores Y el olor de tus ungüentos es más suave Que el de todos los bálsamos. M e v r e d s i a t sl b o ,o e p s . il ign etln u ais h soa ¡Hay miel y leche bajo tu lengua! Y huelen tus ropas a cedro del Líbano. ¡Como jardín cerrado eres, hermana, esposa mía! Jrí crao fet slaa adn erd, une eld Ah, ese bosquecillo que guardas, de granados Y de frutos exquisitos, de alheñas y de nardos; De nardos y azafrán; de canela y cinamomo; De todos los árboles de incienso; de mirra y áloe; Y de bálsamos más tiernos. ¡Eres fuente que mana a borbotones, Fuente de aguas vivas, que desciende del Líbano! LA ESPOSA ¡ e á t t ,c e z !¡ e t m i nt ,v e t d lA s r ! Lvnae iro Vn abé ú ino e uto Refrescad mi jardín, para que sus aromas se desprendan, Y que venga mi amado a mi huerto A comerse la fruta más dulce.
  • 192. 194 TALLER EL DE LECTURA Y REDACCIÓN ESPOSO Voy, voy a mi jardín, hermana mía, esposa A coger mi mirra y mi bálsamo; A comer la miel virgen del panal, A beber de mi vino y de mi leche… ¡Venid, amigos míos, y bebed, y embriagaos! LA ESPOSA Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz del amado, que me llama. EL ESPOSO Ábreme, hermana mía, esposa mía, paloma mía, Inmaculada mía, que está mi frente llena de rocío, Y la noche ha blanqueado mis cabellos. LA ESPOSA Me he quitado la ropa, estoy desnuda, ¿Cómo volver a vestirme? Me he lavado los pies, ¿Cómo ensuciarlos de nuevo? Mi amado ha metido su mano por el agujero D l l a e m se t a a s e t e e i r n e a lv: i nrñs e srmceo, M a m d s a l c óa o r e i la eflei l íl. Me levanté para abrir a mi amado; Mis manos destilaban mirra Y exquisita mirra destilaban mis dedos. Abrí… pero mi amado se había ido, desapareció. Le busqué, mas no le hallé. Le llamé, mas no me respondió. Halláronme los guardas que rondan la ciudad, Me golpearon, me hirieron,
  • 193. LIBRO 195 DE CONSULTA M q i a o e v l l sc n i e a d l sm r l a . e utrn l eo o etnls e a uals Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalén, Que si encontráis a mi amado, ¡Le digáis que desfallezco de amor! ÉPOCA CLÁSICA La Época Clásica comprende dos culturas: la cultura griega que alcanza su esp e d r h c a e s g o I a C , y l c l u a l t n h c a e s g oI a C lno ai l il X . . a utr aia ai l il . . C l u ag i g utr rea La literatura griega tuvo su origen en la península helénica. Grecia, conjunto de islas, estaba formada por innumerables ciudades gobernadas independientem n e l a a a polis. E p e l g i g b s ó l p r e c ó t n o e l s c e c a et, lmds l ubo reo uc a efcin at n a inis ( i o o í ,m d c n ,a t o o í ,m t m t c s c m e l sa t sl t r t r ,m s c , flsfa eiia srnma aeáia) oo n a re ieaua úia danza, deporte, escultura, arquitectura, teatro. Hay quien afirma que los griegos hicieron todo, y no está lejano de la verdad. Muchos de los grandes descubrimientos del hombre se generaron en el esplendor de la cultura griega. La literatura griega, incomparable, estaba fuertemente vinculada a la mitología. Los griegos poseían un gran número de dioses, mismos que habitaban en el Monte Olimpo. El padre de las deidades era Zeus. Sin embargo los dioses, a pesar de su inmortalidad, no eran superiores moralmente a los hombres, pues sentían y padecían como ellos. Por esta razón los dioses aparecen en gran cantidad de obras: Afrodita: diosa del amor, Ares: dios de la guerra, Atenea: diosa de la sabiduría, Hera: el matrimonio, Hermes: la elocuencia, etc. Los dioses ten a l f c l a d i t r e i e t d sl sc n l c o d l sm r a e ,yd a u r ín a autd e nevnr n oo o ofits e o otls e cedo con sus afectos y circunstancias, protegían o combatían. Homero Al más grande de los poetas griegos, Homero, responde una asombrosa unidad artística en su obra; recupera los hechos de varios siglos antes, Homero es s t a oe t el ss g o I aV I a C I i i l e t f eu a d ,e d c r r c t n e iud nr o ils X I . . ncamne u n eo s ei, eiat
  • 194. 196 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN de poesía que se hacía acompañar por una cítara. “Homero vivió en una época en la que cada hombre era un soldado y cada ciudad una fortaleza, por lo que en sus poemas describe la existencia como un gran campo de batalla, sin olvidar por ello mencionar las cualidades más apreciadas por el pueblo griego como e a e v l r l h s i a i a ye r s e oal sa c a o ”( o r ) T a i i n l rn l ao, a optldd l ept o nins Tri. rdcoamente la escultura y las imágenes históricas representan a Homero como a un juglar ciego, un viejo errante por las ciudades. Las dos obras más importantes que se le atribuyen son La Ilíada y La Odisea. L Iíd a laa La Ilíada es un poema épico que consta de 24 cantos o rapsodias y relata un fragmento de la guerra de Troya, guerra que duró diez años. Ilíada proviene de Ilión, nombre antiguo de Troya. La guerra entre griegos y troyanos tuvo su origen con el rapto de Helena, esposa del rey Menelao de Esparta, efectuado por el príncipe troyano Paris. Menelao pide apoyo a los demás reyes griegos y sitian Toa ry. El hecho del rapto tiene su origen en una leyenda en la que Eris, diosa de la discordia, arroja una manzana de oro “para la más hermosa”. Los dioses no se a r v nae e i e t el st e d o a :H r ,A r d t yA e e ,q i n sa p r na tee lgr nr a rs iss ea foia tna uee sia la manzana. Acuerdan que sea un hombre quien decida y se la entregan a Paris. Éste elige a Afrodita, la diosa del amor. Hera y Atenea se declaran enemigas del troyano y de su ciudad. La Ilíada se inicia cuando dos héroes griegos, Agamemnón y Aquiles disputan por la posesión de una esclava de Aquiles, llamada Briseida. Como Agamemnón es el rey, se la quita, venciéndolo. Aquiles, ofendido, decide no volver a pelear al lado de los griegos. Aquiles es el mayor héroe griego y se dice que es protegido de los dioses e invencible. Aquiles presta su armadura y su carruaje a su amigo Patroclo para que persiga a los troyanos, pero el gran héroe troyano Héctor mata en combate a Patroclo. Este hecho obliga a Aquiles a volver a la lucha y combate contra Héctor, lo vence y le da muerte. Como escarmiento y para mostrar su furia, el cadáver de Héctor es arrastrado al campamento griego y mostrado a la ciudad. Andrómaca, esposa de Héctor, se lamenta por Troya y por sus hijos. El rey Príamo, padre de Héctor, pide a los griegos que le devuelvan el cadáver del héroe muerto. Aquiles conmovido accede y los troyanos celebran los funerales de Héctor. Aquí termina La Ilíada.
  • 195. LIBRO 197 DE CONSULTA Las crónicas históricas nos dicen que más tarde los griegos construyen un gran caballo de madera, dentro del cual se esconden, y mientras los troyanos aceptan la ofrenda y celebran su victoria, los griegos salen del caballo a medianoche y los vencen por sorpresa. Troya es tomada, incendiada y destruida, y Helena es devuelta a Menelao. Los principales personajes son: Agamemnón que representa la ambición, el p d r l t r n a A u l s e h r ei d s e s b e H c o :e p t i t d f n o oe, a iaí; qie: l éo nipnal; étr l aroa eesr de su ciudad; Paris: la debilidad y la cobardía; Helena: la hermosura y la volubilidad; Andrómaca: la fidelidad de la esposa; Príamo: el amor del padre; Mnlo e peet. eea: l rtxo El texto completo de La Ilíada costa de 15 693 versos griegos. Transcribimos el preludio, versos uno al cinco, y los versos 320 al 425 de la primera rapsodia: A u l sa r v a o e t a l d ( 9 9 d le c i o m x c n A f n oR y s( 8 9 qie gaid, n rsao 14) e srtr eiao los ee 1816) 90. P RELUDIO C n ad o a l c l r d A u l se P l d , at is, a óea e qie l eia funesta a los aqueos, haz de calamidades, que tantas fieras almas de guerreros dio al Hades, y a los perros y aves el pasto de su vida –en tanto que de Zeus las altas voluntades iban adelantando por su propio camino– desde que la disputa enemistó al Atrida, príncipe de los hombres, y a Aquiles el divino. 5 Aquiles ofendido En tanto que la tropa anda en esta faena su lance con Aquiles ni su amenaza olvida Agamemnón, y a Euríbates y a Taltibio, los prestos servidores y heraldos, convoca y les ordena: —Idme hasta la barraca de Aquiles el Pelida; de la mano a Briseida, la del semblante apuesto, me traeréis; si Aquiles opone algún reparo, yo mismo iré con gente y le saldrá más caro. Tal con altivas voces los despide y conmina. Orilla al mar cambiante, remisos se encaminan ambos hacia los barcos y toldos mirmidónicos. 320 325
  • 196. 198 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Sentado en su barraca, junto a su negra nave, l sv a e c r eA u l s e c n i e t g a e o e cras qie, l otnne rv. Perplejos lo saludan y con temor recóndito, mas él, adivinándolos, se adelanta a decir: —¡Salud, gente de Zeus, mensajeros humanos! Venid, no es culpa vuestra si vuestro soberano p rB i e d o e v a P t o l ,h z as l r o rsia s ní. arco al ai –tú, el de estirpe de Zeus– y entrégala en sus manos. Y ante todos los bienhadados dioses sedme testigos, y ante todos los hombres y el rey desatentado, si a la hora del desastre quiere contar conmigo; pues sé que ya no acierta su corazón airado a prever lo futuro en vista del pasado n al b a n e t a f o a d la a t e e i o i irr usrs lts e slo nmg. Dijo, y dócil Patroclo la tienda de su amigo b s ayd c nB i e d ,l d l f zg s o a uc a o rsia a e a a uts. A las naves aquivas, y muy a su pesar, l l e a l sh r l o .A á t s al o a a lvn o eads prae lrr Aquiles, y tumbándose por la orilla espumosa, mientras ruega a su madre con manos anhelosas e p o al e v n d l j n ad lm r xlr a niaa eaí e a: —Madre, pues me engendraste para tan corta vida, el Olímpico Zeus que por las cumbres truena debiera protegerme, y en cambio me condena con su olvido al ultraje de Agamemnón Atrida, cuyo poder me roba la recompensa suma. Así dijo entre lágrimas. Le oye la augusta madre desde el abismo húmedo que habita con su padre, el añoso Nereo; surge cual blanca bruma, v e as b el so d sh s ae h j a l g d , ul or a na at l io fiio l a a i i ye c a a o crca xlm: —¿Qué dolor te ha vencido, hijo, qué te conturba? ¿Por qué tu alma llora? Dilo y no calles, ambos probemos tu aflicción. Y el alígero Aquiles, con profundo gemido: —Lo sabes. ¿Para qué repetirlo ahora? Fue en Tebas, la ciudad sacra del rey Eetión. 330 335 340 345 350 355 360
  • 197. LIBRO 199 DE CONSULTA La saqueamos; luego juntamos la ganancia, que nuestra gente supo repartir con esmero. Criseida fue el hermoso botín de Agamemnón. Pronto a dar por su hija rescate en abundancia, el sacerdote Crises, hombre de Apolo Arquero, l e óh s al sb j l sa í e o e t n e , lg at o aee lgrs nocs donde andan los aqueos revestidos de bronces. Al cetro de oro atadas las ínfulas de Apolo e F e h r ,al sh e t sn i p o a at ns l , l lceo a use o mlrb a óo sino a los dos Atridas, los amos del combate. La gente aquea a gritos lo otorga y reconoce, al sacerdote honrando y ansiosa del rescate, mas impedir no logra que Agamemnón maltrate aC i e yl a e ec na t n r sv c s rss o lj o laea oe. Parte indignado el viejo, y Apolo que lo ampara, escuchando sus preces, su arco cruel dispara por nuestro campamento, y los hombres caían conforme los flechazos divinos se esparcían. Un consumado augur nos declaró al instante la causa del enojo del Cazador Distante, yy e p i e oe i oq ea d o s s t s a a o l rmr xj u l is e aifg. Levántase el Atrida e iracundo me amaga. Ya cumplió sus amagos: los aqueos de ardientes ojos en rauda nave devuelven a Criseida, y al dios van a brindar su carga de presentes, ¡ i n r su o h r l o ,v o a d m sr a e , meta ns eads ilno i els si antes me la dieron, me arrancan a Briseida! Presta amparo a tu hijo y muestra lo que vales, y al Olímpico Zeus lleva tu imploración, ya que en palabras y obras le has dado protección; p e s l e a f e e t el sI m r a e us oa rs il nr o notls –mucho te oí contarlo en la patria mansión–, cuando lo encadenaban los dioses principales, tal Palas Atenea y Hera y Poseidón. Tú fuiste a desatarlo del ominoso nudo, ya q ee v e t oB i r o ye l t e r ,E e n l u s usr rae, n a ira gó –el forzudo centímano, más que el padre forzudo–, abriste el ancho Olimpo; y él, de su gloria ufano, junto al trono de Zeus se plantó de improviso, yl sd o e r b l e ,v e d s i t n ov n , o iss eeds ino u net ao 365 370 375 380 385 390 395 400
  • 198. 200 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN desistieron sumisos. Recuérdaselo ahora; apégatele, abraza sus rodillas e implora: Que deje a los troyanos hacer una salida, y echados los aqueos hasta el labio del mar –porque mejor disfruten la inepcia de su Atrida–, vean entre las popas a su gente vencida, y el rey arrepentido comience a lamentar el haber desairado al aqueo sin par. Y e l g i a b ñ d ,T t sl r s o d a , n árms aaa ei e epní: —¿Te di a luz en aciaga hora, criatura mía? ¡Viérate en paz tus naves sereno gobernando, sin que nublase el lloro tus efímeros días! Mas tu vida es muy breve, tu sino el más nefando, fue funesto engendrarte en casa de Peleo. Iré al nevado Olimpo, descuida; al alto Zeus engendrador de rayos veré de persuadir. Tú guárdate en tus raudas naves sin combatir y contra los aqueos incuba tu pasión. Zeus, ayer, con toda su augusta compañía se fue por el océano, al remoto confín de los probos etíopes que ofrecen un festín. No tornará al Olimpo hasta el doceno día. Yo he de trepar entonces las broncíneas gradas y echarme a sus rodillas. Tal vez sea escuchada. 405 410 415 420 425 La Odisea La Odisea es posterior a La Ilíada. Odisea se deriva de Odyssea; nombre griego de Ulises; Odysseus. Es un poema épico escrito en 24 cantos o rapsodias, en la forma de los exámetros y en griego clásico. Una vez terminada la guerra de Troya y después de su destrucción, los vencedores aqueos o griegos regresan a s sh g r s U i e r g e ap rl r t m sl r a ac u ad lv e t yl si c e u oae. lss ers o a ua á ag, as e ino a nlmencias del mar. Naufragios y acontecimientos lo obligan a vivir la gran aventura del hombre. Todo esto se origina por la ira del dios del mar, Poseidón, padre de Polifemo, quien desata contra el héroe toda la furia de la naturaleza. La Odisea es la narración de los inmensos peligros, naufragios y hazañas que vive Ulises hasta que logra llegar a la isla de Ítaca, su patria, y destruir las acechanzas que rodean a su fiel esposa, Penélope.
  • 199. LIBRO 201 DE CONSULTA Entre los episodios más sobresalientes de sus aventuras se encuentran: la hazaña con el gigante Polifemo, la estancia con la diosa Circe, el mar de las srns iea. H z ñ c ne g g n eP l f m aaa o l iat oieo En una isla aparentemente inhabitada donde van a dar los marinos con Ulises al mando, desembarcan para abastecerse de las provisiones naturales que le brinda la exuberancia del lugar. Ulises llevaba un pellejo de cabra lleno de un extracto de vino negro. Están entregados a su tarea cuando son atrapados por un hombre gigantesco llamado Polifemo que posee un solo ojo. El cíclope los encierra en una cueva y les da de comer. Diariamente la mano gigantesca penetra por la puerta capturando varios marineros. Ulises y los demás se dan cuenta con horror que están siendo alimentados para ser devorados más tarde por el monstruo. Ulises, por su sagacidad, descubre que en el piso de la cueva, entre el estiércol, se encuentra una gran clava de olivo verde, de la cual cortan un enorme madero, lo afilan como una lanza y le queman después la punta. A la sig i n ev s t d lg g n ea t o ó a oU i e ,c ng a v l r l o r c v n .L uet iia e iat nrpfg lss o rn ao, e fee io a curiosidad de Polifemo lo lleva a probar el vino le gusta y exige más. El gigante ebrio se duerme, momento que aprovechan Ulises y los marineros para levantar el enorme madero y con coraje hundirlo violentamente en el único ojo de Polifemo, dándole vueltas a la estaca hasta hacerla girar. El gigante lanza un espantoso alarido y sale de la cueva quitando la gran roca que la mantiene cerrada. Ulises y los marineros salen a la mañana siguiente ocultos bajo las ovejas que van a pastar, pues el gigante tiene las manos abiertas frente a la cueva para impedirles el paso. Cuando descubre el engaño trata de perseguirlos, pero como está ciego no les da alcance y finalmente Ulises y los marineros logran escapar en su barco mientras Polifemo, desde la costa, les arroja peñascos e invoca el nombre de su padre Poseidón pidiendo venganza. FRAGMENTO DE LA RAPSODIA IX ¡Cíclope! Ya que comiste carne humana, toma y bebe este vino, y sabrás qué licor e c r a an e t ob j l P r t l t a a d s o od o r c r e o s ,a i d n o ed nerb usr ae. aa i o rí, ees e feétl, i paádt e m ,d s o í sm r g e oal p t i .M s ¡ n d et i u l se l c l r !¡ n e s t ! í ipna i ers a ara a, a ai e gaa n a óea Isnao ¿Cómo se acercará a ti ningún nacido, en adelante, si careces de compasión?
  • 200. 202 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Así le hablé. Tomó el vino y bebióselo. Y gustóle tanto el dulce licor que me pidió ms á: Dadme de buen grado más vino y hazme saber inmediatamente tu nombre para q et o r z au d nh s i a a i c ne c a t h e g e .P e t m i nal sc c o e u e fec n o optlro o l ul e ulus us abé o ílps la fértil tierra les proporciona vino en gruesos racimos, que crecen con la lluvia enviada por Zeus; pero éste está hecho con ambrosía y néctar. D t ls e t h b ó yv l ías r i l e n g ov n :t e v c ss l p e e t yt e e a ure al, ov evre l er io rs ee e o rsné rs veces bebió incautamente. Y cuando los vapores del vino envolvieron la mente del c c o e d j l c nl s n e a p l b a : ílp, íee o iojrs aars ¡Cíclope! Preguntas cuál es mi nombre ilustre, y voy a decírtelo; pero dame el presente de hospitalidad que me has prometido. Mi nombre es Outis (Nadie), y Outis me llaman mi padre, mi madre y mis compañeros todos. Así le hablé, y en seguida me respondió, con cruel talante: A Outis me lo comeré al último, después de sus compañeros, y a todos los demás a t sq eaé :t ls r e d nh s i a a i q et o r z a ne u l a eá l o optlro u e fec. Dijo, tiróse hacia atrás y cayó de espaldas. Así echado dobló la gruesa cerviz y rindióle el sueño, domador de todo. Harto de bebida, eructaba de modo horrible, a par que de su garganta fluía el vino, revuelto con carne humana. Entonces metí la estaca debajo del abundante rescoldo, para calentarla, y animé con mis palabras a todos los compañeros, temeroso de que me abandonasen aterrorizados. Mas cuando la estaca de olivo, con ser verde, estaba a punto de arder y relumbraba intensamente, fui y la saqué del fuego; rodeáronme mis compañeros, y una deidad nos infundió gran audacia. Ellos, tomando la estaca de olivo, hincáronla por la aguzada p n ae e o od lc c o eyy ,a z n o e h c a ag r rp ra r b .D l s e t q e ut n l j e ílp o ládm, aíl ia o ria e a ure u cuando un hombre taladra con el barreno el mástil de un navío, otros lo mueven por debajo con una correa, que asen por ambas extremidades, y aquel da vueltas continuamente: así nosotros, asiendo la estaca de ígnea punta, la hacíamos girar en el ojo del cíclope y la sangre brotaba alrededor del caliente palo. Quemóle el ardoroso vapor párpados y cejas, en cuanto la pupila estaba ardiendo y sus raíces crepitaban p rl a c ó d lf e o A íc m e b o c s a p r d re t m l q ee l f e z d l o a cin e ug. s oo l rnit, aa a l epe u s a ura e hierro, sumerge en agua fría una gran segur o un hacha que rechina grandemente: de igual manera rechinaba el ojo del cíclope en torno de la estaca de olivo. Dio el cíclope un fuerte y horrendo gemido, retumbó la roca, y nosotros, amedrentados, huimos prestamente. E t n i c nl d o aC r e saca o a is ic Ulises y sus marineros llegan hasta los dominios de Circe, poderosa deidad. Ponen pie en tierra donde descansan y contemplan el palacio de Circe de piedra
  • 201. LIBRO DE CONSULTA 203 pulimentada. Se encaminan al palacio y encuentran lobos y leones encantados por la diosa. Oyen cantar a Circe, quien los invita a pasar y sentarse. Les da un potaje y los convierte en puercos. Sólo un marinero de nombre Euríloco no e t ayc r eaa i a d l s t a i naU i e .U i e v ap d rc e t saC r e nr or vsr e a iucó lss lss a ei una ic, quien lo invita a comer; pero no acepta. Ulises comienza a intrigarla y a llamar su atención. Después la cautiva con sus narraciones prodigiosas. Circe lo invita a quedarse y pasar un tiempo con él. Más tarde Circe se enamora de Ulises y le ofrece hacerlo esposo de una diosa si se queda con ella. Ulises rechaza la oferta por muchas razones; entre ellas, porque todo el mérito de las valerosas hazañas del héroe dejaría de serlo si en vez de un hombre fuera un dios. A la petición de Ulises, Circe perdona a los marineros y les devuelve su forma humana. Permanecen un año en el palacio. En una ocasión, después de amar a Circe, decide abandonarla. Vertiendo copiosas lágrimas acude Circe a despedirlos hasta la orilla del mar, donde se encuentra la nave. Circe ata al oscuro bajel un carnero y una oveja negra y se despide para siempre de ellos. De la rapsodia X, transcribimos la parte donde Ulises se encuentra frente a C r e s n a e t sus manjares. i c i c p ar ¿Por qué, Odiseo, permaneces así, como un mudo, y consumes tu ánimo, sin tocar la comida ni la bebida? Sospechas que haya algún engaño, y has de desechar todo temor, pues ya te presté solemne juramento. A ís e p e ó yl r p s d c e d :¡ h C r e ¿ u lv r n q ef e er z n b e s e xrs, e eue iino O, ic! Cá aó, u us aoal, osara probar la comida y la bebida antes de libertar a los compañeros y contemplarlos con sus propios ojos? Si me invitas de buen grado a beber y a comer, suelta a mis fieles amigos, para que con mis ojos pueda verlos. D t ls e t h b é C r es l ód lp l c oc nl v r e l m n ,a r ól sp e t s e a ure al. ic ai e aai o a aa n a ao bi a ura de la pocilga y sacó a mis compañeros en figura de puercos de nueve años. Colocáronse delante, y ella anduvo por entre los mismos, untándolos con una nueva droga: en el acto cayeron de los miembros las cerdas que antes les hizo crecer la perniciosa droga suministrada por la venerada Circe, y mis amigos tornaron a ser hombres, pero más jóvenes aún y mucho más hermosos y más altos. Conociéronme, y uno por uno me estrecharon la mano. Alzóse entre todos un dulce llanto, la casa resonaba fuertemente, y la misma deidad hubo de apiadarse. Y deteniéndose junto am ,d j d e t s e t l d v n e t el sd o a : í io e sa ure a iia nr a iss ¡ a r í d ,d l n j d v n !¡ d s o f c n oe r c r o !V a o aad n et e e Letaa e iae iio Oie, eud n euss e hr od ins l v l r n v e l o i l d lm r ya t t d s c d aat e r f r e l e a al sg u a eea ae n a rla e a, ne oo aal ira im; lvd a rtas las riquezas y los aparejos todos, y trae en seguida tus fieles compañeros… … … … … … … … … … … … … …
  • 202. 204 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Así, pues, se han llevado a cumplimiento todas estas cosas. Oye ahora lo que voy ad c ryu d o e p r o at l r c r a ám st r e L e a á p i e oal ss r n s ei n is n esn e o eodr á ad. lgrs rmr a iea, que encantan a cuantos hombres van a encontrarlas. Aquel que imprudentemente se a e c ae l sye c c as v z y n v e v av ras e p s n as sh j sp q e u l s cra la suh u o, a o ule e u soa i u io euñeo r d á d l ,l e o d j b l ,c a d t r aas h g r s n q el h c i a l ss r n s oenoe lns e úio uno on u oa: io u e ehzn a iea con su canto, sentadas en una pradera y teniendo a su alrededor enorme montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo. Pasa de largo y tapa las orejas a tus compañeros con cera blanda, previamente adelgazada, a fin que ninguno l so g ;m ss t d s a e o r a ,h zq et a e e l v l r e b r a i nd p e y a ia a i ú eers íls a u e tn n a eea maccó e is m n s d r c oya r m d al p r ei f r o d lm s i yq el sc e d ss l g e a ao, eeh riao a at neir e átl u a ura e iun l mismo, y así podrás deleitarte escuchando a las sirenas. Y en el caso de que supliques o mandes que te suelten, átenle con más lazos todavía. E m rd l ss r n s l a e a iea Después de los consejos de Circe que Ulises decide poner en práctica, se acercan a la isla de las sirenas. Ulises sabe que aquel que oye el canto de las sirenas enloquece tirándose al mar y es devorado por esas divinidades mitad mujer y mitad pez (antiguamente se les representaba como aves de rapiña con rostro de mujer). Ordena a sus marineros tapar con cera sus oídos y decide ser atado al mástil del barco. Fuertemente es rodeado por sogas que le impiden desatarse. Ordena que pase lo que pase, suceda lo que suceda, los marineros remen a toda velocidad. El barco atraviesa el lugar del peligro. Ulises oye el c n od l ss r n s l sm r ,o s r as si v t c o e ,e c u i a oye l q e e at e a iea, a ia bev u niains s atvd nouc instando a sus marineros que lo suelten, pero éstos no obedecen. El barco de Ulises logra pasar. El canto de las sirenas es para Homero el conocimiento de todo lo desconocido. Ulises percibió todo lo que el hombre ignora, lo i f n t ,l a s l t .E c n od l ss r n se l u i a ;e t d .D l r p o i niio o bouo l at e a iea s a ndd l oo e a asda X I e s g i n ef a m n o I, l iuet rget: Mientras hablaba, declarando estas cosas a mis compañeros, la nave bien construida llegó muy presto a la isla de las sirenas, pues la empujaba favorable viento. Desde aquel instante, echóse el viento, reinó sosegada calma y algún numen adormeció las olas. Levantáronse mis compañeros, amainaron las velas, y pusiéronlas en la cóncava nave, y, habiéndose sentado nuevamente en los bancos, emblanquecían el agua, agitándola con los remos de pulimentado abeto. Tomé al instante un gran pan de cera y lo partí con el agudo bronce en pedacitos que me puse luego a apretar con mis robustas manos. Pronto se calentó la cera, porque hubo de ceder a la gran fuerza y
  • 203. LIBRO DE CONSULTA 205 a los rayos del soberano Helios Hiperionida, y fui tapando con ella los oídos de todos los compañeros. Atáronme éstos en la nave, de pies y manos, derecho y a r m d al p r ei f r o d lm s i ;l g r nl sc e d sa m s o y s n á d s e riao a at neir e átl iao a ura l im, , etnoe n los bancos, tornaron a herir con los remos el espumoso mar. Hicimos andar la nave m yr p d m n e y a h l a n st nc r ad l o i l q ea l h b e e l e a on e u áiaet, , l alro a ec e a rla u lá uisn lgd us tras voces, no se les encubrió a las sirenas que la ligera embarcación navegaba a poca distancia y empezaron un sonoro canto: ¡Ea, célebre Odiseo, gloria insigne de los aqueos! Acércate y detén la nave, para que oigas nuestra voz. Nadie ha pasado en su negro bajel, sin que oyera la suave voz que fluye de nuestra boca, sino que se van todos después de recrearse con ella y de aprender mucho; pues sabemos cuántas fatigas padecieron en la vasta Troya argivos y teucros, por la voluntad de los dioses, y conocemos también todo cuanto our e l fri ter. cre n a étl ira Esto dijeron con su hermosa voz. Sintióse mi corazón con ganas de oírlas, y moví las cejas, mandando a los compañeros que me desatasen, pero todos se inclinaron y se pusieron a remar. Y, levantándose al punto Perimedes y Euríloco, atáronme con nuevos lazos, que me sujetaban más reciamente. Cuando dejamos atrás las sirenas y ni su voz ni su canto se oían ya, quitáronse mis fieles compañeros la cera con que tapara sus oídos y me soltaron las ligaduras. Después de ser retenido largo tiempo por la ninfa Calipso que deseaba hacerl s e p s ,U i e r g e af n l e t aÍ a a s l yc s d s u o e d n el s o u soo lss ers iamne tc, oo ai end, n od o nobles ambiciosos habían obligado a su mujer, Penélope, a elegir nuevo marido. Penélope es forzada a aceptar, según la ley, y pone como plazo cuando termine el manto de boda, que ella hila por la mañana y deshila por la noche. Al darse cuenta, los pretendientes fijan una fecha exacta y Penélope acepta casarse con aquel que logre tensar el arco de Ulises y hacer pasar una flecha a través del ojo de doce hachas. Ulises llega vestido de mendigo y se queda en el palacio poco a t sd lf s í d l sp e e d e t s ne e etn e o rtnine. Cuando los nobles compiten fracasan todos en el intento de tensar el arco. El mendigo, o sea Ulises, pide permiso para participar también, a lo que Penélope a c d .U i e t n ae a c yh c p s rl f e h a t e t r o d l sp e e t s cee lss es l ro ae aa a lca ne l err e o rsne. Ulises es reconocido, se deshace de sus harapos y comienza a flechar a los pretendientes. A la matanza se une Telémaco, el hijo de Ulises, y entre los dos m t nat d sl sn b e p e e d e t s U i e yP n l p s r e c e t a .U i e aa oo o ols rtnine. lss eéoe e enunrn lss es perdonado por los dioses con la influencia de Atenea. Es imposible hablar de cultura griega sin hacer referencia a tres aspectos v n u a o c nl l t r t r ya t m n ed s r o l d sp rl sg i g s l f l s iclds o a ieaua laet earlao o o reo: a ioo f a l e o u n i uo a o i ye t a r .L f l s f ae t r p e e t d p rS c a e í, a lceca rtra l eto a iooí sá ersnaa o órts
  • 204. 206 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN (470-399 a.C.), Platón (429-347 a.C.), y Aristóteles (384-322 a.C.). La elocuencia u oratoria está representada por Demóstenes (384-322 a.C.), el más grande de los oradores políticos de Atenas, ejemplo del orador de convicciones. Demóstenes implanta la libertad de la tribuna. Tar gig eto reo El teatro griego es ejemplo no solamente por su calidad literaria, sino por dar o i e a t a r d t d sl st e p s E t a r g i g f o e ed r n ee g b e rgn l eto e oo o imo. l eto reo lrc uat l oir no de Pericles y cuando Atenas alcanza su máximo esplendor. Los dos géneros f n a e t l ss nl t a e i yl c m d a D a íl r p e e t c ó d l sm s a udmnae o a rgda a oei. e h a ersnain e a ácras que lloran y ríen respectivamente. La comedia se originó en las fiestas que hacían los campesinos después de la vendimia cuando regresaban a sus aldeas. El mayor representante de la comedia griega es Aristófanes (445-386 a.C.). La tragedia griega se originó en el Ditirambo —culto a Dioniso—. Un coro cantaba las proezas del dios y danzaba alrededor del altar. Después se narraron escenas de algunos héroes. En el siglo VI apareció un personaje que hacía preguntas al coro, el cual respondía. En esta forma se creó el diálogo. Eqio sul E t el sa t r sd t a e i sg i g sd b m sc t raE q i o( 2 - 5 a C ) nr o uoe e rgda rea eeo ia sul 5546 .., quien combatió en las Guerras Médicas. Triunfó innumerables veces y fue coronado por sus obras. Entre las más importantes están Prometeo encadenado, héroe, que tras haber entregado al hombre la conciencia y el fuego, fue castigado por Zeus que lo condenó a sufrir encadenado el tormento de un buitre que diariamente le devoraba las entrañas, mismas que se le regeneraban durante la noche ( é c l s l l b r p s e i r e t ) l Orestiada f r a a p r Agamenón ( s s Hrue o ieó otromne; a , omd o: aei nato de Agamenón por Clitemnestra), Las Coéforas (venganza de Orestes, hijo de Agamenón, quien mata a Clitemnestra y a Egisto, amante de ésta), y Las Euménides (persecución de Orestes por las Furias y las Erinias y finalmente su j i i yp r ó ) uco edn. Fragmento de Prometeo de Esquilo. Prometeo se rebela contra la tiranía de Zeus. Dialoga con Océano.
  • 205. LIBRO DE CONSULTA 207 OCÉANO. A ti vengo, Prometeo, haciendo una larga jornada en este alado monstruo, que rijo sin otro freno que mi voluntad. Porque ten entendido que me duelo de t sd s r c a .Ae l m o l g l s n r ;a íl j z o p r , f e ad lp r n e c , u egais lo e bia a age s o ug: eo ur e aetso no hay quien tenga en mi amistad más parte que tú. Ya verás tú cómo es verdad esto que te digo, y que no está en mi genio hablar vano y lisonjero de favores. Conque anda; dime en qué se te puede favorecer. Jamás podrás decir que hubo para ti un amigo más firme que el Océano. PROMETEO. ¡Bah! ¿qué es esto? ¿También tú vienes de espectador de mis males? ¿Cómo te has atrevido a dejar la corriente de tu nombre y tus nativos y roqueros a t o p r v n ral t e r m d ed lh e r ?¿ l g s eam c r o od m s c s , nrs aa ei a ira ar e iro Leat í uis e i ueo o compasivo de mis desdichas? ¡Contempla, pues, un espectáculo! ¡Mira a este amigo de Zeus, que le ayudó a afirmar su tiranía, de qué rigones se ve oprimido! OCÉANO. Viéndote estoy, Prometeo, y aunque seas tan avisado, todavía quiero aconsejarte lo que estará mejor. Reconócete, y pues que hay nuevo tirano entre los dioses, muda tú también de procederes. Porque si así lanzas ásperos y punzantes dicterios, con estar Zeus sentado tan alto y lejos de ti, pudiera oírte de modo que e r g rd lp e e t m ll t v e a p rj e o C n u d j e aa r g n i ,d s i l io e rsne a e uirs o ug. oqe ea s roaca edchado, y aplícate al remedio de tu miseria. Quizá te parezca que esto que digo son v j c s p r e t sp e i sv e e ,P o e e ,d u al n u d m s a oj c a c o a eee; eo so rmo inn rmto e n ega eaid atnis. Tú no eres nada humilde ni cedes a los males; antes quieres sobre los presentes traerte otros. Mas si te aprovechas de mis lecciones, no obrarás en tu propio mal, considerando que reina un monarca duro y nada sujeto a dar razón de sus obras. Y ahora parto, y probaré si puedo librarte de estos males. Tú, aquiétate y no seas demasiado atrevido de lengua; pues, ¿no sabes, discreto por extremo como sin d s u ae e ,q ee c s i om r al l n u t m r r a ipt rs u l atg ac a ega eeai? PROMETEO. Dígote que eres feliz, porque después de haber osado tomar parte conmigo en mis penas, aún estás sin que Zeus te culpe. Mas déjalo ya; no te dé cuidado. En manera alguna le persuadirías; que no es blando de persuadir. Y tú ándate con tiento, mirando bien no te acarree algún daño esta jornada. OCÉANO. Mejor consejero eres de los demás, con mucho, que no de ti propio; con hechos, no con palabras, lo atestiguo. Pero no me estorbes que corra solícito. Me precio, me precio, sí, de que Zeus me otorgará la gracia de alzarte esta pena. Sfce óols Sófocles (495-406 a.C.), 70 años fue el poeta favorito del pueblo. Escribió más de 100 tragedias, pero sólo se conservan siete. Sus tragedias más importantes son: Electra (Electra venga a su padre Agamenón asesinado, al conducir la
  • 206. 208 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN mano de Orestes en la puñalada que mata a su madre Clitemnestra) y Edipo Rey, que tomaremos como ejemplo. La leyenda en la que tiene su origen la obra es la siguiente: Layo y Yocasta, reyes de Tebas, tienen un hijo al que más tarde se le llamaría Edipo. El oráculo sentencia que el niño matará a su padre y se casará con su madre. Ante esta nefasta profecía los reyes envían al niño con un esclavo para que lo abandone en el Monte Citerón. Edipo es recogido por unos pastores que lo educan hasta que Polibio, rey de Corinto, lo ve y es seducido por el vigor y la fuerza del niño. Polibio se lo lleva y lo educa como un príncipe. Otro oráculo repite la misma profecía y Edipo, temeroso de causar daño a los reyes de Corinto a quienes cree sus padres, abandona el hogar y se interna en el reino de Beocia. En el camino topa con un carruaje que le cierra el paso, iniciándose una pelea. Edipo mata a sus opositores incluyendo a Layo, su padre. En Beocia libra a este pueblo de la Esfinge, monstruo parte mujer, parte león, parte águila y con cola de serpiente, que devoraba a todo el que pasara por sus dominios. Edipo es convertido en héroe y como premio ofrecido por Creonte, rey interino de Tebas, lo casan con la reina Yocasta, ignorando que era su propia madre. El oráculo se cumple. Más tarde se sabe el enigma y sobreviene la t a e i .A c n c rl t r i l v r a ,Y c s as s i i a a o c n o e F e t rgda l ooe a erbe edd oat e ucd, hráds. rne a su pueblo, Edipo se arranca los ojos con sus propias manos, junto con los broches del vestido de Yocasta; ciego y con sayal de mendigo se va por los caminos. La tragedia de Sófocles da comienzo en los momentos en que Edipo recibe a los tebanos que van a suplicarle que detenga las calamidades que agobian al pueblo de Tebas. Edipo se encuentra preocupado y acercándose a descubrir su situación. Transcribimos el siguiente fragmento de Edipo Rey, en el momento de a l r rl t r i l v r a . caa a erbe edd E I O. ¡ y a ! Y e t t d a l r d . ¡ h l z , s a é t e ú t m d a q e t v a q i n DP A , y a s á o o c a a o O , u ! e s e l l i o í u e e u e vino al mundo engendrado por quienes no debían haberle dado el ser, contrajo relaciones con quienes le estaban prohibidas y mató a quien no debía. CORO. ¡Oh generaciones humanas! Cómo en mi cálculo, aunque reboséis de vida, sois lo mismo que la nada. ¿Qué hombre, pues, qué hombre goza de felicidad más que el momento en que se lo cree, para en seguida declinar? Con tu ejemplo a la vista y con tu sino, ¡oh, infortunado Edipo!, no creo ya que ningún mortal sea feliz. Quien dirigiendo sus deseos a lo más alto llegó a ser dueño de la más suprema dicha, ¡ay, Júpiter!, y después de haber aniquilado a la virgen de corvas uñas, cantora de oráculos, se levantó en medio de nosotros como valla contra la muerte, por lo que fue proclamado nuestro rey y recibió los mayores honores,
  • 207. LIBRO DE CONSULTA 209 reinando en la grande Tebas, ¿no es ahora el más infortunado de los hombres? ¿Quién se ve envuelto en más atroces desgracias y en mayores crímenes por una a t r a i ad l v d ?¡ h i u t eE i o ¿ lp o i a i od t c s f eb s a t lentv e a ia O, lsr dp! E rpo sl e u aa u atne para que cayeras en él, como hijo, como padre y como marido? ¿Cómo es posib e ¡ h i f l z ,c m ,q ee s n f c n a op rt p d et p d e as p r a e l, o, nei! óo u l eo eudd o u ar e uir ootr n silencio tanto tiempo? Lo descubrió a pesar tuyo el tiempo, que todo lo ve, y condenó ese himeneo execrable, donde engendraba a su vez el que fue en él engendrado. ¡Ay, hijo de Layo! ¡Ojalá, ojalá nunca te hubiera visto, pues me haces llorar, exhalando dolorosos lamentos de mi boca! Y para decir verdad, de ti r c b l v d ,p rt c l ém sc n o a . eií a ia o i am i ogjs UN MENSAJERO. ¡Oh, siempre respetabilísimos señores de esta tierra! ¡Qué cosas v i ao ryq éd s r c a v r i yc á g a d d l rs n i é s s c m p t i t s as í u egais eés un rne oo etri, i oo aroa os inspira interés la casa de los Labdácidas! Yo creo que ni el Istro ni el Fasis podrán lavar con sus aguas las impurezas que ese palacio encierra, y los crímenes q ea o as l nal z v l n a i s n i v l n a i s P e d t d sl sc l m d d s u hr ae u, outro, o noutro. us e oa a aaiae las que más deben sentirse son las que uno se procura por sí mismo. CORO. La que nosotros ya sabemos, por cierto que es muy dolorosa. ¿Vienes a a u c a n so r ? nniro ta EL MENSAJERO. Brevemente os la diré y la sabréis: ha muerto la excelsa Yocasta. CORO. ¡Ay, desdichada! ¿Quién la ha matado? EL MENSAJERO. Ella por sí misma. De todo lo sucedido ignoro lo más doloroso, pues no estuve presente. Pero, sin embargo, en tanto que mi memoria los recuerde, sabrás los sufrimientos de aquella infortunada. Cuando arrebatada por el fur ra r v s e v s í u od p l c o s l n ód r c a e t h c ae l c on p i l o taeó l etbl e aai, e az eehmne ai l eh uca, arrancándose la cabellera con ambas manos. Apenas entró cerró la puerta por dentro y empezó a invocar al difunto Layo, muerto hace tiempo, rememorando los antiguos concúbitos que debían matarle a él y dejar a la madre para engendrar hijos con su propio hijo en infandas nupcias. Y lloraba amargamente por el lecho en que la infeliz concibió de su marido otro marido y de su hijo otros hijos. Después de esto no sé cómo se mató; porque como entró Edipo dando grandes alaridos, nos impidió contemplar la desgracia, pues nos fuimos todos hacia él, rodeándole por todas partes, porque corría desatentado pidiendo que le diéramos una espada y que le dijésemos dónde estaba la esposa que no era esposa y en cuyo seno maternal fueron concebidos él y los propios hijos de él. Y furioso como estaba –un genio se lo indicó, pues no se lo dijo nadie de los que le rodeábamos–, dando un horrendo grito, y como si fuera guiado por alguien, se arrojó s b el sp e t s l sd r i ód l sg z e ys p e i i óe l s l n p i l d n e or a ura: a erb e o ons e rcpt n a aa uca, od vimos a la reina colgando de las fatales trenzas que le habían ahogado. En seguida que la vio el desdichado, dando un horrible rugido, desató el lazo de que colgaba, yc a d e t e r c y l i f l z– q e l f ee p c á u oh r i l – a r n á d l uno n ira aó a nei aulo u setcl orbe, racnoe
  • 208. 210 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN los broches de oro con que se había sujetado el manto, se hirió los ojos diciendo que así no verían más ni los sufrimientos que padecía ni los crímenes que había cometido, sino que, envueltos en la oscuridad, ni verían en adelante a quienes no debían haber visto, ni conocerían a los que nunca debieron haber conocido. Y mientras así se lamentaba, no cesaba de darse golpes y desgarrarse los ojos. Al mismo tiempo, sus ensangrentadas pupilas le teñían la barba, pues no echaban la s n r ag t s s n q e c m n g al u i yr j z g a i o s l b ñ b n E t l ó age oa, io u, oo er lva oio rnz, e a aaa. sal la desesperación de ambos, no de uno solo, confundiendo en la desgracia al marido y a la mujer. La felicidad de que antes disfrutaban y nos parecía verdadera felicidad, convertida queda hoy en gemidos, desesperación, muerte y oprobio, sin que falte ninguno de los nombres que sirven para designar toda suerte de desgais rca. CORO. ¿Y qué hace ahora el desdichado, en medio de su infortunio? El mensajero. Pide a gritos que abran las puertas y expongan ante todos los tebanos al parricida, al de madre…, diciendo blasfemias que yo no debo decir, y añadiendo que va a alejarse de esta tierra y que no debe permanecer en ella sujeto a las maldiciones que contra sí mismo él lanzó. Necesita, sin embargo, de quien le s s e g yl g í ,p e s d s r c ae d m s a ap r q ep e as b e l v r a l otna e ue us u egai s eaid aa u ud orleal; o vas a ver, pues las puertas se abren; pronto verás un espectáculo capaz de mover a compasión al más cruel enemigo. CORO. ¡Oh, desgracia, que a los hombres horroriza el verla! ¡Oh, la más horrible de c á t sh v s oy !¡ n e i !¿ u f r at d m n ?¿ u le l f r aq e a a a una e it o Iflz Qé ui e oió Cá s a ui u, bln zándose sobre ti, el más infortunado de los hombres, te subyugó en tu desdichadísima suerte? Porque no tengo valor para mirarte, a pesar de que deseo preguntarte muchas cosas, saberlas de ti y contemplarte. Tal es el horror que me ifne. nuds EDIPO. ¡Ay, ay! ¡Ay, ay! ¡lnfeliz de mí! ¿Dónde estoy con mi desdicha? ¿Adónde vuela mi vibrante voz? ¡Oh, demonio! ¿Dónde me has precipitado? CORO. En desgracia horrible, inaudita, espantable. EDIPO. ¡Oh, nube tenebrosa y abominable que como monstruo te has lanzado sobre mí, indomable e irremediable! ¡Ay de mí! ¡Ay de mí! ¡Cómo me penetran las punzadas del dolor y el recuerdo de mis crímenes! CORO. Y no es de admirar que en medio de tan grandes sufrimientos llores y te a l j sp rl d b ed s r c aq et o r m . fia o a ol egai u e pie EDIPO. ¡Al amigo! Tú sigues siendo mi compañero fiel, ya que tienes cuidado de este ciego, ¡Ay, ay! No se me oculta quién eres, pues aunque ciego, conozco muy be t vz in u o. CORO. ¡Qué atrocidad has cometido! ¿Cómo tuviste valor para arrancarte así los ojos? ¿Qué demonio te incitó?
