El jefe del servicio de farmacología del Hospital de Vall d'Hebron, Joan-Ramon Laporte, critica que se medicalicen estados como la tristeza y la timidez y que se inventen nuevas enfermedades para vender más medicamentos. También señala que los precios de los medicamentos son arbitrarios y que la industria farmacéutica gasta más en promoción que en investigación. Advierte sobre los riesgos de los efectos secundarios de muchos fármacos y la influencia de los intereses comerciales en la formación de los profes