Las imágenes simples son fáciles de interpretar y monosémicas, mientras que las imágenes complejas requieren más esfuerzo para su comprensión, son polisémicas y sugieren significados múltiples. Las imágenes simples pueden estar compuestas de muchos elementos y ser claras de interpretar, mientras que las imágenes complejas están compuestas de pocos elementos y son más difíciles de entender.