  • 209. LIBRO 211 DE CONSULTA EDIPO. Apolo es el culpable, Apolo, amigos míos; él es el autor de mis males y crueles sufrimientos. Pero nadie me hirió, sino yo mismo en mi desgracia. ¿Para qué me servía la vista, si nada podía mirar que me fuese grato ver? CORO. Así es, como lo dices. EDIPO. ¿Qué cosa, en verdad, puedo yo mirar ni amar? ¿A quién puedo yo dirigir la palabra o escuchar con placer, amigos? Echadme de esta tierra lo más pronto posible; desterrad, amigos, a la mayor calamidad, el hombre maldito y más aborrecido que ningún otro de los dioses. Erpds uíie Eurípides (480-406 a.C.), transformó la tragedia partiendo de la idea filosófica de un dios que gobierna al mundo mediante la razón y la justicia, y por tanto la fatalidad no es tan importante como el amor que agita y conmueve a los mortales. Da un mayor movimiento teatral, utiliza mayormente a los humanos que a los dioses. Sus tragedias más importantes son: Medea que describe los , celos y la venganza de la protagonista al ser abandonada por Jasón, cuya ambición lo llevaba a querer ser rey a pesar de que ella traicionó a su patria y a su hermano por él. Andrómaca en la que ella encabeza el dolor de las mujeres troyanas, al ser devastada la ciudad por los griegos y sentenciadas a vivir en adelante como esclavas. C l u al t n utr aia En su invasión, el Imperio Romano, dueño ya de la Península Itálica y habiendo vencido a Cartago en las tres Guerras Púnicas, se lanzó a la conquista del mundo, comenzando por los países situados alrededor del Mediterráneo. Esta conquista la consuma en dos siglos. Uno de los grandes países que desde la primera mitad del siglo III a.C. intentó poseer fue Grecia. Ésta fue conquistada por los romanos y parcialmente destruida. Aunque los romanos resultaron conquistadores de Grecia, ésta conquistó a Roma culturalmente hablando. La producción artística latina imitó los modelos griegos, y la literatura en igual forma. No por ello la literatura latina carece de originalidad aunque su temática sea eminentemente la temática gig. rea Los latinos se convirtieron de esta forma en los principales defensores de la cultura helénica. Dentro de la cultura latina hay que mencionar en historia
  • 210. 212 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN a Cayo Julio César (100-44 a.C.), y en oratoria y discurso al más grande, a Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.), asesinado por los sicarios. Por lo que respecta a la poesía, son Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.) y Quinto Horacio Flaco (65-8 a.C.). Vrii iglo Publio Virgilio Marón nació en el pueblo de Andes, cerca de Mantua. De ahí que se le conozca como el Príncipe de Mantua La influencia de Virgilio no sola. mente se ejerció a fines del siglo I a.C., o época de Augusto, sino durante los t e ep i e o s g o d n e t ae a V r i i e aa t ,d l a o m r n ,d p r e rc rmrs ils e usr r. iglo r lo egd, oeo e ot tosco y de aspecto rústico, educado en el campo; sobrio de palabras, comida y bebida, y aspecto tímido y enfermizo. Las obras fundamentales de Virgilio son: La Eneida, Las Bucólicas, poemas pastoriles en que el tono es más ideal que real, p e o d p i a e y t r u a q e r d a a l s h m r s y a l s c s s y L s G ó g c s. lns e asj enr u oe o obe a oa, a eria Éstas son epopeyas del campesinado. Constan de cuatro libros, dos para la naturaleza y dos para los animales. Virgilio colabora con el gobierno de August ye a t l p e e e c ad é t p rl g e r yl a r c l u a o xla a rfrni e se o a ura a giutr. La Eneida La Eneida es el poema épico más grande de los poemas latinos. Todos los demás poemas de este género se inspiran en ella y hasta la imitan. La Eneida sigue la métrica de los exámetros. “El corazón y el afecto van detrás de la obra de Virgilio”, se ha dicho. El nombre de La Eneida viene de Eneas, héroe troyano que combatió contra los griegos. El poema es el extraordinario símbolo de un pueblo condenado por el destino a la guerra. Hay pasajes en la obra plenos de imágenes en las que éstas toman vida haciendo participar al lector no de una lectura sino de una experiencia propia. Entre ellas podemos citar la muerte de Laoconte, el sueño de Eneas, la tragedia de la muerte de Príamo, etc. La Eneida está formada por XII libros. Los primeros tratan de la conjura de la diosa Juno contra el héroe troyano que se dirige a Italia después de la derrota de Troya. En el mar surge una violenta tempestad enviada por Eolo, que obliga al barco de Eneas a refugiarse en la isla de Cartago, donde la reina Dido ofrece un banquete en su palacio al príncipe extranjero. En el banquete Eneas relata cómo
  • 211. LIBRO 213 DE CONSULTA fue vencida su patria, Troya, y sus viajes. Dido se prenda de Eneas y se enamora p r i a e t d él. Sobre La Eneida dice en s libro El Virgilio mexicano estueddmne e , u , dio latinista, el maestro Leopoldo Ayala (1886-1949): “El Libro IV de esta epopeya es el más bello de todos, sencillamente porque es en él donde Virgilio s r v l m e t oi i i a l ,a p n a e t d s p l i a t f e e ía u la e t e eea asr nmtbe l itr n oo u aptne rns qe fco que encierra casi siempre la clave de toda humana tragedia: el ciego e invencible amor, el mismo a través de todas las edades y en todos los individuos: ¡amor omnibus ídem! Eneas rechaza el ofrecimiento de Dido de quedarse y gobernar Cartago, y una noche abandona la alcoba de Dido y escapa en su barco seguido por sus marineros. Dido encolerizada lanza en su célebre monólogo gran cantidad de maldiciones invocando a los dioses y haciéndoles partícipes a ellos, a los hombres y a sí misma del dolor que le produce el abandono del héroe troyano. En el monólogo se conjuntan la fuerza del amor, el despecho del abandono y la persistencia del mismo amor. Finalmente, Dido asciende a la pira “donde con siniestros fines mandara colocar las armas de Eneas y el antes dulce tálamo”, y así se quita la vida. Eneas continúa su viaje y desciende al infierno en una pavorosa visitación a esas mansiones ultraterrenales. Ahí encuentra a su padre Anquises, quien le narra detalladamente cómo fue la derrota troyana, y hace desfilar ante los ojos de Eneas a todos los héroes y grandes hombres de Troya. Más tarde los troyanos combaten valerosamente para conquistar un territorio y poder fundar una nueva ciudad. Eneas en el imperio de Lacio, gobernado por el rey Latino, pretende, con el derecho de todos los grandes combatientes, la mano de su hija Lavinia. Turno, jefe de los rútulos, aspira también a la mano de la b l ap i c s .S r v l d do i i au ag e r e l q el st o a o s a í na el rnea u iaia rgn n ura n a u o ryns e la l rey Evandro. Venus entrega a Eneas el escudo en que se representan todos los grandes hechos de la historia de Roma. Eneas combate en forma definitiva con Turno para decidir la mano de Lavinia. Eneas triunfa derrotando a Turno; obtiene la mano de Lavinia y el imperio de Lacio. Los pasajes que transcribimos son los considerados por el maestro Ayala; la traducción es de Clearco Meonio (Joaquín Arcadio Pagaza, mexicano) y pertenecen al Libro IV. LA ENEIDA Dido infeliz ignora que la abrasa a u li s n a o ,d i s a t ai s a t , qe nao mr e ntne ntne con descompuesto y pálido semblante:
  • 212. 214 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN como la cierva de fortuna escasa, al q el g ah n a e v g l n e a u or icr l iiat cazador importuno la saeta en los bosques fragosos de la Creta, yq e s ni t n a l ,e d r h e r u, i netro l uo iro en la herida cruel dejó prendido mientras el pobre animal trepando el cerro huye a todo correr, despavorido; no se para a probar la linfa o berro, n q i r v rs e c z d re i o i uee e i l aao s d; baja y sube sin tregua el monte alzado c nl f e h c a a ae e c s a o o a lca lvd n l otd. … … … … … … … … Y después que el troyano a su aposento s r t r b ,yt a e m n ee g i o e eiaa rs l ot rud hundíase la luna, el firmamento en tinieblas dejando sumergido, yl se t e l sd s r g oa i n o a srla e u ei set descendían a sueño apetecido convidando a los míseros mortales, ¡ u h r sp s b ,q éh r st nf t l s qé oa aaa u oa a aae! S l e s e t n i ,as e t n e v c a oa n u saca u nedr aí, vaga insomne del uno al otro lado, ya t n e s t lv zs c l f í , l edre a e e aora donde Eneas estuvo recostado. Ausente, ella al ausente con sombría mirada busca, y juzga que le ha hallado; o abraza a Ascanio, el inocente niño, r t a od s p d eye c r ñ . ert e u ar l aio … … … … … … … … … … … … … … … … … … Abre la marcha el escuadrón troyano; c ne l sJ l o ye p e i d E e s o lo ui; l rcao na con gentileza y aire soberano asociado a los suyos galopea. Hace flotar con aguerrida mano d lc b l ol sc i e ,q ev l e , e aal a rns u ota
  • 213. LIBRO 215 DE CONSULTA e s r i ayd s p r c e a r f í notj eaaee l ua ra del más alegre y luminoso día. …………………….. …………………….. Aquese aciago, tormentoso día e l st r o a a e m l e i o n o iis nls adcd, o i e f ed t n af l n a rgn u e at eoí y muerte acerba de la triste Dido. Ya desde entonces sin rubor oía lo que de ella se hablaba, ni escondido guardaba aquel amor, y llama esposo al que era sólo amante desastroso. …………………….. …………………….. Me odian por ti los pueblos de la Libia; de los nómadas me odian los tiranos sólo por ti, y aún el amor se entibia de los tirios a mí: puse en tus manos (¡oh pudor!… por tu indómita lascivia…) mi honra que hasta los cielos soberanos encumbraban las gentes… ¿y errabunda, huésped, me dejas hoy y moribunda? … … … … … … … … … … … … … … … … ¡Ve en hora mala!… Llévente los vientos ae aI a i q et n ot a u i a s tla u at e lcn; b s ae a t e r sq ep r c nc e t s uc ss ira u aee uno; huye a buscarlas, sobre el mar camina. Yo espero (si los dioses mis acentos escuchan favorables) que mezquina tu suerte sea, y que ávido, prendido en ruda peña llamarás a Dido. ……………………. ……………………. ¡No haya alianza jamás, ni amor posible entre las dos naciones! ¡De mis huesos á z t p o t ,v n a o t r i l lae rno egdr erbe de tamaños desórdenes y excesos, con el fuego y la espada! ¡Sé temible
  • 214. 216 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN a los dardanios míseros y opresos! ¡Luchen nieto con nieto, onda con onda, y arma y playa, con arma y playa monda! ………………….. ………………….. Y luego Dido, trémula, turbada, p rs d s g i c u l s n r e t e o o o u eino re, agino l j, l m j l ab a q í i av o a a a eil lnusm ild por el miedo a la muerte y el enojo, del palacio entró dentro; arrebatada subió a la pira con extremo arrojo; desenvainó del dárdano la espada no en verdad a tal uso destinada. Ya e c n r ra l l sv s i u a l nota lí a etdrs y el conocido tálamo, tesoro antes, opresa por memorias duras el semblante regó con breve lloro; a r c i a s e é ,s sd s e t r s l elnre n l u evnua, c á t se a ,p e é t n e ee c r ; una rn rsnasl n oo yp e t e p e m g í i a s v r , usa n i, anfc, eea de este modo habla por la vez postrera: ¡Oh dulces prendas, mientras Dios y el hado lo permitieron, recibid mi vida y desatadme ya de este cuidado que agobiada me tiene y dolorida! H v v d ;s l c t h l e a o e iio oíia e lnd mi destino, de todos bien querida; si hoy mi sombra del mundo se destierra bj gois a sn d l ter. aa lroa l eo e a ira Una grande ciudad fundé y preclara; vi levantado su gigante muro; si de Siqueo el hado me apesara, v n u s m e t ,c s i u a p r u o egé u ure atgé l ejr, homicida, a mi hermano, que con rara altivez osa amenazarme duro. Yf i ¡ y ,f l z ¡ e i ,s am sr b r s u, a! ei… flz i i iea no arribaran las naves extranjeras!…
  • 215. LIBRO 217 DE CONSULTA Dijo, y besaba el lecho. “¿No vengada –añade– he de morir?… ¡muramos luego… Así… así iré… a la sombra… así me agrada l e a a s t od e e n ls s e o lgr l ii e tra oig… El dárdano, en la popa, la mirada e p c a ád ll a t s ne r e o sair e lno i l ig… L pr va iatrbe fet a ia e, nleal… ure y llévese el presagio de mi muerte… Esto dijo. Y la vieron sus doncellas c e ,s nt r i a ,d s a l c d , ar i emnr efleia las manos sin vigor, de sangre huellas espumeas en la espada maldecida. E DAD M EDIA Devastado el Imperio Romano, la única institución que sobrevivió fue la Iglesia. La Edad Media se caracteriza por el control religioso en arte y educación. La temática es eminentemente religiosa y guerrera. En el aspecto político, los feudales eran dueños de la tierra, la producción y la economía. Poseían la vida humana y decidían los castigos y la muerte de sus vasallos en la más arbitraria de las tiranías. No hay época más injusta hasta hoy que la Edad Media. Los feudales eran apoyados por el clero y los guerreros ocupados en acrecentar sus dominios basados en el despojo y la conquista despiadada. L l n u l t n f ee p i c p lv h c l d e p e i nl t r r a h s ae s g o a ega aia u l rnia eíuo e xrsó ieai at l il X . Durante un gran periodo la literatura puede calificarse de menor. A partir de I la Edad Media la literatura cobra una gran fuerza. Durante los siglos XII y XIII comienzan las llamadas lenguas “vulgares” a ser utilizadas. Se escriben grandes poemas heroicos en Europa. La sociedad de entonces, esencialmente guerrera y nacionalista, abrió paso a los relatos de los héroes populares y a sus batallas llamadas gestas. Los países donde mayormente se protege la literatura en forma de cantos o cantares de gesta fueron Francia, España y Alemania. C n a e d g s ae F a c a atrs e et n rni En Francia el cantar más famoso es La chanson de Roland o Canción de Rolando, del año 768, que narra una gesta del rey Carlomagno. El rey moro Marsilio hace
  • 216. 218 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN la paz con Carlomagno, misma que va a firmarse en Zaragoza. El embajador de Carlomagno es Ganelón, quien traiciona a los suyos, y promete al moro que Rolando y los pares cabalguen a la retaguardia. Rolando va por los desfiladeros de Roncesvalles, lo rodean los moros. En tres ocasiones se rehúsa a tocar el cuerno en señal de auxilio. Todos los nobles caen en la trampa y son muertos con ligeras excepciones, entre ellos Rolando, quien pide socorro con el cuerno. Carlomagno regresa y vence. Rolando es herido y muere con su rostro y su espada vueltos hacia España. Carlomagno castiga a Ganelón y extermina a los sraeo. arcns Cantares de gesta en España En España sobresalen los cantares de El rey Rodrigo y la pérdida de España el de , B r a d d C r i ,e d F r á G n á e ,e d L ss e ei f n e d L r ,ye m s enro e apo l e enn ozlz l e o it nats e aa l á majestuoso de todos, el Cantar del Mío Cid, que narra las aventuras de Don Rodrigo Díaz de Vivar: el Cid Campeador (año 1139). Cantares de gesta en Alemania En Alemania y hacia 1200, aparece el Cantar de los nibelungos, y 20 años más tarde, El gudrun. Los nibelungos es la historia del héroe Sigfrido y su esposa Kriemhilda, hermana del rey Gunther. Sigfrido es inmortal porque se ha bañado en la sangre del dragón, menos en el hombro derecho, pues cayó una hoja evitando que la sangre llegara ese lugar, y porque posee la espada invencible, heredada de Odín, dios principal y de la guerra. Brunhilda, que ama a Sigfrido, lo odia por despecho. Engaña a Kriemhilda y le dice que borde una cruz en el traje de Sigfrido en la parte donde no bañó la sangre del dragón. El traidor Hagen se encarga de arrojar una lanza y matar a Sigfrido por la espalda. La segunda parte del Cantar es la venganza de Kriemhilda, que se casa por segunda vez con Atila, rey de los hunos, para castigar a todos los asesinos de su esposo, incluyendo a Hagen que muere sin revelar dónde está el tesoro de los nblno. ieugs En Italia, en el siglo XIV cambian el curso de la literatura dos poetas: Dante (1265-1321) y Petrarca (1304-1374).
  • 217. LIBRO DE CONSULTA 219 D n eA i h e i at lgir Dante Alighieri nace en Florencia y muere en Ravena. La juventud de Dante es vigorosa, participante siempre de los problemas políticos de su país. Este autor se opuso a la expansión económica y a las intromisiones del Papado. Por luchar consecuentemente con sus ideales es condenado en 1302 al destierro definitivo. Dante muere desterrado. Debe destacarse el amor imposible de Dante por Beatriz, mujer que el poeta inmortalizó en dos de sus obras. Las obras más importantes de Dante son Convivio, La vida nueva y la Divina comedia. Dante se plantea por primera vez la gran consideración de escribir para unos cuantos cultos, en latín, o escribir para el pueblo en el idioma del pueblo: el i a i n .D c d e c i i e i a i n yp r i i a s sp o i sd c r n sp l t c s tlao eie srbr n tlao atcpr u rpa otia oíia. Dvn cmda iia oei La Divina comedia es la obra más importante de Dante y uno de los libros fundamentales de la literatura de todos los tiempos. l Divina comedia puede apreciarse desde todos los puntos de vista, pues es el a resumen y el juicio más severo de la Edad Media. Algunos consideran a Dante en el Renacimiento, y tienen razón, puesto que Dante es el iniciador del Renacimiento italiano; en su obra aparecen elementos renacentistas. Todos los que representan a los enemigos del pueblo italiano son castigados literariamente, condenados por el poeta. Innumerables nombres de grandes personajes de la época aparecen sentenciados y ejecutados en el libro. Esta obra es un poema e c i oe i a i n .C n t d t e p r e :I f e n ,P r a o i yP r í oye t srt n tlao osa e rs ats niro ugtro aas sá compuesta por 100 cantos: un canto de introducción 33 para el Infierno, 33 para el Purgatorio y 33 para el Paraíso que completan 100 y hacen la unidad. La fecha de la obra se precisa según F. Angelitti –que consulta la astronomía– el 25 de marzo de 1301. El transcurso del viaje de Dante es de una semana. El principal personaje de la obra es el propio autor, Dante, quien la noche del 25 de marzo y a la mitad de su vida, se encuentra perdido en una selva o c r q er p e e t l sp s o e ,l sv c o yl si t i a p l t c s T e f e a sua u ersna a ains o iis a nrgs oíia. rs irs le cierran el paso y amenazan con devorarlo. Aparecen una pantera que encarna la lujuria, un león que representa la soberbia y una loba que figura la avaricia. Esta crítica la hace Dante contra muchos hombres que se dejan devorar por estas fieras o por algunas de ellas. Aparece Virgilio, el poeta latino, como sím-
  • 218. 220 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN bolo de la razón del hombre, y se ofrece como guía. Descubren una entrada con u l t e oq es a v e t q es t a ad l p e t d lI f e n . n err u e dire u e rt e a ura e niro Infierno. Dante no duda y penetra con Virgilio al Infierno, donde son vistos por Carón y llevados por el mar de los muertos. Encuentran a las harpías y después a Minos que tiene una gran cola y que señala, de acuerdo con la falta cometida, el círculo del Infierno al que será destinado el condenado. Atraviesan el Limbo, donde se encuentran los grandes personajes de las obras griegas y latinas, así como grandes hombres de su época. Entre ellos: Electra, Héctor, E e s L v n a S c a e ,P a ó ,H p c a e ,e c L e a h s ae I f e n d n na, aii, órts ltn iórts t. lgn at l niro ode son aplicados castigos terribles a las almas de los condenados en las más espantosas escenas. Cada quien es castigado aterradora, pavorosamente, de acuerdo con su falta. El Infierno está dividido en dos partes: El Alto Infierno y e Bj Ifen. l ao niro I El Alto Infierno, compuesto por cinco círculos: I) Limbo. I ) Los lujuriosos. II ) Los glotones. IV Los usureros y explotadores. V Los coléricos. Forman I ) ) parte también del Infierno la Ciudad de Dite (herejía), el pantano de La Estigia y l s n b u i ados. o o atz El Bajo Infierno se encuentra después de las puertas de Dite; ahí están las Furias, el Minotauro y los Centauros. Tiene cuatro círculos: VI) El Bosque de I I los Suicidas. V I) La Gran Barrera. V I) Los alcahuetes, aduladores, hipócritas, l d o e ,f l i i a o e ,e c I )L sa e i o yl st a d r sal sd m syas arns asfcdrs t. X o ssns o rioe o eá u p t i .E I f e n t e el f r ad u c n i v r i o d s el s p r i i d l ara l niro in a om e n oo netd, ed a uefce e a tierra donde está la entrada o parte más ancha, hasta el centro o vértice donde se encuentran Judas, Casio y Bruto, y el Demonio. Mientras más abajo está el círculo, más infernales son los castigos. Entre o r sg a d se i o i se t n P o oyF a c s a( u u i s s C e p t ayH l n , to rne psdo sá: al rnec ljroo) loar eea el Conde Hugolino condenado a devorar a sus propios hijos, los ladrones comid sp rl ss r i n e ,e c t r . o o a epets téea La crítica a la realidad de su tiempo la expresa enérgicamente Dante en su obra: el sistema social de los señores feudales, mercenarios de las tierras y la vida del hombre, época en que la barbarie de unos cuantos sojuzga por medio de la violencia a todos los demás. Dante se rebela contra un sistema como éste. Utiliza hábilmente los preceptos y dogmas religiosos para condenar un mundo b s d e l e p o a i nyl i j s i i .E I f e n n e t e u l g ra a t d aao n a xltcó a nutca l niro o sá n n ua prao y desconocido. El Infierno de Dante es desde la corteza terrestre hasta el centro del planeta. Dicho sea en otra forma, el Infierno radica en la propia Tierra, y son los hombres los verdaderos demonios y son sus ambiciones y su ansia de
  • 219. LIBRO 221 DE CONSULTA poder los que provocan las más espantosas torturas a los otros hombres. Es frecuente en esta obra encontrar a obispos, príncipes y nobles, gobernantes y directores de la política medieval, aparecer con su verdadera imagen: la de déspotas, tiranos y opresores de la humanidad. También a los hipócritas, oportunistas y serviles exhibe el autor mostrando su verdadero rostro. Para Dante el acto más condenable que puede realizar el hombre, la falta imperdonable may r e t c s i a a e l d l t a c ó ,l t a c ó al ss y s l t a c ó as omne atgd, s a e a riin a riin o uo, a riin u propio pueblo. Quien traiciona a su pueblo no sólo es merecedor del más tremendo de los castigos, sino que se ha colocado muy por debajo de lo que el hombre es y representa. Copiaremos en excelente traducción los siguientes pasajes: E NTRADA 4 7 2 5 2 8 3 1 INFIERNO Por mí se va a la ciudad doliente, Por mí se va al dolor eterno, Por mí se va tras la perdida gente. J s i i m v óam a t a t r utca oi i lo uo, Hízome la Divina Potestad, La Suma Sapiencia y el Primer Amor, Antes de mí no hubo cosa creada Sino lo Eterno, y yo Eterno duro: Vosotros los que entráis, dejad toda esperanza. C n oI I I f e n . at I, niro VIVIERON 2 2 DEL SIN INFAMIA NI LOA A u s s i o ,l a t sya t sa e qí uprs lno lo ys r s n b np re a r s ne t e l s eoaa o l ie i srla, por lo que al comenzar me conmoví. D v r a l n u s i i m sh r i l s iess ega, doa orbe, p l b a d d l r a e t sd i a aars e oo, cno e r, voces altas y roncas y sonidos de manos formaban un tumulto, que giraba siempre en aquella aura sin tiempo, c m l a e ae l e p r ld lt r e l n . oo a rn n a sia e oblio Y yo, con la cabeza ceñida por el horror
  • 220. 222 TALLER 3 4 3 7 4 0 4 3 4 6 4 9 DE LECTURA Y REDACCIÓN dije: “¿Qué es lo que oigo? ¿Y qué gente es aquella por el dolor vencida?” Y él a mí: “Esta mísera suerte t e e l sa m st i t sd c l r inn a la rse e oo q ev v e o s ni f m an l a u iirn i nai i o. Mezclados están en el cautivo coro los ángeles que no fueron rebeldes ni fieles a Dios, permaneciendo aparte. El Cielo los rechaza por no ser bellos, n e p o u d I f e n l sr c b , i l rfno niro o eie y q en n u ag o i r c b r ad e l s ” a u ign lra eiií e lo. Y yo: “Maestro, ¿qué tanta pesadez v e v s l m n a a ít nf e t ? ” ule u aetr s a ure. Respondió: “Te lo diré muy breve. Éstos no tienen esperanza de muerte, s v d c e ae t nb j , u ia ig s a aa q ee v d o o e t nd c a q i ro r s e t . u niiss sá e ulue ta ure Fama de ellos el mundo no conserva; m s r c r i yj s i i l sd s e a . ieioda utca o edñn” C n oI I I f e n . at I, niro CARÓN 8 2 Y de pronto hacia nosotros vino en una nave un viejo blanco con el pelo antiguo, gritando: “¡Ay de vosotras, almas depravadas! 8 5 No esperéis nunca ver el Cielo: v n op r l e a o ao r o i l , eg aa lvrs ta rla at n e l se e n s f e oyh e o iiba tra, ug il. 8 8 Yt q ee t sa l ,á i av v ú u sá lí nm ia apártate de ésos, que están muertos.” Mas cuando vio que yo no me apartaba, 9 1 dijo: “Por otra vía, por otros puertos v r sl p a a n h sd p s ra u : eá a ly, o a e aa qí embarcación más ligera conviene que te lleve.” . . . ... 124 yp o t se t naa r v s re r o rna sá taea l í, p e l j s i i d v n l se p j us a utca iia a mua a que el temor se les vuelva deseo. C n oI I I f e n . at I, niro
  • 221. LIBRO 223 DE CONSULTA LOS 4 0 4 3 4 6 4 9 5 2 5 5 Y como los estorninos llevan las alas, en el tiempo frío, en bandada ancha y llena, a ív nl se p r t sm l s s a o síiu ao: d a á d a l ,d a a ol si p l a ; e c, e lá e bj o musn ninguna esperanza los conforta más, nunca reposan, nunca disminuyen su pena. Y como las grullas van cantando sus lamentos, formando en el aire una larga línea, a ív v n r l n a d a e , s i ei, azno ys sombras llevadas por la enojosa suerte; por lo que dije: “Maestro, ¿qué son aquellas q ee a r n g aa íc s i a ” u l ua er s atg? “La primera de la cual tendrás n t c a ,m d j e t n e , oii” e io nocs “fue emperatriz de muchas lenguas. A v c od l l j r af et nd d , l ii e a uui u a aa q el c d c af el g le t es sl y s u a oii u ea nr u ee, para huir a la reprobación de su conducta.” C n oV I f e n . at , niro LOS 7 9 8 2 8 5 8 8 9 1 LUJURIOSOS LADRONES Descendimos por el puente en el extremo donde se reúne con la octava orilla, y luego me fue la sima manifiesta; y vi adentro de la horrible maleza s r i n e ,d t nd v r ac a e epets e a ies ls, que a su memoria la sangre todavía se revuelve. Mas no se gloria a Libia con su arena; q eq e i r s y c l syf r s u ulda, áuo aa produce, y cencros anfisbenas, n t n o d ñ sn t n ap s i e c a i ats ao i at etlni mostró jamás toda la Etiopía, ni lo que está sobre el Mar Rojo. Entre este crudo y tristísimo conjunto corrían gentes desnudas y espantadas, s ne p r re c p n a u e o i sea sae i gjr:
  • 222. 224 TALLER 9 4 9 7 100 103 DE LECTURA Y REDACCIÓN por detrás tenían ligadas las manos con serpientes; que les picaban por los riñones la cabeza yl c l ,ya u a a e t b na e a t . a oa nlds saa dlne Y de pronto a uno que estaba ante nosotros, lo alcanzó una serpiente traspasándolo allá donde el cuello se anuda con la espalda. No se escribe más rápido una o o una i, como él se encendió y ardió, y se transformó t d e c n z sa c e ; oo n eia l ar yl e oq ee t v e t e r t nd s r i o ug u suo n ira a etud, las cenizas se recobraron por sí mismas, y en aquel momento retornó a ser el mismo. C n oX I ,I f e n . at XV niro L UCIFER 2 8 3 1 3 4 3 7 4 0 4 3 4 6 4 9 El emperador del doloroso reino d s el m t dd lp c os l af e ad lh e o ed a ia e eh aí ur e il; y con un gigante tengo más proporción q el sg g n e l t e e c ns sb a o : u o iats a inn o u rzs ved ahora cómo debe ser el todo si con esas partes se conforma. si fue tan bello como ahora es feo, ys c n r s a t ra z l so o , i ota u uo ló o js bien debe todo luto proceder de él, Oh, qué gran maravilla me causó, cuando vi en su cabeza tres caras. Una adelante, de color bermejo; l so r sd ss j n a a aé t a ta o e utbn sa a la mitad de cada hombro, ys u í ne e l g rd l c e t : e na n l ua e a rsa l d r c ae ae t ea a i l yb a c ; a eeh r nr mrla lna l s n e t ae aa v r ac m a u l a a iisr r l el oo qels que vienen de allá donde el Nilo se afianza. Debajo de cada una salían dos grandes alas, como convienen a este tipo de pájaro: velas de mar no he visto nunca parecidas. No tenía plumas, semejante a m r i l g ,yl sa e e b t n o l ucéao a ltaa at q et e v e t ss m v a d e l s u rs ino e oín e la.
  • 223. LIBRO 225 DE CONSULTA 5 2 5 5 De allí que el Cocito todo se congelaba; con seis ojos lloraba, y por tres mentones goteaba el llanto en sanguinosa baba. Con cada boca trituraba con los dientes a un pecador, a modo de gramilla, a íq eat e au t e p l sh c ad l e t s s u rs n imo o aí oine. Canto XXXIV, Infierno. SALIDA 127 130 133 136 139 DEL INFIERNO Allá abajo hay un lugar de Belcebú tan remoto como la tumba del Infierno se extiende, no puede verse, sino por el rumor del viento de un arroyuelo que aquí desciende por la boca de una peña, roída en su curso, poco pendiente y ondulado. Mi guía y yo por aquel camino oculto entramos para volver al claro mundo; sin cuidado de tener algún reposo, salimos, él primero y yo segundo, h s aq ev l sc s sb l a at u i a oa els que lleva el cielo, por un agujero redondo: yp ra l s l m sp r r m r rl se t e l s o lí aio aa eia a srla. Canto XXXIV, Infierno. RENACIMIENTO Tradicionalmente se entiende por Renacimiento al notable movimiento artístico y literario que estableció la tradición clásica durante los siglos XV y XVI. Renacer es volver a nacer. El Renacimiento es la resurrección y reafirmación de l c e c ó a t s i ad lh m r .E l l t r t r e e r t r oor a a i i nd l s a rain rítc e obe n a ieaua s l eon eprcó e o auténticos modelos literarios. Los humanistas y eruditos griegos y latinos que copiaron y difundieron su pensamiento, así como la invención de la imprenta, l sa a c sg o r f c syl st a s o m c o e d l v d m t r a ,o i i a o e o vne egáio a rnfrains e a ia aeil rgnrn l Renacimiento. Los hombres giraban en función del señor feudal. En el Renacimiento los hombres poco a poco van tomando su verdadera forma. La literatura del Renacimiento no sólo los considera sino los reconoce como personajes principales que viven su propia época. Aunque estos personajes pertenezcan, la mayoría de las veces, a la nobleza y a la corte.
  • 224. 226 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN El Renacimiento parte de Italia con Dante, después pasa a España, Francia y Portugal. En España, sus grandes representantes son Miguel de Cervantes, Garcilazo, Góngora, Lope de Vega, Tirso de Molina, Juan Ruiz de Alarcón y Calderón de la Barca. El más notable teatro del Renacimiento se da en Inglaterra, y su principal exponente es William Shakespeare. W l i mS a e p a e ila hkser Shakespeare nace en abril de 1564 en Stratford-on-Avon y muere en 1616. Durante su juventud se dedica a la actuación, pero en 1590 comienza a escribir teatro en vez de hacerlo. Como autor tuvo gran fama y disfrutó de gloria en vida. Su preocupación fundamental era que sus obras representaran personajes vivos y universales, y lo logró al profundizar su tiempo. Los personajes de Shakespeare pudieron haber vivido cientos o miles de años antes de que fueran creados, siguen viviendo en nuestros días y lo harán muchos siglos más. Porque Shakespeare logró entender a los hombres como los reflejaban sus sentimientos y sus pasiones. Las obras más importantes del gran autor son: El mercader de V n c a S e od u an c ed v r n ,O e o M c e h E r yL a ,R m oyJ l e a J l o eei, uñ e n oh e eao tl, abt, l e er oe uit, ui C s ryH m e . éa alt R m oyJ l e a oe uit Romeo y Julieta es la personificación del amor en la pareja amorosa. Romeo y Julieta son los amantes de todos los tiempos: “Él y Ella”, unidad indivisible del amor. Ya en Otelo, el amor triunfa antes de los celos, sobre los sentimientos mezquinos como el racismo. La pareja está formada por Desdémona, rubia y blanquísima, y por Otelo, moro de Venecia. En Romeo y Julieta, como suele suceder, el amor verdadero tiene que vencer infinidad de obstáculos y prejuicios impuestos por las sociedades feudales y decadentes que intentan destruir todo lo positivo que en ellas se produce. Y nada más positivo a la existencia humana que el amor. El amor logra vencer todos los obstáculos con la fuerza que generan conjuntamente un hombre y una mujer. Sólo la fatalidad y la muerte logran separarlos momentáneamente. Pero el amor como la historia y la vida misma es imposible de detener. Más allá de la tragedia de la separación, más allá del mero acto de morir, el amor continúa porque se multiplica incalculablemente en todos los hombres de todos los pueblos.
  • 225. LIBRO DE CONSULTA 227 La trama de Romeo y Julieta es la siguiente: En Italia, las rivalidades entre familias persisten como en otros países. En Verona, hay dos familias rivales: Los Montesco y los Capuleto. Un joven llamado Romeo Montesco entra sin ser invitado a un baile de máscaras que se lleva a cabo en el palacio de los Capuleto. Ahí conoce a la bella Julieta Capuleto. Romeo y Julieta se enamoran rápida y definitivamente y conciben el verdadero sentido del amor. Romeo visita secretamente a Julieta. Como saben que los padres de ambos jamás permitirán su unión se casan en secreto, con la ayuda de fray Lorenzo. El mejor amigo de Romeo es Mercucio, pariente del príncipe de Verona. Mercucio entabla una lucha con Teobaldo, primo de Julieta. Romeo trata de impedirlo. Teobaldo se vuelve contra Romeo, lo provoca. A pesar de ello Romeo rehúsa batirse, pero Mercucio entabla un duelo a muerte. Teobaldo mata a Mercucio. Romeo desenfunda la espada y venga la muerte de su amigo en los momentos en que llega el príncipe de Verona que, indignado, condena a Romeo al destierro o a la muerte. Romeo dice que vivir sin el amor de Julieta es como si fuera la muerte, pero fray Lorenzo le aconseja que escape a Mantua y se esconda hasta que pueda publicar su casamiento y reunirse con Julieta. Romeo logra una última entrevista con Julieta y huye. Un noble de nombre Paris pide casarse con Julieta, a lo que los padres de ésta acceden. Julieta se niega y discute valerosamente la situación. Fray Lorenzo le aconseja que acepte y le entrega un pequeño frasco c nu e í i q el s m r e e t d c t l p i o p r c d al m e t .L i d c o n lxr u a uiá n sao aaétc, aeio a ure e nia tomarlo la noche anterior a su boda y se compromete a estar con ella cuando d s i r ee l c i t d l f m l a epet n a rpa e a aii. En un momento de distracción Julieta escaparía y se iría a reunir con Romeo. fray Lorenzo le manda un mensajero a Romeo para que vaya por Julieta en el momento de despertar. Pero la tragedia surge porque Romeo llega a la tumba antes de que Julieta despierte, ya que no recibió al mensajero de fray Lorenzo. Romeo se ha enterado únicamente de que Julieta ha muerto. Romeo trata de abrir la cripta para ver a Julieta, pues la cree muerta. De improviso aparece Paris, el prometido de Julieta, que había llegado a depositar flores a su futura esposa. Éste se indigna y se bate en duelo con Romeo, quien lo atraviesa con su espada. Romeo se acerca y contempla a su amada; le dice las más hermosas palabras de amor, besándola por última vez, al mismo tiempo que toma el veneno. Romeo cae muerto a los pies de Julieta. En ese momento entra fray Lorenzo para intentar despertar a la joven, pero se da cuenta de la tragedia al mirar el cadáver ensangrentado de Paris y a Romeo muerto. Atemorizado trata de despertar a Julieta y la reanima, convenciéndola de que huya con él. Julieta mira el
  • 226. 228 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN espectáculo y se niega. fray Lorenzo huye. Julieta abraza a Romeo, le habla con hermosísimas palabras y decide morir junto a él por su propia mano. Desenfunda el cuchillo de Romeo y se lo hunde en el pecho. Julieta muere abrazando a Romeo. Los guardias descubren todo y dan aviso a los Montesco y a los Capuleto, quienes llegan y obligan a fray Lorenzo a explicar la causa de la tragedia. El amor de Romeo y Julieta sella definitivamente la paz entre las dos familias que nunca volvieron a ser rivales. Transcribimos el diálogo de amor, la muerte de Romeo y la muerte de Julieta. ACTO II ESCENA II JARDÍN DE CAPULETO ROMEO. ¡Se burla de las llagas el que nunca recibió una herida! ( u i t ,a a e ea r Jlea prc ri eo slni! qé epadr e be ao rvs e qe b ,e u av n a a ) P r ¡ i e c o , ¿ u r s l n o s a r p s a t a é d a u a n n etn. l av n a a ¡ se o i n e yJ l e a e s l ¡ u g ,e p e d n es l ym t al l etn? E l ret, uit, l o! Sre slnet o, aa a envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque tú, su doncella, la has aventajado en hermosura! ¡No la sirvas, que es envidiosa! Su tocado de vestal es enfermizo y amarillento, y no son sino bufones los que lo usan. ¡Deséchalo! ¡Es mi dueña! ¡Oh, es mi amor! ¡Oh, si ella lo supiera!... Habla…; mas nada se escucha; pero ¿qué importa? ¡Hablan sus ojos; les responderé!… Soy demasiado atrevido. No es a mí a quien habla. Dos de las más resplandecientes estrellas de todo el c e o t n e d a g nq e a e ,r e a as so o q eb i l ne s se f r sh s as il, eino lú uhcr ugn u js u rle n u sea at u r t r o ¿ s l so o d e l e t v e a e e f r a e t yl se t e l se s r s eon. Y i o js e la suirn n l immno a srla n u ot o ¡ lf l o d s sm j l a a e g n a í ae o a t o ,c m l l zd ld aal r? E ugr e u eils vrozra ss srs oo a u e í a de una lámpara! ¡Sus ojos lanzarían desde la bóveda celeste unos rayos tan claros a través de la región etérea, que cantarían las aves creyendo llegada la aurora!… ¡Mirad cómo apoya en su mano la mejilla! ¡Oh! ¡Quién fuera guante de esa mano p r p d rt c re am j l a aa oe oa s eil! JULIETA. ¡Ay de mí! ROMEO. Habla. ¡Oh! ¡Habla otra vez, ángel resplandeciente!… Porque esta noche apareces tan esplendorosa sobre mi cabeza como un alado mens j r c l s ea t l so o e t t c sym r v l a o d l sm r a e ,q es i c i a aeo eet ne o js sáio aailds e o otls u e nlnn h c aa r sp r v r e c a d é c b l as b el st r a p r z s sn b syn v g ai tá aa el, uno l aag or a ads eeoa ue aea e e s n d la r . n l eo e ie JULIETA. ¡Oh, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré yo de ser una Cplt. aueo
  • 227. LIBRO DE CONSULTA 229 ROMEO. (Aparte.) ¿Continuaré oyéndola o le hablo ahora? JULIETA. ¡Sólo tu nombre es mi enemigo! ¡Porque tú eres tú mismo, seas o no Montesco! ¿Qué es Montesco? No es ni mano ni pie, ni brazo ni rostro ni parte alguna que pertenezca a un hombre. ¡Oh, sea otro tu nombre! ¿Qué hay en un nombre? ¡Lo que llamamos rosa exhalaría el mismo grato perfume con cualquiera otra denominación! De igual modo Romeo, aunque Romeo no se llamara, c n e v r as ne t t t l l sr r sp r e c o e q ea e o a ¡ o e ,r c a at osraí i se íuo a aa efcins u tsr. Rmo ehz u nombre, y a cambio de ese nombre, que no forma parte de ti, tómame a mí toda etr! nea ROMEO. Te tomo la palabra. Llámame sólo “amor mío” y seré nuevamente bautizado. ¡Desde ahora mismo dejaré de ser Romeo! JULIETA. ¿Quién eres tú, que así, envuelto en la noche, sorprendes de tal modo mis sceo? erts ROMEO. ¡No sé cómo expresarte con un nombre quién soy! Mi nombre, santa adorada, me es odioso, por ser para ti un enemigo. De tenerla escrita, rasgaría esa plba aar. JULIETA. Todavía no han librado mis oídos cien palabras de esa lengua, y conozco ya el acento. ¿No eres tú Romeo y Montesco? ROMEO. Ni uno ni otro, hermosa doncella, si los dos te desagradan. JULIETA. Y dime, ¿cómo has llegado hasta aquí, y para qué? Las tapias del jardín son a t syd f c l sd e c l r ye s t o d m e t ,c n i e a d q i ne e ,s a g n la iíie e saa, l ii, e ure osdrno ué rs i luo d m sp r e t st d s u r e a e i aine e ecbir. ROMEO. Con ligeras alas de amor franquee estos muros, pues no hay cerca de piedra capaz de atajar el amor; y lo que el amor puede hacer, aquello que el amor se a r v ai t n a .P rt n o t sp r e t sn m i p r a . tee netr o at, u aine o e motn LEA JU I T . ¡Te asesinarán si te encuentran! ROMEO. ¡Ay! ¡Más peligro hallo en tus ojos que en veinte espadas de ellos! Mírame tan solo con agrado, y quedo a prueba contra su enemistad. JULIETA. ¡Por cuanto vale el mundo, no quisiera que te viesen aquí! ROMEO. El manto de la noche me oculta a sus miradas; pero, si no me quieres, déjalos que me hallen aquí. ¡Es mejor que termine mi vida víctima de su odio, que se retrase mi muerte falto de tu amor! JULIETA. ¿Quién fue tu guía para descubrir este sitio? ROMEO. Amor, que fue el primero que me incitó a indagar; él me prestó consejo y yo le presté mis ojos. No soy piloto; sin embargo, aunque te hallaras tan lejos como la más extensa ribera que baña el más lejano mar, me aventuraría por mercancía semejante. JULIETA. Tú sabes que el velo de la noche cubre mi rostro; si así no fuera, un rubor virginal verías teñir mis mejillas por lo que me oíste pronunciar esta noche. Gustosa quisiera guardar las formas, gustosa y gustosa negar cuanto he hablado; pero
  • 228. 230 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN ¡adiós cumplimientos! ¿Me amas? Sé que dirás: sí, yo te creeré bajo tu palabra. Con todo, si lo jurases, podría resultar falso, y de los perjurios de los amantes dicen que se ríe Júpiter. ¡Oh, gentil Romeo! Si de veras me quieres, decláralo con sinceridad; o, si piensas que soy demasiado ligera, me pondré desdeñosa y esquiva, y tanto mayor será tu empeño en galantearme; pero, de otro modo, ni por todo el mundo. En verdad, arrogante Montesco, soy demasiado apasionada, y p re l t lv zt l e d l v a am c n u t ; p r ,c é m ,h d l o d r p u b s o lo a e ids e iin i odca eo ree iag, aé rea de ser más sincera que las que tienen más destreza en disimular. Yo hubiera sido más reservada, lo confieso, de no haber tú sorprendido, sin que yo me apercibiese, mi verdadera pasión amorosa. ¡Perdóname, por tanto, y no atribuyas a liviano amor esta flaqueza mía, que de tal modo ha descubierto la oscura noche! A CTO V ESCENA III MAUSOLEO DE LOS CAPULETO ROMEO. ¡Lo haré, por mi fe!… Veamos de cerca esa cara. ¡El pariente de Mercucio! ¡El noble conde Paris!… ¿Qué me decía mi criado durante el viaje, cuando mi alma, en medio de sus tempestades, no le atendía? Creo que me contaba que Paris se iba a casar con Julieta… ¿No era eso lo que dijo, o lo he soñado? ¿O es que estoy tan loco que, oyéndote hablar de Julieta, imaginé tal cosa?… ¡Oh! ¡Dame la m n ,t q e c m y ,h ss d i s r t e e l b of n s od l d s r c a ¡ ot ao ú u, oo o a io ncio n l ir uet e a egai! Y e enterraré en una tumba triunfal! ¿Una tumba? ¡Oh, no! ¡Una linterna, joven víctima! Por que aquí descansa Julieta, y su hermosura transforma esta cripta en un r g os l nd f e t ,r d a t d l z ( o o a d aP r se e m u o e . ¡ u r e ei aó e isa aine e u. Clcno ai n l aslo) Met, un muerto te entierra!… ¡Cuántas veces, cuando los hombres están a punto de expirar, experimentan un instante de alegría, a la que llaman sus enfermeros el relámpago precursor de la muerte! ¡Oh! ¿Cómo puedo llamar a esto un relámpago? ¡Oh! ¡Amor mío! ¡Esposa mía! ¡La muerte, que ha saboreado el néctar de tu aliento, ningún poder ha tenido aún sobre tu belleza! ¡Tú no has sido vencida! ¡La enseña de la hermosura ostenta todavía su carmín en tus labios y mejillas, y el pálido estandarte de la muerte no ha sido enarbolado aquí!… Teobaldo, ¿eres tú quien yace en esa sangrienta mortaja? ¡Oh! ¿Qué mayor favor puedo hacer por ti que, con la mano que segó en flor tu juventud, tronchar la del que fue tu adversario? ¡Perdóname, primo mío! ¡Ah! ¡Julieta querida! ¿Por qué eres aún tan bella? ¿Habré de creer que el fantasma incorpóreo de la muerte se ha prendado de ti y que ese aborrecido monstruo descarnado te guarda en esas tinieblas, reservándote para manceba suya? ¡Así lo temo, y por ello permaneceré siempre a tu lado, sin
  • 229. LIBRO 231 DE CONSULTA salir jamás de este palacio de noche sombría! ¡Aquí, aquí quiero quedarme con los gusanos, doncellas de tu servidumbre! ¡Oh! ¡Aquí fijaré mi eterna morada, para l b a ae t c r e h s i d d lm n o d ly g d lm li f u od l se t e l s … irr sa an, ataa e ud, e uo e a nlj e a srla! ¡Ojos míos, lanzad vuestra última mirada! ¡Brazo, dad vuestro último abrazo! Y v s t o ,¡ hl b o ! p e t sd la i n o s l a c nu l g t m b s e p c os n oors o ais, ura e let, eld o n eíio eo l at i f nc nl a a a a o am e t .( o i n oe f a c d v n n . ¡ e ,a a g c n u t r i o a cprdr ure Cged l rso e eeo) Vn mro odco! ¡Ven, guía fatal! ¡Tú, desesperado piloto, lanza ahora de golpe, para que vaya a e t e l r ec n r l sd r sr c s t m l r c ob j l h r od n v g r ( e i n o ) srlas ota a ua oa, u ateh ae, at e aea! Bbed. ¡Brindo por mi amada! ¡Oh, sincero boticario! ¡Tus drogas son activas!… Así muero… ¡con un beso!… (Muere.) … … … … … … … … … … … … … FRAY LORENZO. ¡Oigo cierto rumor! ¡Señora, abandonemos este antro de muerte, contagio y sueño contranatural! ¡Un poder superior a nuestras fuerzas ha frustrado nuestros planes! Vámonos, vámonos de aquí. Tu esposo yace ahí muerto, en tu s n ,yP r st m i n V n y t h r i g e a e u ac m n d dd s n a r l g o eo ai abé. e; o e aé nrsr n n ouia e ats eiisas. ¡No me interrogues, pues la ronda se acerca! ¡Vamos, ven, buena Julieta! ¡No me atrevo a permanecer más tiempo! JULIETA. ¡Vete, márchate de aquí, pues yo no me moveré! (Sale fray Lorenzo). ¿Qué veo? ¿Una copa apretada en la mano de mi fiel amor? ¡El veneno, por lo visto, ha sido la causa de su prematuro fin!… ¡Oh, ingrato! ¿Todo lo apuraste, sin dejar una gota amiga que me ayude a seguirte? ¡Besaré tus labios!… ¡Quizá quede en ellos un resto de ponzoña para hacerme morir con un reconfortante! (Besándole.) ¡Tus l b o e t nc l e t st d v a ais sá aine oaí! GUARDIA l°. (Dentro.) ¡Guíanos, muchacho! ¿Por dónde? JULIETA. ¿Qué? ¿Rumor? ¡Seamos breves entonces! (Cogiendo la daga de Romeo.) ¡Oh, d g b e h c o a ¡ s ae t v i a ( i i n o e )¡ n o é e ea u yd m l m e t ! aa inehr! Et s u an! Hréds. Emhct qí ae a ure Ce or l aáe e oe ur. ( a s b ee c d v rd R m oym e e ) J l oC s r ui éa La maestra Irma Molina sintetiza: I s i a o e l h s o i d R m , S a e p a e e c i e e d a a Julio César p b i a o nprd n a itra e oa hkser srb l rm , ulcd en 1623 y que pertenece a la época de su madurez como autor; la obra se refiere al asesinato del conquistador de las Galias y gobernante romano. Julio César, quien fue abatido de 42 puñaladas a la salida del Senado, en el año 44 a.C. por sus enemigos
  • 230. 232 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN políticos, entre quienes se encontraba su protegido, Marco Bruto. La obra consta de cinco actos y su argumento es el siguiente: El ambicioso Casio conspira, en unión de otros personajes, contra Julio César y, mediante la intriga y la adulación, convence a Marco Bruto para que lo asesine (acto I .A p i c p o B u os m e t ai d c s ,p e t q eC s rh b as d s p o e t r ) l rnii, rt e usr neio uso u éa aí io u rtco, pero se resuelve a actuar persuadido de que lo hacía por el bien del pueblo, a quien l b a í d u g b r a t t r n c y a b c o o S e p s ,l d g aP r i i s s ee irra e n oenne iáio miis. u soa a in oca nit n q el h g p r í i ed s sp e c p c o e p l t c s( c oI ) L e a o l s“ d sd u a aa atcp e u rouains oíia at I. lgds o iu e marzo”, fecha de fatal augurio y pese a las súplicas de su esposa Calfurnia, Julio C s rs d r g a S n d yal s l d d é e a e i a oa t r m n e( c oI I .D c a éa e iie l eao a aia e l s ssnd reaet at I) ih acción no logra la unión del pueblo romano, sino por el contrario, lo divide. Marco Antonio arenga a los ciudadanos exhaltando las cualidades de Julio César y poniend d r l e el c u l a d s sa e i o ,ye t l ao r v zl g e r c v l e l c a o e eiv a redd e u ssns sal ta e a ura ii, n a ul Marco Antonio, Lépido y Octavio, que posteriormente sería emperador, se declaran enemigos de Marco Bruto y de Casio (acto IV). Finalmente vencen los primeros. Casio se hace matar antes de caer prisionero en manos de sus enemigos, y Marco Bruto perseguido por la sombra de César y el recuerdo de su muerte, también se suicida antes de ser aprehendido, por lo que el mismo Octavio ordena que se le den dignos funerales (Acto V). Éste es un homenaje digno que rinde Shakespeare a Marco Bruto, enamorado de sus virtudes cívicas, pues los sentimientos de Octavio fueron muy diferentes. Como es sabido, sólo Marco Antonio hizo dar sepultura al cadáver mutilado de Bruto. La cabeza fue llevada a Roma por orden de Octavio y arrojada a los pies de la estatua de Julio César”. (Obras Completas, Editorial Aguilar.) L sp r o a e p i c p l sm e t a l c r u c ó p l t c d l é o a C s oe e o esnjs rniae usrn a orpin oíia e a pc: ai s l cortesano ambicioso que envidia a César y trata de lograr sus propósitos utilizando a otras personas a quienes persuade por medio de la adulación y la intriga. Julio César representa el poder; si bien da nombre a la obra, no es el personaje principal. Se muestra envanecido por sus victorias y con fingida modestia rechaza la corona tres veces, sólo porque quiere que se la ofrezca el Senado en pleno. Únicamente teme a los hombres que “leen mucho, observan y penetran en las acciones humanas”. Marco Antonio es el político intrigante, hábil para cambiar el curso de sus acciones según convenga a sus intereses. Marco Bruto es el único personaje que mantiene un ideal, el bienestar y la libertad del pueblo romano. Sin embargo, no se da cuenta que está siendo manipulado por los otros personajes a fin de lograr fines personalistas y ambiciosos. Porcia es la mujer que no solamente quiere ser la amante de su esposo, sino también su confidente y aliada. Incluimos dos fragmentos de Julio César En el primero, Marco Bruto reflexio. na si matar o no a César.
