La evaluación propone medir el aprendizaje de inglés alcanzado por estudiantes egresados de secundaria utilizando pruebas de habilidades gramaticales y comunicativas. Los resultados mostraron que la mayoría se ubica en los niveles inicial y básico, lejos del nivel pre-intermedio objetivo del programa. Esto sugiere la necesidad de mejorar las estrategias de enseñanza para alcanzar los estándares curriculares.