La arquitectura del Antiguo Egipto se caracterizó por el uso de grandes bloques de piedra tallada y un sistema constructivo adintelado. Los templos egipcios tenían una estructura definida que reflejaba la jerarquía social, mientras que las viviendas se construían principalmente de ladrillo. Las tumbas reales incluían complejos piramidales y tumbas excavadas en roca, como las mastabas y los hipogeos.