  • 231. LIBRO 233 DE CONSULTA ACTO II ESCENA I R OMA. JARDÍN DE BRUTO LUCIO. ¿Llamábais, señor? BRUTO. Lleva una vela a mi estudio, Lucio, y cuando esté encendida ven y avísame. LUCIO. Lo haré, señor. BRUTO. ¡Tiene que ser con su muerte! Y, por mi parte, no encuentro causa alguna personal para oponerme a él, sino el bien público. ¡Quisiera ceñirse la corona! El c s e t e s b rh s aq ép n op e am d f c re l l n t r l z .E c a od a ao sá n ae at u ut ud oiia lo a auaea l lr í es el que hace salir al áspid, y esto nos advierte que caminemos con precaución. ¿Coronarlo? De eso se trata. Y entonces le damos, de seguro, un aguijón con el que puede hacernos daño a voluntad. El abuso de la grandeza viene cuando en ella la clemencia se divorcia del poder. A decir verdad, nunca he visto que las pasiones de César dominasen más que su razón; pero es cosa sabida que la humildad es una escala de la ambición incipiente, a la que vuelve el rostro el trepador; pero una vez en el peldaño más alto, da entonces la espalda a la escala, tiende la vista a las nubes y desdeña los humildes escalones que le encumbraron. Igual puede César; luego evitémoslo antes que lo hiciere. Y pues los motivos de queja que tenemos contra él no ofrecen color plausible, visto de quien se trata, démosle e t f r a d c e d q es s a m n al q ee ,s r i á é t sya u l a t r n a , sa om, iino u i e uet o u s ugrn sa qels iaís ya í d b c n i e á s l c m e h e od l s r i n e q e i c b d ,l e a í a s, ee osdrree oo l uv e a epet, u, nuao lgra ser dañino, como todos los de su especie, por lo que es fuerza matarlo en el csaó. acrn V e v ae t a L c o ule nrr ui LUCIO. La vela está encendida en vuestro aposento, señor. Buscando un pedernal en la ventana, hallé este papel, sellado como veis. Tengo la seguridad de que no e t b a l c a d f iam l c o ( ee t e al c r a ) saa lí uno u i eh. L nrg a at. BRUTO. Vuélvete a la cama; aún no es de día. ¿No son mañana “los idus de marzo”, muchacho? LUCIO. No lo sé, señor. BRUTO. Mira en el calendario y ven a decírmelo. LUCIO. Lo haré, señor. BRUTO. Las exhalaciones que silban en el aire lanzan tanta luz, que bien puedo leer con ella. (Abre la ventana y lee.) “Bruto, duermes. Despierta y mírate. ¿Deberá Roma…?, etcétera. ¡Habla, hiere, haz justicia! Bruto, duermes. ¡Despierta!” Con frecuencia se han colocado y he recogido en diversos lugares, instigaciones parecidas a ésta. “¿Deberá Roma…?, etcétera.” Es preciso que lo complete así: ¿Deberá Roma permanecer bajo el terror de un hombre? ¿Qué? ¿Roma? Mis
  • 232. 234 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN antepasados fueron los que arrojaron de las calles de Roma a Tarquino cuando e al a a or y “ H b a h e e h zj s i i ! ¿ em i c t aq eh b eyh e a ¡ h r lmd e. ¡al, ir, a utca” S e nia u al ir? O, Roma! Te lo prometo. ¡Si ha de ser para recobrar tu libertad, obtendrás de la mano de Bruto cuanto le pides! Segundo fragmento: Porcia habla de lo que como mujer quiere ser para su esposo Marco Bruto. PORCIA. ¡Bruto, mi señor! BRUTO. ¿Qué os sucede. Porcia? ¿Por qué os levantáis ya. No es conveniente para vuestra salud exponer así vuestra delicada complexión al crudo frío de la madrugd. aa PORCIA. Ni para la vuestra tampoco. Os habéis deslizado del lecho furtivamente, Bruto, y anoche, durante la cena, os levantasteis de pronto, y, con los brazos cruzados, os pusisteis a pasear cavilando y suspirando y al preguntaros qué os sucedía, me mirasteis severamente. Redoblé mis instancias; entonces os rascasteis l c b z ,y m yi p c e t ,g l e s e se s e oc ne p e I s s íd n e o yn a aea , u maine opati l ul o l i. nit e uv, i aún me respondisteis, sino que, con un gesto de cólera, me hicisteis señas con la mano de que os dejara. Así lo verifiqué, temiendo acrecentar vuestro descontento, que ya creía irritado en demasía, y presumiendo, con todo, que ello no sería sino un arrebato de mal humor, que no todo hombre encuentra a veces su hora. Pero eso no os impedirá comer, hablar, dormir; que, si hubiera trastornado vuestro semblante como ha hecho cambiar vuestro modo de ser, no os conocería, Bruto. Mi querido señor, permitidme que sepa la causa de vuestro pesar. BRUTO. No estoy bien de salud; eso es todo. PORCIA. Bruto es discreto, y si no gozase de buena salud, habría puesto los medios pr rcbal. aa eorra BRUTO. Pues eso hago, buena Porcia: volved al lecho. PORCIA. ¿Bruto está enfermo? ¿Y es saludable salir descubierto y aspirar las emanaciones de la húmeda alborada? ¡Qué! ¿Bruto está enfermo, y abandona su lecho cómodo para exponerse al pernicioso contagio de la noche y desafiar el aire catarroso y viciado que aumentarán su mal? ¡No, Bruto mío! ¡Vos encerráis alguna amarga dolencia dentro de vuestra alma, la cual por los derechos y prerrogativas de mi puesto, me corresponde conocer! Y de rodillas os conjuro, en nombre de la hermosura que en algún tiempo me ponderásteis; por vuestras protestas de amor y aquel solemne juramento que nos incorporó, haciendo de los dos uno solo, que me confiéis a mí que soy vos mismo, vuestra mitad, por qué estáis triste y qué hombres fueron los que se dirigieron a vos esta noche, pues había seis o siete que ocultaban sus rostros aun a la misma oscuridad. UO BR T . ¡No os arrodilléis, gentil Porcia!
  • 233. LIBRO 235 DE CONSULTA PO C A. ¡No lo necesitaría si fuerais vos el gentil Bruto! En el contrato del matrimoRI nio, decidme, Bruto, ¿se exceptuó que ignorase yo secretos que os conciernen? ¿Soy yo vos mismo, pero con ciertas restricciones, como acompañaros a la mesa, deleitar vuestro tálamo y hablaros tal cual vez? ¿No hay lugar para mí sino en los arrabales de vuestra buena condescendencia? Si no soy más que eso, Porcia es la manceba de Bruto, no su mujer. BRUTO. ¡Tú eres mi leal y honrada esposa, tan amada por mí como las gotas bermejas de sangre que afluyen a mi afligido corazón! PORCIA. ¡Si así fuera, conocería entonces ese secreto! Que no soy más que una mujer, lo admito; pero, al mismo tiempo, una mujer que Bruto eligió por esposa. Acepto que no soy más que una mujer, pero a la vez una mujer bien reputada, ¡la hija de Catón! ¿Pensáis que no soy superior a mi sexo teniendo tal padre y tal esposo? Confiadme vuestros proyectos; no los divulgaré. Para daros una prueba de mi firme constancia me herí voluntariamente aquí, en el muslo ¿Puedo llevar esto con paciencia y no los secretos de mi esposo? BRUTO. ¡Oh, dioses! ¡Hacedme digno de esta noble esposa! Hamlet Hamlet es la más importante obra del dramaturgo inglés, es su obra cumbre; en ella no solamente comprende al hombre, sino que nada de éste le es ajeno. Los más recónditos secretos del interior humano son mostrados por el autor en el m s perfecto tratamiento estilístico. La historia de Hamlet es la historia de á todos los hombres incluyendo al propio Shakespeare. Las cuestiones que Hamlet se plantea son las más profundas, pero sobre todo las más definitivas que puede plantearse el hombre. El dilema de “ser o no ser, he aquí el problema”, no es meramente existencial, sino conlleva a la realización o no del ser humano y su participación en la sociedad y en la historia. Todos somos Hamlet en el momento de decidir lo esencial de nuestra razón humana. Todos tenemos un padre que proviene o representa un pueblo y es asesinado por el poder ambicioso, cuya consorte es la traición. Todos tenemos que plantearnos la pregunta que determinará nuestra vida: o reintegramos el honor del padre, el pueblo, liberándolo del poderío ambicioso y ejerciendo la venganza shakesperiana de la ejecución ( e ) on sr s g a o an a t a yd j re t a s u r rn f s o( os r .P re o sr, o einms o cur ea l rncri eat n e) o s Hamlet existirá siempre mientras el hombre pueble la Tierra. La obra fue escrita en prosa con inclusiones en verso y se estrenó en 1602. El argumento tiene su origen en las fuentes de Saxo Grammaticus (Historia Dánica, d ls g oX I ) p re l ,r ú ee e e t sh s ó i o yl g n a i s e i l VI , o l o e n l m n o i t r c s e e d r o .
  • 234. 236 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Hamlet es hijo del rey de Dinamarca del mismo nombre, quien ha muerto envenenado por su propio hermano Claudio, en el jardín del palacio de Elsingor. Mientras duerme le ha vaciado veneno por un oído. A la muerte del monarca, Claudio no sólo se convierte en el rey de Dinamarca, sino que toma por esposa a la reina Gertrudis, viuda de su víctima. La obra comienza cuando los soldados hacen su guardia en el palacio y hablan de una sombra que se aparece por la noche. Esta versión llega a oídos del príncipe Hamlet, quien desde la muerte de s p d es e c e t ae t i t c d yt c t r o u ar e nunr nrseio aiun. En compañía de sus amigos, entre ellos Marcelo y Horacio, a quien más quiere, se decide a ver la sombra espectral. En una parte remota cerca del mar (Escena XII, Primer Acto), Hamlet llega hasta la sombra, quien se identifica como el alma de su padre, e informa a Hamlet del crimen cometido por su tío, y de la infidelidad de su esposa, madre de Hamlet. La sombra exige a Hamlet la acción y la venganza: “¡Ay!, atiende. Si tuviste amor a tu tierno padre… Acuérdate de mí.” A Hamlet se le plantean dos caminos diferentes: Cumplir la voluntad de su p d e v n a l ya u t c a al sc l a l s oc l a .H m e a aal b l aO e i , ar, egro jsiir o upbe, alr alt m a el fla hija de Polonio, consejero de los monarcas; y Ofelia ama a Hamlet. Sin embargo, después de haber visto el espectro de su padre, Hamlet cambia completamente su actitud, y propicia que se corra la voz de que ha perdido la razón. A menudo se le mira hablar solo, leer libros en voz alta al deambular por los pasillos. Ofelia es reiteradamente insultada por Hamlet, quien inconscientemente hace la relación entre su amada y la veleidad de su madre Gertrudis que se ha entregado en muy corto tiempo en el lecho de su criminal tío. En cierta ocasión llegan los actores o cómicos a representar en palacio. Hamlet decide que la obra sea “La Muerte de Gonzaga”, en la que ha incluido escenas y versos propios. A l r p e e t c ó a i t nl sr y syl sn b e ;e e l s e c n f c e a e i a o a ersnain sse o ee o ols n la e seiia l ssnt del padre de Hamlet con toda exactitud. El rey soporta la obra pero se descubre y Hamlet comprueba su criminalidad. Hamlet sostiene con su madre una violenta conversación, en la que recrimina a la reina. Momentos antes de reunirse con ella (Escena XXV, Acto III), Polonio, aparentando proteger a la reina, se ha escondido tras una cortina para escuchar la conversación de Hamlet. Éste descubre a alguien tras la cortina, y creyendo que se trata de Claudio, saca su espada y la hunde en la tela. Polonio cae inmediatamente, muerto. Hamlet lo califica de “ratón”. La reina horrorizada escucha además la comparación que hace Hamlet de los retratos de su padre, justo y digno, y del ambicioso Claudio.
  • 235. LIBRO DE CONSULTA 237 Hamlet enfurecido ataca a su madre, pero aparece la sombra de su padre que lo detiene y le dice que le hable a su madre. La reina Gertrudis no puede ver al espectro, éste inflama nuevamente el corazón de Hamlet y se va. Claudio teme a Hamlet y lo manda a Inglaterra con la finalidad de que lo asesinen en el barco. Esto no llega a ocurrir porque el barco es atacado por piratas y Hamlet se salva. En su ausencia, Ofelia se vuelve loca por la muerte de su padre y el amor a Hamlet, y finalmente muere. Hamlet regresa después de un tiempo y es esperado por Horacio. Reunidos van hacia el cementerio y presencian el entierro de Ofelia. El rey Claudio encuentra en la indignación de Laertes móvil de nuevos crímenes. Laertes odia a Hamlet por haber matado a su padre Polonio y por haber ocasionado la muerte de su hermana Ofelia y se presta a la traición. Claudio hace que Laertes y Hamlet se batan en duelo amistoso, pero envenena la punta del florete de Laertes –único que tendrá punta afilada en la competencia–. Al más leve roce morirá Hamlet. En los momentos en que públicamente se lleva a cabo la contienda y para asegurarse de que el príncipe muera, Claudio vacía un veneno en la copa de Hamlet; ya que en los momentos de descanso ambos contendientes y el público, beben vino. Hamlet logra dar una estocada a Laertes que es celebrada con cañones y brindis. Hamlet decide no brindar y continuar la pelea, pero su madre Gertrudis sospecha y bebe el vn. io Laertes hiere en el hombro a Hamlet. La reina se desploma envenenada, muere. Hamlet se da cuenta de la situación y cambia su espada con la de Laertes y lo hiere mortalmente. Antes de morir Laertes descubre el plan siniestro del rey. Claudio trata de huir, pero es atravesado por la espada de Hamlet, quien además le hace beber hasta la última gota de la copa envenenada. La muerte también llega para Hamlet, pues el rápido veneno ha circulado por su sangre. Hamlet abraza el cadáver de su madre y dice sus últimas palabras. Horacio trata de seguirlo, pero Hamlet no se lo permite, y le encomienda que cuente y divulg es h s o i . u u itra “Para mí sólo queda ya… silencio eterno.” Y muere. Llega Fortimbrás, príncipe de Noruega y otros, y rinden honores a Hamlet. Transcribimos un fragmento del célebre monólogo de Hamlet y la Escena I del Acto V cuando regresa Hamlet y es acompañado por Horacio al cementerio.
  • 236. 238 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN ACTO III ESCENA I SALA EN EL CASTILLO … … … … … … … … … … … … (nr Hme) Eta alt HAMLET. ¡Ser o no ser: he aquí el problema! ¿Qué es más levantado para el espíritu: sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna, o tomar las armas contra un piélago de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? ¡Morir…, dormir: no más! ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente apetecible! ¡Morir…, dormir! ¡Dormir!… ¡Tal vez soñar! ¡Sí, ahí está el obstáculo! ¡Porque es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevenir en aquel sueño de la muerte, cuando nos hayamos librado del t r e l n d l v d !¡ ea u l r f e i nq ed e i t n i t nl r aa i f r u i ! oblio e a ia H qí a elxó u a xseca a ag l notno P r u ¿ u é a u n a í l su t a e yd s e e d lm n o l i j r ad lo r s r oqe qin gatra o lrjs edns e ud, a nui e peo, l a r n ad ls b r i ,l sc n o a d la o d s i a o l st r a z sd l j s i a fet e oebo a ogjs e mr eard, a adna e a utcia, las insolencias del poder y las vejaciones que el paciente mérito recibe del hombre indigno, cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple e t l t ?¿ u é q e r al e a t nd r sc r a ,g m rys d rb j e p s d u a siee Qin urí lvr a ua ags ei ua ao l eo e n vida afanosa, si no fuera por el temor de un algo después de la muerte –esa ignorada región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno–, temor que confunde nuestra voluntad y nos impulsa a soportar aquellos males que nos afligen, antes que lanzarnos a otros que desconocemos? Así la conciencia hace de todos nosotros unos cobardes;| y así los primitivos matices de la resolución desmayan bajo los pálidos toques del pensamiento, y las empresas de mayores alientos e importancia, por esta consideración, tuercen su curso y dejan de tener nombre de acción… Pero ¡silencio!… ¡La hermosa Ofelia! Ninfa, en tus plegarias acuérdate de mis pecados. A CTO V ESCENA I UN CEMENTERIO ( a ee s p l u e o2 E s p l u e o1 s p n ac v ryc n a ) Sl l eutrr ° l eutrr ° e oe aa at. Cuando era joven y amaba, y amaba, muy dulce todo me parecía
  • 237. LIBRO DE CONSULTA 239 para matar el tiempo, ¡oh!, el tiempo que pasaba, aunque con él, ¡oh!, nada bueno me venía. HAMLET. ¿No tendrá ese hombre conciencia de su oficio, que canta mientras abre u af s ? n oa HORACIO. La costumbre le ha familiarizado con la tarea. HAMLET. Así es, justamente; la mano que menos trabaja es la que tiene el tacto más sae uv. SEPULTURERO. (Canta.) Pero la edad, con sus arteros pasos, en su red me ha cogido, hundiéndome en la tierra, cuando de tierra fabricado he sido. ( a au ac l v r . Sc n aaea) HAMLET. Esa calavera tenía lengua y podía en otro tiempo cantar. ¡Cómo la tira contra el suelo ese bribón, como si fuera la quijada con que Caín cometió el primer asesinato!… Y la que está manoseando ahora ese bruto acaso sea la cholla de un político, de un intrigante que pretendía engañar al mismo Dios. ¿No es psbe oil? HORACIO. Bien podría ser, señor. HAMLET. O tal vez la de un cortesano, que sabía decir: “¡Felices días, amable señor!” “¿Cómo estáis, mi querido señor?” Éste podría ser el señor de Tal, que hacía elogios del caballo del señor de Cual, para pedírselo prestado después. ¿No es verdad? HORACIO. Sí, señor. HAMLET. ¡Vaya si lo es! Y ahora está en poder del señor Gusano, descarnada la boca y aporreados los cascos por el azadón de un sepulturero. ¡He aquí una linda mudanza, si tuviéramos penetración bastante para verla! ¿Tan poco costó la formación de estos huesos, que no sirven sino para jugar a los bolos? Los míos me duelen de sólo pensarlo. SEPULTURERO. (Canta.) Un pico y un azadón, un azadón y una sábana; ¡oh!, y un hoyo cavado en tierra at lh é p db e l c a r . a use in e uda ( a ao r c l v r . Sc ta aaea)
  • 238. 240 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN HAMLET. He aquí otra. ¿Por qué no podría ser la calavera de un abogado? ¿Dónde e t na o as ss t l z syd s i g s s sa g c a ,s b e f g o ya t m ñ s ¿ ó o sá hr u uiea itno, u ruis utruis riaa? Cm sufre ahora que ese grosero ganapán le dé con su pala inmunda en la mollera, sin a r v r eal n a c n r é u aq e e l p rl s o e ?¡ u !E t s r ae s t e tees azr ota l n urla o eins Hm se eí n u im po un gran comprador de tierras, con sus hipotecas, sus resguardos, sus fines, sus dobles garantías y sus cobranzas. ¿Será acaso el fin de sus fines y el cobro de sus cobranzas el tener su fino testuz relleno de lodo fino? ¿Por ventura todas sus garantías, por dobles que sean, le garantizarán de sus compras algo más que lo largo y lo ancho de un par de escrituras? Los solos títulos de propiedad de sus tierras cabrían apenas en esta caja. ¿Y el heredero mismo no debe tener más, eh? HORACIO. Ni un ápice más, señor. HAMLET. ¿No se hace de piel de carnero el pergamino? HORACIO. Ciertamente, señor, y también de piel de ternero. HAMLET. Pues solemnes carneros y terneros son los que fundan su felicidad en semejante cosa. Voy a hablar a ese individuo. (Al sepulturero.) ¿De quién es esa hoya, compadre? SEPULTURERO. Mía, señor (Canta.) ¡Oh!, y un hoyo cavado en tierra at lh é p db e l c a r . a use in e uda HAMLET. Sí, ya me figuro que es tuya, puesto que estás dentro de ella. SEPULTURERO. Vos estáis fuera de ella, señor, y, por consiguiente, no es vuestra. En cuanto a mí, no estoy tendido en ella, y, sin embargo, es mía. HAMLET. Mientes, por ello, al decir que esa fosa es tuya por estar en ella. Es para los muertos, no para los vivos; por tanto, mientes. SEPULTURERO. Como es mentira viviente, señor, os la devuelvo. HAMLET. ¿Para qué hombre cavas esa fosa? SEPULTURERO. Para ningún hombre, señor. HAMLET. Bueno, ¿para qué mujer? SEPULTURERO. Para ninguna, tampoco. HAMLET. ¿Pues quién ha de ser enterrado en ella? SEPULTURERO. Una que fue mujer, señor; pero que en paz descanse, pues ya ha muerto. HAMLET. (A Horacio.) ¡Qué categórico es el truhán! Hay que hablarle con la carta en la mano; de lo contrario, os aplasta con un equívoco. ¡Por Dios! Horacio, de tres años acá lo he venido observando: nuestro siglo se refina de tal modo, que la p n ad lp ed lr s i ol e at nc r ad lt l nd lc r e a o q el d s e l l s ut e i e útc lg a ec e aó e otsn, u e eula o sabañones. ( sepulturero. ¿ u n o t e p h q e e e s p l u e o Al ) Cát imo a u rs eutrr?
  • 239. LIBRO DE CONSULTA 241 SEPULTURERO. De todos los día del año, entré en este oficio el día en que nuestro último rey Hamlet venció a Fortinbrás. HAMLET. ¿Cuánto tiempo hará de eso? SEPULTURERO. ¿No lo sabéis? ¡Si no hay patán que no lo sepa! Fue el día mismo que n c óe j v nH m e ,e q ee t l c yl e v a o aI g a e r . ai l oe alt l u sá oo e nirn nltra HAMLET. Sí, tienes razón. Y ¿por qué le enviaron a Inglaterra? SEPULTURERO. Pues porque estaba loco; allí recobrará el juicio, y si no lo recobra, no importará ello gran cosa en aquel país. HAMLET. ¿Y eso? SEPULTURERO. Porque nadie lo notará; allí todos son tan locos como él. HAMLET. Y ¿cómo se volvió loco? SEPULTURERO. De un modo muy extraño, según dicen. HAMLET. ¿De un modo muy extraño? SEPULTURERO. ¡Toma! Perdiendo el seso. HAMLET. ¿Pero qué dio lugar? SEPULTURERO. ¿Lugar? Aquí, en Dinamarca. Por cierto, que he sido enterrador aquí, de chico y grande, 30 años. HAMLET. ¿Cuánto tiempo puede estar un hombre enterrado sin descomponerse? SEPULTURERO. A decir verdad, si no está podrido antes de morir –puesto que hoy día nos vienen muchos cadáveres galicosos, que no hay modo de cogerlos para enterrarlos–, os vendrá a durar ocho o nueve años; un curtidor os durará nueve ao. ñs HAMLET. Y ¿por qué él más que el otro? SEPULTURERO ¡Toma! Porque su pellejo está tan curtido por razón de su oficio, que resiste mucho tiempo el agua, y el agua señor mío, es un terrible destructor de t d h d p t c e p m e t .A u t n i u ac l v r .( o i n o ad ls e o )E t oo ieua uro uro qí eés n aaea Cgédl e ul. sa calavera ha estado metida en tierra 23 años. HAMLET. ¿De quién era? SEPULTURERO. De un mentecato hideputa. ¿De quién diríais? HAMLET. ¡Qué sé yo! SEPULTURERO. ¡Mala peste le confunda! ¡Loco tunante! Un día me tiró por la cabeza una botella de vino del Rin. Pues señor, esta misma calavera que aquí veis es de Y r c ,e b f nd lr y oik l uó e e. HAMLET. ¿Esa? SEPULTURERO. Esta misma. HAMLET. Deja que la vea (coge la calavera.) ¡Ah, pobre Yorick! Yo le conocí, Horacio: era un hombre de una gracia infinita y de una fantasía portentosa. Mil veces me l e óac e t sya o a ¡ u h r o s e t a r c r a l ! as v s as m r v e v lv usa hr, qé orr ino l eodro, u it e e eule el estómago. Aquí pendían aquellos labios que yo he besado no sé cuántas veces.
  • 240. 242 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN ¿Qué se hicieron de tus chanzas, tus piruetas, tus canciones, tus rasgos de buen humor, que hacían prorrumpir en una carcajada a toda la mesa? ¿Nada, ni un solo chiste siquiera para burlarte de tu propia mueca? ¿Qué haces ahí con la boca abierta? Vete ahora al tocador de mi alma, y dile que, aunque se ponga el grueso de un dedo de afeite, ha de venir forzosamente a esta linda figura. Prueba a hacerla reír con eso. (A Horacio.) Dime una cosa, por favor, Horacio. HORACIO. ¿Cuál es, señor? HAMLET. ¿Crees tú que Alejandro tendría este aspecto bajo tierra? HORACIO. El mismo, justamente. HAMLET. ¿Y olería de este modo? ¡Puaf! (Tira la calavera.) HORACIO. Del mismo modo, señor. HAMLET. ¡A qué viles usos podemos descender, Horacio! ¿Por qué no podría la imaginación seguir las nobles cenizas de Alejandro, hasta encontrarlas tapando la boca de un tonel? HORACIO. Sería considerarlo con excesiva minucia el considerarlo así. HAMLET. No, a fe; ni pizca. Basta seguirle hasta aquel punto, con toda moderación y verosimilitud en el proceso; es decir, de esta suerte: Alejandro murió, Alejandro f es p l a o A e a d oh z s p l o e p l oe t e r ;d l t e r s h c b r o u eutd. ljnr íoe ov; l ov s ira e a ira e ae ar, y ¿por qué con ese barro en que se convirtió no podría taparse un barril de crea evz? El magno César, muerto y en barro convertido, un agujero al viento taparle habrá podido. ¡Oh, que un barro que al orbe tuvo en temor eterno resguardara los muros del cierzo del invierno! P r ¡ i e c o ,¡ i e c o A a t m n s a íl e ae r y eo slni! slni! préoo; h lg l e… ( n r ne p o e i ns c r o e ,e c ,p e e i n oa c d Eta n rcsó aedts t. rcded l aá v rd O e i ,y s g i n o o ,L e t syl sd ld e o e e e fla , iuédls are o e ul, l r yyl r i a c ns sr s e t v ss q i o . e a en, o u epcio éuts) ( o t n a d m e t a d s i al p o e i n ) Cniuno inrs efl a rcsó. … y la reina, y la corte. ¿A quién sigue este duelo? ¡Y con ceremonial tan deficiente! Esto es claro de que el difunto al cual siguen dio fin a su vida con mano desesperada. Y era persona de calidad. Agachémonos un rato y observemos. (Retírase con Hrco ) oai.
  • 241. LIBRO 243 DE CONSULTA NEOCLASICISMO En el siglo XVIII Francia ve surgir un movimiento artístico obsesionado por las normas consideradas entonces intangibles. Éstas trataban de imitar a los clásicos antiguos en un deseo de volver a ellos, imponiendo una jerarquía a la que no había más remedio que aceptar. El Neoclasicismo tiene sus antecedentes en l f l s f a e u p r o od l h s o i p e od p r u b c o e p l t c s c n a iooí, n n eid e a itra ln e etrains oíia, of s o e ys c e a e e c i i .L sn o l s c s a d f n e o e t c r i n ec m uins oidds n rss o ecaiits eiirn sa oret oo sigue: “Nuestra dignidad consiste en el pensamiento; el objetivo del pensamiento es la verdad; en literatura como en filosofía no se piensa si no es para encontrar o exponer la verdad. Y, ¿qué es el culto de lo verdadero sino el principio fundamental de las obras clásicas?” Con esta idea inicial el Neoclasicismo surge ligado íntimamente a la corte de Luis XIV, dueño absoluto de Francia, quien dice reunir en su cetro el poder e p r t a ,t m o a ,i t l c u lya t s i o e s c r ed V r a l s a s a ad siiul eprl neeta rítc, n u ot e esle, ild e P r syd lr s od F a c a aí e et e rni. Con este concepto, la literatura neoclásica adquiere un corte de academicismo c l o a s e o d t n e c a c í i a yd d c i a .S ne b r o l sp i c p l s ut, utr, e ednis rtcs iátcs i mag, o rniae dramaturgos de este periodo dan un gran impulso al teatro francés. Corneille (1606-1684) y Racine (1639-1699) en la tragedia, acatan los preceptos aristotélicos e imitan a Esquilo. Su principal temática es presentar la culminación de un mundo que se acaba. Mlèe oir El más importante es sin duda Molière (1611-1673), y él destaca en la comedia. Es un extraordinario observador satírico de la sociedad de su tiempo; habla el lenguaje del hombre y su prosa es sagaz y chispeante. Este autor no cierra una época como los anteriores, sino abre un camino diferente a la literatura. Jean-Baptiste Poquelin, llamado Molière, fue clásico por su racionalismo material y su sentido de lo universal. Su obra es grande porque contiene los caracteres que trascienden al individuo para llegar a ser tipos humanos imperecederos. Molière logra crear la impresión de lo cómico de la realidad de su tiempo sin llegar a lo burlesco. Sus personajes se mueven en una sociedad adversa, pero él proclama siempre el derecho que cada individuo tiene a desarrollar su naturaleza con el respeto de su colectividad. Molière exalta como ideal la vida familiar. Las obras más importantes de este autor son Las preciosas
  • 242. 244 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN r d c l s, s t r e a e a a q e l v l ó l a i t d d l r y D nJ a ,i s i a ae iíua áia xgrd u e ai a msa e e; o un nprd n la obra de Tirso de Molina; El misántropo; Tartufo, furiosa arremetida contra la h p c e í ;E b r u sg n i h m r ,q es t r z al sn e o r c sys sa b c o iorsa l ugé etlobe u aiia o uvs io u miines pretensiosas de poder, y su obra fundamental, El avaro. E aao l vr E t o r e t i s i a ae l A l l r ad P a t ( i l I Ia C ) E E a a o sa ba sá nprd n a uuai e luo sgo I ... n l vr, la avaricia es una enfermedad de nacimiento. El personaje central es Harpagón, quien tiene dos hijos, Elisa y Cleanto, para quienes desea dos ricos matrimonios. A Elisa le destina un hacendado viejo con la ventaja de que la acepta sin dote, y a Cleanto una viuda rica. Los dos jóvenes son ajenos a los enfermizos deseos del padre y ambos se encuentran enamorados de otros; Elisa de Valerio, joven que para estar cerca de ella ha aceptado el empleo de mayordomo en la propia casa de Harpagón. Y Cleanto de Mariana, vecina bella y dulce pero pobre, con quien, por supuesto, su padre no lo dejará nunca casar. Harpagón también está enamorado de Mariana y cuando descubre el amor que existe entre la joven y su hijo, le anuncia a éste que no le cederá a Mariana si no es por la fuerza. Bruscamente, un acontecimiento terrible para el avaro distrae su cólera. Le han robado un cofrecillo que guardaba en el jardín y en el cual había mil francos. Valerio es acusado del robo. Sin embargo, el ladrón es Flecha, un criado de Harpagón y fiel servidor de Cleanto. Valerio, para probar que no es el ladrón, no tiene otro remedio que descubrir quién es, y ahí radica la s r r s d l o r .M r a ad s u r e V l r oas h r a o ye v e oA s l o opea e a ba ain ecbe n aei u emn, l ij nem, el hacendado con quien el avaro pretendía casar a su hija, descubre en Mariana y Valerio a sus dos hijos que en otro tiempo, debido a un naufragio, había perdido. Entonces, Cleanto propone un trueque a su padre. Se le devolverá el dinero si hace que se case con Mariana y Elisa con Valerio. Harpagón acepta con la condición de que las bodas que se celebren no le cuesten nada y que le paguen u t a en e op r a i t rae l s n rj uv aa ssi la. El siguiente fragmento corresponde a la Escena 7 del Acto IV, en el que Harpagón descubre el robo del cofrecillo y entra dando voces desesperadas por la desaparición de su preciado tesoro. H R A Ó . (Dando voces desde el jardín, y entra sin sombrero.) ¡ l l d ó , a l d ó , a APGN A arn l arn l asesino, al homicida! ¡Justicia! Justo cielo. Perdido soy, asesinado soy, la
  • 243. LIBRO 245 DE CONSULTA garganta me han cortado. ¡Que me quitaron el dinero! ¿Quién lo habrá hecho? ¿Qué habrá sido de él? ¿Dónde está? ¿Dónde se oculta? ¿Qué hacer para encontrarle? ¿A dónde ir? ¿A dónde no ir? ¿No estará allí? ¿No estará acá? ¿Quién es? ¡Detente! ¡Devuélveme mi dinero, bribón! (Alarga la mano y se aferra a su propio brazo.) ¡Ah, soy yo mismo!… Mi espíritu se turba e ignoro dónde estoy, quién soy y lo que hago. ¡Ah, mi pobre dinero, mi pobre dinero, mi querido amigo! Me han privado de ti, y puesto que me has sido quitado he perdido mi apoyo, mi consuelo, mi alegría. Todo ha terminado para mí, nada ya tengo que hacer en el mundo. Sin ti, me es imposible vivir. Es cosa hecha: ya no puedo más, me muero, muerto estoy, estoy enterrado… ¿No hay quien quiera resucitarme devolviéndome mi querido dinero o diciéndome quién lo ha tomado? ¿Eh, qué decís? Pero no, no hay nadie. Quienquiera que haya dado el golpe, es menester que con mucho cuidado espiara la hora, eligiendo justamente el momento en que yo llamaba traid ram h j .S l a o .Q i r a e a al j s i i ys m t rac e t ó d t r e t o i io agms ueo plr a utca oee usin e omno a toda la casa: sirvientes, lacayos, hijo, hija y yo mismo también. ¡Cuánta gente reunida! No pongo la mirada en nadie que no me despierte sospechas, y todos me parecen el ladrón. ¿De qué hablan ahí? ¿De lo que me ha robado? ¿Qué ruido hay aquí arriba? ¿Es el ladrón quien anda allá? Por piedad, si tenéis noticias del ladrón, decídmelas, os lo suplico. ¿No estará oculto entre vosotros? Todos me miran y ríen. Ya se verá que sin duda han participado en el robo que se me ha h c o E ,p o t ,c m s r o ,a q e o ,p e o t s j e e ,p t o d t r u a h r a eh. a rno oiais rurs rbse, ucs ors e otr, ocs y verdugos… Quiero hacer colgar a todo el mundo y, si no encuentro mi dinero, me colgaré yo mismo después. ROMANTICISMO La libertad y el amor forman toda una corriente literaria. Todo lo que participa, rodea, comparte y exalta la liberación y el sentido amoroso se vuelve romántico. Los elementos característicos que originaron el Romanticismo son princip l e t e a t a b r ed l R v l c ó ,l sm v m e t sl b r a i se E r p amne l re l od e a eouin o oiino ietro n uoa e Iberoamérica, los levantamientos contra los gobiernos autocráticos y la revolución industrial. Fue una nueva manera de pensar y enfrentar la vida. El Neoclasicismo anterior era fino y racional; en el Romanticismo no era vergüenza tener corazón o imaginación. En esta época, a fines del siglo XVIII la burguesía , se autonombraba el Tercer Estado. Sentenciaban: “¿Qué era la burguesía?: nada; ¿qué es la burguesía?: algo; ¿qué será la burguesía?: Todo.” En el Romanticismo predominan los sentimientos. En el Neoclasicismo (como hemos visto) predomina la razón.
  • 244. 246 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN El Romanticismo se intensificó en Alemania; se caracteriza por una idealización de todos los aspectos que circundan al sentido amoroso. Más tarde se extiende por toda Europa y llega hasta Iberoamérica. Los móviles del Romanticismo son la vida, el amor y la mujer. Todo está en función y en relación con ellos. El “tú” amoroso se convierte en el personaje principal. No importa vencer o ser vencido. El héroe romántico defenderá a los oprimidos, sea o no comprendido por la sociedad, esté con ella o en contra. Lo fundamental son los “ideales” y la “rebeldía ardiente”. El escenario de las obras románticas será siempre pleno de belleza y de hermosura, acorde con los estados de ánimo llevados por los sentimientos de los personajes. Cualquier sitio que propicie la melancolía, la nostalgia, la pesadumbre amorosa, se convierte en buen marco. L ss l t r a n c e d l n ,l sr b r sd l sr o yo i l sd l sl g s l s a oiais ohs e ua a iea e o ís rla e o ao, o acogedores jardines, darán cabida a la sensibilidad y a la subjetividad pronta a convertirse en experiencia romántica. T d sl sa t s– i t r ,e c l u a t a r ,l t r t r –s m j nu p e ad s oa a re pnua sutr, eto ieaua eea n om etinado a ser dicho por románticos caballeros del medievo. La esencia de los héroes románticos que se conserva hasta nuestros días, es la esencia del paladín, el defensor de los oprimidos y los débiles, el caballero andante. En la mayor concepción es también el que se enfrenta a la sociedad, el revolucionario ardiente que trata de cambiar todo en beneficio de los demás, perseguido siempre en forma implacable, pero siempre visto de manera exagerada. La literatura romántica incluye cruzados, gladiadores, bucaneros, bandidos legendarios que a riesgo de la propia vida afirman en cada uno de sus actos su propia personalidad y su “Yo” contra todo lo establecido. Es frecuente que el héroe romántico enfrente al mundo y lo desafíe, pues es singular, optimista, y humanitario. Ama l n t r l z ,l l b r a ,l i u l a ,yap s rq el p o i r a i a r a c o a a auaea a ietd a gadd ea u a rpa eldd ecin en su contra, sus ansias de rebeldía danzan vertiginosamente por bosques o palacios con tal de conquistar la gratitud de un pueblo o el beso de la amada. Hay que considerar que los participantes auténticos de los movimientos revolucionarios iniciales, como la Revolución Francesa –excluyendo, naturalmente, a la burguesía ambiciosa de arrebatar el poder a la aristocracia–, habían dado a la sociedad una nueva dimensión: la de luchar hasta la muerte por la patria. El Romanticismo interpretó esta lucha real como una lucha ideal por la libertad y el amor. Con base en ello, todos los que utilizaron literariamente estos “ideal s ,l se a t c e o h s aa u d r eyd c e ,a c n e t r o e f e t sa o i e” o nleirn at tris ear l ovrils n isa ndnas, valses vertiginosos, exageraciones y adulaciones de los grupúsculos suorsortcs edaitcáio.
  • 245. LIBRO 247 DE CONSULTA Johann Wolfgang Goethe El Romanticismo se inicia en Alemania. Es el Stümer und Dränguer, grupo de jóvenes rebeldes que luchan por la unidad de su nación, el iniciador de esta corriente. Los más grandes románticos son: Johann Wolfgang Goethe y Federick Shle. cilr Goethe nació en 1749 y murió en 1832. Aunque cultivó géneros muy diversos durante su larga vida, es a partir de su primera novela, Werther, donde concibe un personaje eminentemente romántico. Werther es un estudiante profundamente enamorado de una mujer comprometida y mayor que él. Al no ser correspondido plenamente en su amor sufre todos los matices posibles hast e d s n a oa o o o l t i t z ,l m l n o í ,l i a e d l r e c L s l a l eegñ mrs: a rsea a eacla a r, l oo, t. a oe dad es un elemento esencial del Romanticismo. Werther termina por suicidarse escribiendo la última carta a la mujer que ama. La influencia de esta obra produjo numerosos suicidios, entre los jóvenes de Alemania. La obra más importante de Goethe es Fausto, inspirada en una leyenda de la Edad Media. Fausto es un drama esencialmente simbólico y filosófico y se plantea el intentar descifrar los misterios de la vida desconocidos por el hombre. Fut aso Fausto es un anciano doctor y profesor extraordinariamente culto que al final de su vida se siente desilusionado, porque habiendo empleado todo su tiempo en la investigación científica, desconoce los aspectos fundamentales y más naturales de la existencia humana. Uno de éstos es el amor. Por más que busca en l sl b o ,n e c e t as t s a c ó p r o a e e l s E s d s s e a i nt a o irs o nunr aifcin esnl n lo. n u eeprcó rta de suicidarse; pero de la calle vienen cantos de niños y campanas de las fiestas de Pascua, haciéndolo rechazar la copa con veneno. Como lo natural no le da lo que él busca, recurre a lo sobrenatural. Invoca al demonio, quien aparece vestido como un joven caballero llamado Mefistófeles. Éste anteriormente le había apostado a Dios que se llevaría el alma de Fausto. Mefistófeles le propone un pacto al doctor Fausto: darle lo que pida hasta que se vea satisfecho de sí mismo, hasta que se haya encontrado y esté conforme de sí, a cambio de su alma cuando muera. Fausto acepta aliarse con Mefistófeles y vuelve a ser joven. A partir de este momento todos los actos que realiza el doctor Fausto están regidos por el mal. Entre estos actos está el de enamorar y seducir a una
  • 246. 248 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN joven campesina llamada Margarita, cuyo hermano Valentín se fue a la guerra. Al regresar Valentín, trata de vengar el ultraje desafiando en duelo a Fausto. Fausto le da muerte. La madre de Margarita muere a causa de una poción para dormir que Fausto le había confiado a Margarita para poder verla en su casa sin intromisión de su madre. Margarita, obligada por el homicidio y su deshonra, enloquece y mata a su hijo al momento de nacer, arrojándolo a un estanque. Este acto hace que la sentencien a prisión en donde muere. Fausto razona los hechos, se arrepiente y trata de desligarse de Mefistófeles; sin embargo esto no podrá ser sino hasta que sobrevenga la muerte. En el amor (de Margarita) Fausto no ha encontrado su razón de ser. Al ver la a t t dd ld c o F u t ,M f s ó e e t a ad v n e l u i i a d l s n u l ciu e otr aso eitfls rt e ecro tlzno a esai dad y la lujuria. Lo invita al Monte Walpurgis, en donde la noche del sábado –según la tradición alemana– celebran las brujas una reunión precedida por Satanás. Fausto mira cabalgar a las brujas viejas montadas en cabras aladas y escobas y bailar desnudas a las brujas jóvenes. Éstas se acercan y lo provocan persistentemente en escenas marcadamente eróticas. Fausto logra vencer la tentación. Después Mefistófeles le presenta a Helena de Troya, una de las mujeres más bellas y seductoras de la historia. Fausto tiene con ella un hijo que muere cuando éste trata de saltar demasiado alto. En el placer sexual Fausto tampoco ha encontrado la razón de la humanidad. Finalmente, Fausto quiere conquistar el poder. Dos viejos son asesinados por una orden que da apresuradamente, y de la cual se arrepiente más tarde. Lo visitan la Duda, la Necesidad, la Aflicción y la Angustia, esta última lo ciega soplándole a los ojos. Fausto, ciego y con el poder en sus manos, trata de vencer al mar acabando con él. Con su poder ordena que caven un foso profundísimo, que no logra contener el mar. En el poder tampoco está la razón de ser del hombre. Para finalizar la obra, Goethe nos presenta dos posibilidades: en una, al mor rF u t ,M f s ó e e t a ad l e a s s a m s nh b rl g a od r el s t s i aso eitfls rt e lvre u la i ae ord al a aif c i nq eé t p d a l sc h r e c l s e a a e e ,a o b a d aM f s ó e e acó u se eí; a oots eets prcn smrno eitfls y distrayéndolo mientras se llevan el alma de Fausto. Después de esto el alma de Margarita implora el perdón para Fausto y logra la salvación de ambos. Este final es formal, es una concesión a la época. En la segunda resolución, Fausto decide abandonar a Mefistófeles e irse, teniendo en su pensamiento la fe en la verdadera realización del hombre; dedicar su vida a la lucha por la libertad y el bien de toda la humanidad. Mefistófeles le dice que al fin ha encontrado el propósito, la razón de ser del hombre, pero que él ha ganado; cuando muere
  • 247. LIBRO 249 DE CONSULTA Fausto, Mefistófeles ha triunfado en la apuesta, aunque no está seguro de poder llevarse el alma ya inmortal de Fausto. Transcribimos el diálogo entre Mefistófeles y Fausto en el gabinete de estud od é t .( r m r p r ed l t a e i . i e se Piea at e a rgda) EL GABINETE DE ESTUDIO FAUSTO. Llaman. ¡Entrad! ¿Quién vendrá de nuevo a importunarme? MEFISTÓFELES (Fuera.) Soy yo. FAUSTO. Entrad. MEFISTÓFELES. (Del mismo modo.) Debes decirlo tres veces. FAUSTO. ¡Entrad, pues! MEFISTÓFELES. (Abriendo la puerta.) Así me gusta; espero que nos entenderemos. Sólo por disipar tu mal humor me presento como un hidalgo en traje de púrpura bordado en oro, con la esclavina de raso al hombro, la pluma de gallo en el sombrero, larga y afilada espada al costado, y, sin perífrasis, te aconsejo que te vistas del propio modo, para que enteramente libre vengas a gustar lo que es l vd. a ia FAUSTO. Cualquiera que sea el vestido que use, la vida para mí será siempre penosa, el mundo constantemente vacío y sin encantos. Soy demasiado viejo para divertirme, y sobrado joven para no tener deseos. ¿Qué puede el mundo ofrecerme? “¡Hay que renunciar; hay que renunciar!” He ahí el eterno estribillo que zumba en todos los oídos, y que de un extremo a otro de la vida, un genio malo le repite al hombre a cada hora con voz cascada. No sin temor contemplo la aurora de mi despertar, y lloro con amargura al ver que el nuevo día no ha de colmar ni uno solo de mis ardientes deseos, sino que, al contrario, ha de desvanecer en su curso los presentimientos de toda alegría y hacer abortar las creaciones de mi turbado espíritu. Y luego, cuando viene la noche, me tiendo en el lecho poseído de la mayor inquietud por saber que me aguardan en él, no el reposo, sino espantosos sueños. El Dios que habita en mí puede quebrar mis fibras secretas, pero aunque reine sobre todas mis fuerzas, no sabría darle la impulsión que les haría obrar fuera. Por esto me pesa la existencia; por esto deseo la muerte y detesto la vida. MEFISTÓFELES. Y, sin embargo, nunca es la muerte un huésped bien recibido. FAUSTO. ¡Dichoso aquel a quien la muerte corona de sangrientos laureles en el fragor del combate! Dichoso aquel a quien, después de la embriaguez del baile, sorprende el sueño eterno en los brazos de su amada! ¡Ah! ¡Qué no pueda yo contemplar al grande Espíritu y morir en mi éxtasis sublime! MEFISTÓFELES. Y no obstante, hay quien no ha osado tomar esta noche cierto licor oscuro…
  • 248. 250 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN FAUSTO. Parece que el espionaje te complace. MEFISTÓFELES. No poseo la ciencia universal, pero sé bastantes cosas. FAUSTO. ¡Pues bien, ya que los sones demasiado conocidos de una piadosa melodía me han sacado de la oscuridad, laberinto por donde erraba, despertando en mí los sentimientos de la infancia con el recuerdo de mejores tiempos, maldigo todo lo que circunda el alma de embriagadores prestigios, y todo aquello que, en nuest am r d d ld s i r o l i u i nn ss s r eb j l sd s u b a t sv l sd l r oaa e eter, a lsó o uta ao o elmrne eo e a f c i n ¡ a d t s al e e a ao i i nq ed s m s os f r ae e p r t !¡ a icó! Mlia e a lvd pnó u e í im e oj l síiu Ml d t sl sv s o e q i é i a q ea a t ns nc s rn e t o s n i o !¡ a d t l ia a iins umrcs u sla i ea usrs etds Mlio o que engendra sueños de gloria y de grandeza! ¡Malditas todas las cosas cuya posesión nos halaga, sea mujer o hijo, esclavo o arado! ¡Maldito sea Mammón, cuando nos deslumbra con sus tesoros y nos empuja a temerarias empresas, o cuando, para goces del ocio, hincha nuestras almohadas de una pluma voluptuosa! ¡Maldito el zumo balsámico de la parra! ¡Maldito el amor y sus más dulces efusiones! ¡ a d t l e p r n a m l i al f ,ym l i a a t t d ,l p c e c a Mlia a seaz, adt a e adt, ne oo a aini! CORO DE ESPÍRITUS INVISIBLES. Ya has destruido todas las bellezas del mundo con tu poderosa mano; sólo nos quedan algunas ruinas que irán rodando hasta el fondo del caos. A un semidiós se debe esta destrucción general. ¡Séanos, al men s l c t l o a s b el v s at m aq ee c e r t n ab l e a ¡ h t ,e m s o, íio lrr or a at ub u nira at elz! O, ú l á bello y poderoso de los hijos de la tierra, reconstrúyele, infunde a tu corazón nueva vida, para que podamos cantar tu inmortal obra! MEFISTÓFELES. Esos son los más pequeños de mis Espíritus. ¿Oyes, cómo te acons j n c ns b d r ap o u d ,l n a t e s g i i n od l sp a e e ya r j r e ea, o aiuí rfna azre n eumet e o lcrs roat e e t r e l n d l v d ?Q i i r nh n i t e e v s om n o a r n a t ae t n l oblio e a ia usea udre n l at ud, racre se tenebroso recinto, donde se embotan los sentidos, donde se congelan los jugos de que debe alimentarse el alma. Cesa de complacerte en esa melancolía que se encarniza en ti, como un buitre, y que devora tu vida. Por mala que sea la compañía en que estés, podrás al menos sentir que eres hombre entre los hombres; sin embargo, no creas que se piense en hacerte vivir entre la chusma. Aunque no soy un señor de campanillas, si quieres unirte a mí y emprender juntos el camino de la vida, consiento gustoso en pertenecerte ahora mismo, en ser tu amigo, tu criado y h s at e c a o at u slv. FAUSTO. Y, ¿cuál sería mi obligación a cambio? MEFISTÓFELES. Tiempo tienes de pensar en ello. FAUSTO. No, no; el Diablo es egoísta y no acostumbra hacer las cosas por amor de Dios. Pon condiciones y habla claro; no deja de ser peligroso tener semejante srio. evdr MEFISTÓFELES. Yo me consagraré aquí en servicio tuyo, y acudiré sin tregua ni descanso al menor signo de tu voluntad; pero cuando nos encontremos allá abajo, harás tú otro tanto conmigo.
