Un feto de pocas semanas se encuentra en el útero de su madre, donde recibe nutrientes del saco vitelino y más tarde del cordón umbilical. A las 16 semanas la mayoría de sus órganos están desarrollados aunque sus ojos aún están cerrados. Para las 24 semanas todos sus órganos están formados excepto los pulmones. A los 9 meses el feto está completamente desarrollado y listo para nacer, culminando el milagro de la formación de la vida humana en el vientre materno.