  • 249. LIBRO 251 DE CONSULTA FAUSTO. Poco cuidado me da lo de allá abajo. ¡Empezaré por desmontar en piezas este mundo de aquí, y venga en seguida el otro! De esta tierra proceden mis goces, y ese sol ilumina mis sufrimientos; si ha de llegar un día en que tenga que separarme de él, suceda lo que quiera. Poco me importa que en la vida futura se ame o se odie, ni que tenga esas esferas encima o debajo: de ello no quiero ni hba. alr MEFISTÓFELES. Si tal es tu disposición, puedes muy bien aceptar lo propuesto; d c d t ys b á c á e s nl sd l c a q ep e ep o o c o a m a t ;t d r l eíee ars uls o a eiis u ud rprinr i re e aé o que ningún hombre ha llegado siquiera a entrever. FAUSTO. ¿Y qué me puedes dar tú, pobre Diablo? ¿Pudo, acaso, alguno de tus semejantes comprender al hombre en sus arrebatos sublimes? ¿Qué puedes ofrecerme? Alimentos que no sacian; oro que se desliza de mis manos como el azogue; juegos en los que nunca se gana; jóvenes que, hasta en los brazos de sus amantes, hacen guiños a un tercero; el honor, falsa divinidad, que desaparecerá como un relámpago. ¡Muéstrame un fruto que no caiga antes de estar maduro y árboles que reverdezcan todos los días! MEFISTÓFELES. No me arredra semejante empresa; puedo ofrecerte todos esos bienes. Desde este momento, mi buen amigo, podemos sin cuidado lanzamos al d s i f r oyal o g a eplar a rí. FAUSTO. ¡Si consigo reposar con satisfacción en un lecho de pereza, sea aniquilado en aquel punto! Si puedes seducirme al extremo de dejarme contento de mí mismo, de adormecerme en el seno de los placeres, ese día será el último de mi existencia. Tal es la apuesta que te propongo. MEFISTÓFELES. ¡Choca esos cinco! FAUSTO. ¡He aquí mi mano! Si digo del momento que pase: “¡Suspende tu vuelo, instante delicioso!”, entonces podrás cargarme de cadenas; consentiré en que se abra la tierra bajo mis pies; podrá resonar la campana de mi agonía; quedarás l b eyr c g r se p e i d t ss r i i s ¡ u e r l js d t n a q ec i al ir eoeá l rco e u evco. Qe l eo e eeg, u ag a aguja, y que no haya plazo para mí! Víctor Hugo Además de Alemania, el Romanticismo se cultivó en varios países. En Inglaterra Lord Byron, Shelley y Keats son los más notables poetas. En Francia, la influencia de Lord Byron se ejerce entre 1815 y 1850. Los románticos franceses más importantes son Lamartine, Vigny y Musset, pero el mayor exponente de la Escuela Romántica de Francia es Víctor Hugo. Víctor Hugo nació en 1802 y murió en 1885. Su padre fue oficial de ese corso traidor al pueblo francés, que en su ambición imperialista asesinó a la
  • 250. 252 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Revolución y transformó la lucha popular en dictadura de la burguesía y azote de las naciones libres: Napoleón I; a quien muchos enfermos seguirían, como Iturbide. Víctor Hugo combatió este cáncer toda su vida. Participó siempre en la política de Francia, del lado de los pobres y de la justicia. Fue diputado a la Asamblea Constituyente y tres años más tarde, en el golpe de Estado de 1851, desterrado. En el destierro, siguió escribiendo y combatiendo. En 1870 regresa a París, donde prosiguió su interrumpido trabajo hasta que fue sorprendido por l met. a ure V c o H g t a a ó v r o g n r s l p e í : L l y n a d l s s g o ,L s h j s ítr uo rbj ais éeo: a osa a eed e o ils a oa d o o o L sv c si t r o e .I n m r b e e s y s o r sd t a r yn v l s E e tñ, a oe neirs nueals nao, ba e eto oea. l jorobado de nuestra Señora de París, es la historia de Quasimodo, campanero jorobado y monstruoso de la Iglesia de Notre Dame, enamorado perdidamente de una bailarina gitana llamada Esmeralda. En un carnaval, Quasimodo es declarado “Rey Feo”. Por tratar de llegar a Esmeralda es castigado públicamente en la picota, pero Esmeralda se apiada de él dándole de beber. Los bailes sensuales de Esmeralda, su cabra y las intrigas en su contra, hacen que la sentencien a muerte por considerarla asesina. En un acto arrebatado y romántico, Quasimodo se desprende de la iglesia, la salva y le da asilo. Quasimodo la aloja en su habitación del campanario, la cuida y le demuestra su amor. Un numeroso grupo de ladrones amigos de Esmeralda tratan de rescatarla de la iglesia. Quasimodo los combate arrojando piedras y aceite, hasta que finalmente muere Esmeralda y su cadáver es arrojado a una cripta. Al morir Quasimodo es llevado a esa misma cripta y después de mucho tiempo encuentran los dos esqueletos juntos. La novela cumbre de Víctor Hugo es Los miserables. La influencia de Víctor Hugo fue decisiva para su generación y las que le sucedieron. L sm s r b e o ieals Los miserables es una novela romántica con carácter histórico y social. Se sitúa en Francia en la época de la restauración bajo el gobierno de Luis Felipe, descendiente de Luis XVI. Es la vida de un campesino de nombre Jean Valjean, condenado a prisión por haber robado un pan. Por odio personal del inspector Javert –pues Jean Valjean representa al hombre del pueblo fuerte y noble, y el inspector la justicia corrupta–, es sentenciado a 19 años, mismos que permanec e p e i i .A s rp e t e l b r a l s c e a l r c a ayé d s o f ad e n rsdo l e uso n ietd a oidd o ehz l ecní e ésta. Se le niega alojamiento y empleo. Únicamente monseñor Bienvenuto Miriel,
  • 251. LIBRO DE CONSULTA 253 obispo de Digne, le da hospitalidad. Jean Valjean roba al obispo unos candelab o d p a a L p l c al d t e e p r c a d e o i p d c a a é t d c q e rs e lt. a oií o ein, eo uno l bso elr, se ie u se los ha regalado. Jean Valjean se da cuenta que la nobleza es el pago de su ingratitud. La guía del sacerdote, los libros y el darse cuenta de su realidad provocan en Valjean la toma de conciencia y su firme decisión de ayudar en adelante y para siempre a los pobres y necesitados. Así lo hace, pero siempre es obstaculizado por el inspector de policía Javert, que se dedica a extorsionar tanto a los expresidiarios como a los hombres con una estatura humana superior a la de él. Jean Valjean es obligado a cambiar continuamente de identidad y dmclo oiii. Paralelamente a la historia del campesino se desarrolla la historia de una joven provinciana llamada Fantina, seducida y violada por un aristócrata, que la abandona con el fruto de su acto, una pequeña de nombre Coseta. La niña queda al cuidado de unos campesinos, mientras que Fantina es orillada por el hambre y la corrompida sociedad a degradarse hasta la prostitución, misma que la enferma gravemente. Poco tiempo antes de morir, Fantina conoce a Jean Valjean y percibe su nobleza de espíritu. Jean Valjean se identifica con la prostituta porque ha sido ultrajada por la sociedad igual que él. En el momento de la muerte, Fantina le encomienda a Coseta. Valjean la adopta y la educa esmeradamente. Perseguido por Javert, la deja en un convento y regresa por ella cuando la niña cuenta con 18 años. Un joven estudiante llamado Mario se enamora de Coseta y es correspondido. A pesar de que Mario posee el título de barón de Pontmercy, su ideología l b r l s al o l g ah c rau l d l s p e t c a es c a a i t c á i a E ieait o bia ae n ao a uusa ls oil rsortc. n 1833 el pueblo se levanta contra el tirano Luis Felipe y los estudiantes participan valerosamente levantando barricadas. Mario y Jean Valjean toman parte en los acontecimientos. Hay escenas dramáticas en las que los soldados asesinos d s a a c n r l se t d a t syl sa r b l a at r s U a c a or v l c o a iprn ota o suine o ciiln io. n nin eouinr ot m l p l b ays d r g al ss l a o d c e d q eé p r i i óc ne l s i oa a aar e iie o odds iino u l atcp o lo en el estallamiento de la Revolución en la toma de la Bastilla, y que si son soldados de la Revolución no pueden disparar contra el pueblo y menos aún c n r l sj v n si o e t s P r l r s u s ae u ar f g q ed j s nv d a ota o óee ncne. eo a epet s n áaa u ea i ia l improvisado orador. La Revolución ha sido traicionada y asesinada. Los soldados son ahora quienes salvaguardan el interés de los nuevos emperadores, y no importa la vida del pueblo sino el poder de la tiranía de Luis Felipe. Estos acontecimientos suceden el 6 de junio. El inspector Javert es hecho preso por los estudiantes, y se le encomienda a Jean Valjean que lo ejecute. Sin embargo,
  • 252. 254 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN éste no dispara su pistola, argumentando que todos los inspectores Javert de toda la historia de la humanidad están muertos desde el momento de nacer, y que no vale la pena asesinar un cadáver humano. Lo deja ir. El inspector Javert se suicida. Mario lucha por la causa republicana, es gravemente herido en una b r i a ays l a op rJ a V l e n q i nl g al e a c nv d h s ae t e a arcd avd o en aja, ue or lgr o ia at nrgr le a Coseta el hombre que ama. Antes de morir viejo y abandonado, dice sus últimas palabras plenas de justicia y solidaridad hacia los hombres, recordando a Mario y a Coseta. L sm s r b e e u ao r c r c e í t c ,e j i i yc n e al t r n a l i o ieals s n ba aatrsia nuca odn a iaí, a n j s i i yl b r a i r p e i a L sm s r b e n s nl sp b e q en c s t nu utca a abre ersv. o ieals o o o ors u eeia n pan para comer. Los miserables son los mendigos de espíritu y conciencia, capaces no sólo de traicionar sino de matar arteramente a sus propios hermanos. En el Libro Décimo, Capítulo I, el 5 de junio de 1832, Víctor Hugo habla s b el i s r e c ó . or a nurcin ¿De qué se compone una insurrección? De nada y de todo. De una electricidad desprendida poco a poco, de una fuerza errante, de un soplo que pasa. Este soplo encuentra cabezas que hablan, cerebros que sueñan, almas que sufren, pasiones que arden, miserias que braman, y los arrebata. ¿A dónde? A la ventura. A través del Estado, a través de las leyes, a través de la prosperidad y la insolencia de los demás. Las convicciones irritadas, los entusiasmos exacerbados, las indignaciones conmovidas, los instintos de guerra comprimidos, el valor varonil exaltado, la generosa obcecación; la curiosidad, el gusto y la afición a cambiar, la sed de lo inesperado, el sentimiento que nos hace complacernos en la lectura del cartel de un nuevo drama y en oír en el teatro el silbato del maquinista; los odios vagos, los rencores, los engaños y contrariedades, las esperanzas frustradas, toda vanidad que cree que el destino le ha faltado; el malestar, los sueños del delirio, las ambiciones rodeadas de declives y montañas, todo el que espera recoger algún provecho de un desmoronamiento, y por último, en las regiones inferiores, la turba, ese loco combustible, tales son los elementos de una insurecó pplr rcin oua. Todo lo más grande y todo lo más ínfimo que existe; los seres que van rodando por todas partes, esperando una ocasión, gente sin oficio ni beneficio, vagabundos de esquina en esquina, los que pasan la noche al raso, sin otro techo que las frías nubes del firmamento, los que piden cada día el pan al azar, y no al trabajo, los desconocidos de la miseria y de la nada, los brazos desnudos, los p e d s a z s p r e e e al i s r e c ó . is eclo, etncn a nurcin
  • 253. LIBRO DE CONSULTA 255 Todo el que encierra en su alma una sublevación secreta contra un hecho cualquiera del Estado, de la vida o de la suerte confina con la insurrección, y, desde el momento en que ella aparece, principia a estremecerse y a sentirse arrebatado por el huracán. La insurrección es como una bomba marina de la atmósfera social que se forma bruscamente en ciertas condiciones de temperatura, y que, en su remolin ,s b ,b j ,c r e b a a a r n a a r s ,d v s a a r i a a i u l ,a r s o ue aa or, rm, rac, raa eat, run, nqia ratrando consigo las naturalezas grandes como las ruinas, al hombre fuerte y al e p r t d b l a t o c d lá b lyal b i n d p j .¡ e g a i d d lq ee l síiu éi, l rno e ro a rza e aa Dsrcao e u la arrebata como de aquél contra el cual se estrella! Los rompe a uno contra otro. A los que arrastra les comunica como un poder extraordinario. Al primero que se presenta lo llena con la fuerza de los acontecimientos, y de todo hace ella proyectiles. De un adoquín hace una bala de cañón y de un mozo de cordel un gnrl eea. S s h d d rc é i oac e t so á u o d l p l t c s l p d ,b j e p n o i e a e a rdt iro rcls e a oíia oaaa ao l ut de vista del poder, un poco de la insurrección no está de más, y aún es cosa muy digna de desearse. Corolario: el motín robustece a los gobiernos que aquél no logra derrocar. Sirve para probar al ejército; concentra la burguesía o clases medias; estira los músculos de la policía; consigna y registra la fuerza de la armazón social. Es una gimnasia, casi un régimen de higiene. El poder goza de mejor salud después de un motín, como el hombre después de una fricción. Treinta años ha, la insurrección era considerada aún desde otros puntos de vsa it. Al final de la obra, Jean Valjean hereda sus últimas palabras como testamento a todos los hombres. Hay en la cómoda un billete de 500 francos. No los he tocado. Eso es para los pobres. Coseta, ¿ves tu trajecito ahí, sobre la cama? ¿Lo reconoces?, y sin embargo no hace sino diez años de eso. ¡Cómo pasa el tiempo! Hemos sido muy felices. Todo ha terminado. Hijos míos, no lloréis, no me voy muy lejos. Desde allí os veré. No tendréis sino que mirar cuando sea de noche, y me veréis sonreír. Coseta, ¿te acuerdas de Montfermeil? Estabas en el bosque y tenías mucho miedo: ¿te acuerdas cuando agarré el asa de tu cubo de agua? Es la primera vez que tocaba tu pobre manita, ¡qué fría estaba! ¡Ah! Usted tenía en ese tiempo las manos rojas, señorita, y ahora las tiene bien blancas. ¡Y la muñeca grande! ¿Te acuerdas de ella? La llamabas Catalina. ¡Cuánto sentiste no haberla llevado contigo al convento! ¡Cuánto me has hecho reír algunas veces, angelito mío! Cuando había llovido te gustaba embarcar s b el sa r y sb i n sd p j ,yl sm r b sp r i .U d at t a eu ar q e ad or o roo rza e aa a iaa atr n í e rj n aut e
  • 254. 256 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN mimbre y un volante con plumas amarillas, azules, verdes. Tú has olvidado todo esto, ¡qué viva eras de pequeñita! Jugabas. Te ponías cerezas en las orejas… Todas esas cosas pertenecen al pasado. Las selvas por donde se ha pasado con vuestra niña, los árboles bajo los cuales nos hemos paseado, los conventos en los que nos hemos escondido, los juegos, las alegres risas de la infancia, todo eso es ya sombra. Yo me había imaginado que todo eso me pertenecía. Esa fue mi tontería. Los Thénardier han sido malos. Es preciso perdonarlos. Coseta, ha llegado el momento de decirte el nombre de tu madre. Se llamaba Fantina. Retén ese nombre: Fantina. Ponte de rodillas cuantas veces lo pronuncies. Sufrió mucho. Te ha amado mucho. Ella tuvo en desgracia todo lo que tú tienes en felicidad. Así son los repartos d D o .E l e t a l a r b ,n sv at d s ye m d od s sg a d se t e l s s b e is la sá lá ria o e oo, n ei e u rne srla, ae l q eh c . o u ae Voy a partir, hijos míos. Amaos siempre. No hay cosa mejor que esa en el mundo: amarse. De vez en cuando pensaréis en el pobre viejo que ha muerto aquí. ¡Oh, Coseta mía! No ha sido por mi culpa si no te he visto durante todo este tiempo pasado. Eso me desgarraba el corazón: yo iba hasta la esquina de tu calle, y debía causar un efecto curioso a la gente que me veía pasar, estaba como loco, una vez he s l d h s a s n s m r r . H j s m o , y n v o c a o t n a a n a g n s c s s q e aio at i obeo io ís a o e lr, eí ú lua oa u deciros, pero es lo mismo. Pensad un poco en mí, sois seres benditos. No sé lo que tengo, veo una luz. Acercaos más. Me muero dichoso. Dadme vuestras queridas cabezas, para que ponga sobre ellas mis manos. Coseta y Mario cayeron de rodillas, trastornados, ahogados en lágrimas, cada uno bajo una de las manos de Jean Valjean. Aquellas manos augustas no se movían ya. Estaba con la cabeza caída hacia atrás, la luz de las dos velas en sus candeleros le iluminaba; su rostro blanco miraba al cielo; dejaba a Coseta y a Mario cubrir de besos sus manos. Estaba muerto. La noche no tenía estrellas y era profundamente oscura. Sin duda que, en la sombra, algún inmenso ángel estaba en pie, desplegadas las alas, esperando el am. la Edgar Allan Poe Quien representa el más extraordinario espíritu romántico en la más alta dimensión, es Edgar Allan Poe. No como algunos afirman, el Romanticismo decae, sino como otros plenamente convencidos de que, con este autor, el Romanticismo llega a su más alto grado. Los Estados Unidos se formaron como resultado de su guerra de independencia, aunque realmente siguieron dependiendo de los países europeos. El
  • 255. LIBRO DE CONSULTA 257 algodón era el renglón más importante de su economía, lo producían los estados del sur, cimentados en la esclavitud de los negros. Con miras a extender sus dominios, los esclavistas compran en 1803 la Louisiana. En 1818 los Estados Unidos, pretextando perseguir a los indios, invaden Florida y la compran a España. En 1823 Monroe protege el colonialismo norteamericano del europeo con su “doctrina”. En 1839 se posesionan de las propiedades rusas de Nicolás I en California, donde estaban los yacimientos de oro. En 1845 conquistan Texas y atacan México. Dos años dura la guerra de rapiña, y roban 2 400 000 km2; más de la mitad del territorio nacional. Invaden el país por Veracruz, destierran al gobierno mexicano a Querétaro, ondean la bandera yanqui en Palacio Nacional y “pagan” 15 millones de pesos por Nuevo México, Arizona y California. En el siglo X X invaden “políticamente” China y Japón y en su patria reprimen la tentativa I marxista de formar un partido. Viene la guerra de secesión de los esclavistas del s rc n r l sa a a i d sd ln r e V n ee n r e L se c a o s nl b r d s u ota o slrao e ot. ec l ot. o slvs o ieao, pero no les dan tierras, y los fuerzan a trabajar en las mismas plantaciones con sueldos miserables. Su situación no cambia. A fines del siglo XIX Estados Unidos, entra a la etapa imperialista. Los multimillonarios insolentes gobiernan el país. En agosto de 1945 dejan caer la bomba atómica en Hiroshima, asesinando millares de ancianos, mujeres y niños. Todavía siguen muriendo por el efecto de las radiaciones; los niños nacen deformes. Crimen únicamente comparable a la masacre e incineración de 10 millones de judíos por los soldados de Hitler. Éstas son las condiciones sociales que, en parte, le toca vivir a Edgar Allan Poe, nacido el 19 de enero de 1809 en Boston y muerto a los 40 años en 1849. Huérfano de madre a los 3 años y abandonado por su padre, es amparado por John Allan, negociante que le da su nombre y le proporciona estudios y una e t n ab b i t c . xes iloea Por su carácter rebelde, Poe tiene el honor de ser expulsado de la Academia Militar de West Point. Poe se enfrenta a una sociedad carente de verdaderos valores, contraria a su espíritu creador y humanista. La literatura es considerada como pasatiempo y Poe únicamente sabe escribir. Desvalido frente a esa vida languidece en una miseria mortal. Se casa con su prima Virginia de sólo 14 años y logra una unión fuerte que dura diez años, hasta que sobreviene la muerte de su esposa. El carácter de Poe es introvertido y misterioso. Dice y escribe lo que piensa abiertamente. En una madrugada lo encuentran tirado sin conocimiento en una calle de los barrios “bajos” de marineros, cerca de los muelles de
  • 256. 258 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Baltimore. Poe muere en un hospital de congestión cerebral causada por el agotamiento y el frío. Antes de morir dirige a Sarah Whitman las siguientes líneas que lo expresan mejor que todas las palabras que pudieran decirse del gran escritor: “¿Y me preguntas por qué se me juzga tan mal, por qué tengo enemigos?… Baste decir que he tenido la audacia de conservarme pobre para guardar mi independencia –que, sin embargo, desde cierto punto de vista he ‘triunfado’ en la profesión literaria–, que he sido un crítico escrupulosamente íntegro y en ocasiones bastante duro —que en igual forma he atacado, cuando los he atacado, cuando los atacaba, a quienes ocupaban las más altas esferas del poder o del prestigio—, y que lo mismo en mis escritos como en el trato social, nunca me he prohibido expresar directa o indirectamente el absoluto desdén que me inspiran las pretensiones de la ignorancia, de la arrogancia y de la imbecilidad. Y vos, que sabéis muy bien todo esto, ¿me preguntáis por qué tengo enemigos?” Su obra cultiva el ensayo crítico, la poesía y la narrativa. Es el padre del g n r d t c i e c ,d m s e i yd t r o ;s sr l t ss nf n á t c s p e o éeo eetvso e itro e err u eao o atsio, lns de ambientes de fondo científico, asesinatos, investigaciones y descubrimient s a a i i n sf m n n sf n a m l s a a t s m j r sl v d s h p o i ,t d o, prcoe eeia atsae, mne, uee íia, inss oo e l e l p o i i a d l l c r .P ee e p e u s rl t r r od l p i u a r a lo n a rxmdd e a oua o s l rcro ieai e a sqití. Sus principales obras son Las aventuras de Arturo Gordon Pyn (única novela), C e t sg o e c sya a e c s H s o i se t a r i a i syE c e v . uno rtso rbso, itra xrodnra l uro Incluimos la más notable traducción de El cuervo, escrito como el mismo Poe a e u a s g nt a u c ó ,d B u e a r ,“ e d s o i e h s as t r i a i n sgr, eú rdcin e adlie dse u rgn at u emncó, con el rigor de una operación matemática”. En El cuervo el poeta llora la muerte de su amada “Leonora, de pronto irrumpe un cuervo. Primero le produce buen humor, pero al preguntarle sobre su compañera muerta, y sobre lo más importante a la vida del hombre, el cuervo responde: Nevermore (estribillo sonoro, palabra inventada por Poe). El poeta respira esa profunda atmósfera que lo envuelve, se encoleriza, implora, se rebela, pero la respuesta a todo es la misma: Nunca más. EL CUERVO Cierta vez que promediaba triste noche, yo evocaba, f t g d ,e v e o l b o ,l sl y n a d o r e a . aiao n ijs irs a eeds e ta dd Ya cejaba, dormitando: cuando allá, con toque blando, c nu r c i c e t ,d b l am p e t o l a a . o n oe niro éi, i ura í lmr “–A mi puerta un visitante –murmuré– siento llamar; eso es todo, y nada más.”
  • 257. LIBRO DE CONSULTA ¡Ah, es fatal que lo remembre!, fue en un tétrico diciembre; rojo espectro enviaba al suelo cada brasa del hogar. Yo, leyendo, combatía mi mortal melancolía por la virgen clara y única que ya en vano he de nombrar, la que se oye “Leonora” por los ángeles nombrar, ¡ h p re l s n d m s a, o lo, aa á! Y al rumor, vago, afelpado, del purpúreo cortinado, d f n á t c st r o e s n íe a m r b s r e atsio errs et l la eoa. Mas, mi angustia reprimiendo, conforteme repitiendo: “–Es sin duda un visitante quien, llamando, busca entrar; u t r í v s t n eq eam c a t b s ae t a ; n ado iiat u i uro uc nrr eso es todo, y nada más.” Vuelto en mí, no más vacilo; y en voz alta, ya tranquilo: “–Caballero –dije– o dama, mi retardo perdonad; pero, de hecho, dormitaba, y a mi puerta se llamaba con tan fino miramiento, noble y tímido a la par, que aún dudaba si era un golpe.” Dije; abrí de par en par; Sombras fuera, y nada más. Largo tiempo, ante la sombra, duda el ánima, y se asombra, y medita, y sueña sueños que jamás osó un mortal. Todo calla, taciturno; todo abísmase, nocturno. Pude allí quizás un nombre: “Leonora”, murmurar, Y, en retorno, supo el eco: “Leonora” murmurar; esto sólo, y nada más. A mi cuarto volví luego. Mas el alma toda en fuego, s n íu g l e y m sf e t ,b t rc a oe v n a a . et n op, a á ure ai lr l etnl “–De seguro, de seguro –dije– hay algo, allí en lo oscuro, que ha tocado a mi persiana. Y el enigma aclare ya: ¡ o a ó ,q i t u i s a t !ye e i m a l r y : Crzn ueo n ntne l nga cae a Es el viento y nada más.” D j f a c sl sb t e t s– ,b t e d a a c u i n e , eo rno o aine y aino ls rjets entra un cuervo majestuoso de la sacra, antigua edad. Ni aún de paso me saluda, ni detiénese, ni duda; pero a un busto que en lo alto de mi puerta, fijo está, sobre aquel busto de Palas que en mi puerta fijo está, va y se posa, y nada más. 259
  • 258. 260 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN F e t a a e c l ayn g a m t i t á i os a e r , rne l v, av er, i rse nm e lga sonreído ante su porte, su decoro y gravedad. “–¡No eres –dije– algún menguado. Cuervo antiguo que has [dejado l sr b r sd l n c e f n a m lys ñ r a ! a iea e a oh, atsa eoil e p u ó i a r b r s ¿ u lt n m r s ñ r a ? n ltncs iea, cá u obe eoil” Dijo el cuervo: “–Nunca más.” Me admiró, por cierto, mucho, que así hablara el avechucho. No era aguda la respuesta, ni el sentido muy cabal; pero en fin, pensar es llano que jamás viviente humano v o p rg a i ,ab s i op j r ,q i t a l e e c b z l i, o rca eta áao ueo lá n l aea de su puerta, sobre un busto que adornara el cabezal. con tal nombre: Nunca más. Pero, inmóvil sobre el busto venerable, el cuervo adusto supo sólo en esa frase, su alma oscura derramar. Y no dijo más, en suma, ni movió una sola pluma. Y yo, al fin: “–Cual muchos otros, tú también me dejarás. Perdí amigos y esperanzas: tú también me dejarás.” Dijo el cuervo: “–Nunca más.” Conturbado al oír esta cabalísima respuesta: “–Aprendió –pensé– las sílabas que repite sin cesar, de algún amo miserable que el desastre inexorable p r i u óy t n o t n o q ep rt e of n r l esgi a at, at, u o rn uea, p rr s o s as se s e o ,s e t i i l f n r l o epno u nuñs u srblo uea, era: “–Nunca, nunca más.” Y, del cuervo reverendo, mi tristeza aún sonriendo, ante puerta y busto y pájaro rodé luego mi sitial, y al amor del terciopelo, fue enlazando mi desvelo mil ficciones indagando qué buscaba, inmemorial, aquel flaco, torpe, lúgubre, rancio y cuervo inmemorial, con su eterno “nunca más”. Mucho ahora, esto inquiría; mudo ante él, porque sentía que hasta lo íntimo del pecho me abrasaba su mirar; esto y más fui meditando, reposándome en lo blando del cojín violeta oscuro que ya nunca oprimirás,
  • 259. LIBRO DE CONSULTA el cojín –junto a mi lámpara– que ya nunca oprimirás, oh Leonora: nunca más. Y ensoñé que en el ambiente columpiaban dulcemente, e i a i si v s b e ,i c n a i i m t r a . msro niils nesro naeil Y exclamé: “–¡Triste alma mía: por sus ángeles te envía el Señor, tregua –y nepente con que al fin olvidarás! ¡Bebe, oh, bebe ese nepente, y a Leonora olvidarás!” Dijo el cuervo: “–Nunca más.” “–¡Ya te enviará aquí el maldito, ya, indomable aunque [proscrito–, oh profeta o ave o diablo –dije–, Espíritu del mal– a este páramo embrujado y a este hogar de horror colmado te empujará la tormenta: dime, oh, dime con verdad: En Galaad, ¿existe un bálsamo? ¡Dime! ¡Imploro la verdad!” Dijo el cuervo: “–Nunca más.” –“Por el cielo que miramos, por el Dios en que adoramos, oh profeta, ave o demonio –dije–, –espíritu del mal: Di si esta alma dolorida podrá nunca, en otra vida, abrazar a la áurea virgen que aquí en vano ha de nombrar! ¡La que se oye “Leonora” por los ángeles nombrar!” Dijo el cuervo: “–Nunca más.” “–¡Partirás, pues has mentido, o ave o diablo!”, clamé, erguido. “¡Ve a tu noche plutoniana! ¡Goza allá la tempestad! ¡Ni una pluma aquí, sombría, me recuerde tu falsía! ¡Abandona ya este busto! ¡Deja en paz mi soledad! ¡Quita el pico de mi pecho! ¡Deja mi alma en soledad!” Dijo el cuervo: “–Nunca más”. Ya ne c e v ,i m v l c l a q i t s h l a m d s h l a ú l uro nói, al: ueo e al, uo e al e t b s o o P l sp l d q ee m p e t f j e t s n u ut, h aa áia u n i ura ia sá; y en sus ojos, torvo abismo, sueña, sueña el diablo mismo, y mi lumbre arroja al suelo su ancha sombra pertinaz, y mi alma, de esa sombra que allí tiembla pertinaz, no ha de alzarse, ¡nunca más! 261
  • 260. 262 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN REALISMO Si los románticos se preocuparon por el hombre y sus sentimientos, otra corriente superó esta preocupación. Lo más importante no fue el sueño, la evocación, el amor sublimado. Frente al sueño: la realidad. Para el Realismo algo más importante que los meros sueños es la realidad humana. Esta importante escuela se nutre con la vida del hombre. Los héroes ya no son los príncipes, las damas y las cortes, los paladines, los protectores del pueblo, sino el pueblo mismo. Y cuando el pueblo es el personaje principal de una obra literaria, esta obra es inmortal. Los galanes fervientes y los palacios, son sustituidos por los hombres que transitan las calles que comen, que aman, que toman su lugar diariamente. Los verdaderos héroes no son seres extraordinarios y poderosos, sino los que saben luchar en su delimitación humana por los suyos. En vez de los grandes señores, son los trabajadores de las fábricas, los campesinos y los aldeanos quienes protagonizan las obras del Realismo. El problema social reacciona contra las complicaciones idealísticas. El hombre es la raíz de la tierra, el movim e t d lu i e s .E e t l l t r r oy n e l b l e ad l p l b a s n l ino e nvro l sio ieai a o s a elz e a aar, io o espontáneo, lo cierto y el habla más apegada a los cuadros simples y dramáticos d l g n ed lp e l .Q i nb s u e l so r sd a t s l e p a e e t t c , e a et e ubo ue uqe n a ba e re óo l lcr séio es seguro que no comprenderá el Realismo. La literatura realista está formada por los rostros de mucha gente y con el sentido del pueblo y de la patria. Es cierto que a veces lo narrado es duro, injusto y hasta cruel, pero es que también la realidad es dura, injusta y cruel. El Realismo no transforma para agradar; sino denuncia para transformar. En el Realismo se encuentra la vena más vigorosa y verdadera de la poesía. El Realismo se arraiga en todas las literaturas cuando los pueblos mayormente oprimidos se expresan a través de los autores que los sienten y los comprenden. Es la voz, la imagen y la manifestación popular, frente a estas circunstancias. El Realismo surge con mayor fuerza en la segunda mitad del siglo XIX en Francia y Rusia. El pueblo ruso bárbaramente explotado, terriblemente oprimido por la tiranía de los zares, participa en la literatura como presagio certero de su liberación. La novela realista se inspira principalmente en acontecimientos históricos y en problemas sociales. El Realismo irrumpe después de la invasión napoleónica de 1812 y antes de la revolución proletaria soviética de 1917. La unión popular rusa vence a la tiranía de Napoleón. El ejército francés es derrotado por el patriotismo ruso y por el crudo invierno. Antes es preciso incendiar las aldeas que dejarlas caer en manos de los merce-
  • 261. LIBRO 263 DE CONSULTA narios y los déspotas. La primera Guerra Mundial es iniciada en 1914, como único recurso de las grandes potencias imperialistas para dividirse el mundo. Este hecho y la Revolución Soviética de 1917, ocasionan la unificación y la libertad definitiva de ese pueblo sojuzgado. Así, el Realismo ruso se divide en antes y después de la Revolución soviética. Después de este grandioso hecho histórico se conoce como Realismo socialista. Autores importantes de la época son: Nikolai Gogol (1809- 1852): Almas M e t s T r s B l a. L ó T l t i ( 8 8 1 1 ) L g e r y l p z A n K r n n . ura, aa ub en oso 12-90: a ura a a, na aeia F d rD s o e s i( 8 1 1 8 )P b e g n e , L sn c e b a c s,C i e yc s i o, eo otivk 12-81 ors ets a ohs lna rmn atg El idiota, Demonios, Los hermanos Karamazov. Antón Chéjov (1860-1904): La gav o a E t oV n a C e t s it, l í ai, uno. El escritor fundamental del Realismo socialista es Máximo Gorki (1869-1936): L mde Nrains M ifni. a ar, arcoe, i naca F d rD s o e s i eo otivk Fedor Dostoievski, el más grande de los realistas rusos de la primera etapa, nació e1 30 de noviembre de 1821 en Moscú. Su madre murió cuando él tenía 16 años. Dos años después su autócrata padre es asesinado. En plena juventud Dostoievski se une a los revolucionarios en 1849 y declaran: “Hemos condenado a muerte a la sociedad actual. Hora es ya de ejecutar el veredicto.” Veinte de los activistas más sobresalientes son detenidos, entre ellos Dostoievski. Los sentencian a muerte. A Dostoievski le ofrecen perdonarle la vida si traiciona a sus compañeros, él la rechaza. A 20 pasos del paredón y frente a las fosas recién cavadas, Dostoievski imagina cómo será eso: la muerte. “Si viviera, haría de cada momento un siglo, no dejaría perder nada…”, (dice en su diario). La ejecución va a efectuarse. Les vendan los ojos. A la voz de: ¡fuego!, los soldados no disparan. Les han perdonado la vida. Les colocan cadenas de forzado y lo sentencian a la prisión de Omsk en Siberia. Presos políticos en un país de tiranía. Dostoievski en su cautiverio, es amenazado, explotado, golpeado, flagelado por el látigo. Expone la vida para salvar a otros compañeros; en castigo casi lo matan a consecuencia de los azotes. Enfermo y débil lo apodan “el cadáver”. D e t é o ad s v d e l n v l M m r a d l c s m e t oE s p l r d l s e sa pc e u ia s a oea eois e a aa ura l euco e o vivos (Zapiskiyzt Bertvavo Doma). Dostoievski se convierte en el hombre más humano. En un hombre verdadero. Su obra revolucionaria, ideológica y estilísticamente, da testimonio de ello. No solamente es el más grande de los escritores rusos, sino el iniciador junto con Gorki, de la gran novela actual.
  • 262. 264 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Dostoievski tiene una muerte consciente. Le dice a su mujer: “Hoy he de morir, Anna”, y subraya en su Biblia la siguiente línea: “Dejo ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia”. Muere el 28 de enero de 1881. Unas semanas m st r ea e i a a t r n c z rA e a d oI . á ad ssnn l iáio a ljnr I Los hermanos Karamazov Esta obra es terminada en 1879. Los hermanos Karamazov es la historia de una familia rusa del siglo XIX. Fiodor Pávlovich Karamazov se casa con una mujer adinerada, y la unión de sus fortunas lo hace un rico terrateniente ruso. De este matrimonio nace Dmitrii (Mitia). La mujer muere y Fiodor vuelve a casarse con una bella y abnegada mujer. Del segundo matrimonio tiene dos hijos: Iván y Aléksieyi (Alíoscha). También enviuda. Fiodor Karamazov es un hombre brutal, vulgar, vicioso y desordenado. Producto de un abuso a una miserable mujer tiene un hijo bastardo, epiléptico e idiota a quien apoda Smerdiákov (el hediondo). La familia está formada por el padre y sus cuatro hijos, de los cuales sólo Smerdiákov vive con el padre. Al comenzar la novela, Alíoscha se encuentra recluido en un monasterio, es místico y espera ser sacerdote. Iván se encuentra en San Petersburgo; es el culto, el intelectual. Mitia vive en la misma ciudad de su padre. Es alegre y desordenado; si no fuera por su gran nobleza, podría decirse que lleva la vida de su padre. Pero esta nobleza lo hace ver las cosas positivas aunque sus actos sean desenfrenados. Smerdiákov hace las veces de sirviente en la casa de su padre. Los cuatro hijos difieren de su padre, cada uno de acuerdo con su forma de ser. Mitia es explotado, pues el dinero que le ha dejado su madre lo gasta Fiodor Karamazov en sus juergas llenas de vino, prostitutas, bailes y música, cada noche en su casa. Mitia debe grandes cantidades de dinero a su padre, quien no obstante no tener derecho al dinero de su hijo, lo obliga a firmar pagarés. Con frecuencia discuten acaloradamente Mitia y su padre. Varias veces se reúnen con el pretexto de que Alíoscha tiene permiso de su superior el padre Zósima para visitar a su padre. Los caracteres se contraponen y las discusiones se hacen cada vez más tensas. Dostoievski, en boca de sus personajes, expone, discute y concreta la vida y la realidad de acuerdo a cada uno de sus antagónicos personajes. Dmitrii tiene una novia aristócrata y egoísta de nombre Katerina Ivánovna (Katka). En una ocasión Iván expone sus conceptos científicos sobre algunos puntos. Uno de
  • 263. LIBRO DE CONSULTA 265 ellos es el crimen. Demuestra argumentando, cómo es posible realizar un crimen, la fundamentación que éste tiene, la razón de que exista el mismo, y la validez de llevarlo a cabo. Todos externan su opinión. En otra ocasión, por causa de dinero, Mitia discute fuertemente con su padre y abandona la reunión. La situación se hace tirante. Katka ofrece y presta el dinero a Mitia para que recupere los pagarés que tiene su padre. Mitia los exige a Fiodor Karamazov, pero éste dice que los tiene una joven que corteja, de nombre Grúschenka, quien es frívola y voluble, de no muy buena reputación y que no amaba a nadie. Mitia busca a Grúschenka y logra encontrarla, pero la identificación en la forma de ser de ambos los obliga a enamorarse. La rivalidad entre Mitia y su padre por la misma mujer hace aún más difícil la situación. Cierta noche, y en presencia de los otros hermanos, la discusión entre Mitia y su padre se sobrepasa. Dmitrii prende a su padre por las solapas y le grita que lo matará. Una mañana aparece Fiodor asesinado con la cabeza abierta a golpes y lleno de sangre. Se acusa inmediatamente a Mitia, a quien se le procesa por parricidio. Sus hermanos atestiguan las amenazas de Mitia y comienzan a perderlo. Grúschenka declara públicamente que ama a Mitia. Esto despecha a Katerina, quien falsea su declaración diciendo que Dmitrii intentaba robar a su padre y aceptando creer que éste lo ha asesinado. Alíoscha va a rezar, pues tiene la certeza de que su hermano no es un asesino. Iván regresa a la casa de su padre, pensativo y preocupado. Se reclina en una mesa y mira aparecer a Smerdiákov con la bata de su padre, bebiendo su vino, fumando sus cigarros y con una mirada de protección lasciva hacia él. Smerdiákov lo felicita por el crimen que ha cometido y brinda por él. Al principio Iván cree que Smerdiákov ha perdido la razón. Pero cuando éste empieza a decirle cómo lo mató, Iván se queda horrorizado. “Yo únicamente interpreté tu pensamiento, he sido un instrumento”, le dice el idiota. Iván se levanta aterrorizado, lo insulta y dice que él jamás pensó matar a su padre. Smerdiákov le devuelve los insultos sentenciando que Iván no es consecuente con sus ideas y que lo ha defraudado. Iván huye para dar rápidamente aviso del acontecimiento. Varios policías llegan para arrestar a Smerdiákov, pero éste se ha suicidado ahorcándose. Iván golpea el cadáver que, como péndulo, se balancea horrorosamente amoratado. Dmitrii es condenado a 20 años de trabajos forzados. La policía rusa es corrupta y acepta dinero de los otros hermanos. Cuando Dmitrii es deportado a Siberia, otro carruaje los intercepta y es puesto en libra. etd
  • 264. 266 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Los problemas que Dostoievski plantea en la novela son esencialmente humanos, son problemas de conciencia. Un hombre es autor material del crimen que todos los demás hubieran deseado cometer. Sin embargo, lo lleva a cabo el más estrecho de ideas, el más torpe: el hediondo. Fiodor Karamazov es el padre vicioso a quien no le importa ni la educación ni el destino de sus hijos; representa los bajos instintos, la escoria del grupo más corrupto de la colectividad. Dmitrii es el hombre impetuoso e impulsivo, pero abierto y generoso “como la víctima antigua de cuya sangre vivían todos”. “Es como Rusia”, dice Dostoievski hablando de Dmitrii. Su embriaguez es como la embriaguez de la vida, en donde todo el mal y todo el bien pueden conjugarse. Es sensual y desordenado, pero sabe el valor de un hombre. Iván es el hombre ambicioso en sus ideas, que intenta conocer y experimentar todo, pero a quien su propio egoísmo le niega no sólo todo ello sino también las afecciones y el comprender a los demás. Alíoscha es el hombre bondadoso, inspirado en el más puro misticismo, pero sin el más elemental sentido de la realidad y, sobre todo, carente de la fuerza y la energía suficientes para enfrentarse a la vida y resolver cualquier conflicto. Smerdiákov es el producto de la humillación, el hombre hecho de servilismo, maldad, astucia y cobardía. Grúschenka es la mujer indolente que no mide ni le interesa lo que sus actos puedan ocasionar. Mezcla el placer y el interés, pero cuando es penetrada por el sentido del amor, se abraza a él, y a él dirige su destino. Katerina es la aristócrata que hipócritamente obra bajo una aparente dignidad, pero que realmente es movida por sus prejuicios, su falso orgullo y su pobrez d eprt. a e síiu A continuación, el diálogo o confesión que hace Dmitrii a Alíoscha, en el que le dice cómo es. Su hermano religioso se identifica plenamente con él. Alíoscha resolvió aguardar. Comprendía que, efectivamente, puede que todo su q e a e e t v e ea o aa l .M t au i s a t s q e óp n a i o h n a o l sc uhcr suis hr lí ii n ntne e ud estv, icds o o dos en la mesa y apoyada la frente en las palmas de las manos. Ambos callaban. —Alíoscha —dijo Mitia—, tú eres el único que no se burla. Yo habría querido empezar… mi confesión… con el himno a la alegría, de Schiller: ¡An die Freude! Pero no sé alemán, no sé más que eso de ¡An die Freude! No pienses que estoy borracho. El coñac es el coñac, aunque yo necesito dos botellas para embriagarme… YS l n e c r r o o ieo l airj, e s v c l n ea n . n u aiat so Pero yo no he bebido la cuarta parte de una botella ni soy tampoco Sileno. No soy Sileno; pero soy fuerte, porque acabo de tomar una determinación definitiva. Perdóname el retruécano, pues hoy debes perdonarme muchas cosas, no ya un retruécano. No te apures, que no desvarío: hablo congruentemente, y en seguida iré al grano. No me voy a sacar a un judío del alma. Espera: ¿cómo es eso?…
  • 265. LIBRO 267 DE CONSULTA Tímido, desnudo y salvaje, se ocultaba e t o l d t e s sc v r a , l rgoia n u aens por los campos erraba el nómada ya o a a d j b l st e r s slds eaa a ira… … … … … … … … … … … … … … … … Sollozos brotaron de pronto del pecho de Mitia. Cogió a Alíoscha de un brazo. —¡Amigo, amigo, en humillación, en humillación también ahora! Terriblemente mucho ha tenido que sufrir el hombre en la Tierra, terriblemente excesiva es su desgracia. No pienses que soy un necio vestido de uniforme de oficial, que bebe coñac y se juerguea. Yo, hermano, casi sólo en esto pienso: en ese hombre humillado, si es que no miento. ¡Ojalá, y Dios me diera no mentir ahora ni pavonearme! Pienso en ese hombre, porque yo soy otro hombre igual. De la abyección de su alma podrá levantarse el hombre, c nl v e am d et e r , o a ij ar ira como tierna alianza forme. Pero he aquí de lo que se trata: ¿cómo puedo yo formar con la tierra eterna alianza? Yo, no beso la tierra, no le desgarro el seno, ¿voy a convertirme yo en labriego o en pastor? Voy y no sé: ¿he ido a parar a la vergüenza y al oprobio o a la luz y a la alegría? ¡Porque en todas partes está la desdicha, porque todo el mundo es un enigma! Y cuando a mí me ha sucedido encenagarme en la más honda, en la más profunda ignominia de la corrupción (y a mí sólo eso me ha ocurrido), siempre me he puesto a releer esos versos de Ceres y el hombre. ¿Qué si me corrigieron? ¡Nunca! Porque yo soy un Karamazov. Porque si me despeño en el abismo, ha de ser derechamente, de cabeza y los pies para arriba, y hasta contento de caer en tan humillante postura y teniéndolo a gala. Y he aquí que, en medio de esta ignominia, de pronto salgo entonando un himno. Bueno que sea yo un maldito, un ruin y un villano, pero también sé besar la orla de ese manto en que se envuelve mi Dios; yo iré al mismo tiempo a la zaga del diablo, pero, a pesar de todo, yo soy tu hijo, Señor, y te a o ys e t a e r a s nl q ee m n on p d í s b i t rys r m, ino lgí, i a u l ud o ora ussi e. El alma por Dios creada bb l een aera ee a tra lgí; … … … … … … … … … … … … …
  • 266. 268 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN ¡Pero basta de versos! He derramado lágrimas, y tú, déjame llorar. Será una sandez, de la que todos se burlan, pero no te rías. Porque a ti también te arden los ojos, te arden. ¡Basta de versos! Quiero decirte ahora algo de los insectos, de esos a los c a e d oD o l s n u l d d uls i is a esaia. A isco l ljra l net… a uui. Yo, hermanito, soy ese mismo insecto, y por mí he dicho eso especialmente. Y todos nosotros, los Karamazov, somos así, y también dentro de ti, que eres un ángel, v v e i s c oye t s n r s e g n r nt m e t d s L b l e a . e u at e e d ie l net n u age e neda epsae. a elz.. s n rmna y espantable cosa. Tremenda, porque es infinita y no se la puede definir, ya que Dios no nos ha propuesto sino enigmas. Ahí las orillas se juntan, ahí todas las antítesis viven revueltas. Yo, hermanito, soy muy inculto; pero en esto he pensado mucho. Tremendamente hay muchos misterios. Demasiados enigmas surgen en la Tierra del h m r .A i i a s s b s ys le j t d la u .¡ ab l e a P re o n p e os f i obe dvn, i ae, a nuo e ga L elz! o s, o ud urr que algunos hombres, hasta de corazón superior y de gran talento, empiecen por el ideal de la Madona y terminen por el ideal de Sodoma. Todavía es más tremendo aquél, que ya con el ideal de Sodoma en el alma, no reniega también del ideal de la Madona y su corazón arde por él y de veras, de veras arde, igual que en la niñez, en los años inmaculados. No; amplio es el hombre, hasta demasiado amplio; yo lo habría hecho más angosto. El diablo sabe lo que en el fondo es. Lo que a la inteligencia parece ignominia, al corazón se le antoja belleza. En Sodoma, ¿hay belleza? Creo que también en Sodoma la hay para la inmensa mayoría de la gente… ¿Conocías tú o no ese secreto? Pavoroso es eso de que la belleza no sólo sea terrible, sino también algo misterioso. Ahí el diablo lucha con Dios, y el campo de batalla es… el corazón del hombre. Aunque, por lo demás, aquél a quien le duele es que de ello habla. Ahora, al grano; oye. —Yo allí me entregué al desenfreno. Antes decía mi padre que yo, con algunos miles de rublos, pagaba la seducción de las jóvenes. Esa es una puerca calumnia, y jamás hubo tal cosa, y en lo que hubo no era menester para eso dinero. Tenía dinero…, lo secundario, fuera del alma, el escenario. Hoy, una dama mía; mañana, una c i ad la r y .Yc nl u ayl o r ,t nc n e t ,g s ée d n r am n sl e a , hc e roo o a n a ta a otno at l ieo ao lns en música, en fiestas, en gitanos. Cuando hacía falta, también a ellas se lo daba, porque lo toman, lo toman con ansia, preciso es confesarlo, y contentas y agradecidas. Me amaron señoritas, no todas, aunque las hubo que sí; pero yo siempre amé las c l e u l s l ss l n i s syo c r sc l e u l s p rd t á d l sp a a ;a l s d l aljea, a iecoa sua aljea, o ers e a lzs lí e a a a e t r ,a l l i e p r d ,a l l p r ae e f n o Y ,h r a i o a e ó i a e t vnua lí o nseao lí a el n l ag. o emnt, lgrcmne h b o A u ,e e p e l ,n e i t nv r a e a c l e a ,a nc a d s l sh ym r al. qí n l ubo o xse eddrs aljs u uno í a a oa les. Mas si tú fueses como yo, comprenderías lo que esto quiere decir. Me gustaba la corrupción, y me gustaba también el bochorno de la corrupción. Me gustaba la crueldad. ¿Es que no soy una chinche, un insecto dañino? Dicho está…, Karamazov. U av zu p c n c d t d e p e l ;f e o a l d s e e t o k s e l o c r d d e n e n i-ik e oo l ubo urn lá e it ria; n a suia, n
  • 267. LIBRO 269 DE CONSULTA i v e n ,e e t i e ,m p s aa r t r el m n au av c n t yl o l g éab s r e niro n l rno e ue peal a ao n eiia a biu eas conmigo a aquella señorita, hija de un funcionario, pobre, simpática, mansa, dócil. Me permitió, mucho me permitió en la oscuridad. Pensaba, la pobrecilla, que yo al otro día iba a ir a su casa a pedirla (porque a mí, principalmente, me querían para marido); pero yo, luego de eso, no volví a dirigirle la palabra, ni media palabra, en cinco meses. Veía yo cómo me seguían desde un pico de la sala, cuando bailaba (aquí no se hace más que bailar), ¡sus ojos!, veía cómo ardían en un fuego…, en un fuego de íntima indignación. Entretenía ese fuego sólo a mi sensualidad de insecto, que yo en mi corazón alimentaba. A los cinco meses casó con un funcionario y se fue enojada, puede que queriendo todavía. Ahora son felices en su matrimonio. Fíjate en que yo no se lo conté a nadie, no me vanaglorié; aunque soy ruin en mis deseos y la ruindad me gusta, no carezco de honor. Te pones colorado, te echan fuego los ojos. Basta, para ti, de este fango. Y todo esto aún no son más que flore, uqe l re uao a rcó a e earló n l la c l a pauldecoquescas a n u e c u l g s n y c e i , y s d s r o l e e a m . ils Aquí, hermanito, todo un álbum de recuerdos. ¡Que Dios os dé salud, simpática! Yo, al romper, no gustaba de reñir. Y jamás vendía a ninguna, jamás de ninguna me ufanaba. Pero ¡basta! ¿Te figuras que yo sólo te llamé para estas porquerías? No, yo voy a contarte algo más curioso; pero no te asombres de que no me dé vergüenza d t ,yh s ap r c q es e t a e r a e i at aee u ino lgí. —Eso lo dices porque me puse colorado –observó Alíoscha de pronto–. Yo no me ruboricé por lo que dijiste ni por tus cosas, sino porque yo soy exactamente i u lat . ga i Máximo Gorki La lucha contra el medio social, desesperada, implícita en la época y captada en todas las obras de Dostoievski va cobrando forma. Y su forma es de organización. Y la organización propicia las acciones. Y las acciones cambian las condic o e s c a e .A o g n z r ee p e l r s ,g i d p rs sv r a e o l d r s ins oils l raias l ubo uo uao o u eddrs íee, la lucha popular toma el perfil de revolución. Las condiciones infrahumanas en que viven los millones de habitantes rusos, la ostentación y el poderío desmedidos de los zares, su impopularidad y la ambición irrefrenable de los funcionarios alrededor del poder, contrastando con el hambre y la miseria del campo y la ciudad dividen y cambian la historia de Rusia. (Y no sólo de este pueblo. Muchos otros pueblos se liberaron también aprovechando las condiciones sociales de la revolución soviética: Yugoslavia, Ucrania, Polonia, etc.) A Máximo Gorki (1868-1936), le toca dar testimonio literario de esta epopeya gloriosa de la humanidad. Los años comprendidos entre su nacimiento y su muerte son años decisivos para Rusia y para el mundo. A lo largo de sus 67 años de vida, el
  • 268. 270 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN mundo antiguo entra en decadencia, la humanidad tiene otro amanecer y aparece la nueva generación, la primera de un hombre diferente. Gorki trabaja los géneros que le permiten estar más cerca de su pueblo. Esc i eo r st a r l sc m l sV r n a t s L sh j sd ls lyL sb r a o ,e l s rb ba etae oo o eaene, o io e o o ábrs n a que los héroes son luchadores verdaderos. El idealismo valeroso de sus personajes se une a la certera e implacable crítica de las costumbres burguesas y de los aristócratas. Sus novelas Pequeños burgueses Bajos fondos, Enemigos y El , esbozo de V. I. Lenin son de lo más representativo de su producción en prosa. Pero indudablemente es su novela: La madre la que mayormente penetra al e p r t d l s p e l s D s e s p i e a o r , Narraciones s s p i c p l s p r síiu e o ubo. ed u rmr ba , u rniae es n j sf e o l sd s e e a o ,“ n í e i d l a e t c ó b r u s ” L l n a oae urn o ehrdds attss e a fcain ugea. a íe del escritor estaba definida. Cuando Gorki tiene 36 años Rusia está en el primer periodo de su revolución (1905-1907). Al cumplir los 48 años, las luchas del proletariado logran la victoria revolucionaria. Triunfa la primera revolución popular del mundo. Toda la obra de Gorki se escribe con el lenguaje de la aut n i ah s o i d l sp e l s étc itra e o ubo. La madre Lenin hace el juicio más certero de La madre: “Es un libro necesario, muchos obreros participaban en el movimiento revolucionario de modo no consciente, espontáneo, y ahora el leer La madre les reportará gran provecho.” La madre sólo es publicada en Rusia hasta el triunfo de la Revolución; pues antes apareció mutilada, además de entablarse contra Gorki acción judicial. Ya para 1908, 14 países habían traducido y editado la obra. Gorki estuvo infinidad de veces en p i i np rc n i e a e g b e n d l t r n a“ e i r s ”s t a a ol t r r o rsó o osdrr l oiro e a iaí plgoo u rbj ieai. En Kiev, Rostov, Don, Saratov, Odesa, y en muchas otras ciudades, las representaciones de sus obras se convertían en mítines que invariablemente exigían l lbra d Gri a ietd e ok. La madre no es únicamente una descripción de la lucha revolucionaria, sino la narración del proceso de esa lucha, y la depuración y transformación interior que se da en el hombre, en las masas, haciéndolo nacer (conscientemente) por segunda vez. Es el testimonio de la lucha de un pueblo en representación de todos los pueblos contra las fuerzas que oprimen al hombre hasta lograr su liberación. Esta obra ejemplar despierta y fija los tres más elevados sentimient s h m n s l m t r i a , l f a e n d d y l l c a P r e l , e c r c e d La o uao: a aendd a rtria a uh. o lo l aátr e
  • 269. LIBRO DE CONSULTA 271 madre es universal, puesto que va dirigida y representa a toda la humanidad. La idea principal es la concepción del socialismo que funda los principios de un nuevo régimen social justo. Llegar al triunfo –aunque la novela no llega hasta este tiempo, pero lo hace sentir–, implica no sólo ese segundo nacimiento, sino accionar derrotando el sentido del miedo. La madre conscientemente revolucionaria por la actitud de su hijo, le pregunta en un pasaje, refiriéndose a los gendarmes y a las cárceles: “¿que desgarren el cuerpo, que rompan los huesos? Cuando pienso en esto, Pável, querido mío, ¡me da horror!” Y él responde: “Rompen el alma… Eso duele más, el que desgarren el alma con manos sucias.” Pero también la madre logra sobreponerse, porque hay algo más importante que todos los estados de ánimo y es la lucha por la libertad. Cuando se ve perdida y el temor la invade, se recrimina a sí misma: “¡No cubras de vergüenza a tu hijo! ¡Nadie tiene miedo!” La madre tradicional no ha podido o no ha querido comprender el sentido l b r a i d s sh j s N l v ae l p i e am d ee t d l l t r t r u i e ietro e u io. íon s a rmr ar n oa a ieaua nvr sal que no sólo comprende, sino participa y lucha del lado de su hijo, como ejemplo para las madres de todas las épocas. Pável exclama con certeza de la realización: “Cuándo un hombre puede llamar a su propia madre también madre en espíritu… ¡Es una dicha rara!” Ese sentido colectivo del amor, la solidaridad por todos, obliga también a diferenciar el hermano del enemigo. “La vida está construida con tan diabólico arte que, sin saber odiar, no es posible amar sinceramente”, dice Gorki, y este mismo concepto coincide 60 años más tarde en el pensamiento del guerrillero heroico: “Hay que odiar con amor revolucionario.” El doctor Boris Bialik apunta: “Máximo Gorki contrapuso a la falsa razón la verdadera, la revolucionaria, que afirma la necesidad de derribar el v e or g m ns c a ,i c u op rl v o e c a s n q e a ao r r m d o ys e ij éie oil nls o a ilni, i o udb to eei, i l enemigo obliga a ello, de un modo implacable. El hombre, en su desarrollo, pasa de la protesta espontánea a la lucha consciente. Gorki considera la violencia revolucionaria, como algo forzoso y temporal, preciso solamente para la creación de un mundo nuevo, en el que será innecesaria e imposible toda suerte de violencia. La Revolución Socialista trae consigo la destrucción del mundo que ha impuesto al alma del hombre la tortura del desdoblamiento y la desmembración. La esencia de esa Revolución es el amor al ser humano. Si al humanismo se le separa de la Revolución, deja de ser verdadero humanismo, y si a la Revolución se la separa del humanismo, deja de ser verdadera Revolución.” Ninguna novela ha tenido un número tan alto de lectores. En Alemania la obra fue difundida en los periódicos en millares de ejemplares. Más
  • 270. 272 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN t r ee o r sp í e ,h s aq el e óac n e t r ee e l b op e i e t d l s ad n to ass at u lg ovris n l ir rdlco e o proletarios del mundo. Pero la gran importancia de La madre es la influencia que con fuerza decisiva tuvo, tiene y tendrá en los destinos de millares de hombres. Máximo Gorki señala y establece con su propia obra la verdadera finalidad X de la literatura del siglo X : hablar la palabra del pueblo y devolvérsela en la forma de toma de conciencia. La trama de La madre es la siguiente: Pável es un niño cuyo padre robusto y pendenciero es obrero. Éste golpea constantemente a la madre, Nílovna. Cuando Pável tiene 14 años su padre trata de golpearlo, pero Pável se defiende amenazadoramente empuñando un martillo. El padre arguye que en adelante no dará para comer, que lo haga Pável. Un año después muere. Un día Pável regresa ebrio y golpea la mesa para pedir a su madre que le sirva de cenar. Ésta se acerca mirándolo tristemente, le besa la frente y le pide que nunca beba más. “Tu padre ya bebió suficiente por los dos”, le dice. Pável no vuelve a hacerlo. Después, se vuelve serio y reservado; siempre trae libros que lee hasta altas horas de la noche. Aunque Nílovna “había olvidado como leer”, le pregunta qué contienen esos libros. Pável responde: “son libros prohibidos”. A instancias de Nílovna, Pável le explica su ideología y le descubre todo lo que ella había sufrido y por qué. Nílovna entristece. Después Pável tiene compañeros que leen y estudian con él. Nílovna tiene miedo de esos seres extraños. Llega el primer día en que Pável lleva a casa a sus compañeros, todos obreros, y una maestra, Natasha Vasílievna, Nílovna pierde el miedo al ver sus caras inocentes y llenas de fe en una nueva vida. Andrei, “el pequeño ruso”, muchacho alto, delgado y alegre, llama su atención. Un hermoso personaje que se destaca es Sachenka, heroica y decidida joven que más adelante se convertirá en el símbolo del amor nuevo: mujer, compañera y combatiente. Las reuniones se hacen frecuentes y se interrumpen hasta que un soplón de la fábrica los d n n i .L sp l c a r g s r nl c s s ne c n r rn d ys c e t a av r o euca o oiís eita a aa i nota aa eusrn ais compañeros. Pável redacta volantes revolucionarios y los lleva a la fábrica. Él también es detenido. Los militantes de la ciudad se ponen en contacto con la madre, quien continúa la tarea de su hijo. Nílovna pide trabajo a una señora que lleva comida a la f b i a b r al v g l n i ye e m m n od v n e l sc m s i l s d s r b árc, ul a iiaca n l oet e edr o oetbe, itiu ye secretamente los volantes. Andrei sale de la cárcel y se va a vivir con la madre. Andrei le enseña otra vez las letras para que Nílovna pueda leer. Pável sale de la cárcel por falta de pruebas, y con los demás organiza una manifesta-
  • 271. LIBRO DE CONSULTA 273 ción y un día de huelga para el primero de mayo. A la hora señalada los obreros se reúnen y cantan un himno. Pável marcha a la cabeza de la manifestación con una bandera roja, pero los soldados cierran el paso y reprimen a los manifestantes, quienes, atemorizados, se desbandan. Pável y los demás activistas se mantienen firmes, pero los soldados les rodean y los hacen prisioneros. Otro compañero, Nikolái Ivánovich, lleva a Nílovna a la ciudad a vivir con él. Ella e t b e ec n a t c nl sc m e i o yl sl e av l n e ,d a i syl b o yl s salc otco o o apsns e lv oats iro irs o organiza alrededor de un periódico editado por Nikolái, en el que escribe el l d rc m e i o R b n íe apsn, ii. Nílovna visita a Pável en la cárcel y ambos se sienten orgullosos de su mutua lucha. El líder Ribin cae prisionero y la madre ve cómo es salvajemente golpead yt r u a oe l p a ad lp e l .E l l l e a at d e m t r a r v l c o o otrd n a lz e ubo la e lvb oo l aeil eouinario en una maleta; no se acerca, y hace un nuevo contacto con otro campesino. Los revolucionarios deciden liberar a Pável antes de que sea enjuiciado, pero él se niega. Suponen que es por pronunciar su discurso frente al jurado, pero Pável cede su lugar al líder campesino Ribin. La fuga de Ribin se lleva a cabo y Nílovna la presencia desde una esquina, pero un agente se fija en ella cuando regresa a su casa. Llega el juicio. Ahí se encuentran todos los soldados que dispararon y t d sl sr c sp d r s s oo o io oeoo. La madre los mira como una masa informe, sin creer en los falsos recursos que ellos mismos utilizan para justificar la represión. Nílovna percibe la rabia de los jueces provocada por los fuertes y valerosos jóvenes. Les duele comprender que el tiempo de vivir a costa del sudor y de la sangre toca a su fin. Pável toma la palabra y dice uno de sus mejores discursos. Los demás presos políticos hablan también, uno a uno. El jurado los condena a prisión en un campo de concentración en Siberia. En el juicio, el mismo agente observa nuevamente a la madre. Nikolái le entrega a la madre el discurso de Pável y lo imprimen para difundirlo. Esa noche caen prisioneros Nikolái y dos compañeros más. A la mañana siguiente Nílovna lleva el discurso de su hijo en una maleta a la e t c ó d lf r o a r le e p r d lc n a t e c r a od d s r b i l .E a e t sain e ercri n sea e otco nagd e itiuro l gne la reconoce y, junto con otros policías, trata de prenderla. Al darse cuenta del peligro, la madre vence la impresión y se dirige a la gente de la estación denunc a d e i t n od a r s r a L sp l c a n p e e j s i i a s a t i d g o ino l net e peal. o oiís o udn utfcr u co nin y vociferan que es una ladrona. La madre los desmiente y arroja los volantes que lleva en la maleta gritando que su hijo va a prisión por luchar para acabar con las miserias de los pobres. La gente de la estación se pone del lado de la madre. Eso se convierte en un mitin y se arrojan contra los policías gritando
  • 272. 274 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN que la dejen ir. Los uniformados represivos tratan inútilmente de acallar a Nílovna, la golpean salvajemente, pero ella sigue hablando. En un arranque de pánico y cobardía, uno de los policías la prende por el cuello con sus manos y a r e ah s ae t a g l r a pit at srnual. La novela termina aquí. Pero como ha quedado en la historia, aparecen otras madres y miles de Pável, Nikolái y Ribin. Ellos inmortalizan en sus actos la imagen de los heroicos personajes y avanzan juntos hasta el día de la victoria. Incluimos un fragmento de la segunda parte de La madre: el discurso de Pável at e jrd. ne l uao De pronto, se levantó Pável, y al instante se hizo un silencio inesperado. La madre inclinó todo el cuerpo hacia adelante. Pável hablaba con serenidad: —Como hombre de partido no reconozco más tribunal que el de mi partido y no voy a hablar para defenderme, sino obedeciendo al deseo de mis camaradas que tampoco han querido defensor; voy a intentar explicaros lo que no habéis entendido. E f s a h c l f c d n e t am n f s a i nb j l b n e ad l s c a d m c a i l icl a aiiao usr aietcó ao a adr e a oil eorca como un levantamiento contra las autoridades supremas y ha hablado constantemente de nosotros considerándonos como rebeldes contra el zar. Debo declarar que, para nosotros, la autocracia no es la única cadena que aprisiona el cuerpo del país, sino solamente la primera cadena de la que debemos liberar al pueblo… El silencio se había hecho todavía más profundo al resonar de aquella voz firme, que parecía ir ensanchando los muros de la sala, y era como si Pável fuera alejándose d la d t r o a q i i n om y rr l e e e uioi, dured ao eiv. Los jueces se removieron pesadamente, con inquietud. El mariscal de la nobleza murmuró algunas palabras al magistrado con cara de hastío, éste asintió con la cabez ys d r g óa v e e i l ,m e t a q e p re o r l d ,l h b a aa o d s c l g a e iii l ijclo inrs u, o l to ao e alb l ío u oea d t a ae f r i a E p e i e t ,o c l n oe s s l ó d d r c aai q i r a d j e rz nemz. l rsdne siad n u iln e eeh zued, io algo a Pável, pero su voz se fundió en el torrente, amplio e igual, de las palabras de Váo. lsv —Nosotros somos socialistas. Esto quiere decir que somos enemigos de la propiedad privada, que desune a los hombres, los arma a unos contra otros y crea una h s i i a i r c n i i b ed i t r s s q em e t c a d i t n ao u t roj s i i a otldd reoclal e neee; u ine uno net cla utfcr esta hostilidad y pervierte a todos con la mentira, la hipocresía y la maldad. Nosotros decimos: la sociedad que considera al hombre únicamente como instrumento para enriquecerse, es antihumana, nos es hostil; no podemos tolerar su moral hipócrita y falsa; estamos contra su cinismo y la crueldad con que trata al individuo; queremos luchar y lucharemos contra todas las formas de avasallamiento físico y moral del hombre empleadas por esta sociedad, contra todos los métodos de trituración del hombre para satisfacer la avidez. Nosotros, los obreros, somos los que
  • 273. LIBRO DE CONSULTA 275 creamos todo con nuestro trabajo, desde las máquinas gigantescas hasta los juguetes para los niños, y, sin embargo, nos vemos privados del derecho a luchar por nuestra dignidad humana; cada cual se esfuerza y puede convertirnos en instrumentos para la consecución de sus fines; nosotros ahora queremos tener una libertad que nos permita conquistar, con el tiempo, todo el poder. Nuestras consignas son sencillas: ¡Abajo la propiedad privada!, ¡todos los medios de producción para el pueblo, todo el poder para el pueblo, el trabajo es obligatorio para todos! Como veis, ¡no somos unos motineros! Pável sonrió y pasóse lentamente la mano por los cabellos; el fuego de sus ojos azules adquirió de pronto mayor resplandor. —¡Le ruego que se ciña al asunto! —dijo el presidente con voz neta y fuerte. Se volvió hacia Pável con todo el pecho y le miró; parecióle a la madre que en su empañado ojo izquierdo encendíase un fulgor ávido y malévolo. Todos los jueces miraban a su hijo de tal modo, que parecía que sus ojos se pegaban a la cara del joven, adheríanse a sus músculos, ávidos de chuparle la sangre para reanimar con ella s sa o a o c e p s YP v l e g i o d e e a ae t t r ,s a z b f e t yf r e u gtds uro. áe, rud, e lvd saua e laa ure im, t n í h c ae l ss b a o d c e d c nv zn a t ,p r d s i t : eda ai lo u rz, iino o o o la eo itna —Somos revolucionarios y lo seguiremos siendo mientras unos solamente manden y otros sólo trabajen. Estamos contra la sociedad cuyos intereses tenéis orden de defender. Somos enemigos irreconciliables de ella y de vosotros, y no habrá reconciliación posible mientras no venzamos. ¡Venceremos nosotros, los obreros! Vuestros mandantes no son, en absoluto, tan fuertes como ellos se figuran. Esa propiedad que amontonan y guardan, sacrificando para ello a millones de seres esclavizados, esa misma fuerza que les da poder sobre nosotros hace surgir entre ellos conflictos hostiles y los arruina física y moralmente. La propiedad exige un esfuerzo excesivo para su conservación, y, en realidad, todos vosotros, nuestros amos, sois más esclavos que nosotros mismos; vosotros estáis esclavizados en espír t ,m e t a q en s t o l e t m ss l f s c m n e V s t o n p d i l b r a o iu inrs u oors o sao óo íiaet. oors o oés ietrs del yugo de los prejuicios y de los hábitos que os han matado ya moralmente, mientras que a nosotros nada nos impide ser interiormente libres. El veneno que nos dais es más débil que el antídoto que vosotros —sin querer— vertéis en nuestra conciencia. Ésta crece y se desarrolla sin cesar, se enciende cada vez más rápidamente y arrastra consigo a lo mejor, a todo lo moralmente sano, incluso de vuestro medio. Advertid que ya no tenéis a nadie que pueda luchar con ideas en defensa de vuestro poderío; habéis agotado ya todos los argumentos capaces de protegeros contra el empuje de la justicia histórica, no podéis crear ya nada nuevo en el dominio de las i e s s i e t r l sd e p r t .E c m i ,n e t a i e ss d s r o l n s e c e d n da, os séie e síiu n abo usrs da e earla, e nine con resplandor cada vez mayor, abarcan a las masas populares, organizándolas para la lucha por la libertad. La conciencia del grandioso papel de los obreros aúna a todos los proletarios del mundo en una sola alma, y a vosotros os será imposible
  • 274. 276 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN detener este proceso regenerador de la vida, como no sea con la crueldad y el cinismo. Pero el cinismo es evidente para todos, y la crueldad irrita al pueblo, y las manos que hoy nos estrangulan estrecharán pronto las nuestras en apretón fraterno. Vuestra energía es la energía mecánica producida por el aumento del oro, os une en grupos predestinados a devorarse mutuamente; la nuestra es la fuerza viva y sin cesar creciente del sentimiento de solidaridad de todos los obreros. Cuanto hacéis es criminal, ya que tiende a sojuzgar al hombre; nuestro trabajo libera al mundo de los fantasmas y monstruos engendrados por vuestra mentira, por vuestra maldad, por vuestra codicia; monstruos que atemorizan al pueblo. Habéis arrancado al hombre de la vida y le habéis aniquilado; el socialismo une el mundo, destrozado por nosotros, en un todo único y grandioso. ¡Así será! Pável se detuvo un momento, y repitió más abajo, con más fuerza: — A ís r ! ¡s eá Cuchicheaban los jueces, haciendo muecas raras, sin apartar de Pável los ávidos o o ,yl m d es n í q ee s c a a c na u l a m r d se c e p e b l oyf e t js a ar eta u nuibn o qels iaa l uro set ure d lh j ,e v d a d s s l d s f r a e a s l z n a L sa u a o e c c a a a e e io niino u au, u otlz, u oaí. o csds suhbn tn tos las palabras del camarada; sus rostros habían palidecido, sus ojos fulguraban de alegría. La madre bebíase las palabras del hijo, que se le iban quedando grabadas en la memoria, en filas bien formadas. En varias ocasiones el viejecillo interrumpió a P v l h c é d l a g n o s r a i n h s at v u av zu as n i at i t .P v ll áe, ainoe lua bevcó, at uo n e n ors rse áe e oía en silencio, y de nuevo empezaba a hablar con voz serena, pero tranquila, que reclamaba atención, sometiendo a su voluntad la de los jueces. Al fin, el vejete pror u p óe g i o ,t n i n oe b a oh c aP v l É t ,c nu al v i o í e l v z rmi n rts eded l rz ai áe. se o n ee rna n a o, rps: euo —Termino. No quería ofenderos personalmente; por el contrario, como asistente forzoso a esta comedia que llamáis juicio, casi os tengo lástima. A pesar de todo, sois hombres, y a nosotros siempre nos duele el ver a unos hombres, aunque sea enemigos de nuestros fines, rebajarse de manera tan vergonzosa al servicio de la violencia, perder hasta tal extremo la conciencia de su dignidad humana… MODERNISMO Alrededor de 1850, en la literatura se marcan dos caminos muy notorios: el Realismo naciente, y el cultivo al exquisito cuidado de la forma, aunque rompiendo con los moldes tradicionales, que se denomina Modernismo. El Modernismo tiene influencia francesa (“Los poetas modernistas piensan en francés”, critica el maestro Mejía Sánchez.) más concretamente de Víctor Hugo. Entre estas dos corrientes hubo otras tendencias, como el Parnasianismo: Rimbaud
  • 275. LIBRO 277 DE CONSULTA (1854-1891), Verlaine (1844-1896), y el Simbolismo: Charles Baudelaire (18211867), cuya obra poética va más allá de su propio tiempo e influye durante todo el siglo XIX y principios del XX. El Modernismo se inició como modalidad transitoria, pues abundaba en imitaciones. Pero el mayor representante de esta corriente, quien la inició, es el nicaragüense Félix Rubén García Sarmiento: Rubén Darío. Darío nació en Metapa, Nicaragua, el 18 de enero de 1867 y murió en 1916. La obra de Darío corresponde a una de las formas de vida social d l é o a c l a a i t c á i a y d p o á i a L m y r t a c n e c a d l M dere a pc: ut, rsortc ilmtc. a ao rsedni e o nismo está en el teatro (Valle-Inclán), y no en la poesía. La poesía del Modernismo tiene como fundamental preocupación el cuidado de la forma, la s p r c ó yl d p r c ó d le t l ,e l r s om sp r e t yr f n d ,e c n o ueain a euain e sio l iim á efco eiao l at más entonado y minucioso. Incluye innovaciones métricas, abundancia de met f r s l n u j p e i s s aya t f c o i a e l st m s E m e t oM l a e áoa, egae rcoit riiisdd n o ea. l asr ilrs Carlo se refiere a todo ello y afirma: “Hicieron que esta obra se mirase como magnífica labor de orfebre, falta de verdaderos sentimientos y, por tanto, de humana poesía”, pero más adelane lo exculpa: “La marquesa que se ríe, la princ s q ee t t i t ,l sc n a r sq ed a o a s b ee m s e i d l v d yd ea u sá rse o etuo u ilgn or l itro e a ia e la muerte, la oración sobre la tumba de Verlaine, en cuyas palabras mágicas suenan fundidos el sentimiento pagano y el cristiano, y los demás temas que en este libro se expresan con maravillosa riqueza musical y pictórica, no son meros virtuosismos, sino realidades humanas, poéticas y eternas”. Rubén Darío Rubén Darío se forma con los jesuitas. Su juventud y madurez es la de un diplomático aburguesado con extraordinario talento. Viaja por casi toda Améric i e t f c n o e a i u lq em c o o r se c i o e ,c nl c v l z c ó e a dniiáds, l ga u uhs to srtrs o a iiiain u ropea, particularmente la de Francia. Su obra reconocida internacionalmente está plena de los modelos parisinos, y sobre todo, de la poesía de Víctor Hugo, quien lo influye grandemente. Esto se nota primordialmente en Azul. Una revitalización definitiva en la poesía de Darío fue su contacto con la nueva generación española llamada del 98 y representada por Benavente, Unamuno, Azorín, Valle-Inclán y Baroja. Los libros que nacen después de este encuentro son: España contemporánea y Cantos de vida y esperanza (1905). Las obras más importantes de Darío son: Azul, formada por cuentos, prosas poéticas, sonetos y medallones (poemas dedicados a otros escritores); Cantos de vida y esperanza y
  • 276. 278 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Prosas profanas. Este último libro asienta el Modernismo que se extiende por todo el mundo de habla española. Disentimos de quienes culpan a Darío y lo acusan de que influyó a gran cantidad de poetas hispanoamericanos de fines del siglo XIX y principios del XX, particularmente en México, con excepción de Díaz Mirón, Manuel José Othón y Ramón López Velarde. Fueron aquellos vates, entre los que podemos mencionar a Gutiérrez Nájera y Amado Nervo, los que muchas veces malentendieron la poesía de Darío y la utilizaron como una forma de escape a su vida seudorromántica, ególatra y exquisita; llevando al Modernismo a su más negativa manifestación. Por eso, afirmamos que el Modernismo en la poesía nació con Darío y murió con él. , nlio , e ats e ia seaz, u om D Azul i c u m s La canción del oro y d C n o d v d y e p r n a s p e a e A Roosevelt, que sobresale de todos los demás. LA CANCIÓN DEL ORO Aquel día, un harapiento, por las trazas un mendigo, tal vez un peregrino, quizás un p e a l e ó b j l s m r d l sa t sá a o ,al g a c l ed l sp l c o ,d n e ot, lg, ao a oba e o lo lms a rn al e o aais od hay desafíos de soberbia entre el ónix y el pórfido, el ágata y el mármol; donde las a t sc l m a ,l sh r o o f i o ,l sc p l sd r d s r c b nl c r c ap l d d l la ouns o emss rss a úua oaa, eie a aii áia e sol moribundo. H b at a l sv d i sd l sv n a a ,e l sv s o e i i i sd l sr q e a ,r s aí rs o iro e a etns n o ats dfco e a iuzs ot o d m j r sg l a d syd n ñ se c n a o e .T a l sr j ss a i i a a e t n rs e uee alra e io natdrs rs a ea e dvnbn xesos jardines, grandes vertedores salpicados de rosas y ramas que se balanceaban acompasada y blandamente como bajo la ley de un ritmo. Y allá en los grandes s l n s d b ad e t re t p zp r u a oyl e od o o l b a c e t t a e b o c aoe, eí e sa l ai uprd ln e r, a lna sau, l rne chino, el tibor cubierto de campos azules y de arrozales tupidos, la gran cortina recogida como una falda, ornada de flores opulentas, donde el ocre oriental hace v b a l l ze l s d q er s l n e e L e o l sl n sv n c a a ,l sp l s n r sy irr a u n a ea u epadc. ug, a ua eeins o aiado l sc d o ,l sn c r syl sé a o ,ye p a on g oya i r o q er em s r n os s o ers o áae o bns l in er bet, u í otad u t c a c m u al n ad n a u a yl sa a a c i t l n s d n ea z l sv l sp o u a els oo n id etdr, a rñs rsaia, od la a ea rfss l a i t c a i d b a c c r .¡ h ym sa l !M sa l e c a r v l o o d r d p r a rsorca e lna ea O, á lá á lá l udo ais, oao o el tiempo, el retrato que firma Durand o Bounat y las preciosas acuarelas en que el tono rosado parece que emerge de un cielo puro y envuelve en una onda dulce desde el lejano horizonte hasta la hierba trémula y humilde. Y más allá… ***
  • 277. LIBRO 279 DE CONSULTA (ur l tre Mee a ad. L e aal sp e t sd lp l c ou c r u j f a a t yc a o a o B j u ap r j y lg a ura e aai n arae lmne hrld. aa n aea entra con tal soberbia en la mansión, que el mendigo piensa: decididamente, el aguilucho y su hembra van al nido. El tronco, ruidoso y azogado, a un golpe de látigo, a r s r e c r u j h c e d r l m a u a l sp e r s N c e ) rata l arae aino eapger a ida. oh. *** Entonces en aquel cerebro de loco, que ocultaba un sombrero raído, brotó como el germen de una idea que pasó al pecho, y fue opresión, y llegó a la boca hecho himno que le encendía la lengua y hacía entrechocar los dientes. Fue la visión de todos los mendigos, de todos los suicidas, de todos los borrachos, del harapo y de la llaga, de todos los que viven, ¡Dios mío!, en perpetua noche, tanteando la sombra, cayendo al abismo, por no tener un mendrugo para llenar el estómago. Y después la turba feliz, u o u oe e l c o b a d , l t u a y e á r o v n q e h e v , e r s y e moiré q e c n s r c l eh lno a rf l ue io u ire l ao l ríen; el novio rubio y la novia morena cubierta de pedrería y blonda, y el gran reloj que la suerte tiene para medir la vida de los felices opulentos, que en vez de granos de arena, deja caer escudos de oro. *** Aquella especie de poeta sonrió; pero su faz tenía aire dantesco. Sacó de su bolsillo un pan moreno, comió y dio al viento su himno. Nada más cruel que aquel canto tras e mric. l odso ¡Cantemos el oro! Cantemos el oro, rey del mundo, que lleva dicha y luz por donde va, como los fragmentos de un sol despedazado. Cantemos el oro, que nace del vientre fecundo de la madre tierra; inmenso tesoro, l c er b ad e au r g g n e c . eh ui e s be iatsa Cantemos el oro, río caudaloso, fuente de la vida, que hace jóvenes y bellos a los que se bañan en sus corrientes maravillosas, y envejece a aquéllos que no gozan de s sr u a e . u adls Cantemos el oro, porque de él se hacen las tiaras de los pontífices, las coronas de los reyes y los cetros imperiales, y porque se derrama por los mantos como un fuego sólido e inunda las capas de los arzobispos, y refulge en los altares y sostiene a D o e e n e l sc s o i sr d a t s l is tro n a utda aine. Cantemos el oro, porque podemos ser unos perdidos, y él nos pone mamparas p r c b i l sl c r sa y c a d l t b r ayl sv r ü n a d l sa c b sa ú t r s aa urr a oua bets e a aen a egezs e a loa dlea. Cantemos el oro, porque al saltar del cuño lleva en su disco el perfil soberbio de los césares y va a repletar las cajas de sus vastos templos, los bancos, y mueve las máquinas, y da la vida, y hace engordar los tocinos privilegiados.
  • 278. 280 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Cantemos el oro, porque él da los palacios y los carruajes, los vestidos a la moda yl sf e c ss n sd l sm j r sg r i a ;yl sg n f e i n sd e p n z sa u a o o rso eo e a uee ards a eulxoe e siao dldr s yl sm e a d l sl b o e e n m n es n i n e . e, a ucs e o ais traet orets Cantemos el oro, padre del pan. Cantemos el oro, porque es, en las orejas de las lindas damas, sostenedor del rocío del diamante, al extremo de tan sonrosado y bello caracol; porque en los pechos siente el latido de los corazones y en las manos a veces es símbolo de amor y de santa promesa. Cantemos el oro, porque tapa las bocas que nos insultan; detiene las manos que nos amenazan y pone vendas a los pillos que nos sirven. Cantemos el oro, porque su voz es música encantada; porque es heroico y luce en las corazas de los héroes homéricos y en las sandalias de las diosas y en los coturnos trágicos y en las manzanas del Jardín de las Hespérides. Cantemos el oro, porque de él son las cuerdas de las grandes liras, las cabelleras de las más tiernas amadas, los granos de espigas y el peplo que al levantarse viste la oípc arr. lmia uoa Cantemos el oro, premio y gloria del trabajador y pasto del bandido. Cantemos el oro, que cruza por el carnaval del mundo, disfrazado de papel, de plata, de cobre y hasta de plomo. Cantemos el oro, amarillo como la muerte. Cantemos el oro, calificado de vil por los hambrientos, hermano del carbón, oro negro que incuba el diamante; rey de las minas, donde el hombre lucha y la roca se desgarra; poderoso en el poniente, donde se tiñe en sangre; carne de ídolo, tela de que Fidias hace el traje de Minerva. Cantemos el oro, en el arnés del caballo, en el carro de guerra, en el puño de la e p d ,e e l u oq ec ñ s sc b z sl m n s s e l c p d lf s í d o i i c ,e saa n l ar u ie u aea uioa, n a oa e etn insao n el alfiler que hiere el seno de la esclava, en el rayo del astro y el champaña que burbujea como una disolución de topacios hirvientes. Cantemos el oro, porque nos hace gentiles, educados y pulcros. Cantemos el oro, porque es la piedra de toque de toda amistad. Cantemos el oro, purificado por el fuego, como el hombre por el sufrimiento; mordido por la lima como el hombre por envidia; golpeado por el martillo, como el hombre por la necesidad; realzado por el estuche de seda como el hombre por el palacio de mármol. Cantemos el oro, esclavo, despreciado por Jerónimo, arrojado por Antonio, vilipendiado por Macario, humillado por Hilarión, maldecido por Pablo el Ermitaño, quien tenía por alcázar una cueva bronca, y por amigos, las estrellas de la noche, los p j r sd la b yl sf e a h r u a ys l a e d ly r o áao e la a irs ists avjs e em. Cantemos el oro, dios becerro, tuétano de roca misterioso y callado en su entraña, y bullicioso cuando brota a pleno sol y a toda vida, sonante como un coro de tímpanos; feto de astros, residuo de luz, encarnación de éter.
  • 279. LIBRO 281 DE CONSULTA Cantemos el oro, hecho sol, enamorado de la noche, cuya camisa de crespón riega de estrellas brillantes, después del último beso como una gran muchedumbre d lba etria. e irs selns ¡Eh, miserables beodos, pobres de solemnidad, prostitutas, mendigos, vagos, rateros, bandidos, pordioseros, peregrinos y vosotros los desterrados, y vosotros los holgazanes, y sobre todo, vosotros, oh poetas! ¡Unámonos a los felices, a los poderosos, a los banqueros, a los semidioses de la Ter! ira ¡Cantemos el oro! *** Y el eco se llevó aquel himno, mezcla de gemido, ditirambo y carcajada; y como ya l n c eo c r yf í h b ae t a o e e or s n b e l st n e l s a oh sua ra aí nrd, l c eoaa n a iiba. Pasó una vieja y pidió limosna. Y aquella especie de harapiento, por las trazas un mendigo, tal vez un peregrino, quizá un poeta, le dio su último mendrugo de pan petrificado, y se marchó por la terrible sombra, rezongando entre dientes. A ROOSEVELT Es con voz de la Biblia o verso de Walt Whitman ¡ u h b í d l e a h s at ,c z d r qé ara e lgr at i aao! Primitivo y moderno, sencillo y complicado, ¡con un algo de Washington y cuatro de Nemrod! Eres los Estados Unidos, ee e ftr ivsr rs l uuo nao de la América ingenua que tiene sangre indígena, que aún reza a Jesucristo y aún habla en español. Eres soberbio y fuerte ejemplar de tu raza; e e c l o e e h b l t o o e aT l t i rs ut, rs ái; e pns oso. Y domando caballos, o asesinando tigres, eres un Alejandro-Nabucodonosor. (Eres un profesor de energía como dicen los locos de hoy.) C e sq el v d e i c n i , re u a ia s nedo que el progreso es erupción;
  • 280. 282 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN que en donde pones la bala e prei pns l ovnr oe. No. Los Estados Unidos son potentes y grandes. Cuando ellos se estremecen hay un hondo temblor que pasa por las vértebras enormes de los Andes. Si clamáis se oye como el rugir del león. Ya Hugo a Grant lo dijo: Las estrellas son vuestras. ( p n sb i l ,a z n o e e a g n i os l Aea rla láds, l retn o yl e t e l c i e as l v n a )S i r c s a srla hln e eat… os io. Juntáis al culto de Hércules el culto de Mammón, y alumbrando el camino de la fácil conquista, la Libertad levanta su antorcha en Nueva York. Mas la América nuestra, que tenía poetas desde los viejos tiempos de Netzahualcóyotl que ha guardado las huellas de los pies del gran Baco, que el alfabeto pánico en un tiempo aprendió; que consultó los astros, que conoció la Atlántida cuyo nombre nos llega resonando en Platón, que desde los remotos momentos de su vida vive de luz, de fuego, de perfume, de amor, la América del grande Moctezuma, del inca la América fragante de Cristóbal Colón, la América católica, la América española, la América en que dijo el noble Guatemoc: “Yo no estoy en un lecho de rosas”, esa América que tiembla de huracanes y que vive de amor; hombres de ojos sajones y alma bárbara, vive ys e a Ya a yv b a ye l h j d ls l uñ. m, ir, s a ia e o. Tened cuidado: ¡Vive la América Española! Hay mil cachorros sueltos del León Español. Se necesitaría, Roosevelt, ser por Dios mismo, E R f e ot r i l ye f e t C z d r l ilr erbe l ure aao, Para poder tenernos en vuestras férreas garras. Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!
  • 281. LIBRO 283 DE CONSULTA ÉPOCA CONTEMPORÁNEA En nuestro país, la nefasta influencia que ejercieron quienes malinterpretando el Modernismo y mezclándolo con un falso Romanticismo color de rosa, se a o e a o d l l t r t r ,c n i t é d l e r c p á u od i t i a a o o a , pdrrn e a ieaua ovrinoa n eetcl e nrgs mrss engaños maritales y nimios escándalos de la corte porfiriana, cubrieron con una pompa de velo y cristalería la verdadera expresión literaria. La pequeña burguesía que valseaba alrededor de la imagen del dictador, había engullido a la mayor parte no sólo de los escritores sino de los artistas del momento. Fácil es comprobarlo en la arquitectura de los palacetes afrancesados de la época prerrevolucionaria, esculturas y pinturas impregnadas de la redondez de los desnudos, las coronas de laurel, los leones atados con collares de rosas, los á g l sd o o l ss s i o ,l sn s a g a b h m a ,l sg a e a a c r e a a , nee e r, o uprs a otlis oeis a rcjds otsns los falsos títulos nobiliarios, y todo lo que representa la mal llamada “belle epoque” con su pervertido encanto a lo intrascendente y a lo superfluo, y reducir a la literatura a un desmayo femenino junto a una copa de champagne. Pero esta alteración de la vida, este falso esplendor de oropel se sostenía sobre la más indignante y criminal de las acciones: la explotación del hombre. Millones de mexicanos padecían la más espantosa miseria y la más injusta pobreza. El hambre cobraba víctimas diariamente. El pueblo humillado y oprimido alimentaba con su propia sangre la hacienda de los déspotas integrantes del gobierno de Díaz. La arbitrariedad, la negación de derechos, el salvajismo y hasta el crimen oficializado oprimían al pueb o L t r n as e e c aat a é d l A m d d ld c a o .“ á a o e c l e l. a iaí e jrí rvs e a raa e itdr Mtls n ain t ”( u l ad R oB a c )e l t i t m n ec l b ef a eq es n e i ae s n i o e heg e í lno s a rseet éer rs u ittz l etd represivo del infame. Trabajadores saqueados, campesinos explotados, pobres a t l o u e c a i t r e c ó e t a j r ,l n c ó h p t c d a c l n a i m ne a plni, nevnin xrnea a ain ioeaa l ooilso capitalista de Francia, la intervención yanqui en Cananea, dan las condiciones necesarias para una Revolución. El movimiento armado de 1910 encabezado por los caudillos populares Emiliano Zapata y Francisco Villa combate para r i i d c rl sd r c o d t d sei p a t rl j s i i yl l b r a . evnia o eehs e oo mlna a utca a ietd Mariano Azuela E l l t r t r t m i ns r f e ae t m m n oh s ó i o p ru l d ,l l t r n a ieaua abé e elj se oet itrc; o n ao a iea t r b r u s r p e e t d p rl sp r i i t s p ro r ,l n e al t r t r r v ua ugea ersnaa o o ofrsa, o to a uv ieaua eo
  • 282. 284 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN lucionaria representada por los autores comprometidos popularmente que abrazaron esta causa. Quien mayormente refleja la Época Contemporánea en la novela de la Revolución Mexicana es: Mariano Azuela (1° de enero de 1873 a 1° de marzo de 1952). En 1911 se incorpora a las filas revolucionarias; en su grupo de rebeldes hay obreros, agricultores, campesinos, pequeños comerciantes y jóvenes estudiantes. En 1914 renuncia a su cargo de jefe político de Lagos de Moreno y se une a las fuerzas villistas. Escribe entre otras obras Mala yerba (donde denuncia a los hacendados victimando a los campesinos, la deshonra de s sm j r sp rp r ed l sp t o e yl c e c ó d l st e d sd r y ) L sd u uee o at e o arns a rain e a ina e aa; o e abajo (novela inicial y fundamental); y La luciérnaga (situada en el periodo posrevolucionario, testimonio de los cambios sociales, políticos y económicos que se dan inmediatamente después del movimiento armado). Otros notables autores contemporáneos son: Martín Luis Guzmán (18871 7 ) a t rd L s m r d lc u i l yE á u l yl s r i n e J s R b nR m 96, uo e a oba e adlo l gia a epet. oé ué oe r ( 8 0 1 5 ) a t rd L v d i ú i d P t P r zyM c b l o m p r oym r f e o 19-92, uo e a ia ntl e io ée i aal, i er i il. José Vasconcelos (1882-1959), autor de Ulises criollo y La tormenta. Gregorio López y Fuentes (1887-1966), autor de Tierra, Mi general y El indio. Todas estas obras son la literatura que habla del pueblo, y el principal personaje es el pueb o s sl c a ,s sc m a i n e ,s si e s s d l r l, u uhs u obtets u da, u oo. L sd a a o o e bj Los de abajo es una novela del movimiento armado de 1910 que culmina con la toma de Zacatecas por el general Francisco Villa. Él y el pueblo son los personajes. Un campesino de nombre Demetrio Macías —quien simpatiza con los revolucionarios que se han alzado contra el gobierno—, y su esposa, oyen ruido afuera de su jacal. Los ladridos del perro han denunciado la presencia de las tropas del gobierno. A sugerencia de su mujer, Demetrio se esconde. Los soldados penetran a la casa y encuentran a la esposa y al hijo de Demetrio. Como es su costumbre, los soldados tratan de abusar de la mujer campesina y cuando la humillan aparece súbitamente Demetrio empuñando un rifle. Los soldados echan a correr huyendo. La familia se ve precisada a abandonar el jacal. Ella se refuga con su hijo en un mísero caserío y Demetrio se incorpora a la revolución en las filas del general Francisco Villa. En un combate lo hieren, pero cerca se encuentra un estudiante de medicina que dice estar de acuerdo con la Revolución, y se encarga de curarle las heridas. Al pasar por un pueblo,
  • 283. LIBRO DE CONSULTA 285 Demetrio conoce a una joven bella e ingenua de nombre Camila. Luis Cervantes la enamora y la rapta para entregarla a Demetrio. Otro personaje que se incorp r e e G e oM r a i o q eu i i aal R v l c ó p r s t s a e s si s i oa s l ür agrt, u tlz a eouin aa aifcr u ntn tos sanguinarios. Al final se suicida. Demetrio Macías se dirige a Zacatecas con las fuerzas revolucionarias y participa en la toma de la ciudad junto con el general Pánfilo Natera. Demetrio conoce más tarde a una prostituta llamada “La Pintada”; la hace su amante pero la abandona más tarde para continuar luchando. Demetrio se vuelve cada día más hábil, más valeroso y más decidido para la guerra. En la época en que Villa cree en Carranza, aquel une sus fuerzas para formar un solo ejército. El estado villista le concede a Demetrio el grado de general en premio a sus méritos en campaña. Luis Cervantes, el oportunista, deserta y huye a los Estados Unidos. “La Pintada” mata a Camila, quien representa lo contrario de lo que ella es. Demetrio, que sostiene el ideal revolucionario, ansia volver a ver a su esposa y a su hijo, y junto con sus amigos Venancio, Anastasio y El Meco, se separa de las fuerzas villistas para verles. Cuando Demetrio intenta reunirse nuevamente con las tropas del general Villa, cae en la emboscada de una patrulla federal. Tanto Demetrio Macías como sus amigos son acribillados y muertos instantáneamente. La forma de morir de Demetrio Macías es descrita bellamente por Azuela en la ella imagen siguiente: “Cae muerto al pie de una resquebrajadura enorme y suntuosa como pórtico de vieja catedral, con los ojos fijos para siempre y apuntando con el cañón de su fusil.” Regresando la palabra popular, la obra termina con los versos completos d L A e i a. e a dlt Copiamos cuatro fragmentos de la obra. El primero nos presenta la injusticia del gobierno de Díaz. Otro día Demetrio se quejó mucho de la herida. Ya no pudo montar su caballo. Fue preciso conducirlo desde allí en una camilla improvisada con ramas de roble y haces d yra. e ebs —Sigue desangrándose mucho, compadre Demetrio —dijo Anastasio Montañés. Y de un tirón arrancóse una manga de la camisa y la anudó fuertemente al m s o a r b d lb l z . ul, ria e aao —Bueno –dijo Venancio—; eso le para la sangre y le quita la dolencia. Venancio era barbero; en su pueblo sacaba muelas y ponía cáusticos y sanguijuelas. Gozaba de cierto ascendiente porque había leído El judío errante y El sol de mayo. Le llamaban el dotor, y él, muy pagado de su sabiduría, era hombre de pocas palabras. Turnándose de cuatro en cuatro, condujeron la camilla por mesetas calvas y pedregosas, por cuestas empinadísimas.
  • 284. 286 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Al mediodía, cuando la calina sofocaba y se obnubilaba la vista, con el canto incesante de las cigarras se oía el quejido acompasado y monocorde del herido. En cada jacalito escondido entre las rocas abruptas, se detenían y descansaban. —¡Gracias a Dios! ¡Un alma compasiva y una gorda copeteada de chile y frijoles nunca faltan! —decía Anastasio Montañés eructando. Y lo serranos, después de estrecharles fuertemente las manos encallecidas, exclamaban: —¡Dios los bendiga! ¡Dios los ayude y los lleve por buen camino!… Ahora van ustedes; mañana correremos también nosotros, huyendo de la leva, perseguidos por estos condenados del gobierno, que nos han declarado guerra a muerte a todos los pobres; que nos roban nuestros puercos, nuestras gallinas y hasta el maicito que tenemos para comer; que queman nuestras casas y se llevan nuestras mujeres, y que, por fin, donde dan con uno, allí lo acaban como si fuera perro del mal. C a d a a d c óe l a a a a q et ñ r ne c e oe v v s m sc l r s p r e r n uno trei n lmrds u ieo l il n iíio ooe, adao unas casucas en una explanada, entre las montañas azules. Demetrio hizo que lo leaa al. lvrn lí Eran unos cuantos pobrísimos jacales de zacate, diseminados a la orilla del río, entre pequeñas sementeras de maíz y frijol recién nacidos. Pusieron la camilla en el suelo, y Demetrio, con débil voz, pidió un trago de agua. En las bocas oscuras de las chozas se aglomeraron chomites incoloros, pechos h e u o ,c b z sd s r ñ d sy d t á ,o o b i l n e yc r i l sf e c s usds aea egeaa , ers js rlats arlo rso. Un chico gordinflón, de piel morena y reluciente, se acercó a ver al hombre de la camilla; luego una vieja, y después todos los demás vinieron a hacerle ruedo. Una moza muy amable trajo una jícara de agua azul. Demetrio cogió la vasija entre sus manos trémulas y bebió con avidez. —¿No quere más? Alzó los ojos: la muchacha era de rostro muy vulgar, pero en su voz había mucha dlua uzr. Se limpió con el dorso del puño el sudor que perlaba su frente, y volviéndose de un lado, pronunció con fatiga: —¡Dios se lo pague! Yc m n óat r t rc nt lf e z ,q es c d al sy r a yl sp e d l c m l a oez iia o a ura u auí a ebs o is e a ail. L fer l aeag. a ibe o ltró —Está haciendo sereno y eso es malo pa la calentura —dijo señá Remigia, una vieja enchomitada, descalza y con una garra de manta al pecho a modo de camisa. Y los invitó a que metieran a Demetrio en su jacal. Pancracio, Anastasio Montañés y la Codorniz se echaron a los pies de la camilla c m p r o f e e ,p n i n e al v l n a d lj f . oo ers ils edets a outd e ee Los demás se dispersaron en busca de comida. S ñ R m g ao r c ól q et v :c i eyt r i l s eá eii fei o u uo hl otla.
  • 285. LIBRO 287 DE CONSULTA —Afigúrense… tenía güevos, gallinas y hasta una chiva parida; pero estos malditos federales me limpiaron. Luego, puestas las manos en bocina, se acercó al oído de Anastasio y le dijo: —¡Afigúrense…, cargaron hasta con la muchachilla de señá Nieves!… El segundo fragmento señala el oportunismo (Luis Cervantes), frente al coraje revolucionario (Demetrio Macías). XXI El atronar de la fusilería aminoró y fue alejándose. Luis Cervantes se animó a sacar la cabeza de su escondrijo, en medio de los escombros de unas fortificaciones, en lo m sa t d lc r o á lo e er. Apenas se daba cuenta de cómo había llegado hasta allí. No supo cuándo desaparecieron Demetrio y sus hombres de su lado. Se encontró solo de pronto, y luego, arrebatado por una avalancha de infantería, lo derribaron de la montura, y cuando, todo pisoteado, se enderezó, uno de a caballo lo puso a grupas. Pero, a poco, cabal oym n a o d e o e t e r ,yé s ns b rd s f s l n d lr v l e ,n d n d , l otds irn n ira l i ae e u ui, i e eóvr i e aa se encontró en medio de la blanca humareda y del silbar de los proyectiles. Y aquel hoyanco y aquellos pedazos de adobes amontonados se le habían ofrecido como arg sgrsm. bio euíio —¡Compañero!… —¡Compañero!… —Me tiró el caballo; se me echaron encima; me han creído muerto y me despojaron de mis armas… ¿qué podía yo hacer? —explicó apenado Luis Cervantes. ¿A mí nadie me tiró… Estoy aquí por precaución…, ¿sabe?… El tono festivo de Alberto Solís ruborizó a Luis Cervantes. —¡Caramba! —exclamó aquél—. ¡Qué machito es su jefe! ¡Qué temeridad y qué serenidad! No sólo a mí, sino a muchos bien quemados nos dejó con tamaña boca aira bet. Luis Cervantes, confuso, no sabía qué decir. —¡Ah! ¿No estaba usted allí? ¡Bravo! ¡Buscó lugar seguro a muy buena hora!… Mire, compañero; venga para explicarle. Vamos allí, detrás de aquel picacho. Note que de aquella laderita, al pie del cerro, no hay más vía accesible que lo que tenemos delante; a la derecha la vertiente está cortada a plomo y toda maniobra es imposible por ese lado; punto menos por la izquierda: el ascenso es tan peligroso, que dar un solo paso en falso es rodar y hacerse añicos por las vivas aristas de las rocas. Pues bien; una parte de la brigada Moya nos tendimos en la ladera, pecho a tierra, resueltos a avanzar sobre la primera trinchera de los federales. Los proyectiles pasaban
  • 286. 288 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN zumbando sobre nuestras cabezas; el combate era ya general; hubo un momento en que dejaron de foguearnos. Nos supusimos que se les atacaba vigorosamente por la espalda. Entonces nosotros nos arrojamos sobre la trinchera. ¡Ah, compañero, fíjese!… De media ladera abajo es un verdadero tapiz de cadáveres. Las ametralladoras lo hicieron todo; nos barrieron materialmente; unos cuantos pudimos escapar. Los generales estaban lívidos y vacilaban en ordenar una nueva carga con el refuerzo inmediato que nos vino. Entonces fue cuando Demetrio Macías, sin esperar ni pedir ó d n san d e g i ó ree ai, rt: —“¡Arriba, muchachos!”… —“¡Qué bárbaro!” —clamé asombrado. El tercer fragmento nos habla del desprecio de los revolucionarios por los cracsa. arnits I I —¿Por qué se esconden ustedes? —interrogó Demetrio a los prisioneros. —No nos escondemos, mi jefe; seguimos nuestra vereda. —¿Adonde? —A nuestra tierra… Nombre de Dios, Durango. —¿Es éste el camino de Durango? —Por los caminos no puede transitar gente pacífica ahora. Usté lo sabe, mi jefe. —Ustedes no son pacíficos; ustedes son desertores. ¿De dónde vienen? —prosiguió Demetrio observándolos con ojo penetrante. Los prisioneros se turbaron, mirándose perplejos sin encontrar pronta respuesta. —¡Son carranclanes! —notó uno de los soldados. Aquello devolvió instantáneamente la entereza a los prisioneros. No existía más para ellos el terrible enigma que desde el principio se les había formulado con aquel at o ad s o o i a l rp ecncd. —¿Carrancistas nosotros? —contestó uno de ellos con altivez—. ¡Mejor puercos! —La verdad, sí, somos desertores —dijo otro—; nos le cortamos a mi general Villa de este lado de Celaya, después de la cuereada que nos dieron. — D r o a oe g n r lV l a …¡ a ,¡ a ,¡ a ¿ertd l eea il? J! j! j! Los soldados rieron a carcajadas. —Pero a Demetrio se le contrajo la frente como si algo muy negro hubiera pasado por sus ojos. —¡No nace todavía el hijo de la… que tenga que derrotar a mi general Villa! —clamó con insolencia un veterano de cara cobriza con una cicatriz de la frente a la bra ab. Sin inmutarse, uno de los desertores se quedó mirándolo fijamente, y dijo:
  • 287. LIBRO 289 DE CONSULTA —Yo lo conozco a usted. Cuando tomamos Torreón, usted andaba con mi general Urbina. En Zacatecas venía ya con Natera y allí se juntó con los de Jalisco… ¿Miento? El efecto fue brusco y definitivo. Los prisioneros pudieron entonces dar una detallada relación de la tremenda derrota de Villa en Celaya. Se les escuchó en un silencio de estupefacción. El cuarto fragmento denuncia la alianza y traición de los carrancistas con el gobierno de Estados Unidos, que envía aviones para asesinar a los rebeldes. —¡Ah, los airoplanos! Abajo, así de cerquita, no sabe usted qué son; parecen canoas, parecen chalupas; pero que comienzan a subir, amigo, y es un ruidazo que lo aturde. Luego algo como un automóvil que va muy recio. Y haga usté de cuenta un pájaro grande, muy grande, que parece de repente que ni se bulle siquiera. Y aquí va l m r b e o a e t o d e e p j r , u g i g l e a m l s d g a a a . ¡ f g r s o eo un: dnr e s áao n rno lv ie e rnds Aiúee l q es r e o L e al h r d p l a ,yc m q i nl sr e am í al sg l i a ,a l o u eá s! lg a oa e eer oo ue e ig az a alns lí van puños y puños de plomo pa’l enemigo… Y aquello se vuelve un camposanto: muertos por aquí, muertos por allí, y ¡muertos por todas partes! É POCA ACTUAL Las dos grandes guerras mundiales, producto de la expansión imperialista de gobiernos tiránicos y deshumanizados coludidos con gobiernos incondicionales, crean situaciones dramáticas y de tensión en el mundo que producen la necesidad de romper con lo establecido y de implantar nuevos principios que sean acordes con la vida del hombre actual. Todo esto contribuye a dar a la literatura del siglo XX una particular fisonomía. De esta manera aparecen las escuelas de vanguardia, grupos en los que el principal impulso es el deseo de terminar con tradiciones anteriores. Estos movimientos y todos los que les seguirán coinciden no únicamente en rechazar a la literatura burguesa, sino a la propia realidad decadente de finales del siglo XIX y principios del XX. Ante un mundo en lucha de clases en el que la burguesía pretende domestic rl e p e i nl t r r a e n c s r oe c i i e f t r .Ye f t r s e c i en a a xrsó ieai, s eeai srbr l uuo l uuo e srb o para la posteridad, sino para el presente. Así aparece una nueva forma de creac ó l t r r a u al t r t r c m r m t d . in ieai, n ieaua opoeia A partir de la segunda mitad del siglo XX, el ensayo, la novela y el cuento predominan sobre los demás géneros. A pesar de que la diversidad de la produc-
  • 288. 290 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN ción es inmensa, todos los autores auténticos señalan un interés por la crítica social. La novela resurge extraordinariamente. En un principio, en la primera mitad del siglo X , las novelas tenían sólo una variedad local: Los de abajo, un X f a m n od lp o e or v l c o a i ;E i d o l d n n i yl c u ai d g n s a rget e rcs eouinro l ni, a euca a as nieit; La vorágine, el hombre frente a la naturaleza tratando de dominarla; Doña Bárbara, el despotismo político en la época independiente. Después de 1950 la novela hispanoamericana se hace universal y se conviert e r p e e t t v e e c n e t d l l t r t r m n i l L so r ss nc í i e n ersnaia n l otxo e a ieaua uda. a ba o rtcas a las oligarquías políticas o económicas de los países de América. La crítica social urbana y rural aparece vigorosamente. Se levanta la voz contra las condiciones y la explotación indígena, obrera, campesina. A pesar de todo, la poesía es el género que más ha evolucionado. Los poemas posteriores a 1950 asombran por su poder de transmitir experiencias de un lenguaje asimilado popularmente. Combaten y devalúan la realidad actual en relac ó c no r m sj s ae l q e c n í n e t e v a d r a i a s .E t c r e a in o ta á ut n a u, ofa, sá n ís e elzre sa etz se manifiesta al simple paso del tiempo mediante una conducta modelo a seguir. Muchos poetas no únicamente se interesan en los problemas sociales sino que comienzan a delinear la imagen y la estatura de un hombre diferente, por el cual combaten desde la trinchera de la palabra. Parten de la denuncia social y su poesía se vuelve indigenista, afroamericana, latinoamericana, militante y combtet. aine P rl q er s e t al é o aa t a e n e t op í ,l l t r t r ,c m t d o o u epca a pc cul n usr as a ieaua oo oo el arte posterior al movimiento armado de 1910 y hasta la fecha, se nutre de muy diversos materiales. Algunos escriben siguiendo de cerca la trayectoria de s p e l .O r sp e i r nr g e a a s u o r m n i i m d lp r i i t yh s a u ubo to rfee ersr l edroatcso e ofrao at añoran ese tiempo. Otros escriben desde el punto de vista del intelectual espectador el drama de México, su origen y su realidad. Otros son voceros o se pierden en los paraísos artificiales y regiones transparentes. Algunos van hacia un Realismo habilidoso o contradictorio, pero sin contenido político. “No hay arte sin ideología”, dijo el músico Dimitri Shostakovich. Un gran número deambula h c e d a t s l sal g o i ys d b t e í f m sr y r a e t el i n v d r aino neaa a lra e eae n nia eets nr a noaoa or g l d e t l s i aye l g a s ro i i a .P r l sb e o i n a o s nl sq e euaa siítc l orr e rgnl eo o in retds o o u participan de la realidad mexicana como contexto de América, son actores de sus luchas, orientan y dan testimonio de ellas. No tienen tiempo para perderlo en modernidades y exquisiteces formales, no escriben para el grupito minoritario y culturanizante, sino para la inmensa mayoría de mexicanos. Son los autores comprometidos con su pueblo y con su tiempo. De los autores de hoy y
  • 289. LIBRO 291 DE CONSULTA consecuentes a los lineamientos apuntados, destacan en narrativa: José Revueltas, Juan Rulfo, Gerardo de la Torre y René Avilés Fabila. En ensayo y testimonio: Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska. En poesía: Efraín Huerta, Juan Bañuelos, Jaime Labastida, Óscar Oliva, José Emilio Pacheco, el poeta y periodista Horacio Espinoza Altamirano, Thelma Nava y las nuevas generaciones cncets osine. Ja Rlo un uf A mediados del siglo X , sobresalen dos narradores mexicanos: Juan Rulfo (1918X 1986), y Juan José Arreola (1918-2001). Rulfo ha captado como ninguno la imagen del mexicano del campo, recio, vigoroso, solitario, desheredado y olvidado; pero alerta al momento en que sobrevendrá su tiempo. Las obras de Rulfo son El llano en llamas, libro de cuentos de páginas intensas donde denuncia “el fondo del deshilado drama y la alarmante desesperación de un sector de los habitantes del país”. Estilo directo, abierto, espontáneo, a veces descarnado como el rostro campesino. Pedro Páramo, novela en que el típico cacique mexicano, poseedor de enormes extensiones de tierra, domina y oprime a un pueblo entero. Caciques cuyos atracos, fechorías y crímenes se justifican con la desenfrenada carrera por el poder y el dinero. Hasta el amor tiene que vender primero y comprar después. “Me cruzaré de brazos y Comala se morirá de hambre”, dice, y lo hace, y el pueblo desaparece y sus habitantes son forzados a abandonro al. Sólo Pedro Páramo se queda amo y señor de las ruinas, hasta que un hijo desconocido lo apuñala. Es Juan Rulfo quien inició el juego y la transposición del tiempo. De El llano en llamas, transcribimos uno de los cuentos más hermosos que se han escrito en l l t r t r m x c n :L v n . a ieaua eiaa uia L UVINA De los cerros altos del sur, el de Luvina es el más alto y el más pedregoso. Está plagado de esa piedra gris con la que hacen la cal, pero en Luvina no hacen cal con e l n l s c nn n ú p o e h .A l l l a a p e r c u a yl l m q es b h c a la i e aa ign rvco lí a lmn ida rd, a oa u ue ai Luvina la nombran cuesta de la Piedra Cruda. El aire y el sol se han encargado de desmenuzarla, de modo que la tierra de por allí es blanca y brillante como si estuviera rociada siempre por el rocío del amanecer; aunque esto es un puro decir, porque
  • 290. 292 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN en Luvina los días son tan fríos como las noches y el rocío se cuaja en el cielo antes q el e u ac e s b el t e r . u lge ar or a ira …Y la tierra es empinada. Se desgaja por todos lados en barrancas hondas, de un fondo que se pierde de tan lejano. Dicen los de Luvina que de aquellas barrancas suben los sueños; pero yo lo único que vi subir fue el viento, en tremolina, como si allá abajo lo tuvieran encañonado en tubos de carrizo. Un viento que no deja crecer n al sd l a a a :e a p a t t st i t sq ea e a s p e e v v ru p c u t d s i a ucmrs ss lnia rse u pns i udn ii n oo naa a la tierra, agarradas con todas sus manos al despeñadero de los montes. Sólo a veces, allí donde hay un poco de sombra, escondido entre las piedras, florece el chicalote con sus amapolas blancas. Pero el chicalote pronto se marchita. Entonces uno lo oye rasguñando el aire con sus ramas espinosas, haciendo un ruido como el d u c c i l s b eu ap e r d a i a . e n uhlo or n ida e flr —Ya mirará usted ese viento que sopla sobre Luvina. Es pardo. Dicen que porq ea r s r a e ad v l á ;p r l c e t e q ee u a r n g o Y l v r u t d u rata rn e ocn eo o iro s u s n ie er. a o eá se. Se planta en Luvina prendiéndose de las cosas como si las mordiera. Y sobran días en que se lleva el techo de las casas como si se llevara un sombrero de petate, dejando los paredones lisos, descobijados. Luego rasca como si tuviera uñas: uno lo oye a mañana y tarde, hora tras hora, sin descanso, raspando las paredes, arrancando tecatas de tierra, escarbando con su pala picuda por debajo de las puertas, hasta sentirlo bullir dentro de uno como si se pusiera a remover los goznes de nuestros mismos huesos. Ya lo verá usted. El hombre aquel que hablaba se quedó callado un rato, mirando hacia afuera. Hasta ellos llegaban el sonido del río pasando sus crecidas aguas por las ramas de los camichines; el rumor del aire moviendo suavemente las hojas de los almendros, y los gritos de los niños jugando en el pequeño espacio iluminado por la luz que salía d l ted. e a ina Los comejenes entraban y rebotaban contra la lámpara de petróleo, cayendo al suelo con las alas chamuscadas. Y afuera seguía avanzando la noche. —¡Oye, Camilo, mándanos otras dos cervezas más! –volvió a decir el hombre. Después añadió: —Otra cosa, señor. Nunca verá usted un cielo azul en Luvina. Allí todo el horizonte está desteñido; nublado siempre por una mancha caliginosa que no se borra nunca. Todo el lomerío pelón, sin un árbol, sin una cosa verde para descansar los ojos; todo envuelto en el calín ceniciento. Usted verá eso: aquellos cerros apagados como si estuvieran muertos y a Luvina en el más alto, coronándolo con su blanco caserío como si fuera una corona de muerto... Los gritos de los niños se acercaron hasta meterse dentro de la tienda. Eso hizo q ee h m r s l v n a a f e ah c al p e t yl sd j r :“ V y n em sl j s ¡ o u l obe e eatr, ur ai a ura e iea ¡áas á eo! N interrumpan! Sigan jugando, pero sin armar alboroto.” Luego, dirigiéndose otra vez a la mesa, se sentó y dijo:
  • 291. LIBRO DE CONSULTA 293 —Pues sí, como le estaba diciendo. Allá llueve poco. A mediados de año llegan unas cuantas tormentas que azotan la tierra y la desgarran, dejando nada más el pedregal flotando encima del tepetate. Es bueno ver entonces cómo se arrastran las nubes, cómo andan de un cerro a otro dando tumbos como si fueran vejigas infladas; rebotando y pegando de truenos igual que si se quebraran en el filo de las barrancas. Pero después de 10 o 12 días se van y no regresan sino al año siguiente, y a veces se da el caso de que no regresen en varios años. “… sí, llueve poco. Tan poco o casi nada, tanto que la tierra, además de estar reseca y achicada como cuero viejo, se ha llenado de rajaduras y de esa cosa que allí llaman ‘pasojos de agua’, que no son sino terrones endurecidos como piedras filosas, que se clavan en los pies de uno al caminar, como si allí hasta a la tierra le hubieran crecido espinas. Como si así fuera.” Bebió la cerveza hasta dejar sólo burbujas de espuma en la botella y siguió dced: iino — Por cualquier lado que se le mire, Luvina es un lugar muy triste. Usted que va p r a l s d r c e t .Y d r aq ee e l g rd n ea i al t i t z .D n en s aa lá e aá una o ií u s l ua od nd a rsea od o e conoce la sonrisa, como si a toda la gente le hubieran entablado la cara. Y usted, si q i r ,p e ev re at i t z al h r q eq i r .E a r q ea l s p al r v e v , uee ud e s rsea a oa u uea l ie u lí ol a eule pero no se la lleva nunca. Está allí como si allí hubiera nacido. Y hasta se puede probar y sentir, porque está siempre encima de uno, apretada contra de uno, y porque es oprimente como una gran cataplasma sobre la viva carne del corazón. “… Dicen los de allí que cuando llena la luna, ven de bulto la figura del viento r c r i n ol sc l e d L v n ,l e a d ar s r su ac b j n g a p r y s e p e eored a als e uia lvno ata n oia er; eo o imr lo que llegué a ver, cuando había luna en Luvina, fue la imagen del desconsuelo… sepe” imr. “Pero tómese su cerveza. Veo que no le ha dado ni siquiera una probadita. Tómesela. O tal vez no le guste así tibia como está. Y es que aquí no hay de otra. Yo sé que así sabe mal. Aquí uno se acostumbra. A fe que allá ni siquiera esto se consigue. Cuando vaya a Luvina la extrañará. Allí no podrá probar sino un mezcal que ellos hacen con una yerba llamada hojasé, y que a los primeros tragos estará usted dando de volteretas como si lo chacamotearan. Mejor tómese su cerveza. Yo sé lo que le dg. io” A l a u r s g í o é d s e b t l a d lr o E r m rd la r .L sn ñ sj g n lá fea eua ynoe l aalr e í. l uo e ie o io uado. Parecía ser aún temprano, en la noche. El hombre se había ido a asomar una vez más a la puerta y había vuelto. Ahora v n ad c e d : eí iino —Resulta fácil ver las cosas desde aquí, meramente traídas por el recuerdo, donde no tienen parecido ninguno. Pero a mí no me cuesta ningún trabajo seguir hablándole de lo que sé, tratándose de Luvina. Allá viví. Allá dejé la vida… Fui a ese lugar con mis ilusiones cabales y volví viejo y acabado. Y ahora usted va para allá… Está
  • 292. 294 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN b e .M p r c r c r a e p i c p o M p n oe s l g ryp e s …M r u t d c a in e aee eodr l rnii. e og n u ua ino ie se, un do yo llegué por primera vez a Luvina… ¿Pero me permite antes que tome su cerveza? Veo que usted no le hace caso. Y a mí me sirve de mucho. Me alivia. Siento como si me enjuagaran la cabeza con aceite alcanforado… Bueno, le contaba que cuando llegué por primera vez a Luvina, el arriero que nos llevó no quiso dejar ni siquiera que descansaran las bestias. En cuanto nos puso en el suelo, se dio media vuelta: —“Yo me vuelvo –nos dijo. —“Espera, ¿no vas a dejar sestear tus animales? Están muy aporreados. —“Aquí se fregarían más —nos dijo–. Mejor me vuelvo. “Y se fue, dejándose caer por la cuesta de la Piedra Cruda, espoleando sus caballos como si se alejara de algún lugar endemoniado. “Nosotros, mi mujer y mis tres hijos, nos quedamos allí, parados en mitad de la plaza, con todos nuestros ajuares en los brazos. En medio de aquel lugar donde sólo se oía el viento… “Una plaza sola, sin una sola yerba para detener el aire. Allí nos quedamos. “Entonces yo le pregunté a mi mujer: —“¿En qué país estamos, Agripina? “Y ella se alzó de hombros. —“Bueno, si no te importa, ve a buscar dónde comer y dónde pasar la noche. Aquí te aguardamos —le dije. “Ella agarró al más pequeño de sus hijos y se fue. Pero no regresó. “Al atardecer, cuando el sol alumbraba sólo las puntas de los cerros, fuimos a buscarla. Anduvimos por los callejones de Luvina, hasta que la encontramos metida e l i l s a s n a am r e m d od a u l ai l s as l t r a c ne n ñ d r i o n a gei: etd eo n ei e qel gei oiai, o l io omd e t es sp e n s nr u ira. —“¿Qué haces aquí, Agripina? —“Entré a rezar —nos dijo. —“¿Para qué? —le pregunté yo. “Y ella se alzó de hombros. “ l ín h b aaq i nr z r e E au j c l nv c o s np e t s n d m sc nu o Al o aí ué eal. r n aaó aí, i ura, aa á o ns socavones abiertos y un techo resquebrajado por donde se colaba el aire como por un cedazo. —“¿Dónde está la fonda? —“No hay ninguna fonda. —“¿Y el mesón? —“No hay ningún mesón. —“Viste a alguien? ¿Vive alguien aquí? —le pregunté. —“Sí, allí enfrente… Unas mujeres… Las sigo viendo. Mira, allí tras las rendijas de esa puerta veo brillar los ojos que nos miran… Han estado asomándose para acá… Míralas. Veo las bolas brillantes de sus ojos… Pero no tienen qué darnos de
  • 293. LIBRO DE CONSULTA 295 comer. Me dijeron sin sacar la cabeza que en este pueblo no había de comer… Entonces entré aquí a rezar, a pedirle a Dios por nosotros. —“Por qué no regresaste allí? Te estuvimos esperando… —“Entré aquí a rezar. No he terminado todavía. —“¿Qué país es éste, Agripina? “Y ella volvió a alzarse de hombros. “Aquella noche nos acomodamos para dormir en un rincón de la iglesia, detrás del altar desmantelado. Hasta allí llegaba el viento, aunque un poco menos fuerte. Lo estuvimos oyendo pasar por encima de nosotros, con sus largos aullidos; lo estuvimos oyendo entrar y salir por los huecos socavones de las puertas; golpeando con sus manos de aire las cruces del viacrucis: unas cruces grandes y duras hechas con palo de mezquite que colgaban de las paredes a todo lo largo de la iglesia, amarradas con alambres que rechinaban a cada sacudida del viento como si fuera u rcia d dets n ehnr e ine. “Los niños lloraban porque no los dejaba dormir el miedo Y mi mujer, tratando de retenerlos a todos entre sus brazos. Abrazando su manojo de hijos. Y yo allí, sin s b rq éh c r ae u ae. “Poco antes del amanecer se calmó el viento. Después regresó. Pero hubo un momento en esa madrugada en que todo se quedó tranquilo, como si el cielo se hubiera juntado con la tierra, aplastando los ruidos con su peso… Se oía la respiración de los niños ya descansada. Oía el resuello de mi mujer ahí a mi lado: —“¿Qué es? —me dijo. —“¿Qué es qué? —le pregunté. —“Eso, el ruido ese. —“Es el silencio. Duérmete. Descansa, aunque sea un poquito que ya va a amanecer. “Pero al rato oí yo también. Era como un aletear de murciélagos en la oscuridad, muy cerca de nosotros. De murciélagos de grandes alas que rozaban el suelo. Me levanté y se oyó el aletear más fuerte, como si la parvada de murciélagos se hubiera espantado y volara hacia los agujeros de las puertas. Entonces caminé de puntitas hacia allá, sintiendo delante de mí aquel murmullo sordo. Me detuve en la puerta y las vi. Vi a todas las mujeres de Luvina con su cántaro al hombro, con el rebozo colgado de su cabeza y sus figuras negras sobre el negro fondo de la noche. —“¿Qué quieren? —les pregunté—. ¿Qué buscan a estas horas? “Una de ellas respondió: —“Vamos por agua. “Las vi paradas frente a mí, mirándome. Luego, como si fueran sombras, echaron a caminar calle abajo con sus negros cántaros. “No, no se me olvidará jamás esa primera noche que pasé en Luvina. “… ¿No cree usted que esto se merece otro trago? Aunque sea nomás para que se me quite el mal sabor del recuerdo.
  • 294. 296 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN —“Me parece que usted me preguntó cuántos años estuve en Luvina, ¿verdad…? La verdad es que no lo sé. Perdí la noción del tiempo desde que las fiebres me lo enrevesaron; pero debió haber sido una eternidad… Y es que allá el tiempo es muy largo. Nadie lleva la cuenta de las horas ni a nadie le preocupa cómo van amontonándose los años. Los días comienzan y se acaban. Luego viene la noche. Solamente el día y la noche hasta el día de la muerte, que para ellos es una esperanza. “Usted ha de pensar que le estoy dando vueltas a una misma idea. Y así es, sí señor… Estar sentado en el umbral de la puerta mirando la salida y la puesta del sol, subiendo y bajando la cabeza, hasta que acaban aflojándose los resortes y entonces todo se queda quieto, sin tiempo, como si se viviera siempre en la eternidad. Eso h c na l l sv e o . ae lí o ijs “Porque en Luvina sólo viven los puros viejos y los que todavía no han nacido, como quien dice… Y mujeres sin fuerzas, casi trabadas de tan flacas. Los niños que han nacido allí se han ido. Apenas les clarea el alba y ya son hombres. Como quien dice, pegan el brinco del pecho de la madre al azadón y desaparecen de Luvina. Así e al l cs. s lí a oa “Sólo quedan los puros viejos y las mujeres solas, o con un marido que anda donde sólo Dios sabe dónde… Vienen de vez en cuando como las tormentas de que le hablaba; se oye un murmullo en todo el pueblo cuando regresan y uno como gruñido cuando se van… Dejan el costal del bastimento para los viejos y plantan o r h j e e v e t e d s sm j r s y y n d e v e v a s b rd e l ss n a a o to io n l inr e u uee, a ai ule ae e lo io l ñ siguiente, y a veces nunca… Es la costumbre. Allí le dicen la ley, pero es lo mismo. Los hijos se pasan la vida trabajando para los padres como ellos trabajaron para los suyos y como quién sabe cuántos atrás de ellos cumplieron con su ley… “Mientras tanto, los viejos aguardan por ellos y por el día de la muerte, sentados en sus puertas, con los brazos caídos, movidos sólo por esa gracia que es la gratitud del hijo… Solos, en aquella soledad de Luvina. “Un día traté de convencerlos de que se fueran a otro lugar, donde la tierra fuera buena. ‘¡Vámonos de aquí! —les dije— No faltará modo de acomodarnos en alguna parte. El gobierno nos ayudará.” “Ellos me oyeron, sin parpadear, mirándome desde el fondo de sus ojos de los que sólo se asomaba una lucecita allá muy adentro. —“¿Dices que el gobierno nos ayudará, profesor? ¿Tú conoces al gobierno? “ e d j q es . Ls ie u í —“También nosotros lo conocemos. Da esa casualidad. De lo que no sabemos nada es de la madre del gobierno. “Yo les dije que era la patria. Ellos movieron la cabeza diciendo que no. Y se rieron. Fue la única vez que he visto reír a la gente de Luvina. Pelaron sus dientes molenques y me dijeron que no, que el gobierno no tenía madre.
  • 295. LIBRO DE CONSULTA 297 “Y tienen razón, ¿sabe usted? El señor ése sólo se acuerda de ellos cuando alguno de sus muchachos ha hecho alguna fechoría acá abajo. Entonces manda por él hasta Luvina y se lo matan. De hay en más no saben si existen. —“Tú nos quieres decir que dejemos Luvina porque, según tú, ya estuvo bueno de aguantar hambres sin necesidad —me dijeron—. Pero si nosotros nos vamos, ¿quién se llevará a nuestros muertos? Ellos viven aquí y no podemos dejarlos solos. “Y allá siguen. Usted los verá ahora que vaya. Mascando bagazos de mezquite seco y tragándose su propia saliva para engañar el hambre. Los mirará pasar como sombras, repegados al muro de las casas, casi arrastrados por el viento. —“¿No oyen ese viento? —les acabé por decir— Él acabará con ustedes. —“Dura lo que debe de durar. Es el mandato de Dios —me contestaron—. Malo cuando deja de hacer aire. Cuando eso sucede, el sol se arrima mucho a Luvina y nos chupa la sangre y la poca agua que tenemos en el pellejo. El aire hace que el sol s e t a l a r b .A íe m j r e sé lá ria s s eo. “Ya no les volví a decir nada. Me salí de Luvina y no he vuelto ni pienso regresar. “… Pero mire las maromas que da el mundo. Usted va para allá ahora, dentro de pocas horas. Tal vez ya se cumplieron 15 años que me dijeron a mí lo mismo: ‘Usted v ai aS nJ a L v n . a r a un uia’ “En esa época tenía yo mis fuerzas. Estaba cargado de ideas… Usted sabe que a todos nosotros nos infunden ideas. Y uno va con esa plasta encima para plasmarla en todas partes. Pero en Luvina no cuajó eso. Hice el experimento y se deshizo… “San Juan Luvina. Me sonaba a nombre de cielo aquel nombre. Pero aquello es el purgatorio. Un lugar moribundo donde se han muerto hasta los perros y ya no hay ni quien le ladre al silencio; pues en cuanto uno se acostumbra al vendaval que allí sopla, no se oye sino el silencio que hay en todas las soledades. Y eso acaba con uno. Míreme a mí. Conmigo acabó. Usted que va para allá comprenderá pronto lo que le digo… “¿Qué opina usted si le pedimos a este señor que nos matice unos mezcalitos? Con la cerveza se levanta uno a cada rato y eso interrumpe mucho la plática. ¡Oye, Camilo, mándanos ahora unos mezcales! “Pues sí, como le estaba yo diciendo…” Pero no dijo nada. Se quedó mirando un punto fijo sobre la mesa donde los comejenes, ya sin sus alas, rondaban como gusanitos desnudos. Afuera seguía oyéndose cómo avanzaba la noche. El chapoteo del río contra los troncos de los camichines. El griterío ya muy lejano de los niños. Por el pequeño c e od l p e t s a o a a l se t e l s il e a ura e smbn a srla. El hombre que miraba a los comejenes se recostó sobre la mesa y se quedó dormido.
  • 296. 298 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Ja Js Aroa un oé rel Como Rulfo, Arreola también es originario de Jalisco. Arreola nació en Ciudad Guzmán en 1918 y falleció en 2001. La prosa de Arreola es sensitiva y fina, r g r s ,l r c ys n e i a t .A r o at e el v r u d r s m rs t a i n se iuoa íia ittzne rel in a itd e eui iucoe n t r se u as l l n a S p r i u a i a e l s g r n i r f n d .S t m t c ea n n oa íe. u atclrdd s a ueeca eiaa u eáia es insólita e imaginativa por excelencia. En toda su obra, como en su vida, lo amoroso y erótico se convierte en el centro mismo de la existencia. Sus princip l s o r s s n C n a u a i , V r a i v n i n ( i r d c e t s yL f r a d n e ae ba o: ofblro ai necó lbo e uno) a ei, od resume “fragmentos textuales o deformados de la más variada tradición oral y escrita, sobre todo de Ezequiel y de Isaías, de los Apócrifos, del Cartulario c l n a yd l sa a e d u p e l i a i a i d ls rd J l s o .T a s r b m s ooil e o nls e n ubo mgnro e u e aic” rnciio el cuento En verdad os digo de Confabulario. Narración en donde el humor y la sátira se convierten en sobrehumana y efectiva crítica socio-moral. EN VERDAD OS DIGO Todas las personas interesadas en que el camello pase por el ojo de la aguja, deben inscribir su nombre en la lista de patrocinadores del experimento Niklaus. Desprendido de un grupo de sabios mortíferos, de ésos que manipulan el uranio, el cobalto y el hidrógeno. Arpad Niklaus deriva sus investigaciones actuales a un fin c r t t v yr d c l e t h m n t r o l s l a i nd la m d l sr c s aiaio aiamne uaiai: a avcó e la e o io. Propone un plan científico para desintegrar un camello y hacerlo que pase en chorro de electrones por el ojo de una aguja. Un aparato receptor (muy semejante e p i c p oal p n a l d t l v s ó )o g n z r l se e t o e e á o o ,l sá o n rnii a atla e eeiin raiaá o lcrns n tms o tmos en moléculas y las moléculas en células, reconstruyendo inmediatamente el camello según su esquema primitivo. La posibilidad del experimento está garantizada por los adelantos de la física moderna. Basta pensar, por ejemplo, en que la reacción en cadena se ha cumplido hasta ahora como una ley fatal. Niklaus ya logró cambiar de sitio, sin tocarla, una gota de agua pesada. También ha podido evaluar, hasta donde lo permite la discreción de la materia, la energía cuántica que dispara una p z ñ d c m l o N sp r c i ú i a r m ra u a l c o c ne ac f aa t o ó i a eua e ael. o aee ntl bua qí l etr o s ir srnmc. L ú i ad f c l a s r ae q et o i z e p o e o N k a se l c r n i d u a a nc iiutd ei n u rpea l rfsr ilu s a aeca e n planta atómica propia. Tales instalaciones, extensas como ciudades, son increíblemente caras. Pero un comité especial se ocupa ya en solventar el problema económic m d a t u ac l c au i e s l L sp i e a a o t c o e ,t d v au p c t m d s o eine n oet nvra. a rmrs prains oaí n oo íia, s r e p r c s e rl e i i nd m l a e d f l e o ,b n syp o p c o e p i a i ivn aa ota a dcó e ilrs e olts oo rsets xlctvos, así como para asegurar al profesor Niklaus el modesto salario que le permite
  • 297. LIBRO DE CONSULTA 299 proseguir sus cálculos e investigaciones teóricas, en tanto se edifican los inmensos lbrtro. aoaois En la hora presente, el comité sólo cuenta con el camello y la aguja. Como las sociedades protectoras de animales aprueban el proyecto, que es inofensivo y hasta saludable para cualquier camello (Niklaus habla de una probable regeneración de todas las células), los parques zoológicos del país han ofrecido una verdadera caravana. Nueva York no ha vacilado en exponer su famosísimo dromedario bac. lno Por lo que toca a la aguja, Arpad Niklaus se muestra muy orgulloso, y la considera piedra angular de la experiencia. No es una aguja cualquiera, sino un maravilloso objeto dado a luz por su laborioso talento. A primera vista podría ser confundida con una aguja común y corriente. La señora Niklaus, dando muestra de fino humor, se complace en zurcir con ella la ropa de su marido. Pero su valor es infinito. Está hecha de un portentoso metal todavía no clasificado, cuya fórmula química, apenas insinuada por Niklaus, parece dar a entender que se trata de un cuerpo compuesto exclusivamente de isótopos de níkel. Esta sustancia misteriosa ha dado mucho que pensar a los hombres de ciencia. No ha faltado quien sostenga la hipótesis risible de un osmio sintético o de un molibdeno aberrante, o quien se atreva a proclamar públicamente las palabras de un profesor envidioso que aseguró haber reconocido el metal de Niklaus bajo la forma de pequeñísimos grumos cristalinos enquistados e d n a m s sd s d r t .L q es s b ac e c ac e t e q el a u ad N k a s n ess aa e ieia o u e ae ini ira s u a gj e ilu p e er s s i l f i c ó d u c o r d e e t o e av l c d du t a ó i a ud eitr a rcin e n hro e lcrns eoia lrsnc. En una de esas explicaciones infantiles tan gratas a los abstrusos matemáticos, el profesor Niklaus compara el camello en su tránsito con un hilo de araña. Nos dice que si aprovechamos ese hilo para tejer una tela, nos haría falta todo el espacio s d r lp r e t n e l ,yq el se t e l sv s b e ei v s b e q e a í na l p e d d s iea aa xedra u a srla iils niils udra lí rnia como briznas de rocío. La madeja en cuestión mide millones de años luz, y Niklaus ofrece devanarla en unos tres quintos de segundo. Como puede verse, el proyecto es del todo viable y hasta diríamos que peca de científico. Cuenta ya con la simpatía y el apoyo moral (todavía no confirmado oficialmente) de la Liga Interplanetaria que preside en Londres el eminente Olaf Saldn tpeo. En vista de la natural expectación y ansiedad que ha provocado en todas partes la oferta de Niklaus, el comité manifiesta un especial interés llamando la atención de todos los poderosos de la Tierra, a fin de que no se dejen sorprender por los charl t n sq ee t np s n oc m l o m e t sat a é d s t l so i i i s E t si d v aae u sá aad aels uro rvs e uie rfco. so nii duos que no titubean al llamarse hombres de ciencia, son simples estafadores a caza de esperanzados incautos. Proceden de un modo sumamente vulgar, disolviendo el camello en soluciones cada vez más ligeras de ácido sulfúrico. Luego destilan el líquido por el ojo de la aguja, mediante una clepsidra de vapor, y creen haber
  • 298. 300 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN realizado el milagro. Como puede verse, el experimento es inútil y de nada sirve financiarlo. El camello debe estar vivo antes y después del imposible traslado. E v zd d r e i t n l d sd c r o yd g s a e d n r e i d s i r b e o r s n e e ertr oeaa e iis e atr l ieo n necfals ba d c r d d l sp r o a i t r s d se l v d e e n q ep s a u c p t le t r o o e aia, a esns neeaa n a ia tra u oen n aia sobs, d b np t o i a l d s n e r c ó d lc m l o q ee c e t f c ,v s o aye ú t m ee arcnr a eitgain e ael, u s iníia its n lio término lucrativa. Hablar de generosidad en un caso semejante resulta de todo innecesario. Hay que cerrar los ojos y abrir la bolsa con amplitud, a sabiendas de que todos los gastos serán solventados a prorrata. El monto del capital necesario no podrá ser conocido hasta el imprevisible final, y el profesor Niklaus, con toda honestidad, se niega a trabajar con un presupuesto que no sea fundamentalmente elástico. Los suscriptores deben cubrir, con paciencia y durante años, sus cuotas de inversión. Hay necesidad de contratar millares de técnicos, gerentes y obreros. Deben fundarse subcomités regionales y nacionales. Y el estatuto de un colegio de sucesores del profesor Niklaus no tan sólo debe ser p e i t ,s n p e u u s oe d t l e y q el t n a i ap e ee t n e s r z n b e rvso io rspet n eal, a u a ettv ud xedre aoalmente durante varias generaciones. A este respecto no está por demás señalar la edad provecta del sabio Niklaus. Como todos los propósitos humanos, el experimento Niklaus ofrece dos probab e r s l a o :e f a a oye é i o A e á d s m l f c re p o l m d l s l a ls eutds l rcs l xt. dms e ipiia l rbea e a avc ó p r o a ,e é i od N k a sc n e t r al se p e a i sd t nm s i ae p r e c a in esnl l xt e ilu ovriá o mrsro e a ítc xeini e a c o i t sd u af b l s c m a í d t a s o t s S r m yf c ld s r o l rl n cinsa e n auoa opña e rnpre. eá u ái earla a desintegración de los seres humanos de un modo práctico y económico. Los homb e d lm ñ n v a a á at a é d g a d sd s a c a ,e u i s a t ys np l g o rs e aaa ijrn rvs e rne itnis n n ntne i eir, d s e t se r f g se e t ó i a . iulo n áaa lcrncs Pero la posibilidad de un fracaso es todavía más halagadora. Si Arpad Niklaus es un fabricante de quimeras y a su muerte le sigue toda una estirpe de impostores, su obra humanitaria no hará sino aumentar en grandeza, como una progresión geométrica, o como el tejido de pollo cultivado por Carre. Nada impedirá que pase al h s o i c m e g o i s f n a o d l d s n e r c ó u i e s ld c p t l s Y a itra oo l lroo uddr e a eitgain nvra e aiae. los ricos, empobrecidos en serie por las agotadoras inversiones, entrarán fácilmente a r i od l sc e o p rl p e t e t e h ( lo od l a u a ,a n u e c m l on l en e o ils o a ura srca e j e a gj) uqe l ael o ps. ae Hirc Bl enih öl “Heinrich Böll, (1917-1985), fue aprendiz de ebanista y dependiente de librería y comenzó estudios de germanística. Combatió y fue repetidamente herido durante la segunda Guerra Mundial. Profesó la religión católica y sostuvo posturas altamente polémicas, tanto en materia de religión como en política. En 1971
  • 299. LIBRO DE CONSULTA 301 asumió la presidencia de Pen Club Internacional. En 1972 se le entregó el Premio Nobel de Literatura. “El primer libro de Böll, El tren llegó puntual, apareció en Alemania en 1949, en 1962 Opiniones de un payaso; en 1966 publicó un volumen de conferencias (Frankfurter vorlesungen) y ha reunido también juntamente con una colección de n r a i n sm yb e e ,t a u i a a c s e l n c ne t t l L a e t r yo r s arcoe u rvs rdcds l atlao o l íuo a vnua to r l t s s sp e a r d o ó i a ( r ä l n e u dh r p e e . eao, u izs aifncs Ezhugn n ösil) O i i n sd u p y s pnoe e n aao “ p n o e d u p y s f eu od l sm sn t b e b s - e l r l t r r o a e a Oiins e n aao u n e o á oals etsles ieais lmn sd l d c d d l ss s n a E l n v l ,B l ,u od l se c i o e c t l e e a éaa e o eet. n a oea öl n e o srtrs aói cos más polémicos de los últimos años, asume a través de la figura del clown y de su irónica y conmovedora historia el papel de crítico de un catolicismo que prefiere la dimensión de las conveniencias a las raíces de su espiritualidad y a sus profundas consecuencias morales. Transcribimos el pasaje donde Hans Schnier, el payaso, narra su desilusión de Marie y anota la opinión que tiene del arte. Marie lo ha abandonado para c s r ec no r . aas o to Creo que no hay nadie en el mundo que entienda a un payaso, ni siquiera otro payaso; en estos casos siempre están en juego la envidia y las rivalidades. Marie estuvo a punto de entenderme, pero completamente no me entendió jamás. Siempre decía que como “persona creadora” tenía que sentir un “ardiente interés” por recibir la mayor cantidad de cultura posible. Un error. Naturalmente, si cuando tuviera una tarde libre me enterara, que en alguna parte se representa a Beckett, tomaría en seguida un taxi; de vez en cuando también voy al cine, si lo pienso bien, incluso a menudo, y siempre películas autorizadas para niños de seis años. Marie no pudo entenderlo jamás. Gran parte de su educación católica consistía precisamente en informaciones psicológicas y en un racionalismo adornado con mística dentro del marco de “que jueguen al futbol para que no piensen en chicas”. Entonces me gustaba mucho pensar en chicas; luego sólo en Marie. A veces me daba la impresión de ser un monstruo. Me gusta ir a ver películas para niños de seis años porque en e l sn a a e en n u ad l sc r i e í sd l sa u t s c ns sa u t r o yd v r la o prc ign e a uslra e o dlo, o u dleis iocios. En las películas de adulterios y divorcios desempeña siempre un papel importante la felicidad de alguien. “Hazme feliz, cariño” o “¿Acaso quieres poner trabas a mi felicicidad?” No puedo imaginar una felicidad que dure más de un segundo, tal
  • 300. 302 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN vez dos o tres. También me gusta ver películas de prostitutas de verdad, pero hay muy pocas. En su mayoría son tan pretenciosas que uno no se da cuenta de que en realidad son películas de prostitutas. Existe otra categoría de mujeres que no son ni p o t t t sn e p s s l sm j r sc m a i a ,p r e l sp l c l se t nm yo v rsiua i soa; a uee opsvs eo n a eíua sá u li dadas. Generalmente, en las películas para niños de seis años hay prostitutas a barullo. Jamás he comprendido en qué piensan los comités que califican las películas cuando toleran que los niños las vean. En ellas las mujeres o son prostitutas por naturaleza o sólo en sentido sociológico. Compasivas no lo son casi nunca. … … … Lo que un payaso necesita es tranquilidad, la apariencia de aquello que los demás llaman fiesta. Pero esas otras personas lo que no comprenden es que para un payaso la fiesta consiste en olvidar su trabajo, no lo comprenden porque ellos sólo se dedic nal q es h l a a oa t d r n es sd a d f e t ,c s q el s r s l ac m l a o u e a lmd re uat u ís e isa oa u e eut ope t m n en t r l U p o l m a a t l c n t t y nl sp r o a c ns n i oa t s i o aet aua. n rbea pre o osiue a esns o etd rítc que no piensan más que en el arte, pero que no necesitan sus horas libres porque no trabajan. Cuando alguien empieza a denominar artista a una persona aficionada al arte, se originan los más lamentables malentendidos. Las personas con cierto sentido artístico empiezan siempre a hablar de arte en el preciso momento en que el artista tiene la sensación de gozar de algo así como horas libres. En general, son atacantes; e e o d s t e yh s ac n om n t se q ee a t s as o v d d la t ,u ap r o a n ss o, rs at ic iuo n u l rit e lia e re n esn aficionada al arte empieza a hablar de Van Gogh, Kafka, Chaplin o Beckett. En esos momentos preferiría suicidarme; cuando empiezo a pensar sólo en lo que hago con Marie, o en la cerveza, en las hojas que caen en otoño, en el juego del parchís o en cualquier cursilería, tal vez en algo sentimental, un Fredebeul o un Sommerwild empiezan a hablar de arte. Precisamente en el momento en que yo gozo de la extraordinariamente excitante sensación de ser del todo normal, de ser tan burguesamente normal como Karl Emonds, Fredebeul o Sommerwild empiezan con Claudel o Ionesco. Marie también tiene algo de eso; antes menos, últimamente más. Me di cuenta cuando le conté que empezaría a cantar canciones acompañándom c nl g i a r .E o d j ,h r ós i s i t e t t c .L sh r sl b e d l sq en e o a utra s, io ii u ntno séio a oa irs e o u o son artistas, son las de trabajo de un payaso. Todo el mundo sabe lo que son las horas libres, desde el bien remunerado manager hasta el más sencillo obrero, tanto si beben cerveza como si matan osos en Alaska; tanto si coleccionan sellos como si c l c i n ni p e i n s a oe p e i n s a ( n c s e s g r :e q ec l c i n a t oecoa mrsoits xrsoits ua oa s eua l u oecoa re n e a t s a .S l s m n r d e c n e s sc g r i l sd r n el sh r sl b e ,d o s rit) óo u aea e nedr u iarlo uat a oa irs e hacer un gesto determinado, puede ya enfurecerme, pues conozco esa sensación lo suficientemente bien como para envidiársela a la larga. El payaso tiene algunos momentos de libertad; entonces, puede extender las piernas y saber, durante el tiempo
  • 301. LIBRO 303 DE CONSULTA que tarda en fumar medio cigarrillo, lo que es tener tiempo libre. El llamado permis e mra. o s otl Al parecer los demás saben lo que es durante tres, cuatro o seis semanas. Marie intentó un par de veces proporcionarme esta sensación, nos fuimos al mar, al interior, a los baños, a la montaña; al segundo día ya estaba enfermo, lleno de arriba a abajo de pústulas y mi alma repleta de ideas asesinas. Creo que estaba muerto de envidia. Luego tuvo la terrible ocurrencia de pasar conmigo las vacaciones en un lugar donde descansan muchos artistas. Como es natural, no eran más que aficionados al arte y la primera tarde me pelee ya con un demente muy importante de la industria cinematográfica y me enredé en una conversación sobre Grock, Chaplin y el bufón en los dramas de Shakespeare. No sólo me dieron una buena paliza (es que e o a i i n d sq ec n i u nv v rb e d p o e i n ss u o r í t c s n t a a a ss fcoao u osge ii in e rfsoe edatsia, o rbjn y rebosan fuerza), sino que contraje una grave ictericia. Tan pronto como nos encontramos fuera de este horrible nido me sané en seguida. J l oC r á a ui otzr Julio Cortázar nació en Bruselas en 1914 y muere en París en 1984. Combatió por la liberación en “Sierra Maestra” al lado del Che, apoyó decididamente la Revolución cubana, manteniendo siempre una actitud digna, que representaba l q ed b a s g i l se c i o e l t n a e i a o . a u eín eur o srtrs aiomrcns Sus libros más importantes son Rayuela (1963), novela de una originalidad i u i a ae l q ee i t nv r a p s b l d d sp r l e l ,i i a d e s l od nstd n a u xse ais oiiiae aa era mtno l at e la rayuela. Una lectura empieza por el capítulo I y termina en el capítulo 56. Otra segunda lectura comienza en el capítulo 73 al que le siguen los capítulos 1 2 16 ectr. , , 1, téea Todo esto mediante un “tablero de dirección”. Es una de las obras más importantes de la narrativa hispanoamericana de la actualidad. Respecto a su obra El libro de Manuel, Fama, Octaedro; donó sus derechos de autor a los presos políticos de la Argentina. Julio Cortázar recibió el premio “Médicis”, el que donó a l r s s e c ac i e a a eitni hln. Internacionalmente se reconoce a Julio Cortázar como representativo de la narrativa latinoamericana de hoy. Sin embargo, también es un excelente poeta, aunque su producción en este género no sea muy extensa. Para ejemplificar su p e í , p e e t m s u f a m n o d Policrítica en la hora de los chacales, d n e osa rsnao n rget e od critica duramente a algunos intelectuales latinoamericanos por los ataques gratuitos que hicieron en 1971 contra la Revolución y el pueblo de Cuba.
  • 302. 304 TALLER POLICRÍTICA DE LECTURA Y REDACCIÓN EN LA HORA DE LOS CHACALES De qué sirve escribir la buena prosa, de qué vale que exponga razones y argumentos s l sc a a e v l n l m n d s t r c n r e v r o i o hcls ea, a aaa e ia ota l eb, l m t l n l s c nl q eq i r n d j nd l d e r s o o uia, e aa o u uee, ea e ao l et, vuelven lo blanco negro, el signo más se cambia en signo menos, l sc a a e s ns b o e l st l x o hcls o ais n o ée, s nl st j r sd l i f m ayd lm l n e d d , o a iea e a nai e aetnio m n d u i e s l b a c s n g o ,a b n s aaa nvra, lno, ers lio, lacayos si no firman y todavía más chacales cuando firman, de qué sirve escribir midiendo cada frase, de qué sirve pesar cada acción, cada gesto que expliquen la conducta s a o r d al sp r ó i o ,l sc n e e o ,l sa e c a , i l to í o eidcs o osjrs a gnis l sp l c a d s r z d s o oiís ifaao, l sa e o e d lg r l ,l sa o a o d l st u t o ssrs e oia o bgds e o rss se encargarán de la versión más adecuada para consumo de inocentes o de crápulas fabricarán una vez más la mentira que corre, la duda que se instala, y tanta buena gente en tanto pueblo y tanto campo de tanta tierra nuestra, que abre su diario y busca su verdad y se encuentra con la mentira maquillada, los bocados a punto, y va tragando baba prefabricada, mierda en pulcras columnas, y hay quien cree y al creer olvida el resto, tantos años de amor y de combate, porque así es, compadre, los chacales lo saben: la memoria e flbe s ail. … … … … … … … … … … … … … … … … H yq eg i a u ap l t c c í i a h yq ec i i a g i a d a u rtr n oíia rtc, a u rtcr rtno cada vez que se lo cree justo: sólo así podremos acabar un día con los chacales y las hienas. Es, México City, Río, diariamente, diariamente, en mi mesa, los recortes de prensa: París, Londres (en poco tiempo, apenas dos semanas), la máquina montada,
  • 303. LIBRO 305 DE CONSULTA Nueva York, Buenos Aires l o e a i nc m l d ,l sl b r l se c n a o ,l sr v l c o a i s a prcó upia o ieae natds o eouinro confundidos, la violación con letra impresa, los comentarios compungidos, alianza de chacales y de puros, la manada feliz, todo va bien. … … … … … … … … … … … … … … … … … … Siempre hay alguna hiena maquillada de juez, poeta o crítico, l s aac n a l sl a d l q eo i e e f n od s st i a , it atr a os e o u da n l od e u rps pronta a asfixiar la voz de los que quieren el verdadero diálogo, el contacto por lo alto y por lo bajo: contacto con ese hombre que manda en el peligro porque el pueblo cuenta con él y sabe que está ahí porque es justo, porque en él se define la razón de la lucha, del duro derrotero, porque jugó su vida con Camilo y el Che y tantos que pueblan de huesos y memorias la tierra de la palma; y también el contacto con el otro, el sencillo camarada que necesita la palabra y el rumbo para impulsar mejor la máquina, para cortar mejor la caña. Nadie espere de mí el elogio fácil, pero hoy es más que nunca tiempo de decisión y de aguas claras; d á o op d ,e c e t oe l sb r a c s p l c í i ad a i , ilg io nunr n a orsa, oirtc ira no acepto la repetición de humillaciones torpes, no acepto confesiones que llegan siempre demasiado tarde, no acepto risas de los fariseos convencidos de que todo anda bien después de cada ejemplo, n a e t l i t m d c ó ,n l v r ü n a o cpo a niiain i a egez. Y es por eso que acepto la crítica de veras, la que viene de aquél que aguanta en el timón, de aquéllos que pelean por una causa justa, allá o aquí, en lo alto o en lo bajo, y reconozco la torpeza de pretender saberlo todo desde un mero ecioi. srtro Y busco humildemente la verdad en los hechos de ayer y de mañana, y te busco la cara, Cuba la muy querida, y soy el que fue a ti como se va a beber el agua, con la sed que será racimo o canto.
  • 304. 306 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Revolución hecha de hombres, l e ae t r sd e r r syd s í s l e ae t r sd l g i a y ln saá e roe evo, ln saá e árms ausencias, pero a mí, a los que en tantos horizontes somos pedazos de América Latina, tú nos comprenderás al término del día, v l e e o av r o ,ae t rj n o ,c r j , ovrms ens sa uts aao contra hienas y cerdos y chacales de cualquier meridiano, c n r t b o yf o o ye c i a yl c y s ota iis ljs srbs aao en París, en La Habana o Buenos Aires, contra lo peor que duerme en lo mejor, contra el peligro de quedarse atascado en plena ruta, de no cortar los nudos a machetazo limpio, así yo sé que un día volveremos a vernos, buenos días, Fidel, buenos días, Haydée, buenos días, mi casa, mi sitio en los amigos y en las calles, mi buchito, mi amor, mi caimancito herido y más vivo que nunca, yo soy esta palabra mano a mano como otros son tus ojos o tus músculos, t d sj n o i e o al z f af t r , oo uts rms a ar uua al azúcar de un tiempo sin imperios ni esclavos. Hablémonos, eso es ser hombres: al comienzo f ee d á o o u l ilg. Déjame defenderte cuando asome el chacal de turno, déjame estar ahí. Ys n l q i r s i o o uee, O e c m a r ,o v d t n ac i i b r t . y, opde lia at rss aaa Empecemos de nuevo, di lo tuyo, aquí estoy, aquí te espero. Toma, fuma conmigo, largo es el día, el humo ahuyenta los mosquitos. Sabes, nunca estuve tan cerca como ahora, de lejos, contra viento y marea. El día nace. París, mayo de 1971. L a t p s ad ls r a uoit e u E t n r a i n i c u d e e l b oT d sl sf e o e f e o d J l oC r á a ,e sa arcó, nlia n l ir oo o ugs l ug, e ui otzr s u ac r e ac í i aal d s e s n l z c ó ,l n u o i yl n g c ó e c b e t , n etr rtc a eproaiain a erss a eain nuira de los elementos de una sociedad en vía de deshumanización.
  • 305. LIBRO DE CONSULTA 307 En una sociedad donde vale más quien tiene más dinero, quien circule mostrando mejor posición económica será el triunfador. Antiguamente este indicio lo daban las joyas. Hoy, acorde a la mecanización y el egoísmo, lo representan los automóviles. La despersonalización se obliga en función del vehículo. El hombre o la mujer dejan de serlo para convertirse en Mondeo, Mercedes Benz, etc., como si éste fuera su nombre verdadero, y 2003, 2004 o último modelo, su apellido. El segundo apellido vendría a ser la matrícula o placa que s o t n ap rd l n eyp rd t á . e set o eat o ers Este breve relato toma como pretexto un incidente frecuente: el embotellamiento de gran número de vehículos en una carretera, la autopista del sur que conduce de Fontainebleau a París. Cortázar lo aprovecha para relatar todas las experiencias que viven los tripulantes de los vehículos durante el tiempo que dura el embotellamiento el coqueteo sin sentido, casi automático y común, de la joven del Dauphine y el ingeniero del Peugeot 404, el histerismo de una religiosa, el absurdo suicidio del tripulante del Caravelle, la muerte real que sobreviene a una anciana muerta en vida, la desesperación por la carencia de víveres, etc. Los personajes son los vehículos. Se reconocen como la máquina automotriz. En la propia narración el nombre para identificarlos es el de los automóviles. La chica del Dauphine y el ingeniero del Peugeot tienen la posibilidad del auténtico sentido amoroso, pero lo echan a perder en el flirteo y la sensualidad “de paso”. La obra termina cuando los vehículos se confunden y sus conductores se pierden entre el tumulto, ya que la carretera queda libre de obstáculos y todos se lanzan aglomeradamente, en una desenfrenada velocidad por recuperar el tiempo y llegar lo más rápidamente posible a ningún lado. P r e e p i i a l n r a i ad C r á a ,c p a o u f a m n od s c e t aa jmlfcr a artv e otzr oims n rget e u uno La autopista del sur, poco después de comenzar el embotellamiento. A la cuarta vez de encontrarse con todo eso, de hacer todo eso, el ingeniero había decidido no salir más de su coche, a la espera de que la policía disolviese de alguna manera el embotellamiento. El calor de agosto se sumaba a ese tiempo a ras de neumáticos para que la inmovilidad fuese cada vez más enervante. Todo era olor a gasolina, gritos destemplados de los jovencitos del Simca, brillo del sol rebotando en los cristales y en los bordes cromados, y para colmo la sensación contradictoria del encierro en plena selva de máquinas pensadas para correr. El 404 del ingeniero ocupaba el segundo lugar de la pista de la derecha contando desde la franja divisoria de las dos pistas, con lo cual tenía otros cuatro autos a su derecha y siete a su izquierda, aunque de hecho sólo pudiera ver distintamente los ocho coches que lo
  • 306. 308 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN rodeaban y sus ocupantes que ya había detallado hasta cansarse. Había charlado con todos, salvo con los muchachos del Simca que le caían antipáticos; entre trecho y t e h s h b ad s u i ol s t a i ne s sm n r sd t l e ,yl i p e i ng n r l rco e aí ictd a iucó n u eoe eals a mrsó eea era que hasta Corbeil-Essonnes se avanzaría al paso o poco menos, pero que entre Corbeil y Juvisy el ritmo iría acelerándose una vez que los helicópteros y los motociclistas lograran quebrar lo peor del embotellamiento. A nadie le cabía duda de que algún accidente muy grave debía haberse producido en la zona, única explicación de u al n i u i c e b e Yc ne oe g b e n ,e c l r l si p e t s l v a i a ,u n ettd nríl. o s l oiro l ao, o muso, a ildd n tópico tras otro, tres metros, otro lugar común, cinco metros, una frase sentenciosa o una maldición contenida. A las dos monjitas del 2HP les hubiera convenido tanto llegar a Milly-la-Fôret a t sd l so h ,p e l e a a u ac s ad h r a i a p r l c c n r .A m t i o ne e a co us lvbn n et e otlzs aa a oiea l armnio del Peugeot 203 le importaba sobre todo no perder los juegos televisados de las nueve y media; la muchacha del Dauphine le había dicho al ingeniero que le daba lo mismo llegar más tarde a París, pero que se quejaba por principio, porque le parecía un atropello someter a millares de personas a un régimen de caravana de camellos. En esas últimas horas (debían ser casi las cinco pero el calor los hostigaba insoportablemente), habían avanzado unos 50 metros a juicio del ingeniero, aunque uno de los hombres del Taunus que se había acercado a charlar llevando de la mano al niño con su autito, mostró irónicamente la copa de un plátano solitario y la muchacha del Dauphine recordó que ese plátano (si no era un castaño) había estado en la misma línea que su auto durante tanto tiempo que ya ni valía la pena mirar el reloj pulsera pr pres e cluo iúie. aa edre n ácls ntls N a a d c an n a l v b a i nd ls ls b el p s ayl sc r o e í sd l t b e o treí uc, a ircó e o or a it a arcra iaaa l vértigo hasta la náusea. Los anteojos negros, los pañuelos con agua de colonia en la cabeza, los recursos improvisados para defenderse, para evitar un reflejo chirriante o las bocanadas de los caños de escape a cada avance, se organizaban y perfeccionaban, eran objeto de comunicación y comentario. El ingeniero bajó otra vez para estirar las piernas, cambió unas palabras con la pareja de aire campesino del Ariane que precedía al 2HP de las monjas. Detrás del 2HP había un Volkswagen con un soldado y una muchacha que parecían recién casados. La tercera fila hacia el exterior d j b d i t r s r op r u h b e at n d q ea e a s p l g o a e t d l4 4 v í eaa e neeal oqe uir eio u ljre eirsmne e 0; ea colores, formas, Mercedes Benz, ID, 4R, Lancia, Skoda, Morris Minor, el catálogo completo. A la izquierda, sobre la pista opuesta, se tendía otra maleza inalcanzable de Renault, Anglia, Peugeot, Porsche, Volvo; era tan monótono que al final, después de charlar con los dos hombres del Taunus y de intentar sin éxito un cambio de impresiones con el solitario conductor del Caravelle, no quedaba nada mejor que volver al 404 y reanudar la misma conversación sobre la hora, las distancias y el cine con la muchacha del Dauphine.
  • 307. LIBRO 309 DE CONSULTA Gabriel García Márquez Gabriel García Márquez –según su padre Eligio García–, nació en Colombia el 6 de marzo de 1927. A partir de 1957 ejerció varios años el periodismo. Su primera novela fue La mala hora. En 1972 obtuvo el premio “Rómulo Gallegos” en Venezuela por su novela Cien años de soledad. En esa ocasión se rebeló contra los premios afirmando: “Todo premio es peligroso, toda subvención compromete y todo homenaje público es principio de embalsamamiento”. El dinero en efectivo que recibió por esta distinción lo donó íntegramente al MAS (Movimiento al Socialismo), en cuyo nobre lo recibió uno de los guerrilleros, de nomb eP t o f E t a c ó d s l d r d dal sg e r l e o d lM S q er p e e t r e k f . s a c i n e o i a i a o u r i l r s e A, u e r s n a el apoyo no sólo ideológico sino económico a los movimientos de liberación de América Latina, le ocasionó a García Márquez ataques continuos por parte de los escritores reaccionarios de América. García Márquez también obtuvo el premio “Books Aboard” en Nueva York y el premio “Oklahoma” que donó íntegramente a los presos políticos. Sus obras E é d r ,D o yy yP e a i ,h ns d l e a a a c n .O r d s so r sc r c rnia is o rsgo a io lvds l ie ta e u ba aat r s i a e E c r n ln t e eq i nl e c i a E e l n r al v d d u c r n l eítcs s l ooe o in ue e srb. n la ar a ia e n ooe r t r d q ep s i f n d dd p n r a p r s b e i i .S i u i nyú i aa t eiao u aa niia e euis aa orvvr u lsó nc ci vidad es esperar que el Ministerio de Guerra resuelva la pensión que le adeuda, resolución entorpecida por larguísimos trámites burocráticos. Diariamente el coronel va al correo con la esperanza del comunicado, pero la respuesta del administrador a su insistencia es siempre la misma: “El coronel no tiene quien le escriba”. Sus aficiones están resumidas en un gallo de pelea que le recuerda a su hijo recientemente asesinado, y su esposa. Entre los habitantes del pueblo se propaga la semilla de la Revolución. Circulan las ideas en volantes escritos. Se d s t l v g l n i p l c a ayl r p e i n E u ar d d e c r n l q el e a eaa a iiaca oiic a ersó. n n eaa l ooe, u lv un volante, va a ser detenido. El coronel se identifica, los policías respetan su g a oyl d j ni s ni t r o a l s q i r . rd o ea r i nergro iuea Ce ao d sldd in ñs e oea La obra más importante de García Márquez es Cien años de soledad, excelente novela llena de poesía y arraigadas raíces latinoamericanas, donde cada capítulo, y podríamos decir cada párrafo, son ejemplos poéticos no sólo de estilo, sino de fragmentos con vida independiente de una verdadera unidad.
  • 308. 310 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN La estructura unitaria de la novela está en la superposición de tiempo discontinuo en el que se sobreponen el pasado mítico, los acontecimientos históricos y cada uno de los distintos personajes individualmente. Los Buendía se repiten en las siguientes generaciones porque a su vez se han repetido de las generaciones anteriores. La imaginación de García Márquez es extraordinariamente rica y trata en el mismo plano los hechos fantásticos y los sucedidos reales. Cien años de soledad es una de las más grandes novelas que se han escrito en la segunda mitad del siglo XX. Con García Márquez ya no es posible separar la novela realista de la novela fantástica. La novela es, a partir de él y de su g n r c ó ,u t r i o i n e ol c l z d e l i a i a i nq et t l z l r a eeain n ertro uv oaiao n a mgncó u oaia a eldd ia. En Cien años de soledad lo insólito se vuelve cotidiano. La epidemia de peste de insomnio en la que los habitantes pierden el sueño y después la memoria, para ser curados por el gitano Melquíades con la inmortalidad. Todo es mágico. Personajes y situaciones son llevados al extremo en una atmósfera llena de amor, sensualidad y muerte. El autor critica la realidad que oprime a Latinoamérica, el abuso del poder, el militarismo. La soledad vive en los propios personajes y es provocada por ellos. La soledad viene de antes y se continuará después, como los nombres que se repiten tradicionalmente. Pero también a a e el r p u ad l t a i i nc n r s a d f e t m n ec nl ss p r t c o prc a utr e a rdcó otatno ureet o a uesiines populares y con los elementos religiosos que se mezclan. El lenguaje literario de Cien años de soledad es metafórico y plenamente rico en imágenes. La t a ae l s g i n e rm s a iuet: Macondo es un pueblo imaginario donde se desarrolla la vida de los Buendía. A punto de ser fusilado, el coronel Aureliano Buendía evoca a Macondo, su tierra, el pueblo fundado por su padre José Arcadio Buendía. Recuerda a su madre Úrsula, firme de carácter y sentido práctico; a su hermano José Arcadio, sensual e inquieto que se fue con los gitanos. La rivalidad entre su hermana Amaranta y su hermana adoptiva Rebeca, enamoradas del mismo hombre: el rfnd iain Per Cep. eiao tlao ito rsi El coronel tiene regresiones al presente. Entonces mira a su padre que ha perdido la razón. José Arcadio había seducido a Rebeca casándose con ella, con el despecho de Amaranta. En este momento de regresión llega Úrsula y logra salvarlo de ser fusilado. El coronel vuelve al combate al mando de las tropas liberales. A medida que gana las batallas endurece su corazón, su ambición crece y no le importa ejecutar a sus propios amigos con tal de continuar en el pdr oe.
  • 309. LIBRO DE CONSULTA 311 Los dos hermanos Buendía tienen relaciones con Pilar Ternera, y de éstas nacen José Aureliano, que es educado por Amaranta y José Arcadio. Al crecer. José Arcadio se une en matrimonio con Santa Sofía de la Piedad y finalmente es fusilado por los conservadores. Los hijos de José Arcadio y Santa Sofía de la Piedad son Aureliano Segundo y José Arcadio Segundo, hermanos gemelos, y una hija a quien llaman Remed o .L t a i i ns c n i ú .A r l a oS g n os u ec no r j v n F r a d is a rdcó e otna uein eud e n o ta oe, enna de Carpio, pero sostiene relaciones con Petra Cotes, bella mulata a quien él considera como su suerte y supersticiosamente le atribuye la reproducción del gnd. aao Por ese tiempo en Macondo hay sucesos importantes para la población, como e p s d lf r o a r l P r t m i ns f e l i v s ó i p r a i t d l sc m l ao e ercri. eo abé urn a nain meilsa e a opañías bananeras estadunidenses. El coronel Aureliano Buendía capitula verg n o a e t c nl sc n e v d r syt a c o as si e l sf r a d l st a a o ozsmne o o osraoe riin u dae imno o rtds de Neerlandia. Acabado, regresa al lado de su madre Úrsula donde fallece en forma oscura, amargado por la muerte de sus hijos ilegítimos, que suman diecisiete y son asesinados misteriosamente. Las hijas de Fernanda del Carpio y Aureliano Segundo son las que rompen la tradición. Remedios (Meme) se rebela y termina siendo madre de un hijo natur l aq i nt m i nn m r A r l a o q ec e el j sd l f m l a L o r h j a, ue abé oba uein, u rc eo e a aii. a ta ia es Amaranta Úrsula, que se casa con Gastón y que más tarde se enamora de Aureliano y se convierte en su amante. Ellos son el último eslabón de la familia Buendía. Cuando Amaranta Úrsula muere, él descubre en pergaminos antiguos que no es su hermano como lo había supuesto, sino sobrino de Amaranta Úrsula. Macondo es destruido por un huracán y la familia Buendía se extingue “porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oport n d ds b el T e r ” uia or a ira. De esta excelente novela que revive y da término a un mundo tradicional que se derrumba, y apunta la grandeza de un mundo diferente, transcribimos te psjs rs aae: En el primero, el amor se simboliza en la casa. Aureliano quien está enamorado de Remedios, piensa: La casa se llenó de amor. Aureliano lo expresó en versos que no tenían principio ni fin. Los escribía en los ásperos pergaminos que le regalaba Melquíades, en las paredes del baño, en la piel de sus brazos, y en todos aparecía Remedios transfigurada: Remedios en el aire soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respi-
  • 310. 312 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN ración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre. Rebeca esperaba el amor a las cuatro de la tarde bordando junto a la ventana. Sabía que la mula del correo no llegaba sino cada quince días, pero ella la esperaba siempre, convencida de que iba a llegar un día cualquiera por equivocación. Sucedió todo lo contrario: una vez la mula no llegó en la fecha prevista. Loca de desesperación, Rebeca se levantó a medianoche y comió puñados de tierra en el jardín, con una a i e s i i a l o a d d d l ryd f r a m s i a d l m r c st e n sya t l á vdz ucd, lrno e oo e ui, atcno obie ira siln dose las muelas con huesos de caracoles. Vomitó hasta el amanecer. Se hundió en un e t d d p s r c ó f b i ,p r i l c n i n i ,ys c r z ns a r óe u d l r o sao e otain erl edó a oceca u oaó e bi n n eii s np d r Ú s l ,e c n a i a a f r ól c r a u ad lb ú ,ye c n r e e f n o i uo. rua sadlzd, oz a erdr e al notó n l od, atadas con cintas color de rosa, las dieciséis cartas perfumadas y los esqueletos de hojas y pétalos conservados en libros antiguos y las mariposas disecadas que al tcra s cniteo e plo oals e ovrirn n ov. En el segundo pasaje la muerte se anuncia a Amaranta antes de que ella vaya am r r yl d t e p d b r a l t n c yl ss b n sc nq eh d a o t j r e oi, e a imo e odr a úia a áaa o u a e mraas (antigua costumbre china). La vio un mediodía ardiente, cosiendo con ella en el corredor, poco después que Meme se fue al colegio. La reconoció en el acto, y no había nada pavoroso en la muerte, porque era una mujer vestida de azul con el cabello largo, de aspecto un poco anticuado, y con un cierto parecido a Pilar Ternera en la época en que las ayudaba en los oficios de cocina. Varias veces Fernanda estuvo presente y no la vio, a pesar que era tan real, tan humana, que en alguna ocasión le pidió a Amaranta el favor de que le ensartara una aguja. La muerte no le dijo cuándo se iba a morir ni si su hora estaba señalada antes que la de Rebeca, sino que le ordenó empezar a tejer su propia mortaja el próximo seis de abril. La autorizó para que la hiciera tan complicada y primorosa como ella quisiera, pero tan honradamente como hizo la de Rebeca, y le advirtió que había de morir sin dolor, ni miedo, ni amargura, al anochecer del día en que la terminara. Tratando de perder la mayor cantidad posible de tiempo, Amaranta encargó las hilazas de lino bayal y ella misma fabricó el lienzo. Lo hizo con tanto cuidado que solamente esa labor le llevó cuatro años. Luego inició el bordado. A medida que se aproximaba el término ineludible, iba comprendiendo que sólo un milagro permitiría prolongar el trabajo más allá de la muerte de Rebeca, pero la misma concentración le proporcionó la calma que le hacía falta para aceptar la idea de una frustración. Fue entonces cuando entendió el círculo vicioso de los pescaditos de oro del coronel Aureliano Buendía. El mundo se redujo a la superficie de su piel, y el interior quedó a salvo de toda amargura.
  • 311. LIBRO DE CONSULTA 313 En el último fragmento. García Márquez critica duramente al militarismo criollo coludido con el imperialismo estadunidense. L l ym r i lf c l a aa e é c t p r a u i f n i n sd á b t od l c n r v r a e aca autb l jrio aa smr ucoe e rir e a otoesia, pero no se hizo ninguna tentativa de conciliación. Tan pronto como se exhibieron en Macondo, los soldados pusieron a un lado los fusiles, cortaron y embarcaron el banano y movilizaron los trenes. Los trabajadores, que hasta entonces se habían conformado con esperar, se echaron al monte sin más armas que sus machetes de l b r ye p z r nas b t a e s b t j .I c n i r nf n a yc m s r a o ,d s r ao, meao aoer l aoae nedao ics oiaits etu yeron los rieles para impedir el tránsito de los trenes que empezaban a abrirse paso con fuego de ametralladoras, y cortaron los alambres del telégrafo y el teléfono. Las a e u a s t ñ r nd s n r .E s ñ rB o n q ee t b v v e e g l i e oe e t i cqis e ieo e age l eo rw, u saa io n l alnr lcrficado, fue sacado de Macondo con su familia y las de otros compatriotas suyos, y c n u i o at r i o i s g r b j l p o e c ó d le é c t .L s t a i na e a a odcds ertro euo ao a rtcin e jrio a iucó mnzb c ne o u i n rh c au ag e r c v ld s g a ys n r e t ,c a d l sa t r d a o vlcoa ai n ura ii eiul agina uno a uoia des hicieron un llamado a los trabajadores para que se concentraran en Macondo. El l a a oa u c a aq ee J f C v lyM l t rd l p o i c al e a í e v e n ss g i n lmd nnib u l ee ii iia e a rvni lgra l ire iuet ,d s u s oai t r e e e e c n l c o e ipet necdr n l ofit. José Arcadio Segundo estaba entre la muchedumbre que se concentró en la estación desde la mañana del viernes. Había participado en una reunión de los dirigentes sindicales y había sido comisionado junto con el coronel Gavilán para confundirse c nl m l i u yo i n a l s g nl sc r u s a c a .N s s n í b e ,ya a a au a o a uttd retra eú a icntnis o e eta in msb n pasta salitrosa en el paladar, desde que advirtió que el ejército había emplazado nidos de ametralladoras alrededor de la plazoleta, y que la ciudad alambrada de la compañía bananera estaba protegida con piezas de artillería. Hacia las 12, esperando un tren que no llegaba, más de 3 mil personas, entre trabajadores, mujeres y niños, habían desbordado el espacio descubierto frente a la estación y se apretujaban en las calles adyacentes que el ejército cerró con filas de ametralladoras. Aquello parecía entonces, más que una recepción, una feria jubilosa. Habían trasladado los puestos de fritangas y las tiendas de bebidas de la Calle de los Turcos, y la gente soportaba con muy buen ánimo el fastidio de la espera y el sol abrasante. Un poco antes de las t e c r i e r m rd q ee t e o i i ln l e a í h s ae d as g i n e L m c e rs oró l uo e u l rn fca o lgra at l í iuet. a uhdumbre cansada exhaló un suspiro de desaliento. Un teniente del ejército se subió entonces en el techo de la estación, donde había cuatro nidos de ametrallador se f l d sh c al m l i u ,ys d ou t q ed s l n i .A l d d J s A c d o a niaa ai a uttd e i n ou e ieco l ao e oé rai Segundo estaba una mujer descalza, muy gorda, con dos niños de unos cuatro y siete años. Cargó al menor, y le pidió a José Arcadio Segundo, sin conocerlo, que levantara al otro para que oyera mejor lo que iban a decir. José Arcadio Segundo se acaballó al niño en la nuca. Muchos años después, ese niño había de seguir contando,
  • 312. 314 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN sin que nadie se lo creyera, que había visto al teniente leyendo con una bocina de gramófono el Decreto Número 4 del Jefe Civil y Militar de la provincia. Estaba firmado por el general Carlos Cortés Vargas, y por su secretario, el mayor Enrique G r í I a a yen tres artículos de 80 palabras declaraba a los huelguistas cuadrilla aca sz, autb l jrio aa aals aa de malhechores y f c l a aa e é c t p r m t r o ab l . PANORAMA DE POESÍA DE AUTORES CONTEMPORÁNEOS C s rV l e o éa alj Perú, país que participa de la supeditación y contexto americano, ve nacer a César Vallejo el 16 de marzo de 1892 en un pueblo de las Sierras de la Libertad e S n i g d C u o Yl l b r a d l ss e r syl t e r a e i a as g i i a n atao e hc. a ietd e a ira a ira mrcn infcn acendradamente su obra. Vallejo muere en París, como lo profetizó en uno de sus poemas, el 15 de abril de 1938. Vallejo rechaza las leyes tradicionales del idioma y de la lógica, creando nuevas leyes. Al lenguaje agrega sus propios elementos, utiliza contrariamente o con diferentes funciones los enunciados gramaticales (un sustantivo o un adjetivo los hace verbo). Su visión poética recoge la expresión más pura indígena americana, que en él logra su transformación y ocupa su verdadero lugar de mestizo representante de América. Vallejo es esencialmente telúrico y por ello esencialmente humano. Su poesía es “recién nacida” del ámbito geográfico y social que vive, está situada en medio del sufrimiento y la lucha del hombre, porque éste es hijo y padre del dolor. En el universo de su poesía el hombre gira como centro, lúcida, solitariamente. Su expresión es directa y original. Habla con un rostro dramático profundamente comprometido con la existencia del hombre. La vida en todas sus manifestaciones es comprendida y compañera de Vallejo; porque la vida y la libertad están s l a a as sp l b a . odds u aars En su tierra americana, representada primero por su casa campesina, después por la América total y finalmente llevada a España, Vallejo encuentra su sitio definitivo. Sabe que la lucha republicana por la libertad de España es también su lucha no sólo por su origen sino por sus principios. Caótico a veces, materialista dialéctico las más, Vallejo centra toda su confianza en la humanidad y a ella escribe su obra. Sus libros –todos de poesía– más importantes son: Los heraldos negros, Trilce y Poemas humanos, donde incluye España, aparta de mí et clz se ái.
  • 313. LIBRO 315 DE CONSULTA En seguida, tres poemas del libro Poemas humanos, y un poema incluido en la a t l g aP e í s c a d ls g oX . nooí osa oil e il X UN HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO ¿Voy a escribir, después, sobre mi doble? O r s s e t ,r s a e e t a u p o od s a i a m t l to e ina ács, xre n ij e u xl, áao ¿Con qué valor hablar de psicoanálisis? Otro ha entrado a mi pecho con un palo en la mano ¿Hablar luego de Sócrates al médico? Un cojo pasa dando el brazo a un niño ¿voy, después, a leer a André Breton? Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre ¿cabrá aludir jamás al Yo profundo? Otro busca en el fango huesos, cáscaras ¿ ó oe c i i ,d s u s d li f n t ? Cm srbr epé, e niio Un albañil cae de un techo, muere, y ya no almuerza ¿ n o a ,l e o e t o o l m t f r ? invr ug, l rp, a eáoa Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente ¿hablar, después, de cuarta dimensión? Un banquero falsea su balance ¿ o q éc r l o a e e t a r ? cn u aa lrr n l eto Un paria duerme con el pie a la espalda ¿ a l r d s u s an d ed P c s o hba, epé, ai e ias? Alguien va en un entierro sollozando ¿cómo luego ingresar a la Academia? Alguien limpia un fusil en su cocina
  • 314. 316 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN ¿con qué valor hablar del más allá? Alguien pasa contando con sus dedos ¿cómo hablar del no-yo sin dar un grito? MASA A f nd l b t l a l i e a aal, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: “¡No mueras; te amo tanto!” Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. S l a e c r nd syr p t é o l : e e crao o eiirne “ N n sd j s ¡ a o !¡ u l eal v d ! ¡o o ee! Vlr Vev a ia” P r e c d v r¡ y ,s g i m r e d . eo l aáe a! iuó uino A u i r naé v i t ,c e ,m l q i i n o m l cdeo l ene in i, unets i, clamando: “¡Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!” P r e c d v r¡ y ,s g i m r e d . eo l aáe a! iuó uino Le rodearon millones de individuos, con un ruego común: “¡Quédate hermano!” P r e c d v r¡ y ,s g i m r e d . eo l aáe a! iuó uino Entonces todos los hombres de la Tierra l r d a o ;l sv oe c d v rt i t ,e o i n d ; e oern e i l aáe rse mcoao incorporóse lentamente, abrazó al primer hombre; echóse a andar... España, aparta de mi este cáliz Niños del mundo, si cae España –digo, es un decir– s ce ia del cielo abajo su antebrazo que asen, e c b s r ,d sl m n st r e t e ; n aeto o áia ersrs n ñ s ¡ u e a l d l ss e e c n a a ! io, qé dd a e a ins ócvs ¡Qué temprano en el sol lo que os decía! ¡Qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano! ¡Qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!
  • 315. LIBRO 317 DE CONSULTA ¡Niños del mundo, está la madre España con su vientre a cuestas; e t n e t am e t ac ns sf r l s sá usr asr o u éua, está madre y maestra, cruz y madera, porque os dio la altura, v r i oyd v s ó ys m ,n ñ s étg iiin ua io; e t c ne l ,p d e p o e a e ! sá o la ars rcsls S c e– i o e u d c r s c e i a dg, s n ei– i a E p ñ ,d l t e r p r a a o saa e a ira aa bj, niños, ¡cómo vais a cesar de crecer! ¡Cómo va a castigar el año al mes! ¡Cómo van a quedarse en diez los dientes, e p l t e d p o g ,l m d l ae l a t ! n aoe l itno a eal n lno ¡Cómo el corderillo a continuar a a op rl p t a g a t n e o td o a aa l rn itr! ¡Cómo vais a bajar las gradas del alfabeto h s al l t ae q en c ól p n ! at a er n u ai a ea Nñs io, h j sd l sg e r r s e t e a t , io e o ureo, nrtno bajad la voz, que España está ahora mismo repartiendo l e e g ae t ee r i oa i a , a nrí nr l en nml l sf o e i l s l sc m t syl sh m r s a lrcla, o oea o obe. ¡ a a l v z q ee t Bjd a o, u sá con su rigor, que es grande, sin saber que hacer, y está en su mano l c l v r ,h b a d yh b ayh b a a aaea alno al al, l c l v r ,a u l ad l t e z , a aaea qél e a rna l c l v r ,a u l ad l v d ! a aaea qél e a ia ¡aa l vz o dg; Bjd a o, s io b j dl v z e c n od l ss l b s e l a t aa a o, l at e a íaa, l lno de la materia y el rumor menor de las pirámides, y aun el de las sienes que andan con dos piedras! ¡ a a e a i n o ys Bjd l let, i e a t b a ob j , l nerz aa s l sf r l ss e a ,s e l n c e i a éua unn i s a oh, s e c e oc b e d sl m o t r e t e , i l il ae n o ibs ersrs s h yr i oe e s n d d l sp e t s i a ud n l oio e a ura,
  • 316. 318 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN s tro i ad, s n v i an d e s o a u t n i o es ai, i s ssa l sl p c ss np n a s l m d e o áie i ut, i a ar España cae –digo, es un decir– salid, niños del mundo; id a buscarla!… II I SOLÍA ESCRIBIR CON SU DEDO GRANDE EN EL AIRE … “Viban los compañeros! Pedro Rojas”, de Miranda de Ebro, padre y hombre, padre y más hombre. Pedro y sus dos muertes. Papel de viento, lo han matado: ¡pasa! Pluma de carne, lo han matado: ¡pasa! “¡Abisa a todos los compañeros pronto!” Palo en el que han colgado su madero lo han matado; ¡lo han matado al pie de su dedo grande! ¡Han matado, a la vez, a Pedro, a Rojas! ¡Viban los compañeros al c b c r d s a r e c i o a aeea e u ie srt! ¡Viban con esta b del buitre en las entrañas de Pedro y de Rojas, del héroe y del mártir! Registrándole, muerto, sorprendiéronle en su cuerpo, un gran cuerpo, para el alma del mundo, y en la chaqueta una cuchara muerta. Pedro también solía comer e t el sc i t r sd s c r e a e r p n a nr a raua e u an, sa, itr la mesa y vivir dulcemente en representación de todo el mundo, y esta cuchara anduvo en su chaqueta, despierto o bien cuando dormía, siempre, c c a am e t v v ,e l ys ss m o o . uhr ura ia la u íbls
  • 317. LIBRO 319 DE CONSULTA ¡Abisa a todos los compañeros pronto! ¡Viban los compañeros al pie de esta cuchara para sepe imr! Lo han matado, obligándole a morir a Pedro, a Rojas, al obrero, al hombre, a aquél que nació muy niñín, mirando al cielo, y que luego creció, se puso rojo y luchó con sus células, sus nos, sus todavías, sus hambres s sp d z s u eao. Lo han matado suavemente entre el cabello de su mujer, la Juana Vázquez, a la hora del fuego, al año del balazo y cuando andaba cerca ya de todo. Pedro Rojas, así, después de muerto, s l v n ó b s s c t f l oe s n r n a o e eat, eó u aaac nagetd, lloró por España yv l i ae c i i c ne d d e e a r : ovó srbr o l eo n l ie “¡Viban los compañeros! Pedro Rojas”. Su cadáver estaba lleno de mundo. Miguel Hernández Miguel Hernández nació en 1910 en una casa de la calle de San Juan en Orihuela, Alicante, en una época en que España estaba azotada por la monarquía de Alfonso XIII, de la dinastía de los Borbones, en esa España atrasada culturalmente y dividida en una minoría de nobles y aristócratas –poseedores de casi toda la península ibérica– y una inmensa mayoría de españoles desposeídos, convertidos en siervos de “su majestad”. Durante su infancia fue pastor de cabras, analfabeta. Su familia, como todas las familias tiranizadas, estaba formada por un padre déspota, una madre sufriente y tres hermanas destinadas a las tareas domésticas. El retrato físico de Miguel lo hace él mismo cuando se define: “cara de surco articulado”, “con una armazón de huesos fieramente desarrollados”, “como es el hombre de nuestra tierra, seca y castellanamente”. Como todos los hombres del campo, el primer gran amor de Miguel es la tierra que lo vio nacer, que palpita entre sus dedos cuando él le hunde las manos, que le produce el sustento, y donde están enterrados los suyos. Miguel es de barro, “me llamo
  • 318. 320 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN barro aunque Miguel me llame”, dice. Del carácter de Miguel Hernández habla P b oN r d e s l b oC n i s q eh v v d . al eua n u ir ofeo u e iio Al llegar a Madrid, convertido de la noche a la mañana y por arte de birlibirloque en cónsul chileno en la capital de España, conocí a todos los amigos de García Lorca y de Alberti. Eran muchos. A los pocos días yo era uno más entre los poetas españoles. Naturalmente que españoles y americanos somos diferentes. Diferencia que se lleva siempre con orgullo o con error por unos o por otros. Los españoles de mi generación eran más fraternales, más solidarios y más alegres que mis compañeros de América Latina. Comprobé al mismo tiempo que nosotros éramos más universales, más metidos en otras lenguas y otras culturas. Eran muy pocos entre ellos los que hablaban otro idioma fuera del castellano. Cuando vinieron Desnos y Crevel a Madrid, tuve yo que servirles de intérprete para que se entendier nc nl se c i o e e p ñ l s a o o srtrs saoe. Uno de los amigos de Federico y Rafael era el joven poeta Miguel Hernández. Yo lo conocí cuando llegaba de alpargatas y pantalón campesino de pana desde sus tierras de Orihuela, donde había sido pastor de cabras. Yo publiqué sus versos en mi revista Caballo verde y me entusiasmaba el destello y el brío de su abundante poesía. Miguel era tan campesino que llevaba un aura de tierra en torno a él. Tenía una cara de terrón o de papa que se saca de entre las raíces y que conserva frescura subterránea. Vivía y escribía en mi casa. Mi poesía americana, con otros horizontes y llanuras, lo impresionó y lo fue cambiando. Me contaba cuentos terrestres de animales y pájaros. Era ese escritor salido de la naturaleza como una piedra intacta, con virginidad selvática y arrolladora fuerza vital. Me narraba cuán impresionante era poner los oídos sobre el vientre de las cabras dormidas. Así se escuchaba el ruido de la leche que llegaba a las ubres, el rumor secreto que nadie ha podido escuchar sino aquel poeta de cabras. Otras veces me hablaba del canto de los ruiseñores. El Levante español, de donde provenía, estaba cargado de naranjos en flor y de ruiseñores. Como en mi país no existe ese pájaro, ese sublime cantor, el loco de Miguel quería darme la más viva expresión plástica de su poderío. Se encaramaba a un árbol de la calle y, desde las más altas ramas, silbaba o trinaba como sus amados pájaros natales. Como no tenía de qué vivir le busqué un trabajo. Era duro encontrar trabajo para un poeta en España. Por fin un vizconde, alto funcionario del Ministerio de Relaciones, se interesó por el caso y me respondió que sí, que estaba de acuerdo, que había leído los versos de Miguel, que lo admiraba, y que éste indicara qué puesto deseaba para extenderle el nombramiento. Alborozado dije al poeta: “— Miguel Hernández, al fin tienes un destino. El vizconde te coloca. Serás un alto empleado. Dime qué trabajo deseas ejecutar para que decreten tu nombramiento.”
  • 319. LIBRO DE CONSULTA 321 Miguel se quedó pensativo. Su cara de grandes arrugas prematuras se cubrió con un velo de cavilaciones. Pasaron las horas y sólo por la tarde me contestó. Con ojos brillantes del que ha encontrado la solución de su vida, me dijo: “—¿No podría el vizconde encomendarme un rebaño de cabras por aquí cerca de Madrid?” El recuerdo de Miguel Hernández no puede escapárseme de las raíces del corazón. El canto de los ruiseñores levantinos, sus torres de sonido erigidas entre la o c r d dyl sa a a e ,e a p r é p e e c ao s s v ,ye a p r ed lm t r a d suia o zhrs rn aa l rsni beia rn at e aeil e su sangre, de su poesía terrenal y silvestre en la que se juntaban todos los excesos del color, del perfume y de la voz del Levante español, con la abundancia y la fragancia de una poderosa y masculina juventud. Su rostro era el rostro de España. Cortado por la luz, arrugado como una sementera, con algo rotundo de pan y de tierra. Sus ojos quemantes, ardiendo dentro de esa superficie quemada y endurecida al viento, eran dos rayos de fuerza y de trua enr. Los elementos mismos de la poesía los vi salir de sus palabras, pero alterados ahora por una nueva magnitud, por un resplandor salvaje, por el milagro de la sangre vieja transformada en un hijo. En mis años de poeta, y de poeta errante, puedo afirmar que la vida no me ha dado contemplar un fenómeno igual de vocac ó yd e é t i as b d r av r a . in e lcrc aiuí ebl Miguel no puede continuar su instrucción y a los 14 años se ve obligado a salir del colegio. Su cultura la adquiere en forma autodidacta, al mismo tiempo en que se halla “cultivando el romero y la pobreza”. Su talento extraordinario, su aguda percepción, su naciente expresión poética llevada en sí y su relación con otros poetas como Darío, Machado, Juan Ramón Jiménez y Sijé, comienza ae c i i v r o e u d l a oc a e n ar y s E l G c t L t r r ad O i u l srbr ess n n egd udro aa. n a aea ieai e rhea se publican sus primeros poemas, pero la vida olvidada de su pueblo lo obliga a ser fuerte y salir a Madrid. En1934 conoce a su esposa de toda la vida, Josefina Manreza. Miguel viaja sin cesar; realiza un viaje a Rusia para estudiar el teatro ruso, y en Leningrado su conciencia recibe el impacto de un pueblo liberado, es 1936. Antes de este viaje los temas de su poesía eran el amor, la naturaleza, la tierra, las aldeas de España, las sendas por las que iban los hortelanos. Su sangre era un camino, su vida era como el viento del pueblo, como la de los niños yunteros, como la de los hombres sesteando los animales o arando la tierra, insurrectos, explotados y vecinos de la muerte. Después del viaje al país socialista, sus temas adquirieron un vigor y una fuerza inusitados. Se dirigió a los j v n s L a oal j v n u ,al sj r a e o ,a p e l .L G e r C v lE p ñ óee, lm a uetd o onlrs l ubo a ura ii sao
  • 320. 322 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN la había estallado. La monarquía había sido derribada. El pueblo se había unificado y venció pagando en precio millares de caídos desde Euzkadi hasta Gran d .P r u t r n m sp l g o or s l a í d l t a c ó al si e l sp p l r s aa eo n iao á eirs eutra e a riin o dae ouae. Era 1937. La Unión Militar Española, dirigida por los generales, entre ellos Francisco F a c ,r c b r al a u ad lt r o i m f s i t .E F e t P p l rr s s í j n rno eiií a yd e errso acsa l rne oua eita uto con el gobierno republicano y las brigadas internacionales. Franco se alía a Hitler y a Mussolini, y es protegido por las tropas alemanas e italianas. Los fascistas se convirtieron en amos de España y proclamaron dictador absoluto a Franco. Un régimen de terror fue impuesto: persecuciones, violaciones. asesinatos en las calles. Los patriotas fueron exterminados. Hitler necesitaba a España como plataforma para provocar la segunda Guerra Mundial. En 1939 lo hace agrediendo a Polonia. Sólo el pueblo soviético apoyó incondicionalmente a los patriotas españoles. Pero la traición vence. España cae. Miguel Hernández, como todos los poetas de la gran generación de republicanos españoles que marcan el tono de la verdadera poesía del siglo XX (Federico García Lorca, León Felipe, Pedro Garfias, Antonio Machado, Manuel Altolaguirre, etc.), no se queda al margen de los acontecimientos. Empuña su pluma y llama a la unidad a todos los españoles contra la falange fascista. Entonces escribe sus grandes poemas. El fervor patriótico y la lucha revolucionaria de su pueblo son traducidos por Miguel Hernández en poemas viriles, combatientes e inimitables. Pero la situación se hace cada vez más tirante. Las hordas reprimen más salvajemente; Miguel Hernández es obligado por sus ideales y su pueblo, a cambiar su pluma por un fusil y combatir por su patria. Se incorpora como soldado de la Revolución en el frente de Teruel, donde recibe la noticia del nacimiento de su hijo. En 1938 Miguel Hernández resiente su padecimiento de anemia cerebral. Su hijo muere y esta pérdida irreparable queda para siempre en su poema Hijo de la luz y de la sombra: “Era un hoyo no muy hondo... alrededor de la pequeña vida y de la madre”. En enero de 1939 Josefina alumbra un nuevo hijo. El terrorismo fascista de Franco persigue a todos. Algunos abandonan la patria, otros ruedan frente a la acometida de la metralla. Miguel Hernández se ve forzado a huir hacia Portugal. Intenta asilarse en la embajada de Chile donde Neruda está como cónsul, pero no lo logra. Es apresado por los cuerpos represivos, golpeado, torturado y preso en la cárcel de Torrijos, en Madrid. Él escribe en los muros de su celda: “No hay cárcel para el hombre” y “La muerte está más barata”. Un poema que conmueve a un amigo
  • 321. LIBRO 323 DE CONSULTA de Franco logra su libertad provisional. Él confiadamente va hacia Cox para abrazar a Josefina y a su hijo Miguel. En su pueblo es apresado nuevamente. En 1940 lo llevan de prisión a prisión incomunicado. Ahí escribe a su esposa: “Tu risa me hace libre / me pone alas / soledades me quita / cárcel me arranca.” Acabado y enfermo lo llevan a una cárcel de Alicante y en la celda 1009 a ras de tierra, muere el 28 de marzo de 1942. Miguel Hernández murió con los ojos abiertos, que no quisieron cerrarse, y escribiendo sus últimos versos sobre la pared: “¡Adiós, hermanos, camaradas, amigos: despedidme del sol y de los tio. rgs” Sin los siguientes poemas de Miguel Hernández, nuestro libro estaría incompeo lt. CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO He poblado tu vientre de amor y sementera, he prolongado el eco de sangre a que respondo y espero sobre el surco como el arado espera: he llegado hasta el fondo. M r n d a t st r e ,a t l zya t so o , oea e la ors la u lo js esposa de mi piel, gran trago de mi vida, tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos de cierva concebida. Ya me parece que eres un cristal delicado, temo que te me rompas al más leve tropiezo, y a reforzar tus venas con mi piel de soldado fuera como el cerezo. Espejo de mi carne, sustento de mis alas, te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, ansiado por el plomo. Sobre los ataúdes feroces en acecho, sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho hasta en el polvo, esposa.
  • 322. 324 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Cuando junto a los campos de combate te piensa m f e t q en e f í n a l c t f g r , i rne u o nra i paa u iua te acercas hacia mí como una boca inmensa de hambrienta dentadura. Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera: aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo, y defiendo tu vientre de pobre que me espera, yd f e d t h j . eino u io Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado, envuelto en un clamor de victoria y guitarras, y dejaré a tu puerta mi vida de soldado s nc l i l sn g r a . i omlo i ars Es preciso matar para seguir viviendo. Un día iré a la sombra de tu pelo lejano, y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo cosida por tu mano. Tus piernas implacables al parto van derechas, y tu implacable boca de labios indomables, y ante mi soledad de explosiones y brechas recorres un camino de besos implacables. P r e h j s r ap zq ee t yf r a d . a a l i o e ál a u s o o j n o Y al fin en un océano de irremediables huesos tu corazón y el mío naufragarán, quedando una mujer y un hombre gastados por los besos. *** ** NANAS DE LA CEBOLLA ( e i a a as h j ,ar í d r c b ru ac r a Ddcds u io az e eii n at de su mujer, en la que le decía que no comía más que pan y cebolla.)
  • 323. LIBRO 325 DE CONSULTA La cebolla es escarcha cerrada y pobre. Escarcha de tus días y de mis noches. Hambre y cebolla, hielo negro y escarcha grande y redonda. En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pr t snr, eo u age escarchada de azúcar, cebolla y hambre. Una mujer morena rset e ln eula n ua se derrama hilo a hilo s b el c n . or a ua Ree nñ, ít, io q et t a g l l n u e rio a ua cuando es preciso. Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en tus ojos la luz del mundo. R e et n o ít at que mi alma al oírte bt e epco aa l sai. Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca. Boca que vuela, corazón que en tus labios
  • 324. 326 TALLER relampaguea. Es tu risa la espada m sv c o i s , á itroa vencedor de las flores yl sa o d a . a lnrs R v ld ls l ia e o. Porvenir de mis huesos y de mi amor. L c r ea e e n e a an ltat, sbt e prao úio l ápd, el vivir como nunca clrao ooed. ¡ u n oj l u r Cát igeo s rmna aee, e eot, lta desde tu cuerpo! Desperté de ser niño: n n ad s i r e . uc epets T i t l e ol b c : rse lv a oa r e es e p e ít imr. Siempre en la cuna, d f n i n ol r s eeded a ia pluma por pluma. S rd v e ot na t , e e ul a lo t ne t n i o a xedd, q et c r ee e c e o u u an s l il rcé ncd. ein aio ¡ iy p d e a S o uir remontarme al origen d t crea e u arr! Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas frcdds eoiae. DE LECTURA Y REDACCIÓN
  • 325. LIBRO 327 DE CONSULTA Con cinco dientes como cinco jazmines aoecne. dlsets Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma. Sientas un fuego c r e d e t sa a o orr ine bj buscando el centro. Vuela niño en la doble luna del pecho: é ,t i t d c b l a l rse e eol, t ,s t s e h . ú aifco No te derrumbes. No sepas lo que pasa n l q eo u r . i o u cre LLAMO AL TORO DE ESPAÑA Alza, toro de España: levántate, despierta. Despiértate del todo, toro de negra espuma, que respiras la luz y rezumas la sombra, y concentras los mares bajo tu piel cerrada. Dsirae epétt. Despiértate del todo, que te veo dormido. un pedazo del pecho y otro de la cabeza: que aún no te has despertado como despierta un toro cuando se le acomete con traiciones lobunas. Lvnae eátt. Resopla tu poder, despliega tu esqueleto, enarbola tu frente con las rotundas hachas,
  • 326. 328 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN con las dos herramientas de asustar a los astros, de amenazar al cielo con astas de tragedia. Esgrímete. Toro en la primavera más toro que otras veces, en España más toro, toro, que en otras partes. Más cálido que nunca, más volcánico, toro, q ei r d a ,q ei u i a a f e o y r u t . u rais u lmns l ug, égee Desencadénate. Desencadena el raudo corazón que te orienta por las plazas de España, sobre su astral arena. A desollarte vivo vienen lobos y águilas que han envidiado siempre tu hermosura de pueblo. Yérguete. No te van a castrar: no dejarás que llegue hasta tus atributos de varón abundante, esa mano felina que pretende arrancártelos de cuajo, impunemente: pataléalos, toro. Vbae írt. No te van a absorber la sangre de riqueza, n t a r b t r nl so o m n r l s o e reaaá o js ieae. La piel donde recoge resplandor el lucero no arrancarán del toro de torrencial mercurio. Revuélvete. E c m s q i i r nq i a l p e a s l s oo i usea utr a il l o, al torrente la espuma con uña y picotazo. No te van a castrar, poder tan masculino que fecundas la piedra; no te van a castrar.
  • 327. LIBRO 329 DE CONSULTA Truénate. No retrocede el toro; no da un paso hacia atrás s n e p r e c r a s n r yf r ae l a e a i o s aa sabr age ui n a rn, unir todas sus fuerzas, y desde las pezuñas abalanzarse luego con decisión de rayo. Abalánzate. Gran toro que en el bronce y en la piedra has mamado, ye e g a i of e op c s el f e e a n l rnt ir ait a irz: revuélvete en el alma de todos los que han visto l l zp i e ae e t p n n u au t a a a a u rmr n sa eísl lrjd. Revuélvete. Partido en dos pedazos, este toro de siglos, este toro que dentro de nosotros habita: partido en dos mitades, con una mataría y con la otra mitad moriría luchando. Aoblíae trelnt. De la airada cabeza que fortalece el mundo, del cuello como un bloque de titanes en marcha, brotará la victoria como un ancho bramido que hará sangrar al mármol y sonar a la arena. Slae ávt. Despierta, toro: esgrime, desencadena, víbrate, L v n a t r :t u n ,t r ,a a á z t . eat, oo rea oo blnae A o b l í a e t r :r v é v t . trelnt, oo eulee Sálvate, denso toro de emoción y de España. Slae ávt
  • 328. 330 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Pablo Neruda “ a ol sv l a e ,j n oal sv n i q e o ,e t el sg a d sl g s e f a a Bj o ocns ut o etsurs nr o rne ao, l rgn te, el silencioso, el enmarañado bosque chileno… Es un monte vertical: una nación de pájaros, una muchedumbre de ojos… En la altura, como nudos arteriales de la selva mágica, se cimbran los copihues rojos… El universo vegetal susurra apenas hasta que una tempestad ponga en acción toda la música terrestre. Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta. De aquel a t e r s d a u lb r o d a u ls l n i ,h s l d y aa d r yac n a p r ls ira, e qe ar, e qe ieco e aio o na, atr o el mundo.” Es la voz de Pablo Neruda, el poeta del pueblo chileno. Hijo de un obrero ferrocarrilero, Neruda nace en Parral, Chile, el 12 de julio de 1904. Su infancia transcurre en Temuco, su adolescencia y juventud en Santiago. Lo nombran cónsul en Asia y llega hasta Barcelona y Madrid, donde vive entre 1934 y 1938, época decisiva para España. “Ya había caminado bastante por el terreno de lo irracional y de lo negativo. Debía detenerme, y buscar el camino del humanismo, desterrado de la literatura contemporánea, pero enraizado profundamente a las aspiraciones del ser humano. Comencé a trabajar en mi Canto general”, que simboliza el canto de la humanidad representado por un millón de españoles muertos. Neruda apoya solidariamente la Guerra Civil Española; él organizó e hizo posible el traslado de exilados a Chile. “Es la más noble misión que he ejercido en mi vida”, dice. Más tarde, fue embajador en México. Su ideología comunista y su acción literaria se manifiestan enemigas del eco del fascismo europeo que ya resuena en Chile (1946). El gobierno chileno lo persigue, lo fuerza a la vida clandestina y al exilio. Neruda va a los países europeos, a la Unión Soviética y a China. El poeta canta a América en su totalidad, va de las raíces hasta la realidad actual y convierte en sustancia poética y testimonial, como cronista de su época, la presencia del continente americano. El pueblo chileno y los pueblos de otros países lo comienzan a sentir y querer desde que publica su hermoso libro 20 Poemas de amor y una canción desesperada en 1924, libro que mayor tiraje ha tenido. En 1970 el Partido Comunista chileno lo postula para la presidencia de la República, pero Neruda renuncia en favor de Salvador Allende y se solidariza con la Unidad Popular que logra el triunfo electoral. Durante el golpe de E t d q el e a ac b l sm l t r se C i e m e ea e i a oS l a o A l n e sao u lvn ao o iiae n hl, ur ssnd avdr led, muchos otros intelectuales y artistas, y a 30 mil chilenos más. Neruda muere el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe fascista. En sus memorias, Pablo Neruda define como un hecho, la esencia y razón de ser de su poesía:
  • 329. LIBRO DE CONSULTA 331 La guerra comenzaba a perderse. Los poetas acompañaron al pueblo español en su lucha. Federico ya había sido asesinado en Granada. Miguel Hernández, de pastor de cabras se había transformado en verbo militante. Con uniforme de soldado recitaba sus versos en primera línea de fuego. Manuel Altolaguirre seguía con sus imprentas. Instaló una en pleno frente del Este, cerca de Gerona, en un viejo monasterio. Allí se imprimió de manera singular mi libro España en el corazón. Creo que p c sl b o ,e l h s o i e t a ad t n o l b o ,h y nt n d t nc r o ag s a oo irs n a itra xrñ e ats irs aa eio a uis etc ó yd s i o in etn. Los soldados del frente aprendieron a parar los tipos de imprenta. Pero entonces faltó el papel. Encontraron un viejo molino y allí decidieron fabricarlo. Extraña mezcla la que se elaboró, entre las bombas que caían, en medio de la batalla. De todo le echaban al molino, desde una bandera del enemigo hasta la túnica ensangrentada de un soldado moro. A pesar de los insólitos materiales y de la total inexperiencia de los fabricantes, el papel quedó muy hermoso. Los pocos ejemplares que de ese libro se conservan, asombran por la tipografía y por los pliegos de misteriosa manufactura. Años después vi un ejemplar de esta edición en Washington, en la biblioteca del Congreso, colocado en una vitrina como uno de los libros más raros de nuestro tiempo. Apenas impreso y encuadernado mi libro, se precipitó la derrota de la República. Cientos de miles de hombres fugitivos repletaron las carreteras que salían de España. Era el éxodo de los españoles, el acontecimiento más doloroso en la historia de España. Con esas filas que marchaban al destierro iban los sobrevivientes del ejército del E t ,e t ee l sM n e A t l g i r yl ss l a o q eh c e o e p p lei p i i se nr lo aul loaure o odds u iirn l ae mrme r n España en el corazón. M l b o e a e o g l o d e o h m r s q e h b a t a a a o o i ir r l rul e ss obe u aín rbjd mi poesía en un desafío a la muerte. Supe que muchos habían preferido acarrear sacos con los ejemplares impresos antes que sus propios alimentos y ropas. Con los sacos al hombro emprendieron la larga marcha hacia Francia. La inmensa columna que caminaba rumbo al destierro fue bombardeada cientos de veces. Cayeron muchos soldados y se desparramaron los libros en la carreter .O r sc n i u r nl i a a a l h i a M sa l d l f o t r t a a o b u a m n e a to otnao a ncbbe ud. á lá e a rnea rtrn rtlet a los españoles que llegaban al exilio. En una hoguera fueron inmolados los últimos ejemplares de aquel libro ardiente que nació y murió en plena batalla. Incluimos el poema 20 y tres poemas del Canto general.
  • 330. 332 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN 2 0 P e oe c i i l sv r o m st i t se t n c e ud srbr o ess á rse sa oh. E c i i ,p re e p o “ an c ee t e t e l d , srbr o jml: L oh sá srlaa yt r t n a u e ,l sa t o ,al l j s ” iia, zls o srs o eo. E v e t d l n c eg r e e c e oyc n a l ino e a oh ia n l il at. P e oe c i i l sv r o m st i t se t n c e ud srbr o ess á rse sa oh. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. L b s t n a v c sb j e c e oi f n t . a eé ats ee ao l il niio Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. P e oe c i i l sv r o m st i t se t n c e ud srbr o ess á rse sa oh. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo. E oe t d .Al l j sa g i nc n a Al l j s s s oo o eo lue at. o eo. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Y n l q i r ,e c e t ,p r c á t l q i e a o a ueo s iro eo uno a us. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. S v z s c e p c a o S so o i f n t s u o, u uro lr. u js niio.
  • 331. LIBRO 333 DE CONSULTA Y n l q i r ,e c e t ,p r t lv zl q i r . a o a ueo s iro eo a e a ueo Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, yé t ss a l sú t m sv r o q ey l e c i o so en o lio ess u o e srb. PROMULGACIÓN DE LA LEY DEL EMBUDO E l ss d c a a o p t i t s lo e elrrn aroa. En los clubs se condecoraron yf e o e c i i n ol h s o i . urn srbed a itra Los Parlamentos se llenaron de pompa, se repartieron d s u sl t e r ,l l y epé a ira a e, l sm j r sc l e ,e a r , a eoe als l ie l U i e s d d l sz p t s a nvria, o aao. S etariai iiitv u xrodnra ncaia fue el Estado erigido en esa forma, la rígida impostura. Lo debatieron, como siempre, con solemnidad y banquetes, p i e oe c r u o a r c l s rmr n ícls gíoa, con militares y abogados. Y al fin llevaron al Congreso la Ley suprema, la famosa, l rseaa l itcbe a eptd, a noal L yd lE b d . e e muo Fue aprobada. Para el rico la buena mesa. La basura para los pobres. E d n r p r l sr c s l ieo aa o io. P r l sp b e e t a a o aa o ors l rbj.
  • 332. 334 TALLER P r l sr c sl c s g a d . aa o io a aa rne El tugurio para los pobres. El fuero para el gran ladrón. La cárcel al que roba un pan. P r s P r sp r l ss ñ r t s aí, aí aa o eoio. E p b eal m n ,a d s e t . l or a ia l eiro El señor Rodríguez de la Crota habló en el Senado con voz m l f u ye e a t . eila lgne “ s al y a f n e t b e e Et e, l i, salc l j r r u ao l g t r a a eaqí biaoi y sobre todo los principios d l citadd e a rsina. ERA tan necesaria como el agua. Sólo los comunistas, venidos del infierno, como se sabe, pueden discutir este código del Embudo, sabio y severo. P r e t o o i i na i t c , eo sa pscó sáia venida del sub-hombre, es sencillo r f e a l :al c r e t d s ernra a ácl oo, al campo de concentración, así quedaremos sólo l sc b l e o d s i g i o o aalrs itnuds y los amables yanaconas d lP r i oR d c l ” e atd aia. E t l a o l sa l u o salrn o pass d l sb n o a i t c á i o : e o acs rsortcs ¡ u e o u n i ,q ée p r t a , qé lceca u siiul qué filósofo, qué lumbrera! DE LECTURA Y REDACCIÓN
  • 333. LIBRO 335 DE CONSULTA Y corrió cada uno a llenarse l sb l i l se s n g c o o oslo n u eoi, uno acaparando la leche, otro estafando en el alambre, otro robando en el azúcar y todos llamándose a voces patriotas, con el monopolio d lp t i t s o c n u t d e aroim, oslao también en la Ley del Embudo. LAS TIERRAS Y LOS HOMBRES Veo traeine icutds ijs ertnets nrsao en la tierra cumo huesos de pavorosos animales, sprtcoo hrdrs uesiiss eeeo de la encomienda, emperadores d u at e r o c r ,c r a a e n ira sua erd con odio y cercados de púa. Entre los cercos del estambre del ser humano fue ahogado, e n ñ f ee t r a ov v , l io u nerd io s l n g e p nyl l t a e e eó l a a er, se le marcó como inquilino, s l c n e óal sc r a e . e e odn o orls Pobre peón infortunado entre las zarpas, amarrado al n e i t n i ,al s m r a o xseca a oba d l sp a e í ss l a e . e a rdra avjs S nl b of i t c r ei e m , i ir use an nre yl e oi s n a oe q e e o ug nest sult, comprado de una vida a otra, rechazado en la puerta blanca sin más amor que una guitarra dsardr e s titz egraoa n u rsea y el baile apenas encendido como una ráfaga mojada.
  • 334. 336 TALLER Pero no sólo fue en los campos la herida del hombre. Más lejos, más cerca, más hondo clavaron: e l c u a ,j n oa p l c o n a idd ut l aai, c e i e c n e t l ol p o o rcó l ovnil ers, pululante de porquería con su acusadora gangrena. Yo he visto en los agrios recodos de Talcahuano, en la encharcada c n c r ad l sc r o , eieí e o ers hervir los pétalos inmundos de la pobreza, el amasijo de corazones degradados, la pústula abierta en la sombra del atardecer submarino, l c c t i d l sh r p s a iarz e o aao, yl s s a c ae v j c d a utni neeia del hombre hirsuto y apaleado. Yo entré en las casas profundas, como cuevas de ratas, húmedas d s l t eyd s lp d i a e air e a ord, v a r s r r es r sh m r e t s i ratas ee abino, oscuridades desdentadas, que trataban de sonreírme at a é d la r m l i o rvs e ie adt. Me atravesaron los dolores de mi pueblo, se me enredaron como alambrados en el alma: me crisparon el corazón: s l ag i a p rl sc m n s aí rtr o o aio, s l al o a e v e t e h m , aí lrr nulo n uo toqué las puertas y me hirieron como cuchillos espinosos, l a éal sr s r si p s b e lm o oto mails que antes adoré como estrellas y me mostraron su vacío. DE LECTURA Y REDACCIÓN
  • 335. LIBRO 337 DE CONSULTA Entonces me hice soldado: número oscuro, regimiento, orden de puños combatientes, s s e ad l i t l g n i , itm e a neieca fibra del tiempo innumerable, á b la m d ,i d s r c i l ro rao netutbe camino del hombre en la tierra. Y vi cuántos éramos, cuántos estaban junto a mí, no eran nadie, eran todos los hombres, n t n a r s r ,e a p e l , o eín oto rn ubo eran metal, eran caminos. Y anduve con los mismos pasos de la primavera en el mundo. TU LUCHARÁS Este año nuevo, compatriota, es tuyo. Ha nacido de ti más que del tiempo, escoge lo mejor de tu vida y entrégalo al combate. Este año que ha caído como un muerto en su tumba no puede reposar con amor y con miedo. Este año muerto es año de dolores que acusan. Y cuando sus raíces amargas, en la hora d l f e t ,e l n c e s d s r n a yc i a e a isa n a oh, e epedn agn ys b o r c i t li n r d a v c o ua to rsa goao l aí de un año que tu vida llenará poco a poco, d l l d g i a q er q i r m p t i , ae a indd u euee i ara l t y ,e t a g s u ad v l a e yv n s a ua sa notr e ocns io. Ya no soy ciudadano de mi país: me escriben que el clown indecoroso que gobierna ha borrado con otros miles de nombres el mío d l sl s a q ee a l l yd l R p b i a e a its u rn a e e a eúlc. Mi nombre está borrado para que yo no exista, para que el torvo buitre de la mazmorra vote y voten los bestiales encargados que dan los golpes y el tormento en los sótanos del gobierno, para que voten bien garantizados
  • 336. 338 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN los mayordomos, caporales, socios d ln g c a t q ee t e ól P t i . e eoine u nrg a ara Y e t ye r n e v v l a g s i d e t rl j s o so rat, io a nuta e sa eo d lp e oyd l f o ,d lh m r yd l t e r . e rs e a lr e obe e a ira pero tú lucharás para cambiar la vida. Tú lucharás para borrar la mancha de estiércol sobre el mapa, tú lucharás sin duda para que la vergüenza de este tiempo termine y se abran las prisiones del pueblo y se levanten l sa a d l v c o i t a c o a a a ls e a itra riind. N c l sG i l n ioá ulé Cuba, la mayor de las islas situadas en el Caribe está separada por el Golfo de México unos cuantos kilómetros de nuestro país. Sus puntos importantes más cercanos son Veracruz en México y la Florida en Estados Unidos. Cuba padeció el colonialismo español al igual que nosotros y otras naciones de América. La Independencia de América se logra por la lucha del pueblo y el valor de hombres de la talla de Antonio Maceo, Carlos Manuel de Céspedes y José Martí. Al rompimiento de las cadenas españolas el imperio de Estados Unidos penetró de inmediato. La isla fue saqueada en sus principales productos (azúcar, café, tabaco, etc.), y convertida en un apéndice de Estados Unidos. La prostitución, el vicio y la drogadicción fueron introducidos como medio de enajenación. El atraso del pueblo cubano se hizo alarmante. Los Estados Unidos fueron piratas implantando un gobierno anticonstitucional, dictatorial y bárbaro a través de Btsa ait. Una gran parte de la población cubana es negra y tuvo su origen en los esclavos traídos de África a las plantaciones norteamericanas en los mercenarios barcos holandeses. Al negro, al mulato en general y al cubano pobre les era n g d t d :l st e r s l e c e a l c l u a e t a a oh n a o e c ,ys l s eao oo a ira, a sul, a utr, l rbj ord, t. e e destinaba a los más humillantes trabajos. La unificación y el respaldo del pueb oal sg e r l e o d S e r M e t ayl c r e ao g n z c ó yv l rd é t s l o urilrs e ira asr a etr raiain ao e so, provocó la caída de la dictadura instaurando un sistema socialista basado en la i u l a yl j s i i . gadd a utca La Revolución Cubana, a pesar del bloqueo de los países de Latinoamérica ordenado por Estados Unidos, logró planear y llevar a cabo íntegramente sus principios. Es verdad que para la realización revolucionaria se necesita del es-
  • 337. LIBRO 339 DE CONSULTA fuerzo máximo, del trabajo sobrehumano y de grandes sacrificios, pero no hay sacrificio que no pueda hacerse en función de la libertad. Esta realidad fue la que determinó las condiciones sociales en las que participó sin tropiezo alguno el poeta Nicolás Guillén. Guillén nació en Camagüey en 1902, de abuelos blancos y madre negra. Estudió en la Universidad de La Habana dedicándose a la poesía y al periodismo. Los primeros libros de Guillén s nú i o e l h s o i d l l t r t r .E e l sc p u ae r t oyl m s c l d d o ncs n a itra e a ieaua n lo atr l im a uiaia africana y los une con el sentimiento americano. No hay poesía comparable a su modo original de transformar las líneas poéticas en danzas, sonido de tambores, imploraciones religiosas y paganas de la expresión auténticamente popular. Estos poemas se leen, se dicen, se cantan, se bailan, se viven, un ejemplo de ello es Sensemayá, que ya presentamos líneas atrás. El dolor que resume la cultura y la civilización afroamericana se expresa además como un grito y como una sentencia. Profundamente popular, vinculado estrechamente con los pob e ,G i l nt m i nd r g ós p l b ap r e j i i r c n e a ,l c a yu i i rs ulé abé iii u aar aa nuca, odnr uhr nfcar hasta 1989, año en que murió. Todo lo que hemos dicho y mucho más forma parte de cualquiera de las líneas del más importante de todos sus poemas: West Indies Ltd, el cual es el rostro preciso de la Cuba prerrevolucionaria, mismo que provoca la persecución del poeta. Si algún poema describe una condición social con absoluta fidel d d e é t . West Indies f e v l d p r e d s e t r c b n , y l s g e s e d ia, s se u áio aa l epra uao o iu ino porque señala la realidad de muchos otros pueblos de América y del mundo; también de ellos provocará su despertar, y seguirá siendo valedero mientras exista una sola nación oprimida. El mismo Guillén incluye la siguiente nota en la VI línea del poema: “Cierto que éste es un pueblo manso todavía... /No obstante, cualquier día /alza de un golpe la cerviz; /rompe por dondequiera con sus calludas manos /y hace como esos árboles urbanos /que arrancan toda una acera con una sola raíz.” La afirmación de Guillén no proviene sólo de la v s ó p é i a s n d l c r e ad l l b r c ó d u p e l ,d q es h s o iin otc, io e a etz e a ieain e n ubo e u u itria no puede detenerse. WEST INDIES LTD. ¡West Indies! Nueces de coco, tabaco y aguardiente… Este es un oscuro pueblo sonriente, c n e v d ryl b r l osrao iea, ganadero y azucarero,
  • 338. 340 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN donde a veces corre mucho dinero, pero donde siempre se vive muy mal. E s la h c a r a u t d sl sc s s l o cihra qí oa a oa, d s ee c r b oh s al sr s s ed l eer at a oa. B j e r l m a u a t t a ed d i ao l eapgene rj e rl andamos todavía con taparrabos; g n es n i l yt e n ,d s e d e t d e c a o et ecla ira ecnine e slvs yd a u l ac u m i c v l e qel hsa nii, d v r a í i ac l ñ , e aidsm aaa que en el nombre de España cedió Colón a Indias con ademán gentil. Aquí hay blancos y negros y chinos y mulatos. Desde luego, se trata de colores baratos, pues a través de tratos y contratos se han corrido los tintes y no hay un tono estable. (El que piense otra cosa que avance un paso y hable.) Hay aquí todo eso, y hay partidos políticos, y oradores que dicen: “En estos momentos críticos…” Hay bancos y banqueros, l g s a o e yb l i t s eildrs ossa, abogados y periodistas, médicos y porteros. ¿Qué nos puede faltar? Y aún lo que nos faltare lo mandaríamos buscar. ¡West Indies! Nueces de coco, tabaco y aguardiente. Este es un oscuro pueblo sonriente. ¡h ter islr A, ira nua! ¡h ter eteh! A, ira srca ¿No es cierto que parece hecha sólo para poner un palmar? Tierra en la ruta del “Orinoco”, o de otro barco excursionista, r p e od g n es nu a t s a elt e et i n rit ys nu l c ; i n oo puertos donde el que regresa de Tahití, de Afganistán o de Seúl, v e eac m r ee c e oa u , in oes l il zl
  • 339. LIBRO 341 DE CONSULTA regándolo con Bacardí, puertos que hablan un inglés que empieza en yes y acaba en yes. ( n l sd c c r n se c a r p e . Igé e ieoi n uto is) ¡West Indies! Nueces de coco, tabaco y aguardiente. Este es un oscuro pueblo sonriente. M r od t ,n b ed l sA t l a , e í e i ol e a nils mono que andas saltando de mata en mata, payaso que sudas por no meter la pata, ys e p el m t sh s al sr d l a . imr a ee at a oils Me río de ti, blanco de verdes venas – b e s t v na n u o u t r a p o u a ! , ¡in e e e uqe clals rcrs– me río de ti porque hablas de aristocracias puras, d i g n o f o e i n e ya c sl e a . e neis lrcets ra lns ¡Me río de ti, negro imitamicos, q ea r sl so o a t e a t d l sr c s u be o js ne l uo e o io, y que te avergüenzas de mirarte el pellejo oscuro, cuando tienes el puño tan duro! Me río de todos: del policía y del borracho, del padre y de su muchacho, del Presidente y del bombero. Me río de todos; me río del mundo entero. Del mundo entero que se emociona frente a cuatro peludos erguidos muy orondos detrás de sus chillones escudos como cuatro salvajes al pie de un cocotero. 2 C n om n t sd i t r u c ó . ic iuo e nerpin La charanga de Juan el Barbero tc u sn oa n o. —Coroneles de terracota, p l t c sd q i ayp n oíio e ut o; café con pan y mantequilla… ¡u sg e sn Qe ia l o! La burocracia está de acuerdo en ofrendarse a la Nación
  • 340. 342 TALLER doscientos dólares mensuales… ¡u sg e sn Qe ia l o! El yanqui nos dará dinero pr arga l stain aa relr a iucó; la Patria está por sobre todo… ¡u sg e sn Qe ia l o! L sv e o l d r ss n í n o ijs íee ore y hablan después desde un balcón. ¡ az f a ¡ az f a ¡ az f a L ar! L ar! L ar! ¡u sg e sn Qe ia l o! 3 Las cañas –largas– tiemblan de miedo ante la mocha. Quema el sol y el aire pesa. Gritos de mayorales restallan secos y duros como fuetes. De entre la masa oscura de pordioseros que trabajan, surge una voz que canta, brota una voz que canta, s l u av zl e ad r b a ae n o ln e ai, se alza una voz antigua y de hoy, moderna y bárbara: Cra aea oo aa, — o t rc b z sc m c ñ s ¡ h s c a ,c a ! ca, hs hs Arder las cañas y cabezas, subir el humo hasta las nubes, ¡cuándo será, cuándo será! Está mi mocha con su filo, ¡ h s c a ,c a ! ca, hs hs Está mi mano con su mocha, ¡ h s c a ,c a ! ca, hs hs Y el mayoral está conmigo, ¡ h s c a ,c a ! ca, hs hs Cortar cabezas como cañas, DE LECTURA Y REDACCIÓN
  • 341. LIBRO 343 DE CONSULTA a d rl sc ñ syc b z s re a aa aea, subir el humo hasta las nubes… ¡Cuándo será! Yl c n i ne á t c ,e l t r e a acó lsia n a ad d z f aya o í , e ar gna t e b a f l u aya d , iml, ugr re pegada al techo cóncavo del día. 4 El hambre va por los portales l e o d c r sa a i l s lns e aa mrla y de cuerpos fantasmales; ye t c o á d s e l ss l a sainnoe n a ils de los parques municipales, o pululando a pleno sol yap e al n . ln ua busca el problemático alcohol q eb r ayc e a u or ig, pero que no venden en ninguna bodega. ¡ a b ed l sA t l a , Hmr e a nils dolor de las ingenuas Indias Occidentales! Noches pobladas de prostitutas, bares poblados de marineros; e c u i a ad c e r t s nrcjd e in ua para bandidos y bucaneros. Cuevas de vendedores de morfina, de cocaína y de heroína. Cabarets donde el tedio se engaña c ne i u o i c r i l o l lsro oda de una botella de champaña, e c y e i a i l g n ec n í n ua fcca a et ofa como en un neosalvarsán de alegría p r l s f l ss n i e t l aa a íii etmna. Ansia de penetrar el porvenir ys c rd s e t a as c e a aa e u nrñ ert una fórmula concreta
  • 342. 344 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN pr vvr aa ii. F r rd l sp r t sd l v t uo e o iaa e eia que como en Sores y “El Olonés”, f e t al m s r as i r t rne a iei e ria ys r s e v e p n a i s e eule n utpé. ¡Dramática ceguedad de la tropa, q es e p et e el s oe r f e u imr in it l il p r d s a a c n r e q ep o e t oc i l , aa iprr ota l u rtse hfe porque el pan está duro o está clara la sopa! 5 C n om n t sd i t r u c ó . ic iuo e nerpin La charanga de Juan el Barbero tc u sn oa n o. —Para encontrar la butuba h yq et a a a c l e t ; a u rbjr aine para encontrar la butuba h yq et a a a c l e t : a u rbjr aine mejor que doblar el lomo, t e e q ed b a l f e t . ins u olr a rne D l cñ sl aúa, e a aa ae zcr aúa pr e cf; zcr aa l aé d l cñ sl aúa, e a aa ae zcr aúa pr e cf: zcr aa l aé lo que ella endulza, me sabe cm s l ehr he. oo i e caa il No tengo donde vivir, ni mujer a quien querer; no tengo donde vivir, ni mujer a quien querer: todos los perros me ladran, y nadie me dice usted. Los hombres, cuando son hombres, t e e q el e a c c i l ; inn u lvr uhlo los hombres, cuando son hombres,
  • 343. LIBRO 345 DE CONSULTA t e e q el e a c c i l : inn u lvr uhlo ¡ of ih m r ,l l e é y u obe o lv, y se me quedó en presidio! Si me muriera ahora mismo, si me muriera ahora mismo, si me muriera ahora mismo, mi madre, ¡qué alegre me iba a poner! ¡ y y t d r ,t d r , A, o e aé e aé t d r ,t d r , e aé e aé a ,y t d r y o e aé l lbra! a ietd 6 ¡ e tI d e !¡ e tI d e !¡ e tI d e ! Ws nis Ws nis Ws nis Ét e e pel hruo se s l ubo ist, de cobre, multicéfalo, donde la vida repta con el lodo seco cuarteado en la piel. Et e e peii se s l rsdo donde cada hombre tiene atados los pies. É t e l g o e c s d d c m a i s yt u t . sa s a rtsa ee e opne rss A u e t ne l g d a f l o l sm n sd h e r , qí sá l ao e sat, a ia e iro l sp a t c o e d c f , a lnains e aé l sp r sd c s l sf r yb a s l st nc n s o ot ok, o er ot, o e et… É t e e p e l d lA lR g t se s l ubo e l ih, donde todo se encuentra muy mal; é t e e p e l d lv r w l , se s l ubo e ey el donde nadie está bien. Aquí están los servidores de Mr. Babbit. Los que educan sus hijos en West Point. A u e t nl sq ec i l n h l o b b , qí sá o u hla: el, ay y fuman “Chesterfield” y “Lucky Strike”. A u e t nl sb i a o e d f xt o s qí sá o aldrs e o rt, l sb y d lj z b n o os e az ad y los veraneantes de Miami y de Palm Beach. A u e t n l s q e p d n bread and butter qí sá o u ie yc f e a dm l . ofe n ik A u e t nl sa s r o j v n ss f l t c s qí sá o buds óee iiíio,
  • 344. 346 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN fumadores de opio y de mariguana, e h b e d e v t i a s se p r q e a xiino n irns u siouts y cortándose un traje cada semana. Aquí está lo mejor de Port-au-Prince, lo más puro de Kingston, la high life de La Habana… Pero aquí están también los que reman en lágrimas, g l o e d a á i o ,g l o e d a á i o . aets rmtcs aets rmtcs A u e t ne l s qí sá lo, los que trabajan con un haz de destellos la piedra dura donde poco a poco se crispa el puño de un titán. Los que encienden la chispa roja, sobre el campo reseco. Los que gritan: “¡Ya vamos!”, y les responde el eco de otras voces: “¡Ya vamos!” Los que en fiero tumulto s e t nl t rl s n r c ns l b sd i s l o ine ai a age o íaa e nut. ¿Qué hacer con ellos, s t a a a c nu h zd d s e l s i rbjn o n a e etlo? Aquí están los que codo con codo todo lo arriesgan; todo lo dan con generosas manos; aquí están los que se sienten hermanos del negro, que doblando sobre el zanjón oscuro l f e t ,s d s e v e s d rp r , a rne e iule n uo uo yd lb a c ,q es b q el c r ee a c l a e lno u ae u a an s ril m l c a d l h e ee l t g ,yp o s s l h m l a aa uno a ir l áio er i e a uil bajo la bota, porque entonces levanta la voz, que es como un trueno brutal en la garganta. Esos son los que sueñan despiertos, los que en el fondo de la mina luchan, ya l l v ze c c a lí a o suhn con que gritan los vivos y los muertos. E o ,l si u i a o , ss o lmnds l sp r a d s o o i o , o ais ecncds l sh m l a o , o uilds l sp e e i o , o rtrds l so v d d s o liao, l sd s o i o , o ecsds los amarrados, l sa e i o , o trds
  • 345. LIBRO 347 DE CONSULTA los que ante el máuser exclaman: “¡Hermanos soldados!” y ruedan heridos con un hilo rojo en los labios morados. (¡Que siga su marcha el tumulto! ¡Que floten las bárbaras banderas, y que se enciendan las banderas s b ee t m l o ) or l uut! 7 C n om n t sd i t r u c ó . ic iuo e nerpin La charanga de Juan el Barbero tc u sn oa n o. —Me matan, si no trabajo, y si trabajo me matan; siempre me matan, me matan, siempre me matan. Ayer vi a un hombre mirando, m r n oe s lq es l a iad l o u aí; ayer vi a un hombre mirando, m r n oe s lq es l a iad l o u aí: el hombre estaba muy serio, porque el hombre no veía. A, y l sc e o v v ns nv r o igs ie i e cad sl e sl uno ae l o, cad sl e sl uno ae l o, ¡ u n os l e s l cad ae l o! Ayer vi a un niño jugando a que mataba a otro niño; ayer vi a un niño jugando a que mataba a otro niño: hay niños que se parecen a los hombres trabajando. ¡Quién les dirá cuando crezcan que los hombres no son niños, que no lo son, que no lo son, que no lo son!
  • 346. 348 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Me matan, si no trabajo, ys t a a o m m t n i rbj, e aa: siempre me matan, me matan, ¡siempre me matan! 8 Un altísimo fuego raja con sus cuchillas la noche. Las palmas, inocentes de todo, charlan con voces amarillas d c l a e ,d s d s d p n i n e . e olrs e ea, e edets U n g ot e t s c f e c c i l s n er usa u aé n ulla. Se incendia un barracón. Resoplan vientos independientes. Pasa un crucero de la Unión Americana. Después, otro crucero, y el agua ingenua ensucian con ambiciosas quillas, n e a d l sd lv e oD a e e f l b s e o its e a e ij rk, l iiutr. Lentamente, de piedra, va una mano cerrándose en un puño vengativo. Un claro, un claro y vivo s nd e p r n ae t l ae t e r yo é n . o e seaz sal n ira cao El sol habla de bosques, con las verdes semillas… W s I d e ,e i g é .E c s e l n , et nis n nls n atlao lsAtla. a nils L ÁPIDA E t f ee c i op rN c l sG i l n a t l a o so u srt o ioá ulé, niln, e e a od m ln v c e t st e n i u t o n l ñ e i oeino ritcar.
  • 347. 9. TALLER DE CREACIÓN Y REDACCIÓN
  • 348. Nunca más. ¡Nunca más! El cuervo Pe o
  • 349. E t l e d c e c ó yr d c i n c m c a q i ro r t l e ,s r ep r e a o a l alr e rain eacó, oo ulue to alr iv aa lbrr y producir. La diferencia es que en vez de piezas mecánicas para armar un motor que proporcione energía, son las ideas y las palabras que se conjuntan en una unidad que producirá literatura, que es otra energía. TALLER DE CREACIÓN El proceso de creación es el nacimiento y el trabajo de desarrollo de un poema o narración. Desde que es concebido hasta que se realiza y se traduce en expres ó e c i a E t l e e e l g rd n es v at a a a d b d m n ep r p o o in srt. l alr s l ua od e a rbjr eiaet aa rvcar, desarrollar y lograr la creación. Cada escritor o redactor es casi único, y estrictamente su proceso de creación será distinto. Pero aunque así sea, la forma de trabajar para lograrlo es similar, y esa se llevará a cabo en el taller. El hombre no crea de la nada. El trabajador crea a partir de los materiales con que se cuenta. El trabajador l t r r ot m i nc e ap r i d lm t r a q ed l r a i a ,s l b rs r c m ieai abé ra atr e aeil u a a eldd u ao eá ob n r o yd r e o r o d n m e t ;a ír a i ae a t .P r e e c i o t d e ials als to reaino s elz l re aa l srtr oo s mtra d taao aeil e rbj. Todo es argumento posible para un poema o para un relato. En el arte, todo es tema. Aunque aparentemente pueda partir de un suceso sin importancia vivido en la calle, con los compañeros, con la pareja amorosa o en cualquier sitio; ellos son los temas que la realidad y la vida nos está ofreciendo. Cuatro son los pasos a seguir para la creación, mismos que deberán prepararse en el taller: el i p l o l f r a i n l r a i a i nyl p r i i a i n mus, a omcó, a elzcó a atcpcó. 351
  • 350. 352 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Iplo mus El impulso de creación por regla general no viene de buenas a primeras. Se va provocando poco a poco atrayendo la atención, concentración y esfuerzo del sujeto o creador. De los momentos que viva, algunos lo irán alimentando hasta que repentinamente, en el momento más inesperado, surja el impulso. El momento puede ser provocado por un suceso que afecte nuestra vida o la de los que nos rodean. Lo primero que diremos será: “Voy a escribir tal o cual cosa”. El impulso desatará la imaginación. Entonces aparecerán en nuestra mente las imágenes de lo más importante que queremos escribir. Más adelante se nos a l r r e f nye p i c p o yh s al sf a e q ep d é a o e p e r A i a caaá l i l rnii, at a rss u uirms mla. l mginarnos todo, lo vivimos con una gran intensidad. Éste es el momento clave; de inmediato debemos anotar el bosquejo, de lo contrario lo perderemos inevitablemente. Pasado este momento, no volverem sal e a l c r av t ln l f e z d li p l o yn p d e o r c n t u r o o lvr a ag ia i a ura e mus, o orms eosril. Esto que hemos dicho no es solamente para la literatura. En la pintura, la escultura, la música, sucede de igual manera. Anotado lo más detalladamente posible nuestro bosquejo o esquema, tenemos la garantía de que aun cuando dejemos pasar tiempo, en el momento en que regresemos a él, nos comunicará vívidamente el estado de ánimo necesario para mantener latente el impulso. Frain omcó El esquema es el punto de partida que inevitablemente ocasionará el trabajo de formación. Tal vez en estos momentos no podamos atar todos los elementos que necesitamos para el relato o para el poema. Y trabajosamente se nos confunda la manera en que lograremos desarrollar el trabajo. Este momento es dfntv pr l or. eiiio aa a ba Algunos abandonan la tarea por pereza o cobardía. Los mejores se sobreponen y se deciden a trabajar. Se requiere valor, temple, decisión y absoluta confianza en que lo que vamos a trabajar podremos realizarlo y servirá a los demás. Metafóricamente podemos afirmar que el momento de impulso es el acto de a o , d formación, de gravidez y de realización, e e n c m e t . R s a á s l mr e s l aiino etr oa mente el de cuidar, el de ayudar a crecer al nuevo ser, en este caso la obra. Los momentos de la formación son seguramente de gran tensión y alteración anímica. Aun cuando estemos dormidos, nos asaltará y presionará obsesivamente nues-
  • 351. LIBRO 353 DE CONSULTA tro trabajo. “En los momentos en que la conciencia se apaga o se duerme, prosigue la incubación nuestro subconsciente”, dice Schockel. La formación puede durar unos cuantos días o puede ser larga. Todo de acuerdo con el tema y las circunstancias. Es decisivo que en estos momentos toda nuestra concent a i ne t d r g d an e t ot a a o D s e s r o s r al s i a l f r a i n rcó sé iiia usr rbj. iprans eí atmr a omcó. Es preciso alejarnos de lo trivial, cotidiano, que nos distrae, nos preocupa o trata de hundirnos en momentos de enajenación. Ha habido escritores en la historia que en el momento de la formación se encierran sin permitir la entrada de nadie. Al terminar la formación, tendremos ya la estructura de la obra. Raiain elzcó U av zq es t n al e t u t r d l o r ,e t a a os r l e a l ac b .L s n e u e eg a srcua e a ba l rbj eá lvra ao o d sp n o a t r o e h ns d e e c a m n ei t r o e ys b e i o .L r a i a o uts neirs a io snilet neirs ujtvs a elzción se lleva a cabo de acuerdo con los conocimientos que tenemos del estilo l t r r o l sc a i a e d le t l ,l sc a i a e d l p l b a yp n r a e ieai, a uldds e sio a uldds e a aar, oels n p á t c ;e u ap l b a r d c a .E i a e o l sv c o d le t l yt d l q e rcia n n aar: eatr vtrms o iis e sio oo o u consideremos que afecta nuestro trabajo. Esta es la parte del Taller de Creación y Redacción donde vamos a trabajar junto con los demás. Aquí seleccionaremos las piezas del engranaje, o sea, las palabras, el modo y la forma en que nos expresaremos en el lenguaje escrito. En otras palabras, y para repetir lo dicho; a l c r m sa e u d m n el p e i i n l c n i i n l s n i l z l n t r l piaeo dcaaet a rcsó, a ocsó, a ecle, a auai d d l o i i a i a yl sc a i a e m s c l a e t v ,e o a i a c n e t a y a, a rgnldd a uldds uia, fcia vctv, ocpul s m ó i ad l p l b aye i a e o l c c f n a l r p t c ó yl a f b l g a iblc e a aar vtrms a aooí, a eeiin a niooí. Priiain atcpcó Muchos escritores piensan que una vez terminada la obra destinada a convertirse en libro, concluye con su labor. Olvidan que su trabajo no es impersonal sino colectivo; que no está en función de un elemento que puede ser ajeno para muchos como es un ejemplar, sino que requiere la comunicación directa con los lectores. El autor, podemos decir, ha dado vida a un libro pero tiene la obligación de cuidar su crecimiento. El desvincularse de él significa olvidar su responsabilidad o rehuirla. En la misma forma en que el músico, una vez terminada su obra de composición, toma la partitura y dirige la orquesta frente a su públi-
  • 352. 354 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN co; el pintor expone su obra o la destina permanentemente en un muro para todos, el escritor tiene la obligación ineludible de devolver personalmente el l n u j yl r a i a d l ss y syq eh c n e t d e l t r t r .A íc m l egae a eldd e o uo u a ovrio n ieaua s oo a obra literaria no puede concebirse fuera del libro, el autor no puede concebirse l j sd s o r . eo e u ba En sentido normativo, transcribimos los profundos conceptos que al respecto expresa el maestro Sánchez Vázquez: Un poeta debe decir aquellas cosas que jamás se dirían sin él. E e c i o d b t n rl p s b l d dd g n r el v d p r p d re i t rye c i l srtr ee ee a oiiia e aas a ia aa oe xsi srbir, pero en modo alguno debe existir y escribir para ganarse la vida. El poeta deja de serlo cuando la poesía se convierte para él en un medio. El escritor no considera en modo alguno su trabajo como un medio. Es un fin en sí; hasta tal punto no es medio para él ni para los demás, que el escritor ofrenda en s c i i i l o r n ad lt a a o yc a d h c f l a s p o i e i t n i p r o a . arfco a fed e rbj, uno ae at, u rpa xseca esnl L p i c p l s m l b r a d l p e s c n i t e n s ru o i i .E e c i o q e a rniaíia ietd e a rna osse n o e n fco l srtr u degrada a la prensa al nivel de un simple medio material, como castigo por esta no l b r a i t r a m r c l n l b r a e t r a l c n u a p rl d m s s e i t n i ietd nen, eee a o ietd xen: a esr; o o eá, u xseca misma ya es para él un castigo. Es recomendable que en principio, se sigan los modelos literarios para la elaboración de textos conforme a éstos. A medida que se avanza, deben elaborarse textos libres donde lo objetivo lo subjetivo y la combinación de estos elementos vaya produciendo poco a poco la creación personal. CANTO POR EL HOMBRE NUEVO Lood Aaa eplo yl Había cólera en el vientre del que yo nací, no era de noche. Era el pleno día cabalgando el nuevo concepto de la aurora. Y n n c u d aq eD o e t v e f r o o o aí n í u is suo nem cuando nací Dios ya se había ido desde antes s f eh m l a o p r e u d ,s c e t a o t r u a o e u uild, esgio eusrd, otrd. Se retractó transformándose en rostros innumerables de compañeros Dios dejó su imagen etérea y recuperó su verdadera forma de masas populares.
  • 353. LIBRO DE CONSULTA No supo que yo nacía estaba preocupado por su seguridad personal l sd s a g se é t i a q el a l c r nas c r b a i n a ecra lcrcs u e piao u eercó a su espalda y a su sexo. Yo nací en América en 1966 o 68 o 71 y en Cuba en 54. Nací con inducción, no respiraba a tiempo al tiempo de la dictadura y la opresión no nací moderado porque no tuve miedo ni forma alguna de traición nací dolientemente alegre por todos porque una multitud bloqueaba y conducía mi cerebro. Antes de nacer grité y me puse a respirar desde mucho antes. Me colocaron a voces, a ideales, y a tumbos adelante. Nací de punta como una espada zurda que arroja su muerte al vacío mi cabeza apareció nerviosa como el fondo de los seres m m n sa u e ,c e a ,f r o a ,r c i í e ss a r j r n i ao zls igs ozss etlna e roao una con forma de palabra y la otra cerrada como el hambre. Sin desayuno en las mañanas, mi cuello se desanudó la libertad del viento mi tronco irguió a su vez la fuerza de mis acciones posteriores y estiró los músculos del pueblo. Mi cuota de sacrificio en habla y sangre se redobló en toda la superficie del globo. Es un golpe repetido como odio creciente por amor. La hemorragia metió mi corazón en un puño guerrillero, brotó como cuando cayó la madre España p a e r ne o i i la e i a od m P t i lnao l fca ssnt e i ara ei s i u i n l z r nat e h sl t a c ó d A é i a nttcoaiao rco a riin e mrc. De ahí mi circulación prematura y hasta siempre de ahí este tiempo atollado en mi garganta de ahí mi lenguaje atrapado entre dos guerras en millones de cuerpos desbarrancados en el desfiladero de mi primer diente e a r j d m c e i i n o e s p l od m sf n a í s l roo e i rcmet, l eei e i atsa ym e t t r l e ad r b l í yd m t a l . i saua ln e eeda e erla He venido al mundo con el aliento de los mártires muertos de una sola muerte 355
  • 354. 356 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN y al latir de la vida en cada vena humanizada y más completa. La penumbra de mi casa fue la rural revolución con su calor humano que extenderé al futuro. Algunos que nacieron a medias de un vientre indolentemente angosto a medias dicen que decididamente nací de frente equivocado por destrabar la lengua y hablar que seremos libres accionando. Nací por inducción, grave me negué y me seguiré negando a respirar a tiempo al tiempo de la dictadura y la opresión. Mi ritmo de respiración es diferente de multitud de hombres con destino propio un ritmo único, determinante, un ritmo nuevo de hombre nuevo. Halló origen en como era el Che y se hizo estrella. Fue mi ritmo terco al nacer y el tuyo que ya jamás será sofocado. Es el ritmo de todos los que somos la humanidad que viene. TALLER DE REDACCIÓN Siguiendo los conceptos y las orientaciones del Taller de Creación trabajará el Taller de Redacción. En este taller simplemente se elaborarán trabajos menores, pero no por esto carentes de importancia. Los informes, las monografías, los estudios, toda la correspondencia y hasta los documentos particulares escolares o laborales podrán redactarse, si se juzga indispensable hacerlo, durante e t t l e d r d c i n D i u lm n r ,l sc r a ,c r í u o ;i f r e yd se alr e eacó. e ga aea a ats urcls noms e más documentos que exijan redacción. Hay que hacer notar que las tesis profesionales no son otra cosa que el primer libro, la primera expresión escrita de un joven, y como libro, debe atender a los razonamientos que hemos estudiado y analizado. Confiamos en que la expresión escrita del primer libro no será única. El hombre de hoy no debe escribir solamente un libro (la tesis), como requisito y satisfacción de su triunfo personal como profesionista: debe escribir muchos o r sm sp r s t s a e l r a i a i nye t i n od s c l c i i a . to á aa aifcr a elzcó l ruf e u oetvdd
  • 355. BIBLIOGRAFÍA A o s ,M r í ,C e c ad ll n u j ya t d le t l ,1 a E . M d i ,A u l r lno atn ini e egae re e sio 0. d, ard gia, 1973. Á i aM r í e ,S ,L t r t r e p ñ l ,M x c ,P r ú ,1 7 . vl atnz . ieaua saoa éio ora 93 Ayala, Leopoldo. El Virgilio mexicano, México, 1930. D a - l j , G i l r o I t o u c ó a e t d o d l r m n i i m e p ñ l, M d i , ízPaa ulem. nrdcin l sui e oatcso sao ard Espasa-Calpe, Austral núm. 1147, 1967. F s h r E n t L n c s d dd la t ,B r e o a P n n u a 1 7 . ice, rs, a eeia e re acln, eísl, 93 H r e a G l ,D d c i a d ll n u j , B r e o a T i e 1 7 . err, ai iátc e egae acln, ed, 91 Lacau-Roseti, Antología, Buenos Aires, Kapelusz, 1973. Marx, Carlos, El capital, Biblioteca del Pensamiento Socialista, México, Siglo XXI Editores, 1975. M t o ,A u t n E i o o í s g e o a i a d le p ñ l M x c ,E f n e 1 7 . aes gsí, tmlga, rcltns e sao, éio sig, 90 M n i t A Á g l s M t d sd i v s i a i nym n a a a é i o M x c ,P r ú , edea . nee, éoo e netgcó aul cdmc, éio ora 1972. M l a e C r o A ,C m e d od h s o i u i e s ld l l t r t r ,M x c ,E f n e ilrs al, . opni e itra nvra e a ieaua éio sig, 1970. Montes de Oca, F., Literatura universal, México, Porrúa, 1959. Pleyan, Carmen & García L. José, Teoría literaria, 10a, Ed., Barcelona, Teide, 1968. R m n ,D v d E e e t syt c i ad lt a a oc e t f c ,B r e o a T i e 1 7 . oao ai, lmno énc e rbj iníio acln, ed, 93 Salgado Corral, R., El lenguaje México, S P, 1971. , E S n h z V z u z A o f , Antología. Textos de estética y teoría del arte, M x c , áce áqe, dlo éio UNAM, Lecturas Universitarias núm. 14, 1972. 357
  • 356. 358 TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN Sapir, Edward, El lenguaje, México, FCE, Breviarios núm. 96, 1974. Solís, Julio, Tribuna del orador, México, Editores Mexicanos Unidos, 1973. Souto, Arturo, El lenguaje literario México, A U E , 1972. , NIS S y ,L r l c ó d l l t r t r c nl so r sa t s M x c ,A U E ,1 7 . a a a e a i n e a i e a u a o a t a r e , é i o NIS 9 2 V v l i G M r í , Curso de redacción M d i , P r n n o 1 7 . iad, . atn , ard aaif, 91 éio P 92 Y z i , C r o , Historia de la cultura, M x c , I N, 1 7 . apk als Z b z r e a A , L a e t r d l t a a o i t l c u l, B g t , F n o E u a i o I uiart, . a vnua e rbj neeta ooá od dctv n teramericano, 1969. — Enciclopedia Temática, tomo VI, Panamá, Richars, 1968. — Archivos del diario Excélsior, México. Fueron estudiadas y consultadas todas y cada una de las obras que aparecen en el programa, particularmente las de la unidad “Principales épocas y corrient sl t r r a ” E l sc s sd l so r se c i a e u i i m d f r n ea e p e ieais. n o ao e a ba srts n n doa ieet l sa ñol, se compararon las traducciones que se tuvieron a la mano, eligiéndose, a n e t oj i i ,l m j rym sf e a a t r * usr uco a eo á il l uo. * He transcrito los poemas de Pedro Garfias, León Felipe, Ernesto Cardenal, Efraín Huerta y Pablo Neruda tal y como me los dijeron, cuando juntos me enseñaron a andar el camino de la p e í .E t e l o t g a í n s n t ,p r s sp e e c a yl sd t d sl sa t r sí t g o ,q e osa so n a rorfa o e oa eo u rsnis a e oo o uoe ners u h m sc t d ,b s a p r d rs n i oal sp g n sd e t l b o eo iao atn aa a etd a áia e se ir.
  • 357. ÍNDICE 1 E l n u j .......................................9 . l egae 2 La comunicación humana ............................ 17 . 3 L c u a ........................................ 43 . etr 4 Expresión oral .................................... 53 . 5 E p e i n e c i a .................................. 83 . xrsó srt 6 E t l l t r r o ................................... 143 . sio ieai 7 I v s i a i nya á i i ............................. 165 . netgcó nlss 8 P i c p l sé o a yc r i n e l t r r a .................. 187 . rniae pcs orets ieais 9 Taller de creación y redacción ......................... 349 . B b i g a í ....................................... 357 ilorfa 359
  • 358. I p e oe l sT l e e G á i o d l mrs n o alrs rfcs e a D r c i nd P b i a i n sd l iecó e ulccoe e I s i u oP l t c i oN c o a nttt oiénc ainl Tresguerras 27, Centro Histórico, México, DF Junio de 2005. Edición: 1 000 ejemplares. CUIDADO EDITORIAL Y CORRECCIÓN: DISEÑO ILUSTRACIONES DE DE PORTADA: FORMACIÓN: SUPERVISIÓN: PROCESOS EDITORIALES: DIVISIÓN EDITORIAL: DIRECTOR: PORTADA E INTERIORES: Melina Sandra Bautista Juárez G i e d S l sN r e a rsla oí oig Melina Sandra Bautista Juárez Manuel Toral Azuela Manuel Gutiérrez Oropeza Jesús Espinosa Morales A t r S l i oB l r n ruo acd etá Kitn rsi